Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

33. Tanto tiempo.

"La vida esta hecha de días que no significan nada, y momentos que significan todo"


Un mes después.

Suena extraño la idea de decir que todo ha cambiado. Que vivo una vida normal. Por esa misma razón suena extraño. Porque nada ha cambiado simplemente se han estancado.

Nos pongamos al tanto, después de lo que le dije a Travis hace ya un mes, se fue echando furias de ahí. Me dejó en mi casa y no me dijo ni adiós y salió disparado, desde ese día no hablamos y siento un vacío que solo Travis sabia llenar.

Por otro lado, Luke ha intentando hacer sus "movimientos" a toda costa. Debo decirlo, se ve tierno pero un poco ridículo, mi mente ha estado divagando todo este tiempo y no he podido darle una respuesta a "sus movimientos". Pero me he dado cuenta que ya han perdido su frecuencia, y bueno. Podríamos decir que casi han desaparecido. No es tampoco como si pudiera responderle y no esperar consecuencias.

Recuerdo lo que Drake me dijo, es mejor estar distanciada de Luke. No puedo arrastrarlo a mi vida.

Por otro lado esta Sean... Está distante conmigo, como si le hubiese hecho algo y estuviera enojado conmigo por eso. Cortante, idiota y sale todas las noches. Ni siquiera me atrevo a preguntar a donde.

Temo que sea como una bomba de tiempo, en cualquier momento explotara. Y no será nada lindo cuando eso pase. El resto, sigue siendo igual. Lo "igual" que es raro, extraño pero divertido.

Story of my lifeeeee!—Logan hace una desastrosa nota alta y se lanza en mi cama.

—Palmer—me giro de la silla quitando la atención de mis libros para observar el espectáculo que se esta montando mientras mueve sus caderas al ritmo de una canción de su banda favorita.

Sí, estoy estudiando. Que nadie se desmaye.

—Foster —sonríe con inocencia marcando sus hoyuelos.

—Primero, ponte algo de ropa —arrugo la nariz. Solo está en boxers—. Segundo, podrías seguir con tu ronda de karaoke en otro lado, intento estudiar.

Me observa por unos segundos, quedándose quieto. Eleva sus cejas y se echa a reír con fuerzas.

—¡No lo puedo creer!—exclama—. ¿¡TU?! ¡¿ESTUDIANDO?! —ríe más fuerte. Que exagerado—. ¿¡QUÉ MÁS?! ¿¡CAMERON ENAMORADO?!

Escudriño mi escritorio en busca de algo para lanzarle. Agarro la pelota de tenis que le robé a Shane hace unos días.

—¡Cállate!—la pelota rebota en su cabeza. Se queja del dolor.

Me obedece tras enseñarme su lengua burlona y se pone a usar su celular. Vuelvo a mi libro de química, tratando de memorizar ecuaciones que llevo intentando hacer hace una hora.

Alguien estrella la puerta de mi habitación contra la pared y con fuerza. Suspiro.

—¿Qué demonios quieres, Shane? —protesto cansada al girar. ¿Es necesario que siempre entren tan dramáticamente?

Nos avisa que Thomas cocina hoy y que ya está todo listo. Mh, perfecto. Que mejor que la comida para el estrés estudiantil.

Apenas entro al comedor sin Logan ya que este fue a vestirse, me doy cuenta con rapidez que en la mesa faltan Drake y Luke.

Qué raro. Ellos dos siempre son los primeros en sentarse en la mesa. No me sorprendería si Cameron aun no llega, puesto a que la princesa se acerca cuando quiere. Pero él sí está aquí. Pregunto por ellos.

—No lo sé —se limita a responder Thomas. El resto contesta lo mismo.

Asiento con dudas en mi cabeza. Estoy por sentarme en mi lugar habitual al lado de Palmer cuando escuchó un vidrio hacerse añicos en el suelo a lo lejos.

—Diablos—murmura Cameron mirando al techo ya que vino desde arriba. Él sabe algo.

Inmediatamente reacciono, doy media vuelta y me echo a correr a toda prisa hacia la planta alta. No sé identificar bien de donde vino el ruido, pero apuesto por la habitación de Drake.

Empujo la puerta entreabierta. Al instante reconozco a mi mellizo y a Luke, estan uno frente al otro con un metro separándolos y pedazos de vidrio provenientes de un vaso cerca de Luke.

