Para: El amor de mi vida.

Mi amor:

No sabía que en este mundo tan grande se podría encontrar a alguien específicamente hecho para una persona.

Desde niña creí en cuentos de hadas, en princesas y en sus príncipes, en las protagonistas y sus amores eternos. Hasta que un día dejé de hacerlo, pensando que era imposible, que nadie puede amar de esa forma, que nadie puede entregar tanto sin saber si va a recibir poco o nada. Y realmente sé que lo dejé de creer por miedo.

Porque como seres humanos tenemos miedo de no recibir lo mismo que damos.

Porque tenía miedo de amarte y no ser suficiente.

Porque tenía miedo de no saber amar.

Sí, no saber hacerlo.

Porque amas, pero a veces es tan complicado demostrar cuánto o cómo. Es tan complicado decir en palabras, incluso mostrar en acciones, lo desbocado que está el corazón en tu presencia; lo infinito que parecen tus ojos y lo corto que parece el tiempo sin ti.

Parezco imbécil.

Y no me quejo, siempre lo fui. Solo que ahora soy más y solo porque te conocí.

¿Cómo hiciste?

Pensé inalcanzable el hecho de amar a alguien desconocido y lejano que cuando llegaste y me sonreíste... se me atascó la respiración... porque tuve la necesidad de ser alguien incluso mejor de lo que soy para ser suficiente.

Aún me pareces lejano, pero no inalcanzable.

Porque el hecho de amarte me demuestra lo subjetivo que es el amor.

Amarme es fácil comparado con amarte a ti.

Y no sé por qué.

Hay muchas cosas que ya no sé. Y solo porque tú invadiste mi mente.

Te amo. Sí, sé que te amo.

Porque lo que siento por ti es tan agradable e inexplicable a lo que he sentido que ahora sé que estoy amando. Que estoy enamorada.

Y no me da miedo, porque lo difícil ya pasó a pesar de que aún no recibo tu respuesta.

Lo difícil es admitir esto sabiendo las posibles consecuencias.

Gracias por existir, por enseñarme lo que es enamorase.

Con mucho amor y cringe adolescente, Yoce.

Pd: Profe y esto que tiene que ver con mi futuro de escritora y mi premio a mejor actriz ¿?

Edit de la carta: No creas que es Yoce la que te ama, ella sí te ama, pero en realidad soy yo, Black.