
🎶 𝓑𝓮𝓼𝓽 𝓸𝓯 𝓜𝓮 | 𝓝𝓪𝓶𝓖𝓲
Contenido +18
(lean bajo su propia responsabilidad)
🎼
🎵 NamGi
(Namjoon top, Yoongi bottom)
"Eres como el mundo entero para mi
Abrázame mas fuerte y dolorosamente"
— Hyung, no me estás poniendo atención.
Parpadeo un par de veces cuando la voz de su amigo atravesó la espesa niebla que lo mantenía sumido en sus pensamientos.
El alto castaño lo miraba con un muy exagerado puchero que pretendía ser gracioso. Si tan solo el menor supiera que en ese momento su corazón se estaba acelerando ante la idea de besar esos gruesos labios, tal vez no se sentaría tan cerca.
— Si te estoy escuchando — dijo después de pasar saliva por su repentinamente seca garganta.
— Haber dime que es lo último que dije.
Diablos. No sonrías de esa manera.
— Dijiste que mañana tendremos que ir más temprano a la recepción de la boda para instalar los arreglos de flores.
Sus palabras no hicieron más que agrandar la sonrisa burlona en el rostro de Namjoon y eso causó que el otro hoyuelo se asomara en la mejilla izquierda.
¿Por que tenia que ser su sonrisa tan hermosa?
El palpitar en su pecho solo estaba aumentando con cada segundo que miraba ese gesto ser dirigido hacia él.
— Eso fue con lo que comencé, quiere decir que estuve hablando como cinco minutos sin que escucharas nada de lo que dije.
— De seguro era lo mismo de siempre, llevamos arreglos a bodas y recepciones casi cada semana, no se porque estamos repasando lo de mañana.
— Porque esta vez la boda es de Hobi, y nosotros aparte de llevar los arreglos de flores también somos invitados, tenemos el tiempo medido para que todo quede en su lugar.
— Pues solo tenemos que decidir dónde nos pondremos los trajes, y debemos apresurarnos porque Seulgi no estará para ayudarnos.
La diversión volvió al rostro de su amigo en cuanto terminó de hablar, por la manera en que lo miraba se dio cuenta de que eso era lo que estaba diciéndole mientras él se perdía en sus pensamientos imaginando cómo sería su imposible relación romántica con el castaño que tenía en frente.
— Hyung, eso es justamente de lo que te estaba hablando, pero creo que soy tan aburrido que te estabas durmiendo otra vez. — Una carcajada resonó en la pequeña habitación de madera que usaban como oficina compartida. — Realmente pareces un adorable gatito.
Vio con temor como el menor se acercaba aun mas hacia donde él se encontraba sentado y lo sujetaba entre los largos brazos.
Amaba y odiaba que Namjoon se comportara de esa manera cariñosa. Le gustaba estar envuelto entre la calidez del menor mientras escuchaba el constante palpitar e inhalaba el suave aroma natural del contrario, pero no podía permitirse el disfrutarlo porque cada segundo se tenía que recordar que no podía ceder, no podía dejarse llevar o dejaría que su boca derramara sus sentimientos con palabras, sus ojos con lágrimas y su cuerpo con acciones.
Dejó su cuerpo quieto durante algunos largos segundos antes de que empezara a dar pequeños empujones para que el castaño lo soltara de aquel hermoso y doloroso abrazo.
— No parezco un gato, que me guste dormir no me hace parecerme a un gato.
Movió su silla más cerca de la mesa que usaba como escritorio y tomó una de las hojas que estaban en la superficie plana para fingir que le prestaba atención a lo que sea que tenía escrito el blanco papel, tal vez con eso el menor se aburriría y saldría al invernadero para revisar sus amadas flores. Pero cuando vio que Namjoon se acercaba una vez más con una renovada sonrisa le confirmo que eso no funcionaria.
