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XXVI

Desde la primera vez que entró a ese lugar, le pareció fascinante la vista que tenía la oficina del alfa, quizá en el día podía mostrar una visión brillante, edificios alzándose por lo alto, una ciudad tan caótica que a cualquiera abrumaba. Pero ahora que comenzaba el atardecer, con los matices naranjas, lilas, rosas y el sol bajando lentamente, creaban una atmósfera muy diferente. Demasiado pacífico, quizá esa misma era la razón por la que Jungkook no tenía problema con quedarse por horas en ese sitio trabajando antes de conocerlo.

Taehyung inspiró profundamente sintiéndose extraño, su lobo no estaba reaccionando como esperaba ante aquel acto descarado que vio por parte de la asistente de su alfa. Sin embargo, vaya, si no quería remarcar su posición como omega de Jungkook, durante esos días había dejado expuesta su marca, todos sabían que era un omega unido tanto por su olor, como por la bonita cicatriz rosa. Odiaba en ocasiones que su alfa tuviera razón en mencionar que algunos lo verían de distintas maneras, pero jamás esperaba que la mirada de Han Minah le hiciera hervir tanto la sangre.

Se sentía molesto porque su lobo parecía no poner atención necesaria a aquello, o al menos así lo pensó hasta que pudo sentir un estremecimiento, seguían siendo víctimas de aquel cosquilleo, pero ahora era más fuerte, podía sentir cómo el otro lobo exigía por su atención y fue mucho más claro cuando el seguro fue colocado en la puerta. Lentamente, giró en su mismo sitio encontrando a Jungkook con el arreglo floral en sus manos, su ceja se alzó al verlo ¿se sentía celoso?, sí, demasiado. Sus pasos avanzaron hasta el alfa, quien extendió aquellas hermosas flores.

— Le he dicho lo hermoso que se ve el día de hoy Vante-ssi – murmuró Jungkook, acercándose lentamente al omega que no quitaba su vista de él. Pudo sentir en su pecho un cosquilleo un tanto exigente, de esos que siempre recibía a manera de reproche.

— No le parece que es muy atrevido de su parte, invitarme a su oficina y decir que soy hermoso – el tono de voz que había utilizado hizo estremecer a Jungkook, se escuchaba justo como esperaba de una pequeña escena de celos – es obvio que usted tiene omega.

— ¿Sí? ¿Cómo sabe eso? – el alfa sonrió un poco al extender por fin el arreglo en sus manos, notando los ojos entrecerrados del omega como si inspeccionara algo en él —. Estas no se comparan con su belleza, pero me halagaría si las recibiera.

Taehyung tomó el ramo de peonias entre sus manos cuando le fue entregado, buscando como siempre la nota que acompañaba aquellos detalles tan románticos con los cuales su alfa siempre le sorprendía. Para su sorpresa no había nada, su corazón dolió por algunos segundos, recordó la actitud de Minah cuando los tuvo frente a ella, no le sorprendería que esa descarada haya tomado la nota pensando que el arreglo era para ella. Alzó la vista justo cuando Jungkook tomó su mano para besarla delicadamente. Por más que aquel gesto fuera realizado no dejaba de ser un tanto abrumador, pues siempre dejaba una sensación cosquilleante.

— Esto es demasiado atrevido – volvió a mencionar, haciendo sonreír a Jungkook cuando se enderezó luego de dejar un beso en cada nudillo, deteniéndose algunos segundos en uno en específico —. Usted, huele a su omega, parece que es alguien que se encarga en marcarlo muy bien.

— Es verdad – el alfa se acercó a su oído, bajando una mano hasta su espalda baja, aferrando su agarre en su cintura – por eso lo amo. Se esmera por ser obvio en que soy un alfa unido, aun si tenemos que fingir que no lo somos en la oficina.

El alfa rozó sus labios contra la piel de Taehyung, creando un camino directo hacia sus labios, ansiaba besarlo, necesitaba hacerlo o se volvería loco. El omega estaba cayendo bajo los encantos de las palabras de Jungkook, junto con las caricias que hacían estragos con su cuerpo, humedeció sus labios en un acto ansioso, esperando ser besado hasta que olfateó un olor extraño.

Cerezas y miel...

Un gruñido se escapó de sus labios para luego evitar el beso que iba dirigido a sus labios, dejando desconcertado a Jungkook, quien a pesar de no lograr su objetivo dejó un beso tierno en la mejilla suave de su omega. Taehyung se soltó lentamente de su agarre, alejándose unos cuantos pasos hasta llegar al escritorio del alfa, colocando con delicadeza las flores sobre la superficie, cuidando que los papeles que se encontraban ahí no se estropearan. Regresando la mirada hacia el cuerpo contrario, Jungkook ladeó la cabeza al no comprender su comportamiento.

— Jungkook – su nombre jamás le había causado tanto miedo saliendo de los labios de su precioso omega, aunque notarlo caminando hacia él con una mirada de ¿hambre? ¿Reclamo? ¿Molestia?, fuera cualquiera de esas, no importaba todas las opciones, lo hacían sentirse ansioso – ¿eres mi alfa?

— Lo soy mi luna.

— Cuando un alfa tiene un omega, cambia su esencia, ¿cierto? – Jungkook asintió lentamente, no comprendiendo del todo lo que decía —. Eso significa que todos deben saber que ya eres un alfa unido, ¿no es así?

— ¿Sí? – casi tartamudea al tenerlo tan cerca inspeccionándolo con la mirada.

— Entonces – hizo una pausa, una atemorizante y que al mismo tiempo lo llenó de deseo. Joder, ¿Cómo se suponía que debía reaccionar ahora?, porque su lindo, hermoso, majestuoso y posesivo omega estaba tocándolo sin descaro en la entrepierna, arañando su ropa con sus uñas, subiendo y bajando lentamente, dejando un cosquilleo extraño cada que lo hacía – ¿Por qué parece que la señorita Han, no comprende que eres mío?

El alfa tuvo que agarrarse de los hombros contrarios al sentir el agarre, aferrándose a su casi despierta erección. Diosa, no comprendía muy bien a lo que se refería, pero el que fuera dominante lo ponía demasiado. No era algo doloroso, simplemente lo sostenía con posesividad, remarcando sus movimientos cada tanto.

— Alfa, eres mío – susurró de manera seductora, abultando sus labios, una vez Jungkook recuperó el aliento y conectaron miradas —. No quiero que nadie más ande rodeándote con su horrible olor.

