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La familia oculta

Entraron en la casa principal. JungKook se dio cuenta rápidamente de que sus padres no estaban en la casa y se alegró por ello. Si la gente ya podía ser cruel con YoonGi sólo por ser un omega, no imaginaba que podían decir sus padres que no estaban acostumbrados a alguien como él. ¡Qué diablos! Incluso él mismo no dejaba de opinar cosas en las que no estaban de acuerdo. Si a él ya le costaba entenderle, sabía que sus padres ni siquiera lo intentarían. Desde luego, prefería que sus padre no supieran que tenía a un omega como ayudante por el momento.

- Habrán salido para algún compromiso. - YoonGi se sentía sobrepasado en esa casa. Miró alrededor. Era absolutamente lujoso. El duples de JungKook ya era demasiado para él, que provenía de una familia más que modesta, pero aquello era tan desmesurado y rozaba el pecado. - Subamos a la última planta, que es donde vive mi madre y el resto de las concubinas. 

- E... sí... - Tartamudeó YoonGi aún un poco abrumado.

- Qué descarado, hermanito. - La profunda voz del beta surgió de la nada. YoonGi votó un poco por la sorpresa. - No sabía que aprovecharas que papá estaba fuera para traerte a tus omegas asistentes aquí. - JungKook se limitó a encender la luz y a girarse hacia su hermano mayor. ¿Quién sabe que estaría haciendo con la luz apagada, aunque aún no era demasiado tarde y todavía entraba algo de luz por la ventana?

- Siempre pensando lo peor de los demás, JungHyun-Hyung. Claro, crees que todo el mundo es igual que tú. - Comentó intentando que su hermano no le sacase de sus casillas.

- No, hermanito. Yo no tengo que pagar cuando quiero follarme a alguien. - JungKook torció el gesto.

- Ya... Como sea... Para tu información, el señor Min no es un omega asistente. - Aseguró.

- ¿No lo soy? - Pronunció YoonGi extrañado, de pronto se dio cuenta de que podía haber revelado algo que JungKook no quería contar. Quizá se avergonzaba por tener a un omega trabajando para él. JungHyun estalló en risa.

- Es mi asistente personal. - Reformuló JungKook.

- ¿Eso quiere decir que es exclusivo o algo así? - Preguntó su hermano mayor para enfadarle aún más, seguramente ya le había entendido.

- Es mi ayudante, Hyung. No es un omega del CIMETEL. - Terminó confirmando un poco exasperado por su actitud. - No le he contratado para mi celo.

- Oh...eres un trabajador de verdad. - Le dijo a YoonGi. - No muchos omegas pueden decir eso. La mayoría están locos por encontrar un alfa que los mantenga como a reyes y terminan conformándose con un beta que les paga algunos caprichos.

- Yo no soy como la mayoría, entonces. - No podía negar que le gustaba lo que el hermano de JungKook estaba insinuando. Desde el principio él estaba valorando su esfuerzo. No era lo que la gente veía en él a primera vista.

- Joder, JungKook. Eres más tonto de lo que imaginaba. - Le aseguró. - Finalmente conoces a un omega al que merece la pena tirarse y sólo le das un trabajo. - Rió. A JungKook no le estaba gustando nada su actitud, como de costumbre. - Claro, olvidaba que tú no follas si no es pagando. ¿Será que no se te pone dura si no sueltas unos cuantos billetes? - Se burló. YoonGi no parecía asustado o avergonzado por sus expresiones, algo que a JungKook parecía sorprenderle. Igual que la conversación que habían tenido en el coche. Claramente no era como los demás omegas.

- Yo al menos trabajo para pagar mis necesidades. No como tú. - Gruñó. De verdad no quería enfadarse, menos delante de YoonGi, pero su hermano mayor era la horma de su zapato.

- Tú eres el alfa, tú eres el heredero, hermanito. - No aparentaba haber resentimiento en aquella afirmación, pero la había.

- Yo heredaré la empresa y las reponsabilidades, pero tú heredarás el dinero también. Claro, ¿para que ibas a trabajar si ya lo tienes todo?

- Cierto. - Sonrió el mayor satisfecho. - No lo necesito. - Aseguró. JungKook bufó un poco cansado de la situación.

- Mira, Hyung. No tengo ni ganas ni tiempo para estar aquí contigo. He sacado algo de tiempo entre mi trabajo para ir a visitar a mi madre. No pienso malgastarlo en discusiones estúpidas que nunca llegarán a nada.

- ¡Oh! Vas a ver a la presa. - JungKook le ignoró y se encaminó hasta la puerta del ascensor y, al llegar, se giró hacia YoonGi.

- Vamos. - Le pidió.

- Ten cuidado, chico. No te encariñes demasiado con mi hermano o acabarás siendo como ellas. - Le advirtió. - Encerradas en lo más alto de la más alta torre del castillo. Todo un cuento de hadas. - Rió.

- Cállate, JungHyun. Tu madre está allí también. Ten más respeto.

- Lo que tú digas. - Comentó mientras se estaba yendo. JungKook golpeó con fuerza el botón del ascensor cuando la puerta se cerró tras su hermano mayor.

- Maldito idiota. - Siseó.

- ¿Es cierto, JungKook? ¿Están encerradas allí?

- Claro que no.

- Pero... ¿pueden salir cuando quieran? - Inquirió YoonGi.

- Claro que no. - El omega le miró sorprendido y sin comprender. - Ellas nunca salen solas. No pueden. - YoonGi entrecerró los ojos. Empezaba a estar un poco molesto. - Entiende que ellas no son como tú. Ellas no sabrían defenderse ahí fuera. Además, son las concubinas de mi padre, alguien podría intentar hacerles daño si salieran por su cuenta. Ellas sólo conocen esta vida, y están con mi padre por voluntad propia. - Aseguró.

- ¿Intentas convencerme a mí o a ti mismo? - Quiso saber mientras el ascensor iba hasta la cuarta planta, que era la última.

- ¿Convencer? No, nunca. Sólo intento que veas las cosas desde mi punto de vista. - La puerta del ascensor se abrió para dejarles ver un pequeño pasillo de paredes blancas con una única puerta al final de este y una mujer beta guardándola. - Aunque quizá lo veas más claro desde su punto de vista. - Indicó caballerosamente a YoonGi que saliera antes que él. - Quisiera ver a mi madre. - Pidió a la beta.

- Enseguida, señor Jeon. - La mujer entró, YoonGi quiso entrar tras ella, pero JungKook le detuvo.

- Espera un momento, por favor. Yo no debo entrar sin más.

- Es la casa de vuestra madre. - Se extrañó YoonGi.

- Sí, y yo me crié ahí hasta cumplir los 12, pero ahora soy un alfa adulto y hay otras cuatro omegas ahí dentro que no son de mi sangre. - YoonGi, de nuevo, no comprendía nada.

- ¿Tú padre cree que podrías sentirte atraído por alguna de ellas? - Preguntó el omega.

- Es más bien una tradición y un gesto de cortesía. - Aseguró el alfa. - Pero las tradidicones se basan en sucesos reales. Podría ocurrir. - Opinó con naturalidad.

- No, no podría. Para empezar me temo que te superarán bastante en edad, y para seguir... Eres gay. - Le recordó con una ligera sonrisa. - Tú mismo me lo has dicho antes en el coche.

- Como te digo, es más bien una formalidad. - Confirmó un poco feliz al ver la sonrisa del omega. Casi sentía que a YoonGi le agradaba que él fuera homosexual. Se quedaron mirando.

- Señor Jeon, su madre está lista para recibirle. - Anunció la beta que guardaba la puerta.

- Esto me sigue pareciendo una cárcel. - Afirmó YoonGi desviando la mirada antes de seguir a JungKook al interior del lugar.

Era un espacio grande, con el mismo lujo que las plantas inferiores. El olor era impecable y cálido. Eran básicamente un enorme salón comedor y una cocina abierta. Al fondo, la larga pared mostraba cinco puertas y sólo la primera de ellas estaba abierta. En su umbral, una bella mujer sonreía.

- Eres más hermoso cada día, hijo mío. - Su voz era dulce. Estaba claro que JungKook tenía mucho de esa elegante mujer, excepto la delicadeza que ella parecía significar.

- Madre. - Se acercó a ella con las manos extendidas y tomó las de la mujer con suavidad. - Vos sí que estáis bella. - La abrazó con cuidado, como si sostuviera una rosa entre sus manos. Era bastante pequeña ahora que podía compararla con el ancho cuerpo de JungKook. YoonGi no recordaba que su madre fuera tan delicada, claro que él no recordaba demasiado bien a su madre, ni ella era una omega.

- Siempre me alegra el corazón verte, pero dime, ¿qué te trae hasta mí? Esta es una extraña visita repentina. - Le acarició la mejilla. - Me tenías muy preocupada últimamente. Hacía un par de semanas que no venías y la vez anterior parecías cansado. - Recordó. - Pero tienes buen aspecto. ¿Has estado descansando y comiendo bien últimamente?

- Podré hacerlo a partir de ahora. - Aseguró. - No debéis preocuparos más por mí.

- ¿Y eso por qué? ¿Qué ha pasado? - Quiso saber con prontitud la mujer omega. Miró a YoonGi y luego a su hijo de nuevo. - No me digas qué... - Los ojos se le abrieron de sorpresa y alegría. JungKook miró a YoonGi y después a su madre y comprendió lo que la mujer estaba pensando.

- No, no, madre. No es lo que estás pensando. - Se apresuró a sacarla de su error. - El señor Min será mi asisten... mi ayudante personal. - Rectificó. - Es la primera vez que tendré trabajando a alguien que me ayude directamente en el trabajo y en mi vida en general. Así que todo me será más fácil ahora. Tendré más tiempo si relego un poco de mis funciones.

- Pero... - La mujer parecía un poco preocupaba y miraba a YoonGi de arriba abajo. - Es un omega. - ¿Podía ser posible que otra omega le estuviera discriminando? Aquello era absurdo. - Si tú siempre estás tan ocupado y cansado como va un omega a seguirte el ritmo, hijo mío. Eso es muy cruel. - Le dijo a su hijo un poco decepcionada.

- No se preocupe por mí, yo puedo trabajar duro como cualquier otra persona. - Se defendió con educación pero de mala gana.

- Pero, ¿qué necesidad tienes? - Le preguntó de pronto.

- Bueno... considero que pagar mi comida es una necesidad. - Afirmó el omega.

- Oh. - La madre de repente se puso triste y compasiva. - ¿Eres huérfano? Qué horror. Lo sien...

- No soy huérfano, señora. - Se apresuró a decir. La mujer parecía sin seguir comprendiendo nada.

- Madre, el señor Min ha decidido ser independiente y vivir por su cuenta. - Intentó explicar JungKook.

- ¿Por qué? - Preguntó extrañada. ¿De verdad no podía entenderlo? Ella había sido criada en el mismo mundo que YoonGi, pero en una comunidad mucho más cerrada. Sencillamente YoonGi había ignorado todas las normas sociales. - ¿Por qué hacer eso cuando los omegas hemos nacido para estar en casa, cuidar de nuestros esposos y criar a nuestros pequeños. - Aseguró la mujer. YoonGi no sabía si sentirse triste por ella o enfadado por oír esos comentarios de boca de una omega.

- La razón no es importante, madre. Es su decisión y hemos de respetarla. Él ha demostrado ser un gran trabajador, además, por eso le he contratado. - Expuso JungKook. Ella terminó cediendo a las explicaciones de su hijo. Parecía que, si él decía algo, ella debía obedecer al alfa y listo. ¿Era así como funcionaba?

- Sí tú lo dices, cariño. - Cedió. - Supongo que el mundo está cambiando y yo ya no lo entiendo muy bien. - Sonrió agradablemente. - Pero no seas muy duro con él, ¿sí? ¿Te acordarás de mí y serás bueno con él?

- Como siempre, madre. - Por supuesto que JungKook se comportaba y pensaba de ese modo. En su casa, el alfa era el fuerte y el protector y la omega era la mujer a la que debía defender siempre. Delicada como una flor de cristal fino. En la casa de YoonGi, todos menos él eran betas, quizá por eso, aunque había sido sobreprotegido siempre había aprendido que todas las personas debían luchar por igual para salir adelante.

La mujer les invitó a sentarse y tomar el té. Era obvio que, aun siendo omega, esa mujer siempre había comido con cuchara de plata. Su refinado comportamiento, sus costumbres y tradiciones, su forma de pensar y de hablar. Todo lo indicaba.

En mitad de la conversación, se empezaron a escuchar sollozos. YoonGi levantó la mirada hacia la quita puerta, de donde provenían los sonidos.

- No te preocupes. - Le dijo la omega a JungKook, ignorando a YoonGi, como si él no pudiera preocuparse. - Ya sabes que ella sólo lleva aquí unos pocos meses, desde que se enlazó a tu padre, y es joven. Aún tiene que acostumbrarse un poco. - Lo expresó con toda la naturalidad del mundo. ¿Acostumbrarse a qué? ¿A vivir en una prisión sólo por haber nacido omega? YoonGi miró a la mujer anonadado. Ella seguía tomando el té como si nada. ¿El padre de JungKook había obtenido otra concubina hacía poco? ¿Cómo de joven sería? ¿Aquello habría sido voluntario? Por los dioses, ¿aquello había sido legal? ¿De verdad no iba a ir a consolar a su compañera? YoonGi miró entonces a JungKook. Cruzaron miradas y supo que a YoonGi aquello le parecía un tortura.

- Madre, quizá debas ir a hablar con ella. - Le pidió. - Si se siente mal... ¿Por qué no la invitas a tomar el té con nosotros? - Propuso inocentemente, con su mejor intención.

- ¡JungKook! - No le estaba regañando o gritando, simplemente parecía sorprendida por la sugerencia de su hijo. - Sabes muy bien que no puedes verla. Ella es joven y bonita. - A YoonGi no le pareció que la mujer lo estuviera diciendo como un piropo, realmente. - La tentación podría ser demasiada para un alfa como tú. Y ella está unida a tu padre. - Parecía que ser joven y bella era una maldición para ella.

- Madre, sabe que yo... - No continuó. De nada serviría recordarle a su madre que no se sentía atraído por las mujeres. Ella seguía siendo una omega y él un alfa. No había más discusión.

- ¿Cómo de joven? - Quiso saber YoonGi de repente.

- Acaba de cumplir los 19. - A YoonGi le tembló la mano. El señor Jeon, el padre de JungKook rondaba ya los 60. Aquello no estaba bien, porque estaba claro que eso no era totalmente voluntario. No podía serlo si ella estaba llorando encerrada. - No entiendo por qué sigue llorando, entiendo que pueda echar de menos a su familia o algo, pero ellos vienen a visitarla de vez en cuando y nosotros somos su familia ahora. No le falta de nada y tiene un compañero que la adora. Incluso más que a las otras, pues mi querido esposo ha quedado totalmente prendado por su belleza. - Comentaba la mujer. - Sus últimos dos celos los ha pasado con ella y con nadie más. - Pronunció, y parecía un poco ofendida. - Debería sentirse honrada y dichosa. - YoonGi se estaba mareando con sus palabras y los sollozos de fondo. ¿De verdad pensaba así? ¿De verdad no lo entendía? JungKook le miró y supo enseguida que eso ya era demasiado para él. Había podido respetar el resto de las decisiones y creencias que ellos tenían, pero eso, definitivamente estaba fuera de su alcance.

- Entonces será mejor que nosotros nos vayamos para que ella pueda estar con el resto de ustedes y no se sienta encerrada. Le pediré a padre que intente llevaros a algún sitió fuera de la casa donde pueda sentirse mejor. - Aseguró el alfa levantándose. YoonGi le siguió pero se tambaleó un poco. De verdad todo aquello le embotaba la cabeza.

- Pero hijo, eso es sólo una fase. Estará bien. No te vayas aún.

- Volveré pronto. - Aseguró sonriendo. - Por favor sea comprensiva y cariñosa con ella. ¿Lo hará por mí?

- Está bien, hijo. - Se dieron un abrazo y YoonGi se inclinó ante ella antes de prácticamente salir corriendo. Se metió en el ascensor de la mismo manera, si miraba atrás iba a terminar entrando en esa habitación. Se apoyó en el cristal viendo sus lágrimas reflejadas caer.

- YoonGi... - Puso una mano en su hombro intentando ofrecerle su apoyo pero, ¿qué apoyo iba a otorgarle una persona que pensaba igual?

- No me toques. - Rechazó su mano con brusquedad.

- YoonGi... Entiende que...

- ¡No! ¡No lo entiendo! - Le espetó. - ¿Tú harás lo mismo? ¿Cuándo tengas a un omega irás cambiándolo por otro cada vez más joven y los encerrarás a todos haciéndolos sufrir de esa forma?

- Mi padre ama mucho a sus esposas. A ellas no les falta...

¿Lo harás? - Quiso saber verdaderamente además de que no quería seguir escuchando sus excusas estúpidas.

- Nunca lo había visto de ese modo. Yo no sabía...

- ¿Qué no lo sabías? Claro que lo sabías. Mejor que nadie porque has vivido ahí dentro. Simplemente nunca te habías parado a pensar en su sufrimiento porque no te ha importado nunca una mierda. - Salió disparado del ascensor. Salió de la casa y entró a la de JungKook. Una vez allí entró en el cuarto que este le había dado y le cerró a JungKook la puerta en las narices, ya que le seguía de cerca.




*COMENTA Y VOTA!!!!! Aquí os dejo mi regalo de NAVIDAD!!! Soy vuestro nuevo Santa Claus!!! 🎅🎉

Espero que haya gustado!!!

Y aquí va la nueva pregunta, recordad que mencionaré en el siguiente capítulo al primero que diga la respuesta correcta!!!!

PREGUNTA!: Por supuesto, me encantan las voces de todos los miembros de BTS pero, sin ninguna duda, la voz de JungKook es celestial para mí, pero...¿Por qué? ¿Qué es lo que más me gusta de la voz de JungKook? La verdad no sé si es una pregunta fácil o difícil pero ahí la dejo.

Muchos besos. Felices fiestas!!! Espero que os haya gustado mi regalo aunque sea un poco trágico.

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