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-¿Qué? ¿Nos usaste todo este tiempo? ¡Cómo pudiste!
-¡Soy un demonio Muriel! ¿No se supone que soy la encarnación de la maldad?
-Estás mintiendo...
-¡Maldita empática! ¿Crees que lo sabes todo? ¡No eres nadie para juzgarme!
Baalzephon oculta algo ¡Estoy segura! Lo conozco hace mucho y sé que aunque pecó siendo parte de la revolución de Lucifer lo hizo por lealtad al que era su hermano más querido y el líder al que siempre le demostró un gran respeto.
Muy dentro de mí sé que prefirió decepcionar al Creador antes que dejar solo al ex luminoso; para él el honor y la lealtad son valores sagrados.
Desde nuestro reencuentro han pasado días que se sienten como una eternidad pero incluso antes de recuperar mis dones que ahora están repotenciados sé que la decepción que Lucifer le inspira es auténtica.
Entonces ¿Por qué se ha prestado a su juego?
-Dime la verdad Baal ¿Lucifer te está obligando?
Los intensos ojos azules me miran y sé que algo acongoja a mi hermano caído.
-Muriel yo...
La tierra empieza a temblar y Baalzephon recupera su expresión indiferente.
-El está aquí.
Yoongi y JiMin toman su apariencia angelical y usan armaduras celestiales. Yo también me transmuto y busco con la mirada a mis chicos para que se pongan a salvo.
-Ese enfermo llegará con todo su ejército no podrán hacer nada contra él.
-No lucharemos solos.
JiMin está por lanzar una señal al cielo cuando una llamarada que sale de la nada lo deja fuera de combate.
Ante nuestros ojos se presenta el ser que jamás pensé volver a ver.
Lucifer...
Sigue siendo tan hermoso e impresionante como lo recordaba: Alto como Baalzephon, su largo y ondulado cabello oscuro llega a la altura de sus hombros.
Sus penetrantes ojos grises miran con curiosidad cuanto lo rodea y se quedan fijos y extasiados observando con admiración a NamJoon y Amada.
Aprovecho la distracción para lanzar la señal que Raziel no pudo.
El amo del averno se da cuenta de lo que hago y lanza otra lengua de fuego pero no logra su cometido porque Yoongi me protege con su escudo, lo que desata la ira de Lucifer que aumenta el poder de su descarga.
-¿Falta mucho?
-¡Ya termino!
El líder de los demonios cesa su ataque al darse cuenta de que la señal llegó a su objetivo.
-¡Muriel, Muriel! Lo que tienes de hermosa lo tienes de cándida y estúpida ¿Crees que Padre enviará refuerzos? ¿Asumes que ustedes le importan? Si fuera así ¿Dónde está su ejército? ¿Te envía a enfrentarte conmigo con un renegado oxidado en el arte de la guerra, un ángel chismoso y dos nefilims inofensivos?
-No lo escuches hermana.
-¡Oh, claro que me va a oír! ¿Cómo puedes creer en el amor de aquel que te castigó y desterró del Reino? ¡El no sabe de perdón ni misericordia, debiste aprenderlo cuando me expulsó de nuestro hogar sólo porque quise dotar de entendimiento a los miserables mortales! ¡Lo único que deseaba era que los inútiles humanos lo amaran tanto como nosotros!
Mientras Lucifer saca a flote todo su resentimiento puedo oír la voz de JiMin resonando dentro de mi cabeza.
-Es momento de usar tus nuevos dones Muriel, haz que la conciencia del rey oscuro lo torture hasta aniquilarlo.
-Esa es la versión que has creado para acallar tu conciencia y no enfrentar la realidad Lucifer: Padre confiaba en ti y lo traicionaste porque tu soberbia fue más grande que el amor que alguna vez sentiste por el Creador.
-¿Yo soy soberbio? ¡Tú no te quedas atrás perra! ¿Quién te has creído que eres para venir a sermonearme?
-No soy quien para hacerlo pero si alguien se encargará de juzgarte es tu conciencia.
-¡Jajaja! ¿Mi conciencia? ¿Crees que estás hablando con un párvulo de cinco años? ¡Eres tan patética! Si alguna vez la tuve murió el día que el ingrato del Creador me expulsó del reino como un apestado.
-¿Estás seguro? Lo dudo Lucifer, estoy convencida de que una parte de tu ser celestial todavía mora dentro de ti.
-Tu presencia me irrita zorra así que tu y el inútil de Satariel pueden largarse por donde vinieron y de paso llevarse el despojo plumífero que acabo de mandar de regreso al cielo.
-¡Silencio Lucifer! Es momento de escuchar a tu yo más profundo y afrontar con valor lo que tenga que decirte o consumirte por el remordimiento.
-¡He dicho que...!
Hago el gesto de silencio y Lucifer queda mudo de inmediato. Sus ojos refulgen furiosos pero también consternados... ¡Lo que sucede lo ha tomado con la guardia baja! ¿Es que Baalzephon no le dijo sobre mis nuevas habilidades?
-¡Ananke voluntas est ut vocem amissae conscientiae audias! (Es la voluntad de Ananke que escuches la voz de tu conciencia perdida)
El líder de los caídos da un horroroso alarido y se sujeta la cabeza con gesto de dolor.
-¡Haz que se calle! ¡Detenla por favor!
-Deja de luchar y encontrarás la paz.
-¡Callala ya ramera! ¡Baalzephon imbécil ayudame!
Baal no atina a nada, está mirando estupefacto lo que ocurre y puedo percibir su confusión y las dudas que surcan su mente.
Lucifer está acostado sobre el pasto, parece un drogadicto sufriendo un episodio psicótico: lágrimas, palabras incoherentes y rictus de dolor dan muestras de la tortura que está sufriendo producto de la culpabilidad.
Sus pecados literalmente lo están aniquilando.
-¡Satariel ten misericordia matame ya no lo soporto!
Mi hermano no se hace de rogar y saca su espada dispuesto a acabar con el príncipe del averno cuando el silbido de una lluvia de flechas llega a nosotros sin darnos espacio a reaccionar.
Antes de sentir como las puntas doradas atraviesan mi cuerpo y me arrastran hasta clavarme en una pared de rocas llego a escuchar la voz aterrada de SeokJin que grita mi nombre a todo pulmón.
-¡Muriel!
Siento como las fuerzas me abandonan pero llego a comunicarme con Jinnie antes de caer en una especie de letargo.
-¡Huye amor mío, protege a Kookie, Joonie y Ami!
La imagen de mi esposo, JungKook y los androides es reemplazada por un gran resplandor.
El alivio llega a mi al saber que mis chicos están a salvo.
La semi inconsciencia me permite escuchar vagamente lo que ocurre a mi alrededor.
Lucifer blasfema y descarga la enorme frustración que siente.
-¿A dónde mierda se fueron? ¿Quién hizo eso?
-El cabrón de Raziel se largó y se los llevó.
El reporte es dado por una voz que no reconozco.
-Ese lameculos divino se olvidó de la hermandad ¡Dejó a estos dos como tiros al blanco!
Ese es Baalzephon y contrario a sus costumbres esta vez sus palabras transmiten amargura y no burla.
La voz desconocida adquiere corporeidad y siento su mano sujetando mi cara.
-Estas jodida putita el jefe no se quedará tranquilo hasta que tu y Satariel le digan dónde están sus juguetes.
-¡Vete a la mierda Agaliareth! Muriel y yo no les diremos nada.
-Eso lo veremos comandante.
El sopor me abruma y voy cayendo en un profundo sueño. Mi corazón se llena de congoja al sentir después de mucho tiempo la pena y el dolor que embargan a mi hermano.
-¡Por favor hermanita no te rindas, no me dejes ahora!
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