— Que te guste dormir es una de las razones de que parezcas un lindo gatitto, hyung. — Las manos grandes con gruesos dedos se instalaron en cada una de sus mejillas y un segundo después se encontraba mirando directamente los pequeños ojos de un hermoso tono chocolate a solo unos escasos centímetros de distancia. — Tus ojitos pequeños tienen la misma forma que los de un gato y cuando haces uno de tus tiernos pucheros te pareces aún más.
Un escalofrío corrió por su columna vertebral y su labio inferior tembló un poco cuando el pulgar de su amigo lo delineo. Estuvo a punto de inclinarse hacia enfrente y juntar por fin sus labios con los contrarios pero los pasos resonando en la superficie plana fuera de la puerta lo hicieron que recobrara su sentido y se alejara unos segundos antes de que la puerta se abriera.
¡Dios, por favor que no lo haya notado!
Con su cara totalmente acalorada, se levantó de la silla, sin dedicarle ni una sola mirada al menor, para acercarse a sus dos empleadas, y amigas, que habían entrado en la habitación.
— Lo arruine, ¿cierto? — pregunto Seulgi tomando un mechón de su cabello viéndose totalmente triste y derramando un par de lágrimas.
— Me ayudan a hacer que entre en razón, ya le dije demasiadas veces que se ve bien, pero ella sigue diciendo que Hobi-oppa saldrá corriendo en cuanto la vea llegar.
La rubia y pequeña Yeri parecía a punto de estrangular a alguien si no tranquilizaban a la ahora pelirroja que seguía haciendo pucheros.
— Hobi correrá pero a darte un beso, te ves más hermosa que de costumbre. — La voz inconfundible del castaño se escuchó tan cerca que no pudo evitar sobresaltarse un poco, más aún cuando una mano grande tomó el lado derecho de su cadera y la respiración acompasada del contrario chocó con el lado izquierdo de su cuello causando que toda su piel se erizara una vez más. — Solo estas nerviosa por tu boda, pero te aseguro que todo saldrá bien.
— Bueno ahora que ya lo escuchaste, mas te vale que subas al auto y me dejes llevarte a casa, por que si hacemos una parada más o veo que derramas otra lágrima te aseguro que dejare viudo a Hobi-oppa antes de su luna de miel.
Una sonrojada Seulgi fue tironeada por una muy enfadada Yeri mientras él daba una nerviosa sonrisa y suplicaba mentalmente a las dos chicas que no lo dejaran a solas con el más alto, solo que ninguna volvió a ver hacia atrás y ahora él se encontraba con su ritmo cardíaco acelerado y más consciente que nunca sobre la cercanía de su amigo.
— Yoongi-hyung, hace un minuto-
— ¡Olvide contar los floreros de mañana!
Salió apresurado de aquella habitación que se volvió sofocante y se colocó detrás del mostrador de vidrio para comenzar a contar, nuevamente, los floreros que usarían el día siguiente.
Era un cobarde, lo aceptaba, pero simplemente no podía arriesgar su amistad con Namjoon. Su amigo se había convertido en su mundo y él simplemente no iba a empezar a imaginar una vida sin el alto castaño de hermosa sonrisa.
Namjoon no era homofóbico como casi toda la población coreana, el problema era que no era gay. Maldición, él tampoco lo era, tuvo novias y tuvo una amistad sincera con el castaño durante cinco largos años.
¿Qué había cambiado? No tenía ni idea, solo sabía que medio año atrás él se sorprendió al estar observando a su dormido amigo en el sofá mientras tenía el pensamiento recurrente de besar los gruesos labios que estaban formando un puchero.
Desde entonces esos pensamientos y otros mucho más vergonzosos habían rondado su mente cada vez que el menor estaba cerca. Miedo y confusión eran los sentimientos que lo acompañaban después de ese momento, él los ocultaba detrás de su mejor actuación de amigo pero sabía que si su cariño seguía aumentando algún día su máscara se caería y él nunca iba a estar lo suficientemente preparado para ese momento.
