único
La luna brillaba en el cielo nocturno, iluminando el parque vacío. Los juegos infantiles permanecían en silencio, y la única iluminación provenía de la luna y algunos faros que ofrecían una breve luz. Yeji y Yuna caminaban por la acera, acercándose a pasos lentos a la cancha del parque. Yuna hablaba emocionada sobre el nuevo libro que había leído, con la segunda intención de convencer a que su mejor amiga lo lea también. Su cabellera pelirroja destacaba en la oscuridad, su ropa en tonos marrones claros eran lo opuesto a la ropa negra de Yeji.
ーDebes leerlo, en serioー dijo, mirando a Yeji con entusiasmo. ーEl final es inesperado. ¡No quiero darte spoilers!
Yeji llevó sus manos a su cabeza y hizo una mueca de falso sufrimiento. ーNo te daré spoilersー prometió. ーTe lo explicaré de forma que te interese.
Caminando de espaldas frente a Yeji, Yuna levantó su dedo índice y lo apuntó, en forma de demanda, como si quisiera que escuchara atentamente lo que iba a decir.
ーAl chico lo terminan agarrando igualー dijo, haciendo una pausa dramática. ーPero si lo lees, lo vas a entender, ¿sí?
Yeji sonrió, divertida por la actitud de Yuna. Llevaba una pelota de baloncesto debajo de su brazo y comenzó a hacerla rebotar de una mano a otra, como si se estuviera preparando para jugar.
ーEstá bien, está bienー dijo. ーLo leeré.
Yuna se dio la vuelta y sonrió, satisfecha. ーGenial. Te gustaráー. Continuaron caminando hacia la cancha, disfrutando del tranquilo ambiente nocturno en esa madrugada y de la compañía mutua.
Yeji, con una pequeña sonrisa en los labios, miraba a Yuna, que caminaba enfrente de ella, hablando sobre algún otro tema. Sin embargo, Yeji no lograba prestar atención. Sonreía inconscientemente, sintiendo que, durante unos segundos, solo existían ellas dos en el mundo.
Cuando pusieron sus pies en la cancha, Yeji lanzó la pelota de baloncesto hacia Yuna, quien la atrapó con habilidad. Yeji sonrió y rebotó la pelota en el piso, demostrando su habilidad para el juego.
Yeji se rio y corrió hacia ella, intentando quitarle la pelota. Yuna se defendió, el juego empezó sin necesidad de palabras, Yeji era rápida y ágil. La lucha por la pelota se intensificó, con ambas chicas peleando por la pelota, en plena madrugada, bajo la luz de un faro y la luna. En un momento íntimo y único, que pronto será inolvidable.
Pero en ese momento, mientras luchaban por la pelota, Yeji se detuvo abruptamente. Miró a Yuna a los ojos y vio algo que nunca había visto antes. Vio una conexión profunda, una sensación de pertenencia que trascendía la amistad, que trascendía cualquier barrera social, cualquier opinión ajena. Fue como si el tiempo se detuviera y solo existieran ellas dos en ese momento.
Yuna se detuvo, su sonrisa se desvaneció y su mirada reflejó confusión. Yeji vio en sus ojos una reflexión de sus propios sentimientos, una sensación de unión que no podía ignorar. El aire pareció cargarse de electricidad, y Yeji supo que algo había cambiado entre ellas. En ese momento, se dio cuenta de que amaba esos ojos, esos ojos que ahora lo miraban con una mezcla de sorpresa y curiosidad.
ー¿Qué sucede?ー Yuna frunció sus cejas y dejó la pelota bajo su brazo, mirando a Yeji atentamente, esperando una respuesta.
La castaña desvió su mirada brevemente, como si la timidez hubiera vuelto repentinamente. ー¿Qué es el amor para ti, Yuna?ー, preguntó con voz suave, casi sonando a susurros si no fuera por el silencio de la noche.
La pregunta solo sirvió para despertar más la confusión de Yuna, pero esta soltó una sonrisa ladina y respondió de igual manera. ーEs casarse y vivir el resto de mi vida con alguien. Alguien que me haga reír, alguien que me entienda, alguien que me ame incondicionalmenteー.
Yeji asintió y bajó su vista al suelo, su corazón latiendo con emoción. No pensaba lo mismo, no lo hacía desde hace mucho. Su corazón latía con fuerza cuando veía a Yuna, su corazón dolía cuando pensaba que nunca podía casarse con ella, que Yuna era demasiada ingenua para notar su amor, que Yuna tenía miles de mejores opciones.
