Alicia

-Marica, creo que lo matamos -habló mi hermana con los ojos llorosos- ¿Ahora qué vamos a hacer? Si mami se entera la coñiza que nos va a dar va a ser arrecha.

Empecé a respirar calmadamente tratando de no sucumbir a la desesperación.

-Yava, vamo' a calmarnos, chama que así no puedo pensar bien -me agarré los pelos.

Nawebona, lo que me faltaba. El estrés me va a dejar calva.

-¿Qué coño vas a pensar, Alicia Michelle? ¿En la coñiza que nos van a meter? Ya veo venir la chancla Pocholin de mami contra el hígado mío.

Porque eso si tenía mami, una puntería del diablo y una chancla de marca.

-¡Que no nos van a coñacear, Teresa!

Mentira, obvio que si, pero uno en ma vida debe ser optimista.

Y más nosotras que vivimos de peo en peo.

¿Quieren saber lo que pasó?

¿A quién posiblemente matamos?

Pues...

F L A S H B A C K

-Pana, muevelo que no tengo todo el día -me crucé de brazos mientras esperaba a la mmagueva esta afuera del baño de las mujeres del liceo.

Teresa si es antojosa, csm. Ahorita mismo estaría jartandome unos pastelitos con Guiñan en la cantina mientas nos burlabamos del ridículo que iban a hacer las carajitas de primer año en su presentación con tal de llamar la atención de los de mi salón.

Gran vaina.

-Verga, que ya va, ¿Te andas cagando o qué? -Me gritó desde adentro.

Miré la puerta indignada.

¿Y ésta tripona qué se cree?

No, mentira. No me extraña, de las dos, ella es la marginal.

-Muévete, nojoda o la mamá de Tarzán te brindará la malta después.

No pasaron ni cinco segundos cuando Teresa salió del baño con el traje de cheerleader y con una cara de culo.

—Tú si ladillas, pana.

-¿No te mordiste la lengua al decir esa vaina? Porque te recuerdo que me tienes aquí puro para cuidarte el bolso. Aún no entiendo porqué no dejas esa mierda en el salón.

Coño, si. Muchas ganas de joder las suyas.

—¿Tas loca? —me preguntó— esta semana les he volteado unas siete veces el bolso a Rafa y a la China. Llego dejar el bolso ahí y mínimo cuando lo vaya a buscar, lo conseguiré en el techo del salón.

—Weno, ¿Quién te manda a ladillar tanto? -Teresa me sacó el dedo del medio- bueno, ya pues, muévelo que ya les toca.

Ambas caminamos hacia la cancha, en donde los carajitos de primer grado estaban bailando joropo, a esperar que mi hermana y sus amigas les tocara.

A que pasan pena por sifrina las mmaguevas esas.

Claro, menos la Teresa, esa carajita es hermana mía.

Esa va a pasar pena tres veces. Se puso a practicar el baile hasta en la ducha y de vaina no dejó un bracket en la cerámica.

-Estoy nerviosa, chama -dijo ella con los dedos en la boca, seguramente mordiendose las uñas la cochina esa.

No puede ser.

-¿Nerviosa, tú? -Levanté una ceja- no seas pajua, ¿Qué nervios vas a estar sintiendo vos?, si eres una que te levantas la falta en pleno pasillo para sacarte la pantaleta del culo sin pudor alguno.

Boletisima.

Ella rodó los ojos.

-¡Ah, pues! Tengo short —se excusó— pero ajá, o sea, no es pánico escénico ni esa webonada, es que va a estar el Jeison, y yo no quiero pasar pena sólo porque las mmaguevas esas casi no venían a las prácticas. Provoca es coñacearlas.

-Que no vas a pasar pena, es más -la abracé por los hombros- tu déjamelo a mí que yo lo distraigo.

Yo dándole apoyo moral a ella sabiendo lo salados que somos los Peñalver.

Éso se llama ser optimista, aprendan.

-¿Segura? -Asenti.

-Es más, también aprovecho y le doy la carta esa que querías que le diera -Teresa se sonrojó- y no te me vayas a echar para atrás, nojoda, que bastante que me desvelé contigo para ayudarte a escribir esa mierda sabiendo que por muy empepada que digas estar, te vas a aburrir de ese tukky en tres meses.