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¿Qué puedo hacer? Hablo tu idioma
y respiro tu aire
Seré tú, me tienes en tus manos
La música seguía resonando fuertemente en sus auriculares, sinceramente sus oídos ya dolían por tenerlos puestos demasiado tiempo, pero era su forma cobarde de evitar que se iniciara una conversación con su amigo.
Trabajo tan diligentemente como de costumbre al acomodar cada flor, pero su mente no estaba completamente en ello. Desde el día anterior no había hablado con Namjoon de otra cosa que no fuera acerca de la florería, revisaron pedidos de la siguiente semana, repasaron la lista de los fertilizantes que habían funcionado mejor en la temporada de lluvias y dejaron todo listo para ese mañana, pero ambos actuaron de una forma tan distante que parecía que habían regresado a al tiempo en que apenas se estaban conociendo.
Entendía el por qué él estaba actuando de esa manera, pero tenía miedo de averiguar el motivo detrás del mismo comportamiento en el castaño.
¿Y si se dio cuenta?
Entonces te puedes despedir de la amistad que tienen.
Cerró los ojos un momento tratando de alejar los pensamientos negativos que se estaban creando en su mente. Siempre tendía a pensar en la peor de las situaciones, eso evitaba que se creará ilusiones ridículas y sin sentido, pero en esta ocasión no podía evitar soñar un poco.
— ¡Yoongi-oppa! — El fuerte grito lo hizo brincar debido a la sorpresa, esquivando por muy poco uno de los floreros de vidrio que acababa de terminar. — Lo lamento oppa, pero lo he estado llamando varias veces.
— No pasa nada Yeri. ¿Para qué me llamabas?
— Oh, si. Hoseok-oppa dijo que su traje ya está listo y que hay una habitación para que se cambie, yo puedo terminar con el último florero.
— ¿Estás segura? — la menor ya se encontraba totalmente arreglada y lista para la boda con su impecable vestido azul, pero aun así asintió con entusiasmo —. Esta bien, pero ten mucho cuidado con tu ropa.
— Claro. La habitación libre es la puerta a la derecha de donde estaba Hoseok-oppa.
— Bien, gracias.
Camino con prisa hacia donde se le había indicado y por primera vez se preguntó dónde estaba Namjoon. Durante toda la mañana solo lo había visto en dos ocasiones, cuando se encontraron en la florería para cargar todo a las camionetas y cuando llegaron al lugar de la ceremonia y se dividieron el trabajo.
Nunca antes se había dado cuenta de lo mucho que extrañaba la presencia de su alto amigo, ni tampoco de cuánto anhelaba los cumplidos y las sonrisas que este le daba cuando hacía su trabajo.
Te tiene completamente en sus manos.
Él se vería en problemas si su amistad con Namjoon se rompía, ahora sabía que tan solo con cruzar un saludo o respirar el mismo aire, él ya podía ser feliz no debía de volverse ambicioso y querer más o podría empezar a perderlo todo.
🎼
No importa si es realidad o un sueño
Solo el hecho de que estés a mi lado
Gracias
— ¿Realmente tienen que quedarse? ¿No se supone que los trabajadores del salón se encargan de eso? — preguntó su amigo Hoseok con un puchero en el rostro.
— Lo hacen, pero a Namjoon le gusta llevarse las flores restantes, algunas resisten lo suficiente para replantarlas en el jardín de atrás de la florería, él no soporta ver tantas flores muertas.
— Es lindo que a Namjoon-oppa le gusten tanto las flores. — Una pelirroja y feliz Seulgi se situó al lado de su ahora esposo mientras le regalaba una enorme sonrisa. — ¿Necesitarán manos extra?
— Ni siquiera lo pienses, tu ahora tienes que irte con Hobi, nosotros dos podemos con esto.
La pareja se miró unos segundos antes de asentir y despedirse. Mientras los veía alejarse noto el amor que centelleaba en los ojos de ambos cada vez que se encontraban, una chispa de deseo se instaló en su pecho haciendo latir su corazón un poco más rápido. De seguro él nunca tendría algo así pero podía imaginarlo con Namjoon, después de todo soñar no le costaba nada y de todas maneras era la única manera en que podía estar con su amigo de forma más que amistosa.
