—¿Se siente bien señor Park?

—Estoy bien —Susurré contra el volante.— Sólo necesito un segundo

Estaba entrando en pánico una vez más, sentía que en cualquier momento vomitaria de sólo pensar que Jae Ha estaba dentro sonriendo como si nada hubiera pasado. Me había prometido a mi mismo no verme débil frente a mi hermano pero me era realmente difícil no sentirme enfermo con su presencia.

—Todo estará bien —Dijo sujetando mi mano.— Yo estoy con usted

Mi secretaria me miró con ternura mientras acariciaba mi mano intentando darme apoyo, nunca me bastarían las palabras para agradecerle por todo lo que estaba haciendo por mi.

—Se ve muy hermosa con ese vestido

—¿De verdad? —Rió.— Siento que me veo ridícula

—¿Por qué pensaría así?

—Pues... —Una sonrisa triste se dibujó en su rostro.— Taehyung solía decirlo

—Pues lamento decirte que tu ex prometido es un imbécil —Dije con molestia.— Tú eres una belleza incluso mucho mejor que cualquier modelo, debe estar realmente ciego para dejar a alguien como tú, realmente espero que tu terrorífico hermano lo encuentre y lo destroce por haberte echo sufrir

Esperé por algún comentario en su defensa o algo parecido pero lo único que gane fue que se burlara en mi cara

—¿Que le resulta tan gracioso?

—Disculpe me, es sólo que no puedo creer que le tenga tanto miedo a mi hermano

—Yo no le tengo miedo —Mentí.— Será mejor que entremos

—Muchas gracias... Por decir que soy bella

Demonios no me sonrías así o no podré controlarme

Intentando mantener una postura sería le ofrecí mi brazo como todo un caballero para poder entrar a la mansión y terminar con todo esto para que pudiera ir a casa, llamar a Kook y a KiKi y beber un poco hasta que termine por olvidar mi nombre.

—Hijo qué bueno que ya estás aquí —Dijo mi madre besando mi mejilla.— Secretaria Kim me da gusto que haya aceptado mi invitación, gracias

—Gracias a usted por invitarme señora Park

—El par de tontos me dijeron que los disculparas por no poder venir

—Está bien lo entiendo, sé que después de la muerte de su padre Jungkook dejó de venir a esta clase de eventos y en cuanto a Jia Qi simplemente no va con su estilo

—Exactamente ¿dónde está papá?

—Estaba ocupado hablando con...

—Señora Park —Dijo una de las sirvientas.— Necesito su ayuda

—Lo siento, debo atender un asunto

—No te preocupes mamá, debes atender a tus invitados

Mi madre me miró agradecida y siguió a la mujer de 50 años, la señorita Kim y yo optamos por quedarnos en el patio trasero para disfrutar de algo de tranquilidad si no fuera por Jae Ha que se interpuso en nuestro camino.

—Jiminnie —Dijo con diversión.— Pensé que no vendrías, podríamos aprovechar este momento para recordar viejos tiempos

Definitivamente iba a vomitar en cualquier momento, tragando me el nudo que comenzaba a formarse en mi garganta le respondí

—Es una pena que yo ni siquiera quiera verte la cara, muévete

Una sonrisa llena de satisfacción se dibujó en su rostro en cuanto vio a Haerin junto a mi.

—Secretaria Kim, se ve increíblemente hermosa esta noche

—Gracias.

—He escuchado de otras personas que mi hermano menor es algo aburrido ¿le gustaría beber algo conmigo?

—Lo siento mucho señor Park...

—Llámame Jae —Le interrumpió.

—Lo siento mucho Jae pero estoy con tu hermano esta noche

—Entiendo, ¿tal vez en otra ocasión?

—Me temo que volveré a rechazar su invitación —Sonrió con visible falsedad.— Soy la secretaria de su hermano y todo el tiempo estoy ocupada pero por lo que veo hay muchas hermosas mujeres aquí que podría invitar, lo siento

Jae Ha hizo una mueca de disgusto que Haerin ignoró porque tomó una de las copas de champagne que uno de los sirvientes llevaba y entrelazó nuestras manos llevándome a rastras al patio trasero lejos de mi hermano.

—Es un imbécil —Gruño.— Como me gustaría sacarle los ojos con una cuchara por haberle echo tanto daño

—Que linda —Reí arrebatándole la champagne.— Tenemos los mismos pensamientos

—Aún no comprendo —Dijo bebiendo de la champagne.— Cómo es que después de tantos años no dicho una sola palabra

—Se que debes pensar que soy un tonto y tal vez lo sea pero mi madre es la mujer más importante en mi vida, lo que menos me gustaría es verla sufrir por los errores de uno de sus hijos. Sólo quiero que sea feliz

—¿Acosta de tu felicidad?

—Por supuesto ¿cuántas veces nuestras madres han tenido que ser infeliz con tal de que nosotros lo seamos?

Llevábamos una hora sentados en el mismo lugar en completo silencio y completamente aburridos y ninguno de los dos tenía deseos de volver a dentro donde había tanta gente.

—Tengo una idea —Dije.— ¿Qué es lo que estuvieras haciendo un viernes como hoy si no estuvieras aquí?

—Lisa y yo solemos ir a un bar a beber algo todos los viernes

—Entonces está decidido, hagamos algo como eso

—¿De verdad? —Preguntó sorprendida.— Pero no podemos dejar a su madre sola

—Está bien —Dije sujetando su mano.— Ella no se dará cuenta ¿vamos?

