LIENZO VII
Las clases habían terminado hace una hora, en la cual Sunoo después de insistir por más de quince minutos, logro convencer a Sunghoon de volver a su hogar, ya que seguramente Jake lo extrañaba.
La razón por la que Sunoo insistía tanto, iba a "estudiar un rato más en la biblioteca", por lo que una vez que se cercioro que Sunghoon ya no iba a volver tomo su mochila, devolvió el libro que había tomado prestado, para pasar el tiempo y se dirigió a la salida. Se cambió los zapatos y se dirigió a aquella dirección con algo de sospecha.
El a comparación de Jungwon no era bueno para disimular ni para guardar secretos sin ayudar.
Tomo el primer autobús que paso y se alejó hacia su destino, la zona peatonal del rio Han.
Niki salió del elevador cerca de las siete y cuarto de la noche, se la pasó cuatro horas en el club de arte intentando hace el boceto del paisaje que quería que su próximo cuadro llevara, pero nada lo inspiraba.
Saco sus llaves del bolsillo izquierdo de su uniforme e iba a ingresar la llave correspondiente a la chapa de su casa, cuando la puerta de enfrente se abrió y de esta salió el Alfa, algo, bastante, alterado.
- ¿Nishimura? ¿apenas volviste de la escuela?
-sí, ¿Por qué Park?
-de... ¿de casualidad viste a Sunoo?
El japonés lo volteo a ver y mostro confusión en su rostro, para después pesar un momento y negar.
-hasta donde recuerdo no lo vi, ¿salió?
-es que no volvió conmigo porque iba a estudiar en la biblioteca, pero no me contesta y ya me preocupé
-voy a dejar esto a mi sala y le llamo a un amigo que es el encargado de la biblioteca esta semana
-gracias Nishimura
Eran cerca de las tres y media de la tarde cuando Sunoo llegó al lugar donde el Alfa, que después de revisar las redes sociales como Jake le enseño, descubrió que iba en tercer año y que lo apodaban Jay, era surcoreano, pero había vivido doce años en los Estados Unidos. Pero también descubrió que era hijo del CEO más importante respecto al turismo mundial.
Sunoo se acercó a aquella caseta sobre las escaleras que el papelito indicaba y con algo de temor timidez y adrenalina toco con sus nudillos la puerta
- ¡voy!
Sunoo no supo por qué, pero su instinto lo obligó a peinarse mejor sus cabellos oscuros y acomodar su uniforme, la puerta se abrió y al tener la mirada hacia el suelo lo primero que vio fueron unas pantuflas con forma de perro, subió un poco la mirada y un pantalón azul marino siendo cubierto por un mandil completamente blanco apareció en su campo de visión.
Subió por completo su rostro y en cuanto vio quien era quien estaba al frente de él sintió sus ojos llenarse como nunca antes de lágrimas.
-Sunoo
-Jungwonie
Ninguno de los dos sabía qué hacer, habían pasado más de siete años desde la última vez que se habían visto, pero hay estaba un Omega puro frente a un Omega impuro, el orgullo de la familia Yang frente a la deshonra de la familia Min, pero eso no le importaba a ninguno de los dos y ambos lo sabían por lo que antes de advertirlo Sunoo se abrazó al menor mientras lloraba.
El menor aun a seguía en shock, pero al sentir el único cuerpo cálido de su familia y el aroma de este salió del shock y se abrazó al mayor mientras empezaba a llorar.
Jungwon era frio, calculador y algunas veces, aunque lo odiara, era hipócrita, en cambio Sunoo era cálido, inocente y la sinceridad escapaba por los poroso de su piel.
Ambos omegas se separaron e ingresaron al pequeño cuarto donde vio al Alfa que lo había invitado a ir.
-Hola Sunoo
Jake y Sunghoon estaban sentados viendo como Nishimura habla con el encargado de la biblioteca quien resulto ser Beomgyu el compañero de curso de Sunghoon.
-gracias Beomgyu, si, hasta mañana.
El japonés colgó y suspiro, no quiera preocupar a sus vecinos, quienes lo habían recibido con una olla repleta de kimchi, que aún tenía en su refrigerador. Pero él era el único que podía decirles la información que tenía.
- ¿Qué paso? ¿Sunoo está en la biblioteca?
- Beomgyu dice que salió cerca de las tres de la biblioteca y ya no volvió, pero estaba con Taehyun y con Kai y dicen que vieron que un compañero de otro curso se acercó a un Omega, pero no saben si es Sunoo o no.
Tanto Jake como Sunghoon cambiaron sus rostros a uno de completa preocupación, pero como si fuera un milagro el teléfono de Sunghoon empezó a sonar y el nombre de Sunoo apareció en la pantalla.
- ¿Sunoo? ¿Dónde estás?
-TE HE DICHO MILES DE VECES QUE NO TE JUNTES CON HOMBRES ALFAS Y MUCHO MENOS CON ESTE ALFA, TU DEBER ES ESTAR AL LADO DE YUNA, ELLA ES TU ALFA, ¿ES TAN DIFIICL DE ENTENDER?
El Alfa no dijo nada y salió corriendo mientras la llamada se cortaba y un mensaje de Sunoo con la dirección de donde estaba le llegaba al teléfono.
- ¡Sunghoon!
-voy por Sunoo, ¡no dejare que ese loco lo toque otra vez!
Pero antes de darse cuanta Niki ya corría tras el azabache, mientras soltaba feromonas provocadas por su enojo, si alguien le estaba haciendo daño a Sunoo lo pagaría muy caro.
Entonces dejo por un momento de correr y se dio cuenta de lo que había pensado. En sus diecinueve años de vida jamás le importo alguien más que no fuera su familia, a excepción de su mejor amigo Tanaka Koki, pero de ahí en fuera jamás le preocupo nadie más, ni siquiera le importaban los sentimientos de alguien cuando se le declaraba y él las rechazaba sin tacto.
Era amable pero no era qué en verdad le importara la gente como los reporteros qué iban a cada exposición suya.
Pero desde el primer momento en que conoció a Sunoo hubo algo en su interior que cambio, era como si su código genético hubiera sido reescrito en su totalidad, reforzando sus pocas cualidades buenas y borrando sus cualidades malas.
Era como si el sol y la luna después de muchos meses se hubieran encontrado y al intentar abrazarse para jamás volver a separarse, crearon algo tan mágico como lo es el eclipse, que podía ser traducido astrológicamente como el encuentro de dos amantes.
El japonés sonrió y volvió a correr hasta alcanzar al otro Alfa.
Le gustaba Sunoo, aquel chico que le había gritado:
- ¡HEY NIKI! ¡SUNSHINE ME!
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