-Claro que no, vale —negó— ésta vez si estoy empepada de verdad.

La miré con ironía.

-Teresa, ambas sabemos que te vas a aburrir y lo vas a botar, sabeis que es así.

Aún así quise ayudarla en esa webonada porque esa letra suya lo que daba era angustia, pa no hablar de la ortografía. A veces le echaba sus buenos coñazos por no distinguir el: Hay, el Ay y el ahí.

Ella me iba a responder como siempre con tal de no perder una pero el profesor de física les dijo que ya les tocaba así que no le quedó de otras que callarse esa jeta.

-Sólo encargate de hacerme quedar bien ¿Sí? -Rodé los ojos y sólo asenti- deseame suerte.

-A que la cagan voy.

-¡No metas la boca, nojoda!

Teresa se fue con las otras amigas de ella que tenían el mismo uniforme a hacer no sé que vaina, es más, a mi ni me pregunten porque un día estábamos en el patio desayunando, fui al filtro a beber agua y cuando regresé me dijo que ella y las chusmas de las amigas iban a montar una rutina para el acto cultural del liceo.

Iban kike a hacer la coreografía del video de Focus de la Ariana Grande, ilusas.

Miré a mi alrededor en busca de Jeison hasta que lo conseguí mirando el espectáculo desde la cantina con el mono de deporte muy ajustado y una bandana en la cabeza.

Ay, par favar.

No entiendo el afán de esta carajita de enamorarse de puros tukkys. Tan bella y sifrina que es ella.

Oila JAJAJAJAJA kike sifrina si es boletisima.

Caminé hacia él y cuando me vio me sonrió.

-Háblame, Rojas -me dio un beso en el cachete.

Khe azco, voy a tener que echarme cloro en la cara más tarde.

-Epa -le sonreí- en realidad, es Rojas Peñalver pero ajá, equis, te mandan esto.

El carajo tomó la carta y la miró extrañado.

-¿Y esto? ¿Quién lo mandó?

Levanté mis manos en señal de inocencia.

-Yo sólo cumplí con entregarte eso.

Él fruncio el ceño y justo cuando estaba por abrir la carta, Teresa y las otras chamitas ésas empezaron su rutina.

La burla con las de enfrente, andaban más perdidas que Chávez en Gravity Falls.

-Vee, ¡Mamii! ¡Quien fuera faldita pa apretate ese culito! -Le gritó a alguna de esas carajitas. Yo por mi parte tapé mi cara y puse una mueca de No lo conozco cuando unos de 5to pasaron por ahí.

Una mogolica de esas se tropezó y yo me reí. Teresa le quería caer a coñazos, se le veía en la cara pero trató de ignorar la vaina, la que se cayó era una de las primeras que criticaba a Teresa como líder de grupo y era la primera que llegaba tarde a los ensayos o simplemente no iba.

-¿Se te antoja una empanada, Rojas? Dale que yo te la brindo.

Gracias, jalabolas.

—Es Rojas Peñalver —sonreí fingidamente.

—¡Esa misma vaina! ¿Si o no?

—Si va -me volteé hacia la señora de la cantina- me da una de mechada y una malta por favor, él lo paga.

La señora me pasó la empanada y yo agarré el pote de salsa.

No todos los días los cuadres de Teresa le brindan a uno, bueno, sólo los jalabolas de primer año porque esa es otra vaina, la carajita sólo sirve para enamorar tripones.

Tukkys y tripones.

Volví a mirar a las bichas bailando y en eso a Teresa la ponen en el frente.

La niña empezó a bailar en el círculo una coreografía toda trifasica que estuvo practicando en la casa hasta en la madrugada.

-Y dime, panita -le hablé a Jeison- ¿Tú qué opinas de la del medio? Esa de pelo negro con las colas azules. La de ojitos azules.

Él miró hacia el medio, buscando a Teresa.

-¿Ésa? -El bicho se empezó a reír y yo levanté una ceja- no tiene carne ni para una empanada, anda toda llevada por la vida, ¿Qué no ves?

