No Lo Vi Venir
Dylan
Estacione el auto frente al Jefferson Middle School, las farolas iluminaban el camino y había un arco de globos de colores metálicos decorando la entrada. Le di una mirada a Harry, sus dedos tamborileaban sobre el lindo vestido verde menta que traía y su labio inferior estaba ligeramente amordazado entre sus dientes.
Se veía adorable nerviosa
—Oye, todo saldrá bien ¿Okay?
Sus ojos mieles me miraron.
—Pero... ¿Y si no? Dyl, soy un desastre, no tardaré mucho para hacer el ridículo.
—¡Oh vamos! Sé más optimista, princesita —acaricie su mejilla— te prometo que todo saldrá bien, lo hará, ahora dame una sonrisa —desvió su mirada— Harry, estás preciosa, ¿Okay? Cualquier chico allá dentro morirá por bailar contigo, nena.
Sonrió ligeramente sonrojada.
Después sus ojos me miraron fijamente.
—Te amo, Dylan.
Sonreí tiernamente, ella era la más apegada a mí de mis primas, me adoraba.
—También te amo, cosita, ahora... —bajé del BMW y lo rodee rápidamente para abrir su puerta, le ofrecí mi mano— hagámoslo.
—¿Seguro que no te molesta hacerlo?
Le ofrecí mi brazo para que lo tomara y empezar a caminar hasta la entrada.
—Aunque en ciertas ocasiones es malo. De vez en cuando hay que aprovecharse de la fama —bromee y la hice detenerse en la entrada donde estaban sacando las primeras fotos— Sonríe Harry, sonríe. Alguien podría enamorarse de tu sonrisa.
—Si tan sólo tú fueses ese alguien...
La miré.
—¿Has dicho algo, nena? —la verdad me había distraído un poco con las luces.
Ella sonrió ampliamente.
—No, para nada.
Tiró de mi para seguir avanzando. La secundaria no era tan grande como la preparatoria Palidades, aunque esa tenía piscina y un campo de Lacrosse y de Fútbol americano así que seguramente eso tendría algo que ver. Los pasillos estaban decorados con cintas y los mismos globos metálicos, habían algunos adultos (seguramente chaperones) monitoreando. Harry le extendió nuestros pases a la chica que estaba supervisando en la puerta del gimnasio. Una de las canciones de All Time Low estaba sonando, si mi memoria no fallaba juraria que era Backseat Serenade, el lugar estaba lleno y la mayoría de las mesas desocupadas. Habían chicas menores bailando con sus parejas y otras en la mesa de dulces.
Noté que varias nos estaban mirando sin disimularlo así que me acerqué a Harry.
—¿Amigas tuyas?
Ella rápidamente siguió mi mirada y en seguida reconoció a la chica, la otra le sonrió ampliamente.
—Es Wendy Price, la chica de la que te hablé —dijo un poco fuerte ya que la música no colaboraba— la que me topé en Macy's
—¿Esa es la mocosa descarada que te hizo sentir menos?
—Eh... si, se podría decir que sí.
Volvi a mirarla y noté que la rubia me había hecho un guiño, desvie la mirada.
—Ignorala, vinimos a divertirnos, no a pasar arruechera.
Ella frunció el ceño.
—¿A qué...?
—Arruechera —repeti— es una palabra que Alicia y su familia utilizan para dar a saber que algo les molesta.
Ella puso los ojos en blanco pero aún asi no dijo nada.
Tiró nuevamente de mi brazo para que fueramos a hablar con alguna de sus amigas.
Al parecer la noche había empezado bien
(…)
—Oh Dios, realmente no puedo creer que te conozco, es decir ¡Eres tan lindo! Tengo un crush contigo desde que sacaste la segunda temporada en Teen Wolf, luego sacaste esa película con tu ex, es una perra por cierto —siguió y siguió hablando la amiga de Harry— amo tus labios, tu sonrisa ¡Todo de ti! ¿Sabes? Quedaríamos perfectos como pareja, bueno, yo tengo catorce y tu dieciocho ¡Pero qué importa! Para el amor no hay edad —sonreí tratando de que no se notara lo incómodo que estaba— sólo son cuatro años de diferencia que no importaran cuando tú tengas treinta y cuatro y yo treinta porque seremos perfectos como esposos, me gusta el nombre Tobias, ¿No tienes un perrito que se llama Tobías? ¡Yo amo los perritos! Aunque mamá dice que soy alérgica pero eso seguramente es falso, tan falso como tu relación con esa chica latina, ¿Alicia dices que se llama? No me agrada, me da menos posibilidades de estar contigo, además...
—¡Heather ya cállate! —chilló Paris, su hermana— ¿No ves que estás incomodando al primo de Dylan?
Traté de aflojarme ligeramente la corbata, sentía que me estaba ahogando, eso y la chica que no había parado de hablar desde que mi culo tocó la silla.
—Descuida —le dije a París— es adorable hablar un rato con mis fans.
Aunque ella debería bajarle mil a la emoción
Harry había estado un buen rato hablando con Megan, su mejor amiga que apenas había notado que estaba aquí, estaba aburrido e incómodo gracias a todas las miradas de las niñas a mi al rededor, no podía negarlo pero no podía irme hasta que ella quisiera irse, era su baile de bienvenida.
Al parecer mis súplicas fueron escuchadas porque una llamada de Alicia apareció en la pantalla de mi móvil.
Beauty💕
Aceptar | Rechazar
—Disculpenme un segundo —les pedí a las chicas tratando de hacerme espacio para pasar entre ellas y contestar la llamada en privado.
—¡Hola bombón! —la voz de la chica más preciosa de todo este jodido mundo se escuchó del otro lado de la línea.
—Hola Bonita, ¿Todo bien?
—Sisa marico, sólo llamaba para saber de ti y de la moco... de Harry, ¿Cómo la estás pasando?
—Pues, es divertido... —divague mientras entraba a uno de los baños— buena música y buena decoración...
—¿Pero?
Reí, amaba que me conociera tan bien.
—Estoy un poco aburrido.
—¿Porqué, pues?
—Porque de todas esas miradas de chicas, la única que quisiera que me estuviese desnudando con ella está hablando conmigo por teléfono.
Hubo un minuto de silencio.
—Coño marico pero tú nojombre, vale —dijo— vamos a tener que empezar a escribir esas labias tuyas en un manual y con la plata que se gane pagariamos la Universidad de los cuatrillizos.
Me eché a reir.
—¿Qué has hecho en todo este rato? ¿Ya has cenado?
—Si vale, tu mami aka mi bella suegra me hizo unos tequeños criminales con salsa, amo a esa mujer.
—Bien, ¿Al menos me han guardado algo?
—Si bebé, yo te guardé unos ahí.
—Excelente, y más te valía ya que de todo los snacks que han repartido, te he guardado varios.
Teresa me ha enseñado eso
—Te amo, Dylan O'Brien, que molleja —sonrei para mi mismo— bueno, ajá, de paso nos pusimos a ver un maratón de Two And A Half Men y después Julia y yo acompañamos a tu papá a hacer las compras, marico, varias carajitas se me pegaron atrás por autógrafos. La corrida que echamos los tres no fue normal oyó.
—Bienvenida al mundo de la fama, Bonita.
—Verga, es que si yo la hubiese pensado sería Hannah Montana 3.0 y no hubiese tanto Bululú
Frunci el ceño.
—¿Hannah 3.0? ¿Acaso hay otra?
—Obvio papi, ¿Acaso no conoces a la Sia? Esa chama tan fancy y tan equis que es a la vez, porque ni aún teniendo peluca se deja ver la cara.
Vaya, aquello no se habia pasado por mi mente hasta ahora, Alicia a veces decía cosas que me dejaban pensando bastante, y vaya que esta era una de ellas.
—Ahora que lo pienso, tienes razón —concorde pero luego noté que nos habíamos desviado del tema— Bonita, recuerda que luego de que Harry y yo regresemos a casa de mis padres tú y yo iremos a casa.
—Ajá pero ¿Y los bolsos?
—Los he dejado cuando he ido a buscar mi traje, no te preocupes preciosa —dije— si te duermes antes de que llegue simplemente te cargaré hasta el auto, sabes que éso no es problema.
—Verga, Clark Kent te dicen, vale —reí— bueno Beast, te dejo para que sigas de arrocero, sólo no dejes que te agarren el culo porque me va a tocar ir a repartir coñazo ¿Okay?
Sonreí ligeramente.
—Okay.
—Y... ¿Dylan...?
—¿Si, Lily...?
—Te amo.... Te amo horriblemente.
—Te amo muchísimo más, princesa.
(…)
Suspire pesadamente y levanté la vista del móvil, me había estado leyendo el libro que Alicia había descargado en mi teléfono para distraerse si el suyo se descargaba, Beautiful Disaster, no voy a mentir, Travis y Abby me habían recordado mucho a Tessa y a Tommy con esa estúpida ruptura, es decir, ¡Diablos! Sabía que Thoms no era capaz de traicionar a Tess y mucho menos con Kaya, porque ¡Por favor! Era Kaya, ella jamás haría algo parecido siquiera y además estaba comprometida, lo suyo con Thoms había terminado hace muchísimo tiempo pero Tessa no escuchaba razones, diría que mi mejor amiga era Terca con todas las palabras mayúsculas pero no podía mentirles, mi novia era muchísimo peor que ella. Vi que Harry estaba en su móvil y de vez en cuando miraba hacia la pista observando bailar a sus amigas, junto a los otros chicos que habían estado con nosotros en la mesa, había estado un buen rato asi, por lo que no me aguanté, me levanté y tomé su mano.
—¿Quieres que te preste mi móvil? —me preguntó, negué— ah, ¿Mi cargador?
Rodé los ojos y la levanté de su silla.
—Tú y yo vamos a bailar —ella empezó a balbucear pero la interrumpi poniendo un dedo sobre sus labios— ah ah, no voy a tomar un No por respuesta.
Y sin esperar su consentimiento, la arrastre a la pista de baile.
—Dyl, no creo que sea lo más...
—Harry, es un baile, sólo un baile —tomé sus dos manos pero su mirada se desvió, estaba insegura— ¿Qué? ¿Qué ocurre?
—Yo... no sé hacerlo...
Escuché las melodías de la guitarra de Ed resonar por los altoparlantes, conocía esa canción, One.
—¿Me estás diciendo, Dylan Harriet O'Brien que has hecho un lío por un baile de bienvenida y ni siquiera sabes bailar?
Ella se encogió tímidamente de hombros, negué divertido y, aún sosteniendo sus manos, las pasé por detrás de mi cuello indicandole que lo rodeara.
—Tú definitivamente eres una O'Brien —reí— tenemos una memoria del asco —posé mis manos en su cintura y me incline un tanto ya que era demasiado alto para ella, antes de acercarla a mí— descuida, te enseñaré.
—Pero.... —sus mejillas se sonrojaron.
Negué para mí mismo.
—Sh... —la callé— Sólo cállate y sigueme, no es tan dificil.
Y así lo hizo. Sus pasos inseguros trataron de seguir los mios en una danza lenta junto a todos los demás. No entendía porqué nunca podía manerme por mucho tiempo la mirada, ¿Tan feo era? Porque pareciera que no quisiese mirarme y si lo hacía la vergüenza la invadía haciéndolo visible en sus mejillas, mi prima era tan adorable, sobretodo los lunares esparcidos por su rostro, los lunares O'Brien, si, Lily tenía razón, los lunares de mi familia eran muy bonitos, ojalá nuestros hijos los heredaran aunque con o sin ellos preferiria que fueran idénticos a Alicia, ella era la chica más preciosa del mundo, es obvio que nuestros hijos serían los niños más preciosos del mundo. Nos balanceabamos de un lado a otro, de vez en cuando obteniendo algunas pisadas de su parte, tuve que intentar reprimir los quejidos, no quería que se arrepintiera haber aceptado bailar conmigo, esa niña necesitaba divertirse de vez en cuando.
—Lo estas haciendo bien —le dije al oído.
—No mientas, te he pisado un montón de veces.
Reí ligeramente.
—La práctica hace al maestro, Harry. Yo tampoco soy buen bailarín pero, como puedes observar, aquí estoy.
Sonrió tiernamente y recostó su cabeza contra mi pecho. Seguimos bailando y bailando hasta que ella por fin pudo soltarse como debía, al parecer lo estaba disfrutando bastante y me alegraba, después de todo era por eso que me había ofrecido a traerla. La canción terminó y su miraba se elevó, chocando con mis ojos por primera vez, los suyos tenían un brillo muy bonito, me hacía recordar a los de Alicia cada vez que me miraba por su color, pero había una diferencia: Alicia era mi novia, (bueno, luego del viaje a México en teoría era mi prometida pero no entremos en detalles) y Harriet era mi prima con quien tuve diversas tardes jugando de pequeño.
Por alguna razón mi mirada se desvió y desde ese ángulo pude ver a la chica de antes, ella ya estaba mirándome y al ver que lo había notado, me sonrió.
—¿Qué? —Preguntó Harry.
—Eh... yo...
Volví a mirarla, ella y su grupo de amigas se estaban acercando a nosotros. Harry se dio vuelta y comprendió lo que sucedía porque en seguida se tensó.
—Dylan O'Brien —dijo la chica por fin, mirando a mi prima— veo que has decidido venir después de... todo.
—Pues, si, ¿Algún problema?
La chica me miró, sus ojos vagaron por todo mi cuerpo y si no creyera que fuera una idea totalmente descabellada parecería que la chica estaba desvistiendome con la mirada.
—Pensé que venías con Louis Wilson, ¿Te ha dejado plantada?
Harry escondió sus puños apretados tras su espalda.
—No, lo he plantado yo.
—¿Segura? —las chicas se vieron entre si— no pareces convencida.
—Pues es cierto.
Las chicas rieron. Otra de ellas habló.
—Oye Wendy, ¿No es ése, Louis que está allá en la mesa junto al ponche con Chad y Ryan?
La chica señaló hacia la mesa que estaba un poco apartada de nosotros, nos volteamos y pudimos ver al chico rizado de ojos azules reír mientras charlaba con sus dos amigos. Frunci el ceño y miré a Harry quien estaba de igual manera que yo.
—Si, Mi cita —le respondió la rubia.
Esperen...
El mocoso si la había dejado plantada pero no por el funeral de su abuela, la había plantado para salir con otra chica.
Ese patán iba a verselas luego conmigo.
Harry miró al chico y para mala suerte (o quizás haya sido el karma, tal vez) el muchacho volteó y la vio, su rostro abandonó la expresión simpática y quedó tan blanco como un papel.
Observé a Harry, su labio inferior estaba amordazado entre sus dientes y sus ojos se aguaron. Podía animarla, pero jamás podría reparar un corazón roto.
—Hazz... —murmure intentando tomar su hombro pero ella se alejó inmediatamente dando un par de pasos lejos de mí, de mi y de todas esas ridículas chicas que se estaban riendo.
Harry echó a correr fuera del gimnasio.
Me giré enfadado hacia las niñas esas y me incline un poco hacia la rubia.
—¿Wendy, verdad?
Ella abrió la boca sorprendida
—¿Sa... sabes mi nombre?
Sonreí falsamente.
—Por supuesto, reconocería a la chica más bonita de Jefferson Middle School donde fuera —cielos, espero que el sarcasmo no se note tanto— ¿Alguna vez has pensado en ser reina del baile?
—¿Bromeas verdad? —me contestó una de las chicas junto a ella.
—Si, Wendy y Ryan ganan todos los años, no te sorprendas si vuelven a hacerlo, ellos nacieron para esto —presumió otra.
—Aunque... ¿Quién sabe? —ella dio un par de pasos hacia mí tomando mi corbata suavemente— quizás pueda haber un cambio de rey esta vez...
Sonreí falsamente una vez más.
—Tienes razón —le respondí— ahora si me disculpas debo ir al baño, no tardaré.
—¡No te tardes demasiado! —me tomó de un brazo— estás de suerte, porque puedo dejar que bailes conmigo.
¿Suerte? ¡Pff! Suerte seria bailar con Alicia, no contigo.
—Okay. —me aleje del grupito.
Sabía que debía buscar a Harry pero no podía irme y dejar que esa mocosa hiciera de las suyas así que caminé hasta el escenario y vi a un chico del Comité del baile con una enorme caja de votos, seguramente los del rey y la reina asi que no dudé en hacer lo que iba a hacer
—Oye amigo —lo llamé con un ademán.
—¿Si?
Saqué un billete de cien dólares y se lo extendí.
—Son tuyos sólo si cambias esos resultados por cualquiera del listado de nominación que no sean Wendy y... eh... ¿Ryan? —traté de recordar el nombre del chico— ¡Si! Ryan.
El chico me miró no muy convencido de hacerlo.
—No lo sé, viejo —hizo una mueca— podría meterme en problemas...
Bufe y saqué otro par de billetes.
—Está bien, está bien —dije entre dientes— aquí hay doscientos dólares más, sólo has lo que te estoy pidiendo de una vez por todas.
El chico me arrancó los billetes.
—Trato
Sonreí para mi mismo. Lo siento Wendy Price, éste año el reinado va para otra persona.
(…)
Había buscado a esa niña, literal, en todos los rincones del Instituto y nada que la conseguía, estaba empezando a cansarme.
No podia negarlo, esta vez Liliana podría serme mucho de ayuda como la última vez en México.
Salí al patio trasero del lugar. Los jardines estaban con luces decorando los arbustos y algunas lámparas de papel mache colgaban de las ramas de los árboles dándole un tono más tenue al sitio, era muy hermoso.
Fue entonces cuando la vi, estaba apoyada del tronco de un árbol y con los dedos de sus pies acariciando el húmedo césped del jardin verdoso. Sus sollozos eran pequeños o... más bien reprimidos por una de sus manos.
Pobre de mi niña.
Me acerqué hasta donde estaba y ocupe asiento junto a ella, recargando mi espalda en el tronco del árbol. Dejé salir un suspiro.
—¿Sabes? —dije— Zac Efron una vez dijo, Los adolescentes ven sus problemas como si fueran el fin del mundo, pero... ¿Qué crees? No lo son.
—¿En serio vas a darme una de las citas de 17 Again?
—Oye, sabes que no soy bueno para las palabras Hazz, sólo me gusta ser honesto y sacar mi opinión.
Ella suspiró
—Al menos tú si sabes el significado de esa palabra... —bajó la mirada.
—Harry, escuchame —hablé— eres una gran chica, eres preciosa, única, y si Louis no puede verlo... —la miré— pues entonces no te merece.
—Gracias... pero...
—¿Pero?
Entonces sus ojos me mantuvieron la mirada.
—Pero no estoy llorando por eso, Dyl, desde un principio nada había sido por eso, por Louis, por haberme dejado plantada, por Wendy o siquiera lo que acaba de suceder.
Frunci el ceño.
—No entiendo...
—¡Exacto! No lo entiendes, no lo entiendes porque nunca quise que se supiera —pasó las manos por su cara. Suspiró— él es tan... él es tan adorable, tan atento, todo un caballero y se podría decir que por unos años fuimos mejores amigos... Dyl, estoy enamorada, estoy tan enamorada y quisiera con todas mis fuerzas detener esto que oprime mi pecho.
—Espera... ¿Qué? —okay, aquello en definitiva no era mala noticia, pero aún asi no entendía el porqué de su comportamiento— ¿Entonces qué te lo impide? Dicelo, estoy seguro de que él siente lo mismo por ti.
Ella rio irónicamente.
—Por mi no... pero si por su novia —dijo— desde que su novia llegó no ha sido más que una molesta piedra en el zapato, no me agrada, jamás me agradara. Piensa que con caerles bien a todos, incluso a su mejor amigo puede agradarme... pero la verdad es que la odio.
—Harriet...
—La odio, Dylan —su voz se quebró, el enojo estaba hablando por ella— por su culpa él ya no es igual de atento conmigo como lo era antes, me dejó, me dejó por ella.
—Cariño... sólo debes hablar con él, yo podría... yo podría ayudarte —necesitaba ayudarla, en verdad, odiaba verla llorar por un chico.
Ella negó
—¿Aún no lo entiendes verdad?
—¿Entender qué?
Ella suspiró
—Dylan... Te amo.
Aquellas palabras me causaron la misma ternura de siempre, aún en este estado no podía dejar de quererme
—También te amo, nena pero aún no entiendo en qué viene eso al caso.
Ella suspiró irritadamente al volverme a ver fruncir el ceño.
Entonces Harry hizo algo que, literalmente me había dejado estático.
Mi prima de quince años, a quien había visto crecer conmigo...
Ella me estaba besando.
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Dejo esta vaina por aquí y me piro lentamente :)
¡Besos! La yocsy se despide jejeejejej
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