- ¿Cómo está?

-Mucho mejor.

- Si queréis, podemos ayudarla a irse.

- Muchas gracias, Yuma, eres un cielo.

-Oye, siento decirte esto ahora, sé que es tarde y estás enfadada conmigo, pero me gustas mucho, MinHa.

- Ya...

-No tienes porque contestar, de echo, no sé que hiciste aquí desde un principio, podrías no haber venido nunca.

Un portazo.

Me costaba abrir los ojos, los párpados me pesaban mucho, estaba cansada y mi cuerpo estaba entumecido, además tenía sed y quería agua.

Abrí un poco los ojos y observé a mis florecitas mirándome con preocupación, hasta que Li se dio cuenta de que me había despertado y con rapidez me ayudó a sentarme en la cama y me tendió un vaso de agua.

No estaba muerta, gracias a ellas.

-Azusa me dio vendas para ti- me explicó la rubia.

-Yuma te trajo comida, frutas- dijo MinHa, y todas miramos a Jennie.

-A mí no me miréis, Kou quiso cantarte, pero más que cantar incordia, así que lo eché de aquí- se excusó. Yo sonreí.

-Gracias- murmuré.- Gracias por salvarme.- lloré.

Ellas se acercaron a mí y me abrazaron.

-Os quiero mucho- volví a murmurar.

-Nosotras también te queremos a ti - dijo Jennnie.

-Te queremos mucho- dijo MinHa.

-Mucho, mucho- acabó diciendo Li.

-¿Cómo está?- ¿Ruki?

-¿Ahora te importa?- Jenn...

- Siempre me ha importado.

-Pues nunca me lo ha parecido, me da igual lo celoso que seas o lo mucho que creas que te gusta YoonAh, pero a ella no te vuelves a acercar en mucho tiempo.

-¿Quién te crees para hablarme así? Sólo eres una simple humana. - Ruki se oía enfadado.

-No toques a mi novia- Esa era la voz de Kou.

- No es siquiera tu novia- escupió Ruki.

- Sabemos que estás enfadado- ese era Azusa- Pero no te desquites de esta manera...

-Si quieres a alguien no le haces daño - MinHa...

-Tu todavía no te has dado cuanta de que YoonAh es una flor y hay que cuidarla, no matarla, así que háztelo mirar de una vez porque no te dejaremos verla.