En los días siguientes Jennie se comporta tranquila con Lisa. Muchas veces le ha levantado la voz pero siempre se disculpa después. En la escuela, toman sus desayunos juntas. A veces acompañadas y otras completamente solas. La rubia le mantiene informada con todos los cambios y movimientos que siente del bebé. A Jennie le agrada saber que la omega está feliz con todo esto.

La alfa pica la fruta de su plato, llevándola a su boca. Lisa está frente a ella, comiendo una hamburguesa. Sabe que no es saludable pero tenía antojo de eso. Sus grandes ojos brillan cuando muerde la jugosa carne.

—Dios, está muy buena —limpia las orillas de sus labios con la servilleta que la mayor le ofrece.

—No se me hace saludable —le dice, haciendo una mueca.

—No empieces, Jennie —rueda sus ojos.

Como por arte a magia, Jisoo, Rosé, Taehyung y Nayeon aparecen, tomando asiento. Jennie bufa, fastidiada. Ya se habían tardado.

—Mira que te traje, Lis —Nayeon le pasa un pastelito de chocolate y la omega chilla.

—¡Muchas gracias!, quería comprar uno pero con el dinero que me dio mamá no alcanzó —lo deja sobre su bandeja, a un lado de su desayuno.

—¿Por qué le das eso? —Jennie frunce su ceño—. Es mucho dulce para ell-

—Shhh —su prima la calla, metiendo una papa frita en su boca—. Deja que la niña disfrute.

Jennie mastica la papita, con molestia.

—Bueno... El baile se acerca —Taehyung habla, desenvolviendo su burrito.

—Tres semanas, síp —la rubia concuerda—. ¿Aún no tienes con quien ir?

—No. Tú tampoco.

—Podemos ir juntos si quieres.

—Por mi está bien —el beta dice, sin tomarle mucha importancia.

—No.

—¿Por qué? —la alfa pelinegra pregunta, divertida—. ¿Por qué Lisa no puede ir con Tae?, son amigos, no veo nada de malo.

—Porque Lisa va a ir conmigo.

—¿Qué?, ¿desde cuándo que no estaba enterada? —la omega frunce sus cejas.

—Desde ahora, y te estás enterando.

—Eres una tonta, Kim —Rosé se mete—. No debes estar celosa y menos de Taehyung. Podrías ser al menos un poco romántica, ¿tal vez?

—¿Para que ser romántica si al final va a decir que sí?

—¿Cómo puedes estar tan segura? —la omega más alta le reta, acercando su rostro.

Jennie quiere mostrarle sus colmillos pero Jisoo ha jalado a su omega contra su pecho.

—Apuesto que a Lisa le gustaría que hicieras algo especial para que le pidas ir al baile —Nayeon opina, guiñándole un ojo a la rubia—. Si no lo haces tú, yo lo haré.

—¡Aló, sigo aquí! —la tailandesa ondea su mano pero nadie parece prestarle atención.

—Yo puedo ser romántica —Jennie dice, mirando a todos.

—Sí, como no —Taehyung rueda los ojos.

—¡Se los probaré! —se para de la mesa, fastidiada.

—¿A dónde vas? —Lisa le pregunta con la boca llena.

—A planear algo para ti.

—Pero yo sí quiero ir contigo —juega sus dedos.

—Lo sé, pero haré que sea especial.

Lisa traga y sonríe.

La mayor comienza a caminar a la salida y vuelve. Jala a Jisoo de su camisa y esta se para.

—Tú vienes conmigo.

La alfa pelinegra no se queja, sigue a su amiga.

—5 billetes a que no lo hace —Nayeon pone dinero sobre la mesa.

—Vamos Im, ¿es todo lo que tienes? —el beta se burla.

Lisa rueda los ojos. Está emocionada, espera que Jennie si haga algo especial y que valiera la pena. Así que ella apuesta 2 billetes a que lo hará.

—No tengo nada en mente —arregla su cabello.

