»This is chapter number thirty-two
Tras irse del baile, Nico le había insistido con muchísima energía que pasaran la noche juntos, si bien ahora que sabía el contexto de su novio ni muerto lo iba a presionar para hacer nada, pero incluso él había aceptado y Will siempre salía con cualquier cosa para sorprenderlo.
Al llegar a la casa del rubio, se escabulleron para no despertar a sus padres. Subieron las escaleras entre besos rápidos, uno que otro resbalón y un gran golpe contra el barandal. Ambos se miraron aguantando la risa y cuando al fin estuvieron en la habitación de Will, ambos pudieron reír libremente.
—¿Crees que los hayamos despertado?—preguntó Nico tapándose la boca para no reírse tan alto.
—No lo sé, espero que no...— Will se acercó más a Nico y lo atrapó por la cadera.
—¿Sabes? Mi cuarto te extraña mucho, mañana tendremos que ir a mi casa para...— Will lo interrumpió con un beso y Nico no encontró ningún problema en ello.
—Te ves maravilloso en traje...—murmuró contra los labios de Nico.
—Tu también...— Nico tocó los hombros de Will haciendo que los vellos de su nuca se erizaran—, deberías vestirte así más seguido...
—Claro que sí, amor— Will empezó a jalar un poco la corbata de Nico hasta deshacer el nudo—, por ti, todo.
Al empezar a desabotonar la camisa del Omega, volvieron a besarse; sus lenguas hacían un ruido tan indecoroso que las piernas de Nico temblaban, pero eso no los detuvo de empezar a deshacerse un poco de la ropa. Con bastante torpeza se lanzaron a la cama del rubio aún besándose y buscando desesperadamente fricción. Cuando el menor se quitó sus zapatos y sus pantalones estaban cerca de sus rodillas, se apartó un poco de los labios del Alfa.
—¿Estás seguro?—preguntó mirando a su novio, acariciando su cara.
Will dejó los pantalones de Nico para apretar sus muslos, después de un momento soltó un pequeño suspiro.
—La verdad... no sé...
—No tenemos que hacer nada, ¿sabes?
—Es qué... tengo una idea... pero no sé si vayas a aceptar lo qué te quiero proponer... porque... si quiero tener sexo contigo...
—Okay, ¿y si en vez de negar tu solito tu propuesta me dices de que se trata?
Will trató de disfrazar el silencio con pequeñas caricias y besos hasta que finalmente habló:
—¿Y si cambiamos lugares?—preguntó terminando de quitarle los pantalones.
Nico no podía creer lo que Will le había propuesto. Nunca en su vida había visto algo así, quizás en alguna propuesta atrevida en alguna película para adultos, pero nunca había visto que se llevara a cabo.
—¿Seguro? Digo, entre tu y yo no hay punto de comparación... no creo que sientas nada...
—¿Alguna vez lo hemos probado?—preguntó Will, acariciando los hombros y cuello del pelinegro.
—No, pero...
—Peroo...
—Esta es mi primera vez.
—Igual la mía...
—¿De verdad estás seguro que quieres hacerlo así?
—No me molesta la idea, ¿y a ti?
Nico se acercó un poco más a Will y subió su pierna en la cadera de Will.
—Tampoco me molesta la idea... pero estoy muy nervioso, ¿qué tal si no puedo hacerlo?
—¿Por qué no podrías? Al final de cuenta los dos somos hombres, amor.
—Lo sé, pero... ¿y si no te sientes bien?
—¿Y si en vez de negar tu solito tus habilidades lo intentamos?
Nico lo miró con una cara seria y luego rio.
—¿Te atreves a usar mis hechizos contra mí, Potter?
Ambos estuvieron abrazados un rato más hasta que Nico suspiró y lo miró.
—Bueno... ¿sabes cómo limpiar allá atrás?
—Tengo una idea muy muy vaga de cómo hacerlo.
—Okay... ¿Aún tienes eso que compré la otra vez?
—Sí, ¿por?
—Vas a usar eso para limpiarte...
—¿Vas a ayudarme?
—No, nunca dejaría qué tu me ayudaras a mi, pero si te voy a guiar para qué no te lastimes.
—¿Lastimar?
—Ya verás.
Will se metió en el baño con aquella manguera de ducha y cerró la puerta. Nico estaba un tanto inquieto parado afuera, paseándose frente a la puerta.
—¿Todo bien?—preguntó Nico mordiéndose el pulgar. Justo en ese momento se dio cuenta que seguía sin pantalones y zapatos.
—¿Cuánto tiempo tengo que hacer esto?—preguntó Will con el eco acompañándolo.
—Unos treinta segundos.
—Esto se siente muy raro...
—Lo sé, pero no te preocupes...
