Hay que ser muy listo para según qué cosas; pero muy tonto para otras 😑
Eclipsa y Globgor esperaban los resultados de la prueba sentados en el mismo sofá del retrato. No decían nada. Ese silencio era mucho mejor que cualquier palabra. De repente, Eclipsa miró el reloj:
Eclipsa: ¡Ya está! ¡Se ha terminado la espera! *entra corriendo al baño para ver la prueba*
Globgor: *al ver que Eclipsa no dice nada tras entrar al baño, va con ella* ¿Eclipsa..? ¿Qué dice la prueba?
Eclipsa: *se da la vuelta y, con una voz muy sensual, revela la verdad sin tapujos* Parece que llevo un bebé adentro..~
Globgor: Oh, Eclipsa. No me pongas esa voz..
Y bueno, el modo de celebración queda a la imaginación. Digo todo si menciono que durmieron juntos.
Y, al día siguiente, en su habitación del barco, la más lujosa, se encontraba una peliverde tarareando mientras se peinaba los sedosos cabellos:
Eclipsa: Eres tú el príncipe azul que yo soñé ~♪ *dando vueltas por la habitación, pero de repente se marea* ¡Otra vez, no! *se va corriendo a vomitar*
Shastacan: *justo en ese momento entra a la habitación de Eclipsa y la ve yendo al baño a toda prisa y se sorprende* Eclipsa.. ¿qué estás haciendo?
Eclipsa: *levanta la cabeza un momento* No te preo- *se ve interrumpida y tiene que volver a vomitar*
Shastacan: Si tú lo dices, te dejaré vomitar tranquila *se ríe de una manera muy sarcástica* Pero asegúrate de echarlo todo y no regurgitar en la cena de esta noche, si es posible.
Eclipsa: *levanta de nuevo la cabeza encontrándose un poco mejor* Eso dalo por hecho. Aún así, ¿puedo invitar a Globgor, por favor? *utilizando una buena excusa para invitarle y poder estar más con él* Es que se me ocurrió una pregunta sobre un país y como él viaja tanto, pensé en simplemente preguntárselo y no quedarme con esa duda.
Shastacan: Si es eso, mujer, yo te quito la duda bien rápido. ¿Qué es lo que quieres saber?
Eclipsa: Mira que, si no lo sabes, no pasa nada. Pero mi pregunta es que ¿cuál es la provincia de Francia? Ya sabes, ese lugar de la Tierra tan refinado y tal. Es que me él dijo que había estado allí una vez, aún que fue durante poco tiempo, y me gustaría visitar Francia algún día, pero dicen que lo mejor está en la provincia.
Shastacan: *no tiene ni idea* Pues.. La provincia de Franca-
Eclipsa: ¡Se dice Francia!
Shastacan: ¡Como se diga! La provincia de Francia es.. es.. quiero decir, se llama.. ehmm, y está en..
Eclipsa: Déjalo, alma de cántaro, que no tienes ni idea y ni eso sabes admitir. *se va a buscar a Globgor para invitarle a la cena, dejando a Shastacan con la boca abierta*
Eclipsa fue a buscarle. Le encontró y le dijo que si podía venir. Él le contestó que sí, porque no tenía nada más que hacer.
Pasó el día, con las habituales náuseas de Eclipsa. Ella en cada momento iba sintiéndose peor y peor. Pero no podía hacer nada. Se acostaba a descansar de vez en cuando, aún que necesitaba vomitar ó sentía como si su cuerpo se desmayara, por eso, tenía una palangana junto a la cama. Y iba vomitando, echándolo al váter y así durante el día entero. Hasta que llegó la cena. Al haber pasado la noche descansando, se sentía más enérgica y más lúcida. Bajó a cenar, bien arreglada, peinada y maquillada, para ocultar la tripa, las canas y la palidez ojerosa. Nadie se daba cuenta de que Eclipsa no se encontraba bien. Así que.. ¡¡¡PUMMM!!!:
Eclipsa: No es una cuestión de prioridades, sinó de principios. En cierto modo, los principios morales son anticuados, pero lógicos. Y no- *se levanta y sale corriendo*
Todos los presentes vieron a la joven pasando a toda prisa el salón de punta a punta y salir, así que no pudieron hacer más qué sorprenderse.
Solaria: *mira a Shastacan buscando una explicación*
Shastacan: *la mira y se encoge de hombros asombrado* Ni me pregunte, porque no sé de qué va esto.
Globgor, que había acompañado a Eclipsa a la cena, se levantó para ir con ella. Cuando llegó, se oían las arcadas de la peliverde:
Globgor: *pica a la puerta* Eclipsa, ¿estás bien? ¿Necesitas agua ó algo?
Eclipsa: *abre la puerta del baño y asiente* Sí, por favor. Y no sé si quiero volver a la cena. Creo que es momento de hacerlo público de una buena vez.
Globgor: ¿Piensas decirles que he pasado muchas y largas noches contigo y que ahora vas a ser madre?
Eclipsa: No. Disfrazaré la verdad para versionarla a otra cosa.
Eclipsa se fue al salón y se sentó en la mesa. Pidió que la escucharan un momento y se aclaró la garganta:
Eclipsa: Esto.. debo decirles algo, y es la razón por la cuál he huido corriendo. Verán, quiero confesar algo que sé hace poco tiempo. Y es que estoy embarazada.
Solaria: *se tapa la boca con las manos* ¡Eclipsa..!
Shastacan: Eclipsa, dinos la verdad. Si no estás segura, te digo que te asegures de ello.
Eclipsa: Ya me he asegurado. Estoy de 2 meses.
Solaria: Oh, por Dios. *mirando al resto de presentes* ¿No les dije ya que mi hija y su prometido llevaban mucho, mucho tiempo enamorados? ¡Qué bonito, que mi niña ya es adulta!
Mientras Solaria abrazaba a su hija de una manera que, si hubiera sido unos años atrás, le habría gustado, pero que ahora la incomodaba, Shastacan no veía todo tan bonito. No creía que Eclipsa estuviera realmente embarazada, y, si lo estaba, no era de él. Y se entraría más tarde ó más temprano. ¡Anda que no se enteraría! Solo hacía falta tiempo..
Y, a la vez que Shastacan pensaba en eso, Eclipsa y Globgor se miraban con complicidad y se tenían que aguantar la risa. La joven había demostrado que podía lidiar con cualquier situación. La decisión de confesar su estado era inteligente, pues ella jamás había dicho que la hija fuera de su prometido, así que ¿estaba mintiendo? Estaba embarazada, y eso había dicho.
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