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Capítulo 25

El último maestro que a Umbridge le falta por evaluar era a Hagrid, y como con los demás maestros fue una completa pesadilla, incluso Cordelia pudo notar que era más hostil y criticona con Hagrid.

Dijo en alto todas sus anotaciones cuando Hagrid estaba hablando de los Thestrals.

Solo unos dos en la clase pudieron ver a los Thestrals. Neville y Eowyn, y según el libro de texto, los únicos que hayan visto a alguien morir frente a sus ojos podrían ser capaces de ver a estas criaturas.

Como siempre, Umbridge interrumpe cada que podía y después empezó a hacer preguntas a los estudiantes.

Lavander Brown aprovechó para echarle flores a la profesora Grubbly-Plank y decir que Hagrid era propenso a traer criaturas peligrosas. Entre Hermione y Pansy tuvieron que evitar que Eowyn tirara a Lavander Brown al suelo o arrastrarla al bosque prohibido sin su varita.

Camino a la siguiente clase, Hermione continuó con su diatriba de lo muy pésima docente que Dolores Umbridge. En su recorrido hacia la biblioteca se toparon con un chico de Ravenclaw de último año, Joseph Trip, con una caja de bombones en su manos.

—Yo....yo — el chico estaba sonrojado, tembloroso extendió la caja hacia Hermione — Es para la señorita Granger.

—Oh. Muchas gracias, Trip — dijo Hermione con una sonrisa educada. Trip se sonrojó aun más y se fue rápidamente.

Hermione le pasó la caja a Cordelia, ella miró su anillo y al no sentir nada peligroso dentro de los dulces le devolvió la caja.

—Joseph Trip, su familia es una casa sangre pura menor sin ningún asiento en el Wizengamot — dijo Daphne abriendo la caja de dulces — Según se, sus TIMOS fueron buenos a epec0on de DCAO y pociones.

—¿Tu opinión del chico? — preguntó Eowyn — Porque puedo robar un bate de Quidditch, por si acaso.

—Es la segunda vez que le dirijo la palabra — Hermione tomó un chocolate de la caja.

Siguieron caminando un poco hacia la biblioteca, Cordelia tomó un chocolate y cuando lo mordió, Hermione empezó a toser horriblemente haciendo caer la caja al suelo. El sabor a maní invadió el paladar de Cordelia.

—¡Tiene maní! — dijo Cordelia, ella dejó la otra mitad del chocolate y tomó la mano para llevar a Hermione a la enfermería. Su amiga seguía tosiendo, con una mano sobre su boca.

Para su suerte, los corredores no estaban tan transcurridos como en la hora del almuerzo y pudieron llegar a la enfermería.

—¡Señorita Granger! — Madame Pomfrey se levantó de su asiento y dejó de lado el libro que estaba leyendo. Con cuidado ayudó a sentar a Hermione en una de las camas — ¿Otra vez algo con maní?

Cordelia miró a su amiga. ¿Cómo que otra vez?

—Oh, señorita Porter. — Madame Pomfrey observó el rostro de Hermione. Estaba con manchas rojas y Hermione parecía un pez al que sacaron del agua porque respiraba con la boca abierta — Quédese con la señorita Granger. Ya es la tercera vez que la veo desde que está en Hogwarts porque comió algo con maní.

Madame Pomfrey se fue y Cordelia ayudó a Herm0one, aflojó un poco el cuello de la túnica para que pudiera respirar.

—Es la tercera vez que te pasa aquí en el colegio y nunca nos contaste — dijo Cordelia seria. Hermione trató de hablar, pero un gemido lastimero de sus labios. Sin decir nada, Cordelia recargó la cabeza de su mejor amiga sobre su hombro y le tomó de la mano.

Segundo después, llegó Madame Pomfrey con una poción en sus manos. Se la extendió destapada a Hermione que la bebió toda de un solo trago.

