EPÍLOGO
1 año ocho meses después.
Solo debía soportar unas cuantas horas y todo aquello por fin terminaría o, ¿era lo que daría inicio a todo? Era viernes por la noche y en vez de ir directo a su casa, para acurrucarse con su omega y cachorros, estaban de camino hacia el Hotel Flor de Loto porque al siguiente día sería el gran día. No podía estar menos nervioso, porque llegar a ese preciso instante les había tomado tanto tiempo, no porque no tuvieran ayuda, sino porque querían disfrutar de su familia.
El primer año de los cachorros estuvo lleno de experiencias abrumadoras, donde los primeros meses no se querían despegar ni un segundo de ellos, en especial cuando llegó el momento que Dalhyung y Haejung se debían acoplar a dormir solos en su habitación. Taehyung no pudo dormir por tres noches enteras y Jungkook despertaba durante la noche para calmar su malestar.
Cuando los cachorros dejaron de lado el alimentarse de su padre omega fue otro dilema más donde Taehyung se sintió culpable al ya no producir suficiente leche para sus bebés. Al inicio todo estaba muy bien y de pronto ya no era suficiente leche para sus cachorros, por lo que siempre debía complementar con un pequeño biberón. Ambos terminaron acostumbrándose a la leche de fórmula más rápido de lo que esperaban, por lo que la transición no afectó tanto a los pequeños, mas de nuevo quien sí sufrió fue el omega.
Aunque los procesos de cada etapa fueron un tanto difíciles, en ocasiones en otras muchas no lo fue. Taehyung pudo regresar a trabajar sin dificultades, era refrescante poder verlo haciendo lo que más amaba cada que estaba en el estudio de fotografía y el centro de atención o quienes se robaban la escena siempre fueron sus cachorros a quienes llevó a cada sesión de fotos, excepto cuando se trataba de un viaje, esos momentos eran para fomentar el vínculo con su padre alfa.
Sí, la aventura de formar una familia llegó a darle vuelta a todo su mundo, pero tanto Jungkook como Taehyung estaban disfrutando en demasía cada experiencia. Ahora Haejung y Dalhyung casi estaban por cumplir dos años, el tiempo había transcurrido demasiado rápido, pero seguían siendo sus bebés revoltosos.
— ¿Y si de pronto nos perdemos en el camino y aparecemos mañana para la ceremonia? – murmuró Jungkook, elevando la mano que mantenía entrelazada, para dejar un beso en el dorso, deteniéndose en el anillo del dedo anular.
— Hyung nos buscaría y enloquecería.
— ¿En ese orden? – se burló el alfa al conocer la reacción que tendría Seokjin si no llegaban en menos de treinta minutos, pues el omega ya se había asegurado que estaban de camino
— Quizá al revés – Taehyung regresó la mirada hacia la parte de atrás, donde ambos cachorros estaban profundamente dormidos – solo espero que no despierten o se sienta mal por estar en un lugar extraño.
— Sé que estarán bien. Tendrán que acostumbrarse que en ocasiones no estaremos con ellos, amor, por eso debemos darles más hermanos para que no se sientan solos.
Taehyung le dio un golpe a su alfa por insinuar tales cosas cuando sus hijos aún eran bebés, para él aún lo eran. Aunque le quedaba claro que aquellas actitudes estaban totalmente justificadas. Jungkook no mencionaba nada sobre hacer más cachorros a menos que estuviera siendo afectado por sus ciclos de celo, dejando salir a la luz esos pequeños síntomas donde se volvía posesivo, mucho más afectuoso y celoso con su familia.
— Tú sabes muy bien la respuesta a eso.
— Pero, amor, no crees que sería bonito darles a nuestros hijos más hermanos.
— Son unos bebés, aún necesitan de nosotros. Si tenemos más cachorros ahora los descuidaremos y no quiero eso.
— Algún día crecerán y no necesitaran más de nosotros mi luna – el alfa dejó un beso en su mejilla, uno rápido, pues ya habían llegado al lugar. Jungkook estacionó el auto en el espacio reservado para ellos, sintiéndose ansioso por bajar, porque eso significaba tener que separarse de su familia por una noche, cosa que no era de su agrado – nosotros también debemos asimilarlo.
Ni bien pusieron un pie fuera del auto para aventurarse a bajar cada uno a los cachorros, se encontraron con el personal del hotel esperando su llegada, junto con dos pequeñas chicas a quienes Taehyung conocía perfectamente, pues se trataba de dos betas, las cuales su hyung había contratado para el proyecto de guardería en la empresa.
Seokjin no tardó mucho tiempo en regresar a su rutina habitual, siendo el omega de siempre, imponente, orgulloso, perspicaz y siendo el alto mando en toda la compañía de su padre, ahora siendo respetado por los nuevos socios que formaban parte de todos los proyectos que tanto Namjoon como Jungkook se encargaron de llevar a cabo. Sin embargo, su punto débil siempre sería Gyeong, así que, para resolver el dilema entre el trabajo y su familia, hizo de la compañía un beneficio para su familia.
La creación de una guardería para los hijos de los empleados fue bien recibida por todos, incluso comenzaba a tomar prestigio gracias a la ayuda de su madre y Hani quien después de un año muy duro decidió tomar cursos en la escuela nocturna para terminar sus estudios de administración. La omega era un diamante en bruto en el ambiente laboral y por primera vez en muchos años se sentía realizada por lograr un sueño, prácticamente era quien ganaba más en su pequeña familia y Hoseok era su pilar de apoyo siempre alentándola a lograr más.
— Buenas noches, señores Jeon – murmuraron ambas mujeres al mismo tiempo mientras permitían que su equipaje fuera llevado a sus respectivas habitaciones, porque sí, esa noche no pasarían juntos – desean que nos llevemos a los cachorros a la habitación.
Un gruñido por parte de Jungkook fue suficiente respuesta, el alfa ya cargaba a Haejung entre sus brazos, aferrándolo como si en cualquier momento alguno de los presentes intentaría arrebatárselo.
— Te lo agradezco Hana, pero lo haremos nosotros.
Taehyung recibió un asentimiento junto con una sonrisa por parte de las chicas, quienes les guiaron al interior del hotel, donde la última planta de las suites estaba reservada para ellos. Sería una noche donde ambos se alejarían de sus cachorros y definitivamente no perderían ni un solo minuto con ellos. No tenían prisa por alejarse, pues al siguiente día todo sería demasiado abrumador y no tendrían tiempo para dedicarle a sus bebés.
Solo estaban a un paso de alcanzar su día especial y Taehyung aún no se hacía a la idea que había pasado casi dos años y medio desde que su vida dio un giro gigantesco, donde ahora tenía un alfa que era totalmente devoto a él y dos cachorros, los cuales eran muy distintos, pero demasiado parecidos a ellos.
Haejung era una copia exacta de su padre alfa, de quien siempre se adueñaba ni bien se le daba la oportunidad. Bastaba con que el cachorro hiciera unos ojos bonitos para que cayeran en sus chantajes, físicamente era Jungkook, en personalidad se trataba de un mini reflejo de Taehyung. Tenía unos ojos marrones hermosos que brillaban siempre con curiosidad, su cabello era oscuro, tenía unas mejillas rosadas que provocaban morderlas, cosa que siempre hacía su padre omega y siempre hacía esa sonrisa traviesa que encantaba a cualquiera.
Dalhyung se parecía demasiado a Taehyung, casi como ver al omega en una versión femenina con facciones delicadas. Tenía la misma sonrisa rectangular de su padre, cosa que usaba a su favor cuando necesitaba algo de Jungkook; su cabello era castaño y delicado, sus ojos eran marrones, pero tenían una mirada que provocaba desear protegerla todo el tiempo, aunque solo fuera una fachada. La pequeña era sobre protectora de sus padres y mucho más con su hermano, una digna futura alfa; su personalidad era muy parecida a Jungkook, fruncía su ceño cada que no le parecía algo, gruñía siempre que le molestaba una situación y siempre estaba olfateando el cuello de Taehyung para marcarlo como suyo; está de más decir que eso provocaba discusión entre su hermano y padre alfa.
Ambos padres sabían que sus cachorros tenían demasiado definidas sus jerarquías, Haejung tenía un aroma bastante peculiar, pues la sutil esencia a arándanos combinaba a la perfección con la lavanda, gritaba omega en todo su esplendor el olor de la fruta siempre era protagonista cuando se encontraba cerca de su padre alfa. Su hermana, Dalhyung, poseía una esencia a toronja y eucalipto, este último siempre dándose a destacar cuando se molestaba o salía su lado protector.
Aunque los aromas no eran todo, también estaba el color en sus iris que en ocasiones se pintaba con intensidad de azul y rojo, eran el orgullo de su bisabuelo quien los consentía demasiado. Seung casi se enloquece cuando los cachorros mostraron sus lobos a los seis meses, cuando comenzaron con las molestias de sus primeros dientes. Una época llena de llanto donde Haejung mostraba el zafiro en sus ojos y Dalhyung el rubí en los propios, demostrando lo molestos e incómodos que se sentían.
Jungkook no se sentía del todo tranquilo que sus cachorros demostraran sus jerarquías porque significaban que ambos habían heredado la pureza de los linajes y su infancia con personas hostiles lo hacía sentirse reacio a que sus hijos pasaran por lo mismo. Taehyung arreglaba cualquier malestar de su alfa respecto a ese tema con un jabón inhibidor de olor en sus cachorros, ocultando sus esencias del resto de personas, en cuanto al color de sus ojos, podían controlar a sus lobos con unas pulseras de plata, preferían mantenerlo así, sin exponerlos demasiado.
— Pensé que tendría que buscarlos yo mismo – se quejó Seokjin ni bien pusieron un pie en la habitación que estaría destinada para los cuatro cachorros – los estábamos esperando.
— Lo siento, fue mi culpa – murmuró Taehyung con un poco de culpabilidad al haber olvidado la maleta de sus hijos, lo que provocó que cierto alfa hiciera de las suyas antes de salir de casa, mientras que sus cachorros se dedicaban a tomar su biberón de la tarde.
— Ya lo veo, los mosquitos en esta época del año parecen un poco violentos – se burló Jimin al acercarse a ellos y notar cierta mancha roja en el cuello de ambos. La marca de Taehyung también estaba sospechosamente fresca – espero que no estén pensando en darles hermanos a Haejung y Dalhyung tan rápido.
— Podemos evitarnos la conversación incómoda, por favor – suplicó Jungkook mientras se encargaba de colocar a su hijo en la cuna portátil.
