Ponerse al día
— ¿Cómo estás? — le pregunto Gwen a su amigo.
Se encontraban en una cafetería, cerca de la escuela Midtown. Ambos estaban sentados en la mesa, mientras que Eddie formaba fila para pagar lo que iban a comer.
— Estoy bien... — dijo Peter, con la cabeza baja.
Ambos se quedaron en silencio. Peter estaba nervioso, ya que Gwen se había puesto más bonita en esos años. Pero también incómodo, no se sentía bien, ya que había perdido a su mejor amiga.
— Estos cinco años fueron difíciles... — hablo finalmente Gwen — Fui a terapia y... traté de seguir adelante.
— Entiendo... — le dijo Peter — Perderlo todo de un momento a otro no es fácil.
— Aún así... seguía perdida — le reveló — Por años, me centré en mis estudios... me aleje de todos, tenía miedo... de perderlos....
— Pero Harry....
— Nunca contestó mis llamadas... ni mis mensajes... no se ni siquiera si esta bien o mal....
— No puede ser...
— Hace dos años conocí a Eddie... — le dijo — Él era muy fastidioso, ¿sabes? Trataba de hablarme cada vez que lo ignoraba... estuve a punto de denunciarlo por acoso, hasta...
Gwen tomo una pausa.
— Saliendo de la ESU, unos sujetos trataron de secuestrarme... nadie se acercaba porque portaban armas...
Gwen miró a Eddie un momento.
— Él fue el único que trató de acercarse — dijo — Aunque no lo parezca, es fuerte. Pero no impidió que recibiera tres disparos... por suerte, fue la distracción perfecta para que la policía detuviera y yo saliera ilesa....
— Lo lamento... — dijo Peter, pero lo que el lamentaba era el no haber podido estar ahí.
— Fui todos los días a verlo al hospital... había quedado en coma por la pérdida de sangre y... al cabo de una semana despertó — dijo Gwen — Desde ese momento fuimos más cercanos.
— ¿De verdad? Bueno, siempre fuiste sobreprotectora — dijo Peter sonriendo — ¿Cuando empezaron a salir?
— A los pocos meses de ser amigos — respondió entre risas — Aunque no sabia que te conocía.
— ¿No te habló de mí?
— No mencionaba tu nombre — le respondió — Le dolía tu pérdida, más de lo que crees... siempre me contaba de como un brillante chico trabajaba junto al gran Otto Octavius.
— Y aún sigo trabajando — le dijo Peter — El Dr Octavius me devolvió mi empleo.
— Eso es genial — le dijo Gwen — ¿En qué trabajan?
— Octavius logró hacer grandes avances en las prótesis humanas — le respondió — Ahora buscamos una manera sólida y segura de que funcionen con la mente.
— Eso crearía una revolución en la ciencia.
— Exacto. Barajeamos algunas ideas, pero la que más nos podría ayudar sería una interfaz neural.
— Puede ser peligroso, pero seguro que encontrarán una manera de hacerlo funcionar.
— Algo así, Gwen — dijo Peter.
Gwen le sonrió — Me alegro que no haya pasado...
— ¿Qué cosa?
— Creí que no volveríamos a tener una conversación como esta... una de ciencia, como amigos.
— Yo también — dijo Peter — Me alegra verte, Gwen. Lamento haberte preocupado.
— Siempre disculpandote, Parker — le refutó, entre risas.
— Siempre fastidiando, sabelotodo.
— ¡Oye!, ya no soy una niña para que me llames así — le dijo — Soy una adulta responsable.
— Pues no has crecido tanto — le dijo — Apenas me ganas en tamaño.
— ¡Hey!
— ¡Señores! — dijo Eddie — Ya he pagado la comida y nos la traerán pronto.
— Me alegra oírlo, hermano — dijo Peter.
Eddie le sonrió y luego miró a su novia.
— Te dije que no debía preocuparte — le dijo Eddie — Debiste verla antes de que vayamos a Midtown, hermano.
— ¡Eddie, no! — trato Gwen de callarlo.
— Se puso súper nerviosa, estaba como loca buscando un.... atuendo para venir a verte.
— ¡Eso no es cierto! — dijo avergonzada.
— De hecho, no — río Brock — Pero no paraba de agregarse el cabello en casa.
— ¿Una chica no puede preocuparse por como se ve?
— ¿Viniendo de ti? — se burló Peter — La última vez que te arreglaste seguro fue para la graduación.
— ¡Acertaste de lleno, hermano! — dijo burlándose Eddie.
— ¡¿Ahora son dos contra uno?! — dijo Gwen.
— Es mejor que paremos, hermano — dijo Peter, entre risas — Ya sabes como es cuando se enoja.
— La última vez no me dejo entrar al apartamento — dijo Eddie.