Drake voltea a verme. Ambos se quedan estáticos.

—¿Qué hacen?

Intercambian miradas. Esas miradas que solo entre amigos se comprenden.

—Luke dejó caer un vaso—explica mi hermano con simplicidad.

—Eso es evidente—apunto al ver los pedazos. Siendo sincera, esperaba sangre o algo peor que un vaso roto—. ¿Por que están solos en la habitación? La comida ya está lista.

No haría estas preguntas si la situación no me pareciera realmente rara y no pudiese evitar relacionar esto con los acontecimientos de hace un mes.

—Solo charlábamos—responde Luke aparentando normalidad.

—Seguro—suelta un Shane sarcástico a mi lado. Los chicos no demoran en seguirme.

Drake fulmina con la mirada a este. Suspiro.

—Solo... Vayamos a comer—digo. Apuro a Sean, Cameron, Thomas y Shane para que se muevan a ya que bloquean la puerta. Todos volvemos a la cocina.

¿¡Acaso creen que nací ayer?! Estos dos se están peleando y no requiero muchas averiguaciones para adivinar que tiene algo que ver conmigo.

La cena transcurre rápida y tensa, nadie habla en ningún momento al menos que sea para pedir el cátsup o sal. Y era porque yo no lo hacía, creo que los chicos ya se han acostumbrado a mi presencia y a que yo sea la que saque temas de conversación y bueno, mi mente era un torbellino de ideas, pensamientos y sentimientos. No me preocupo por hablarles.

Al terminar de comer, me levanto de la mesa y llevo mi plato para lavar. No recuerdo a quién le toca hoy colocarlos en el lavavajillas pero no soy yo.

—Pediremos helado—me avisa Thomas justo cuando me estoy yendo.

—Mh, paso. Quizá mas tarde. Estoy cansada —respondo y me voy. Si rechazo helado es porque de verdad algo está sucediendo. No, no estoy enojada con ellos. Estoy enojada conmigo misma por complicarme tanto la vida.

Que Travis, Britanny, Luke, Sean. Me tienen harta. Y yo... Solo quiero tranquilidad.

Abby, ha estado invitándome a series de cosas, carreras, fiestas, peleas y reuniones con amigos pero no quiero verle la cara a Travis que, maravillosamente es parte del grupo de amigos de Abby, River y Parker. Yo no estaba enterada de eso hasta hace poco.

Supongo que Travis y Britanny no han hablado, porque alguno de los dos hubiese tenido que decirme algo en lo contrario.

Suspiro pesadamente y me dejo en la cama, rendida. ¿En qué rayos pensaba cuando me vine a Los Ángeles? ¿No es que era una chance para mejorarme como persona? Solo me siento cada vez mas ahogada.

Ah, claro. En mi tía. Momento. ¡Susan!

Olvidé por completo llamarla. Hace tres semanas hablamos y le prometí hablar con ella todas las semanas. Rápidamente, tomo mi celular y espero a que acepte mi videollamada con paciencia.

Facetime, no me facilitaba las cosas, se traba un par de veces pero cuando comienza a funcionar, aparece mi tía Susan del otro lado de la pantalla.

Esta oscuro, tiene todo su cabello revuelvo y parpadea con fuerzas.

Alex, amo verte pero son las tres de la mañana —murmura ella adormilada. Se estira para encender una lámpara. Su rostro se ilumina más. Joder, que desastre de persona.

—Mh, lo siento —murmuro había olvidado por completo el cambio de horario.

Espera dos segundos—me deja observando el techo. Woah, que interesante. Tatareo una canción en lo bajo para matar el rato.

—Amor, ¿qué estás haciendo?—oigo una voz ronca y masculina que me hace abrir los ojos como platos. ¿¡Amor?! ¿¡Cómo?! Que perturbador.

Este ser desconocido alza el celular de mi tía. Un tipo castaño, con barba apenas notable y ojos azules como el cielo me recibe. Parpadeo con sorpresa. ¿Y esta belleza quién es?

—¿Quién eres?—interrogo relajada. Está en la cama de mi tía, pero por alguna razón no me sorprende.

Mhh... Jack —responde como si fuese obvio—. ¿Tú?

La imagen se sacude y aparece mi tía Susan, ya peinada y con una sonrisa nerviosa. ¿Se fue a peinarse?