—Con una condición

[...]

—Debes estar bromeando.

—No, no lo estoy —Rió.— No es nada del otro mundo Jimin

—Nunca en mi vida me he subido al transporte público

—Hasta ahora.

El autobús se detuvo frente a nosotros y yo me debatía sobre subir o no pero al ver lo emocionada que se veía Haerin no me quedó de otra más que hacer lo que ella quería, el autobús se encontraba repleto de gente por lo que nos fue difícil encontrar un lugar vacío donde sostenernos

—Esto es horrible

—Y se pondrá mejor, le invitaré una hamburguesa de McDonald's

—Debes odiarme enserio —Murmuré.— Mi dieta me prohíbe ingerir comida rápida

El autobús dió una sacudida y alguien golpeó mi espalda provocando que empujara a mi secretaria contra una de las ventanas a tal punto que podía sentir como sus pechos se aplastaban contra mi pecho y su cadera se unía con la mía, me obligué a mirar otro lado que no fuera a mi secretaria, mantener la respiración y controlar mis pensamientos.

—Esto está muy lleno.

—¿Falta mucho para llegar a ese local?

—Quince minutos... ¿Jimin?

—Lo siento —Tragué.— No puedo mirarla a los ojos por ahora

Cuándo finalmente llegamos a McDonald's, Haerin ordenó un McTrio para ambos y aunque se lo pedí no me permitió pagar por la comida.

—Muy bien abre la boca

—No necesito que me des de comer —Dije avergonzado.— Puedo hacerlo solo

—Solo abra la boca señor Park

Debía estar sonrojado en este momento al ver la mano extendida de mi secretaria ofreciendo me una patata frita, después de asegurarme que nadie en el lugar nos estaba mirando dejé que la bella mujer frente a mi me alimentara.

—No era muy difícil —Dijo satisfecha.— La gente debe pensar que somos unos locos

—¿Por que razón?

—¿Es que no nos ve? Nadie viene a comer una hamburguesa vestidos tan elegante

—Creo que tiene razón

Los siguientes veinte minutos disfrutamos de la comida rápida, si bien no era mala estaba seguro de que subiría un par de kilos con tanta comida que Haerin había puesto sobre la mesa. Después de terminar caminamos por las calles de Seúl hasta detenernos en un bello parque para niños.

—Una carrera hacia los columpios

—No, no lo haré

—Vamos Jimin no seas aguafiestas, corremos a la de tres

—Paso, soy un adulto ya no hago estas cosas

—Uno, dos —Comenzó a contar.— Y... Tres

Corrí rápidamente hacia los columpios dejando atrás a mi secretaria, desde muy pequeño ignore cosas como estas y sólo me concentre en los libros y en ser el número uno de mi clase.

—Eso no se vale —Se quejó.— Eso fue trampa

—No hice trampa solo eres una mala perdedora, anda empuja me

—Dios mío...

Resignada Haerin se puso detrás de mí empujándome con fuerza, me sentía realmente feliz con algo tan tonto como esto y podía sentir el viento alborotar mi cabello así que fue inevitable para mi no gritar

—¡Más fuerte, más fuerte!

—No puedo hacerlo más fuerte —Jadeo.— Es usted muy pesado

—¿Estás llamándome gordo?

—No es a lo que me refiero

—Lo siento —Reí.— Es que nunca tuve la oportunidad de subir a uno

—Debe estar bromeando, todo niña a jugado en un columpio

—En mi caso no fue así, siempre preferí los libros a cualquier juego para niños. Siempre los creí algo para tontos

—Hay no puedo creerlo, aún siendo muy pequeño y ya tenía esa actitud arrogante

Haerin me rodeó para sentarse en el columpio junto a mi y meserse lentamente.

—Solo quería que mi padre se sintiera orgulloso de mí

—Apuesto a que debe estar lo

—Supongo que si —Dije encogiendo me de hombros.— Tal vez esa fue una de las razones por las que Jae Ha me odia, créeme que nunca llegué a comprenderlo. Yo realmente amaba a mi hermano mayor pero... Solía preguntarme todo el tiempo porque él me trataba de esa forma, en que me había equivocado para que me hiciera tanto daño. Era su hermano... Pero eso no importa ahora, el amor que tenía por él se fue desvaneciendo tras cada golpe... ¿Te divertiste?

—Mucho —Sonrió.— Fue realmente fascinante verlo comer una hamburguesa y una ración de patatas fritas

—Creí que nunca lo terminaría, muchas gracias por acompañarme esta noche. Eres realmente una persona maravillosa

—¿De verdad?

—Cualquier hombre sería bendecido por tener una mujer como usted —Detuve el columpio y me puse de pie.— Así que me disculpo por las cosas que dije sobre usted en la fiesta de cumpleaños de Kook, no fue educado ¿nos vamos?

—Señor Park —Sujetó mi brazo impidiendo dar un paso.— Debo decirle algo

—¿El que?

Haerin se puso de pie hasta quedar frente a frente, tenía las mejillas rosadas probablemente por el frío que comenzaba a sentirse y de alguna forma parecía nerviosa como si lo que tuviera que decirme fuera realmente importante.

—Yo creo... Bueno... Por usted.

—No estoy entendiendo nada ¿que quiere decir?

—Lo que quiero decir es... Que yo... Tengo sentimientos por usted

—¿Qué?

—No sé cómo pero yo me enamoré de usted señor Park.

¿Qué creen que suceda en el siguiente capítulo?