Capítulo 26: Nosotros caemos, y ustedes caerán también
Aún sigo shockeada por el último Teaser.
Ya solo quedan 3 capitulos,incluyendo este,para el epílogo 😭😭😭.
No puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo desde que publiqué este libro.
Pero bueno,por ahora no me voy a poner sentimental 😂.
Espero que disfruten este capítulo.
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Mal's POV:
Todos nos despertamos temprano en la mañana.
Anoche tuve la extraña sensación de que por un momento, alguien nos vigilaba. Y como se supone que hay hechizos que no dejan que nos vean cuando estamos acá o donde están los demás, me pareció raro. Igualmente le pedí a Jane que reforzáramos el hechizo y que le dijera a su mamá que hiciera lo mismo.
Sé quién pudo haber sido y eso me preocupa.
Mi mamá es capaz de hacer cualquier cosa con tal de vigilarnos y descubrir si escondemos algo. No necesito ni quiero que se entere de lo que Ben y yo queremos esconderles a ella y a mi papá. Nos pondría en riesgo a todos, más que nada, a nosotros tres.
Nuestros padres dijeron que debíamos presentarnos ante ellos lo antes posible cuando amaneciera, así que debemos apresurarnos.
-¿Cien por ciento segura de que no quieres que vaya con ustedes?-me preguntó Ben.
Estaba sentado en la cama mientras que yo guardaba unas cosas en mi bolso.
-Claro que quiero que lo hagas, pero no podemos arriesgarnos tanto-me senté a su lado y agarró mis manos- Ya nos arriesgamos bastante nosotros como para ponerlos a ustedes en esto. Además, no quiero que mi papá esté cerca de ti, no luego de lo que te dijo.
Cuando ellos dos se fueron, dejándome a solas con mi madre, mi papá estuvo haciéndole muchas preguntas. Ben por suerte logró responderle todas, pero no le bastó con eso. Indirectamente lo amenazó con convertirlo de nuevo en piedra si hacia algo diferente a lo que yo les había dicho que planeábamos. Sé que Ben puede defenderse solo, pero eso no significa que no sepa de lo que es capaz mi papá.
-Ok, tienes razón. Cualquier cosa que necesiten, avísennos por mensaje y llegaremos lo antes posible.
Asentí con la cabeza. Me abrazó y apoyé mi cabeza en su hombro.
-Quisiera que en estos momentos estuviéramos celebrando esta hermosa noticia y no en todo esto-me susurró, poniendo sus manos encima de mi estómago.
-Yo igual.
Nos quedamos así unos segundos más. Alguien carraspeó en la puerta.
-Odio interrumpirlos, pero los chicos te esperan abajo, Mal-nos dijo Audrey cuando volteamos a verla.
-Es cierto.
Nos levantamos de la cama.
-Recuerda dónde está mi libro, en caso de que lo necesite-le dije.
Casi todos los objetos estaban acá y los demás con los padres de Ben, el Hada Madrina y los otros. Pero preferimos dejar algunos aquí, escondidos en la cabaña.
-Lo haré.
Me dio un corto beso. Al separarnos, Audrey nos miraba con algo de ternura y una sonrisa de lado.
(...)
-¿Alguno de ustedes sabe porqué rayos nuestros padres querían reunirse aquí con nosotros?-preguntó Carlos.
Acabamos de llegar a un museo. No es el Museo de Historia Cultural, es otro que está más cerca del castillo donde vive Audrey con su familia.
-No-respondió Jay.
-Lo único que me dijo mi papá, es que tus padres nos querían acá-dijo Celia, dirigiéndose a mí.
Solo vinimos nosotras dos, con Evie, Jay y Carlos. Harry, Gil y Uma se quedaron afuera vigilando. Y no podía faltar Chico. Se metió con nosotros a última hora, cuando estaba haciendo el hechizo para teletransportarnos.
-¿Alguna novedad, Evs?-le pregunté.
Hizo un sonido de negación.
-El último rastro que tuve de ellos con mi espejo fue antes de salir de la cabaña.
Me mostró el objeto. Es verdad, lo único que mostraba era el exterior del museo, nada más.
Empezamos a caminar por los pasillos del lugar, sin obtener ningún resultado.
-Maldita sea con este aparato-se quejó Evie.
Ella iba al lado de mí, intentando encontrar de todas las maneras posibles algo que nos ayude a saber si de verdad están aquí.
Llegamos a una puerta.
-Este lugar me trae malos recuerdos-dijo Carlos.
-Sí...-susurramos los demás.
Sacudí la cabeza para olvidarme de eso.
-Como sea, esta y la sala de al lado son las únicas que nos faltan por revisar. Esto o era una trampa o una simple distracción y es mejor descubrirlo rápido-les dije.
Todos asintieron. Abrí las puertas.
Al entrar todas las armaduras empezaron a moverse.
-No de nuevo-se quejó Celia.
Nos alejamos los unos de los otros.
-¡Jay, las espadas!-le gritó Evie.
Nos lanzó una a cada uno.
Las armaduras comenzaron a caminar en dirección a nosotros.
-¡Carlos!-lo llamé.
Le hice señas hacia dónde estaba el can mientras que retrocedía.
-¡Chico!-el perro le puso atención- Busca a Uma, Harry y Gil. Rápido.
Este le hizo caso y salió corriendo hacia la salida.
Por alguna razón, aún no luchaban con nosotros. Unos segundos después, los tres piratas llegaron con el perro.
Como Jay había lanzado el bolso con las demás espadas hacia afuera, ellos las agarraron antes de entrar.
Luego de que ingresarán a la sala, las figuras empezaron a moverse rápidamente hacia nosotros.
Tuve que apuntar la espada frente a mí cuando una de las armaduras corrió hacia dónde estoy.
Todos empezamos a luchar con los objetos animados.
-¿Alguna idea de cómo detenerlos?- gritó Evie.
Lo único que se oía era el choque de metal con metal de las espadas.
Nos empezamos a reunir hacia el centro del lugar.
-Si mi mamá los hechizó y mi papá la ayudó, va a ser muy difícil de que logre quitarles el encantamiento. Tardaría mucho-le respondí.
Las armaduras comenzaron a atacarnos nuevamente.
Cada uno estaba lejos del otro .Vi como Jay rodaba por suelo al lado de mí y quedaba más atrás.
El objeto era bastante insistente y tuve que forcejear durante mucho rato.
Una voz empezó a oirse por todos lados.
-Mal...
Los chicos me miraron un segundo.
-Mal...
Sentí un leve dolor en la cabeza. Ahora solo yo oía la voz.
-Mal...
Intenté hacer todo lo posible por no prestarle atención.
-Sé que estás oyéndome, hija. Por más que lo intentes no puedes huir de mi poder-oí la voz de mi padre.
Hice un gran esfuerzo por sacarla de mi cabeza. Esto no debería estar pasando.
-No-susurré.
-Ven conmigo...
-No-el dolor cada vez se hizo más presente.
-Sabes que no puedes evitarlo...
El ruido me venció. Una luz azul se posó frente a mí.
Logré darle una patada a la armadura que luchaba conmigo. Esta cayó al suelo.
Comencé a caminar, siguiendo las luces.
-M-me llamó Evie.
Por más de que lo intenté, no podía escapar de esa voz.
Narrador Omnisciente:
La chica de pelo morado siguió las luces hasta que llegó a la sala contigua a donde estaban sus amigos.
-M-volvió a llamarla su mejor amiga.
-No sigas intentándolo, Evie. Si logro paralizar a alguna de estas cosas, la buscarás-le dijo la descendiente de Úrsula.
Volviendo con Mal...
La puerta a sus espaldas se cerró bruscamente. Ella no podía parar de mirar fijamente esas pequeñas luces. Era como si estuviera hipnotizada.
Más bien, sí estaba hipnotizada.
-Así se hace, hija. Ahora suelta esa espada...
Intentó no hacerlo, pero otra presión en su cabeza hizo que soltara el objeto. Cayó a un lado de ella.
-Tú madre y yo queremos asegurarnos que de verdad sigas el camino de la maldad esta vez, por eso nos aseguraremos de que estés bajo nuestro control...
Su mente logró relajarse un poco.
-No lo lograrán.
Por unos segundos, sintió que le faltaba el aire.
-Te dije que no puedes escapar a mi poder...
Puso sus manos al rededor de su cuello con cuidado cuando sintió que el oxígeno volvía a sus pulmones.
-Intenten lo que intenten, yo voy a estar de su lado. No hace falta que hagas esto-le dijo con voz entrecortada.
Quería convencerlo de que sería así.
-Aún hay algo que no nos convence de que en serio lo vayas a hacer...
-Confíen en mí, esta vez no los defraudaré.
-Te creería, pero en el pasado hiciste tantas cosas para decepcionarnos que no debo hacerlo. Al menos de que tengas algo para decirnos que nos convenza de no ponerte de nuestro lado a la fuerza...
