veinte ; petición.
"Que es uno menos? Que significa una persona menos en la faz del planeta?..." Ted Bundy.
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—Y dime Sasuke ¿Qué quieres que te enseñe? Después de todo creo, Itachi te ha enseñado varias cosas...
La peligris le observó de pies a cabeza mientras se acomodaba las vendas en sus manos. El Uchiha menor tan solo le sonrió de lado e hizo que su cuello sonase.
El muchacho lo tenía todo planeado, o bueno, casi todo.
—Crees mal, Itachi no me ha enseñado casi nada, —respondió este con una mueca— todo lo que sé es gracias a Kakashi.
Izune le alzó una ceja incrédula, sin embargo, eso le daba un punto a favor en cuanto comenzasen su batalla pues la jounin sabía el estilo de pelea del Hatake.
No pudo evitar soltar una risa, solo para luego suspirar.
—Está bien, practicaremos algo de taijutsu para calentar y luego nos iremos con lo esencial ¿Vale?
El pequeño Sasuke la contempló de pies a cabeza para luego asentir con su cabeza, muchos pensamientos sucios cruzaban su mente con solo recordar aquella noche.
"Maldición, así no podré concentrarme..." Pensó, justo antes de que Izune se pusiese en posición de pelea con una sonrisa.
—Empieza, muestrame lo que tienes. —habló la peligris, haciéndole un ademán con su mano.
No quería admitirlo, pero se sentía muy ansiosa de poder ver con sus propios ojos las capacidades de un gran prodigio, aunque en efecto este hubiese perdido con su propio subordinado Uryu Uchiha en los exámenes Chunnin, sabía que tenía mucho más potencial.
Sasuke no dudó ni un segundo en correr y aparecer tras la Senju, listo para golpearlo. No obstante, Izune sonrió.
"Ataque trasero, como Bakakashi... " pensó, con gracia.
Entonces, la Senju no demoró mucho en bloquear su ataque y contraatacar, dando un puñetazo leve en su rostro.
Si la peligris hubiese concentrado su chackra, ese golpe lo hubiese dejado enterrado en la pared de cemento, inconsciente. Sin embargo, no quería arriesgarse.
Al menos no aún...
—Tienes fuerza, Izune.
Sasuke no demora en ponerse de pie y volver a atacar, esta vez golpeando a Izune de vez en cuando. Aunque sus golpes no eran nada en comparación con los de ella.
Ambos estuvieron así un tiempo, golpe tras golpe con Izune conteniendo sus ganas de usar su chackra, entonces la jounin decide usar uno de sus trucos aprendidos con Tobirama.
—¿Pero qué...
El Uchiha menor había esquivado el golpe a la perfección y luego con una sustitución logró patear a la Senju por la espalda, lanzándola varios metros lejos de él.
—Tal vez me excedí... —murmuró el azabache, yendo en dirección hacia Izune.
Sin embargo, la Senju apareció tras de él y posó su mano en la espalda, solo para luego golpearlo en las piernas y hacerlo caer.
Ambos luchaban uno contra el otro, sin embargo, no contaban con que los estuviesen observando desde las sombras.
—Oye Itachi, ¿Crees que Sasuke pueda ganarle? —preguntó un entusiasmado Shisui sobre las barras aéreas que habían en el lugar.
—Lo dudo. —respondió el Uchiha de coleta, en la misma posición que su amigo.
Ambos observaban atentamente la escena, en donde hasta ahora nada extraño había ocurrido, pero Itachi no podía sacar conclusiones antes de tiempo.
—¿Recuerdas la pelea de Izumi e Izune? Esto me recuerda a eso —habló nuevamente Shisui, contemplando a la Senju sin voltearse ante su compañero.
Itachi negó con la cabeza, aún pendiente de Sasuke. Shisui soltó una risa leve, esta vez observando a su amigo.
—Cierto, el prodigio ya era chunnin en ese tiempo.
Dicho esto ambos prestaron más atención a la pelea, ignorando sus recuerdos de infancia.
Izune y Sasuke estaban casi exhaustos por completo, el azabache respiraba agitadamente mientras sujetaba sus piernas. En cambio, Izune aprovechó de estirar sus brazos.
—Bien Sasuke, tal vez debamos subir el nivel ¿No crees? —dijo esta, insinuando el poder usar cualquier tipo de jutsu.
Este le sonrió de lado con mejillas sonrojadas, pues, la imagen de Izune sudando no le ayudaba mucho a concentrarse.
"Basta, basta..." Se dijo a si mismo, negando con su cabeza.
