9. Interrogatorio P2.
La agente Seol se reclinó en su silla, las manos cruzadas sobre la mesa. Llevaba más de diez años en la unidad de Homicidios Organizados, y era la primera vez que un suceso tan trágico golpeaba la tranquilidad del pueblo. El silencio de la habitación sólo era quebrado por el suave tic-tac del reloj, marcando el paso inexorable del tiempo. La conversación con Namjoon no le había proporcionado ninguna pista significativa; esperaba que el siguiente pudiera darle más información.
Jung Hoseok entró, y aunque intentó mantener la compostura, un ligero temblor en sus manos y una palidez inusual en su rostro delataba su nerviosismo. La atmósfera fría y opresiva de la habitación parecía acentuarse con su presencia. Se sentó con cierta torpeza, acomodándose en la silla con movimientos ligeramente tensos. De vez en cuando, su pie se movía con un ligero tic nervioso.
Un breve silencio se instaló antes de que la agente Seol se acomodara frente a él, lista para comenzar el interrogatorio.
— Agente Seol, unidad de homicidios organizados — habló, su voz firme y sus ojos agudos—. Como sabes, estamos investigando la muerte de Park Jimin. Este es un caso grave, y necesitamos toda la verdad. Cualquier omisión o falsedad podría tener consecuencias legales. Entiendo que estés nervioso, pero te ruego que cooperes plenamente. Su testimonio es crucial para esclarecer lo sucedido. Antes que nada, lamento mucho su pérdida.
Él asintió con la cabeza, su mirada fija en sus manos. Un suspiro casi imperceptible escapó de sus labios.— Gracias... — respondió.
— Entiendo que estés afectado. Pero, necesito que me cuentes todo lo que recuerdes sobre Jimin y los días previos a su muerte. Empecemos por su amistad... ¿Cómo describirías tu relación con él? ¿Podrías decirme cómo era Jimin como persona? — indago, observando cuidadosamente su reacción.
— Nos conocimos hace muchos años, en el colegio. Vivíamos relativamente cerca, así que nos hicimos amigos. — Traga saliva, sus dedos tamborilean ligeramente sobre sus rodillas. — Jimin era... era una persona gentil y amable. Todo el mundo lo quería.
— ¿Lo era con todo el mundo? — cuestiono, inclinando ligeramente la cabeza. — ¿conoces a alguien que pudiera tener un motivo para querer hacerle daño?
— No puedo afirmar que lo era con todos, ya que no estaba siempre con él. — balbuceo con un gesto nervioso. — Pero nunca lo vi tratar mal a nadie. Sobre la otra pregunta... no, no se me ocurre nadie.
La agente tomó una de las carpetas y empezó a hojear, esto llamó la atención de Hoseok.
— ¿Sabía que Jimin tenía una relación secreta con Namjoon? — preguntó de repente, observando atentamente la reacción de Hoseok.
— No, no tenía idea de eso... — Susurró, su rostro reflejando una genuina sorpresa. — De verdad que no.
— Permíteme confirmar... ¿Usted forma parte del grupo de amigos, donde están Kim Namjoon, Kim Seokjin, Kim Taehyung y Jeon Jungkook? — lo miró algo confusa.
— Sí, señora... — respondió Hoseok.
— Pero ¿No estabas al tanto de la relación de tus amigos? ¿Se ocultaban cosas? ¿No eran tan cercanos como parecía? — interrogó, sus ojos brillando con interés.
— No estaba al tanto. Supongo que era algo... entre ellos. Éramos cercanos, pero cada uno tenía su propia vida. — Su tono de voz se vuelve ligeramente más firme, con un dejo de molestia. — A veces, hasta los amigos tienen secretos.
Ella asintió, y prosiguió con la siguiente pregunta: — ¿Recuerdas la última vez que hablaste con Jimin? ¿De qué hablaron?
— Fue un día antes de su... — Su voz se quebró y tuvo que tomarse un momento para contestar. — De eso... No fue nada importante. Solo unos mensajes donde me preguntaba la dirección de un restaurante.
— ¿Y te dijo para qué necesitaba esa dirección? ¿Planeaba ir con alguien? — Hoseok niega con la cabeza.
— ¿Sabías si Jimin usaba drogas? ¿O alguna vez lo viste consumir?
— Jamás lo vi consumir, ningún tipo de droga. — Respondió con firmeza.
Ella asintió antes de continuar: — ¿Con quién pasaba más tiempo Jimin? ¿Tenía algún amigo o amiga especial?
— Usualmente siempre estaba con Taehyung o Jungkook, pero él también tenía otros amigos. No podría decirle con detalle alguno en especial. — Se acomodo en la silla, parecía cansado.
—Bien, Hoseok, estamos a punto de terminar. Le tengo una última pregunta — Puntualizó con seriedad. — ¿Dónde estuvo el día del asesinato? Y, ¿sabía usted lo que iba a hacer ese día?
— Ese día trabajé doble turno en el cine, así que puede comprobar mi ficha de ingreso o las cámaras. — respondió con tranquilidad, pero con una ligera tensión en su voz. — Lo último que supe de él fue en el grupo de chat que tenemos juntos. Envió una foto antes de salir mostrando su abrigo nuevo. Supe que iba a casa de Taehyung, pero nunca llegó.
La agente lo miró por unos momentos. Gotas de transpiración corrían por su rostro, sus dedos seguían moviéndose, pero su rostro parecía más aliviado.
Y tras una breve pausa, dijo: — Gracias por su colaboración, Hoseok. Si recuerda algo más, mi oficina está siempre abierta. — Le entregó su tarjeta. — Puede irse ahora.
En ese momento, se abrió la puerta y el oficial Won Bin entró.
— Agente, el siguiente interrogado ya está listo.
— Gracias, oficial Won Bin. Puede llevarse a Hoseok.
El oficial Won Bin condujo a Hoseok fuera de la habitación. La agente se quedó sola, el silencio volvió a llenar la sala. Tomó su bolígrafo y empezó a anotar en su libreta algunos detalles importantes del interrogatorio, repasando mentalmente las respuestas de Hoseok. La información sobre la relación secreta entre Jimin y Namjoon era crucial, y la aparente falta de conocimiento sobre esa relación era intrigante. Necesitaba analizar todo con cuidado. Su siguiente interrogado era Kim Seokjin, y esperaba que él pudiera arrojar algo de luz sobre este misterio.
Un golpe suave en la puerta la sacó de sus pensamientos, esta se abrió y entró Kim Seokjin. A diferencia de la entrada nerviosa de Hoseok, Él entró con calma, pero con una rigidez en la postura que delataba cierta tensión. Sus ojos, apagados, con un halo de tristeza que no podía ocultar del todo. Se movía con una elegancia contenida, pero sus movimientos eran más lentos y deliberados. Se sentó con una precisión milimétrica, sus manos reposando tensas sobre sus rodillas.
La agente lo observó con atención. A pesar de su esfuerzo por mostrarse sereno, percibió una profunda tristeza en su mirada.
— Agente Seol, unidad de homicidios organizados — comenzó la agente, adoptando su tono profesional—. Como sabe, estamos investigando la muerte de Park Jimin. Necesitamos su testimonio. Entiendo que pueda estar afectado por la pérdida, pero le ruego que coopere plenamente. Cualquier información, por pequeña que parezca, podría ser crucial.
Seokjin asintió con una leve inclinación de cabeza, sus ojos fijos en los de la agente. Su expresión era seria, pero no mostraba el desapego que había mostrado Hoseok.
— Entiendo. — respondió, su voz suave, pero con un dejo de cansancio.
— ¿Cómo describiría su relación con Park Jimin? — preguntó, buscando romper la barrera de calma que Seokjin había establecido.
— Éramos amigos. — respondió, sin vacilar. — Buenos amigos. Aunque... — hizo una pausa, sus ojos se humedecieron —...no estábamos tan cerca últimamente.
— ¿Podría elaborar un poco más sobre eso? — indagó, animándolo a continuar.
— Sí, claro. Jimin era... Era una persona muy social. Y yo no tanto; él solía salir y divertirse seguido con sus amigos. — su rostro se puso tenso. — Lamento no haber podido dedicarle más tiempo.
— ¿Conocía a algunos de esos amigos que eran ajenos a su grupo más cercano? — preguntó con el tono ligeramente más serio. — ¿Tuvieron problemas porque usted no pudo ir con ellos?
— Solo los conozco de vista, pero no sé mucho sobre ellos. Pero si es necesario puedo conseguir sus datos — sonaba decidido, su mirada fija en la agente. — Jamás discutimos por eso; nuestra amistad iba más allá de la diversión de una salida, nos conocemos desde la primaria.
— Bien... — susurró antes de volver a preguntar: — ¿Sabía si Jimin mantenía alguna relación amorosa?
— No, él no era de ese tipo — una débil sonrisa apareció en su rostro. — Él era más de ser libre, salió con algunas personas, pero nada serio.
— ¿Alguna de esas personas podría guardarle rencor por sus acciones? — insinuó, Seokjin se tensó.
— No lo creo, él siempre era claro con sus relaciones.
— ¿Cuándo fue la última vez que vio a Jimin? ¿Qué estaban haciendo? — preguntó, mientras daba golpes con su bolígrafo en la mesa.
— Dos días atrás en clases; habíamos quedado en por fin ir a una fiesta juntos, la próxima semana — susurró, el recuerdo parecía dolerle.
— Por último, señor Kim, ¿dónde estuvo usted el día del asesinato? — su mirada se clavó en él.
— Mi padre es parte del consejo municipal — soltó, con un suspiro molesto. — Ese día se realizó una cena en mi casa, para tratar unos temas de la sección agrícola; todos los que somos hijos tenemos la obligación de participar para después heredar el lugar.
La agente Seol asintió, anotando toda la información. Seokjin parecía menos tenso ahora, pero su cuerpo aún estaba rígido; y después de avisarle que podría ser llamado nuevamente a declarar y entregarle su tarjeta, se retiró. Hasta ahora nada era suficiente para encontrar al culpable; el reloj marcaba las 22:00 horas. Había estado todo el día encerrada en el lugar y aún le quedaban dos interrogatorios más.
Un profundo suspiro escapó de sus labios. El cansancio se apoderaba de ella, pero la necesidad de resolver el caso la mantenía en alerta. Necesitaba encontrar una pieza clave que le permitiera avanzar en la investigación.
Un golpe seco en la puerta la sobresaltó. La puerta se abrió y entró Jeon Jungkook. A diferencia de la calma tensa de Seokjin o el nerviosismo evidente de Hoseok, Jungkook irradiaba una seriedad fría y contenida. Su rostro, aunque inexpresivo, transmitía una profunda tristeza. Sus movimientos eran precisos, sin ningún gesto innecesario. Se sentó con una rigidez militar, su espalda recta, sus manos descansando inmóviles sobre sus rodillas. Sus ojos, oscuros y penetrantes, la observaban con una mezcla de desconfianza y resignación.
Notó la diferencia inmediata. Jungkook no intentaba disimular su desagrado por estar allí. Parecía estar allí por obligación, no por cooperación.
— Agente Seol, unidad de homicidios organizados — comenzó la agente, adoptando su tono profesional—. Como sabe, estamos investigando la muerte de Park Jimin. Necesitamos su testimonio. Sé que eran mejores amigos, así que podría tener alguna información que nos sea de utilidad.
Jungkook asintió con la cabeza, sin apartar la mirada. Su silencio era más elocuente que cualquier palabra.
— No estoy aquí para charlas de condolencias, agente. — interrumpió, su voz fría y cortante. — Dígame lo que necesita saber y terminemos con esto.
— Sabemos que Jimin estaba involucrado en algún tipo de problema, ¿verdad? — preguntó, directamente. — ¿Podría contarme sobre eso?
— No estoy al tanto de ningún problema. — respondió Jungkook, con frialdad.
— Hemos encontrado evidencia de drogas entre sus pertenencias. Esto no fue reportado en su declaración inicial. ¿Podría explicarme esto? — soltó y observó a Jungkook atentamente.
— No sé nada de eso. — replicó Jungkook, sin cambiar su expresión.
— Bien. — dijo la agente, anotando la respuesta. — ¿Dónde estuvo el día de la muerte de Jimin?
— En casa. — respondió Jungkook, lacónicamente.
— ¿Y qué fue lo último que habló con él? — preguntó la agente Seol.
— Nada importante para el caso; de igual manera, es algo que ya debería saber, ¿no? — con sarcasmo. — Tienen que tener su celular, ¿o tampoco encontraron eso?
La agente suspiró. La falta de cooperación de Jungkook era frustrante, pero no inesperada; sabía que sería lo único que le sacaría. Tras un breve silencio, dijo: — Gracias por su tiempo, señor Jeon. Si recuerda algún detalle adicional, por favor, póngase en contacto con mi oficina.
Eran casi las 23:00. Solo quedaba un interrogatorio. La agente Seol, necesitando aire, fue a la sala principal donde se encontraba Kim Taehyung sentado, junto a Jungkook, quien mostraba una expresión completamente diferente a la que había mostrado durante su interrogatorio.
La agente Seol se sentó frente a Taehyung, quien estaba demacrado y nervioso, con los ojos hinchados.
—Agente Seol, unidad de homicidios organizados — se presentó la agente, adoptando su tono profesional. — Entiendo que usted y Jimin eran muy buenos amigos, ¿cierto?
Taehyung asintió lentamente, jugando nerviosamente con sus dedos.
— ¿Dónde estaba usted la noche del asesinato de Jimin? — preguntó la agente Seol directamente.
—En mi casa. — respondió Taehyung, su voz quebrada.
— ¿Qué hacía? — preguntó la agente Seol.
—Esperándolo. Íbamos a ver una película, pero él... no llegó. — Las lágrimas cayeron.
—Señor Kim, sus respuestas son vagas. Necesitamos detalles. ¿Habló con alguien? ¿Recibió alguna llamada? — La agente Seol presionó.
—Estaba... en mi casa. Esperé... No recibí llamadas... — respondió Taehyung, entrecortado.
— ¿Sabía si Jimin tenía alguna pareja o si solía frecuentar a alguien de manera regular? — preguntó la agente Seol.
—No... no lo sé con certeza. — respondió Taehyung, dudando.
— ¿Con qué frecuencia solía ir a fiestas Jimin? — preguntó la agente Seol.
—Bastante seguido, creo... — respondió Taehyung, inseguro.
— ¿Sabía algo sobre las salidas clandestinas de Jimin? — preguntó la agente Seol, observando atentamente a Taehyung.
Taehyung se quedó en silencio por un momento, sus ojos se desviaron, y luego respondió con voz baja: — No... no sé de qué me habla.
La agente Seol hizo algunas preguntas más. Taehyung estaba muy nervioso, su nerviosismo era evidente en sus respuestas evasivas y en sus constantes movimientos.
—Señor Kim, gracias por su tiempo. — dijo la agente Seol, poniéndose de pie.
Taehyung salió tambaleándose, con dudas y miedo. El interrogatorio había terminado, pero la verdad seguía oculta. La agente Seol se quedó en silencio, el caso estaba lejos de resolverse.
El interrogatorio había terminado. Salí de la comisaría tambaleándome, la cabeza llena de un zumbido que no era solo el cansancio. Era el eco de las preguntas de la agente Seol, perforando mi mente como agujas. "¿Dónde estaba la noche del asesinato?" La respuesta, "En casa", resonaba en mi cabeza, vacía y sin sentido, incapaz de abarcar la tormenta que había vivido. La culpa me abrumaba, un peso insoportable en mi pecho. Si tan solo... no hubiera insistido, si no lo hubiera invitado a mi casa, quizás... él aún estaría vivo.
Esta idea, esta culpa absurda pero real, me carcomía. Yo lo había invitado, yo había planeado esa noche, yo había esperado su llegada... y ahora él estaba muerto.
Al salir de la comisaría estaba todo estaba silencioso. Esperaba encontrar a los demás esperándome, pero al parecer se habían cansado y se habían ido.
Necesitaba alejarme, respirar, pensar. Decidí caminar, dejando que mis pies me llevaran a donde quisieran. Sintiéndome sofocado, crucé la calle hasta el pequeño parque frente a la comisaría, un lugar que usualmente me daba tranquilidad.
Allí, bajo la luz tenue de las farolas, debería haber encontrado la paz. En lugar de eso, encontré una escena que me heló la sangre.
