— ¿Y si cerramos los ojos? - propuso Jackson

— Esto no está funcionando - comento Agatha frustrada - Ya ha pasado más de una hora y no hemos logrado nada

— Entonces, ¿tienes una mejor idea? - le respondió Tedros - Sé que esto es un aburrimiento, pero es lo único que podemos hacer

Desde la cachetada de Aggie a Tedros, todo se puso un poco tenso entre ellos dos.

— Bien - suspiro exhausta - ¡Uno, dos, tres!

Agarre las manos de Tedros, mientras Agatha las de Jackson. Cerramos nuestros ojos y esperamos unos segundos...

Abrimos nuestros ojos y nada. No se encendían.

— Nada está funcionando y nuestras madres... llegarán en cualquier momento - añadí frustrada

No quería dejar a mi mamá, realmente no quería. No podría perder a alguien más y si cerraba mi historia era imposible que vuelva a Gavaldon... no la volvería a ver.

Sé que era por un bien mayor, pero simplemente quería ser egoísta, estaba harta, de todo. Todo lo que conlleva un cuento, las guerras, las pérdidas.

El tacto de Tedros me saco de mis pensamientos. Al ver sus ojos sabía que era lo que pensaba...

— Vi - susurro para abrazarme

Sus abrazos siempre se sentían como un calor y provocaban una sensación inefable de amor.

Voltee a ver a Jackson y Agatha que se abrazaba mientras ella lloraba en su hombro.

— No quiero dejarla Jackson - sollozo Aggie

— Buscaremos la manera de regresar para que la lleves y podamos mantenerla a salvo. Vamos a tener nuestra florería con Mich y se cumplirá nuestro "felices para siempre"

— Vi, si quieres despedirte de ella primero no hay problema - murmuro Tedros

— No puedo, ¿cómo le digo que volverá a ver a su hija? No merece sufrir eso más de 2 veces, se pondría muy mal, no quiero hacerle ese daño - lloriqueé

— Linda... ella lo entenderá y estaré contigo si necesitas apoyo, sabes que te voy a apoyar en lo que decidas, siempre. Cuando sea coronado rey y tú seas mi reina, buscaremos la manera de llevarla a nuestro castillo, no te volverás a separarte de ella - me intento de calmar, ese plan no sonaba mal, lo haríamos...

— ¿Y si realmente no estamos destinados a estar juntos? Siempre peleamos o nos distanciamos. Tal vez simplemente no debemos de estar juntos y-

— Estaremos juntos, no me importa si el destino no quisiera que estuviéramos juntos. Esas peleas eran porque no nos conocíamos tanto como ahora, no teníamos la confianza que tenemos ahora. Te amo, Violet. No volveré a dejar ir...

— Ted...

— Cuando terminemos con nuestro cuento, iremos a mi reino y lo gobernaremos juntos. Serás la mejor reina de Camelot. Lo gobernaremos con paz y justicia hasta que seamos muy mayores y sea momento de ceder el trono. — dijo él con una sonrisa cálida, se veía tan lleno de esperanza - Lo prometo, seremos felices.

Asentí y lo besé, era horrible separarnos por la falta de aire.

— Qué lindos son - comento Agatha - Sin embargo, nos queda poco tiempo y no tenemos un plan para cuando regresemos.

— Claro que lo tenemos. Rescatar a Sophie, derrotar a Rafal, tener de vuelta a Excalibur, liberar a todos, ir a Camelot antes de mi cumpleaños diecisiete y para mi coronación. — explico Tedros con una sonrisa - "Felices para siempre"

Le lancé una mirada recriminatoria a Tedros.

— Si quieren viene con nosotros, o mejor, se va con ustedes

Parecía que Jackson se quería oponer ante la idea, pero al ver a Agatha, acepto.

— Ted, tú ya sabes que te quiero mucho, pero ese es un "plan" suicida.

— Vi, mejor es dejar que nuestro plan fluya, además Rafal está a un paso adelante de nosotros, por eso debemos improvisar, ni él lo sabrá, ni nosotros - agrego Jackson abrazando a Agatha, en gran parte para que no le vuelva a dar una cachetada a Tedros

— Disculpen, pero, creo que sería una mejor idea si lo planificamos, Rafal es uno de los mayores hechiceros que cualquiera de nosotros haya conocido - interrumpí

— Él regresó de la muerte y la última vez que nos enfrentamos, apenas pudimos salir con vida. Ya debe de tener mucha experiencia y seguro que tiene trampas y guardias que asechan por nosotros - añadió Agatha

— Tranquilas, Merlín siempre decía: "Preocuparse no resuelve los problemas. Solo te produce gases" - recordó Tedros

— Tedros, nadie tiene un arma o somos lo suficientemente fuerte para enfrentarnos con él y sus secuaces.

Solo se me ocurrían los posibles escenarios de muertes. Podrían torturarnos, quemarnos o decapitarnos...

No paraba de caminar de lado a lado.

— Vi...

— No tenemos ninguna oportunidad, ni siquiera podemos salir de aquí y si lo hacemos, por cuanto tiempo estaremos vivos... ¿Una semana?

— Vi, tranquilízate. — me agarro Tedros de los hombros - Nadie puede planificar su historia más de lo que puede escoger de quien se enamora. Ese es el objetivo de un cuento. Lo único que sabemos es que el Bien siempre gana y si aún no lo ha hecho, tenemos tiempo para arreglar las cosas.

— Apenas los cuatro pidamos el deseo de volver, vamos a perseguir nuestro final feliz. Sabremos qué hacer cuando llegue el momento - añadió Jackson

— ¿Y Sophie? ¿Ya nos habrá perdonado? - comento Agatha

— Los cinco estamos juntos en este cuento. Tenemos que ayudarla, sin importar si nos ha perdonado.

Hace mucho tiempo, solíamos estar aquí... las tres. No era tan cercana a Soph como lo era Aggie, pero siempre estábamos juntas, éramos inseparables desde pequeñas. Era mi amiga, no, lo es. Tenía que salvarla. Había cometido errores, pero seguía siendo una buena persona, seguía siendo mi amiga.

— Linda, ¿qué ocurre?

Volví a ver sus ojos y me perdí en ellos.

— Vayamos a rescatar a nuestra amiga - afirmé

— Volvamos a abrir nuestra historia - aseguro Agatha

— Uno - susurro Jackson

— Dos... — dijo Aggie

— Tres. — murmuramos Tedros y yo al mismo tiempo, apretando nuestras manos

La puerta se abrió de inmediato, dejando ver a dos guardias de los Ancianos.

Tedros me empujo hacia la pared de la cocina. Ambos chicos agarraron cosas de la cocina para atacar, Tedros un cuchillo y Jackson una cuchara de madera.

Eran idiotas. Estaban heridos y querían pelea, agarré una cuchilla que estaba cerca, por suerte, me puse delante de ellos. ¿Qué problema había? Que yo también estaba herida.

— ¡No te muevas o te cortaré la garganta! - amenacé a ambos guardias

Uno de los guardias cerró la puerta.

— ¡Escóndanse! - alerto mi madre

— ¡Rápido! - grito la señora Callis

— ¿Madre? - tartamudeo Agatha

Yo no podía creerlo. No sabía cómo ni porque llego a tener aquel traje, pero estaba segura de que nunca me haría daño, nunca.

— N-no entiendo - tartamudeo Agatha

Escuchamos voces, más guardias se acercaban...

Intente de hacerles caso, agarrando a Tedros y llevándolo abajo de la cama. Jackson llevó a Agatha detrás de una vieja mesa de noche.

En un momento, a Tedros se le cayó el cuchillo, intente de jalarlo, pero el logro alcanzar la pequeña "arma".

La puerta se abrió de golpe, dejando entrar a cuatro guardias, dos de ellos agarraron a mi madre y la tiraron fuertemente contra la pared, al igual que la señora Callis.

— ¡No! - grité alarmado, pude oír otro grito de Aggie.

Quise correr hacia mi madre, pero Tedros me detenía sosteniéndome de la cintura.

— ¿Qué haces? - intente de zafarme de su agarre

Apenas podía respirar cuando notamos que el cuchillo se resbalara por el suelo y se detenía debajo del talón de una bota de cuero.

En eso entro otro guardia que saco una bolsa con un puñal de huevos de su bolsillo.

— La primera vez que he visto que los robaba pensé que no tenía dinero para comprarlos. La segunda vez, he creído que, tal vez, le había dado hambre. — Reconocí esa voz... Stefan - Pero la tercera vez, me pregunté, para quien los robaba...

Se dio la vuelta y entro al cuarto, pateando la cama de un solo golpe, descubriendo a Tedros desarmado con los puños en alto, intente de sostener la cuchilla.

— Ven, peleemos - amenazo Tedros

Voltee a ver si Agatha y Jackson estaban bien.

En un abrir y cerrar de ojos empujo a Tedros y lo derribo en el suelo. Los ojos de Stefan me miraron y movió la mesa de noche, mostrando a Agatha y Jackson.

— Sus promesas no valen nada. — gruño Stefan

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La jaula estaba hecha solo para dos prisioneros, no para seis y un gato. Aun así, todos nos apegamos lo más posible para caber en esa jaula y poder respirar.

Mire cómo Tedros se rascaba su ojo moreteado y Agatha intentaba de curar el de Jackson. En la casa le dije a Tedros que no se resistiera, que era mucho más fuerte que él, pero Tedros aseguro que él, al ser el futuro rey de Camelot, podía aplastar a ocho guardias armados solo con sus manos.

Se equivocó.

Incluso Jackson intento de evitar que lo sigan golpeando, solo que recibió un ojo moreteado.

Mientras los caballos de Stefan arrastraban la jaula. Podíamos ver cómo se formaba una multitud frente a una pila iluminada de antorchas.

Voltee a ver a mi madre, la cual estaba igual de temerosa que yo.

— Ese fue tu castigo... Los Ancianos te convirtieron en guardia, al igual que la señora Callis.

— Siempre supe que eras muy perspectiva, sin embargo, esta vez te demoraste un poco más - sonrió mi mamá con tristeza - Cuando las culparon, los Ancianos nos designaron a Stefan, Callis y a mí como líderes de nuestra patrulla. Era una prueba de lealtad, evidentemente. Teníamos que escoger entre quemarlas en la hoguera o a nosotros, de todas maneras, las matarían. La diferencia es que nosotras no tomamos el juramento en serio.

No entendía ¿por qué Stefan traicionaría a su propia hija? Sophie siempre quiso que él la amaro como amaba a sus nuevos hijos.

Los Ancianos eran los malvados, quisieron matar a Sophie. Stefan debía tener una buena razón para obedecerles.

Pronto lo entendí, al ingresar a la plaza del pueblo vi la respuesta... Honora y sus dos pequeños hijos, Jacob y Adam, ellos observaban como Stefan conducía a los caballos. Stefan amaba a esos niños y a Honora, protegería a su familia...

— Lo obligaron... — intento de explicar mi madre - A escoger entre su nueva familia o la vieja, fueron tan crueles...

En eso la puerta se abrió, los guardias nos fueron agarrando y amordazando en el camino hasta tirarnos al suelo de las piras.

Agatha era la última, a la cual Stefan iba a amordazar, en sus últimos intentos ella intentó de explicarle.

— Stefan, Sophie necesita ayuda... — rogó Agatha mientras le arrogaban comida - Sé que tienes una nueva familia, pero no puedes renunciar a ella...

— ¿Renunciar? ¿Creen que he renunciado? - musito mirándonos a ambas - Me lo habían prometido, que la salvarían. En cambio, la abandonaron allí para morirse. Ahora verán que se siente.

— ¡Stefan, aún podemos salvarla! - farfullo Agatha - ¡Vi, Tedros, Jackson y yo!

— Siempre supuse que mi hija las abandonaría por un príncipe - río Stefan - Nunca pensé que resultaría al revés - se le había borrado la sonrisa...

La ato en una pira con una larga cuerda en su vientre, en la otra me amarraron de la misma manera.

Por más que quiera gritar o escapar, no podía. Pusieron a Tedros junto a mí y a Jackson junto a Agatha.

Sentía el calor de las antorchas debajo de mí.

— ¡Stefan, somos la única esperanza de Sophie! - grito Agatha antes de ser amordazada.

— ¡El Director la tiene! - grité con mis últimas fuerzas, aun con la tela en la boca

Stefan se quedó paralizado, por unos segundos. Sus ojos dilatados nos miraron a ambas.

Luego nuestro tiempo se había acabado... la multitud hizo silencio.

Los Ancianos habían llegado.

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Holi, ¿Cómo están?

Espero que les haya gustado <33

Disculpen por la tardanza

Pronto subiré un nuevo fic de XO, Kitty, me gustaría que lo apoyaran jsjsjs

No se olviden de comentar, votar y tomar agua <333