— Sabes que soy tuyo, todo tuyo – aferró su agarre de nuevo al cuerpo contrario. Taehyung rodeó su cuello con sus brazos, dejando por fin el ser besado, no era para nada calmo, era intenso, exigente, anhelante y deseoso —. Solo te pertenezco a ti y a tu lobo, el cual parece estar ausente – murmuró entre el acalorado beso sin dejar de lado sus movimientos, sus cuerpos comenzaron a frotarse el uno con el otro, pero Jungkook podía resentir la ausencia del lobo contrario, algo sucedía – ¿Qué sucede? ¿Es por lo de esta mañana? ¿Hice algo para molestarlo?

— N-no lo sé, ha estado ausente... — murmuró agitado, mientras hacía avanzar al alfa hasta el sofá de la oficina, haciéndolo caer sentado en el mismo —. Quizá, haya olfateado a la señorita Han en ti y esté molesto.

El omega se subió a horcajadas sobre el alfa, siendo recibido de inmediato, sintiendo un cosquilleo en todo su cuerpo cuando las manos de Jungkook se posicionaron en su trasero, no se contuvo en jadear gustoso y mucho menos detener sus movimientos cuando su propio cuerpo tomó mente propia, sintiendo el calor en él creciendo, todo era una explosión de sensibilidad. Volvió a besar de manera ansiosa al alfa, enredando sus dedos en el cabello oscuro de Jungkook, intentando obtener más cercanía.

— Estoy cansado de los rumores sobre ti – jadeó apenas sobre los labios contrarios, los cuales ya se encontraban un poco hinchados.

— ¿Qué rumores?

— Dicen que parece que estás saliendo con alguien – dijo en voz baja, un tono hipnotizante para Jungkook, quien se dejó hacer al sentir cómo las manos del omega paseaban sobre su pecho hasta llegar a su corbata, tirando de ella solo un poco —. Que hueles a omega todo el tiempo – el alfa viajó su vista hacia lo que hacían los dedos de su omega, desatando el nudo de la prenda con totalidad; normalmente solo lo aflojaba lo suficiente para quitarla, pero esta vez la desató totalmente —, pero mencionan que no te han visto con nadie. Los rumores van desde que tienes a alguien aquí en la oficina o fuera – los botones de su camisa fueron quitados uno a uno, dejando a la vista su piel con marcas violáceas, rojizas y la mordida, comenzando a desaparecer —. Estoy cansado de eso. Eres mío.

Lo escuchó murmurar segundos antes de volver a morderlo, era doloroso, pero vaya, si no le había agarrado gusto a que lo hiciera, cerró sus ojos con fuerza cuando el cosquilleo en su herida comenzó, debido a las lamidas que dejaba el omega. Regresó su vista un tanto borrosa hacia Taehyung buscando algo que no miró ¿Dónde estaba su lobo? ¿Qué ocurría?, acaso la parte humana se había convertido en un álterego de su propio animal interno y ahora actuaban como el contrario. Haciendo que el omega se portara tímido y el humano de manera demandante.

Sus dudas tuvieron un freno cuando sus muñecas fueron ¿atadas? La tela color negro alrededor de su piel le hizo comprender lo que sucedía, ¡estaba privado de movimiento con su propia corbata!, Taehyung se lamía los labios de una manera ansiosa, pero no como en ocasiones anteriores, esta vez era con lujuria. Lo tomó de sus muñecas y las subió sobre su cabeza, mientras que al mismo tiempo lo iba besando lentamente.

— Déjalas ahí – susurró, causándole una sonrisa amplia al alfa al recordar esas palabras provenientes de su boca —. A mi lobo le gusta ser dominante contigo, quizá si hago esto, será suficiente para llamarlo – el omega se frotó lo suficiente para que ambas erecciones sintieran fricción sacándole un jadeo al alfa, quien pronto mostró el rubí en sus ojos —. Tú también estás invitado alfa, además esto será una buena despedida, ya que mañana me iré con hyung y no podré verte por dos días.

— Joder, dos días – dijo entre dientes mientras percibía las manos del omega, acariciando su torso, junto con movimientos de cadera – y me lo recuerdas en estos momentos amor.

— Es para que no me extrañes – abultó sus labios haciendo la voz un tanto inocente – o era para que lo hagas más – dijo con coquetería, volviendo a besar los labios de su alfa lentamente – quizá así podamos asegurar el hacer a nuestro cachorro cuando vuelva a ti.

— Suéltame para empezar desde ahora.

— No – negó, llevando su mano hacia los pantalones de Jungkook, comenzando a soltar la ropa – primero debo dejar claro lo que es mío.

Un jadeo más alto se hizo escuchar por parte del alfa al sentir cómo su erección era acariciada por su omega, ¿en serio su lobo no estaba participando de esto?, era extraño saber que aquellos actos demandantes no provenían de ambas partes. Solo era Taehyung movido por su instinto de reclamar lo que era suyo. Jungkook amaba esta nueva faceta de su omega, varias noches atrás notó la ausencia del lobo, pero cada encuentro no dejaba de ser apasionado.

— Mío...

Joder, si no era suyo, Jungkook sabía a través del lazo que compartían que lo estaba repitiendo una y otra vez. El ritmo con el que estaba siendo torturado era demandante, un vaivén que se detenía por algunos segundos en la punta de su miembro, haciendo círculos con las gotas de su esencia que comenzaban a salir, facilitándole así el movimiento. Círculos, arriba, abajo, círculos, arriba, abajo. Joder, lo iba a volver loco, no podía hacer nada porque el ajuste en sus muñecas se apretaba cada que amagaba estirar mínimamente para liberarse.

— Alfa malo – murmuró Taehyung al notar que había apretado aquel nudo, sacándole un siseo. Haber pasado la tarde junto a su hyung y Jimin, practicando ciertas cosas, estaba funcionando, esperaba que lo siguiente también – nunca pensé que conocer de esto podría servirme para ¿castigarte? Sí, esto es un castigo.

— ¿Por qué te desquitas conmigo? – otro jadeo más salió de sus labios cuando sintió el agarre en su miembro un tanto más fuerte —. Sabes que soy devoto a ti.

Jungkook gruñó al sentir la ausencia del tacto ajeno, su erección palpitaba ansiosa por atención, estaba demasiado sensible, tanto que con simples movimientos sentía que comenzaría a retorcerse para tomar al omega, sin importar que el nudo en sus muñecas se ajustara. Llevó su cabeza hacia atrás, intentando recobrar el aliento, sintiendo su pulso aumentando.

— Vamos Jungkookie, ayúdame, necesito quitarlo – ¿en qué momento había comenzado a bajarle el pantalón?, sin embargo, sin reflexionarlo más alzó sus caderas para por fin ser liberado, algo que no duró mucho tiempo, pues de nuevo tuvo el agarre que segundos antes lo estaba torturando.

— Omega... ¿Qué haces? – murmuró agitado al sentir cómo volvía aquel ciclo sin fin, ¿en serio se iba a venir con aquello? —. Suéltame, necesito...

— No – detuvo sus movimientos cuando el alfa amagó en bajar los brazos, era un castigo del cual sabía que se beneficiaría, porque casi siempre era Jungkook quien lo torturaba así. Quizá su lobo por eso mismo no había salido, sonrió ladino al notar el estremecimiento en el cuerpo ajeno era su señal – Quiero hacerte sentir tan bien como tú lo haces conmigo alfa.

Su cerebro no procesó las palabras del omega a tiempo, dejándolo totalmente impresionado. ¿Aquello era real o sus ojos lujuriosos estaban provocando que su propia mente maquinara una imagen obscena?, más todo quedó claro porque pronto sintió una humedad extrañamente deliciosa, cálida, pero no se trataba de algo conocido. Jungkook tuvo que llevar de nuevo su mirada hacia abajo para verlo con sus propios ojos, aquello que su mente estaba imaginando se encontraba frente a él. Taehyung tenía entre sus labios su erección, solo la punta, jugueteando con su lengua en el interior de su boca ¡Dónde había aprendido a hacer eso!

La sensación era demasiado para su cuerpo, recibía pequeñas succiones que lo hacían alzar las caderas, ansioso por sentir más de eso, logrando apenas que ingresara una parte porque el omega regresaba hasta su punta para volver a torturar el pliegue de la unión de su longitud, subiendo a la punta. Un estremecimiento lo invadió cuando la lengua se pasó en cierta parte específica del glande, sintió venirse con solo eso.

Su respiración se agitó mucho más cuando la calidez y la humedad invadió toda su extensión, eran intromisiones lentas, él quería acelerar más, pero fue detenido por una mano firme que le dejó más que claro que no se le permitiría moverse. Diosa, ¿Qué quería lograr con aquello? ¿Acaso quería llevarlo a su límite de la sensibilidad?, porque lo estaba logrando, un gemido alto salió de los labios de Jungkook, sintiéndose mareado. Su lobo no estaba de acuerdo con lo que iba a suceder.

El sonido de la tela rasgándose hizo que los movimientos en su entrepierna se detuvieran, su lobo quería gruñir por el atrevimiento de hacer aquello y la parte humana iba a quejarse por la ausencia de la sensación que lo estaba enloqueciendo, pero, en cambio, tuvo el segundo sonido más glorioso que le pudo regalar su omega. Fue pequeño, insignificante, mas bastó con eso para terminar de separar los hilos oscuros de la corbata, el pop que produjo los labios de su lindo omega al soltar la punta de su erección no tenía precio.

Con agilidad lo alzó, poniéndolo de pie, los pantalones del omega fueron bajados con rapidez junto a su ropa interior. Jungkook amaba que su lindo omega utilizara suéteres fáciles de quitar, pero odiaba que se pusiera alguna camisa debajo, ¿le importaba ahora que se rasgara completamente? Por supuesto que no, eso lo dejó claro cuando rompió la tela blanca. Al fin tenía a su disposición la piel canela, suave y apetecible de su omega.

— Mío... — ese tono bajo en la voz del alfa lo hizo estremecer, aún más cuando sintió el agarre en su trasero, teniendo un dígito, jugueteando con su entrada bastante húmeda – yo soy tuyo... Te haré tan mío justo aquí y ahora que no tendrás dudas de lo devotos que somos a ti.

— Alfa... hazme tuyo.

— No solo te haré mío... le haré saber a todos que eres mío – el rubí en los ojos de Jungkook dejaba en claro que su lobo era quien estaba hablando, su lobo en su interior se removió un poco, dejándose ver por algunos segundos, sacándole un gruñido al alfa —. Te escondes de mí porque aún no tienes a nuestro cachorro en ti – los labios del alfa comenzaron a dejar besos húmedos en su cuello hasta llegar a su pecho, mientras que en su interior ya estaban dos de sus dedos creando movimientos enloquecedores, su entrada lubricando a borbotones, escurriendo fácilmente – no te preocupes. Te llenaré tanto que me aseguraré que lo tengas en tu interior.

Sus gemidos se hicieron más audibles cuando fue tumbado en la superficie blanda del sofá donde antes había aprisionado al alfa, ahora lo tenía entrando en él con un ritmo acelerado, para nada lento, Taehyung se sentía en una nebulosa de placer ¿Por qué estaba tan sensible estos últimos días? Podía sentir cómo era invadido una y otra vez. Las manos del alfa se posicionaron en sus caderas, aferrando su agarre, sacándole gruñidos cada que daba una estocada certera.

Jungkook alzó un poco las caderas del omega para tener la mejor posición para encontrar aquel punto de delirio de Taehyung, haciéndolo ser un desastre de gemidos, súplicas y movimientos buscando encontrarse con sus estocadas. El alfa podía sentir cómo estaba llegando a su límite, poco a poco soltó su agarre del cuerpo contrario para estar sobre él del todo. Su mano se colocó sobre el pequeño vientre abultado de Taehyung, un gruñido bajo salió de sus labios de manera inconsciente, pero el lobo de Jungkook fue totalmente consciente de aquello.

Silenciosamente, pidió por el lobo contrario, logrando que el omega abriera los ojos haciendo contacto visual con él, dejando ver por algunos segundos el brillo del azul zafiro frente a él. Los movimientos comenzaron a disminuir en el ritmo que llevaban, sin dejar de embestir profundo, esta vez cada estocada iba cargada con algo más, la mano de Jungkook acarició la suave piel de nuevo, con mayor delicadeza.

— J-Jungkook, tu nudo... por favor... alfa - jadeó agitado, sintiendo de pronto una demostración diferente a lo que minutos antes era posesión, ahora se trataba de adoración, porque los besos húmedos que estaba sintiendo en su marca no eran hambrientos.

— Mi precioso omega – murmuró aún contra su piel, delineando la marca con la punta de su lengua – te amo... Te amo tanto.

— Y-yo, te amo, también te amo alfa. ¡Ah!

Esa declaración era el más claro ejemplo del amor que se profesaban el uno al otro, las cuatro partes unidas en un sentimiento inmensurable. El alfa se sentía totalmente pleno con aquello, Taehyung estaba más que perdido en la oleada de emociones que lo invadía ¿Por qué su alfa estaba así de eufórico? Porque se trataba del lobo de Jungkook, quien estaba enviando todo aquello, lo sabía muy bien, pues la parte humana se estaba entregando a él de nuevo, pero no parecía igual que su parte animal.

El nudo en su interior comenzó a crecer al igual que su orgasmo, hasta hacerlo marearse por la falta suficiente de oxígeno. Jungkook renovó la marca una vez más, mientras se abrazaba a su cuerpo, gruñendo bajo cuando las uñas del omega rasgaron su piel.

— Te amo... — murmuró de nuevo en un tono de voz más conocido por Taehyung, le quedó más claro cuándo del rubí solo quedaban simples destellos —. Diosa, te amo demasiado.

— Jungkookie, te amo.

El alfa sonrió ampliamente al escuchar aquello, era como una cura al alma no tan rota en su interior. No comprendía lo que sucedía con su lobo, porque no había dejado de dar vueltas en su interior totalmente eufórico. Juntó frentes con el omega, sintiéndose aún más cansado que en otras ocasiones, sentía como si le hubiesen drenado toda la energía. Las caricias no se hicieron esperar por parte de Taehyung, al igual que los besos en su rostro, sus ojos se abrieron lentamente y a comparación de él, parecía que el omega estaba de maravilla.

Se veía radiante, como si tuviese una nueva luz ante sus propios ojos, tenía una enorme sonrisa y no dejaba de quitar mechones de su cabello para acomodarlos detrás de su oreja.

— Tae... — el omega murmuró un sonido para afirmarle que estaba escuchando – mi precioso omega – Taehyung se sorprendió de escuchar esas palabras y al mismo tiempo notar pequeñas lágrimas formándose en los ojos contrarios.

— Jungkookie ¿Qué pasa? ¿Por qué parece que vas a llorar?

— Mi amor, Kim Taehyung, cásate conmigo...

— ¿Q-qué?

— Cásate conmigo – volvió a susurrar, mientras se acercaba a dejar cálidos besos en sus labios – sé que no soy el primero...

— Eres el primero... — interrumpió el omega sintiendo temblores en su cuerpo, Jungkook ladeó la cabeza, confundido por lo que escuchaba – tú eres el primero que me lo pide. Cuando me casé con... — se autosilenció porque le repudiaba decir aquel nombre y a su alfa también parecía disgustarle porque un gruñido salió de él. Taehyung acarició la mejilla donde estaba aquella cicatriz domando así a la bestia, sonrió ladino al recordar cómo le había dicho que lo domesticara para que le obedeciera sólo a él —, me obligaron a casarme ¿comprendes? Mi única participación en eso fue simplemente firmar un papel que decía que me ataba a un alfa durante cuatro años por mandato de mis padres, yo en ningún momento...

Jungkook se invadió de una felicidad mayor, era suyo, totalmente suyo. Kim Taehyung sería de él, temía tener que lidiar con un matrimonio no resuelto, pero con lo mencionado el omega no le pertenecía a nadie. Lo beso con tanto amor que podía sentir que sus labios se enredaban entre cada movimiento torpe.

— Entonces, Kim Taehyung, ¿algún alfa te ha pedido matrimonio antes? – cuestionó, los ojos del alfa brillaban justo como el día de la prueba de fotografía, o quizá era mucho más esta vez. El omega sonrió ampliamente para luego negar – pues me alegro de ser el primero – se acercó de nuevo hasta juntar frentes – Kim Taehyung, ¿te casarías conmigo?

— S-sí

— ¿Sí?

— Sí, sí, sí.

Sus lobos aullaron juntos en su interior, felices por la noticia, esa que les llenaría la vida de demasiadas emociones. Porque lo real siempre es invisible a los ojos, cuando la mente se cierra, a no ver lo que hay frente a ella.

¿Era demasiado pronto? Posiblemente, cualquiera lo vería de esa manera, pero Jungkook no podía sentir que era más correcto decir aquellas palabras. Aún no tenía el anillo para hacerlo de manera oficial, porque solo había visto en algunas joyerías los diseños de bodas y ninguno era de su agrado, nada era digno de ser portado por su bello omega. Quizá le pediría ayuda a Jimin o Seokjin, eran los omegas más cercanos y quienes le darían una opinión sin filtros cuando se decidiera en escoger uno. 

Saber que su peor castigo sería que su destinado rehuyera de él por acciones del pasado, lo hacía sentirse atado de manos, porque a pesar de que aquella noche en el hotel les había ayudado a ambos para limar asperezas en su relación, el alfa no lograba obtener un poco más del omega testarudo. Intentó ser tan romántico como Jungkook lo era con su omega, comprándole flores, pero resultó un fiasco cuando Jimin le dijo que eran hermosas y que podía colocarlas con el resto de arreglos florales que se encontraban en el estudio.

Luego Namjoon le dijo que podía intentar ser frío y calculador en sus próximas acciones, intentando pensar cómo actuaría el omega antes de su siguiente jugada. Mala idea, porque él ya era llamado bloque de hielo por Jimin desde mucho antes por no expresar sus emociones. Así que cuando intentó invitarlo a comer con una excusa como salir de la rutina, no resultó del todo bien, quería hacer notar que conocía sus malas costumbres con las dietas estrictas, una vez llegado el momento de pedir algo el omega se molestó aún más cuando se atrevió a pedir cosas por él.

Todo lo que hacía estaba mal, ni un solo plan le resultaba bien; ahora comprendía por qué Jungkook actuaba tan tonto cuando se trataba de Taehyung, el efecto que causaba un omega en ellos era un tanto aterrador, el karma existía y se mostraba demasiado agresivo con el alfa. Había pasado una tarde completa discutiendo con Namjoon y Jungkook sobre cómo estaban realmente preocupados por sus omegas, él también se sentía así, pero al mismo tiempo pensaba que no tenía derecho en hacerlo porque la voz de Jimin mencionando que no mandaba sobre él le torturaba los recuerdos.

— Min – el llamado de Namjoon lo distrajo de sus pensamientos fatalistas – no te tortures la cabeza, ya encontrarás una forma de acercarte a él. Solo sé tú mismo, pero sin ser tan borde, ¿comprendes?

Fue el último consejo de la tarde por parte del alfa antes de retirarse junto a un omega muy embarazado, caprichoso por llegar a casa, exigiendo la atención de su alfa porque estaba demasiado "ansioso" por el viaje del día siguiente. Seokjin olía como a excitación y eso asustó a Yoongi porque esos tres omegas habían pasado la tarde juntos haciendo cosas extrañas en la oficina privada del omega embarazado.

Negó lentamente tratando de sacar cualquier idea de su cabeza, concentrándose en tomar todas sus cosas de la oficina, quería relajarse por esa noche y dejar de pensar en el omega que lo enloquecía. Lo sacaba de quicio el hecho de sentirse tan cercano a él y al mismo tiempo lejano. Podía incluso alucinar con su olor a jazmín, té de limón y mandarinas en ese mismo instante. Diosa, amaba poder sentir el verdadero aroma de Jimin porque con el correr de los días su olfato era menos sensible sin sacarle alergias cada que olfateaba el característico aroma a mandarinas. Su propio cuerpo había desarrollado una extraña manía de sacar la punta de su lengua constantemente cuando estaba frente al omega para poder saborear aquella esencia con su saliva.

Jodidamente delicioso...

Tenía que estar realmente mal como para hacer eso mismo en estos momentos y poder saborearlo o al menos así lo creía hasta que la esencia intensa lo hizo regresar la mirada hacia la puerta de su oficina teniendo frente a sus ojos la causa de sus delirios. Se veía jodidamente caliente, con su silueta irradiando sensualidad y su semblante despreocupado. Tenía un pantalón negro ajustado a sus piernas, relamió un poco sus labios al imaginar que la vista de la parte de atrás del omega sería la misma representación del pecado hecho carne. Uno muy abultado, redondo y prohibido porque eso no estaba a la vista de nadie, se encontraban un poco ocultas gracias al suéter blanco amplio que llevaba en la parte superior.

— Terminaste de ordenar todo, Yoongi hyung – esa voz melodiosa, solo utilizaba ese tono cuando quería algo de él y por supuesto que siempre lo lograba. Yoongi alzó una ceja al verlo ingresar con pasos elegantes que encerraban una actitud un tanto traviesa.

— Sí, y tú, ¿terminaste de pervertir al omega de Jungkook?

— Me halagas hyung, pero no tuve el gusto de hacer eso – abultó sus labios como si estuviera arrepentido, aunque era todo lo contrario, Yoongi lo supo cuando lo miró mordiendo su labio y pronto notó que sus manos estaban sospechosamente escondidas detrás de él – ese omega es más conocedor en la materia de lo que aparenta. Me agrada, queda aprobado para ser la pareja de Jungkook. Soy muy bueno para identificar cuando una pareja es la correcta.

— Dudo mucho que él fuera a pedir tu aprobación para algo así. Ni siquiera la propia opinión de su abuelo le interesa – se burló el alfa al recordar el desinterés que mostraba el menor cuando se trataba de su abuelo aceptando su comportamiento o decisiones – para él somos simples mortales comparados con su omega.

El omega bufó bajo, intentaba ponerse coqueto con el alfa y este parecía tener un panel grueso de vidrio a su alrededor, haciendo que todas sus intenciones de verse atrevido se vieran frustradas. No quería ser directo con Yoongi, perdería la magia entre su propia dinámica, así que tendría que recurrir al plan B, dejando a la vista dos botellas de Champaña llamando la atención del alfa.

— Sabes que no es de mi gusto lo espumoso.

— Oh, vamos, Yoongi hyung. Estoy tratando de hacerte una invitación directa a pasar una bonita noche a mi lado y pareces un tonto que quiere quedarse solo en su apartamento. — Jimin rompió la distancia entre ellos, llegando al otro lado del escritorio del alfa, colgándose del cuello de este, poniendo ojos de cachorro y abultando sus labios, dejando sin aliento a Yoongi —. Acompáñame esta noche.

— De acuerdo.

Fue un simple susurró lo que salió de los labios del alfa, hipnotizado por los ojos del omega, sus manos quisieron aferrar su agarre en la cintura contraria, pero ni bien intentó hacerlo, el omega le sonrió travieso alejándose de inmediato, tomando las botellas en su mano de nuevo. Yoongi no podía creer la manera tan sencilla en la que caía bajo aquellos encantos, Jimin tenía un poder sobre él que lo hacía aceptar sus caprichos sin demasiado esfuerzo.

Joder, bastaba que el omega lo mirara con ese brillo especial en sus ojos, mordiendo su labio inferior para luego lamer un poco el labio superior en una clara invitación que jamás se concretaba, dejándolo frustrado.

El hecho que ahora fuera más transparente, un tanto descarado y liberal, con su actuar alrededor de él, lo hacía sentirse en una montaña rusa de emociones esperando ser correspondidos. Sonrió ladino al sentir cómo su corazón volvía a retumbar en su pecho, su lobo aullando por tener más cercanía, Jimin había empezado a caminar con dirección hacia la puerta, pero sintió un leve cosquilleo extraño que lo hizo regresar la mirada hacia el alfa que lo detallaba.

— ¿Qué te parece si lo hacemos en mi apartamento?

— ¿Hacer qué cosa? – cuestionó, alzando la ceja, esas palabras podían entenderse en dos sentidos muy diferentes, totalmente separados y Jimin se sentía un tanto atrevido en esos momentos por efectos de su amena charla con los dos omegas hormonales.

— Hablo de pasar la noche, pero no de esa manera – exclamó con rapidez al notar cierto sonrojo en las mejillas del omega – lo que quiero decir es que, me sentiré mucho más tranquilo si tenemos un rato compartido en mi apartamento.

— Mañana tengo que viajar. No podré irme a casa si vamos a tu apartamento.

El alfa caminó hasta llegar a él, quedando demasiado cerca, tanto que agradecía que nadie más estuviese ya en el lugar porque podía romper todo el espacio personal de Jimin sin temor a ser interrumpido. Detalló el rostro del omega, era realmente hermoso, odiaba que sus mejillas siguieran con poco volumen, aún recordaba cuando lo contrataron, tenía facciones angelicales, ahora parecía más maduro, pero cansado y unas libras más no afectarían la belleza que ya era.

Un mechón travieso le dio la oportunidad a Yoongi de tener contacto con el omega, sentía que sus dedos cosquilleaban con ese simple toque, los ojos de Jimin brillaban en anticipación, no quería ser él quien diera el paso para besarlo, pero joder si era difícil que ese bloque de hielo se moviera para hacer algo más. Hasta un iceberg real se movía mucho más que él, al ser llevado por las corrientes del océano Atlántico, mas el acercamiento que hizo, encerrándolo contra el marco de la puerta, le hizo sentir quizá un poquito ansioso.

— Te dejaré quedarte esta noche. Me encargaré de llevarte temprano al aeropuerto – las palabras del alfa eran demasiado emocionantes para Jimin, sobre todo porque su lobo estaba impaciente por escuchar si habría algo más que simplemente pasar tomando esa noche – y... — el alfa hizo una pausa, una que pareció ser eterna para Jimin que inconscientemente no había parado de morder sus labios, sin romper el contacto visual con el alfa —. Así no tendré que preocuparme de que llegues sano y salvo a casa.

Definitivamente, el alfa tenía una forma tan espectacular para romper con la burbuja de emoción que era inaudita, Jimin frunció su ceño decepcionado por no escuchar más palabras provocativas. ¿Por qué no podía ser como Namjoon?, frío, calculador, cálido, torpe en ocasiones y que hacía derretir a Seokjin con su tacto o bien ¿Por qué no ser como Jungkook?, jovial, romántico, lleno de curiosidad, espontáneo y tonto en ocasiones, pero eso mismo tenía su encanto porque el mismo Taehyung amaba que su alfa fuera así.

A cambio, tenía un bloque de hielo, una enorme montaña difícil de mover o bien demasiado dura de romper. Por algunos segundos pensó en las palabras que le mencionó Seokjin diciendo que el alfa era un poco hosco, pero realmente era una masita protectora con él, su hyung tenía razón en eso, Yoongi siempre buscaba una manera de evitarle tener malos momentos. Quizá debía enfocarse en la personalidad del alfa y no compararlo con lo que hacía el resto.

Jimin amaba cuando el alfa era posesivo con él y no con palabras, lo hacía con su lenguaje corporal justo como en ese momento, privándole de su espacio personal. ¿Imponía?, sí, pero de una manera poco convencional, le hacía saber que él estaba ahí.

— Es porque en tu casa tienes whisky, ¿cierto? – acusó el omega para romper con el ambiente tenso, haciendo reír al alfa de inmediato.

— Sabes que no soy de esos brebajes espumosos, pero así compartiremos juntos. Tú tendrás tus botellas y yo mi buen trago fuerte ¿Qué dices?

— Acepto hyung – sonrió amplio satisfecho con la propuesta, comprendiendo que en serio el alfa se estaba esforzando.

Ambos salieron por fin en un cómodo silencio, recorriendo los pasillos con dirección a los elevadores. Jimin se sentía tranquilo con la compañía del alfa y este no se quedaba atrás al estar emocionado por su encuentro nocturno. Era muy conveniente que el omega no condujera porque siempre que salían juntos serían en el auto de Yoongi, si la noche terminaba bien sería el mismo alfa quien lo llevaría a su casa y si no resultaba como lo esperaba terminaría en un taxi.

Esta noche no huiría como en el cuento de la cenicienta, dejando al alfa gritando en la calle por él, decidió que quizá este era el paso que necesitaban para avanzar. Un paso a la vez.

Cuando las puertas del elevador se abrieron tuvieron una imagen un tanto divertida, desconcertante y confusa al principio para Yoongi, pues el omega a su lado comenzó a reír sin parar, haciendo que el omega en el interior se sonrojara hasta las orejas mientras se escondía entre los brazos de su alfa. Jungkook, trató de poner su mejor cara seria cuando su hyung lo inspeccionó con la mirada. Quedándose en un silencio cómplice y divertido.

Yoongi no podía dejar de ver aquella escena mientras bajaban desde el último piso hasta llegar al nivel del estacionamiento. El omega a su lado trataba de contener la risa, haciéndole imposible guardar la compostura cada que veía a través del reflejo el desastre que era aquella pareja. La ausencia de ciertas prendas le dejaban una idea de lo que había ocurrido y en dónde sucedió.

— ¿Qué le pasó a tu corbata Jungkook? – cuestionó divertido Jimin al ver que la camisa del alfa estaba con dos botones menos, tenía la marca de una mordida fresca en su piel nívea y el olor los delataba demasiado.

El alfa empujó su mejilla con la lengua, al sentirse atrapado. Sabía que la actitud de Jimin se debía a su aspecto y la risa de este le hacía parecer sospechoso sobre lo que había ocurrido en su oficina.

— La quité – se limitó a responder, sus ojos viajaron hasta las manos del omega notando las dos botellas de alcohol —. Esas no son las que utilizamos para celebrar aquí.

— Seokjin hyung me las dio – se encogió de hombros quitando importancia a la situación.

— Pensé que únicamente tomarías una – murmuró Taehyung aún medio oculto en el pecho de su alfa, recibiendo una mueca para que hiciera silencio, sacándole una sonrisa de inmediato – cuando le dijiste a hyung que aceptabas eso como... — Jimin murmuró un sonido para que no siguiera diciendo más.

— Por favor dime que iras a tu casa para beber eso Jimin hyung – el omega odiaba que usara esa manera de llamarlo cuando quería reprenderlo por algo tan insignificante como un poco de alcohol en su organismo. Regresó su mirada hacia el alfa, sintiéndose indignado, casi comienza su rabieta, incluso Yoongi ya lo sostenía del brazo, pero algo lo detuvo o más bien alguien y no precisamente el alfa a quien tenía como objetivo gritar.

— ¿Hyung? – cuestionó Taehyung sorprendido viajando su vista de su alfa hacia el omega frente a él, Jungkook asintió divertido, sonriendo como si de un niño se tratara – ¿eres mayor que Jungkook? ¿Por qué no me lo dijiste?, ahora me siento muy mal por llamarte por tu nombre.

— ¡Ah!, Jungkook-ah, ves lo que haces – se quejó por decir aquello, sacándole una sonrisa amplia a ambos alfas —, no quiero que me digas "Hyung", me hace sentir viejo, además tú y yo somos más que simples honoríficos.

Jimin lo tomó de las mejillas, sacándole una sonrisa tímida, pues durante esas semanas se habían vuelto unidos, incluso esa misma tarde fueron como confidentes al hablar de cosas íntimas; recordar esa conversación lo hizo sonrojar demasiado, haciendo que el omega mayor riera al ver que logró lo que quería.

El sonido del elevador llegando a su destino los alertó para salir de inmediato, Jungkook no perdió más tiempo para tomar a Taehyung entre sus brazos, murmurando una simple despedida, dejando a Jimin y Yoongi divertidos de ver aquello. El alfa se sentía orgulloso del menor, pues a pesar de todo lo que había pasado estaba reconstruyendo su vida al lado de una persona excepcional. Tenía muy poco de conocer al omega, pero sabía por boca propia de Jungkook que era la pareja ideal para él.

Jimin le dio un pequeño empujón para que comenzaran avanzar hacia su auto, brindándole una hermosa sonrisa que le hizo sentir una calidez en su interior. Quizá y solo quizá aquellas palabras que el omega dijo en su oficina eran una muestra que estaba comenzando a abrirse emocionalmente con él. Yoongi conocía sus gestos de disgusto, cuando sonreía de verdad y cuando solo era una falsa mueca de su máscara de cordialidad. Así que todo aquello era real.

La complicidad con la que lo observaba era diferente, pues podía notar de vez en cuando los destellos esmeralda, como si lo invitara a relajarse un poco, tomando la iniciativa de darle un pequeño llamado a dejar su timidez.

Al entrar al auto el omega hizo lo de siempre, colocar música movida, recordándole al alfa todas las veces que lo había visto hacer eso. Durante los últimos meses el omega intentaba que compartieran tiempo juntos de una u otra manera lo estaba incluyendo mucho más en sus rutinas y gustos. Yoongi odiaba los lugares bulliciosos, pero le gustaba verlo moverse en los clubes a los que lo acompañaba cuando quería beber y divertirse. Siempre lo observaba desde la barra, a menos que algún alfa se sobrepasara con el omega, intervendría, de lo contrario le encantaba ver cómo obtenía la atención de más de uno y los ponía a todos en su sitio cuando intentaban algo más.

Cuando llegaron a su apartamento pensó que la situación sería incómoda porque nunca habían estado en un sitio así "a solas" donde nadie más les interrumpiera sus conversaciones. La última vez que tuvieron algo así fue para su cumpleaños y cosas muy extrañas pasaron en esa ocasión. Miró divertido como Jimin se quitaba los zapatos, avanzando hacia su cocina a buscar alguna copa para después quejarse porque no encontraba alguna. Por supuesto que no habría alguna porque los únicos vasos que tenía para alcohol eran los de whisky.

Está de más decir que el alcohol los hizo sentirse mucho más relajados, por supuesto que el alfa no estaba tan pasado de copas como el omega, quien llevaba una botella terminada, mientras que la otra iba por la mitad. Supo que era el momento de quitarla de su alcance cuando al intentar servir un poco más vertió el líquido espumoso sobre la mesa de centro, derramando en el piso el resto.

— Creo que eso es suficiente por hoy – murmuró Yoongi al retirarle el vaso de la mano.

— Pero hyung, nos estamos divirtiendo.

— Sí, pero tú tienes que viajar mañana – le murmuró divertido al notar sus labios abultados. Joder si no moría por saborearlos – debes ir a descansar.

— No quiero descansar – Jimin renegó, sorprendiendo al alfa, que no supo cómo reaccionar ante la acción del omega, quien se había subido a horcajadas sobre él – quiero pasar más tiempo contigo. Que me digas cosas bonitas como lo hace Jungkook con Taehyung – lo tomó de las mejillas estrujándolas mientras seguía con sus quejas – o que seas como Namjoon que sabe cuando Seokjin hyung necesita de él. Yo también necesito de ti.

— Ah, ¿sí?

— Sí – se quejó dando pequeños saltos en forma de berrinche, sacándole un jadeo ahogado a ambos – tienes idea de todos los celos que he pasado solo... la he pasado muy solo, pensando en ti.

— ¿En mí?

— ¿Por qué repites todo lo que digo? No estás escuchando lo que acabo de decir – le dijo con reproche y su ceño fruncido – hazte cargo de tu omega. Aunque sea por obligación, prometo no ser tan molesto y está bien si no te gusto del todo porque estoy pasado de peso...

Ahora fue turno del omega de ser tomado de las mejillas. Yoongi lo miró con intensidad, odiaba que dijera cosas así por el estilo, todo iba muy bien hasta que mencionó que no le gustaba porque estuviese pasado de kilos, ¿acaso todo se reducía a un número?, que si la edad, que si el peso, que si la talla ¡qué más daba solo era un número!

— ¿Sabes qué es lo que verdaderamente me molesta de ti?

— ¿Creí que habías dicho que era perfecto? – acusó, pues en más de una ocasión se lo había mencionado cuando intentaba halagarlo, el problema era que Jimin se sentía tan inseguro que nunca aceptaba que fuera real —. O eso simplemente fue una manera de seducirme acaso.

— Jamás, mis palabras nunca serán una simple mentira para buscar halagarte o seducirte. — negó lentamente soltando un poco el agarre en las mejillas —. Si te lo digo es porque lo eres, para mí, eres la jodida definición de perfección – dijo exasperado, sabía que era el momento más imperfecto para comentar las verdades porque quizá el omega no recordaría absolutamente nada de lo conversado por la mañana, pero al menos tendría la certeza que lo dijo —. Escucha, sé que soy difícil, aun no entendiendo muchas cosas y no te imaginas lo complicado que es esto de ponerle un nombre a mis sentimientos. Supongo que es el misterio que conlleva la naturaleza del amor, uno que me enloquece con tu sola presencia – eso sorprendió a Jimin, jamás había esperado que aquellas palabras salieran del alfa, ¿ese era Min iceberg Yoongi? —. De hecho, creo que, para contrarrestar eso, debería pensar en lo irritante que puedes llegar a ser e incluso injusto conmigo.

— ¿Injusto?

— Sí, porque no aceptas que mi visión de perfección lleva por definición tu nombre. Así tal cual eres tú – se acercó a él, podía olfatear el alcohol en el aliento contrario y aun así podía apostar que el líquido espumoso sabía mucho mejor viniendo de esos labios – quizá para todos los demás no sea así, pero no podría importarme menos lo que otros digan, sin embargo, sí lastima mi ego. ¿Sabes por qué?, por la sencilla razón que ellos no importan y aún sí valoras más su opinión que la mía.

— ¿Por qué me dices esto?

