Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Inocencia

Aerin

Llevo dos años haciendo esto, en verdad trate de detenerme, trate de ser alguien mejor, pero tu desprecio me acabo, me canse de luchar contra tus demonios, me canse de luchar contra tu dolor, ¿No te das cuenta que también a mi me dolía?, ¿No te das cuenta que también soy tu hija?, ¿Por qué tenias que ser tan cruel? ¿Por qué no amarme de la misma manera que lo hacías con mi hermano? Te necesitaba y me abandonaste.

Pensé que controlaría esto, solo era un escape para todo el caos a mi alrededor, solo un poco no mataría a nadie, no dañaría a nadie, al principio me ayudo, cada que consumía se me olvidaban los problemas, toda la mierda que me decías no me importaba, me sentía ligera como el viento, el dolor en mi no existía, el recuerdo de mi hermano no me carcomía, además de olvidar este pueblo que solamente le dio la espalda a mi madre.

Pero ahora esto va más allá de mí, va más allá de lo que puedo manejar, no puedo estar sin meterme algo al cuerpo, sin mencionar que los efectos cada vez eran menores, tenía que combinarlos con el alcohol y el sexo.

Todo el dinero que gano en el mini market, lo dejo para mi madre, prefiero pagar por las drogas de otras maneras, aprovechando mi apariencia y mi cuerpo. Pero este día, este día toque fondo.

No me sentía con ánimos de consumir, tampoco de estar con nadie, ver a Min Yoongi removió todo lo doloroso, es extraño porque debería de correr a los brazos de los estupefacientes, al salir del trabajo, lo único que deseaba es llegar a casa y dormir, antes de eso pase a la tumba de mi hermano.

—Hola tonto.

Parece ser que él también había venido, la lapida estaba limpia, le habían puesto algunos de sus dulces favoritos, incluso la maleza había sido removida.

—El tampoco te ha olvidado, que envidia, incluso muerto sigues teniendo un amigo hermano.

Me senté frente a la tumba abrazando mis rodillas.

—Me haces falta, mucha falta, por eso no me gusta visitarte, porque solo recuerdo que no estas, recuerdo todo lo que te a llorado madre, el vacío que dejaste no se ha podido superar, o tal vez no hemos sabido como superarlo, tu habitación esta igual, no se ha movido nada, debiste quedarte con nosotras.

Después de estar un rato, me fui a casa, caminando por la calle de mis proveedores, ya es mas por costumbre el hacerlo, siempre trato de llegar por una dosis antes de regresar con mi madre, pero hoy no lo deseaba, aun así, a ellos no les importo.

—Aerin preciosa, pensé que no vendrías hoy, tengo listo lo que te gusta.

—Hoy no Bosco.

Intente caminar, pero otros dos de sus chicos me cortaron el paso.

—Anda nena, hoy tengo muchas ganas de disfrutar de ese culo tuyo.

—Déjame pasar, en verdad no me apetece drogarme hoy, ni estar contigo tampoco.

Bosco es un hombre grande, de piel morena, lleno de tatuajes en cada parte de su cuerpo, un ser deplorable, y aun así mi cuerpo siempre se le había sido entregado sin pero alguno. Me tomo bruscamente del mentón.

—¿Desde cuándo las putas se pueden negar? —me abrió la boca y metió una pastilla a la fuerza, la escupí apenas sentí su sabor —Perra idiota.

Me abofeteo tan fuerte que sentí un zumbido en mi oído, sus amigos y lamebotas se reían, el sabor metálico de mi propia sangre me lleno la boca rápidamente, sin darme oportunidad me tomo por los cabellos arrastrándome hasta dentro de su casa.

—Te daré algo de cortesía, para que veas que soy generoso.

—¡Suéltame Bosco!

Ignoro completamente mi suplica, entre dos de sus amigos me sujetaron extendiendo mi brazo, solo vi cuando el liquido entraba a mi torrente sanguíneo, el efecto fue de inmediato, la habitación empezó a dar vueltas, al igual que mi cuerpo se sentía demasiado caliente, me estaban dando nauseas del vértigo que comencé a sentir, las risas de las personas a mi alrededor se escuchaban distorsionadas, voces de macabras que decían "voy primero", sentí como desgarraban mi ropa, intente empujarlos pero mis brazos no tenían fuerza, mi cuerpo no se movía a la velocidad que deseaba.

—Malditos cerdos.

Fue lo último que dije antes de recibir otro golpe, tras otro golpe, mientras que era ultrajada de manera violenta por el primer sujeto. No se cuantas veces paso, no se que tanto me hicieron, ya no sentía dolor, no sentía nada, perdí la conciencia en algún punto.

Después de ver todo negro, sentí una brisa fresca, no podía abrir los ojos, me dolía cada parte del cuerpo, al fin voy a morir, al fin me voy a librar de este mundo de porquería.

Yoongi

La niña que recordaba no existía más, la mirada alegre que ella tenía se había esfumado, las marcas en su cuello y manos me decían que las cosas no estaban bien.

—¿Cómo esta tu madre?

—También como se puede estar.

No me dijo más, no quiso seguir hablando conmigo, solo me pidió que me fuera que tenía que trabajar.

—¡Hey pálido! Si le das un poco de "estimulación" puede que ella te de lo dulce.

—Si puede hacerse la difícil, pero con un par de cigarrillos te abrirá las piernas.

Un par de sujetos afuera del mini market se golpeaban el hombro mientras decían sus estupideces, decidí no prestarles atención, llevaría todo esto a casa, después indagaría sobre que ha pasado con la tierna niña que conocía.

Aun recuerdo que siempre fue algo traviesa, inquieta como su hermano, también le encantaba escaparse con nosotros al lago cercano de aquí, Jimin la protegía demasiado, era su mas grande tesoro, puede decirse que la tenía mimada a su manera, la pequeña rubia siempre tenía la mirada curiosa en algo, investigaba todo, además de que nunca dejaba de platicarte, cuando me quedaba en casa de Jimin, ella duraba horas diciéndome todo lo que había hecho en el día sin dejar de lado el más mínimo detalle, la inocencia que tenia adornaba el pequeño rostro blanco junto con sus ojos verdes era tan solo un recuerdo ahora.

Mientras acomodaba las compras en la casa, el dolor que reflejaba Aerin al verme no se me iba de la mente, su madre no hubiera permitido que ella sufriera, nada de esto me cuadra. Me llevo toda la tarde, ordenar todo, solo me hice de cenar, para después irme a dormir, fue un día algo extraño, además de agotador.

A mitad de la noche escuche, el patinar de un auto, salte de la cama y sali corriendo a la parte trasera de la casa, pero no había nadie solo las marcas de automóvil, me encargaría de esto en la mañana. El aire estaba bastante fresco con pasos lentos regrese a la casa, entre el ruido de los grillos y el ligero viento escuche un gemido.

Encendí la lámpara que había alcanzado a tomar, con la hierba algo alta no notaba nada, pero volví a escuchar el gemido, entonces vi una mano saliendo de entre la maleza, me acerque rápidamente. Semidesnuda, con el cuerpo lleno de golpes, el rostro casi desfigurado, estaba en mi propiedad el cuerpo de la pequeña Aerin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro