Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21

Mansión Parissi Vítale

Horas antes...

Alana

Las horas han pasado volando y no he tenido noticias de Axel, no responde el móvil y tampoco los mensajes. He intentado dormir, sin mucho éxito, el pequeño Liam duerme y tranquilamente, por lo que no tengo algo que hacer en mi antigua habitación más que contemplar los posters en la pared o mis libros de colegio.

Me he llevado a mi apartamento solo lo que corresponde a Alana de adulta, he dejado en ese lugar todo lo que fue mi niñez y adolescencia. Entrar a mi habitación, es lo más parecido a hacer un viaje al pasado, con los recuerdos dolorosos incluidos. Desesperada y casi al borde de la asfixia por todo lo que esas cuatro paredes encierran, decido bajar a la sala y preguntar a papá si sabe algo de Pilar.

Salgo de la habitación y empiezo a bajar las escaleras, descalza porque mis zapatos nuevos me han hecho heridas en el talón. Escucho lo que parece una discusión, entre papá y mamá en la sala. He logrado escuchar mi nombre y el de Axel. Me quedo agazapada escuchando lo que dicen.

—Ella debe saber la verdad —habla Liam, pero la voz es opaca, como si se escuchara desde un móvil. —él lo hace para desquitarse conmigo ¡Me lo ha dicho papá! —pongo las manos en mi pecho y apoyo mi espalda en la pared.

—¿Palabras textuales? —recrimina papá—responde Liam ¿Sus palabras fueron textuales?

Bajo las escaleras despacio y llegó hasta el comedor, desde ese punto puedo ver a mis padres, papá tiene en sus manos el móvil y mamá lo abraza. No sé porque han llegado a esa discusión, pero si entro a preguntar no me lo dirán. No es una conducta muy buena, de momento, es lo único que puede decirme, por qué soy el tema principal de conversación entre mi hermano y mis padres. Por un momento es como tener 16 años, días después de lo sucedido en ese baile. Mis padres y mi hermano discutían que era lo mejor para mi vida...sin participar me nada.

—¿Por qué no la dejas en paz, Liam? —está ves quién habla es Giselle, mi madre —ya no tiene 16, y no dejaré que destruyas la felicidad de tu hermana.

—Mamá... Axel solo se comprometió cuando llegó Kai a la vida de Alana —interrumpe mi hermano —tal cual lo hizo con Caitin y cuando yo llegue, con la única diferencia que yo no amaba a Caitin y el no ama a mi hermana, ama a Caitin y en estos momentos debe estar llorando su muerte. ¿Les ha llamado? —pregunta y papá guarda silencio.

No lo ha hecho, desde que me vine con mis padres, no ha llamado o mandado mensajes. Mi padre le dice, que le llamó en cuanto supo que Zack, fue la persona que secuestro a Pilar, y que no me dejara salir. Fue la llamada a la estación en búsqueda de respuestas que le dijo lo que había sucedido.

—Tu madre tiene razón, hace años cometimos la estupidez de seguir tus consejos y ¿Qué se logró? —increpa y su cuerpo tenso y sus puños apretados, de estar presentes ambas cosas le advertirían a Liam que debe retroceder. —si ella se hubiera quedado y Axel o su padre hubieran sabido lo acontecido, sabríamos la verdad y no ahora después de tanto tiempo.

Sin poder contener el llanto escucho todo lo que ha sucedido estas horas, incluido el nombre del acompañante de Bruno esa fatídica noche. Papá está furioso y acusa a mi hermano de querer dañar mi felicidad.

—Estaba con ella solo para molestar a Caitin ¿Qué pasará ahora que ella murió? Lo hubieran visto cuando recibió la noticia de su muerte, salió de aquí en medio del llanto... Ustedes mismos rechazarían ese noviazgo. —con esas palabras subo la escalera, bajo minutos después calzada, aún siguen discutiendo solo que esta vez no los escucho.

Son demasiadas cosas para no quebrarse, todas con un nivel de importancia enorme. Zack, la persona que consideraba un hermano, quien siempre me protegió "—Quieres compartir tu tesoro, con tu hermano preferido", me lo dijo el día que le mostré mi proyecto. "—Eres la personita más hermosa que conozco, me gustaría que Axel fuera el hombre que deseas, pero no es así". Limpio con fuerza mis lágrimas. No miro al cruzar la calle, por lo que el ruido de un auto cerca me saca de mi letargo. En segundos, soy impulsada hacia un costado de la vía y el conductor sale despotricando en mi contra.

—¡Cálmese! —grita cerca el hombre que me ha salvado de un accidente al chófer del auto—no está en posición de acusar, se ha volado un semáforo en rojo.

Me alejo del agarre del hombre y miro al conductor, quien enojado y cruzado de brazos me contempla en el suelo. Le pido disculpas ignorando las miradas de los conductores puestos en mí.

—Gracias —es todo cuanto digo al individuo sin mirarle.

—¿No pensara que debe ir en ese estado verdad? —pregunta incrédula.

Detengo mis pasos y giro en su dirección, es un hombre alto vestido de negro de la cabeza a los pies. Podría tener la estatura de Axel, su cabello rubio corto, un rostro conocido para mí.

—¿Por qué su cara me es familiar? —le pregunto con la curiosidad a millón y el hombre sonríe.

Todo su rostro, cambia ante ese gesto y se alza de hombros indiferente. Doy media vuelta al verle al verle contestar una llamada y hablar bajo. No deseo ir a casa, tampoco a casa de Axel, Caitin murió hace unas horas y él no ha llegado hasta mí, eso me dice que la muerte de su ex le ha afectado.

— ¿No estuvimos juntos en prisión? —escucho decir cerca de mí y decepcionada, descubro que me ha seguido. Intento no reír ante esa respuesta y freno mi caminata.

—Jamás he estado en prisión —respondo y ya en ese instante, él está a mi lado.

Sube el buzo negro que lleva y ese acto muestra varios tatuajes en su antebrazo. Uno de ellos es el de una araña, que me hace alejar de él rápidamente, el recuerdo de lo vivido y descubriendo quien me daño me hace hacer lo impensable, salir corriendo.

—¡Maldición!

Escucho al hombre decir y sigo en mi carrera alejándome de él. Mirando de vez en cuando hacía atrás y olvidando una vez más prestar atención a mi alrededor. Choco con un cuerpo y unas manos cubren mi cintura rápidamente. Mi corazón late apresurado e intento soltarme, hasta que lo escucho hablar.

—Solo tenías que distraerla hasta que yo llegara Noah ¿Era mucho trabajo? —reprende, al que ahora se dónde lo vi, era uno de los cinco hombres que custodiaban a Axel —¿Y usted? ¿Qué hace afuera?

No espera mi respuesta y me conduce a un auto, en donde me ayuda a entrar, acto seguido se coloca frente al volante. Habla por teléfono con alguien, a quien parece darle órdenes. El me mostró una araña en esa ocasión, lo que me llegaba ahora a pensar que sabía fue alguien de los suyos. Mira de vez en vez en mi dirección, serio y posa su mirada en la vía.

—¿Qué hace afuera?

—Soy una mujer libre ¿Lo sabe verdad? —recrimino y lo veo sonreír —¿Qué le resulta tan gracioso?

—Qué Axel Russo, tendrá serios problemas para domar a su mujer —responde sin dejar de reír —Creo saber porque salió huyendo de casa y llorando. —habla maniobrando el auto y entrando ya al puerto.

Tiene un aire enigmático, más allá de su aspecto temible y de todos esos tatuajes que lleva en su piel, hay un hombre de buen ver y hasta amable, solo cuando él lo decide.

—No derrame una lágrima por quien no lo merece —sigue diciendo —Zack siempre ha tenido problemas con la sociedad en general.

—No lo parece ¿Era uno de sus hombres? —me atrevo a preguntar y señaló la araña en su brazo —por eso.

Mira hacia dónde señala y niega, parquea el auto en un lugar lejos del yate de Axel. Me asegura que en ese lugar estaré tranquila y que Axel, no estará, me ayuda a bajar del auto y seguimos el camino a pie. Me cuenta que Zack, es producto de una infidelidad, el mayor pecado de sus padres, fue ocultarle la verdad.

—Creció con la idea que era hijo único, su padre lo protegía al punto de alejarlo de la maldad que lo rodeaba. —sigue diciendo y no entiendo a dónde quiere llegar, solo soy consciente que sus palabras me calman. —al llegar de visita, su padre se mudaba a casa, hasta que en una ocasión Alexandre, el hijo mayor del matrimonio le siguió, descubrió la verdad y formó un gran escándalo.

Entiendo que no debe ser fácil, enterarte que no eres hijo legítimo y que has sido engaño, pero eso no te da el derecho de dañar a los demás. Su padre fue perdonado fácilmente por ambas mujeres, su esposa e hijos, solo le pidieron cortar todo lazo amoroso con su madre, aunque jamás le impidieron ver a su hijo.