Abrí la boca indignada.

-¿Sabes algo mmaguevo? -Le empujé el hombro casi haciendo que se cayera- esa carajita que ves ahí es mi hermana y tiene más cuerpo que las otras carajitas que te has tirado, raquítico e' mierda. Ya quisieras vos que Teresa te parara bolas, iluso.

Su carita de risa me daba aún más arrechera.

Pero más arrechera me daba que Teresa estuviese empepada con una plasta de mierda como ésta.

-Mami, pero no te me alteres, lo decía jugando.

-Jugando el coño e' tu madre -le tiré la Malta- es más, me das la mierda esa que te pasé -le saqué la carta de las manos a los coñazos esbaratandola en el proceso y me di vuelta para irme.

-¿No te vas a terminar de comer la empanada que te brinde?

Me giré.

-¡Toma tu mierda! -Se la tiré en la cara ensuciandolo— Chavista.

El carajo me miró indignado porque tuve las santas bolas de hacer lo que hice. Trató de limpiarse como pudo al ver que algunos se le quedaban mirando.

-¡Alicia! -Me regañó Teresa cuando llegó hacia acá- ¿Qué mierda te pasa? ¿Porqué me maltratas al muchacho?

-¡Él se lo buscó!

-¿Qué te dijo para que te arrecharas así, pues? Porque vos sos puro amor y paz.

Y no era mentira, la de la violencia era ella.

Me crucé de brazos aún con arrechera.

-Kike no tenías carne ni para una empanada y que estabas toda llevada por la vida. ¿Has visto?

Los ojos de Teresa se abrieron de par en par.

-¿Cómo es la verga? -Chilló y me quitó del camino para encarar a Jeison que ya se había limpiado la camisa- ¿Te digo algo, penta mmaguevo? Aquí el que no tiene carne ni para una empanada eres tú, que hasta el webo lo debes tener chiquito.

Y le metió su coñazo pero lo que no esperábamos era que el gafo se echara para atrás, se tropezara con una piedra y se metiera sendo coñazo en la cabeza con la barra de la cantina.

That's My Girl, nojoda.

Varios que miraban la vaina soltaron un "¡A la veeeerga!"  Otros simplemente no les sorprendió la reacción de mi hermana, pues como ya les dije, de las hermanas Peñalver, ella era la de los coñazos.

En fín, nosotras muy orgullosas de la vaina, los tipos muy empepados por ella que hasta le silbaban... todo chévere.

Hasta que notamos una vaina.

El Jeison no despertaba.

Le miré la cara a Teresa, ella me miró.

-Marica, creo que lo matamos...

F L A S H B A C K  E N D

-Bien, ¡Mirale el lado bueno! -hablé luego de unos minutos- creo que así con éste pequeño accidente puede empezar nuestra carrera de EDT.

Ella frunció el ceño.

-¿EDT?

-Exterminadoras de Tukkys.

-¿Tú eres marica o te la das? Esto es serio.

Que falta de respeto, vale.

-Bien, bien -dije poniéndome seria- yo opino que busquemos alcohol y se lo pongamos en la nariz.

Verga, premio Nóbel en medicina, ya te veo venir.

-¡Al fin una buena idea! -alzó los brazos.

Las dos dejamos al Jeison tirado en medio del patio y fuimos escondidas a coordinación por un poco de alcohol. Aprovechamos que todo el consejo directivo estaba en la cancha mirando el evento ese y nos robamos esa mierda sin problemas del botiquín de primeros auxilios.

Verga, me sorprende que no esté vacío.

Teresa lo tomó en sus manos y nos regresamos para donde estaba tirado el Jeison pero la caraja se resbaló y dejó caer el alcohol, esa mierda se destapó y se botó por todo el piso.

Nojodaaaa, ella como siempre de boca abierta.

Qué raro que no la había cagado.

-Ajá, ¿Ahora qué hacemos cabeza e' webo? Esto es tu culpa.

Teresa se levantó.

-Verga, chama, ¿No ves que me caí? -Se defendió- Mejor andá a pedirle a una de las señoras de la cantina que te preste algo para recoger esto.

No sí, ella fue la que se cayó y manda es a la pajua a buscar la herramienta pa limpiar el delito.

Pero para que vea que una es buena gente fui a la cantina a pedirle algo a una de las señoras.

-Buenas, disculpe -le dije a una catira que estaba friendo unas empanadas y mi corazón se partió en dos al acordarme que le había tirado media empanada al Jeison- ¿Me puede prestar algo para limpiar una reguera de agua que hicimos accidentalmente?

-Si hija, con gusto -claro, como le ahorramos el trabajo- allá está el coleto.

Señaló la pared y yo fui a agarrar el coleto.

-Gracias.

Sin decir más salí de la cantina hacia donde estaba Teresa y ella le estaba haciendo abanico con una libreta a Jeison en la cara.

Limpié la reguera de alcohol con el coleto y luego le pegué el coleto en la cara al Jeison. Teresa me miró impresionada.

-Chama, ¿Te la diste de loca?

-Desmayado o no es una bruja el mmaguevo éste.

Le seguí coleteando la cara hasta que el chamo empezó a reaccionar.

-¿Ah? ¿Qué...? ¿Qué pasó aquí, pues? -miró para arriba medio reaccionando- ¿Y ustedes quienes son?

Miré a Teresa.

-Pana, ¿Es que no te acuerdas del coñazo que te metim...? -Le pegué en el brazo con el palo del coleto.

-Ah, no que va, marico, somos unas chamitas que estábamos caminando por ahí y te conseguimos desmayado.

-¿En serio? -Le Pelé los ojos a la queda' esa- ¡Ah! Verdad, verdad.

Boca abierta.

-Verga, entonces creo que me pasé con la mari... la María -se rascó la cabeza pa disimular la vaina- gracias mamix. Me llamo Jeison.

--Más fino  vale, díselo a alguien que le interese -Respondió mi hermana.

Cause baby now we got bad blood'88

El Jeison la miró raro, yo simplemente me despedí con la mano y las dos nos fuimos de ahí rapidito.

(...)

Llegamos a la casa cagadas de la risa por lo que había pasado con el Jeison pero nos quedamos calladas al ver el coñazo de gente que había ahí.

Que arrechera que en mi casa sea el punto de llegada de las cajitas del CLAP. Pura gente entrando y entrando a esta vaina con sus patas cochinas ensuciandome el piso que yo barrí y coletié ayer.

Teresa se metió a su cueva mientras yo fui a buscar a mami a la cocina y ahí estaban ella y mi tía Maythe repartiendo las cajas.

A tía le iban a crecer sendos brazos de tantas cajas que levantaba, nawebona, Vin Diesel.

-Wenas... permiso... heredera del rancho pasando -hablé pasando entre toda esa gente hasta llegar hasta mi progenitora y su hermana menor- ción, ama'.

-Lily Dios te bendiga -mi tía fue la que me respondió porque mi mamá estaba con el estrés de anotar los nombres de los residentes que ya habían pasado a buscar las cajas- en el microondas está la comida de tu hermana y la tuya, cuando terminen de comer se bañan y se arreglan.

Frunci el ceño.

-¿Para qué?

-¿Tú y la otra ladilla aquella no cargaban un aplique desde hace un mes con ir al cine a ver el estreno de la película esta...? ¿Cómo era que se llamaba...? -Empezó a chasquear los dedos tratando de que la idea le llegara a la cabeza- Ésa en donde sale el carajito ese que te gusta a vos, el mariquito de los lobos.

Mariquito de los lobos.

¡Chama, Dylan O'Brien!

Al escucharla, fue entonces me acordé del estreno.

-¡Mielda, hoy es el estreno de Maze Runner! -pegué ese grito.

-Esa misma verga -dijo rápidamente- ahora anda a comer carajita porque sino no van pa' ningún lado.

Asenti y Piqué caucho para el cuarto después que busqué la comida. Chama, ¿Cómo fue que se me olvidó esa vaina si estuve como por una semana sin poder dormir porque el día del estreno se estaba acercando?

Agárrame, Diosito, porque allá te voy.