— ¿Tú que dices Dalhyungie no te gustaría un hermanito? – comentó Jimin con una voz divertida hacia la pequeña que estaba recién despertando y acostumbrándose a estar rodeada de todos sus tíos.
— Puedes darle un primo – se burló Jungkook mientras tomaba a su hija de los brazos de Taehyung. Dalhyung de inmediato se escondió contra su cuello, olfateando su esencia.
— Olvídenlo, teníamos un trato, ustedes serían los productores de sobrinos y yo sería el tío favorito.
— Jiminie... – Taehyung se interrumpió a sí mismo cuando escuchó que Haejung comenzaba a llorar, desapareciendo de la vista de Seokjin y de Jimin para atender el llamado de su cachorro.
Dentro de la habitación el omega encontró a su inquieto cachorro con enormes lágrimas en los ojos, sintiéndose muy confundido al encontrarse en un lugar desconocido. Se encontraba sentado en la superficie blanda, abrazándose a su conejo de peluche, el cual ambos padres se habían encargado de impregnar con sus esencias.
El cosquilleo y escalofrío que sintió Taehyung en el cuerpo le advirtió que la otra mitad de su familia estaba también en la misma habitación. Dalhyung tenía sus ojos puestos en su hermano, intentando saber lo que ocurría, mientras que Jungkook se encargaba de llevarla hasta encontrarse con su padre omega.
— Parece que alguien despertó de mal humor – murmuró Jungkook al notar el puchero pronunciado en los labios de su hijo, quien con su mano intentaba buscar la atención de su hermana, quien ni bien estuvo junto a él en la cuna, se buscaron como imanes.
— No quiero dejarlos solos, Jungkookie – murmuró Taehyung, colocando el tigre de peluche de su hija también en la cuna, el cual de igual manera estaba impregnado con sus esencias.
— Estarán bien, amor. Se que es difícil, pero podemos turnarnos para cuidarlos. – susurró muy bajo haciendo que el omega regresara la mirada hacia él con una brillante mirada –. Estaremos en el bar y tú en la piscina, podríamos subir de vez en cuando para saber cómo están.
— Ni se te ocurra acercarte a mis cachorros con ese asqueroso olor a licor – le advirtió de inmediato, Taehyung sintió un escalofrío junto con una sensación nauseabunda, cosa que solo le provocaba el olor de cualquier licor fuerte o bien del tabaco; aún estaba trabajando el poder borrar esas sensaciones.
— Por supuesto que no lo haré, mañana nos casamos. Solo estaremos conversando – el gruñido del omega fue clara advertencia, siendo secundada por los gruñidos de sus cachorros, quienes siempre estaban dispuestos a defender a su padre omega – hablo en serio. Me siento indignado de que piensen eso de mí.
— Prometes que no harás nada de locuras.
— Depende, ¿burlarme de Hoseok se califica como locura? ¿El hacer que Yoongi hyung se le declare a Jimin hyung lo sería? – su omega amplió los ojos, le cubrió la boca con sus manos obteniendo un beso en su palma que le hizo cosquillas.
— No hables tan fuerte, podría escucharte, Jiminie no quiere casarse, debemos respetar eso. – una leve mordida fue dejada en su piel, causándole un escalofrío – ¡Jungkookie!
— Creí que tendría un beso como pago por mi silencio – Taehyung entrecerró los ojos, abultó sus labios en un intento fallido de reproche para luego rodear el cuello de su alfa y dejar un beso en los labios de su alfa, uno rápido, ya que ambos cachorros exigieron su atención –. Mucho mejor. Entonces ¿haremos eso? ¿Nos encontraremos para cuidar de los cachorros?
— Sí, pero tienes que ser muy cuidadoso.
— Serán como tener encuentros prohibidos previos a la noche de bodas – un gruñido bajo vibró el en pecho del alfa, mientras tomaba con posesividad la cintura de Taehyung, acercándolo hasta robarle un beso lleno de lujuria – eso me gusta.
No eran extraños esos comportamientos por parte de Jungkook, pues apenas comenzaban a regular sus celos y para ese momento estaban entrando en un ciclo de calor afectado por el celo del alfa. Taehyung no estaba del todo alejado de la regulación de los propios, tardó un poco más debido al nacimiento de sus cachorros, pero ahora todo comenzaba a acomodarse perfectamente.
Jieun se encargaba de llevar todo el proceso de sus celos, así como el plan de anticonceptivos que seguían de manera rigurosa, la abstinencia de un mes a escasas semanas de un celo les causó estas en esa situación en específico. Con las hormonas un tanto alteradas.
Los besos iban subiendo de tono, el sabor a fresas en los labios del omega enloquecía a Jungkook, quien no podía evitar desquitarse con mordidas fugaces, chasquidos y uno que otro gruñido al sentir las manos del otro paseando sobre el cuerpo contrario los estaba haciendo olvidar los dos pequeños detalles que eran espectadores del amor de sus padres. Haejung fue el primero en reír al ser víctima de su hermana abrazándolo, casi imitando a su padre alfa.
— Diosa Luna. Ya cálmense par de hormonales, se supone que debían dormir a los cachorros no entrar en modo celo – se quejó Jimin, arrugando la nariz en desagrado por la combinación de excitación y las esencias de la pareja – los pude olfatear desde el pasillo. Taehyung te estamos esperando, vamos.
— Solo nos estábamos despidiendo, Jimin hyung. No tienes que ser tan dramático.
— Claro y eso que aprieta tus pantalones no es nada – el omega tomó de la muñeca a Taehyung, quien aún estaba lamiendo sus labios, saboreando aquel beso pasional – tendremos que mantenerte alejado de él. Ni creas que te quitaré la vista de encima...
Jungkook solo pudo sonreír divertido, lamiendo sus labios de igual manera en la cual su precioso omega lo hacía. Despidiéndose con un beso al aire cuando Taehyung regresó la mirada a él, haciendo la promesa silenciosa de encontrarse. Ambos cachorros volvieron a reír cuando su padre se acercó a repartirles besos en sus regordetas mejillas, impregnando su aroma en ellos. Sus cachorros, su familia.
— Pórtense bien con sus primos, ¿de acuerdo? Papá vendrá a verlos, lo prometo.
Tomó a ambos cachorros en brazos uno a cada lado para por fin llevarlos junto a Myeong y Gyeong, quienes ni bien estuvieron cerca comenzaron a jugar en la piscina de pelotas. La pequeña bebé Kim tenía cierta fascinación por Haejung, quien era víctima del cuidado de su hermana menor y de Myeong. Un omega entre lo que parecía ser tres alfas protegiéndolo.
— Despreocúpese por sus hijos, señor Jeon, les llamaremos si ocurre algo – murmuró la niñera.
Todo estaba fríamente calculado por su paranoico hyung, incluso el tener niñeras para los cuatro cachorros y de paso cuatro suites dobles donde podrían pasar la noche.
La misión verdadera de los amigos de la pareja era un tanto difícil, pues se suponía que debía ser una despedida de soltero previa a la boda con un toque de responsabilidad por los cachorros. El fin absoluto era hacer que Jungkook y Taehyung no se vieran hasta el día siguiente, para ser más específicos por la tarde cuando se diera la ceremonia privada, con tal de cumplir aquella tradición de que los novios no se vieran previo a la boda.
Jungkook agradeció a las niñeras por el arduo trabajo que realizarían esa noche y ni bien abrió la puerta se encontró con tres pares de ojos con miradas cómplices entre ellos. Estaban esperando por él, no le darían ni siquiera la oportunidad de seguir a su omega para saber dónde exactamente se encontraría.
— Pensé que nos encontraríamos abajo en el bar.
— ¿Y qué te pierdas en la piscina? Andando Jeon – ese tono de voz en Yoongi le hizo saber que cierto omega lo había convencido de no separarse de él.
— Hyung estás haciendo demasiado drama. Tanto tiempo con Jimin hyung te está afectando – el alfa gruñó, haciendo reír al resto del grupo, al ver que Yoongi debía ver hacia arriba para mantener la batalla de miradas con el menor.
Era divertido ver la diferencia de tamaño entre Jungkook y Yoongi, sin embargo, eso no le evitaba arrastrar al menor por todo el pasillo contrario por donde se habían llevado a su omega, para así dirigirse al bar.
Luna, solo espérame.
Por supuesto que todos conocían a la pareja de futuros esposos, sabían perfectamente que tratarían de atraerse mutuamente en el más mínimo descuido y en especial sería imposible hacer que no se comunicaran mediante el lazo. Se trataba de una misión más que imposible, pero lo intentarían.
Distraer a Jeon Jungkook era tarea sencilla cuando no se encontraba en la misma habitación que su omega y el hecho de estar en el bar del hotel, rodeado de esencias pertenecientes a alfas en mayoría y uno que otro omega, resultó ser el ambiente idóneo. Además, todos los omegas se encontraban en el área de la piscina, el agua ocultaba los olores, lo cual era el disfraz perfecto.
El ambiente era ameno, lleno de bromas entre los alfas, comentando las experiencias como padres primerizos, unas más divertidas que otras por supuesto, siendo Jungkook el mayor protagonista de todas y cada una de ellas.
— Parece que fue ayer cuando Jungkook reclamó un omega en plena sesión de prueba de fotos en el estudio – se burló Yoongi después de un largo rato de risas. Llevó su vaso de whisky a sus labios, tan solo mojándolos un poco, sintiendo algo extraño con el sabor.
— En mi defensa hiciste sentir incómodo a Taehyung y todo se hubiese mantenido en calma si Park no fuera tan intenso.
— De saber que ese día se encontraría contigo lo habría hecho quedarse en la cabaña – murmuró Hoseok con ese tono burlón, haciendo gruñir al menor – admítelo me debes agradecer por prácticamente enviarlo a ti.
— También fue el mejor fin de semana de mi vida – sonrió el menor al recordar toda la experiencia vivida con su omega. Quizá fue dolorosa, pero fue la primera vez en años que pudo sincerarse con alguien, tener otro tipo de intimidad con Taehyung fue una de las bases de su relación – todavía quisiera regresar a ese momento para darte un buen golpe por todas las mentiras que le dijiste.
— Admito que fue mi culpa, actúe por instinto de protección. Taehyung es como mi familia, lo único que no me agrada de todo es que ahora tendré que adoptarte también. Te pondré como el sobrino perdido de mi padre, para no tener tanto afecto hacia ti.
El menor dejó su vaso en la barra para ponerse de pie y acercarse peligrosamente a Hoseok quien de inmediato se quejó ante los golpes leves junto con el abrazo efusivo que estaba recibiendo por parte de Jungkook. Era divertido ver a esos dos tener una relación de amor-odio, aunque no lo quisieran admitir, eran mucho más allegados.