— Y volverá a pasar si no cierran el pico.
— ¡Hecho!
Minutos después, llegó la comida y los tres comieron. Se pusieron al día con varios temas y sus experiencias. Peter se sentía bien. De alguna razón, era como si volviera a estar con sus viejos amigos.
Luego de comer, los amigos se separaron, a seguir con sus rumbos.
Peter se dirigió a un callejón y se cambió de ropa.
El Hombre Araña llegó a patrullar las calles.
— Hasta que contestas — se quejó Yuri Watanabe, quien lo había estado llamando.
— Tuve un asunto de negocios — se excusó Peter — ¿Sucede algo, Watanabe?
— Fisk — le dijo Yuri — Creo tener una idea para atrapar a ese payaso. Te veo en la estación.
En eso, la capitana colgó el teléfono.
— Cuanto suspendo... — se dijo Peter a si mismo.
Llegar a la estación no le tomó mucho tiempo. Estando ahí, vio como Yuri cerraba la puerta de la azotea.
— ¿El Kingpin tiene puntos débiles? — le pregunto Peter — No me digas que es la diabetes.
— No, araña — le dijo — Sus centros de construcción.
— Wilson Fisk posee varias construcciones alrededor de la ciudad — le dijo Peter — ¿Qué tienen de malo?
— Creemos que lo usa de coartada para sus negocios ilícitos — le dijo Yuri.
— Si eso es cierto, Fisk controlaría casi toda la ciudad — dijo Peter sorprendido — ¿Ustedes no pueden...?
— No sin pruebas — le dijo Watanabe — Pero el Hombre Araña si.
— ¿Quieres que me meta a sus construcciones? — le dijo Peter — Te va a costar.
— Agradece que no te arresto.
— Oye, tranquila. Iba a pedir un hot dog — le dijo el castaño — Entonces, si logramos demostrar que todas sus construcciones de usan ilegalmente... ¿podremos meterlo a la cárcel?
— Me encantaría... pero Fisk puede excusarse diciendo que no sabía nada — dijo Yuri, sentándose en la baranda — A menos que tengamos pruebas sustanciales.... pero esto haría perder su credibilidad.
— Ya es ganancia — se conformó — ¿Donde es la primera ubicación?
— Cerca de Greenwich Village — le dijo, mientras le pasaba la dirección por mensaje — Si ves algo extraño, quiero que entres en acción.
— Hecho, capitana — dijo Peter, mientras saltaba del edificio.
El joven se balanceaba, mientras el brillo del atardecer envolvía la ciudad.
Y en eso, sonó una llamada.
— ¿Hola? — pregunto Peter.
— Peter, ¿dónde estás? — era su tía May.
— ¡May! — dijo Peter, mientras paraba en un tejado — Yo... salí a comer con unos amigos.
— ¿Te encuentras bien? — le pregunto preocupada, más de lo normal.
— Claro que sí, no pasa nada — le dijo Peter — ¿Sucede algo?
— No, claro que no — dijo riéndose — Solo.... no tardes en volver.
— Por supuesto, May — le respondió Peter — Te quiero.
Los minutos pasaron y el joven castaño había llegado a la dirección que le mandó Yuri. Al llegar, vio a los trabajadores, quienes guardaban todo.
— Parece todo legal... — se dijo a si mismo, hasta que vio a varios tipos armados — Bueno, no tan legal.
Peter busco entre sus contactos y llamo a Watanabe.
— Yuri, me encuentro en la ubicación — le dijo Peter — No sabía que los rifles de asalto ayudaban a que el cemento seque más rápido.
— No se supone que deberían de portar armas en construcciones — le dijo — Si logras causar ruido, seguro algún vecino llamará a la policía y podremos inspeccionar el lugar.
— Ruido es mi segundo nombre... después de Hombre — dijo, colgando la llamada.
En eso, Peter bajó al suelo y todos los sujetos lo miraron, sorprendidos de su inesperada aparición.
— ¡¿Cómo están señores?! — grito Peter — ¡Llamó su jefe, dice que se tomen unas vacaciones en Ryker!
— ¡Ya veremos! — dijo uno de ellos, mientras empezaba a dispararle.
Peter esquivo cada bala y luego se balanceo por el lugar, esquivando disparos.
El joven se pegó a una pared y luego cayó sobre un sujeto, dejándolo inconsciente. Varios tipos se acercaron e intentaron golpearlo, pero Peter esquivó cada golpe y lanzó lejos a los criminales.
— ¡Llamen al jefe! — grito uno de ellos, mientras era tirado al suelo.
— ¡Ya lo hice! — dijo otro — ¡Viene la ayuda!
— ¡¿Ayuda?! — le dijo Peter, mientras lo envolvía en redes — ¡Un nuevo integrante se unirá al juego!