Hermione empezó a toser nuevamente, Cordelia le frotó la espalda, miró a Madame Pomfrey y preguntó : —¿ No hay manera de acabar para siempre con esta alergia?

—Hasta el momento nada, señorita Potter — contestó Madame Pomfrey. El agarre de Hermione en su mano se hizo débil, y alarmada, Cordelia miró a su amiga, tenía los ojos cerrados y respiraba suavemente — No debe preocuparse, efecto de la poción. Solo estará cinco minutos así y luego estará mejor.

—¿Me puedo quedar con ella hasta que se despierte?

—Por supuesto, señorita Potter

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Llegó diciembre, y dejó más nieve y un verdadero alud de deberes para los alumnos de quinto año. Las obligaciones como prefectos de Draco y Hermione también se hacían más pesadas a medida que se aproximaba la Navidad. Los llamaron para que supervisaran la decoración del castillo.

Hermione estaba fascinada en la labor, la sala común de Slytherin también se preparaba. Un par de chicos de Séptimo y otros cuatro alumnos se quedarían en el colegio.

Los Prefectos guiaron a los chicos casi al borde del bosque de un leño para Yule.

Gracias al Mapa del Merodeador que le prestó a Hermione, lograron evitar toparse con Umbridge o Flich.

En el desayuno, estaban hablando de los planes para las vacaciones. El baile de Yule de este año sería en Black Manor organizado por su padre ( ayudado por la tías Cissy, Bella y Andy)

Cordelia tenía resuelto el asunto de su vestido. Cuando vaya a casa ira a una prueba para que le hagan los últimos ajustes antes del baile.

Todo iba bien hasta que...

—¿Por qué no nos dijiste? — preguntó molesta Pansy a Hermione.

—Lo lamento, me olvidé de los planes que tenían mis padres — se exciso Hermione — Entre los TIMOS y mis deberes de Prefecta se me olvidó decirles que iría de vacaciones con mis padres a esquiar. Ellos me hicieron acuerdo al escribirme que me compraron nuevos abrigos y googlees para esquiar.

—¿No puedes cancelar? — preguntó Cordelia.

—Extraño vacacionar con mis padres — se sinceró Hermione — Ellos dicen que quieren aprovechar que aun soy dependiente de ellos y hacer buenas memorias antes de que cumpla la mayoría de edad y empiece a hacer mi vida de adulta. Dicen que un día me casare y me olvidare de ellos, lo cual es mentira, porque soy su única hija y siempre veré por ellos.

—Oh, que linda hija — sonrió Daphne.

—Si. Cuando cumpla los dieciocho, ambos me colocaran en sus registros médicos como la segunda Apoderada de sus decisiones médicas — contestó Hermione.

—¿Qué es eso? — preguntó Eowyn, que como siempre, desayunaba en la mesa de los Slytherin.

—Que en caso que si alguno de ellos no puede decir nada o su estado es muy grave es mi decisión sobre sus tratamientos médicos — respondió.

Eowyn y Pansy soltaron un "Ohhhh" asintiendo con la cabeza.

El día pasó sin mucha novedad, las clases, los maestros recordando que a pesar de ser vacaciones deberían repasar para los TIMOS hasta que llegó la noche y con ello la última reunión del Aquelarre antes de las vacaciones.

La sala de Menesteres había sido decorada por elfos para dar un toque festivo.

—Bueno —dijo Cordelia, y llamó a sus compañeros al orden—. He pensado que esta noche podríamos repasar lo que hemos hecho hasta ahora, porque ésta es la última reunión antes de las vacaciones, y no tiene sentido empezar nada nuevo antes de un descanso de tres semanas...

—¿No vamos a hacer nada nuevo? —preguntó Zacharias Smith en un contrariado susurro, aunque lo bastante alto para que lo oyeran todos—. Si lo llego a saber, no vengo.

—Pues lárgate si quieres, tu presencia no es tan importante después de todo — dijo Theo con los brazos cruzados. Cordelia rápidamente le dio una mirada seria, él se encogió de hombros.

—Practicaremos por parejas —siguió Cordelia—. Empezaremos con el embrujo paralizante durante diez minutos; luego nos sentaremos en los cojines y volveremos a practicar los hechizos aturdidores.

Los alumnos, obedientes, se agruparon de dos en dos; Cordelia volvió a formar pareja con Hermione. La sala se llenó enseguida de gritos intermitentes de ¡Impedimenta! Uno de los integrantes de cada pareja se quedaba paralizado un minuto, y durante ese tiempo el compañero miraba alrededor para ver lo que hacían las otras parejas; luego recuperaban el movimiento y les tocaba a ellos practicar el embrujo.

Tras diez minutos de practicar el embrujo paralizante, esparcieron los cojines por el suelo y se dedicaron al hechizo aturdidor. Como no había suficiente espacio para que todos practicarán a la vez, la mitad del grupo estuvo observando a la otra un rato, y luego cambiaron. Cordelia se sentía muy orgullosa mientras los contemplaba.

Neville era el que mayor mejoría tuvo desde el principio, era alguien más enfocado en la defensa que en el ataque, muy al contrario de Eowyn que se botana que sería una duelista con el mayor sentido al ataque si se presentara la oportunidad.

Al cabo de una hora, Cordelia les dijo que pararan.

—Lo están haciendo muy bien —comentó, sonriente—. Cuando volvamos de las vacaciones, empezaremos a hacer cosas más serias; quizá el encantamiento Patronus.

Cordelia sabía que estaba a poco de lograr un Patronus Corpóreo. Su padre le decía que iba por buen camino y que sería de mucha ayuda en las evaluaciones.

Hubo un murmullo de emoción y luego la sala empezó a quedarse vacía; los estudiantes se marchaban en grupos de dos y de tres, como de costumbre, y al salir por la puerta se deseaban felices fiestas.

Cordelia se quedó con sus amigas, menos Eowyn que se había ido con los demás Gryffindor, para recoger los cojines, estando en el mismo grupo Theo.

—¿Tienes planes para el treinta? — preguntó Cordelia mientras apilaba los cojines.

—Mi abuelo no me ha dicho nada y no iré con mis abuelos maternos hasta el verano — contestó Theo — ¿Por qué?

—¿Te gustaría conocer a mi tía? — preguntó Cordelia tímida. — Ya que tu y yo estamos en un cortejo formal, quiero que conozca a la mujer que fue una madre para mí.

Theo sonrió y la tomó de la cintura, los dos se olvidaron de las chicas, y dijo: — Sería un honor conocer a tu tía.

—Genial — Cordelia sonrió ampliamente — Será un almuerzo informal en su casa. Solo seremos tú, yo, mi tía y mi primo.

Ambos se sonrieron y Cordelia se dio cuenta que un muérdago colgaba sobre ellos. Ella sintió sus mejillas sonrojarse y Theo sonrió para después decir: — ¿Es verdad lo que dicen los muggles?

—¿Qué cosa?

—¿Qué dos personas están debajo de un muérdago deben besarse?

—Bueno — Cordelia alzó su mano para jugar con un mechón del cabello de su novio — Se dice que se besan para encontrar el amor o si ya son pareja es para fortalecer ese amor.

Theo no dijo nada, solo se inclinó sobre ella y le dio un suave beso en los labios antes que Pansy les lanzará un cojín.

—Tortolos, ya es hora de irnos — dijo Pansy para después hacer flotar el cojín junto a los demás.

Cordelia y Theo estaban sonrojados hasta el cuello por las risitas de Daphne y Hermione.

Sin decir nada más, usarán la capa para regresar entre dos pequeños grupos a la sala común. 

N/a: Esa alergia de Hermione conducirá a un momento Dramione que ya tengo planeado algo de ellos. 


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