Yoongi sonrió divertido, llevando de nuevo su vaso hasta sus labios, olfateando el contenido con una mueca de desagrado, dejándolo sobre la barra de nuevo.
— ¿Tiene algo el whisky? Parece que no fuera de tu agrado – se burló Namjoon al notar que era la tercera vez que lo hacía.
— Tiene demasiado olor a pino. No parece que fue fermentado de manera correcta.
— ¿Ahora eres catador de licores?
— ¡Aish! No molestes. No es mi culpa que no tengan buenos licores en el bar.
— ¿Por qué tan gruñón, hyung? – Yoongi jadeó un poco quejoso al sentir el peso del menor sobre él, intentando quitarlo de encima.
— El señor delicado dice que el whisky no es de su agrado.
— Ya déjenme en paz.
— Pareces de esos gatos ariscos que no quieren que nadie se acerque – se burló esta vez Hoseok, después de tomar un largo trago de su cerveza, haciendo sonreír a Namjoon y Jungkook, pues se veía lo suficientemente sonrojado como para saber que el alcohol comenzaba a hacer efecto en él – quizá se deba a tu reciente vínculo.
— Concuerdo, incluso Jimin hyung está más sensible de lo normal.
No era ningún secreto que la pareja más extraña del grupo por fin había dado ese paso importante para su relación. Lo peculiar de ellos era el negarse a algo para luego terminar cayendo en el abismo de hacer todo lo contrario, siempre fue así desde que se conocieron.
Tanto el alfa como el omega se enfrascaban en una negación ante la idea de conocerse mejor o ser pareja cuando recién se conocieron, terminando en una conclusión explosiva de emociones una vez aceptaron que eran el uno para el otro.
El siguiente paso fue el negarse a vivir juntos porque cada uno prefería su propio espacio, al final terminaron por decidir en mudarse relativamente juntos, viviendo en el mismo edificio, en el mismo piso, en apartamentos que estaban al lado del otro; se llegaban los rumores que ahora estaban pensando seriamente el mudarse juntos definitivamente ¿Por qué? ¿Qué había cambiado?
Un celo compartido, una marca y una semana donde no se pudieron separar el uno del otro les hizo saber que no podían seguir viviendo de esa manera, separados y a la vez juntos. No era de extrañar que cierto alfa haya casi cancelado su contrato de vivienda inmediatamente después de regresar a la vida normal. Aunque no habían tenido el tiempo suficiente para hacer la mudanza definitiva debido al trabajo de Jimin.
Así que la pregunta en ambos grupos de amigos fue sorpresivamente hecha al mismo tiempo.
Entonces, ¿Qué se siente estar enlazados?
— Es extraño – murmuró Jimin bebiendo de golpe la copa de champaña, sintiéndose relajado y un tanto mareado – antes de la marca no quería que se alejara de mí. Después de eso todo comenzó a encajar como si mi vida y la de él no pudiera ser la misma sin el otro, incluso estando en la misma habitación. Solo recuerdo que lo necesitaba, no, ansiaba demasiado que me marcara como si el frío de estar separados solo se curara con eso. Pero cuando lo hizo...
— Fue como sentir que tu cuerpo ya no te pertenece completamente y al mismo tiempo te sientes uno con tu alfa – murmuró Hani quien con una sonrisa y mirada brillante no se pudo limitar a agregar algo.
— Y que el dolor del otro también es tuyo, no hablando figurativamente, sino que literalmente lo sientes en la piel – mencionó Taehyung acompañado de un suspiro enamoradizo.
— Pero al mismo tiempo los sentimientos se vuelven uno y sientes que todo está bien porque no necesitas palabras para expresarte cuando te sientes abrumado – dijo el mayor sintiendo el burbujeo en su lazo al pensar en su alfa.
— Sentí todo eso y mucho más. Fue como si mi cuerpo se uniera fibra a fibra con él de una manera intensa. De pronto todo estaba bien, me sentía seguro, protegido y a salvo.
— ¿Protegido? – cuestionó Taehyung con clara confusión.
— Sí, mi lobo se sentía demasiado ansioso unos días antes de mi celo, pensamos que era por eso, pero cuando llegó el momento solo quería que me marcara. Lo necesitaba.
— Qué extraño, eso no me sucedió a mí – murmuró el menor teniendo la misma afirmación por parte de Hani y Seokjin – el crear un lazo con tu alfa es más como una unión, una necesidad de sentirte uno con el otro, pero ¿protegido? Suena muy diferente.
— Envídienme, parece que mi lazo es mucho más especial que el suyo.
Los cuatro omegas se sumergieron en una burbuja enamoradiza al pensar en sus alfas, siendo receptores de una respuesta inmediata de estos, como una caricia al alma, aun estando separados. A pesar de encontrarse en distintos lugares, la conexión era imposible de burlar, no importaba que los alfas estuvieran al otro extremo del hotel o que ellos se hallaran dentro de un jacuzzi para relajarse y olvidarse un momento de sus vidas.
Los lazos forjados con amor siempre podían contra todo, de eso no cabía duda. No importaba si se trataba del omega más arisco por estar rodeado de un entorno hostil de alfas; o si se trataba de un omega que sufrió por muchísimos años alejado de su otra mitad por las adversidades de la vida; tampoco era relevante el hecho de ser un omega presionado por la sociedad a ser perfecto por escoger una carrera exigente donde todos lo ven como un objeto y ni siquiera era impedimento el hecho de ser una omega tomada, maltratada, abandonada y embarazada porque también fue capaz de encontrar un vínculo que la salvó.
— Recuerdo que Hoseok tenía muchísimo miedo de marcarme porque no estaba convencido de hacerlo – la sonrisa en el rostro de la omega era un tanto confusa, pues contenía demasiadas emociones, sus dedos llegaron hasta su reciente marca causándole un cosquilleo –, pero no me arrepiento en lo absoluto de ella. Me abruma en ocasiones sentir que no duele, arda o incomode. Incluso Hoseok fue extra cuidadoso al curarla y le gusta revisarla constantemente para saber que todo está bien.
— Es entendible, Hobi hyung mira casos horribles cada día donde los omegas llegan con marcas en estados críticos.
— Creo que tú y tu alfa fueron muy valientes, Hani – murmuró Seokjin mientras le regalaba una caricia en la mano, obteniendo más acercamiento con la omega – y Jimin tú también eres muy fuerte al decidir por fin enlazarte con Yoongi.
— Aún soy demasiado nuevo en esto de las marcas, pero no por eso es menos bonito – mencionó en un tono bajo, un poco agudo que les sacó risas a todos al verlo sonrojarse y no siendo producto del agua caliente – así que oficialmente ya no estoy fuera del club de los omegas marcados.
Todos comenzaron a reír demasiado divertidos al notar a Jimin de tan buen humor, sobre todo porque era la primera vez en mucho tiempo que podían tener una reunión de ese estilo, donde todos disfrutaban de tomar uno que otro cóctel y ser un poco liberales.
— Aún no puedo creer que sobreviví tanto tiempo sin tomar alcohol – Seokjin se encontraba tomando su quinto cóctel, cosa que comenzaba a afectarle en la vocalización de sus palabras.
— Yo no había tomado antes – murmuró Taehyung aun dando pequeños sorbos a su primer cóctel, el cual ahora bebía con mayor tranquilidad, pues todos los hielos ya se había deshecho, diluyendo más el alcohol que contenía.
— Creo que es divertido tener este tipo de reuniones, hay que hacerlas más seguido – agregó Hani bebiendo muy a gusto, aunque de todo el grupo de amigos quienes estaban más conscientes eran Jimin y Taehyung – Jimin ¿Por qué no has bebido más?
— Soy encargado de todos ustedes, no puedo pasarme de copas – se defendió mientras daba una negativa ante el mesero indicando que no quería que le llevará otra copa más.
—¿Eso cuándo lo decidimos? Dijimos que íbamos a divertirnos – se quejó el mayor con su ceño fruncido – yo tomaré la copa que él no quiso – alzó la voz un poco de más hacia el mesero, recibiendo un asentimiento como respuesta –. Necesito un poco más de alcohol en mi cuerpo y tú estás muy tranquilo hoy, Jimin-ah.
— Debo estar despierto hyung, pude escuchar a Taehyung confabulando con Jungkook diciendo que se encontrarían para ir a revisar a los cachorros – el menor se ruborizó de inmediato al obtener dos miradas indignadas por parte de Hani y Seokjin – y cuando entré a la habitación casi vomito por el olor a excitación. No sé cómo ustedes no lo sintieron, era demasiado obvio.
— Yo no pude oler nada, hasta que Taehyungie estuvo con nosotros en el elevador – mencionó Hani aun recordando el drama que había hecho Jimin.
— ¡Aish! Hani por qué nunca me apoyas.
Jimin se quejó ante su intento de delatar a la pareja de enamorados con su plan de encontrarse a escondidas de todos. El menor del grupo no pudo dejar de reír ante la discusión que mantenía Seokjin y Hani sobre lo dramático que era Jimin, mientras que este no dejó de hacer su rabieta, prefiriendo refugiarse en un abrazo con Taehyung mencionando que no se apartaría de él para evitar que hiciera algo.
El estar tan cerca le hizo poder sentir de nuevo eso a Taehyung, aunque no pudo mencionar nada, pues el mayor de todos de pronto se quedó demasiado callado, un poco pensativo hasta que por fin se decidió a hablar.
— Chicos, a ustedes ¿Qué tan bien les funcionan los métodos anticonceptivos? – aquella declaración hizo que todo el ambiente se volviera serio de un momento a otro.
— Es muy efectivo si sigues todos tus controles. Hoseok y yo somos extra cuidadosos con eso porque parece que nuestros lobos tienen un vínculo diferente y somos propensos a quedar embarazados para fortalecer el lazo entre nosotros, así que siempre somos previsores con todo el tema.
— Ustedes apenas inician en esto Hani, necesito la opinión de alguien que se la pase en esto como si no hubiera un mañana – se quejó el mayor, la falta de tacto siendo producida por los niveles altos de alcohol en su sistema – Taehyung y Jimin ustedes tienen sexo todo el tiempo ¿les funciona? ¿No han tenido sustos?
