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Mistletoe

Girl Next Door —Copperpot

Alicia

—Tere... —toqué la puerta tres veces y asomé mi cabeza por la rendija— Chama te hice un arroz con leche para quitarte esa caliweba.

Ella apartó la mirada del televisor sólo para verme. Se la había pasado todo el día así envuelta en el edredón mirando películas en TBS y no había querido hacer un coño.

Aunque hoy tocaba lavar y pasar coleto, espero que haya sido por la arrechera que cargaba y no por ladilla porque tuve yo que hacer todo.

—No quiero mrc... —se volvió a tapar.

Bufe y de igual manera pasé. Dejé la taza en la mesa de noche y me acosté con ella a ver películas un rato, había terminado de ver La Familia Del Futuro.

Verga menor, ¿Soy la única que piensa que el carajito ese del futuro parece a Zayn en comiquita?

Teresa agarró el control y lo cambió a Fox.

—Al fin algo bueno que ver —dijo. Estaban dando Nanny McPhee y esa vaina estaba empezando— me la pasé viendo comiquitas todo el día.

—¿Esa es donde aparece Assa Butterfield?

Espero que sea esa chama, porque ¿Adivinen quién salió en Nanny McPhee cuando era carajito?

—No sé chama, llevo tiempo sin verla así que no me acuerdo.

Y ojalá no te acuerdes.

Estuvimos un rato mirando esa película y sin señales del carajo. Verga, esos carajitos joden más la pita que los primos mios de Caracas. Me quedé loca en la parte de la cocina, yo hago esa reguera sólo para echar vaina y mami nos agarra a ramasos.

Estaba todo fine, incluso habían partes que pasaban al carajito pero casi no se le veía la cara como tal así que Teresa no lo reconocía de unas. Claro, hasta la parte de que toditos se enteraron de que iban a tener una niñera, porque le grabaron la cara de impresión y ahí Teresa sí se dio cuenta.

—¡Marica, es Thomas! —señaló al televisor.

Estaba por decir la primera estupidez que viniera a mi mente cuando tres toques a la puerta, que había dejado abierta, me interrumpieron.

—Qué casualidad. Fue algo similar a lo que dije cuando esto cayó por mi balcón —había dicho el Jorjius quien traía por los hombros a Thomas— les juro que pensé que era un malandro.

Éste sonrió nerviosamente e hizo un pequeño ademán con los dedos en señal de saludo.

—Verga chico, es que usted es más fuerte que la zarna —dijo Teresa y después se hizo la loca.

—No si —dije— ¿En serio entraste por el balcón?

Él se encogió de hombros.

—Dylan de niño fue boyscout y acampa de vez en cuando en las afueras. Siempre me lleva con él, algo tenía que aprender.

Es que no me sorprende que Dylan tenga que ver sh.

—Fui a buscar mi teléfono a la habitación y él cayó por el balcón, chama si no era un malandro era Slenderman porque el carajito es hasta más alto que yo.

—Seh, suerte que grité que era yo o justo ahora estaría en urgencias por una contusión cerebral hecha por un bate.

Miré mal al Jorjius.

—Verga chico, ¿Tas viendo? De verga no matas al muchacho.

Él se encogió de hombros en señal de inocencia.

—Bueno, equis puej —rodó los ojos— de camino les venía a preguntar que si iban a ir siempre a la cena esa, porque como no veo que se están arreglando.

Teresa y yo nos miramos las caras.

—¡Marica, la cena de Patrick! —gritó.

Salimos volas' de la cama y una fue a buscar las bolsas con las compras y la otra el bolso de maquillaje que compartíamos. Aquella salió mandá a mi baño así que no me quedó de otra que irme a su cuarto con mis peroles.

Miré las pintas de Thomas: pantalón negro, zapatos negros una camisa blanca arremangada y un saco a medida arremangado con la camisa. Sus pintas son tipo Harry Styles por 2011 o 2012, ya saben, antes de que le picara el culo.

Sonreí.

Pero ya va a ver la Teresa, para que sea seria.

—Pana, a Teresa y a mi nos invitaron a una fiesta fancy —le dije— y cada quien tiene un pase. Anda con ella ¿Si va? Así tienen chance de hablar.

Thomas sonrió.

—Claro, espero que a ella no le moleste.

Es que no se va a molestar, se va es a arrechar.

(...)

Me había bañado, maquillado y alborotado, tu sabes chama, toda fancy y arrecha, la tocaya de la Divaza. Yo me arreglo siempre rápido, la que siempre se da su bomba es Teresa aunque la mardita dice que soy yo.

Además la mayor parte del tiempo me la pasé modelando frente al espejo.

Es que, chama, no supero que este vestido no me haga notar mi escasez de tetas.

—¡Lily! —gritó mi tio— ¡Baja un momentico porfa!

Csm, que ladilla vale.

Salí de la habitación lista y con mi bolso de mano, sólo me faltaba era esperar a Teresa alla abajo así que no pierdo viaje. Bajé y empecé a buscar al ladilla aquel.

Pana, es que aún no me hallo en tanto espacio.

—¡Jorjius! —llamé.

—¡En la cocina! —le escuché decir.

Levanté un poco el vestido para no tropezar con él y caminé hasta la cocina haciendo resonar los tacones en la cerámica.

—¿Qlq baby?

Él sonrió inocentemente y levantó las bolsas de la basura con ambas manos.

Suspire pesadamente

—No si, ahora si es verdad —gruñi saliendo de la casa con las bolsas— si los pajuos del salón me vieran dirían «Pa botar la basura es pa lo único que sales farandulera chimba» que arrecho menor.

Levanté la tapa del pote de basura que estaba en la acera, de esos que salen en las comiquitas, y tiré las dos bolsas.

—Es que esto tenía que haberlo hecho Teresa coño —me seguí quejando— Yo al menos no me estoy quejando ni sufriendo por un cuadre que ni llegaba a cuadre... Aunque —miré al horizonte como si es que haciendo esa mariquera me iba a responder el hombre invisible— Dylan y yo sí tuvimos una cita, ¿A eso los gringos lo consideran cuadrar? Ay no sé chama, esta gente es burde' complicada.

Al regresarme, luego de preguntarme mil veces del porqué yo era tan marica y awebonia en la vida, mi boca casi cayó al suelo al ver a aquella persona parada en la puerta y mirando hacia mi dirección con una pequeña sonrisa que dejaba a la vista sus hermosos hoyuelos.

—Adivina quién regresó de New York.

(...)

Teresa.

—¿Seguirás fingiendo que no estoy aquí? —le escuché decir, más yo sin embargo continué maquillandome— Ha pasado ya más de media hora

Pana, es que todavía pienso en la vaina y me da arrechera, dirán que yo soy muy chancera y tal pero es porque yo siempre me cuido mis mandados, pero no hay nada que me de más arrechera que me estén soplando el bistec.

Le escuché suspirar y lo miré desde el espejo. Estaba sentado en la cama de mi hermana con los codos apoyados sobre las rodillas y sólo una mano sostenía su cabeza, estaba frustrado y un poco arrecho.

¿Es muy rata decir que me encanta cuando se pone así?

—Okay, basta —se levantó, caminó hacia mí y de un tirón me levantó, me quitó la brocha del rubor y la dejó sobre la mesita

—Hey, un momentico ahí —lo regañe— te me calmas, chamo. Qué verga es.

—Tú y yo vamos a hablar como las personas adultas que somos, sin niñerias Tessa —gruñó. Rodé los ojos y libere mi brazo de su mano— hablo en serio

—No estoy actuando como una niña, Thomas.

—¡Claro que lo haces! —contradijo— llevas dos días así y sólo por un maldito encuentro casual entre mi compañera de reparto y yo.

—¿Un maldito encuentro casual? —gruñi— Thomas, esto no va de ese mmaguevo encuentro, va de que me da arrechera los rumores que hay sobre ti y el Tuqueque ese, hasta a Alicia le da arrechera porque también se la pasa para arriba y para abajo con Dylan sólo que esa se hace la loca.

—Pero...

—Shuto, callese y déjeme terminar —lo señalé— todo el tiempo es el mismo peo, incluso antes de conocerte en persona. Dejaba de meterme en Twitter o en Facebook porque siempre habían vainas y nuevas fotos de ti y la chama esa saliendo de no sé donde, o comiendo esto, o haciendo aquello, y no sólo tenía que calarme ese mardito webo pelao, sino también las guarimbas entre los Fandoms —él fruncio el ceño, yo estaba clara que de verga entendía la mitad de lo que yo decía y era mucho pero que se joda averiguando porque estoy liberando mis arrecheras de un año— que si Kaymas, o Dylmas o Newtmas o El weboEnmascaSangster nojoda, me tienen arrecha.