Al estar retirando las flores y colocándolas en un florero vacío, su mente creó un hermoso e imposible escenario donde esa era su boda y el castaño que se encontraba a unos metros de distancia estuviera a su lado tomándolo de la mano tal y como había visto a Hoseok sostener a Seulgi.
Sumergirse en su mente le permitió no estar completamente al tanto de la fuerte presencia de su amigo, logró evitar nuevamente el permanecer cerca de su amor platónico y la conversación que quería evitar a toda costa. Si seguía con ese plan algunos días más era probable que el menor se olvidara del asunto o en todo caso que ya no tuviera ganas de hablar sobre ello.
Lamentablemente no recordó lo suficientemente a tiempo que esa noche solo ellos dos regresaban a una cerrada florería y cuando menos pensó él estaba sosteniendo firmemente uno de los jarrones llenos de flores mientras veía como la puerta principal era cerrada con llave.
— Creo q-que es mejor q-que nos vayamos a casa, y-ya es tarde. Po-Podemos dejarlas con suficiente agua y... ¿Namjoon?
Las flores desaparecieron de su agarre y fueron remplazadas con una grande y cálida mano que empezó a conducirlo hacia la oficina.
Su amigo mantenía el semblante totalmente serio y en ningún momento volteo a verlo, incluso cuando ya estaban en la pequeña habitación el contrario se mantuvo con su cuerpo y mirada dirigiéndose a la puerta de madera.
Él se quedó en el centro de aquel cuarto pasando su peso de un pie hacia el otro durante los segundos del silencio que dominó en ese espacio. Su labio inferior estaba a punto de ser desgarrado por sus dientes cuando finalmente el más alto dio media vuelta y lo miro a los ojos.
— Me has estado evitando, hyung.
— N-No, solo no t-teníamos tiempo para conversar... todo tenía que estar en su l-lugar.
El castaño dio un paso hacia adelante y automáticamente él dio uno hacia atrás para mantenerse alejado, Namjoon continuó avanzando hasta que el ya no pudo retroceder más y quedó presionado contra la mesa de madera, con el menor a solo unos centímetros de distancia.
— Entonces no es por lo que estuvo a punto de suceder ayer.
— Ayer no iba a pasar nada — afirmó pasando saliva por su reseca garganta y desviando la mirada, nunca había podido mantener muy bien las mentiras cuando se lo preguntaban tan directamente.
Dos dedos en su mentón guiaron su rostro hasta que nuevamente estaba viendo hacia esos oscuros e inteligentes ojos.
— Me ibas a besar.
Sintió su cara calentarse. Intentó desmentirlo pero las palabras no atravesaron el nudo en su garganta, quiso negarlo con un movimiento de cabeza pero el fuerte agarre lo mantuvo justo en su lugar.
Hizo lo único que se sentía capaz en ese momento; cerrar fuertemente los ojos y rezar por que esa fuera una pesadilla.
— Creí que éramos amigos, ¿por qué no me dijiste que eras gay?... No olvida eso, ¿por qué no me dijiste que yo te gusto?
— N-No s-s-soy.. g-gay... — dijo débilmente.
— Pero si te gusto.
No podía ver la expresión de su amigo en ese instante pero podía imaginar el disgusto en ella. Sin quererlo y con su corazón rompiéndose en su pecho soltó la primera lágrima.
— Lo s-siento tanto.., realmente n-no se como sucedió o p-porque... en serio lo siento t-tanto...
Las palabras salieron con dificultad por el llanto, sentía su corazón palpitar dolorosamente y sin nada mas que pudiera hacer utilizó sus brazos para envolverse a sí mismo intentando no quebrarse aun más frente a Namjoon.
— ¿Desde cuando?
— S-Seis meses.
El único sonido en aquella habitación era el de la respiración acompasada del menor y su respirar errático.
Estaba deseando con ansias el momento en que el más alto por fin se fuera para que él pudiera ir a su departamento a llorar su dolor sin nadie juzgándolo.
Solo que eso no sucedió, en su lugar, abrió los ojos en cuanto se encontró envuelto en los cálidos brazos que conocía tan bien.
Namjoon lo estaba abrazando fuertemente con el rostro escondido en el hueco de su cuello.
— No tengo na en contra de la gente que le gusta alguien de su mismo sexo, pero yo no soy gay, Yoongi-hyung. — Eso lo se muy bien, por eso ocultaba mis sentimientos, tonto. — Pero... — Su cuerpo fue empujado cuidadosamente y de nuevo tenía su mirada puesta en los ojos ajenos. — Hyung, cuando me ibas a besar yo simplemente no pude moverme, no estoy seguro de si quería que ese beso pasara, pero se sentía demasiado correcto como para evitarlo. No puedo mentir y decir ahora mismo que usted me gusta hyung, pero tampoco puedo negarlo, eso tiene que significar algo, creo.
Su respiración estaba descontrolada, su pecho subía y bajaba como si hubiera estado corriendo todo ese tiempo. Más lágrimas se deslizaron por las esquinas de sus ojos causando que su vista se volviera aún más borrosa y el rostro de su amigo se desenfocara, solo la calidez del tacto en su barbilla y la lenta respiración seguían asegurando que él estaba ahí, frente a él y no había huido después de saber sobre sus sentimientos.
— Hyung... no se que es lo que está sucediendo en mi cabeza, pero se que tengo miedo de perderlo, de perder su amistad en el momento que salgamos por la puerta. Quiero.. quiero intentarlo, lo que sea este pasando entre nosotros, quiero que lo intentemos de verdad. No puedo asegurar que todo salga bien inmediatamente pero ambos podemos mantener la mente abierta y dejar que las cosas fluyan a su propia manera.
Los rastros húmedos en sus mejillas fueron limpiados cuidadosamente y su vista ahora estaba libre para apreciar la tímida sonrisa que le mostraba el menor. Una de sus manos fue tomada con delicadeza y entrelazada con la mano más grande y más cálida de Namjoon, todo parecía el más perfecto de los sueños pero esos suaves toques le aseguraron que esto era real.
— Gracias.. — fue la única palabra que pudo decir antes de que más lágrimas inundaran sus ojos, solo que esta vez podía asegurar que eran de felicidad.
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Solía llover
Solía nevar
Detuviste cada desgracia
y trajiste el paraíso
No hables como si fuese nada
No hay 'yo' sin tí.
Eres lo mejor de mí
Lo mejor de mí
Los seis meses que pasó enamorado de su mejor amigo en secreto fueron realmente difíciles, pero ahora cada uno de esos momentos solo existían en su memoria como recuerdos muy lejanos. Namjoon había borrado cada sufrimiento con cada una de sus hermosas sonrisas.
Cuatro meses, era el tiempo en que ambos habían salido en citas. Las primeras fueron realmente vergonzosas con ambos portándose de manera torpe y tratándose como extraños, pero eso los había ayudado iniciar desde cero, sin oportunidad de que el sentimiento de culpa o de que algo era incorrecto, los invadiera.
También tuvo oportunidad de saber que tan verdaderos eran sus sentimientos. Era precisamente eso lo que había ocasionado que saliera a la una de la mañana, subiera a su auto y tocara el timbre de entrada del departamento de su amigo.
Después de un par de minutos, el adormilado castaño estaba abriendo la puerta de su departamento con confusión escrita en toda la cara.
— ¿Yoongi-hyung? ¿Qué haces aquí? — preguntó frotando uno de sus ojos.
— Ya lo entendí.
— ¿Qué entendiste?
— Ya entendí lo que siento por ti.
Eso tuvo que haber espantado el sueño de Namjoon porque sus ojos se encontraban muy abiertos y parecía que su mente empezaba a trabajar.
El más alto se hizo a un lado haciendo una muda invitación para que entrara, como las veces anteriores que había estado en ese lugar, de inmediato se dirigió y sentó en el único sofá que había esperando a que su amigo hiciera lo mismo.
Cuando estaba mirando de frente a esos pequeños ojos ordeno un poco sus pensamientos y se dispuso a compartir lo que había descubierto.
— Namjoon, realmente me gustas, ahora estoy seguro de que en realidad me gustaste desde antes de que me diera cuenta. Hablar contigo o estar en silencio contigo cualquiera de las dos cosas eran reconfortantes para mi solo porque tu eras con quien las hacía... Lo que trato de decir es que realmente no tenemos que forzar una relación y no tenemos que tener una, yo simplemente deseo poder estar a tu lado.
El menor lo observó por varios segundos en silencio, sabía que a pesar de su mirada tranquila su mente estaba analizando lo que había dicho.
— ¿Ya no tienes deseos de besarme?
Su cara se calentó rápidamente ante la pregunta tan directa y sus dedos comenzaron a retorcerse en su regazo.
— Bu-Bueno si. Pero también pensé en ello, cuando te gusta alguien no puedes evitar querer más así que supongo que por eso comencé a tener mis pensamientos fuera de control, solo que ahora se que un beso no es importante, yo te necesito a ti a mi lado no necesito ninguna de esas acciones para aprobar que mis sentimientos son reales.
— Tienes razón, los humanos nos jactamos de ser seres intelectuales superiores pero seguimos siendo básicamente animales guiados y dominados de vez en cuando por instintos, por eso yo tampoco puedo controlar las ganas que tengo de besarte, hyung.
Un escalofrío recorrió su columna vertebral cuando las palabras se asentaron en su cerebro y la cara del menor se acercó hasta quedar a un par de centímetros de distancia.
Cerró los ojos con fuerza cuando la respiración contraria chocó contra sus labios. La sensibilidad en su piel pareció aumentar cuando los dedos de Namjoon mantuvieron un agarre en su nuca y su corazón aumentó aún más sus latidos en cuanto sintió el primer toque en sus labios.
Los movimientos expertos del contrario lo dejaron un poco atontado sobre todo cuando la lengua ajena dejó un rastro húmedo en su labio inferior. Él no era inocente y sabía que estaba pidiendo permiso para profundizar el acto, permiso que no dudo en darle separando un poco más sus labios.
La manera en que fue besado hizo un completo caos con su mente, parecía que había dejado de funcionar correctamente, solo se dedico a sentir en el tiempo que Namjoon siguió adelante con ese satisfactorio movimiento.
Cuando finalmente aquel roce se separó de de sus labios un suspiro de inconformidad escapó de lo más profundo de su garganta, suspiro que ocasionó que se sonrojara cuando vio y escuchó la suave risa del menor.
— Bueno, supongo que eso quiere decir que si te gusto el beso. — Las grandes manos contrarias acunaron su rostro y se encontraron con sus sonrojadas mejillas. — Se que dijiste que estabas bien con el tipo de relación que llevamos, pero yo quiero intentar algo más. ¿Te gustaría comenzar a ser mi novio?
— S-S-Si-Si...
Una risa más fuerte que la anterior retumbó en la garganta del castaño cuando su lengua se enredó tratando de responder, él se unió justo un segundo después sintiéndose tan feliz que estaba seguro de que su cara se partiría por la mitad si continuaba sonriendo de esa manera.
🎼
Cuando dices que me amas
Camino por encima de las nubes
Háblame sobre la eternidad una vez más
Cuando dices que me amas
Todo lo que necesito es esa frase
Que nunca cambiarás, una vez más
— Hyung, ¿ya tienes todo listo?
— Si, creo que sí.
La maleta fue arrebatada de sus manos por su novio antes de que diera siquiera un paso.
— Yo puedo llevarla — reclamó con un gesto molesto.
— Lo sé, pero yo quiero hacerlo por ti — dijo Namjoon sin perder la calma.
— No soy tan débil.
— No, eres mi novio y mi gatito dormilón, no quiero que gastes energía.
Con un rápido beso el castaño dio por finalizada aquella pequeña discusión y comenzó a bajar los escalones del edificio.
Lo siguió después de repasar mentalmente y asegurarse de no olvidar algo importante de su ahora inundado departamento. Esa mañana despertó con el golpeteo en su puerta del encargado del edificio, al parecer la baja temperatura pasada y el que no todos los residentes hubieran recordado el dejar el agua corriendo por alguno de los grifos había ocasionado que las tuberías reventaran y hasta que la nieve comenzó a derretirse se dieron cuenta del problema.
Su habitación era una de las que habían sufrido daños y apenas logró rescatar algunas de sus pertenencias antes de que el agua comenzara a descender por las paredes y humedecer el alfombrado de todo el piso.
Ahora pasaría un par de días en el departamento de Namjoon hasta que las tuberías fueran cambiadas y la electricidad re-instaurada.
Cuatro meses atrás fue la última vez que se quedó a dormir en aquel departamento, la madrugada en que iniciaron su noviazgo. Los momentos que pasaban juntos siempre salían de la mejor manera, pero no podía negar la reciente excitación que lo invadía durante sus besos de despedida.
A él no era al único que le pasaba, varias veces sintió la excitación de Namjoon cuando él estaba sentado en su regazo. Agradecía que su novio no lo mencionara pero temía que esa paciencia no durará mucho tiempo, como había dicho el castaño, era normal desear cada vez más de alguien que te gustaba y él sabía que su novio no iba a esperar por mucho tiempo antes de hablar sobre ello.
El único tipo de relaciones íntimas que había mantenido eran con mujeres igual que el menor, se sentía inseguro al momento de avanzar más allá de simples besos. No era completamente ignorante sobre las relaciones sexuales entre dos hombres, pero lo poco que sabia era lo que le causaba cierto temor.
No estaba seguro de cómo se sabía quién de los dos se supone que estaría debajo cuando el momento llegará, él ya había intentado tocarse en ese lugar pero en ningún momento fue placentero, solo doloroso.
— Hyung, ¿vas a quedarte a dormir en el auto?
Parpadeo cuando el aire frío chocó en su cara. Ya se encontraban fuera del edificio donde habitaba Namjoon, el menor era quien había abierto la puerta del pasajero y esperaba con una sonrisa burlona a que bajara.
— Todo el camino estuviste callado, ¿te preocupan los muebles de tu departamento?
— Solo tengo sueño — respondió recurriendo a su mentira más habitual en estos últimos días.
— Por qué no me sorprende.
Después de otro rápido beso del más alto ambos sacaron las pocas maletas del auto y dedicaron el resto de su tarde a ver películas mientras se acababan toda la comida rápida que habían comprado en el camino, sabía que su estado de relajación solo duraría hasta que la hora de dormir llegará.
Y no se equivocó para nada. Cuando las palabras "Vamos a dormir" fueron dichas él se encerró en el baño, tomó una larga ducha y se distrajo un momento en el celular esperando que al salir su novio ya estuviera durmiendo.
Cuando vio el acompasado respirar debajo de las cobijas se acerco con más confianza, se acurruco contra el cuerpo más grande y dejó escapar un suspiro aliviado.
— Hyung, te tardaste. Estuve a punto de quedarme dormido sin mi beso de buenas noches.
Los largos brazos lo rodearon de inmediato en una cálida cárcel y los gruesos labios no tardaron en unirse a los suyos, la pelea de lenguas fue lo siguiente y cuando por fin se separaron un poco para respirar fue cuando noto que se encontraba con su espalda totalmente presionada contra la cama y uno de los gruesos muslos del castaño contra la semi erección de su entrepierna.
El miedo y las dudas comenzaron a llenar nuevamente su mente e intentó empujar al más alto pero no logró moverlo más que un poco.
— ¿Me tienes miedo, hyung?
La tristeza en la voz de su novio lo hicieron abrir por fin los ojos y decirle la verdad a su castaño.
— No te tengo miedo a ti, solo tengo miedo de que ninguno de los dos lo disfrute y que eso termine las cosas entre nosotros.
— Yo también tengo miedo... Investigué mucho pero aun así tengo miedo de que sea doloroso o de que no sea satisfactorio para alguno de los dos.
— ¿I-Investigaste?
— S-Si...
Las mejillas completamente sonrojadas del menor eran apenas visibles por la luz de la lámpara pero las palabras fueron las que lo conmovieron.
— ¿Podemos.. intentarlo? — preguntó con timidez.
— ¿Qué te parece si iniciamos poco a poco?
Asintió muy levemente pero al parecer fue lo suficientemente claro para Namjoon porque empezó a quitar cuidadosamente las prendas de ambos, él solo cooperó levantando sus caderas cuando fue necesario, dejando que las fuertes manos de su novio se encargaran de seguir erizando su piel.
La habitación mayormente oscura permitía que la vergüenza de estar expuesto disminuyera un poco, pero no lo suficiente para abrir los ojos por completo.
Confío su cuerpo al menor y supo que fue la decisión correcta cuando su erección fue tomada junto a la contraria entre los fuertes dedos de Namjoon. Otro beso dio inicio permitiéndole relajarse y dejarse llevar por completo ante las caricias y el placer que le estaba siendo entregado.
Su cuerpo empezó a tener un leve temblor por el movimiento de sus labios y el constante roce de la sensible piel de su pene.
El ruido de la mesita de noche hizo que su mente tuviera un poquito de realidad y girara su cabeza justo en el momento en que Namjoon sacaba una pequeña botellita. Interrogó con la mirada a su castaño y obtuvo otro sonrojo de su parte.
— Lu-Lubricante.. lo compré hace unos días..
Con la nueva información en su mente observó como el transparente líquido era puesto en la mano que antes lo masturbaba y después esta volvió a envolver su erección dejando una sensación fría y pegajosa que causó que su espalda se arqueara.
La percepción se extendió cuando el saco de sus testículos fue acariciado con la mano libre y posteriormente la piel detrás de ellos.
— Mmgh~... ah~ — Sin los labios gruesos cubriendo los suyos, sus gemidos se encontraban saliendo libremente y retumbaban entre las cuatro paredes. — Nam~
La presión envio agradables sensaciones de cosquilleo en su vientre bajo y al mismo tiempo el deseo de más.
—Nam.. m-mas a-abajo.
Los ojos pequeños se encontraron con los suyos y lo observaron con evidente nerviosismo.
— ¿Estás seguro hyung?
No, estoy nervioso. — Si, confío en ti.
La piel de alrededor de su entrada fue acariciada suavemente y otro temblor escalofrío recorrió todo su cuerpo. Cuando se relajó un poco fue cuando sintió un resbaladizo y solitario dedo adentrarse.
Sus músculos interiores se apretaron alrededor, todavía no sentía placer de ese lugar, al menos no hasta que se sincronizo con el movimiento lento que se mantenía alrededor de su pene. Las emociones lo estaban abrumando un poco, su capacidad de pensar se escapó de su cuerpo y solo se dispuso a tomar el placer entregado.
Algo dentro de él fue acariciado en el momento que el dedo del menor se curvo y el orgasmo lo golpeó con fuerza.
— ¡Namjoon!
Hilos de su semen pintaron su abdomen, su mente dio vueltas un poco y su cuerpo quedó laxo, pero todo eso quedó en segundo plano cuando las palabras de su novio atravesaron la espesa bruma de éxtasis.
— Te amo, Yoongi-hyung.
Las lágrimas empezaron a salir de las esquinas de sus ojos. No sabía cuántas emociones le causaría el escuchar esas palabras, solo sabía que se sentían correctas.
— Yo también te amo Nam.
Amaba a ese hombre que ahora sostenía entre sus brazos, a quien siempre sacaba su mejor lado y frente a quien podía ser él mismo.
Me tarde mucho en publicar el primero de los One Shot, pero espero que les haya gustado.
I PURPLE YOU 💜
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