-No hay nada que no les haya dicho ya.
-¡Mentira! ¡Esa es una gran mentira y lo sabes!-gritó su padre.
Volvió a sentir que le faltaba el aire, esta vez, por más tiempo.
Cayó de rodillas cuando recuperó el aire. Tosió varias veces.
-Sabemos que tú y ese mocoso nos ocultan algo, así que si quieres seguir respirando, es mejor que lo confieses ya. Porque si no sufres tú, sufrirá tu noviecito o tus amigos, y eso hará el mismo efecto que si te lo hiciéramos a ti...
Sus ojos comenzaron a brillar intensamente. Se levantó del suelo y de sus manos empezaron a salir chispas moradas, azules y verdes.
-Le ponen una mano encima a Ben o mis amigos y desearan no haber regresado a Auradon-declaró.
Las chispas, que ahora eran llamas, brillaban cada vez más.
-Contamos con que intentes detenernos, pero dentro de ti, sabes que no eres capaz de hacerlo. Jamás lo serás. Nosotros caemos, y ustedes caerán también...
La silueta de su padre apareció frente a ella.
Con los demás chicos...
-Harry, Gil, cúbranme mientras que intento hacer el hechizo-gritó Uma.
Los nombrados corrieron hacia ella.
-Espero que eso funcione, amor-le dijo el descendiente del Capitán Garfio.
Se concentró lo más que pudo.
-Por favor haz algo-susurró con los ojos cerrados, apretando contra su pecho uno de los pocos obsequios que le había dado su madre.
Luego de todo lo sucedido unos años atrás, se decidió que podía conservar ese objeto si no volvía a usar su magia al menos que fuera una emergencia.
El collar con el dije dorado en forma de caracol comenzó a brillar.
-¡Sí!-gritó.
-Bien hecho, capitana-la halagó su amigo.
Volvió a cerrar los ojos y se concentró de nuevo.
Unos segundos después, las armaduras que rodeaban a Evie, Carlos y Jay se derrumbaron en el suelo.
-Chicos, vayan a buscar a Mal. Nosotros cuatro nos encargaremos de los que quedan mientras que logro derribarlos también-les dijo.
Se refirió a ella y su pandilla, junto con la hija menor del Dr.Facilier.
-Gracias-le dijo Jay.
Corrieron en dirección hacia dónde estaba su amiga, con la fiel mascota de Carlos detrás de ellos.
De nuevo con Mal...
-¿Papá?-preguntó susurrando la futura reina de Auradon.
Era él, solo que no parecía estar realmente ahí. Era una ilusión, y ella se dio cuenta de ello.
-Ahora, no seas necia y colabora un poco. Mientras que menos testaruda seas, más rápido terminaremos con esto...
-No voy a dejar que hagan eso.
-Como quieras...
Un rayo de luz azul salió disparado hacia ella.
Logró detenerlo con sus brazos.
-¡Si así quieres jugar, entonces hagámoslo!-gritó.
Un humo verde empezó rodearla. En su cuerpo había una sensación que solo había tenido tres veces, varios años atrás.
Antes de que lograra transformarse, sus amigos casi hermanos entraron corriendo.
-¡Mal, no lo hagas!-le gritaron.
La ilusión desapareció. El humo paró. Los ojos de la descendiente de Maléfica y Hades volvieron a su verde habitual y sus manos dejaron de brillar.
Sus piernas le fallaron y cayó de rodillas al suelo.
-¡Mal!-gritaron sus amigos.
Se agacharon a su lado.
Ella estaba respirando rápidamente. La dejaron calmarse un momento.
-¿Qué te pasó, hermana?-le preguntó Jay, poniendo una mano en su hombro.
-No lo sé. Por más de que lo evité, la voz de mi papá siguió sonando en mi cabeza y no me dejaba en paz-poco a poco, el dolor en ese lugar se fue quitando- Logró devilitarme y me trajo hasta acá. Me amenazó, me cortó el aire dos veces hasta que por fin pude volver a mí. Mis poderes se descontrolaron, era como si actuaran por sí solos.
-De no ser porque entramos a tiempo, te hubieras transformado en dragón-dijo Carlos.
-Es cierto, M. Y no creo que sea bueno que te transformes ahora-le dijo Evie.
Todos miraron su estómago unos segundos.
-Creo que tienes razón, aún no sé qué cosas debo y no debo hacer con mis poderes ahora. Estoy abusando de ellos porque es necesario, pero sé que no es bueno para mí ni para el bebé.
Sus amigos asintieron. El perro se puso enfrente de ella y le lamió las manos. Los cuatro rieron.
Dejaron de oírse los estruendos de las espadas chocando y las puertas se abrieron.
-Uma pudo detener a las armaduras que quedaban-dijo Gil.
Los recién llegados centraron su vista en la pelimorada.
-¿Estás bien, Mal?-preguntó Celia.
Se acercaron a los otros VK's.
-Sí-miró a la hija de la bruja del mar.
-Sé que les prometí a Ben y a ti que no volvería a usar mis poderes-le dijo apenada.
El cuarteto de amigos se levantó.
-Eso no importa, ya que cumpliste con tu palabra de solo usarlos si era necesario-dijo apretando su mano.
Ambas sonrieron.
-No creo que deba seguir usando mis poderes, al menos no por unas horas. ¿Crees poder llevarnos de regreso a la cabaña?
La miró dudosa.
-No sé si pueda hacerlo, pasaron muchos años desde la ultima vez que usé mi magia.
-Tú puedes lograrlo, linda-le dijo su novio y apretó sus hombros.
La vista de la chica de pelo turquesa y negro estaba sobre Mal.
-Harry tiene razón, pues hacerlo-la alentó la chica de ojos verdes.
Los demás asintieron.
-Está bien.
Recordó los hechizos que Mal había usado en esos días y los que ella solía usar y escogió uno.
-En otra trampa no queremos caer, sácanos de aquí sin torcer-recitó.
Mal's POV:
Aparecimos a la mitad del jardín de la cabaña. Jane y Lonnie, quienes eran las únicas aquí afuera, corrieron hacia nosotros.
-Chicos, ¿qué fue lo que les pasó?-preguntó Lonnie mientras que abrazaba a Jay.
-Sí, pareciera que hubieran estado luchando-dijo Jane acariciando la cabeza de Chico.
-No es algo muy diferente a lo que tuvimos que hacer-les respondió Celia.
Nos miraron preocupadas.
-Es mejor decirles cuando todos estemos adentro-dijo Carlos.
Evie entrelazó su brazo con el mío y empezamos a caminar. Sentí un leve mareo y mis piernas estuvieron a punto de hacerme caer. Ella me sujetó con cuidado y todos voltearon a verme.
-Les dije que no debería estar abusando de mis poderes-dije.
Seguimos caminando y entramos a la sala. Doug y Ben caminaron directo hacia nosotras. Evie soltó mi brazo y rodeó a su novio.
Ben me abrazó con cuidado.
-¿Estás bien?-me preguntó en el oído.
-Eso creo.
Me dió un beso en la coronilla y me miró preocupado.
-Te lo digo luego.
Todos nos sentamos al rededor de la mesa de centro. Les contamos todos lo sucedido en el lugar.
-¿De verdad piensan que solo fue una distracción?-preguntó Chad.
Audrey rodó los ojos y le dio un leve golpe en la cabeza.
-Sé que eres como mi primo y todo eso Chad, pero a veces eres estúpido-le dijo Dizzy.
Me contuve de darle la razón.
-Y respondiendo a tu pregunta tan idiota-Audrey se llevó una mano a la frente-, sí lo creemos. Es la única opción que de verdad tiene sentido en esta situación-dijo Jay.
A veces me pregunto cómo Audrey puede aguantarlo, si ella misma dice que es idiota.
-¿Y qué vamos a hacer ahora?- preguntó Uma.
Recosté más mi cabeza sobre el hombro de Ben.
-Creo que ya es momento de que los busquemos. Hay que ponerle fin a su plan, a pesar de que originalmente planeábamos hacerlo de otro modo. Ya sabemos que nuestros padres, por más de lo intenten disimular, saben que no queremos seguir sus pasos-respondí.
Todos se quedaron callados un momento.
-Si vamos a hacer eso hoy mismo, es mejor que descansemos un rato-sugirió Doug.
-Buena idea-le dijo Carlos.
Empezamos a levantarnos del suelo y los sillones.
-Y a ustedes dos, les recomiendo que vayan a dormir un rato. Tu novia por poco y se desmaya antes de que entráramos-dijo Evie y le dio unas palmas en el hombro a Ben.
-¡Evie!-la regañé.
Ben me miró preocupado y tuve que forzar una sonrisa.
Comenzamos a caminar hacia las escaleras.
-Muchas gracias, E-le dije entre dientes cuando pasé al lado de ella.
Subimos en silencio las escaleras. Al entrar al cuarto, cerré la puerta detrás de mí.
-Sé que debí decírtelo en cuanto te vi, pero no quería asustarte más-dije mirando hacia abajo.
Me senté en la cama y agarré una almohada para hundir mi cara en ella.
-Hey, no te sientas mal por eso-me dijo.
Intentó quitarme la almohada pero no pudo.
-Escucha. Entiendo la razón por la que no me lo dijiste-empezó a acariciar mi cabello y levanté un poco la cabeza, solo se veían mis ojos- Pero debes entender que si me preocupo por ti, es porque me importas mucho-me dio un beso en la coronilla-Te amo y no quiero que te pase nada malo.
Saqué mi rostro de la almohada.
-El problema aquí no eres tú, ¿ok?-le pregunté.
Me volteé para mirarlo a los ojos. Los míos estaban cristalizados.
-¿Cómo voy a ser una buena esposa y una buena madre cuando tú te preocupas por mí y me cuidas y no soy capaz de decirte lo que me pasa?-una lágrima corrió por mi mejilla- Tú haces hasta lo imposible para ayudarme, ¿y qué es lo que hago yo? Me quedo callada, huyo o te ignoro. Eso no es justo para ti.
Agaché la cabeza y las lágrimas empezaron a caer.
Ben me acercó a él y me encerró entre sus brazos. Escondí mi cara en su pecho.
-Lo menos justo sería que yo te obligara a que me cuentes las cosas-pasó sus manos por mi espalda con suavidad- Sé que todo esto es difícil para ti y te asusta. Y créeme, para mí también es difícil y me asusta mucho.
Quité mi cabeza de su pecho un momento.
-¿En serio?-le pregunté.
Apartó los mechones de pelo que cayeron encima de mi rostro.
-Así es.
Pasó sus pulgares por mis mejillas, retirando las lágrimas que había sobre ellas.
-Es tonto que te lo haya preguntando, pero tú siempre eres el que se ve más seguro con respecto a todo esto de casarnos y ser padres.
Se encogió de hombros.
-No es tonto-volví a recostar mi cabeza en su pecho- No quiero dañarte ni decepcionarte, y sé que lo he llegado a hacer. Y tengo miedo de exigirle mucho a nuestros hijos o presionarlos para que hagan algo. Mi papá lo hizo algunas veces y aún se arrepiente de ello. Estoy asustado por terminar siendo un idiota y dañarte a ti y a nuestros hijos.
Sus ojos estaban algo cristalizados. Agarré sus mejillas y lo besé. Juntamos nuestras frentes al separarnos.
-Jamás lo vas a hacer, estoy segura de ello-le dije.
Nos abrazamos.
-Te amo-me susurró y sonreí.
-Y yo te amo a ti.
Narrador Omnisciente:
La Reina Malvada,Cruella DeVil,Jafar y el Doctor Facilier estaban algo alejados de los otros dos villanos, viendo como el hada más malvada de todas explotaba de furia.
-¿Porqué diablos te fuiste de ahí?-le preguntó a Hades gritando.
Sus ojos estaban brillando mucho y de sus manos salían llamas verdes.
-¿Qué querías que hiciera? ¿Dejar que me atacara o que nos localizara si venía detrás de mi rastro?-le respondió con otra pregunta, usando el mismo tono que ella.
Su paciencia se estaba agotando y su cabello estaba empezando a brillar.
-Ay por favor, esa mocosa no podría encontrarnos ni aunque se esforzara. Tiene poder, pero no es tan grande como el nuestro.
-Solo hemos visto algunas cosas de las que es capaz. Te he dicho que no deberíamos subestimarla tanto.
-Como sea-dijo rodando los ojos, no muy convencida de lo que el padre de su hija decía- En estos momentos tiene una debilidad extra y debemos usarla a nuestro favor. Y ya tengo algunas ideas para destruirla.
-Dime más sobre eso-le pidió el Dios del Inframundo, con bastante interés.
Ella le habló de todo lo que tenía en mente.
-Esa niña ingrata se arrepentirá de habernos traicionado-dijo Maléfica con una sonrisa de malicia.
Los dos peores villanos del mundo comenzaron a carcajearse.
No podían esperar más.
El fin de la vida perfecta de su hija, había llegado.
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Y como siempre,los dejo en suspenso😂.
No creo poder tener listo el próximo capítulo hasta dentro de dos semanas,o poco más de una.
Debo hacer varias cosas de la escuela y una de mis mejores amigas hará su fiesta de cumpleaños el próximo fin de semana.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor,su escritora💕.
Publicado el 19/05/2019.
Editado el 15/04/2020.
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