Los minutos pasaron y Peter dejó inconsciente a todos los sujetos que estaban ahí.
— Yuri, objetivo cumplido — le dijo Peter.
— Y ya han denunciado los disparos — le respondió Yuri — Gran trabajo, araña.
— Ya sabes, acabar con los malos es... mi... trabajo...
En ese momento, el cosquilleo que Peter sentía volvió. El Hombre Araña miró por todos lados y, encima de una pared, vio a un sujeto.
— ¿Hombre Araña? — le hablo Yuri — ¿Qué sucede?
— Llegaron los refuerzos...
El sujeto se acercó rápidamente y empujó a Peter hacia varias cajas que estaban apiladas.
— ¡Araña! — le grito Yuri — ¡¿Qué rayos pasa?!
— Me ataca alguien... — le respondió — Hablamos luego...
Peter se levantó del suelo y miró bien al tipo.
Su traje tenía colores morados y negros, junto con grande guantes que podrían garras. También una botas que parecía hacer que salte grandes alturas.
— ¡Muy bien! — dijo Peter, listo para luchar — ¡Me dices quién eres o te lo sacaré a golpes!
— Soy el Merodeador — le respondió mientras se acercaba lentamente.
— Vaya, no esperaba que me lo dijeras — volvió a hablar — Ahora ya no se que decir.
— Acabaré contigo...
El Merodeador intentó darle un golpe a Peter, pero este logró mover la cabeza a tiempo, esquivando el ataque. El golpe dejó una gigantesca grieta detrás de ella, lo que preocupó a Peter.
El castaño lo golpeó en el pecho y el Merodeador intentó atacarlo, pero Peter esquivó los golpes.
— Eres fuerte — le dijo Peter — Pero yo soy más veloz.
— Ya veremos, niño — en eso, el villano dio un gran salto y agarro a Peter del cuello. Ambos empezaron a caer hacia la acera.
Peter lanzo una red hacia un edificio y logró zafarse del sujeto. Merodeador usó sus garras para sostenerse de los ladrillos de un edificio y se impulsó hacia Peter.
Este comenzó a trepar por el edificio y esquivó a villano, quien, a pesar de la gravedad, se mantenía pegado en la pared y trataba de atacar al castaño.
— ¡¿Por qué no lo hablamos?! — le sugerió el heroe — ¡Te pagaré más de lo que te paga Fisk, mientras no sean más de 20 dólares!
El Merodeador agarró a Peter y lo estrelló en la pared, causandole dolor, pero el castaño aprovechó esto. Le lanzo una red a la cara, provocando que no pueda ver nada. Este intento quitarse la red, pero Peter aprovechó la distracción. El se impulsó hacia el tipo malo y ambos empezaron a caer.
El Hombre Araña estrelló al Merodeador contra un gran puente peatonal abandonado.
— ¿Ya te rindes? — le pregunto Peter.
— No eres malo, chico — Merodeador aprovecho y le dio un fuerte golpe en la cabeza a la Araña, haciéndola volar unos metros — De nada sirve seguir con el combate, la policía ya está en la construcción...
— Ya lo veremos, Meriendador.
— Es Merodeador.
— Lo que sea... — le dijo Peter, pero al levantarse, había desaparecido.
Peter decidió llamar a Yuri.
— ¿Qué está pasando? — le pregunto.
— Creo que... tenemos un nuevo problema en Nueva York...
— ¿A qué te refieres? — pregunto Yuri.
— Un tal... Merodeador...
***
— Me alegro que finalmente hablaras con Gwen — le dijo May, mientras ambos cenaban.
— A mi igual... — le dijo Peter, tomando su café — Solo espero que sigamos en contacto.
— Yo también — le respondió — Ambos hacían bonita pareja.
Peter se atragantó con el café — ¡¿Pareja?! No seas ridícula, May.
La tía ser río al ver a su sobrino, pero el timbre interrumpió el momento.
— ¿Quién será a esta hora? — se preguntó May, mientras abría la puerta.
La señora Parker soltó su taza y se rompió en el piso. Peter se acercó consternado y vio al señor enfrente suyo.
— ¿Quién eres...? — le pregunto Peter. Por alguna razón le parecía conocido.
— Peter... — se volteó May, preocupada.
— Es un placer por fin verte — le dijo el señor entrando al apartamento — Tal vez no me recuerdes, hijo.
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Se que dije que publicaría nuevo capitulo cuando tenga 5 capítulos ya escritos, pero apenas termine el tercero :"c.
Días difíciles de la universidad, sumado con exámenes y más tareas.
Además de que me dio pena dejar tanto tiempo sin capitulo, así que espero terminar de escribir los dos últimos ^^.
Espero que les haya gustado el capitulo!!!!
Publicado el 19/06/20
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