— Según lo que mencionó, mi doctora no soy fértil en el lapsus donde no tengo mis celos, así que me basta con chequeos mensuales para el tratamiento. De momento no puedo tomar nada fuerte porque estamos empezando a regular nuestros celos con Jungkook – Taehyung movió el vaso entre sus manos al recordar su última visita con Jieun – ella nos mencionó que mi pico alto de fertilidad solo está en mis celos. Así que si ocurre algo como una concepción fuera de ese tiempo, mi cuerpo absorbe los embriones porque no son fecundados de manera correcta es extraño. Los cachorros fueron concebidos por una producción de óvulos desfasada después de mi celo, cosa que estamos tratando de regular.
— De acuerdo entonces quedas descartado de cualquier susto posible hasta que lleguen tus celos o los de Jungkook – murmuró Seokjin al procesar toda la información.
— Prácticamente.
— ¿Qué nos dices tú, Jimin? – cuestionó Hani sintiéndose curiosa ante lo que mencionaban todos sobre sus experiencias.
— Yoon y yo somos muy activos. Siempre tenemos preservativos y cuando pasan mis celos o los de él siempre tengo chequeos para tener la inyección anticonceptiva ¿Por qué la pregunta hyung?
— Creo que olvidamos utilizar preservativos en mi último celo, y tampoco fuimos cuidadosos con Namjoon en ir al chequeo. Tengo miedo de quedar embarazado de nuevo – mencionó sin más, obteniendo miradas cálidas – he estado tan estresado con el trabajo, cuidando a mi familia, ayudando a Taehyung con la boda, que estoy casi seguro que mi doctor me reprenderá por faltar a la cita agendada hace más de un mes.
— Quizá solo sea estrés hyung. Has estado demasiado presionado estos meses con la compra de nuevas acciones, al igual que Jungkook. Eso pudo tenerte así de sensible.
— Para mí que estás embarazado.
— ¡Jimin! – le reprendieron Hani y Taehyung por su falta de tacto.
— Es verdad, cuando se embarazó de Gyeong todo el tiempo estaba de mal humor, irritable, comía todo lo que se le ponía enfrente y siempre estaba gritando.
— No estoy preparado para pasar de nuevo, por esto – casi sollozó el mayor cubriendo su rostro, teniendo un abrazo grupal de inmediato cuando notaron que las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas – ni siquiera sé si soy un buen padre con Gyeong la mayoría del tiempo, otro cachorro solo me volverá loco.
— Hyung eres un excelente padre con Gyeong – le consoló el menor –. Además, esto solo es una suposición, no sabemos si estás embarazado.
— Exacto. Seokjin debes mantener la calma con este tema, has estado bajo demasiado estrés, lo sé. Recuerdas que te lo mencioné la semana pasada cuando te encargaste de ayudarme con los aspectos administrativos de la guardería.
— Dijiste que necesito unas vacaciones con mi familia. Lo estaba pensando seriamente hasta que Namjoon insinuó que si lo hacíamos podríamos hacer otro cachorro. Sé que lo dijo como una broma, pero ¿Qué tal si ya hay uno?
— Podríamos pedir que compren una prueba de embarazo para salir de cualquier duda – argumentó Jimin ganándose tres miradas sorprendidas – esto viene pasando desde hace un mes, podemos averiguarlo.
— Esas cosas tienen margen de error – se quejó Taehyung recordando como su propio embarazo fue víctima de un falso negativo.
— Seokjin, ¿quieres hacer la prueba? – interrogó Hani totalmente curiosa –. Podemos pedirla y si aún no te sientes seguro con el resultado que salga, entonces te haces una de sangre.
— Si hago esto, no quiero hacerlo solo.
— Tengo una idea, compremos cuatro pruebas, las hacemos al mismo tiempo y así no te sentirás solo.
— Me refería a que no me dejaran solo Jimin-ah – se quejó el mayor al escuchar la solución del menor – aunque no es tan mala idea. Comprobemos qué tan efectivos son sus métodos y a ver quien sale con sorpresa junto a mí.
Quizá todo se debió a los efectos del alcohol o la emoción de saber que subirían de nuevo a las habitaciones, porque ni bien pronunció aquello el mayor, Taehyung fue el primero en salir del jacuzzi, haciendo arder un poco su lazo. Todos tomaron sus batas de baño y entrelazando sus brazos se dispusieron a ir de inmediato a los elevadores.
Alfa... Ven.
Era un llamado silencioso por su alfa, sabía muy bien que mientras sucediera todo lo de la prueba tendría un tiempo para escabullirse de la mirada de todos.
Al llegar a la habitación que compartirían, Hani y Seokjin comenzaron a llamar para que les llevaran las pruebas de embarazo. Siendo Jimin el más emocionado por saber si sus sospechas sobre el mayor serían ciertas, el alboroto mientras terminaban de colocarse ropa cómoda le fue suficiente a Taehyung para escabullirse hacia el pasillo con la excusa de ver a sus hijos. Nadie le negó aquello, aunque con quien terminó encontrándose fue con su alfa.
— Mi luna – murmuró Jungkook corriendo a su encuentro, abrazándose de inmediato al cuerpo delgado del omega, olfateando su esencia desde la curvatura del cuello, mordiendo un poco posesivo la marca al notar que Taehyung estaba en bata de baño – Mío...
— No tenemos mucho tiempo – susurró el omega, tomándolo de la barbilla para poder besarlo de manera lujuriosa.
— ¿Por qué estás aquí? ¿No se suponía que estaban en la piscina?
— Surgió cierto tema. Solo déjame besarte un poco más.
El jadeo gustoso no se hizo esperar cuando el alfa lo apretó a su cuerpo, tomando entre sus manos el trasero redondo, apretándolo, amasándolo y perdiéndose entre los besos desenfrenados que estaban robándole el aliento. Taehyung fue el primero en romper el beso, no sin antes dejar una mordida en el labio inferior del alfa, quien se quejó tanto por la distancia como por la acción.
— Debo irme, ¿puedes revisar a los cachorros antes de bajar?
— ¿Esto fue una especie de chantaje acaso? – el tono de voz bajo de Jungkook le erizó la piel, siendo víctima del recorrido de la lengua en su cuello para terminar con una pequeña mordida en su lóbulo derecho –. Me gusta – Jungkook tragó duró intentando contenerse lo más posible, siendo consciente que estaban en el medio de un pasillo, dejó un último beso en la frente del omega y otro más en sus labios – te amo, mi luna.
El sonido de la puerta abriéndose les interrumpió, provocando la escena más graciosa que Taehyung haya visto en su vida, pues Jungkook había salido prácticamente corriendo con dirección hacia los elevadores con tal de esconderse de cualquiera que haya salido a buscar a su omega.
— Kim Taehyung – la voz de Jimin hizo eco en el pasillo mientras que sus pasos apresurados lo llevaron hasta el menor a quien tomó de la muñeca para llevarlo de regreso a la habitación – sabía que no habías ido con tus cachorros, pude oler la excitación de Jungkook desde la habitación.
— ¿Uh? ¿Pudiste oler a Jungkook?
— Sí, par de hormonales – Jimin seguía tirando de su brazo hasta hacerlo entrar completamente, cerrando la puerta con seguro –. Deja de intentar fugarte para tener tus encuentros calientes, solo será por una noche después podrán hacer lo que quieran. Ahora, concéntrate en el problema de hyung, no tardaran en traer las pruebas. Cámbiate la ropa mojada, te estaremos esperando.
El menor se sentía un poco avergonzado por la situación, pero no podía evitar ser afectado por el celo inminente de su alfa. Sin embargo, ignoró las risas burlonas dentro de la habitación e ingresó al baño para secarse completamente el cuerpo y así por fin tener un poco de ropa cubriendo su piel.
Lo siguiente que escucharon fue el llamado en la puerta a través del timbre, Jimin fue el primero en salir corriendo para recibir el pedido de máximo secreto. El cual no tuvieron que esperar tanto para por fin utilizar, ya que todos habían bebido más de algo y las necesidades fisiológicas hicieron de las suyas gracias al nerviosismo.
Uno a uno, hicieron la prueba, nadie vería nada hasta que todas las pruebas dieran una respuesta. Se colocaron en un pequeño círculo en la cama del mayor a la espera de esos cinco minutos eternos llenos de bromas y uno que otro disparate que relajaron el ambiente tenso.
— Saben, creo que no sería tan malo estar de nuevo embarazado. Es decir, no me puedo basar de una experiencia para decir que será igual de nuevo – murmuró el mayor intentando autoconvencerse o hacerse a la idea de aceptar cualquier resultado – Diosa, incluso el alcohol que bebí se evaporó en mi sistema, solo espero que todo esté bien.
La alarma del temporizador sonó advirtiendo que los resultados ya estarían listos, haciendo que todos miraran sus respectivas pruebas que se encontraban boca abajo. Esperando a ser descubiertas.
— A la cuenta de tres las volteamos – mencionó Jimin con cierta emoción – ¿listos? – los tres frente a él asintieron tomando las pruebas entre sus manos aun sin ver el resultado – 1... 2... 3...
Negativo...
Negativo...
Mierda...
Negativo...
Seokjin fue el primero en soltar un sollozo, el cual hizo que tanto Hani como Taehyung se abalanzaran sobre él soltando sus respectivas pruebas, dejando a la vista los resultados.
— Hyung, no llores, dijiste que aceptabas esta noticia – le consoló el menor intentando quitar las lágrimas que salían sin control.
— Estaremos contigo todo el tiempo, como siempre lo hemos hecho – agregó Hani, recibiendo un puchero pronunciado por parte del mayor –, pero esta vez tendrás de decirnos lo que será para hacerle una fiesta de bienvenida. No llores Seokjin, esto es algo hermoso como para estar tristes.
—No estoy llorando de tristeza – comentó entre risas y llanto confundiendo a los dos menores que lo consolaban – es de felicidad.
— Hyung me asustaste, pensé que estabas tomando mal la noticia.
— Tae, ¿Cómo podría tomar a mal la noticia que no estoy embarazado?
— ¿No lo estás? – interrogó Hani impresionada, recibiendo una negación frenética – Diosa, me asustaste de igual manera.
— Bueno, parece que sí fue un susto al final de todo – comentó Taehyung con mejor humor regresando a tomar su prueba – la mía es negativa, lo sé porque acabo de pasar un mes en abstinencia.
— La mía también – pronto un sollozo más se agregó a la escena haciendo que Hani, Seokjin y Taehyung hicieran conscientes el mutismo de Jimin quien no dejaba de ver su prueba con enormes lágrimas en los ojos – ¿Jimin? ¿Qué ocurre?
El jadeo de sorpresa fue imposible de controlar, ahí estaba. No era el resultado que esperaban, tampoco era la persona que esperaban que estuviera, pero la prueba lo decía.
Pregnant
3+
— Ay, mierda, Jimin-ah...