Demoró años peleado con su padre, fue allí en donde Ángelo lo conoció, Axel se lo presentó. Había llegado a la isla de visita y ante el descubrimiento de lo que hacía, le dijo que quería trabajar. Por ser amigo de Axel, le permitió ciertos trabajos.

—Era bueno en lo que hacía, básicamente llevar mercancía de Moscú a Italia —sonríe, evocando esa época y lo observo sin decir nada —se pagaba los estudios y logró amasar un buen capital rápidamente. Jamás lo vi como uno de los míos, sabía que era ave de paso y por eso no le insistí a El Mayor que lo contratará.

Cuando su padre se entera con quien hace negocios, envía a sus hombres a traerlo. En esa época sólo tenía 19 años, estudiaba en la isla e iba a Moscú de vez en cuando. Hizo las paces con su padre y rompió trato comercial con Ángelo, pero la amistad prevaleció.

— Lo traté lo suficiente para ver en el rastro de odio hacia su padre, pero jamás pensé que ese odio era por la familia perfecta que el tipo tenía. —suelto el aire y limpio mis lágrimas, duele saber que fui dañada por esa razón tan absurda. —lo tuyo, lo de Axel e incluso lo de tu amiga Pilar, tiene el mismo trasfondo, sus familias perfectas.

En ese orden de ideas, me doy cuenta que mi llanto va más allá que Zack me haya dañado, Axel también lo hizo. En el afán de demostrar que no le dolía lo que su amigo y ex mujer le hicieron, me utilizó. Creyendo que en mi podría encontrar la verdad, sobre lo que le había sucedido. Ángelo me deja en la habitación y sube para contestar una llamada. Con la certeza que mi cuento de hadas ha llegado a su fin me quedo dormida.

(...)

Despierto con el yate en movimiento, me siento en la cama asustada y el brazo en mi cintura me traen de vuelta a ella. Giro en búsqueda de quien ha frenado ese movimiento y me encuentro a Axel mirándome preocupado.

—¿Qué haces aquí? —le pregunto y alza una ceja con ironía —tu amigo me dijo, que no vendrías.

—Pues no fue lo que a mí me dijo —acaricia mi mejilla y tiro mi cabeza hacia atrás, lo que ocasiona que me mire contrariado —dijo que no podías vivir sin mí.

—Yo solo quería dar una vuelta y tu amigo, me lo impidió —me quejo y sonríe —¿Estás bien?

—Contigo aquí... Sí, estoy muy bien —se acomoda a mi lado y me atrae hacia él —existe la posibilidad que tenga un niño.

Lo observo y tiene la vista fija en el techo, me cuenta lo que su amigo le contó. No hay manera de saber de momento, si la mujer habló con la verdad u oculto a su hijo, pero si existe esta dispuesto a darle su apellido y pelear su custodia. No sé cómo quedó yo en esa historia o si la existencia de ese niño, cambie las cosas. Mi mayor deseo es que no sea así y que lo hermano no tenga esta vez la razón. Que él se recluyera en ese lugar, luego de saber la muerte de la mujer que por años amo, hablaba de lo importante que ella era.

—¿Qué sucede? —mi silencio lo ha hecho mirarme.

—¿Dímelo tú? —respondo liberándome de su agarre —me dejaste en casa de mi padre, le dijiste que no me dejara salir, no contestas mis mensajes.

Libera todo el aire y me toma de la cintura, me sacudo de ese acto, solo que no me libera, contrario a ello, me toma con más fuerza y me obliga a acostarme en la cama. Una vez allí, se posiciona encima mío e inmoviliza mis manos encima de mi cabeza al ver que lucho por liberarme. Sus ojos están oscuros y sus labios apretados asoman una media sonrisa.

—No quería que nada te dañara, lo de Pilar es extraño —dice y aprieta un poco más al ver que sigo en mi lucha —ella no sabe quién la sacó de esa casa cielo, Caitin fue asesinada, Zack es culpado, tengo quizás un hijo, son demasiadas cosas y ... No quiero perderte a ti también.

Se acerca a mis labios y giró la cabeza para impedir que me bese, porque no le creo. No se rinde y empieza a repartir besos por mi cuello y oreja, lo que hace que mi voluntad empiece a fallar. Un suspiro de satisfacción sale de mi garganta, al sentir sus dedos subir mi vestido y acariciar mi muslo hasta llegar a mi zona íntima.

