Habíamos logrado que Juan terminara directo sin que su madre se diera cuenta. Todos estabamos comiendo juntos, nuestros amigos aún no se iban

—No se ustedes pero yo estoy encantada con la bebé.— exclamó por séptima vez mi suegra

No había minuto que pasara sin que ella expresara su amor por Aolany

—Si mamá, todos estamos encantados.— suspiró Juan

—No uses ese tonito sarcástico conmigo Juan Sebastián.— lo regañó

Todo se volvió un silencio un tanto incómodo, solo se escuchaban los ruidos que hacían los cubiertos al chocar con los platos

—Por cierto, Uri está a punto de regresar del colegio.— avisé rompiendo el silencio

—Que bien, yo quería hablar con él para ver cómo le va.— dijo Roberto

—¿No piensan que ese chiquito debería estudiar otra cosa?.— preguntó la señora Nubia —Del arte no va a vivir y sobre todo no le dará un buen ejemplo a Aolany.—

Nuevamente otro silencio se hizo presente

—Deberían también empezar a ahorrar para la educación de la bebé.— sugirió —Y adaptar su casa para que no sea tan peligrosa.—

—No creo que sea peligrosa...— intenté hablar pero fuí interrumpida

—No están actuando correctamente como padres, deben empezar a preveer los accidentes.— juzgó —Para mí sería mejor que abandonen sus dichosos trabajos en internet, ya fué suficiente de ese hobby que tuvieron durante estos años, ahora deben ser más serios por su hija y...—

Juan golpeó la mesa haciendo que todos lo miraramos

—¡Estoy cansado mamá!.— gritó —No puedes estarte metiendo tanto en nuestras vidas, haces que nos sintamos ahogados.—

—¿A quien crees que le gritas?.— preguntó molesta

—Si vas a seguir aquí deberás adaptarte a nuestro método de crianza.— condicionó —Tú me criaste de manera fenomenal pero es mi turno de hacerme cargo.—

—¡Juan Sebastian!.— exclamó confundida

—Nada de "Juan Sebastian".— dijo —Las cosas aquí no van a cambiar, Uriel seguirá estudiando lo que ama, nosotros seguiremos con nuestros trabajos y la casa seguirá igual.—

La señora Nubia se levantó y se alejó subiendo las escaleras

—Vaya..— habló Barca, estaba igual de impactado que todos

—Por fin la enfrentaste.— Beto parecía orgulloso —Felicidades, no más Juan Sebastián.—

En el fondo me sentía bastante mal, ella solo quería ayudarnos y quizás fué excesiva pero era la manera que tuvo para instruirnos

—Iré con ella.— avisé levantándome

—¿No quieres brindar por la rebelión de Juan Bartolo?.— preguntó Barca haciendo que Roberto carcajeara —Ahora que ya no es Juan Sebastian empiezo a creer que tenían razón al decirle Juan Bartolo, queda bien.—

Ignoré aquella propuesta y subí las escaleras hasta la habitación donde se quedaba mi suegra, ella estaba sentada en la cama mirando al suelo

—Yo lo lamento.— exclamó al verme y me senté a su lado —No sabía que se sentían asfixiados con mi presencia, nunca me lo hicieron saber y..—

—Está bien.— quise tranquilizarla

—No está bien, yo soy la madre de Juan y nunca dejaré de preocuparme por él, incluso ahora es un adulto y sigo queriendo meterme en su vida.— se lamentó —Ahora tienen a Aolany y la distancia es inmensa, no quería irme hasta asegurarme de que ustedes estarían bien.—

A pesar de todos estos días estresantes había sido una gran guía, yo aprendí muchas cosas al ver cómo se comportaba con Juan, ahora tenía una referencia del trato de una madre

—Estaremos bien.— sonreí —Me gustaría que se quedara unos días más, necesitaremos ayuda durante unas horas al día, queremos retomar nuestros streams y estar en una serie de un amigo.—

—Me quedaré un tiempo.— aseguró —Y dejaré de ser tan controladora, dejaré que ustedes vayan a su ritmo.—

Me abrazó así que de inmediato correspondí, la señora Nubia era lo más cercano que tenía a una madre y sin duda la admiraba

—¿Puedo entrar?.— la voz de Juan hizo que nos separaramos —Quiero hablar con mi mamá.—

Sonreí sabiendo que Juan le pediría una disculpa, seguramente se había sentido mal por como reaccionó

—Iré con los chicos.— avisé levantándome para darles más privacidad

Salí de aquella habitación y bajé nuevamente, nuestros amigos estaban viendo la televisión mientras Aolany dormía plácidamente en los brazos de Beto

Me acerqué para sentarme junto a ellos

—¿Ya tienes lo que te pondrás para los Esland?.— cuestionó Roberto y yo negué —Quería que me ayudaras con mi vestuario también.—

—Hay cosas que no cambian.— exclamé —Como que creas que siempre seré tu modista personal.—

—Fuí el primero en invertir en tu negocio, creo que me lo merezco.— dijo y reí

—Intentaré diseñar algo rápido para mí y veré si tengo tiempo para ayudarte.— dije y él asintió

Seguimos viendo la televisión, era una de esas películas de acción que casi no me gustaban pero ellos parecían entretenidos

—¿Qué harán con Aolany ese día?.— preguntó Barca y lo miré sin entender —Falta casi un mes y no creo que sea bueno que tome vuelos o que vaya a lugares lleno de gente que grita.—

En eso tenía razón, no lo había pensado

—Quizás pueda faltar al evento.— dije pero ahora Roberto negó

—Juan me contó que en KOI le dan prioridad a los eventos y al ser parte de ese equipo debes presentarte.— informó, yo no lo sabía —Además no deben estar contentos por tu inactividad y la de tu esposo.—

Tenía que pensar en una manera de acomodar todo, sabía que esto ocurriría pero no dejaría que mi vida como madre arruinara mi vida como streamer ni viceversa