— Hyung dime que esta es la tuya y me estás haciendo una broma – sollozó el omega al no poder creer lo que estaba ocurriendo – esta no puede ser mía.
— Pero lo es – murmuró el mayor ahora siendo acompañado por los menores para abalanzarse sobre Jimin.
— No.
— Sí – dijeron los tres al mismo tiempo.
— No. ¿Qué se supone...? ¿Cómo pasó esto? Esto no puede estar pasando, nos cuidamos siempre, ¿por qué dice esto?
— ¿Jiminie en serio necesitas que te lo expliquemos? – le consoló el menor teniendo a Jimin aferrado a él – sabía que había algo diferente en ti.
— ¿Tú lo sabías?
— Hueles diferente, tienes olfato de un perro rastreador y escuché cuando dijiste que te dio asco los bocadillos de cangrejo.
— Mierda. Estoy embarazado – Jimin regresó la mirada hacia su prueba tratando de recordar el momento en el que pasó, aquello – ¿Qué significa el 3+? ¿Son más de un cachorro?
— Eso significa que estás más que embarazado. Son posiblemente más de tres semanas de embarazo, ¿recuerdas en qué momento pasó? – cuestionó el mayor haciendo que todos comenzaran un mutismo selectivo.
Los recuerdos de Jimin estaban rebobinando las últimas semanas de su vida hasta que llegó un mes atrás en su celo, cuando sucedió la marca. Se suponía que debía acudir a la doctora después de eso, pero no fue debido a la reciente unión, después de eso aplazó su cita hasta después de su trabajo en una nueva campaña, ¿en serio no fue?
Repasó una y otra vez sus recuerdos intentando encontrar el momento de su cita con la doctora para autoconvencerse que sí había ido, mas lo único que recordó fue el cancelarla en dos ocasiones por su trabajo. Joder, estaba embarazado. Estaba más que preñado, hundido hasta el fondo.
Se soltó del agarre de todos, al comenzar a sentirse abrumado por la nueva información, ignorando a todos y las preguntas que estos le hacían mientras negaba una y otra vez que aquello no era posible. Pasó por la etapa de la negación, la negociación rogando a la Luna para que aquel resultado fuera equivocado y por último la ira ante la aceptación de su realidad. Sus movimientos lo llevaron a rodar sobre la cama cayendo sobre la alfombra.
Los tres omegas se encargaron de asegurarse que se encontraba bien, el golpe no parecía muy fuerte, pero las alarmas de lo sucedido los tenía a todos con el instinto a flor de piel.
— ¿Jiminie, quieres que llamemos a Yoongi-ssi?
— Ese estúpido alfa de cuarta, sabía de esto.
— ¿Cómo iba a saber algo así? – cuestionó el mayor cansado de intentar conversar con Jimin, tomándolo por los hombros, sacudiéndolo un poco, logrando obtener su atención –. Jimin no es momento para esto. Estás embarazado, debes intentar serenarte. Responde esto, ¿quieres ese cachorro?
— No lo sé, tengo miedo.
El menor se soltó del agarre sobre sus hombros, saliendo de la habitación hasta llegar a la propia, dejando a sus tres amigos preocupados, estando de acuerdo en que debían llamar al alfa. Así que fue Seokjin quien se encargó de llamar a su alfa pidiendo que subiera junto a Yoongi.
Namjoon aceptó al pedido, pues parecía algo poco importante, por lo que no se tenía que preocupar, al menos eso fue lo que le comentó su omega y ambos alfas decidieron subir a la habitación, dejando a Hoseok a cargo de Jungkook.
— ¿Crees que pasó algo malo? – cuestionó Yoongi con un gesto lleno de preocupación, algo extraño en el alfa, pues de todos era el que menos perdería ese aire despreocupado, pero ahora parecía el más afectado desde la llamada.
— Jinie no dijo nada.
— Exacto, siempre es demasiado explícito cuando ocurre algo. Ahora solo dijo sube con Min ¿eso no te dice algo? Además de pronto Jimin bloqueó nuestro lazo, llámame paranoico si quieres, pero algo ocurrió.
— Jungkook estaba muy tranquilo, así que no se puede tratar de Taehyung. Hoseok tampoco se veía afectado por nada en particular y yo no siento que Jinie se encuentre mal, quizá un poco molesto, pero nada fuera de lo normal.
— No ayudas, Namjoon-ah.
— Bueno, relájate, pronto lo sabremos – Namjoon le hizo avanzar fuera una vez se abrieron las puertas del elevador, caminando por el pasillo hasta llegar donde estaban Seokjin y Hani – Moon ¿Qué ocurre?
— Min, tendrás que hacerte cargo de una situación ahí dentro – murmuró Seokjin ganándose un ceño fruncido por parte de su alfa al ser ignorado. Yoongi no comprendía por qué se dirigía a él si a quien necesitaban ahí era a Namjoon.
Ni bien intentó cuestionar el comportamiento contrario, la puerta de la habitación se abrió, teniendo a Taehyung frente a ellos, dándose miradas cómplices con los otros dos omegas, quienes prácticamente estaban teniendo una conversación silenciosa frente a los alfas. Yoongi se sintió un poco molesto al poder percibir el aroma de Jimin un tanto ácido, como cuando se encontraba ¿nervioso? ¿Molesto? ¿Irritado?
Sus pasos lo llevaron hacia la puerta de la habitación dentro de la misma suite, donde podía percibir el aroma de su omega. Intentó girar la perilla, pero estaba cerrada.
— ¿Jiminie? Amor, ¿Qué ocurre? – sollozos quejumbrosos se escucharon al otro lado de la puerta, cosa que lo alteró –. Bebé, abre la puerta.
— Creo que debes tenerle paciencia Yoongi-ssi – murmuró Taehyung con una mirada culpable – los dejaré a solas para que hablen tranquilos.
El alfa asintió, sintiéndose aún más confundido, ¿Qué era eso? ¿Lo estaban acorralando para hacer algo? ¿Jimin había descubierto eso? Joder, él aún estaba pensando en qué momento mencionar si sería correcto comprometerse, porque era algo que lo conversaron y al menos el alfa no quería casarse. El omega en su momento había parecido muy seguro de apoyar la idea, ¿se estaba arrepintiendo ahora siendo afectado por la boda?
— Jimin-ah, abre la puerta – golpeó la puerta un poco más fuerte, desesperado por no recibir una respuesta.
— ¿Ahora soy Jimin-ah?
— Omega, abre la jodida puerta.
No fue una orden, quizá fue en un tono un tanto más imperativo de lo usual, pero tuvo el efecto que quería porque la puerta frente a él se abrió con el omega teniendo la cara roja, con rastros de llanto. Aun sin comprender importándole poco los gestos de Jimin, el alfa se acercó hasta disminuir lo mínimo de distancia o espacio personal del omega.
— ¿Qué ocurre?
Jimin mordió su labio inferior, dudando en sus palabras, sentía un nudo en la garganta que le era difícil de tragar y sobre todo de hacer que fuera lo menos molesto para hablar. Al no encontrar palabra alguna se limitó a empujar al alfa, solo lo suficiente para mostrar el pedazo de plástico que con tanto recelo sostenía en un puño.
— Eso es... es una... prueba de embarazo.
— Sí.
— Y esto de aquí, ¿Qué significa?
— ¿Cómo que qué significa? ¿Acaso no sabes leer?
— Bueno, sí, pero... dice Pregnant y un 3+ ¿Qué carajo significa? ¿Positivo?
— Sí, eso dice.
— ¿Por qué me muestras esto?
— Eres estúpido o solo imbécil en estos momentos que siento que la situación me sobrepasa – se quejó Jimin alejándose de Yoongi quien tomó la prueba entre sus manos intentando asimilar la noticia – esto nos sobrepasa o al menos debería ser compartido.
— Entonces tú... – Jimin asintió mientras sus brazos encontraron lugar en su abdomen, un acto reflejo para consolarse a sí mismo –. No.
— Sí.
— No, no, no, no. Esto no es tuyo o ¿sí?
— Yoongi hyung te estás comportando como un adolescente, incluso peor que yo. Es una prueba de embarazo, dice positivo, tres semanas o más y es mía.
— ¡No!, pero ¿cómo rayos pudo pasar esto? Sí, hemos sido muy cuidadosos todo el tiempo.
— Lo hemos sido excepto por una ocasión.
— Me niego.
— ¡Cómo que te niegas! Tú mismo estuviste ahí en mi celo cuando dijiste "se terminaron los condones, pero no te preocupes bebé, alfa te cuidará" parece que no sabes cuidarme de verdad – Jimin frunció el ceño mientras seguía dando vueltas por el limitado espacio, sintiéndose más irritado de pronto al notar lo lento que era su alfa para procesar eso – qué se supone que haga ahora si tú actúas así. ¿Acaso me dejarás?
— No lo sé – la respuesta fue como un balde de agua fría. El omega se sentía molesto, indignado y un tanto dolido. Quizá sí tenía una especie de respuesta tardía porque Yoongi se alarmó en el momento que sintió su lazo ardiendo – es decir, no sé qué hacer, no me refería a dejarte, ¿Cómo siquiera piensas eso? Es solo que se me está haciendo difícil saber cómo actuar de acuerdo, tus emociones me confunden. No sé si estás asustado, feliz, molesto contigo o conmigo.
— ¡No estoy molesto contigo!
— Entonces por qué me gritas.
— No lo sé, Okay, estoy asustado.
— También yo, estamos hablando de un cachorro. Joder – Yoongi se frotó el rostro al comprender la situación en la que estaban metidos – se trata de una persona, alguien que dependerá de nosotros. Ni siquiera estoy seguro si podremos hacerlo.
— Pero ya está aquí – señaló su vientre, abrazándolo esta vez de forma protectora, con menos miedo sobre el pequeño intruso – Yoongi hyung te necesito a mi lado porque no pienso pasar por esto solo cuando ambos hicimos esto. Justo ahora no sé qué hacer, tengo que asumir que estaré pasando por demasiados cambios, me estoy muriendo de miedo y tú no ayudas mucho en estos momentos.
Yoongi volvió a acercarse hasta él, esta vez envolviéndolo en un cálido abrazo, el cual fue correspondido por el omega, aun teniendo sus brazos cruzados sobre su abdomen plano. Diosa, ni siquiera se sentía seguro de estar bien en esos momentos porque había estado exigiéndose demasiado en el trabajo. Joder incluso bebió una copa de champaña una hora atrás.
Recién comenzaba todo y ya lo estaba arruinando, sus sollozos se hicieron más sonoros asustando al alfa más de lo que ya se encontraba.