Su sonrisa se tornó en mueca mientras tragaba saliva, intentando enfríar su mente ante tales pensamientos. Izune se acercó a él enseguida al notar sus actitudes tan extrañas.
Itachi en cambio entró en alerta, también al darse cuenta de lo mismo.
—¿Sucede algo? Si estás cansado tu dime, aunque si quieres superar a Naruto...
Entonces, antes de que Izune pudiese terminar su sentencia el Uchiha menor usó una sustitución para luego golpearla por detrás, lanzándola al suelo enseguida.
"Hiciste trampa Sasuke, pero bien pensado..." se dijo la peligris a si misma mientras se incorporaba.
De inmediato corrió hacia él sacando uno de sus kunais especiales, si quería jugar sucio... Ella no iba a contenerse.
—Katon: Goukakyou no jutsu.
Entonces la Senju lanzó el kunai lejos de la bola de fuego que se aproximaba, solo para aparecer allí enseguida.
Hiraishin no jutsu.
Sin embargo, luego de aquella bola de fuego no había rastros del azabache por lo que Izune se fue en su búsqueda en el campo de entrenamiento, pero antes de que diese un paso más Sasuke apareció a su costado intentando golpearla.
Izune fue más astuta y le golpeó las piernas, no obstante, Sasuke intentó golpear su cabeza por lo que en efecto, la peligris bloqueó su ataque con ambas manos.
Pero ninguno de los dos se percató de la perdida del balance, pues, enseguida ambos estaban en el suelo helado del campo, con Sasuke sobre Izune.
Ella mostró sorpresa ante tal rápido movimiento, sin embargo, lo entendió todo en cuanto vio los ojos del azabache, rojos como la sangre pura.
"Ese sharingan es un maldito grano en el trasero..." Pensó, sintiendo la respiración del Uchiha muy cerca de su rostro.
—Bien hecho Sasuke. —dijo la peligris, suspirando.
Ella esperaba que el muchacho saliese de encima, sin embargo, este no lo hizo, causando sorpresa en Izune. Y algo de incomodidad.
—Etto... Sasuke ya puedes...
—¿Te habían dicho alguna vez... que tienes lindos ojos?
Ahora la Senju le observaba bastante perpleja, no se esperaba esa interrupción tan repentina y menos de Sasuke, el hermanito de Itachi.
En ese entonces se dio cuenta que quizás Óbito no estaba errado del todo.
—Eh... no. —respondió ella con nerviosismo, pues Sasuke estaba muy cerca.
En efecto la peligris intentó tomar uno de sus kunais para salir de ahí lo más pronto posible, aunque con el muchacho sobre ella se le hacía difícil pero no imposible.
—Me agrada escuchar eso. —murmuró Sasuke.
Y antes de que Izune pudiese responder ante aquello, el Uchiha había juntado sus labios con los de ella sorpresivamente.
La peligris entró en pánico e intentó zafarse, finalmente tomando uno de sus kunais, pero antes de que pudiese escapar una voz la alarmó.
—Sasuke ¿Qué crees que haces?
Izune nunca se sintió más aliviada en su vida, Sasuke al oírlo se maldijo a si mismo y se separó de la muchacha bruscamente.
—Itachi, gracias a dios. —habló Izune, dando un gran suspiro mientras se tomaba la frente, sin pensar lo que decía.
Sasuke le frunció el seño al oír esas palabras.
—Sasuke ¿No vas a responderme?—insistió el Uchiha de coleta.
Sin embargo, el azabache no dio respuesta alguna.
La Senju estaba por ponerse de pie por si sola, pero al sentir una mano sujetarla y ayudarla se sorprendió, aún más al notar de quien se trataba.
—¿Shisui? —preguntó, sonrojándose por completo.
Este le sonrió amablemente, finalmente soltando su mano.
—También me alegra verte, Izune. —dijo con gracia ante la reacción de la chica.
—¿Hace cuanto estaban aquí? —volvió a preguntar Izune, observando como Itachi tomaba de la playera a su hermano y comenzaba a arrastrarlo, debido a que este intentaba zafarse con molestia.
—Desde el comienzo, peleas bien senjuzune. —respondió Shisui, haciendo que esta se sonrojase aún más. Luego posó su vista en los hermanos con gracia— Ese Sasuke tiene las hormonas descontroladas ¿No crees?
Izune tragó saliva, por primera vez sin saber que responderle y no sabía si era por como la había visto luchar o por haber notado recién lo atractivo que se veía Shisui sin su ropa de policía.
Negó de inmediato con la cabeza ante tal pensamiento, pero sintió algo extraño en su pecho y abdomen ¿Mariposas tal vez?