—Yo creí, que te había quedado claro que contigo quiero todo Lena—dice con voz ronca, restregando su erección en mí. —no me interesa nadie más, porque contigo tengo todo lo que necesito. Mi deseo es que, de existir ese niño, me ayudes a educarlo.

—Sabes que no se trata de...

Calla mis protestas con un beso intenso y en segundos mi poca voluntad se hace pedazos. Me rindo a lo evidente, sin importar si su cariño hacia mí, sea suficiente para formar un hogar o que él quiera más adelante cortar esta relación, de momento es lo que tengo. No obstante, saber que a futuro no tendré estos momentos y deberé conformarme con su amistad, hace que mi llanto vuelva.

Debe sentir mis sollozos porque se retira un poco y observa mi rostro bañado en llanto. Limpia mis lágrimas y da pequeños besos, mientras me preguntan qué me sucede. Sabe que es doloroso lo que descubrimos, pero que nos tenemos uno al otro.

—Pensé que lo nuestro había acabado ahora que Caitin... — me queda mirando un instante antes de responder.

—¿A qué te refieres? ¿Qué te hace pensar que las cosas van a cambiar por su muerte? —la pregunta me deja perpleja y a él pendiente a la respuesta. —¿Hablaste con Liam verdad?

Muerdo mis labios al ver que me observa con su rostro serio, cuando creo que estoy en problemas soy levantada de la cama, sacada de la habitación y corre conmigo en brazos.

—Axel, no, no, no —pataleo al ver que va directo al mar.

Las protestas no son escuchadas, se lanza conmigo en brazos e intento salir a flote un par de brazos me lo impiden. Lo que ocasiona que abra los ojos dentro de las aguas cristalinas y lo vea sonreír ante mi desesperación por salir a flote. Unos minutos después, sale conmigo a flote respiro una gran bocanada de aire. Una vez logró recuperarme del todo, golpeo sus hombros como protesta por su comportamiento.

—¿Qué sucederá con nosotros? —pregunta —Fácil cielo, primero hay que asegurarse que no tengamos un niño por allí, luego de ello nos casamos, tendremos hijos y cuando estemos viejos iremos por el mundo a bordo de nuestro primer hijo —su rostro ha cambiado, su cabello mojado cae en su frente y lo observo sacudir la cabeza para eliminar el exceso de agua. —Juntos hasta la muerte o al psiquiátrico y si existe la reencarnación, mi deseo es siempre encontrarme contigo. Hay muchas cosas que planear —me dice y lo observo serio.

Ninguno hace muestras por abordar, pero la ropa que tengo es pesada, por lo que nado hacia el Yate y me despojo de la ropa. Siento sus manos en mi cintura y su erección crecer en mi trasero.

—Creo que será después... Tengo otra idea en mente —muerde mi cuello y sus manos bajan a mi braga y en segundos soy fuego puro en sus brazos. —mi princesa necesita atención.

—Axel —ruego al sentir sus dedos frotar esa parte de mí que se hincha con sus caricias.

Siento su sonrisa al besar mi cuello, al tiempo que sus dedos incrementan las caricias. Estamos en medio de la nada, aun así, no evitan que me sienta cohibida por ser sorprendidos en ese estado. Apoyo mis manos en las barandas del yate y siento sus dedos en mi interior y tiemblo ante sus caricias.

—¿Cómo pudiste creer que podría abandonarte? —pregunta con voz ronca y haciendo a un lado la braga. —Jamás ha cruzado por mi cabeza algo de esa naturaleza.

Jamás he hecho algo de esta naturaleza, estar en las manos correctas, hace que cualquier sitio sea correcto. Lo siento pronunciar mi nombre entrando en mi interior y aumentar el ritmo. Mis manos empiezan a acalambrarse asida a ese lugar, pero mi cuerpo no le importa el dolor, no cuando el hombre que tengo detrás de mí, posee no solo mi cuerpo, también mi poca voluntad.

—¿Tienes aun alguna duda? ¿Necesitas de algo más fuerte? —sonrió cómo respuesta.

En ese punto, dudo que pueda dar una repuesta coherente. Ignoro que desea decirme o pedirme, solo que desde ya acepto cualquier cosa de su parte. Aún falta muchas cosas por aclarar, esta lo sucedido con Zack y como esto podría acarrear problemas con su padre. Todo ello carecía de importancia, en ese instante, solo nosotros dos importábamos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro