Aquella promesa... "Ni siquiera la propia muerte nos separará"... Pareció ser una maldición, una horrible, horrible maldición. Pero aún así trataban de mantenerse firmes, totalmente firmes, porque esa relación y el amor que se tienen no merece ser desperdiciada.

¡Que planean tener una vida juntos, joder! ¡¿Por qué rendirse tan rápido?! ¡En el corazón de ellos existe ese destello que les grita que tienen que seguir adelante! ¡Sin importar qué tanto cueste! ¡Sin importar qué haya que sacrificar! ¡Sin importar qué otra cosa que ellos mismos! Porque son el único que se tienen, ellos sólo se tienen el uno al otro.

¿No? El pelirrojo abandonó todo por aquel chico de cabello azul, y aquel ojiazabache se podría decir que había hecho lo mismo.

Y aún así... Lo hicieron porque se aman.

Pero ellos odian internamente amarse, comienzan a hacerlo. No puede mantenerse más fuerte, ya no puede, e intenta serlo por él. Porque apesar de todo aún lo quiere a su lado, ya no sabe qué haría si no lo tiene junto a él.

Siente falta de esperanza... No, estaba seguro que ese sentimiento ya no juega en toda la situación.
Ya no vale la pena tener esperanza. Ya no.

"No hay problema" es muy fácil de decir, ¿Cuántas veces le han fallado esas palabras. No sólo fracasó consigo mismo.
Le quedó claro desde que aquel peliazul recibió ese balazo de parte de la visita inesperada...

Había fallado en protegerlo.

Esto no es lo peor de todo, claro que no, hay más. Aquel pelirrojo comenzó a alucinar con la chica de cabello celeste.
La situación en la que la conocieron y cómo se transformó para manifestar al pecoso le trajo recuerdos lejanos de aquel tiroteo.

Y ahora, ella, se estaba volviendo una de sus peores pesadillas. Bueno, no precisamente alucina, pero el zumbido de sus susurros pesimistas en los oídos del pecoso sin duda era la peor sensación que pudo haber sentido alguna vez.

Creía que era una alucinación, creía...

Sin saber que el peliazul también había comenzado a escucharla.

Aquel pobre ojiazabache creía comenzar a estar volviéndose loco, él también estaba sufriendo en todo esto, más que nada porque comprobaron que no tiene esquizofrenia como el pelirrojo, ya que él se lo había comentado con anterioridad.

Todo lo que decía aquella peliceleste era peor que lo que los padres del peliazul le escupían en la cara, ¡Horrible!

"No puedo creer que olvides todo lo que he hecho por ti".
Siempre le escucha decir, como si fuera quién sabe qué. Pero sabe bien que hace referencia a lo ocurrido, cuando quería manifestar al pecoso en aquel bar. Se sentía como una escoria humana cuando escuchaba esas palabras.

"Está bien, ve, a mí como no me toman en cuenta".
También aquel peliazul la ha escuchado decir eso repetidas veces, cuando ellos dos quieren ir a una cita amorosa para poder salvar la relación.
Porque... Aún se puede, ¿No?

"¡¿Deprimido?! ¡Ay, por favor! ¡Ya quisiera haber tenido lo que tú tienes a esta edad!"
Esta frase es lo que escuchan a aquella chica decir de manera repetitiva, cuando uno se siente mal y están por decirle al otro.
Aquella frase hace que ya no digan cómo se sienten a la otra persona, porque son "pequeñeces". Pero aquella frase luego era seguida por... “No dije nada malo, eso que comenté no es una mentira, ¿O si? Ah... No era verdad. Bueno, yo no me voy a disculpar. ¡Qué te sirva para que cambies ese asqueroso carácter!” y eso, sólo hacía que la relación de ellos dos se quebrara inevitablemente más y más, cada vez más.

No pueden salvarla...

Por su lado, Otis, el pelinegro, notaba cambios en la relación de ambos, cuando hablaba con ellos generalmente se sentía una horrible tensión, y ellos dos se miraban de manera seguida, con lástima.

Con dolor.

Parecía que la relación de ambos estaba a la borda, a nada de caer. Ya no se sentía lo mismo.
Porque se siente cada vez más peor.

Y eso duele, quizá para el peliazul peor que el balazo que pudo haber recibido en aquella desafortunada situación.
Jamás se había sentido tan alejado del pecoso, y quiere un abrazo. ¡¿Por qué no lo hace?! ¡Desea pedirlo! ¡Exigirlo! ¡Correr a sus brazos y disculparse por haberse alejado! ¡Prometer que no volverá a alejarse de esa manera tan dolorosa!

Que quiere una vida con él... Pero eso sólo hace que amarlo duela más, mucho más.

Y lamentablemente, comenzaba a dejarse convencer de aquellas palabras que decía la chica. El pobre pecoso se había vuelto más impulsivo, menos... Él, parecía que lo estaban perdiendo, estaba perdiendo la cabeza.
Y eso sólo lo ponía peor.

Observaba al pelirrojo pelear con el albino, al parecer pelearon y el ojiazabache desconoce el por qué, el ojiazabache trataba de detener la discusión.

—No es mi culpa que hayas intentado suicidarte. ¡Te salvé la asquerosa existencia! ¡Te salvé la vida! ¡¿Me oyes?! ¡La vida! —se le escuchó exclamar finalmente. Todos quedaron paralizados con esa información.

Pareció ser la gota que colmó el vaso, le dio un puñetazo al albino. Con lágrimas en los ojos, sin poder soportarlo más. Sentía la mirada del resto. El albino sintió el golpe y cayó de culo al suelo, llevó su mano derecha a su mejilla dándose cuenta de que el golpe fue suficientemente fuerte como para hacerlo sangrar.

Iba a decir algo, pero reaccionó. Y se dio cuenta de que quizá se pasó.

—Pecas, yo-. —trató de hablar pero fue interrumpido por el pelirrojo.

—¡Cállate! ¡Ya no hay nada de qué hablar! ¡Lo escupiste! ¡Bien hecho! ¡Tú ganas! ¡Ahora largo de aquí! ¡Déjame en paz! —le exclamó entre sollozos, ¿Por qué dolió tanto? Más de lo habitual, trataba de limpiarse las lágrimas pero entre más lo hacía más salían de sus ojos. Sentir la mirada del resto sólo le propinaba una horrible presión que desea ya no sentir. Por lo que fue y se encerró en una de las habitaciones poniendo seguro.

Mientras que la mirada del peliazul parecía de desilusión.

—Bueno, al menos sabes y tienes en claro que de ahora en adelante puedes decirme las cosas, esta relación es de amor y confianza. Y... Carga o no estaría feliz de llevarla, eres la única carga que me encantaría llevar. Por favor prométeme que no me ocultarás algo así. —dijo apoyando sus manos y cabeza en el pecho del más alto y este por acto de reflejo toma sus caderas.

—Lo prometo.

Pero todo el mundo rompe sus promesas.

¿Él... Acaba de romper la promesa? No, no puede ser, ¡No debe de ser así! ¡Es mentira! ¡Tiene que ser una jodida y asquerosa broma pesada! Tiene que serlo.

¿Así que realmente nunca te conocí realmente? Dios en serio que lo intenté, de manera cegada y adicta, pero juro que lo hice. Confíe en ti.

Creí que podríamos hacerlo, pero en serio fui un tonto y en retro espectiva, es obvio. Es curioso ver cómo un buen recuerdo se vuelve una pesadilla, cuando correr salvajemente se volvió volátil. Recuerdo cómo fue nuestra primera cita, totalmente romántica e increíble, aunque peleábamos todo el tiempo. Debí haber visto las señales.

Dicen que es mejor haber amado y perdido... Que nunca haber amado en lo absoluto, pero creo que acaba ser un montón de mierda.
Pero comienzo a sentir que necesito decirte todo...

Algunos errores se cometen, está bien, está bien. Puedes creer que estás enamorado cuando en realidad sólo estás sufriendo, algunos errores se cometen, está bien, está bien.

Y al final es mejor para mí, esa es la moraleja de la historia, bebé.

De: Benjamín.
Para: Pico.

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¿Quieren helado también?

hOLA, q me cuentan. Q se están muriendo? Tranquilos me sentí igual escribiendo eso, no están sólos. 😘

*Se tira de un barranco*

Also, ya entré a estudiar, de suerte y puedo actualizar ahorita así que creo que llegará a ser díficil comenzar a actualizar más seguido. Pero es lo que hay.

Queda un capítulo o dos por ahí y entrarán los dos final alternativos. /E emoción.

Bueno, eso es todo, adieu, recuperense de este capítulo pronto, les aseguro que si eso no ocurre no están listos para los siguientes dos.

¡Lindo día, tarde y noche!

• MILKY.