De tal palo, no siempre tal astilla
Luego de quedar viuda con sus recién cumplidos cuarenta años, Amelia siente la soledad de golpe en la casa que fue un hogar para ella y su marido por casi veinte años de matrimonio. Sin hijos, amigos por interés y con la única compañía de su empleada, siente el dolor de su pasado caer sobre sus hombros con el peso del mundo entero y así es como decide reencontrarse con él y buscar a toda costa al único hijo que tuvo cuando sólo era una adolescente y que tuvo que dar en adopción por decisión de sus padres, sin pensar que este podría no ser lo que ella quería en un hijo.Portada realizada por: @gabymt_ de @ValkiriaEditorial…