— Es un pensamiento el cual comienza a tener lógica y poder en mí – se encogió de hombros como quitándole relevancia a lo que decía, si se tratara de otro momento eso mismo molestaría a Jimin porque pareciera que siempre le importaba poco todo, pero ahora se daba cuenta de que simplemente era una manera de afrontar lo que sucedía. Si no les colocaba cuidado a sus emociones no afectaban, al menos así lo hacía parecer —, la razón más acertada es que a través de los años tuve que verte coquetear con otros de manera descarada, para luego escucharte quejarte sobre ¿Cómo nadie puede cumplir con tus exigencias?

Jimin sonrió un tanto divertido por lo que mencionaba el alfa, saber que ponía detalle a todos esos aspectos de su vida, lo estaban haciendo sentirse muy conmovido, realmente todo lo que buscaba en otros estaba en el alfa, simplemente que Yoongi no lo expresaba de la manera que él esperaba. Joder, qué equivocado estaba al hacer aquello, se estaba perdiendo demasiado.

— Es porque todo lo que buscaba en otros lo encontraba en ti.

— Vaya, eso no lo esperaba. Vives comparándome siempre con otros que pensé que lo harías de nuevo.

— Ya ves que no soy perfecto.

— Exactamente por esto me molesta escucharte repetir que no eres perfecto – lo vio a detalle, el alfa no podía creer que aquella oportunidad se le estaba dando, quizá debía emborrachar más seguido a Jimin para que lo dejase hablar —. Todo el tiempo tienes algo que opinar de manera negativa hacia ti, que si subes de peso, que si se notan tus mejillas abultadas, que si comes de más no te quedará la talla de pantalón que quieres. Me cansé de repetir que no eres un número.

— ¿No lo soy?, porque durante años lo he sido – Jimin llevó sus dedos hacia el cabello del alfa para empezar a juguetear con él —. Siempre debo tener cierto peso para hacer lucir la ropa en mí, las tallas de la ropa en nosotros siempre está en un estándar bajo, por lo que tenemos que mantenernos ahí, porque las prendas que utilizamos en pasarelas o en las colecciones son pensadas y elaboradas para un cuerpo pequeño. La edad es importante porque entre más joven eres o te ves obtienes más oportunidades de trabajar con marcas grandes. Además, soy el modelo número tres en las listas de popularidad. Aún no obtengo mi número uno...

— Pues para mí tú ya lo eres, algunos días me gustaría... — se acercó casi rompiendo la distancia entre sus labios, sintiendo las feromonas del omega, intensificándose, quien susurró un Sí para que no se detuviera —. Desearía no amarte como lo hago.

— ¿Me amas?

— Como un jodido idiota – susurró contra sus labios, sintiendo la temperatura de su cuerpo elevándose, sus manos pasearon por el cuerpo ajeno, sintiéndolo estremecerse – he sufrido por un amor no correspondido, sintiendo tus constantes muestras contradictorias como un constante rechazo, pero aun así aquí estoy.

El alfa no resistió más tiempo y lo alzó en brazos, teniendo al omega aferrado a su cuerpo como si fuera un koala, riendo divertido, no sabía qué estaba sucediendo, pero a Jimin le emocionaba aquello. Yoongi sin importar todas las veces que el omega le preguntó qué estaba haciendo, se limitó a simplemente sonreír, llevándolo por fin a su habitación donde lo dejó sobre la cama.

Tenía un brillo muy especial cuando lo veía de esa manera, así sin ataduras de una crítica, simplemente siendo Park Jimin, no el modelo principal de la compañía, no, era solamente él mismo.

— Entonces, ¿esto significa que tal vez quieras tener algo conmigo? – cuestionó mientras dejaba caricias en el rostro del alfa, quien le sonrió delicadamente.

— Jimin, tú no eres un "tal vez quiera algo contigo" – susurró, colocándose encima del pequeño omega, que se encogió un poco en su sitio, Yoongi frotó la punta de su nariz con la impropia dejando un tierno beso esquimal —, te diré la razón de eso. Tú no eres una decisión que me crea inseguridad – acunó su rostro para evitar que desviara la mirada – porque te diré una cosa, no eres una opción más o una elección que deba tomar. Eres mi omega, mi destinado. Lo que te suceda o bien lo que te afecta no es una simple obligación para mí, es una necesidad que debo solventar. — la distancia entre sus labios era escasa, Yoongi no resistió un segundo más y mucho menos el omega quien lo tomó del cuello para acercarlo, sintiendo al fin la calidez de los labios del alfa contra los suyos —. Eres un jodido sí a todo Park Jimin.

Los besos no eran para nada demandantes, al contrario, eran suaves, lentos, dejaban tiempo para deleitarse con el sabor contrario, el alcohol en la saliva de cada uno se podía tomar como una representación de ellos mismo. Un omega elegante, coqueto, atrevido, con tonadas dulces y un alfa hosco, que dejaba una sensación de presión en su pecho cada que estaba cerca. Jimin era capaz de olvidar quién era cuando estaba junto al alfa.

El problema de Jimin no era que se sintiera inseguro estando frente aquel alfa que le había quitado el aliento, realmente era la persona por el que moría por tener, el problema era que se sentía desnudo aun sin quitarse la ropa, esa desnudez de su alma la cual era tan clara para los ojos de Yoongi.

"El aire que llenó mis pulmones lo tomé del aliento que exhalabas de tus labios"

"El resplandor del verano ahora brilla en tu mirada, con matices nuevos, invadidos de un misterio que ocultas y al mismo tiempo desnudas para mí"

"Todas las lágrimas que derrame una vez crearon el mar en el cual navegue hasta llegar a ti"

"Tú eres esa orilla segura a la cual he llegado, no eres el viaje, tampoco la travesía, eres mi tierra, mi ancla"

"Me anclo a ti en un siempre eterno, infinito e irrompible"

Hola a todas mis personitas bellas, primero que nada, la escena de la oficina fue pensada, escrita y redactada mucho antes que la del Namjin jejeje. 

Ahora, me quería disculpar con sus puros corazones por el dolor causado por la actualización pasada, espero que esta les haya dejado un bonito sentimiento. 

No olviden tomar muhca agua en estos días que la lloradera sigue por nuestra lunita en el SM, sigo en negación y todavía nos faltan 6 despedidas más. Ni modo a mantenernos sanos, haciendo stream, esperandolos con muchas ansias y disfrutando de los próximos proyectos de acada uno, sobre todo INDIGO. 

PURPLE HEARTS PERSONITAS BELLAS. 


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