Elevo mis cejas sin decir nada.

—Así es ese Jack. Veo que le has dado una oportunidad.

Ella se sonroja, el otro se ríe del otro lado.

Hay varias cosas que debo contarte.

—Ya veo—silbo, solo para molestarla—. Comienza.

Bueno... Yo estoy todo bien... Feliz, diría yo. Abrí otro café —cuenta. Me muevo con asombro, eso no lo veía venir. Hablamos muy pocas veces y fue todo muy corto, nunca lo mencionó—. Está en el centro de Londres... Nos va bastante bien... Has...

—Momento, momento—hablo exagerando—. ¿Nos?

Susan ríe nerviosa y lentamente, me enseña su mano derecha, donde en el cuarto dedo había un anillo dorado a su alrededor.

Me casaré, Alex.

Suelto un grito tan fuerte y alto que por poco rompe las paredes. Lo prolongo mientras estallo con emoción. Me callo y es cuando escucho pasos se atropellándose en el pasillo.

Oh no.

De repente, mi puerta se abre de golpe y Logan, Shane, Thomas junto a Luke entran como un rayo. Pongo mis ojos en blancos.

—¿¡QUÉ PASA ACÁ?!—exclama Thomas.

—¡911, AMBULANCIA, DEFENSA CIVIL, BOMBEROS!—vocifera Shane.

Dejo escapar una bocanada de aire.

—¡Abogaaaado!—grita Logan.

—Está bien, imbéciles—murmura Luke golpeando a Logan con las costillas.

¿Y ese escándalo? ¿Esos chicos?

—Oh no son na...—

—¡Hola, soy Logan!—Logan se lanza en la cama y hace un primer plano de su rostro. Luke, Thomas y Shane no demoran en unirse. Quedamos los cinco apareciendo en la pantalla, genial. Todos se presentan con mi tía.

Vaya, hola—responde riendo—. Soy Susan, la tía de Alex.

¿Tía?—inquiere Shane con una fingida sorpresa—. Por favor, la confundí con su prima.

El resto no demora en hacerle cumplidos sobre lo linda y joven que es aunque se haya despertado hace escasos minutos. Yo solo gruño, solo son idiotas luciéndose.

Pero recuerden, no todo lo que brilla es oro.

—Ahg Logan, encima mío no —me quejo ya que él se puso ahí para verse mejor.

—Sh, sh, este es mi mejor ángulo—murmura sonriendo.

Lo empujo y cae a mi lado, esa masa de músculos no me deja respirar. Respiro profundo. Estos chicos me sacaran canas de colores.

—Así que... Por casarte —murmuro a cejas alzadas.

—¿Tan joven? —interroga Thomas.

Tengo veintinueve—contesta ella.

—Juro que parecías de veinte —dice Logan asombrado.

—Ya, dejen de chuparle las medias. En fin—elevo la voz, callándolos—. ¿Cuándo es la boda?

En unos meses —responde Jack uniéndose a la conversación. Supongo que tío, ahora.

—¡Una boda!— Shane se emociona en vano.

—Silencio, tonto. ¿Quién dijo que irías?

Tus amigos pueden venir, Alex.

No tía, la cagaste. Ellos no son mis amigos.

Los chicos comienzan a codearse y empujarse entre ellos —olvidándose que estoy en el medio—. La idea de viajar a Londres los tiene emocionados al parecer.

—¿Para cuando tienes fecha?

Mediados de diciembre—contesto.

Estamos casi por terminar octubre, no falta tanto.

—Iremos —asiento decidida. Es la boda de mi tía favorita en el mundo —solo tengo dos, pero qué—. No me la perdería por nada en el mundo.

—Me parece genial—agrega Jack. Luce simpático y agradable, me gusta. Mi tía Susan merece todo lo bueno de este mundo—. Quiero conocer personalmente a la niña rebelde de la que tanto me ha hablado Susy.

Aw, le dijo Susy.

—Entonces, esperemos a diciembre.

Bueno, Alex, como te decía, dejé ese apartamento que me era tan incomodo y con Jack, compramos una casa en las afueras de Londres.

Mi respiración se detiene por unos momentos. Las chances de que Susan salga de esa pocilga eran pocas, pero ahora con el nuevo bar todo ha cambiado. La razón principal por la que dejé Londres, cambio.

—¿Significa que puedo volver?—mi corazón se llena de esperanzas tan rápido como el corazón de un niño.

Claro que sí—contesta inmediatamente—. Hay muchísimo espacio.

—Oh no, no—interrumpe Luke negando rotundamente con la cabeza—. Ella no volverá a ningún lado. Se queda en Los Ángeles, con nosotros.

—McQueen, ¿Desde cuándo tomas mis decisiones?—ataco con mis cejas arqueadas. Lo miro por unos momentos.

—Desde que se ponen estúpidas—contraataca con sus ojos verdes puestos en los míos.

Tranquilos—interviene Susan antes de que la tensión pueda crecer más—. Puedes venir en el verano...Oí que Alice anda por ahí—cambia de tema con rapidez—. Son como una sola. Era tan obvio, el destino las quiere juntas.

Los chicos se retiran aburridos cuando pasamos a hablar de la boda a cosas de nosotras. Le cuento como van las cosas aquí, ella me relata su historia con Jack y como tan rápido tomaron esta decisión.

¿Y Drake?—pregunta de la nada cuando había terminado de contarle de los chicos, por alguna razón, exceptuando a mi hermano mellizo.

—¿Drake? Mh, bueno... Está bien—me alzo de hombros con un ápice de incomodad—. Estoy viviendo con él y sus amigos. Bueno, ahora son mis amigos también.

Sí, Mike me contó —Bufo al oír su nombre—. Vamos, Alex. No debes ser así con él... Hizo lo mejor que pudo...

—Me abandono, tía. Para los de afuera, quizá suene idiota, quizá sea una tontera. Pero haberlo vivido toda mi vida, es... Totalmente diferente. Nadie nunca lograra entender esto.

Ella solo me observo triste, sin mucho a que poder discutir por eso.

—¿Lo... Lo llamarías?¿Llamarías a Drake? —pregunta rompiendo el silencio que se formó entre las dos—. Me gustaría, hablar con él.

Trago saliva, pero asiento. Llevando mi celular conmigo y salgo de mi habitación. Hago unos cortos metros hacia la de mi hermano. Toco la puerta dos veces.

—¡Pase!—exclama la voz de mi mellizo desde adentro y Susan se revuelve con nerviosismo.

—Drake, hay alguien que quiere hablar contigo —digo al verlo echado en su cama viendo televisión.

—¿Por teléfono?—inquiere sorprendido.

—Video llamada—conteste.

—¿Quién es?

—Mi tía... Nuestra tía—corrijo rápidamente—. Susan.

—¿Tía Susan?—vuelve a preguntar como si la hubiera recordado. Asiento—. Bien, pásame—acepta tomando un aire valiente. Se sienta y me acerco.

—Tía, este es Drake— lo muestro a la cámara al sentarme a su lado.

¡Diablos!—exclamo esta y se tapa la boca una mano. Inmediatamente, sus ojos se cristalizan—. Mírate, Drake. Estas hecho todo un hombre.

Y tú dejaste de ser una adolescente—murmura Drake observando cada detalle del rostro de su tía. Trago saliva, no puedes llorar, Alex.

Se siente tan raro pero tan bien a la vez —murmura ella sin salir de su estado se asombro.

Mi mellizo asiente.

Bueno, tantos años... Cuéntame sobre ti.

—Está bien...—

Es cuando decido alejarme y darles su espacio. Ahora veo todo un poco más diferente. Si bien, yo sufría por la falta de ellos, nunca me pregunte si el sufría por la falta de su familia.

Observo cómo sus ojos se humedecen un poco cuando Susan le cuenta anécdotas de él cuando era un niño, pero rápidamente se las quita con la mano.

Esbozo una sonrisa de felicidad y me voy a mi habitación para darles más privacidad.

La noche no fue tan mala después de todo...

***


nota:

Damn girl.

Primero que nada... ¡GRACIAS A TODOS POR LAS FELICITACIONES DE MI CUMPLE! ¡YA TENGO TRECE! ¡SI! 

ME VOY... A FESTEJAR!


editado:

Nota de cande del 2022: omg wtf como puede ser lpm. Pongan la canción que dice  DOES IT EVER DRIVE YOU CRAZY JUST HOW FAST THE NIGHT CHANGESSS? ya tengo 19. de camino a los 20. ;) 


<3


*se limpia las lágrimas*




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro