Los sueños del kwami no fueron tranquilos aquella noche, entre sueños veía a Uras escapando del templo, unos guardias le cortaban el camino sus rostros parecían deformarse a momentos. El trataba de ir en su ayuda pero por mas que luchaba no podía alcanzarla.

Sus ojos se abrieron de golpe, con la respiración agitada se removió observando cómo se encontraba Alister, suspiro aliviado al ver que aun dormía encogido bajo la capa de Liam.

-Escapó igual que ella. - susurro, prometiéndose internamente que no permitiría sucediese lo mismo.

-Ya has despertado amiguito – le hablo el platinado despertando.- Encenderé un fuego para que podamos comer algo, difícilmente regresaran a buscarles aquí así que no habrá problemas con que vean el humo.

-Despertaré a Alister –informó el kwami siendo detenido por Liam.

-No, déjale dormir. Ayer fue una noche agitada, es mejor que duerma lo que pueda.

-Pero ya deberíamos marcharnos a su hogar. -objeto el pequeño.

-Te lo repito, ¿Estás seguro que aceptara regresar?.

-No – admitió bajando sus orejas.

-Por ahora no te ahogues en problemas, es malo pensar demasiado antes de un buen desayuno. Enserio conocí a un visir que lo hizo y terminó vendiendo a su propia esposa –rió divertido.

-¿Es una broma verdad? - la pregunta quedó sin respuesta pues el hombre, se fue canturreando algo.

Alister despertó sintiendo su cuerpo entumecido, extrañaba su suave cama en su tibia habitación. Un segundo pensó en regresar y esperar el castigo que su padre pudiese imponer, abandonó la idea al recordar que si regresaba tendría que comprometerse con esa escandalosa mujer que no conocía.

-Ya has despertado – habló el anciano regresando con leños en sus mano- Espera unos segundos y tendremos un buen desayuno.

-No es necesario –dijo el muchacho poniéndose en pie. -Es mejor que me marce.

-¿Ya veo regresas a tu hogar? - el peli plata se dedicaba a encender una hoguera mientras hablaba.

-No, pero ya no deseo crearle problemas.

-¿Te esperan en algún lugar? - interroga el mayor ante la expectante mirada de Plagg.

-No. -musito con la cabeza baja.

-Entonces puedes quedarte a desayunar sin apuros –sonrió sacando algunas cosas de su maleta. - Y no me digas que no, se que no soy un gran cocinero pero que puedo hacer algo caliente para llenar el estomago, eso si puedo hacerlo.

El desayuno transcurrió en silencio Plagg aun pensaba en cómo convencería a Alister a regresa, el rubio por su cuenta trataba de decidir adonde ir. El platinado solamente sonreía divertido al ver como los otros dos se perdían entre sus pensamientos.

Al terminar Liam guardo todo en aquella gran maleta disponiéndose a seguir su camino.

-Fue un placer compartir este cruce en nuestros caminos, ahora a proseguir en los andares. -se despedía.

-Espera –pidió Alister.

-¿Si? -le miro el mayor.

-Yo...me preguntaba...¿Dónde se dirige?

-En este momento...- hizo una pausa pensando un poco en su nuevo destino. -No tengo rumbo fijo, aunque me gustaría pasar por Chicago antes de embarcarme a la aventura de nuevo.

-¿Chicago? -inquirió el menor.

-Si, quiero ver como anda el Jazz en esa ciudad.

-¿Jazz? -le miro interrogante.

-¡No conoces el Jazz! -Exclamó el trovador.

-No –confirmó el menor sintiendo algo de vergüenza al sentirse tan ignorante del mundo, todo lo que hablaba el platinado le parecía como de otro mundo, lo que conocía del mundo fuera de su hogar era gracias a las lecciones que recibió de sus tutores e historias que su madre le contaba sobre sus viajes.

Siempre rogó a su padre por acompañarlo en sus viajes pero este jamás quiso llevarlo, decía que solo seria un estorbo en sus negociaciones.

-Pues deberías ir a Chicago un día o por lo menos a alguna ciudad cercana para conocer un poco del mundo. - dijo el mayor rascando su barba retomando su paso.

-Alister deberíamos ir a casa –sugirió el kwami acomodándose en el bolsillo del chico.

-No pienso regresar. -aseguró frunciendo levemente el ceño.

-Vamos no es tan malo, en tu casa hay queso y una cama.

-Y también mi padre, no as pensado que me haría si regreso.

-No creo sea tan malo, es tu padre y debe quererte en el fondo.

-¿Quererme? -replicó con molestia. -Te recuerdo lo que hizo a mi cabello, lo que fue capaz de hacerle a mari y su madre.

-Bien, no es el padre del año, pero al menos no te expondrás al peligro.

-Eso no me preocupa, tu estarás conmigo ¿no?

-Si...-antes de objetar algo más fue interrumpido por un rubio muy emocionado.

-Entonces pongámonos en camino. - sonrió leve comenzando a caminar detrás del peli plata.

-¿Dónde iremos? - hablo el kwami incómodo por la decisión del chico.

-Pues a Chicago –contesto -¡¿Podemos acompañarle?! - le lanzó al músico quien canturreaba ya con un tramo avanzado.

-¿Estás seguro que ese es tu camino? -interrogó el mayor, el rubio guardo silencios unos segundos analizando el panorama.

-Si –contesto caminando hacia el músico.

Plagg guardó silencio incomodo por la decisión del menor, algo no le acababa de gustar de aquella idea pero no quería insistir más y terminar peleado.

-¿Y cómo llegamos hasta Chicago? - interrogó el menor ya cuando habían caminado un buen tramo, el mayor soltó una de sus risas calidas antes de responder.

-Pidiendo aventon. -dijo con toda naturalidad.

-¿Pidiendo aventon? ¿Cómo se hace? ¿Es seguro? - le lleno de preguntas el oji verde.

-Si que tienes mucho qué conocer amiguito – rasco sus cabellos plateados con una sonrisa de lado.

-Que esperabas – se burló plag desde el bolsillo del chico. -Nunca salio mas haya del pantano, desde que su madre vino a vivir con él a esta casa.

-Eso sí que es triste. -suspiro el mayor. -¿De dónde viene tu madre y tu?

-París – respondió el rubio –Pero no recuerdo nada, mi madre viajó a reunirse con mi padre al poco tiempo de tenerme.

-¡Ah! París – hablo soñador el peli plata – El ballet ruso de Diaghilev y las reuniones que se dice ahora se llevan a cabo en Le Dome y La Coupole, tienes que ir un dia muchacho la ciudad del amor es atrapante. - Las palabras de Liam solo daban nueva preocupación al Kwami que luchaba por esconder su temor con una apariencia desinteresada.

-Supongo –musitó el rubio observando con más detenimiento a su interlocutor. - Sus ojos se ven violeta – soltó sin pensarlo, aquel atributo le sorprendió demasiado.

-Un rasgo poco común –admitió el aludido – Aun en mi familia, es así como mi madre supo que estaba destinado a cosas grandes.

El resto del camino continuo entre preguntas del chico y respuestas del mayor, Liam demostró ser mas inteligente de lo que dejaba ver a simple viste. Como dicen jamas juzgues a un libro por su portada seguro una de las lecciones aprendidas por el rubio en su camino junto al mayor.

En una calle cercana a la ciudad de New Orleans, Liam se las arregló para conseguir el primer aventón con una pareja de músicos que iban cerca a la ciudad de Jackson. Alister subió con algo de temor al auto de la pareja solo impulsado por la seguridad que el peliplata le demostraba.

Dedicó una última mirada hacia atrás dando una despedida silenciosa a su hogar, apresurándose a limpiar una única lágrima que escapa de aquellos ojos verdes.

Plagg por su parte se había quedado dormido dentro del bolsillo de su pantalón, no quería pensar demasiado en todo lo que ocurría, en su mente se regañaba por encariñarse con aquel chico si algo le sucedía en esa travesía sabia que terminaría por sentirse culpable. ¨como con ella¨ cruzó por su mente entre sueños.

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Buenos días! (?) casi 6 de la mañana al final no dormí nada *o* cuanto amo viajar (sarcasmos).

;-; Al final terminare durmiendo solo de 2 a 3 horas como siempre, por eso no me gustan los cambios de horarios. Se que muchos harán fiesta porque eso quiere decir que escribiré más por no tener otra cosa que hacer en las noches (?) ok no XDD ni que la historia fuera buena lel.

*siente como Alister le da una patada mental por eso*

Ok le bajó gracias a los que leen c: los adoro a todos <3 los veo mas tarde XD.