Lo miré. Luego de haber dicho lo que dije y su expresión era de impresión con una pizca de gracia. Tenía ganas de echarle laca en la cara para que sea serio, uno aquí arrecho y él con ganas de reírse, no si.

Me giré y tomé la brocha para seguir maquillandome ya que el carajito no decía un coño en su defensa.

Pero entonces pasó algo que, de no ser por su presencia y porque no quería volver a maquillarme, hubiera gritado, chillado, llorado y maldecido a Chávez porque esto no fuera un sueño.

Thomas me había besado.

Bueno. No había sido un beso así de los arrechisimos que tu sabes, te quedas es loca. Sino que sólo había sido un pico sencillo.

Sencillo o no esa vaina me dejó es loca.

¡NojoDA ACABO DE BESAR A THOMAS SANGSTER!

Y me podrán llamar marica o lo que ustedes quieran pero juro que pensé que iba a sonar una canción en lo que nos besaramos porque duh, es la tierra de los gringos, pero claro, luego recordé que esto no es una película.

Mala mía.

—Escucha... —habló tocando el puente de su nariz— entre Kaya y yo no hay nada más que una relación de trabajo, claro, somos amigos, salimos y bromeamos un poco —rodé los ojos a lo que se apresuró a decir— como Dylan y yo, además de nosotros también sacan todo tipo de rumores, aclaro, ni él ni mucho menos yo estamos en una relación gay ni tenemos alguna desviación sexual así que, no Newtmas y no Dylmas.

—Verga, pero no lo digas asi vale, un tiro duele menos.

Porque admito que si ése no es mi jevo en el futuro prefiero que se vuelva marico y se empate con Dylan.

SorryNotSorry Lily.

Sus manos se colaron entre las mias y entrelazó nuestros dedos, me encantaba la manera en la que sus ojos castaños me miraban. Ese chamo era muy cuchi mrc, no lo supero, osea, ladilla y todo pero muy cuchi.

—¿Estoy perdonado? —murmuró, se acercó lo suficiente como para unir nuestras frentes y que nuestros labios rozaran.

Coñisimo de la madre, ¿Cómo lo mando a comer mierda si me sigue mirando así?

Rodé los ojos.

—Bien... —él sonrió— sólo no me hagas arrechar.

(...)

Alicia

Aún seguía con su sonrisa que tanto adoraba. No sabía cómo sentirme al respecto, de bola que estaba molesta por las fotos de Kaya pero ese en si no era peo mío ni de Dylan, sólo de Thomas y Teresa. Pero eso no me quita de la cabeza que me da arrechera la tuqueque ese disecado con Dylan.

—¿Qué? —preguntó aún con los brazos extendidos— ¿No hay abrazo de bienvenida para mí?

Sonreí ligeramente y caminé hacia él quien no tardó en estrecharme en sus brazos. Olía riquisimo chama, sólo espera a que agarre más confianza y voy a empezar a expropiarle un coñazo de sueteres.

—Hola Dy.

—Estás preciosa —sonrió— ¿Vas a algún lado?

No mrc, me arreglé para venir a botar la basura.

—Patrick nos ha invitado a Teresa y a mí a una cena navideña.

Fruncio el ceño.

—¿Quién es Patrick?

Hice un gesto restandole importancia.

—Es un pana del trabajo —expliqué— ¿Qué tal New York..?

Él aminoro su emoción, hasta podría decir que le dio melancolía pero por lo visto trató de parecer que no tenían tanta importancia.

Pero actor o no, conocía sus expresiones así que mala de él.

—Estuvo... bien. —sonrió ligeramente— mamá estaba emocionada y bueno, pude ver a Julia y papá quiso ir a ver un juego con sus amigos y tomar cerveza así que me llevó, sí... —suspiró— como los viejos tiempos...

Hice una mueca.

—Mala mía preguntar, perdón.

Él hizo un gesto restandole importancia. Lo invité a pasar pero al abrir la puerta el Jorjius casi no se cae de jeta al suelo, al ver que lo estábamos observando se hizo el loco.

Chismoso e' mierda -.-

—Hola chamos —me miró y luego a Dylan— qué pasó pej.

—¿Estabas viendo por la mirilla? —lo fulmine casi afirmando mis palabras.

—¿Yo? pff... Eso sería muy maleducado de mi parte —rodó los ojos— estaba escuchando por la puerta, que es diferente.

No si. La lógica del Jorjius es arrecha, que molleja.

—¿Ya le diste la vaina? —le preguntó a Dylan y éste le peló los ojos para que se callara— ¿Qué? ¿Todavía no?

—¿Qué vaina? —pregunté— ¿Me compraste algo?

Él se encogió de hombros intentando ocultar una sonrisa dándome a entender de que no pensaba decirme.

No sí.

—Bien bien Dylan José, no me digas pues.

—Que ese no es mi nombre.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó el entrepito del Jorjius y Dylan le hizo un ademán para que se acercara y decirle en el oido. No si, ¡A él le dice y a mi no! Son los peores— ¿En serio ese es tu nombre? Asco marico, matate.

Dylan rodó los ojos y luego asintió.

—Pero diganme vale, yo quiero saber.

—No le digas —le dijo Dylan al Jorjius— no parará de molestarme con él.

—Jorjius no seas pajuo, dimeeee —gruñi pero él negó con la cabeza— alv, que pajuos son ustedes, son los peores.

Los tacones de Teresa hicieron resonar la cerámica de las escaleras al igual que la suela de los zapatos de Thomas, por la paz y las risas que se escuchaban, habían resuelto el peo.

Mrc no me pasa, hasta venían agarrados de la mano.

—¿Y tu porqué no te has vestido chico? —le preguntó al Jorjius— se supone que tu ibas con nosotros.

Él negó con una mueca de ladilla.

—Al principio las iba a mandar en un Uber pero como llegaron estos dos le he dicho a Dylan que las zumbe allá —Dylan asintió aunque estaba el 99.9% segura de que no tenía conocimiento sobre esa palabra— yo voy a salir con Olivia en unos minutos.

Teresa rodó los ojos.

—Ahh, la chuama esa amiguita tuya —dijo— verga menor, yo te shippeaba con mi tía Yubi.

—Si mija pero qué se le puede hacer —suspiró el Jorjius— si todavía siguiera con tu tia Yubi, los cachos que yo tendría montados dejarían en ridículo a Maléfica.

Y eso es verdad Chama. Duro, pero es la verdad.

—Mala de ella meterse con mi profe de Historia —negó— ya sabía yo que los puros 20 que sacabamos Alicia y yo aún sin hacer un coño, eran sospechosos.

Rodé los ojos. Miré la hora en el reloj de la pared y pude notar que aún quedaba un poco de tiempo pero igual quería ir.

—Weno sh, nosotros nos vamos —empecé a arrear a los tres que se venían conmigo y le di un beso al Jorjius— ve, si vas a estar cuadrando con la chuama esa dimele que si quiere hablarnos en español que lo haga bien o sino que se calle esa boca porque no la da.

Él dejó escapar una carcajada.

—Avisan si van a llegar tarde, no creo llegar esta noche.

ia ba, ¿Khé? ¿Nos iba a dejar cancha libre hasta tarde?

No si, me encantó mrc. Nosotras para salir nos regresabamos temprano, la Cenicienta es una malandra al lado de nosotras :)

—No si —dijo Teresa— si así es la cosa tu y yo como que vamos a tener que conseguirle un novio a mami.

El Jorjius rodó los ojos y pude ver que sus mejillas estaban tomando color pero intentó disimularlo.

—Olivia no es mi novia.

—Nah, naita —dijo Teresa— sólo amiwitos igual que nosotros, ¿Verdad papi?

Mrc, Thomas se puso fue rojisimo JAJAJAJAJA esta coñoesumadre.

Al salir de casa Thomas la ayudó a montarse sin pisar el vestido en el asiento del copiloto, yo iba a dirigirme al carro cuando esos marditos picaron caucho dejándome con la pierna levantada.

—No si, ingratos.

Escuché cómo Dylan reía a mis espaldas y no tenía que ser un coquito para saber que era él que me iba a llevar a la vaina esa así que empecé a buscar el carro de mi Stiles pero alv sh, ni sus luces.

—Es aquél de allá, bonita —señaló al otro lado de la calle. Mi boca casi cayó al piso al ver semejante carro y una parte de mí pensó en Jackson Whittmore— ¿Qué ocurre?

—¿Dónde está Roscoe?

—Ah... —al reír pude ver como su semblante se relajó— está en el set, hoy me entregaron mi auto del taller.

—¿Entonces conduces un Porsche? —Él asintió— No si, Jackson te dicen.

—Andando.

Su mano se posó en mi espalda descubierta y juro que sentí cómo se me paraban los pelitos con tan sólo sentir su tacto, entonces me pregunté cómo coño Dylan podía causar una vaina en mí que ni Brayan podía hacerlo.

Ah, verdad que yo a Dylan sí le paré bolas y weno, el único sentimiento que Brayan me causaba era ladilla.

(...)

—Pana... —dije mientras miraba por la ventana las luces y adornos arrechisimos de las calles— de que estamos en Beverly Hills, estamos pero por aquí no es la casa de Patrick.

—Lo sé... —el carro cruzó la esquina y entró al subterráneo de un edificio familiar. Dylan apagó el carro y después me ayudó a bajar, de no haber visto esa mierda desierta como la última vez y el ascensor amarillo cadaroso no hubiera caído en cuenta de que estábamos en su edificio— no quiero dejarte aquí sola, acompañame a arriba para cambiarme y luego nos vamos ¿De acuerdo?

—Está bien.

Me guió hacia el ascensor cómo la última vez y estuve a punto de preguntarle quién lo había invitado a la fiesta esta hasta que recordé que el Jorjius le dijo que nos trajera, ese segurito le dio mi otro pase que iba a usar él antes de que yo bajara.

Ese mmaguevo.

Abrió la puerta del apartamento y dejó las llaves en el perchero. Aproveché y me quité un rato los tacones para no cansarme y él desapareció por el pasillo excusándose de que iría a ponerse algo más decente que unos jeans y una camisa de los Mets. Fui a sentarme al mueble ese en donde vimos Maze Runner la otra vez y no pude evitar recordar que la mmagueva de Ava Paige sigue viva, esa mardita, ojalá que le afecte la llamarada pero en las entrañas de la qk.

Observé la decoración y admito que me encantó, o sea, nos la comimos burda con ella, Dylan tenía adornos super fancy que no dudo que se los haya elegido su mamá.

Mi vista estaba fijada en un pedazo de cilantro con unas uvas diminutas que estaba amarrado con una cinta roja cerca de la puerta cuando mi teléfono empezó a sonar con el tono de la llamada de WhatsApp.

Video llamada de LacraQueen👸😎

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Le contesté y en seguida sonreí al ver su madre nariz de tucan.

—¿Aló? ¿Me escuchas, hija? —habló muy fuerte.

—Si chama te escucho, pero no grites —dije— el micrófono del teléfono está es en la parte de abajo, no por la cámara

—Yo sé carajita —respondió.

—Maythe echate para atrás —escuché a mi mamá— seguro la hija mia ya te debe de haber visto el moco que tienes ahí

—No si. Ésta si es pasada —dijo tia Maythe y se alejó un poco de la cámara dejando ver a mi mamá que peló los ojos cuando me vio pero mi tía se le adelantó— mi arma ¿Pa dónde va usted tan arreglada, chica?

—A Teresa y a mí nos invitó un pana a una cena de navidad, o sea, es un beta así tipo fiesta pero primero la cena —expliqué.

—¿Y la carajita no que estaba con el Catire? Alv —dijo mami resignada— ya le montó cacho al carajito. Lo beia benir.

Empecé a reír.

—No vale —dije— es un amigo de las dos del trabajo, Thomas y Dylan también van con nosotras para no ir solas.

—¿Quién es ése?

—Dylan, mi casi cuadre.

—No, tu estás cuadrando con el Brayan —se metió mi tía— ningún Dailand, que de paso ni sé quién es

—Dylan —rodé los ojos— y sí lo conoces, chica.

—Claro que no

—El mariquito de los lobos, tía.

—Ahhh, ya —se acordó— ese carajito es bonito, pero prefiero al Brayan, ése tiene puro power y un puesto de arepas y cocadas en el monumento de la madre.

Coño de la madre.

—Hija pero mandanos una foto para verte o no sé, parate ahí —dijo mi mamá.

Me levanté del mueble y aleje el teléfono un poco pero dijeron que sólo se veía medio cuerpo por lo que empecé a buscar con la mirada un espejo hasta que vi el que estaba al lado del minibar.

Puse la cámara trasera.

—Verga. Admito que estás es bella chica —chilló mi tía— me encantó horrible.

—Claro Maythe, si la carajita es igualita a mi.

—Acha, ¿Que tenes voj? —dijo— no digas esas vainas que me le vas a echar mardiojo a la carajita, ¡Cancelado en el nombre de Jesús!

Mi mamá la fulminó con la mirada.

Empecé a reír.

—¿Y tu hermana, mami? Quiero saludarla.

—Hmmm... Teresa seguramente ya debe de estar en la fiesta —dije— pero yo le digo que te llame.

—¿Y tu dónde estás puej?

—Estoy en el apartamento de Dylan.

—¿Khé? —dijo mi tía— Alicia Michelle, con mucho fundamento por favor, cuidao' con una vaina poray.

Rodé los ojos, mrc, yo sé que es por el bien de uno pero verga, da arrechera que a cada rato o siempre que uno va a salir con un chamo le salgan con el beta del embarazo precoz.

Un dia me voy a venir preñando para que dejen la mmagueva ladilla.

—Yo sé —gruñi— sólo vinimos porque Dylan se va a cambiar, es que hoy fue que regresó de New York porque...

—ia ba, ¡¿Nueva York?! —dijo mami— no sí, ¿Ves? Mientras que a la sobrina tuya le gustan los malandros a la hija mía nunca le falta un cuadre forrado.

No si.

—Verga Paula, ¿Pero qué más quieres pues? Esa carajita por juntarse con ese coñazo de tukkys está más protegida que el mmaguevo de Maduro en Miraflores

Escuché ladridos y pasos por el pasillo, adelante venía Tobías dando saltos y ladrando hacia Dylan para que lo cargara y atrás de él y riendo venía Dylan.

Mrc, eso lo que está es bello chica. Liam Hemsworth who?

El carajito venía con un traje negro, la corbata negra y el cabello hacia un lado muy bien peinado, me recordó a Leonardo DiCaprio en Titanic.

—Chama, ¿Quién se ríe así tan sabroso? —preguntó mi tía— erga Alicia, cierra esa boca que se te puede meter una mosca.

Recuperé la compostura.

—Es... —aclaré mi garganta— es Dylan.

—¡Ay, ponlo para saludarlo! —dijo mi mamá.

Tengo el presentimiento de que esas dos me van a hacer pasar pena, luego recuerdo que no saben ni el Jaguari yu y se me pasa. Le hice una ceña a Dylan para que se acercara y así lo hizo, casi no me caigo de culo en lo que su colonia impregnó nuestro al rededor.

Ese chamo olía riquísimo.

—Hola de nuevo —Dylan les sonrió— Feliz navidad.

—Jai yerno —saludó mi mamá— ¿Cómo estar yu?

A veces me pregunto si Tarzan daba clases de inglés en la época que Tia Maythe y ella estudiaban en el liceo.

Dylan me miró.

—Pregunta que cómo estás.

—Dile que excelente, ¿Cómo está ella?

—Verga, ia ba, no tan rápido chico que se me va a quemar el cpu —le dijo mi mamá.

—Dice que chévere, que cómo están ustedes.

—Ai prifer al Brayan —dijo mi tía.

¿Lo más arrecho?

Dylan la entendió.

—¿Quién es Bryan?

Fulmine a mi tía con la mirada.

—Brayan is the jevo of Alicia.

—¡Deja tu coba chica que para meter cizaña sí eres internacional!

Dylan sin entender un coño sonrió.

Sentí cómo Tobías jugaba a mi al rededor y me causó ternura.

—Bueno, debo colgar —dije— tenemos que irnos al beta ese, yo cuando vea a la Teresa les digo que las llame.

—Dale hija, y que sea rápido porque en ésta vaina no hay luz desde hace tres días y ahí en la vía están haciendo otra tranca —rodó los ojos— adivina quién fue la primera ayer en tirar piedras a los guardias.

Puse los ojos en blanco.

—Verga tia, ¿Hasta cuando tengo que decirte que los locos son los únicos que lanzan piedras?

—No si —se excusó ella— yo le había tirado una piedra a Alfonso porque me mandó a la equis zone por culpa de la Yelixa esa que vende mangos y mamones en el cyber. Y bueno, todos me siguieron la corriente.

Es que esta mujer es el diablo.

Colgué luego de despedirme y Dylan no tardó en preguntar el significado de varias palabras pero tuve que trancarlo.

—Dy, otro día yo misma te hago un diccionario de palabras venezolanas pero... —señalé un reloj imaginario en mi muñeca—... tic tac.

—De acuerdo —se agachó a la altura de Tobías— papi vuelve más tarde, no destroces nada y has Pipi en tu propio inodoro Tobías O'Brien.

No si, yo nunca hacía eso con Firulai, a esa la amarrabamos allá atrás en una mata y borralo.

—¿Propio inodoro?

—Un tazón grande para mascotas —hizo un gesto restandole importancia— fue un regalo de Thomas cuando lo compré, lo adoptamos juntos.

Dylmas...

—Te vez cogible mi vida —le sonreí.

Él rió.

—Bonita, no me hables en español. Sabes que no entiendo muy bien.

Esa era la idea.

—Que te ves muy bien —más que bien— el problema es.... Espera, yo lo arreglo —me acerqué a él y tomé su mejilla con una mano y con la otra alborote ligeramente su cabello dejándolo como siempre— Perfecto. Sé que la pregunta suena ridícula pero entiendeme chamo, desde que nos conocimos no tengo ni el autógrafo tuyo así que estás en la obligación de sacarte una foto conmigo, es más, ni es pregunta: te vas a tomar una foto conmigo.

—Será un placer.

Me saqué un coñazo de Selfies con él, con el perrito, le tomé fotos a él, él a mí con su teléfono y nos compartimos varias por Bluetooth hasta que por la mente nos pasó lo de la fiesta.

Eso y que Teresa nos llamó.

—Verga, ¿Es que acaso ustedes andan tirando o cómo es la vaina, nojoda?

—Coño chica que ya vamos, Dylan se vino a cambiar —me excuse mientras entraba rápidamente al carro y Dylan subía por el otro lado— relaja la qk.

—Verga, muevanlo pues.

—Tu tranquila chica, Dylan vive en Beverly Hills, esa vaina es por aquí mismo.

Colgué y me le quedé mirando la cara a Dylan sin que se diera cuenta. ¿Porqué era tan bello pero tan ladilla en la vida?

Chama, una de las cosas que más me partía de él eran sus lunares y la forma de sus labios, osea, demasiado cuchis.

Me pregunté cómo sería besarlos.

—Una foto dura más, Bonita.

Lo miré con ironía y le mostré mi fondo del patrón de Stilinski 24 y desbloquee el teléfono dejando una foto de Dylan en un fondo oscuro, lo único que contrastaban eran sus ojos.

—¿Decías?

Él dejó salir una carcajada.

—¿Y yo soy el acosador?

—Dy, eres famoso animal —rodé los ojos— además, son unas pocas.

Si, como unas 6000.

El carro se metió por una villa de ricos así toda arrecha y avanzó hasta llegar a un portón con una letra H' en cursiva.

Aún sigo preguntando porque diablos Patrick trabaja teniendo cobre.

—Buenas noches —habló un empleado— invitación por favor.

Busqué en mi bolso la invitación y luego se la pasé, me la selló y luego me la regresó.

Alv, hasta tenían un sello personalizado.

—Feliz navidad de parte de la familia Harries —sendo acento británico, nawebona'— que ambos disfruten la noche.

Dylan agradeció y el carro avanzó detrás de otros más. Al estar frente a la entrada principal, un empleado me abrió la puerta y me ayudó a bajar, Dylan le entregó las llaves y luego él llevó el auto al estacionamiento, porque de paso, tenían estacionamiento.

—Vaya... —había dicho él— muy elegante, me recuerda a la vez que Obama nos invitó a cenar al Cast de Teen Wolf a la Casa Blanca, habían hecho todo este protocolo, fue malditamente agotador.

Coño bien chico, fíjate que yo también ya sabes.

Kzual.

Observé cómo las luces navideñas le daban vida al jardin y no pude recordar la última vez que había visto uno tan hermoso como éste. Gritaba espíritu navideño por todas partes.

—Me gusta.

Avanzamos por el camino de granito de la entrada, al menos no íbamos tan tarde como creíamos porque aún habían carros llegando y estacionando. Dylan ofreció su brazo como todo un caballero y yo lo tomé, al entrar Royal de Lorde se escuchaba por el equipo y los meseros no paraban de ir y venir en sus trajes blancos y con bandejas con copas en ella. Mi instinto buscó a Teresa inmediatamente pero nada chama.