— Lo siento. Bebé lo siento de acuerdo, es solo que me asusté. No sé qué vamos a hacer.
— Hyung eres un imbécil ¿Cómo dices que no sabes qué vamos a hacer? Tendremos un cachorro, tuyo y mío, de ambos y necesito que sigas siendo la parte racional de todo esto porque sin ti me volveré loco. Tranquilo. Por favor, de verdad te necesito y yo no sé...
— ¿Lo quieres? – el ceño fruncido de Jimin le hizo saber que no comprendía muy bien la pregunta –, es decir, de verdad lo quieres, no porque sea un error o te quieran meter ideas sobre no someterte a otros métodos, ¿tú lo quieres?
— Tengo miedo – lo dudó por algunos segundos que parecieron eternos, mas el ver a su alfa, el poder sentir lo preocupado que se encontraba por él le trajo la respuesta a su mente –, pero sí lo quiero.
Yoongi podía ver el miedo en la mirada del omega cuando poco a poco su agarre fue disminuyendo, sus pasos comenzaron a hacerlo retroceder hasta que la cama chocó con la parte trasera de sus piernas y las rodillas le fallaron haciéndolo caer sentado sobre el colchón. Jimin se acercó lentamente a él porque podía percibir las emociones de su alfa en su propia piel, sabía que esa reacción no era mala, solo se sentía ¿abrumado?
— Lo quieres – murmuró Yoongi, comenzando a tranquilizarse, asimilando por fin la idea, porque, aunque le asustaba hasta el punto de sentir que se desmayaría, le emocionaba el saber que Jimin sí lo quería, le hacía sentirse mejor porque ahora ya no se sentía culpable por haberlo metido en ese embrollo –. Tendremos un bebé. Oh, Diosa, voy a ser papá. Mi bebé tendrá un... una... un eso...
— No le digas eso a nuestro cachorro, hyung, que padre más desamorado eres.
— Es nuestro pequeño intruso – mencionó el alfa aferrando su agarre en la cintura del omega, recibiendo gustoso las caricias en su cabello.
— ¿Estás tan asustado como para inventar sobrenombres así?
— Jiminie, estoy prácticamente muriendo de miedo. Trato de mantenerme lo más cuerdo que me es posible – la risa de Jimin era buen indicio – ahora qué, ¿nos casamos?
— Estás loco, no pienso casarme. Ya lo hemos hablado, estamos unidos, tengo tu marca y ahora un cachorro creciendo en mi vientre, ¿qué más necesitas? La persona que se quiera meter con mi alfa se las verá conmigo – Yoongi solo sonrió como tonto, mientras se frotaba contra el vientre del omega, olfateando la esencia de este para calmarse – puedo morderte todo el cuerpo si es necesario para que quede claro que tienes dueño.
— No necesitas hacer eso porque soy completamente tuyo – Jimin se deshizo ahí mismo, botando toda la fachada de rudeza y cambiándola por su lado más vulnerable, permitiéndole una vez más al alfa frente a él, desnudarle el alma mientras era tocado con la mayor delicadeza.
Poco a poco se arrastraron sobre la cama, hasta que el omega encontró hogar a horcajadas sobre Yoongi, sin perder el contacto visual, sin romper la burbuja que ellos mismos estaban creando, llenándose de las emociones contrarias, no importando qué tan aterrados se encontraban.
Yoongi colocó su mano sobre el abdomen plano del omega, haciendo aquello un poco más real.
— Ahora comprendo por qué de pronto estabas comiendo tan bien sin que yo preparara la cena – murmuró tan bajo que solo Jimin era capaz de escucharlo gracias a que se encontraba a milímetros del rostro contrario – ¿estás seguro de esto?
— No, en estos momentos de lo único que puedo estar seguro es que estarás a mi lado y que me veré obeso.
— En primer lugar, ¿dudas que me quede contigo? Podré ser un estúpido insensible en ocasiones, pero no contigo, no cuando son tus sentimientos los que están en juego o cuando se trata de nosotros y en segundo lugar no te verás obeso.
— Seré como una pelota gigante, posiblemente seré igual a un planeta, quizá como Júpiter, lo sé porque mi trasero es lo primero que comenzó a crecer.
— Y me encanta, no te lo recordé anoche – susurró cerca del oído de Jimin, mientras apretaba la carne de dicha redondez recordando cada mordida que había dejado, sacándole un quejido al omega –. Además, en estos momentos tienes más que permitido comer y subir de peso. Métete eso en la cabeza. Ahora llevas el milagro de la Luna en ti.
— ¿El milagro de la luna?
— Sí, creo que la Diosa aprovechó el más mínimo de los descuidos para crear el pequeño milagro, más nos vale no arruinarlo.
Jimin sonrió demasiado bonito, era hermoso ver las cumbres de sus mejillas tornarse en un delicado rosado, mientras que entre ellos mismos comenzaban una danza de roces delicados, adorándose el uno al otro.
— Me gusta esa definición para nuestro cachorro – Yoongi se hizo un espacio entre la curvatura del cuello del omega y este le permitió vagar por toda su piel, sintiendo el recorrido de los labios contrarios – solo espero que mañana que me pruebe el traje me quede.
— Porque mejor no olvidas eso por ahora – el alfa mordió un poco la marca haciéndolo jadear – pruébate mis labios por esta noche, esos siempre serán de tu talla.
Lo que inició como una velada para celebrar a los futuros novios se convirtió en algo más interesante. Taehyung había sido prácticamente raptado de la habitación donde cuidaban a sus cachorros, por un escurridizo alfa que se escabulló del cuidado de Hoseok, quien al no encontrarlo por ninguna parte se dio por vencido, llegando a un acuerdo con Namjoon de dormir con sus respectivas parejas.
Las risas cómplices en la habitación de los futuros novios eran acompañadas de pequeños susurros para que el contrario no alzara la voz, Jungkook tenía un método muy efectivo para evitar los sonidos. El silencio provocado por un beso, uno tan deseoso, que los llevó a encontrarse entre jadeantes respiraciones sobre el colchón de una cama amplia de hotel.
— Se supone que tú y yo no debemos estar juntos hoy – murmuró Taehyung sobre los labios del alfa, los cuales seguía lamiendo y mordiendo, mientras que Jungkook se colocaba sobre él haciendo deliciosa fricción.
— Será un secreto. ¿No has escuchado esas historias sobre las despedidas de soltero? – el omega no pudo evitar reírse, no podía ver al alfa en la oscuridad de la habitación, pero lo conocía de los pies a la cabeza y estaba seguro de que tendría esa mirada que solo él podía hacer cuando quería convencer a alguien –. Esas donde dicen que pasaron la última noche de soltería con alguien.
— Tú estás conmigo – gruñó el omega tomando en puños la ropa del alfa, demandando cercanía.
— Así es. Hoy estoy con Kim Taehyung – sus labios no tardaron en encontrar un espacio en la piel de su omega haciéndolo gemir, siendo atrapado entre las piernas de este que se aferraron a su cadera –. Mi futuro esposo no se puede enterar de esto – otra mordida más le hizo jadear al omega – ¿quieres que te cuente de él? Se trata del omega más maravilloso que haya existido en esta tierra, tan bonito que incluso la propia luna le tiene envidia.
Manos ágiles y fuertes fueron suficientes para hacer que las piernas de Taehyung cedieran dócilmente al pedido silencioso, bajándole los pantalones con facilidad junto con su ropa interior, haciéndolo gemir un poco ruidoso al sentir el tacto rodeando su erección. Jungkook tomó una de sus piernas, comenzando a morder la parte interna de estas sin dejar el vaivén que componía la melodía de gemidos.
Jungkook lamió, chupó y mordió la tierna carne cálida hasta llegar al miembro contrario, el cual casi tortura de igual manera con su boca de no ser porque su precioso omega cambió de posiciones dejándolo debajo de él.
— Cuéntame más sobre ese omega.
El brillo azul de los ojos contrarios fue lo único que pudo notar claramente antes de cerrar los ojos con fuerza al sentir humedad en su ya despierta erección, ¿en qué momento se había perdido tanto? No se dio cuenta del momento en el que los dedos ágiles de Taehyung bajaron el cierre de sus pantalones y mucho menos cuando liberó su tan ansiado objetivo.
— Alfa... dime más de ese omega.
— Joder... – jadeó por aire, ansiando tener el oxígeno que le faltaba porque su cabeza comenzó a dar vueltas, mientras que sus caderas se elevaban al ritmo en el que pequeñas succiones se hacían en su miembro – es el omega más perfecto, fuerte, valiente y jodidamente caliente que existe.
Un pequeño pop se escuchó proveniente de los labios de Taehyung cuando le fue retirado el miembro de su alfa. Jungkook lo alzó con facilidad de nuevo para colocarlo boca abajo sobre el colchón, poniendo una almohada debajo de su vientre. El omega intentó alzar su trasero, esperando recibir a su alfa, mas este lo hizo juntar las piernas, tomando la erección de Taehyung de manera que encontrara cierta fricción con la almohada.
— Mantén las piernas lo más cerradas que puedas – susurró contra su oído, sin dejar caer su peso, estando solo suspendido, haciendo fricción con su propia erección contra el trasero redondo, sabiendo muy bien la respuesta que tendría, un leve respingo que hizo alzar las caderas contrarias para buscar más contacto – este, déjalo así.
Lentamente, fue entrando, demasiado despacio para el desesperado omega que solo buscaba sentir a su alfa, alzando más el trasero, recibiendo un pequeño apretón posesivo, seguido del vacío de ya no sentir la intromisión, sacándole un quejido.
— Quédate quieto, esto no es para ir rápido, es para que lo disfrutes completamente.
— Alfa – jadeó al volver a sentir como volvía a entrar lentamente solo la punta jugueteando en su entrada. Sus manos hicieron puños y no pudo evitar querer rasguñar la piel de su alfa para provocarlo, pero en esa posición no podía hacer nada.
Taehyung se sintió abrumado al sentir como poco a poco su alfa se abría paso dentro de él. Una de las manos de Jungkook se encargó de colarse en su pecho, pellizcando sus botones erectos, cosa que lo hizo curvar su espalda hasta quedar como esa pose de esfinge que tanto practicaba en las clases de yoga. Sintiendo el calor de la piel ajena contra la propia, junto con una respiración pesada y un recorrido húmedo desde su cuello hasta su lóbulo.
— Te dije que esta era una pose demasiado erótica para que solo la hicieras en el yoga.