Will dejó de hablar por un rato y cuando finalmente salió, simplemente vestía la camisa blanca del traje totalmente desabotonada (y un tanto mojada) y su boxer negro que abrazaba la silueta de su cadera de una manera tan sexy que sintió que se le caía la baba.
—Esa fue una experiencia... totalmente una experiencia
—See... lo es...— le costaba un poco concentrarse. Que podía decir, la carne era débil y la suya era muy débil a la carne de Will.
—¿Te gusta lo que ves?—preguntó Will abriendo la camisa un poco más, mostrando ese magnífico cuerpo.
—Mucho.
—Ya no estoy tan marcado, comí mucho en la semana de exámenes.
—Te ves perfecto—dijo Nico acercándose a Will—, y me encantas y te amo.
El Alfa sonrió y se acercó para tocar el rostro de su novio.
—¿Cómo te sientes?—preguntó Will, sosteniendo la bella cara de Nico.
—Eso debería preguntarte yo, Will, ¿de verdad quieres hacer esto?
—Bueno, ya me lavé la consciencia, así que... ¿por qué no aprovechar?
Will miró a Nico de cabeza a pies y sonrió.
—¿Me estabas esperando así?— dijo agarrando una de sus nalgas, acercando su mano con toda la intención de acercarse a su entrada, y gruñó al sentir lo mojado que estaba su novio.
El Omega se veía algo contrariado, parecía que quería hacer algo pero no se atrevía.
—Tócame, mi amor.—gimió Will en el oído de Nico, quien realmente se estremeció ante eso, y el rubio casi soltó un ruido de sorpresa cuando las manos del Omega tocaron su trasero.
Sus labios encontraron su caminó de vuelta y volvieron a la cama.
—¿Aún tienes lubricante?—preguntó Nico, acariciando el pene de Will sobre la ropa.
El Alfa no contestó pero rápida y bruscamente sacó la botellita que Nico le pidió.
—Gracias—dijo besando el cuello de su novio—, recuestate...
Will obedeció la orden de Nico y casi escupió cuando el Omega se colocó encima de él, con su trasero apuntando a la cara del rubio.
—Abre un poco más las piernas—ronroneó y Will obedeció.
Si bien el Alfa se encontraba bastante nervioso por cambiar de posición, aún así confiaba totalmente en Nico, y cuando sintió el frío tacto de los dedos ajenos en su entrada.
—¿Estás bien?
—Sí, es solo que está frío.
—Ah, perdón...— Nico no introdujo sus dedos de inmediato, solo hacía un poco de presión lubricando bien la entrada de su novio. Mientras él Omega hacía esto, Will no podía quedarse atrás y empezó a acariciar el miembro de este, utilizando la lubricación natural. La entrada de Nico estaba empapada lo que hizo que los dedos del Alfa entraran sin ningún problema.
—¿Estás bien?—preguntó Will, besando su muslo.
—Sí, no pares...—Nico por su parte seguía acariciando el ano de Will y este jadeo cuando sus dedos entraron—, ¿estás bien?
—Sí, sí, es solo que me sorprendió.
—Ah okay...— Nico empezó a preparar a Will, quien estaba tratando de acostumbrarse a la muy nueva sensación.
—¿Cómo te sientes?—preguntó Will, sosteniendo la bella cara de Nico.
—Eso debería preguntarte yo, Will, ¿de verdad quieres hacer esto?
—Bueno, ya me lavé la consciencia, así que... ¿por qué no aprovechar?
Will miró a Nico de cabeza a pies y sonrió.
—¿Me estabas esperando así?— dijo agarrando una de sus nalgas, acercando su mano con toda la intención de acercarse a su entrada, y gruñó al sentir lo mojado que estaba su novio.
El Omega se veía algo contrariado, parecía que quería hacer algo pero no se atrevía.
—Tócame, mi amor.—gimió Will en el oído de Nico, quien realmente se estremeció ante eso, y el rubio casi soltó un ruido de sorpresa cuando las manos del Omega tocaron su trasero.
Sus labios encontraron su caminó de vuelta y volvieron a la cama.
—¿Aún tienes lubricante?—preguntó Nico, acariciando el pene de Will sobre la ropa.
El Alfa no contestó pero rápida y bruscamente sacó la botellita que Nico le pidió.
—Gracias—dijo besando el cuello de su novio—, recuestate...
Will obedeció la orden de Nico y casi escupió cuando el Omega se colocó encima de él, con su trasero apuntando a la cara del rubio.
—Abre un poco más las piernas—ronroneó y Will obedeció.
Si bien el Alfa se encontraba bastante nervioso por cambiar de posición, pero aún así confiaba totalmente en Nico, y cuando sintió el frío tacto de los dedos ajenos en su entrada.
—¿Estás bien?
—Sí, es solo que está frío.