—Yo no sé de éstas cosas, Jen. Rosé es la que hace todo —chasquea sus dedos—. Ya sé, Rosé es mejor amiga de Lisa, podríamos preguntarle a ella que es lo que le gusta.

—No quiero pedirle ayuda la idiota de Park —Jisoo le gruñe—. Okay, perdón.

—Si quieres puedo hacerlo discretamente.

—¿Lo harías?

La mayor asiente, abrazándola por los hombros.

—Tampoco es la gran cosa —palmea su hombro y se va.

—Estoy harta —la voz de Lisa llega desde del otro lado del pasillo.

Está caminando con pesadez y hay una mueca en su rostro, los demás alumnos miran a la omega quejarse, divertidos.

—¿Estás bien? —velozmente, la alfa se acerca a ella.

—¿Jennie, eres tú? —toca su rostro, palmeándolo y por último le da una cachetada, luego se ríe—. Perdón, llevaba tiempo deseando hacer eso —la coreana niega, sobando su mejilla.

—¿Qué tienes?

—Estoy cansada. Tu hijo absorbe mis energías.

Jennie sonríe por la mitad, acariciando el vientre de la omega. Le molestaba aún no poder sentir los movimientos del cachorro.

—Sé está moviendo. Pero creo que no lo sientes. ¿Crees que ya pueda escuchar?, se me olvidó preguntarle al doctor.

—¿Por qué lo dices?

—Cuando hablas se mueve más de lo normal. ¿Puedes acompañarme a casa o tienes que ir al trabajo?

—Tengo que ir pero si quieres puedo llevarte.

—Oh, no quiero causarte problemas.

—No, está bien, vamos —le quita la mochila, yéndose a la salida.

Jisoo entra al bar donde Jennie le dijo que trabajaba. La ve, detrás de la barra, atendiendo a todos con expresión neutra y vestida de negro, su cabello está recogido en un alto moño para no entorpecer su trabajo.

—Hey —la pelinegra saluda, sentándose en un banco.

Ella asiente, de manera de saludo mientras prepara una bebida.

—Hablé con Rosé, quien habló con Lisa y dijo que no le gustaba nada fuera de lo normal. Dice que se emociona por todo, así que hagas lo que hagas, a ella le gustará.

—No me ayuda —pasa un trapo por la barra, limpiando.

—Digo que con una rosa y que se lo pidas frente todos la tendrás loca —distraída, la menor asiente—. Jennie, ¿estás bien?

—Ajá —rasca sus brazos y muerde sus labios.

Jisoo sabe muy bien que si Jennie tocaba sus brazos, estaba nerviosa.

—Algo te preocupa. Somos amigas, puedes decirme —la castaña niega, moviendo la mano para quitarle importancia al asunto—. Jen...

—Mi celo se acerca y no sé que haré, ¿okay?

—¿Cuál es el problema? Tienes a Lisa, ella es tu omega y-

—Lalisa no es mi omega, para con eso.

—¡Jennie! Claro que lo es, todos lo sabemos.

—¿Ustedes que van a saber sobre lo que siento?

—¿No lo sientes? —Jisoo pregunta y Jennie no contesta. Voltea a ver a otro lado—. Jennie... Lisa es tu omega. Si no lo fuera no estaría embarazada, ya tiene casi 6 meses y no está marcada.

—Jisoo-

—No volverá a suceder, Jennie. Ella no era tu omega.

—¡Callate! —le grita con su voz de alfa.

Jisoo se para de la banca, mostrándole sus filosos colmillos y esta hace lo mismo.

—¡Hey, hey! —el dueño del lugar, un beta viejo se acerca—. ¿Qué está pasando, Jane?, desde ayer estás distraída. Será mejor que vayas a casa a descansar y vuelvas mañana.

Las dos alfas siguen respirando fuerte, viéndose fijamente con las miradas oscuras. Jisoo cierra la boca, guardando sus dientes y poco a poco, sus ojos se van aclarando. Sale del lugar, sin decir nada más.