No pudo más que deshacerse en gemidos ahogados cada que el alfa entraba tan profundo, lento y torturador. Todo estaba tan apretado que provocaba más fricción. La succión que su propio cuerpo provocaba le hacía sentir mucho más a ambos, el roce de la almohada con su miembro agregaba un plus en su sensibilidad y que Jungkook no dejara de pellizcar sus pezones lo hacía más enloquecedor.
Lento, constante y profundo, hasta provocar que sus movimientos se combinaran en encuentros constantes que los hacía jadear cada vez más hasta que encontraron el punto dulce de Taehyung y este no resisto estar más en la misma posición, alzando su torso, cayendo sobre el colchón. Sus piernas fueron separadas y eso solo lo hizo alzar más el trasero para recibir cada embiste rápido.
Las sábanas entre sus manos fueron reemplazadas por las manos de Jungkook, entrelazando sus dedos, dejando caer más de su peso sobre él, acelerando más el ritmo, perdiéndose entre el río de gemidos, jadeos, sudor y fluidos hasta que ambos casi en un grito ahogado llegaron a su tan ansiado orgasmo.
Ambos se encontraban mareados y buscando de alguna manera recuperarse de la abrumadora experiencia. Jungkook se levantó solo un poco, lo suficiente para crear un camino de besos en toda la espalda mientras con cuidado iba saliendo de su omega, llegando hasta la redondez que tanto le enloquecía, dejando una mordida a cada lado.
— ¡Jungkook! Eso duele, aún estoy sensible. Espero que ese omega tuyo que se piensa casar contigo mañana se prepare para lo que viene porque esto sé que solo son tus síntomas de pre celo.
— Sabes qué es lo mejor de ese omega – Taehyung suspiró al sentir la humedad de los besos y los dientes raspando sus costillas – que mañana ese serás tú. Kim Taehyung.
El calor del cuerpo contrario desapareció haciendo que un puchero se instalara en sus labios, aunque no duró demasiado, pues pudo sentir cómo era tironeando de sus tobillos hasta la orilla de la cama, siendo alzado en brazos.
— Vamos, tenemos que limpiarnos, aunque amo cómo hueles después de hacerte mío, sé que mañana no estaré para bañarnos juntos.
— Amo que seas así después de hacerme tuyo – murmuró el omega, dejando un beso lujurioso en los labios de su alfa, quien no se resistió a apretar de nuevo la carne entre sus manos – que bueno que me inyecté antes de nuestra boda.
— Eso no me agrada – gruñó, mordiendo un poco más fuerte el labio inferior de Taehyung – eso significa que no habrá cachorros. No has visto a nuestros hijos son demasiado hermosos.
— Hoy me hice una prueba de embarazo – Jungkook detuvo sus movimientos, encarando a Taehyung, quien aún se lamía los labios.
— ¿Por qué?
— Resulta que Seokjin hyung pensaba que estaba en cinta porque ha estado un poco sensible, así que Jiminie tuvo la idea de que todos hiciéramos una prueba para acompañar a hyung – el alfa alzó una ceja, divirtiendo a Taehyung porque podía percibir la confusión de sus emociones – la mía salió negativa tú ya lo sabes. Estuviste ahí cuando nos dieron las indicaciones para tu celo.
— Entonces, ¿hyung está embarazado de nuevo?
— No – Jungkook ladeó la cabeza al no comprender, se sentía perdido – en realidad fue Jiminie quien resultó con un positivo.
— Joder, Yoongi hyung se volverá loco – la risa del omega no se hizo esperar mientras era llevado hasta el baño – eso quiere decir que nuestras suposiciones sobre el extraño aroma de Jimin hyung eran verdaderas.
— Sí, está super embarazado. Su prueba decía tres semanas o más – el alfa hizo un puchero pronunciado – ¿Por qué haces esa cara?
— Hubiera querido que el de ese resultado fueras tú.
— Estás loco, ya lo hablamos. Nada de cachorros hasta que nuestros ciclos se normalicen.
— Bueno, tendré que conformarme con la diversión de intentar hacerlos una y otra vez.
Taehyung se dejó llevar hasta el baño de la habitación, donde disfrutó sentir el tacto de su alfa combinado con el agua caliente que se encargaba de limpiar todo su cuerpo, relajándolo por completo. No se resistió a las manos gentiles que lo vistieron de nuevo con su ropa interior, tampoco lo hizo cuando fue arropado entre sábanas frías que fueron reemplazadas por el calor de unos brazos fuertes hasta hacerlo caer en un sueño profundo.
El peso extra en su espalda le hizo saber que alguien estaba pidiendo su atención y le fue mucho más claro cuando fue doble la exigencia brincando sobre su cuerpo.
— Van a despertar a papá – la voz de su omega se escuchaba lo suficientemente despejada como para saber que no se había recién levantado. Eso le hizo gruñir un poco, aunque su malestar fue callado con un tierno beso en la mejilla – alfa, despierta, nuestros cachorros piden tu atención.
Jungkook abrió un ojo, encontrándose con una imagen adorable, su omega sosteniendo a Dalhyung mientras que Haejung se encontraba intentando llegar a él, pero el agarre en sus pequeños pantalones de pijama le impedían hacerlo. Se giró con mucha pereza sobre el colchón para quedar boca arriba, teniendo pronto el peso de ambos cachorros sobre él, buscando olfatearlo y llenarse del aroma de su padre alfa.
— ¿Por qué están despiertos tan temprano? – murmuró con su voz ronca, dejando besos en la cabeza de cada cachorro.
— Es mi...
— No, mi...
Era la discusión más escandalosa y común de todas sus mañanas, al menos los fines de semana. Los cachorros siempre peleaban por la atención de sus padres, no importaba si se trataba de Taehyung o Jungkook, siempre sucedería lo mismo, sus pequeños cachorros discutirían por su atención reclamando a su padre como propio.
— Basta, su padre es de los tres – les regañó el omega quitando uno a uno a sus cachorros haciéndose un espacio para poder besar a su alfa –, pero un poco más mío. Buenos días, mi amor.
— Buenos días, mi sol. ¿Qué hacen nuestros hijos en la habitación?
— Es casi hora del caos allá afuera, así que los traje para que te despidas de ellos antes que entre por esa puerta Jiminie – Jungkook se quejó mientras se abrazaba al cuerpo de Taehyung, recibiendo las caricias delicadas en su cabello sin dejar de quejarse – debes irte.
— ¿Por qué?
— Porque debo estar listo para ser Jeon Taehyung en unas horas – el alfa alzó la mirada, incorporándose de inmediato para robarle un beso a su omega.
— Eso me gusta mucho más. Aunque es tentadora la oferta tendré que llevarme a uno de nuestros hijos o ambos para que te arregles y te veas aún más bonito de lo que eres.
— ¿Solo bonito? Ahora solo soy bonito.
— Eres más que perfecto, mi sol.
Jungkook dejó un último beso rápido en los labios de su omega antes de ser atacado por sus cachorros, quienes pidieron también recibir su dosis de besos matutina por parte del omega y ni bien la tuvieron su padre alfa los tomó a ambos en brazos como si fueran dos sacos de papa, haciéndolos reír.
— Te veré en el altar, mi amor – sonrió el alfa desde la puerta de la habitación con ambos cachorros riendo a carcajadas – intentaré esperarte ahí y no salir corriendo en tu encuentro.
Taehyung no quitó la vista de su familia saliendo por la puerta mientras que sus cachorros se despedían con sus pequeñas manos, él hacía lo mismo con un poco de muecas divertidas para ellos. Lo último que escuchó fue a Jungkook discutiendo con Jimin en la entrada de la habitación, quien le expresó que debía salir de ahí y no volver.
El desayuno entre ambos omegas estuvo lleno de conversaciones con lágrimas incluidas, pues Jimin aún se sentía un poco sensible ante la situación que debía enfrentar. Minutos más tarde se les unieron Hani y Seokjin, ambos en sus respectivas batas del hotel, con un aspecto muy sospechoso. Se suponía que sería una noche a solas, mas parecía que todos habían tenido una alocada velada con sus alfas.
Para el menor de los omegas se trataba de una mañana con su familia compartiendo como siempre, al menos fue así hasta que sonó el timbre de la habitación y las estilistas entraron con todos los implementos que utilizarían. Las asistentes del hotel que se encargaban de eventos como esos también se hicieron presentes con los trajes de todos y el vestido que usaría Hani.
Varias horas de maquillaje, peinado y algunas discusiones sobre hacer que Jimin comiera durante el almuerzo, fueron parte del caótico momento de preparación para el momento de la ceremonia que se daría en poco tiempo. No serían muchos invitados, solo los más allegados, así que sería una recepción pequeña donde ambos novios lo prefirieron de esa manera.
La ansiedad de ver a Taehyung en su traje no se hizo esperar en la habitación donde los tres omegas ya se encontraban más que preparados. Seokjin llevaba un traje en un tono morado oscuro, Jimin por su parte tenía puesto uno en color ciruela totalmente ajustado a su cuerpo y Hani tenía un vestido en tonalidad vino. El tan esperado momento llegó cuando Taehyung se dejó ver en su traje blanco perla.
— ¿Cómo me veo? – cuestionó dudoso al no tener una respuesta más que tres pares de ojos llenos de lágrimas.
— Te ves espectacular, Taehyungie.
— Diosa, no importa cuantas veces te haya visto en tu traje, ahora te ves... Oh, mi bebé Taehyung se va a casar – sollozó el mayor de todos, abalanzándose sobre Taehyung, quien se sorprendió al tener a los tres rodeándolo en un abrazo lleno de emociones.
— No es justo, harás que se nos arruine el maquillaje a todos hyung ¿Por qué lloras? – se quejó Jimin aun estando aferrado al cuerpo del menor – las estilistas ya se fueron como para tener un retoque.
— Tomaré sus lágrimas como buena señal sobre mi aspecto – murmuró Taehyung intentando contener sus sollozos.
— ¿Me estás jodiendo? Te ves cómo la misma luna brillando en ese traje que te marca todo. Le dará un infartó a Jungkook cuando te vea.
Al otro lado del pasillo, en la habitación donde se encontraban todos los alfas con sus cachorros, se vivía un ambiente bastante diferente, un tanto más relajado, lleno de bromas hacia cierto alfa que se veía perdido en el tema de ser padre y al cual no dudaron en hacer responsable de los cuatro sobrinos inquietos; el entrenamiento de Min Yoongi iniciaba desde ese momento.
Sin embargo, al paso que llevaban posiblemente lo harían entrar en pánico, pues cada alfa se encargaba de mencionar cosas sobre el embarazo que lo hacían sentirse mareado. El hecho de que se pusiera más pálido de lo que ya era naturalmente fue preocupante y divertido.
— En serio no están ayudando en nada con todo lo que dicen.
— Estamos tratando de aconsejarte, hyung.
— Lo único que van a lograr es que salga corriendo de aquí con mi omega para encerrarlo en el apartamento y no se contagie con todas esas cosas extrañas que dicen que tendrá.
La risa de los alfas fue estruendosa, ¿es que acaso no se había dado cuenta de que Jimin estuvo en casi todos los embarazos de ese grupo? Hasta ese punto, Yoongi ya había culpado una y otra vez a Jungkook por no mencionarle nada sobre el embarazo de su omega, aunque solo haya sido un momento de su arranque de inestabilidad.
— Tranquilízate Yoongi-ah, todo estará bien – le consoló Hoseok al notarlo tan alterado – nos tienes a nosotros para apoyarte. Además, no estás solo y Jimin tampoco lo estará.
— Solo espero no enloquecer en el proceso.
Unos toques en la puerta los distrajo de su conversación, dejándola de lado cuando la planificadora ingresó a la habitación anunciando que era hora. Jungkook se había mostrado demasiado tranquilo durante todo el día, pero justo en ese instante toda la ansiedad se apoderó de él. Tomó a sus hijos en brazos, negándose a dejarlos con las niñeras, al menos hasta que llegaran al área del evento.
Ni bien salieron del elevador, sintió un Déjà vu al estar en el mismo sitio donde se habían prometido tener aquel baile juntos, ahora sí podría cumplir aquella promesa. El lugar estaba adornado con flores en distintas tonalidades de morado, combinado con el blanco en uno que otro detalle. Todo fue al gusto de su omega, respaldado por la ayuda de Seokjin.
El momento de alejarse de sus hijos llegó cuando dos niñeras se acercaron a ellos para tomarlos en brazos. Uno a uno sintió el vacío en sus brazos y los observó con adoración, se veían demasiado elegantes para ser dos bebés.
Haejung estaba vestido con una camisa blanca, un chaleco de un color extraño, el cual había escuchado le llamaban borgoña, él lo veía como un morado rojizo, tenía puestos unos pantalones negros y zapatillas deportivas blancas.
Dalhyung era digna de ser llamada su pequeña princesa porque eso era lo que parecía con el vestido delicado que portaba, era color lila con mucha tela extra que hacía ver voluminosa la falda del mismo. La hacía destacar en un aspecto angelical, tenía puestas unas zapatillas blancas, las cuales dudaba que se mantuvieran así por mucho tiempo.
Todo estaba listo, le indicaron que debía avanzar hasta su lugar al frente, sus pasos fueron los más seguros que pudo dar sonriendo hacia los invitados. El desagrado se hizo ver en su rostro cuando notó a Park Bogum sentado en su respectivo lugar; los padres de Seokjin también se encontraban en la ceremonia junto a su abuelo, quienes le sonrieron desde su lugar.
El resto de invitados eran parte de la compañía, algunos eran del equipo de trabajo de Taehyung, quienes le eran fieles y se habían ganado su aprecio durante ese tiempo. También se encontraban varios del personal de Be Live, quienes se veían emocionados de estar en el momento especial de Taehyung. Por último, pero no menos importante, había una mesa solitaria, apartada donde se les hacía memoria a sus familias; los padres de Jungkook y los abuelos de Taehyung, incluyendo los Choi.
— Estamos listos, el novio está en la puerta.
Fue lo último que escuchó por parte del planificador antes de que su mundo se silenciara al notar con devoción a Taehyung avanzando hacia él. Se veía impresionante con ese traje, tenía una corona de flores que adornaban su cabello castaño y la sonrisa deslumbrante en su rostro lo hacía ver como una verdadera obra de arte.
Jungkook le tomó de la mano ni bien lo tuvo cerca, llevando a sus labios el dorso de esta para dejar un delicado beso.
Luna.
Alfa.
No escucharon prácticamente nada de la ceremonia, todo estaba en modo automático donde solo existían ellos dos, observándose el uno al otro, ansiando el momento de volver a estar juntos. Jungkook no dejó de repartir caricias en las manos de Taehyung y este no dejó de morder su labio una y otra vez intentando controlarse de abalanzarse sobre su alfa.
— Señor Jeon – la voz de quien presidía la ceremonia lo sacó de su ensoñación, obteniendo un ceño fruncido por parte del alfa y un par de risas por parte de los invitados cuando se dieron cuenta de lo perdidos que se encontraban – sus votos, señor.
Jungkook sintió que de pronto el aire en sus pulmones se escaseaba y algo apretaba en su pecho, posiblemente era su corazón intentando bombear lo suficientemente rápido para hacer que funcionar correctamente para ese momento. Namjoon se encargó de entregarle la argolla que sería para Taehyung y con eso pudo sentir que casi se desmayaba ahí mismo. Tomó una profunda inhalación y por fin se sintió listo para hablar.
— Kim Taehyung. Te he pertenecido desde el primer instante en el que la luna te creó para mí y fue un largo recorrido hasta que me hizo llegar a ti. Te perdí una vez y pensé que me volvería loco al saber que nunca más te vería, pero el destino nos tenía preparado algo más. Te pertenezco ahora y siempre, hasta que la misma muerte me reclame como suyo y puede que deje de pertenecerte de manera física, quizá ya no exista en esta vida, pero mi alma seguirá estando aferrada a ti, latiendo tan fuerte incluso en la última fracción de segundo que brillemos juntos en el cielo seguiremos estando unidos hasta volvernos a encontrar en otra vida más. Cada letra escrita, cada palabra espetada te pertenecen porque ellas serán la prueba de lo que me haces sentir cada vez que te veo y no importará que dejemos este plano porque sé que siempre te perteneceré.
Las risas de todos habían sido reemplazadas por algunos sollozos y unas cuantas lágrimas, el discurso del alfa había sido demasiado conmovedor. Taehyung incluso sentía que era imposible contener sus emociones, mas después de algunas inhalaciones profundas se encontró listo para decir sus propios votos.
— Jungkook. Mi Jungkookie. Nunca pensé que la vida me tendría preparado eso, que todos me decían "Se vendrá algo mejor", pero lo supe en el momento que descubrí que el mayor placer de la vida está en cada vez que te veo sonreír, cuando puedo oler el aroma del café por las mañanas y luego lo puedo saborear de tus labios. En ti descubrí que los pequeños instantes de felicidad se vuelven una vida llena de luz. Nunca supe lo que era el sentirse amado, que alguien me diera halagos o me diera detalles solo porque sí y solo porque no hasta que llegaste a mi vida por segunda vez. Por eso sé que desde ahora y siempre seguirás siendo tú, aunque me sienta no merecedor de tenerte, seré egoísta con el mundo para tener este placer de tenerte y amarte como lo hago.
Aún seguían perdidos en reponerse a sí mismos, totalmente conmovidos por las palabras del otro, que no escucharon el discurso que le siguió a sus votos hasta que se les indicó que debían colocar las argollas de cada uno. Se sentían torpes y al mismo tiempo felices porque por fin estaban unidos de esa manera, lo estaban de todas las maneras posibles, incluso sus lobos habían tenido una ceremonia especial para unirse frente a la luna, solo hacía falta ese instante.
— Por el poder que se me ha conferido, yo los declaro esposos.
Ni siquiera había terminado de hablar cuando ambos novios se abalanzaron sobre el otro, Jungkook besó esos labios que tanto anhelaba con una pasión y ternura inmensurable. No importaban los invitados, los vítores por parte de todos o el discurso final de la ceremonia. El oxígeno fue lo único que pudo interrumpir aquel bello instante donde se separaron milímetros, con una enorme sonrisa y sus lobos expuestos en sus iris, demostrando la devoción que se tenían.
— Es un honor para mí presentar a los señores Jeon. Honor a la pureza y sus descendientes. Que sean prósperos en esta vida y las próximas – murmuró el juez mientras daba una reverencia profunda hacia los nuevos esposos, quienes por fin encararon a sus invitados para dar así su caminata como nueva pareja unida.
La ceremonia había culminado y la recepción dio paso para que la pareja por fin tuviera un espacio compartido para dar su primer baile como esposos, algo que verdaderamente estaban esperando. Bailaron tantas veces en su casa, en el jardín e incluso en su habitación, pero nada se comparaba a ese momento donde bajo la mirada de todos comenzaban una danza lenta, siendo admirados por su familia, amigos y allegados.
Taehyung se recostó sobre el hombro de Jungkook para acercarse más a él, la mano en su espalda no dejó de dar leves caricias y los besos en su cabello tampoco fueron interrumpidos por la corona de flores que había usado durante la ceremonia, pues el alfa la retiró con delicadeza colocándosela él. La voz de su alfa tarareando la música era la mejor melodía que podía escuchar en ese momento.
— Te dije que bailaríamos en este lugar.
— Aún sigo molesto porque mentiste al decir que no sabes bailar – Jungkook sonrió amplio mientras hacía que su omega diera una pequeña vuelta – eres muy bueno.
— Tú tampoco te quedas atrás. Eres el mayor protagonista, te robas el reflector.
— Todos nos observan – susurró Taehyung, sonrojándose al ser consciente de todas las miradas clavadas en ellos.
— Como debe ser, porque esta es nuestra hora de brillar juntos. Nuestro momento de demostrarle a todos lo brillantes que podemos llegar a ser.
— Te amo, Jeon Jungkook.
— Te amo, Jeon Taehyung. Mi luna eterna.
Era el momento más especial de sus vidas, uno donde la Luna estaba más que satisfecha de verlos unirse nuevamente como lo hicieron en veces anteriores. Siempre con devoción, siendo creadores de un amor puro. Un lazo de sangre Rubí y lágrimas Zafiro.
"Dicen que para amar de manera desmesurada debe existir una razón, ¿tienen explicación los sentimientos?
"Amarte es incluso poder sentirte sin tocarte, es admirarte con locura hasta el más mínimo de tus defectos que te hace ser tú"
"Amor está en ti, en mí y en todo lo que nos rodea, tejiendo una red infinita que es imposible de romper"
"Aprendes a robarle segundos a los minutos, suspiros al viento y estrellas brillantes a la noche más oscura"
"Porque eso es lo que somos tú y yo. Estrellas brillando en la más inmensa oscuridad"
Ahora con ustedes nuestros preciosos cachorros.
Jeon Haejung
1 año 8 meses
Omega Puro
Jeon Dalhyung
1 año 8 meses
Alfa Pura
Kim Gyeong
2 años
Jung Myeong
2 años
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