—Ah, perdón...— Nico no introdujo sus dedos de inmediato, solo hacía un poco de presión lubricando bien la entrada de su novio. Mientras él Omega hacía esto, Will no podía quedarse atrás y empezó a acariciar el miembro de este, utilizando la lubricación natural. La entrada de Nico estaba empapada lo que hizo que los dedos del Alfa entraran sin ningún problema.
—¿Estás bien?—preguntó Will, besando su muslo.
—Sí, no pares...—Nico por su parte seguía acariciando el ano de Will y este jadeo cuando sus dedos entraron—, ¿estás bien?
—Sí, sí, es solo que me sorprendió.
—Ah okay...— Nico empezó a preparar a Will, quien estaba tratando de acostumbrarse a la muy nueva sensación. No se sentía desagradable, todo lo contrario, el Omega sabía cómo estimularlo muy bien.
—Sigue así...— la boca del italiano estaba dándole pequeñas lamidas en el miembro del rubio mientras con sus manos preparaba a Will, quien se encontraba volando en puro placer y casi se sentía un poco frustrado al pensar que Nico no estaba recibiendo tanto placer cómo él lo estaba haciendo—, amor...
—¿Sí?
—¿Puedo cambiar de posición? —preguntó acariciando las piernas del Omega.
Nico no contestó pero tampoco opuso resistencia, así que lo recostó suavemente en la cama, dejándolo expuesto para él.
—Eres hermoso, Nico...
—Tu también...— el pelinegro cubrió su cara con el dorso de su mano y lo miró—, te amo...
Will tomó las muñecas de Nico y las colocó a ambos lados de su cabeza para poder besarlo cómo no lo había besado en tantos días, saboreando sus labios cómo si fueran el mejor postre de la existencia, degustando cada gota de saliva que terminaba en su boca y atrapar cada suspiro.
—Te amo, Nico, te amo muchísimo—bajó por su cuello dejando besos y una que otra mordida hasta bajar a su pecho dónde empezó a lamer la parte más llamativa de este—, de verdad te amo muchísimo.
—Yo más...
Will bajó por su cadera dejando besos húmedos mientras Nico se removía ante su tacto y lloriqueaba en busca de sus labios, porque sabía que Will no iba a negarle nada. Se volvieron a besar y entre pequeñas lamidas, el Alpha susurró:
—¿Empezamos?
Nico lo volvió a mirar con asombro pero sonrió y asintió con la cabeza.
Le indicó que hacer, cómo acostarse boca arriba y abrir un poco las piernas. A los ojos de Nico, Will se veía tan a su merced que el miembro del Omega empezó a doler.
—¿Y el condón...?
—Están en el buró... pero no creo que te sirvan...
—¿Qué hacemos?—Nico trataba de evitar mirar el cuerpo del rubio, mucho menos en esa posición.
Will seguía con las piernas abiertas y lo miraba con deseo.
—¿Quieres ser el primero en probar cómo es hacerlo sin condón?
—¿De verdad?—Nico estaba sorprendido, nunca esperó que a un Alfa del calibre de William Andrew Solace le diera igual e incluso se viera participativo ante la idea de ser penetrado por su compañero Omega.
—Sip, no es cómo si yo pudiera embarazarme, ¿no es así?
—Tienes... razón, pero... ¿de verdad estás seguro?
Y Will hizo lo imposible: se agarró por detrás de las rodillas y estiró más sus piernas, quedando completamente expuesto, copiando la acción que Nico había hecho para él una infinidad de veces. El Omega decidió tomar esto cómo la invitación definitiva a seguir con lo que habían planeado.
Se posicionó torpemente entre las piernas de Will y antes de seguir, volvió a estimular un poco el ano de su novio, quien si bien se veía totalmente convencido, eso no evitaría su temblar. Las feromonas del Alfa se esparcían en toda la habitación cómo una amable invitación para acercarse a él. Se posicionó en la entrada de Will y empezó a hacer presión para poder entrar.
—Espera...—Will gruñó un poco.
—Perdón, ¿estás bien?
—Sí, sí, amor— Will estiró sus brazos para atraer a Nico cerca de él, pero dado a la diferencia de tamaños, lo más lejos que llegó fue cerca de los pectorales del rubio—, trata de calmarte, ¿okay?
Nico siguió haciendo presión hasta que por fin entró en Will y la sensación fue tan abrumadora alrededor de él, sentía que iba a derretirse ante tanto calor, es más, creía que iba a perder la cabeza ante el sentimiento, todo se sentía tan bien qué...
—Perdóname... yo... no sé...
Se había venido. Justo. Al. Meterla.
Una oleada de vergüenza lo inundó y sintió sus ojos llenarse de lágrimas, pero sintió las suaves y gentiles manos de Will acunando su rostro.
—Perdón... lo siento mucho, no sé que...
—Nico... mi amor, eso es perfectamente normal, no te mortifiques...