—Hey, ahí está Thomas, vamos con él.

Dylan caminó al frente aún teniendome sosteniendo de su brazo derecho mientras íbamos en dirección al Catire que estaba parado allá sonriendo como pajuo mientras observaba a los demás ir y venir. Al cabo de segundos su vista recayó en nosotros luego de haber visto hacia arriba y los cabellos de la nuca se me erizaron al verlo sonreír de aquella manera tan... ¿Perversa?

—Qué verga es, carajito —le pregunté señalando su expresión.

—Ah... nada —trató de sonar inocente— Dyl, ¿Ya viste lo que hay bajo todas las puertas?

Tanto mi vista como la de Dylan voltearon a ver en busca de lo que el carajito éste decía pero sólo veía la ramita de cilantro con uvas colgando.

Miré a Dylan y pude ver que sus mejillas habían pasado a un color carmesí muy cuchi.

No si, no entendí.

—Admito que no entiendo porque el afán de ustedes los gringos en poner cilantro en la parte superior de la puerta —dije— pero YOLO mrc, cada loco con sus gustos.

Thomas soltó unas cuantas carcajadas ante mis palabras y mi ceño se fruncio más.

No entendi. ¿A éste le pica el culo?

—Eso, Lily... —dijo Thomas— es la oportunidad de Dylan. Ese pequeño tallo lo obligará a hacer algo que lleva días con ganas de hacer pero como es un gallin...

Dylan lo interrumpió dándole un coñazo en el brazo pero esto sólo provocó otra carcajada.

—Cállate Thoms.

—Yo sigo sin entender chamo. ¿Qué verga es el cosito ése?

—Dime una cosa, Alice.

—Una cosa, Tomás.

Rodó los ojos.

—¿Como por cuántos «Cositos» de esos has pasado por debajo y que mi amigo acá estuviera presente? —señaló a Dylan y éste último simplemente acarició sus cientes y se preguntó en voz baja el porqué Thomas se comportaba como un niño de vez en cuando.

Alv, care' tabla

Empecé a rebobinar pero mi memoria deja en ridículo a Dory y de verga me acordé del que vi en el apartamento de Dylan, el de la entrada principal y ése.

—Como tres, no me acuerdo.

Y entonces la sonrisa de Thomas se volvió a enganchar en sus labios pero al parecer ésta iba dirigida a Dylan ya que no dejaba de mirarlo.

Dylmas *0*

—¿Es enserio? ¿Tres, Dy? —Dylan se encogió de hombros intentando no mirarlo a la cara. Thomas negó para sí mismo— es de mala suerte romper la tradición, gallina.

—¿Qué tradición? —Pregunté yo. Thomas miró a Dylan— ¿Dy?

—Responde, amigo.

El castaño soltó un suspiro de resignación.

—Juro que voy a vengarme, Thomas Brodie Sangster —lo miró mal— Ése cosito se llama muerdago, el muerdago es...

Lo interrumpi.

—Ah verdad, con esa vaina se envenena y se puede usar como protección o en tu contra.

Me llaman Deaton, becerras.

—Si, pero sacándole el lado Teen Wolf —hizo un gesto de separación con sus manos— el muerdago tiene su propia historia y eso para nosotros es tradición: cuenta que hace muchos años una princesa pidió a sus guerreros emplear un objeto para matar al mejor de los suyos. Todos vinieron con espadas, hachas, bayonetas y todo tipo de armas pero el guerrero siempre salía victorioso. Hasta que uno de ellos se acercó a él y le ofreció una bebida, el guerrero que la había bebido fue asesinado y la princesa mandó a llamar al responsable y exigió que le dijera qué había utilizado en su contra que los demás habían ignorado y él muchacho le hizo mención del muerdago, entonces la princesa se sorprendió por cómo una pequeña e insignificante planta había matado al mejor de sus guerreros, entonces como en símbolo de respeto y agradecimiento lo besó y desde ése día declaró que con aquél beso, jamás dejaramos pasar por alto al muerdago, lo consideramos un símbolo de paz, pero cuando yo, en particular, ¡Sólo a mi! No cumplo, tengo mala suerte.

Alv, admito que me encantó.

—En pocas palabras, Dylan te debe tres besos o tendrá más mala suerte que Milo Murphy.

ia ba....

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—¡¿KHÉ?!

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