—Eso creo. —finalmente respondió, ignorando todo el lío que tenía en su cabeza y cuerpo.
Este se volteó hacia ella y le sonrió.
—¿Qué dices si vamos por unos dangos? Digo, para compensarte el mal rato —habló, Izune asintió levemente— genial.
Dicho esto, ambos jounin caminaron fuera del campo de entrenamiento, dejando a los hermanos pelear entre si mientras caminaban hacia el otro lado.
Izune se sintió estúpida por un momento, tan así que apenas llegase a su hogar mas tarde se disculparía con Óbito. Aunque no le diría de su salida con Shisui, eso lo volvería loco.
A un costado de la torre del Hokage en el bosque se encontraban dos ninjas luchando entre sí, ambos sudados y con algunas heridas, tan así que uno de ellos decidió parar por un respiro.
—Óbito, perdiste un poco tu velocidad al perder el otro sharingan... —habló el peligris, mientras se sentaba a un costado del árbol, exhausto— lamento decírtelo y también lamento que yo...
—Ya calla Kakashi eso no va a frenarme, deja de disculparte, demonios.
El peligris le observó sorprendido, hace un momento se había dado cuenta de las reacciones de su amigo y camarada, sin embargo, Óbito no quería decir nada.
—Espero que ya seas capaz de decirme qué es lo que te tiene tan molesto. —habló el Hatake, dejando su lado sorprendido de lado.
Óbito suspiró.
—No estoy molesto. —respondió el Uchiha, mientras tomaba un sorbo de agua.
—Si claro, te conozco bien cabeza hueca. —insistió Kakashi, observándole— Anda, te escucho.
Óbito negó con la cabeza, frunciendo el seño y dejando la botella de agua en el suelo.
—Que no lo estoy.
Kakashi bufó, tomando su libro del bolsillo y comenzando a leer. Óbito tan solo lo ignoró por unos segundos.
—¿Es porque Izune sale con Shisui? —preguntó el Hatake, sin pelos en la lengua.
Óbito gruñó desconcertado, mostrando su molestia ante el Hatake.
—Eso no es cierto. —respondió enseguida.
—Rin dijo que...
—Demonios Kakashi, no le creas a Rin, es una chismosa.
Ahora el azabache se veía aún más alterado y Kakashi sonrió bajo su máscara, ahora podría saber más o menos de lo que trataba su molestia.
—Entonces cuéntame, ¿Qué hizo la maniática esta vez?
El Uchiha apretó sus puños un momento, solo para luego suspirar y sentarse a un costado de Kakashi, rendido.
Después de todo, necesitaba desahogarse un momento.
—Fue a entrenar a Sasuke porque él se lo pidió. —admitió finalmente, echando su cabeza hacia atrás.
—¿Y eso es malo porque...? —el peligris le alzó una ceja, dejando su libro a un lado por un momento.
—Porque el pendejo ese quiere aprovecharse. —por poco exclama el azabache, moviendo sus brazos sin quitar la posición de su cabeza.
Kakashi bufó.
—Insisto ¿Eso es malo porque...?
Óbito tenía las orejas con humo de lo molesto que estaba, no entendía a dónde quería llegar su amigo con esa actitud de mierda que tenía, si preguntaba por último debía apoyarlo ¿Verdad?
—No ayudas, Bakakashi —gruñó el azabache, cruzándose de brazos mientras cerraba su ojo visible, buscando paz interior.
—Te recuerdo que Izune es solo tu amiga, no deberías celarla tanto. —habló el peligris, retomando su lectura.
Óbito apretó sus puños al escuchar a su compañero, si quería seguir luchando tan solo debía decírselo y no provocarlo de esa manera.
—Aún así debo protegerla. —respondió y Kakashi alzó sus hombros.
—¿De cada hombre que se le acerca? —nuevamente el peligris le observaba demandante y Óbito negó con su cabeza.
—No, pero Sasuke es muy pequeño aún, es un niño y lo sabes Kakashi.
—Entonces ¿No te molestaría que saliera con Shisui?
Óbito movió sus brazos enseguida, abriendo su ojo, desesperado y perdiendo la poca paciencia que tenía con Kakashi.
—¡Claro que si! ¡Shisui es un idiota! —exclamó, haciendo que el Hatake se largase a reír.
El azabache le observó curioso, calmándose un momento.
—¿Qué es tan gracioso, Bakakashi?
—Pareces su novio en vez de su amigo.
El Uchiha iba a protestar y quejarse ante las insinuaciones de su amigo, sin embargo, una voz femenina se hizo presente ante ellos.
—Ohayo, chicos. —habló ella con una sonrisa y una canasta en sus manos.
Ambos posaron su mirada en ella y a la vez en na canasta.
—¿Rin? —preguntó el Uchiha, confundido. Kakashi tenía la misma expresión.
La castaña dejó la canasta frente a ellos, aún sonriente. Kakashi no dijo palabra alguna, tan solo volvió a su lectura.
—Espero no les moleste que haya traído algo para comer, sé cuanto se esfuerzan. —habló la chica con ternura, volviendo a su posición inicial.
—Descuida, me muero de hambre. —respondió el azabache, casi babeando ante el olor— Gracias, Rin.
—No hay de qué. —le dijo, soltando una pequeña risa al ver como este abría la canasta como un salvaje. Luego posó su vista en el Hatake, quien no decía palabra alguna— Kakashi ¿Algo que quieras decir?
Este levantó su mirada y le sonrió falsamente, dejando su libro de lado.
—Gracias, Rin. —dijo, sin embargo, eso no dejó contenta a la castaña.
—Kakashi, debo hablar contigo sobre algo... —finalmente mostró sus casi verdaderas intenciones.
Óbito los observó con ambos cachetes llenos de comida, confundido. Pero no dijo nada, no debía meterse en sus problemas amorosos.
—Habla. —dijo el peligris, observándola.
Esta frunció el seño mientras miraba de re-ojo al azabache.
—A solas... —murmuró, al notar como Kakashi no había entendido su indirecta.
Kakashi observó a su amigo, quien comía sin problemas y se puso de pie, suspirando.
La sonrisa de Rin no demoró en aparecer, pues, no había tenido que rogarle o siquiera molestarse para que este le hiciese caso.
—¿Y...?
—Aquí no, no quiero que Óbito escuche.
La castaña tomó la mano del Hatake sorpresivamente mientras caminaba hacia varios árboles más allá. Kakashi solo se limitó a seguirla, no quería otro escándalo por negárselo.
Óbito simplemente se quedó allí mientras comía, ya volvería luego el Hatake, así que le restó importancia.
Finalmente, Rin frenó sus pasos y observó hacia ambos lados antes de que pudiese hablar de nuevo.
—No hay nadie. —murmuró, para luego soltar un suspiro y observar al Hatake.
Kakashi entrecerró sus ojos al ver sus actitudes, se le hacía extraño.
—¿Qué estás tramando? ¿Vas a violarme?
Rin rodó sus ojos con gracia y le empujó hacia un árbol. Kakashi soltó una pequeña risa, sin bajar la guardia.
—No, lo que sucede es que estoy haciendo algo sorpresa para Óbito. —respondió, mientras jugaba con sus dedos.
—¿Por...?
—Para animarlo, digo, su abuela está en el hospital y es lo mínimo que puedo hacer.
Kakashi enarcó una ceja, buscando alguna trampa en sus palabras, sin embargo, se notaba sincera por lo que solo atinó a suspirar.
—¿Qué quieres que haga? —preguntó, haciendo que Rin diese un salto de felicidad y lo abrazase con fuerza.
Kakashi se la quitó de encima en un minuto.
—No te aproveches Dora.
Esta le observó con mejillas rosadas, algo avergonzada por su acción.
—Lo siento, —dijo, volviendo a su postura— solo tienes que distraerlo y luego traerlo a mi casa.
—¿Cuándo? —preguntó el Hatake, con manos en los bolsillos.
—Mañana a media noche. —respondió ella, dando leves brincos de la emoción— Oh, por cierto, procura que Izune no esté con él o que sepa de esto.
Kakashi alzó una ceja, confundido. Algo extraño había con todo esto.
—¿Por qué? ¿Qué harás?
Rin alzó sus cejas con una sonrisa maliciosa.
—¿Celoso, Kakashi? —preguntó y el peligris negó con su cabeza.
—No, solo quiero saber qué tramas.
Entonces, el Hatake soltó un suspiro, Rin a veces podía ser un dolor de cabeza para él. Sobre todo ahora que no estaba con ella y mal interpretaba todo lo que él decía.
—Haré una especie de fiesta sorpresa, ya le avisé a todos... solo faltabas tú.
Enseguida Kakashi lo entendió, y la miró con desconcierto, todo era muy bueno para ser verdad.
—Y no quieres que Izune vaya. —afirmó, esta vez cruzándose de brazos.
Ella alzó sus hombros con una sonrisa inocente, a lo que Kakashi negó con su cabeza.
—Si quieres animar a Óbito realmente, Izune debe estar ahí.
La castaña no respondió, solo atinó en bajar su mirada y jugar con sus dedos.
—¿A quienes le dijiste? —preguntó nuevamente el peliplata, esta vez con el seño fruncido.
Rin dio un suspiro.
—A Kurenai, Asuma, Guy, Anko... Los de nuestra clase. —respondió y Kakashi asintió.
—¿Y a los Uchiha's?
—También. —dijo, esta vez cruzándose de brazos y subiendo su mirada.
Kakashi le apuntó con el dedo, demandante.
—Mentirosa, seguro dejaste fuera a Izumi también. —dijo, entrecerrando sus ojos muy cerca de ella.
Rin infló sus cachetes con molestia y se dio media vuelta, lista para irse.
—Si piensas que no le diré a la maniática de Izune estás equivocada, Rin. —le dijo el Hatake, viendo como esta caminaba lejos de él.
Sin embargo, esta se volteó con el seño fruncido.
—Entonces le diré a Shisui que vaya también.
Dicho esto, la chica desapareció entre los árboles, dejando a Kakashi tomándose la frente mientras suspiraba.
"A veces Rin es tan impredecible..." Pensó, justo antes de comenzar a caminar para volver con su amigo. Solo esperaba que no hiciese nada malo.
Tobirama se encontraba en la torre del Hokage mientras ordenaba algunos papeles, también tenía un mapa de Konoha sobre su mesa y el gorro de Hokage, el cual jamás se atrevería a ponerse, le parecía ridículo.
Enseguida la puerta se abrió, no sin antes haber golpeado. El peligris se volteó de inmediato al ver a su leal compañero de cabellera rubia, Minato Namikaze.
—Disculpe la demora, Tobirama-san es que Naruto...
—No importa, Minato, —el Senju no le dejó terminar— cierra la puerta, necesito hablar contigo.
Este sin dudarlo hizo caso a quien sería el próximo Hokage y luego le observó curioso al notar lo rojas que estaban sus orejas.
—No preguntes, ya sabes como es mi hermana— aclaró el peligris al notar la expresión de Minato.
—Está bien, —dijo el rubio con una risa leve— ¿De qué quería hablar, Tobirama-san?
Este se cruzó de brazos y se afirmó en la mesa, solo para tomar el mapa en sus manos y mostrárselo a Minato, este frunció el seño, confundido.
—¿Qué quiere decir eso? —preguntó, intentando descifrar las lineas rojas y verdes que había puesto Tobirama en aquel mapa.
—Las lineas verdes representan a todos los clanes que viven en Konoha, las lineas rojas son los clanes que quiero cambiar de zona. —explicó el peligris, sin embargo, Minato seguía sin entender.
—Pero el único clan con lineas rojas es el Uchiha... —murmuró con una mueca leve.
—Exacto, —afirmó Tobirama— quiero que vivan aquí. —señaló las lineas amarillas y Minato se tocó la nuca, inseguro.
—Tobirama-san ¿No cree que es bastante lejos? Digo, la policía de Konoha la manejan ellos y desde ese lugar se les hará más difícil...
Tobirama suspiró, solo para luego dejar el mapa sobre la mesa nuevamente y tomar a Minato de los hombros.
—Ellos están planeando cosas, Minato. —dijo, con el semblante serio— Y por alguna razón siento que tiene que ver con mi hermana, no quiero que le hagan daño y si ahora puedo tenerlos lejos de ella, lo voy a hacer ¿Entiendes?
Minato tragó saliva, realmente notaba la preocupación del próximo Hokage pero no creía que esa podía ser la solución.
—Eso quiere decir que aunque me niegue al cambio y ellos se molesten lo hará igual ¿Verdad, Tobirama-san?
Aunque ya sabía la respuesta no podía refutarle, después de todo, Hashirama-sama le había entregado el poder y la confianza a él. Tal vez no sea un plan tan errado después de todo.
—Tobirama-san, al menos necesito saber qué ocurre. —habló nuevamente el rubio.
—Te contaré todo lo que sé, solo espero que me apoyes.
Minato asintió con su cabeza, tal vez luego se arrepentiría de meterse entre Uchiha's y Senju's, pero si podía ayudar a la paz él lo haría, sobre todo con su gran compañero Tobirama, quien le había enseñado varias cosas importantes en su juventud.
Tobirama en cambio sonrió, sabía que podía contar con el rubio cuando quisiese.
Y esto era definitivamente el comienzo de algo que podría estallar.
// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igualmente pueden haber spoilers.
¡Hola! Perdón por la demora, realmente lo siento pero ya estoy aquí jaja, en fin ¿Qué opinan del capítulo? ¿Tedioso? Jaja o se imaginaban otra cosa con Sasuke😔 en fin, solo decirles muchas gracias por leer y que tengan un lindo día💓
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