Namjoon y Hoseok estaban en una pelea. No era una pelea elegante, de puñetazos calculados. Era una lucha desordenada, primitiva. Jin y Jungkook, sus rostros llenos de horror y desesperación, intentaban separarlos, pero eran como dos leones enjaulados, incapaces de contener su furia. Namjoon, normalmente tan sereno y controlado, estaba fuera de sí, sus movimientos bruscos y violentos. Hoseok, por su parte, estaba desgarrado, su furia una mezcla de dolor y traición que lo consumía.
La pelea, según me contó Jungkook después, había comenzado en la comisaría.
Hoseok, durante el interrogatorio, había descubierto algo sobre la relación de Namjoon y Jimin, algo que Nam había negado rotundamente, atribuyéndolo a información errónea o a una simple coincidencia. Y aunque dudaba, le creyó en ese momento.
En un momento, Namjoon ofreció comprarles café a todos, un gesto que parecía querer romper el hielo del momento. Mientras él se iba junto con Jin, Hoseok escuchó el tono de una llamada y se dio cuenta que Nam había dejado descuidadamente su teléfono sobre la mesa. Intrigado, intentó contestar, pero la llamada se cortó. Y en la pantalla de su celular, una foto: Jimin y Namjoon besándose, apareció.
El shock lo paralizó. La mentira era evidente. La imagen, íntima y comprometedora, desmentía las palabras de Namjoon. Pero no pudo confrontarlo en ese momento; Seokjin estaba presente, y no quería ventilar todo el asunto delante de él. Cuando Jungkook entró, Jin se quedó con Taehyung, dándole a así la oportunidad de hablar con el a solas. Pero este se mantuvo en su postura negadora, diciendo que solo era una foto, que la había guardado porque le parecía bonita. Para su mala suerte, Jin los interrumpió, poniendo fin a la discusión.
Cuando salieron a tomar aire y fumar después de que yo ingresara al interrogatorio, la tranquilidad explotó. Cuando Seokjin, cansado del silencio y la tensión, les dijo que tenían que ser sinceros, que no era hora de esconder nada. Namjoon, quizás agotado por el peso del secreto, finalmente dijo: "No más secretos, chicos".
Fue entonces cuando la furia de Hoseok estalló y le gritó. "¡Entonces cuenta la verdad, Namjoon! ¡O yo lo haré por ti!" Los gritos comenzaron, los empujones siguieron, y la situación escaló rápidamente hasta convertirse en una guerra campal.
Cuando llegué, lo único que escuché fue a Namjoon gritar:
"¡Ninguno puede hablar! ¡Todos hemos estado con Jimin! ¡Entonces, ¿por qué se enojan tanto?!"
La escena se congeló. La furia de Hoseok, los gritos de Namjoon, la mirada de culpa de Jin y Jungkook... Y yo, de pie en la entrada del parque, atónito por la escena que se desarrollaba ante mis ojos. La verdad, como un fantasma, se cernía sobre nosotros, amenazando con destruir. Nuestra amistad, nuestra lealtad, nuestra memoria de Jimin... todo estaba en juego. Y la verdad, como un volcán a punto de entrar en erupción, ¿Cuántas mentiras nos habíamos ocultado? ¿Quién más tenía un secreto? El silencio del parque, de repente, se sintió mucho más pesado que la pelea.
¡Hola Traitors! Hasta acá llegó la narración en tercera persona. Espero que hayan disfrutado de este capítulo. Sé que ha sido intenso, y estoy ansiosa por saber qué les pareció. ¿Alguien les pareció sospechoso? ¿Ya tienen su culpable elegido? ¡Cuéntenme todo! 👇
Me encantaría leer sus comentarios y teorías. Recibir sus mensajes me motiva muchísimo a seguir escribiendo, así que no duden en dejarme sus opiniones, por más locas que sean. ¡Recuerden votar el capítulo!
¡Un agradecimiento especial a mi querida amiga @aprlvth por la increíble portada y el diseño gráfico del libro!, ¡Sos una GENIA! ✨ ¿Qué les parece la nueva portada? Espero que les guste tanto como a mí. 😍
¡Y ya saben! Todos los martes habrá actualización, así que ya pueden agendar el día en sus calendarios. ¡Los espero con ansias! ❤️
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