—¿De verdad?—lo miró con los ojos bien abiertos.
—Por supuesto, a todos nos ha llegado a pasar... me llegó a pasar a mi...
—¿De verdad?
—Sí, incluso lo he sentido cerca contigo...—Nico salió del interior de Will y se recostó sobre el pecho de su novio—, ¿estás bien?
—Sí... — Nico escondió la cara entre los pectorales de su novio y rio—, es solo que estoy avergonzado...
Will rio con él y empezó a acariciar suavemente su espalda.
—Y si en vez de tener caricias carnales ¿platicamos un rato?
Nico volvió a reír y platicaron hasta que sus ojos batallaban por mantenerse abiertos y entre bostezos y besos se fueron a dormir.
Nico nunca en su vida había cometido un pecado... Bueno, si soy muy lujurioso y he tenido muchísimo sexo antes del matrimonio, pensó, nono, no he pecado.
Se jactaba de ser un hombre saludable, mental y físicamente hablando. Tenía un gran sentido del bien y el mal y también sabía la fina línea que separaba estás.
Y nunca.
Nunca. En sus quince años de vida se creyó capaz de agarrar el teléfono de su pareja.
PERO LO ESTABA HACIENDO.
Dios, perdóname, pero en mi defensa, es algo que debo hacer, ayúdame y cuídame, mi señor, rezó. Estaba pasando entre sus mensajes buscando un chat en específico, esperaba que la leve luz del aparato electrónico no despertara a Will y también espero que el grito ahogado de victoria tampoco lo hiciera.
Había una conversación reciente, pero pensó para sí mismo: No, Niccolò*, ya es suficiente que estés yendo por su teléfono, no destruyas más su intimidad. Y haciéndose de la vista gorda, subió en la corta conversación y vio la foto de aquel chico.
Se levantó cuidadosamente de la cama sintiendo todo el frío de invierno en su cuerpo desnudo y rodeó la cama. Viendo a Will durmiendo tan perfecto y tan hermoso, su corazón se derritió un poco, pero su maquiavélico plan tenía que culminar. Si ya estaba haciendo algo malo, mínimo tenía que acabarlo.
Bajó un poco la sábana exponiendo un poco el cuerpo aún maravillosamente desnudo de Will, y abrió la cámara, justo cuando iba a tomar la foto, el Alfa despertó.
—¿Nico?
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lovisible y lo invisible, empezó a rezar.
—¿Sí?
—¿No tienes frío?
—¿Sí?
—¿Estás bien?
Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho, Dios si estás ahí que vuelva a dormir, rogaba Nico.
—¿Sí? Amor, vuelve a dormir...
—Sí, amor, eso haré...
Y cómo Will despertó en cinco segundos, se durmió en dos punto cinco.
Dios, soy yo de nuevo, soy un descarado, rezó de nuevo.
Pero Dios es grande y justo y misericordioso. Un Dios comedido a la causa. Tomó una foto rápidamente del cuerpo en reposo de su novio algo borroso, pero era obvio que era él. Y justo cuando iba a presionar enviar, Dios lo ayudó una vez más.
Will se dio la vuelta, dejando su hermoso trasero a la vista.
—Entiendo tu mensaje, Dios y agradezco tus acciones. Amén.—dijo persignándose antes de tomar la siguiente foto.
Dios. Esto te lo agradeceré siempre, pensó Nico enviando las fotos y dejando el celular de Will, no sin antes archivar el chat de aquel chico. Volvió a trepar a la cama para acurrucarse en los brazos del Alfa, y después de terminar el credo, volvió a dormir.
Will una tarde estaba borrando conversaciones de su celular, y recordó que tenía el chat del indeseable Johan archivado, y cuando buscó este, vio que habían varios mensajes nuevos. Abrió el chat y vio las respuestas de Johan:
Jaja, que maduro.
Supongo que a Will le gustan inmaduros.
El Alfa no entendía que era a lo qué se refería, pero cuando vio las fotos se fue de culo.
Habían varias fotos respondiendo la foto que Johan había mandado: una era una foto que Nico le mandó no hace mucho dónde estaba usando ropa para entrenar (lo que hacía relucir mucho su hermoso cuerpo), una selfie con él durmiendo en el fondo, había otra en la que su trasero estaba descubierto pero la mano de Nico protegía su trasero y en esta foto decía: lo siento, pero ya tiene dueño .l.
Will rio por horas. Sabía que la próxima vez que vea a Nico le iba a dar tantos besos cómo le fuera posible.
Amo demasiado a mi novio, pensó antes de tomarle captura de pantalla a la conversación.
¡Hola!
Esta vez no me tarde nada (relativamente hablando). De igual manera es un capítulo algo corto pero espero que les haya gustado.
Fue algo nuevo, ¿no creen?
Algo innovador 😂👌🏻
Nos leemos a la próxima.
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