Mientras miraba el suelo, Yeji se preguntó si alguna vez podría revelar sus verdaderos sentimientos. ¿Podría Yuna aceptarla? ¿O la rechazaría? El miedo a perder su amistad era demasiado grande.
Yuna, ajeno a los pensamientos de Yeji, continuó hablando. ー¿Y tú, Yeji? ¿Qué es el amor para ti?ー, preguntó con curiosidad.
Yeji levantó su mirada del piso y se encontró con los ojos de Yuna. Su respiración se entrecortó y su corazón pareció detenerse. Su cabeza daba vueltas, como si estuviera perdido en un torbellino de emociones.
Lo amo, pensó. Eso es el amor. Lo que está sintiendo es amor. Yuna es amor.
ーTúー, respondió finalmente, su voz está vez fue un susurro, apenas audible.
Pero, la palabra resonó en el aire, cargada de significado. Yuna frunció sus cejas nuevamente, confundida, pero Yeji no pudo apartar su mirada. Quería que Yuna entendiera, que sintiera lo mismo.
ー¿Yo?ー Yuna movió su cabeza como si intentara comprender si había escuchado bien, si tal vez se había confundido. Repitió, su voz llena de incredulidad. Tal vez Yeji sentía lo que ella había sentido durante cinco largos años, pero no podía ser cierto. Era imposible. La castaña tenía a miles de chicas detrás de ella, admirándola, deseándola. Nunca se fijaría en ella.
Yuna se rio nerviosamente, intentando disimular su emoción. ー¿Qué quieres decir, Yeji?ー preguntó, su voz temblando ligeramente.
ーPara mí... tú eres amor, Yuna.. ー Yeji ve como Yuna abre su boca para responder, pero anticipa el rechazo y lo silencia antes de que se pronuncie.
ーNo, no digas nadaー, solicitó Yeji, su voz llena de emoción. ーTus ojos, tu sonrisa, cuando me hablas, cuando tomas mi mano... Me hacen sentir viva. Me hacen sentir que estoy en casa.
ーTe amoー confesó, su voz temblando. ーTe amo con todo mi ser, te amo más que mi vida, Shin Yuna. Y lo siento, por estropear nuestra amistad... No quiero perder tu amistad, pero no puedo seguir ocultando mis sentimientos.
Yuna se quedó en silencio, su rostro pálido y sus ojos abiertos de sorpresa. Yeji podía ver el conflicto en su mirada, la lucha entre la amistad y la posibilidad de algo más.
ーPor favor, di algoー, rogó yeji, su corazón latiendo con ansiedad. Talvez un "No" es suficiente, no puede respirar con ese silencio y esa expresión de confusión.
Yuna se quedó en silencio, su rostro pálido y sus ojos abiertos de sorpresa. Luego, lentamente, una sonrisa se dibujó en su rostro.
ーYeji...ー susurró, su voz temblando. ーNo has estropeado nada. Al contrario, has revelado lo que yo había estado ocultando durante cinco largos años.
Yuna se acercó a Yeji, su corazón latiendo con emoción.
ーTe amo, Yeji. Te amo desde hace cinco años, desde que te conocí. Pero tenía miedo de perder nuestra amistad, de que no sintieras lo mismoー confesó, su voz llena de emotividad. Yuna tomó la mano de Yeji su tacto electrizante. Diferente a cualquiera.
ーNo puedo creer que sientas lo mismo. No puedo creer que me amesー dijo, su sonrisa creciendo. Yeji sonrió también, su corazón lleno de felicidad.
ーSiempre te he amado, Yuna. Siempreー, respondió, atrayendo a Yuna hacia ella en un beso tímido.
Cuando se separaron, recostaron sus frentes, recuperando su respiración. Yeji tomó las mejillas de Yuna entre sus manos, su mirada llena de asombro y felicidad. No podía creer lo que estaba sucediendo.
La luna era la única testigo de su momento de intimidad.
ーLo que más deseo... es vivir en una pequeña y acogedora casa con un hermoso jardín... contigo, Shin Yuna ーdijo Yeji, su voz llena de emoción. ーQuiero despertar cada mañana a tu lado, quiero que seas mi esposa, mi compañera de vida.
ーMe encanta esa idea.
Fin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro