Carnage Rules
Las vacaciones de verano estaban próximas a acabarse.
Pronto, varias escuelas entrarían en clases, de nuevo, y algunas universidad volverían a abrir.
La universidad Empire State no iba a ser una de esas. Debido a que las reconstrucciones proseguían, su reapertura iba a tardar otro mes más.
Para alguno eso era algo malo. Iban a retrasarse en sus estudios.
Pero, para otros, era la perfecta oportunidad para disfrutar al máximo lo que les quedaba de vacaciones.
Y para un mínimo... la oportunidad para atrapar aún más criminales.
— ¡¿Quién es este tipo?! — preguntó Miles, esquivando un montón de abejas.
— ¡Lo llamé Swarm! — respondió Peter — ¡No es muy hablador!
El villano comenzó a lanzarle varias abejas, quienes formaron un puño e intentaron golpear a los dos héroes, pero estos pudieron esquivarlo fácilmente.
Miles sonrió por debajo de la máscara y se camufló.
Las abejas perdieron de vista al joven Morales, cambiando de objetivo hacia el Hombre Araña.
Swarm miraba fijamente al arácnido.
Peter retrocedió y se chocó contra una pared.
Estaba atrapado.
El villano alzó su brazo, provocando que las abejas formen un puño.
Se preparó para atacarlo...
Pero Miles apareció detrás suyo, electrificándolo...
Y provocando que cayera al suelo. Las abejas se quedaron quietas por un momento y luego se cayeron al suelo.
Venciéndolo.
— Gran trabajo — dijo Peter, acercándose a Morales.
— Gracias — dijo Miles, estirándose — Aunque, esperaba un mejor combate antes de empezar las clases.
— No te preocupes por esas cosas — le dijo — Aunque estés en clases, aparecerán tipos que te harán sudar mucho.
— Es lo malo... ¿cómo rayos soportaste a todos esos sujetos?
— Con mucho café y espíritu.
— Ser tú debe ser la cosa más difícil del mundo.
— Ni te imaginas — dijo el castaño, disparando una red — Pero, después te acostumbras.
Peter saltó y comenzó a balancearse entre los edificios.
Realmente, entrar a la universidad era algo que siempre había querido.
Poder comenzar a estudiar la carrera que quería. Centrarse en la ciencia y poder aprender más cosas de las que sabía.
Esa era una de sus metas.
Pero ahora, en ese momento, su única meta era llegar a tiempo al laboratorio de Connors.
Iban a llegar personas de la Fundación Vida para hacer una revisión al trabajo que habían estado haciendo.
Ellos tenían un simbionte, mientras que Connors tenía otro.
Peter no estaba, del todo, de acuerdo que continúe con estas investigaciones. Era algo sumamente peligroso.
Pero, el simbionte de Connors no había actuado de forma extraña hacia él y tenía entendido que el de Fundación Vida estaba encerrado y le hacían mínimas pruebas.
Aunque, no estaba del todo seguro a qué se referían con "mínimas" o con "pruebas".
— ¡Ya llegué! — dijo Peter, entrando al laboratorio.
— ¡Parker! ¡¿Qué estuviste haciendo?! — le dijo Anna Maria.
— Abejas y... y eso — dijo el castaño — Es una historia demasiado larga.
Entonces, se vio como Connors corría con unas hojas y la dejaban en encima de un escritorio.
Se veía nervioso.
— ¡Peter! ¡Llegaste! — dijo el científico — ¡Escucha, necesito que ordenes tus papeles y revises el V-252!
— ¡Claro!
— ¡Papá! — dijo un niño rubio, acercándose al científico — ¡Tus zapatos!
Connors agradeció a su hijo y se puso sus zapatos.
Realmente, parecía que vivía en el laboratorio...
Si eso era así, debió ordenar todo esa noche.
El castaño llegó hasta el donde se encontraba el V-252.
Allí, vio a la masa.
No se movía ni hacía nada. Parecía no tener consciencia...
Tal vez estaba aburrido.
Aburrido por no poder destruir el mundo...
— ¡Parker! — dijo Anna — ¡Deja de divagar!
— ¡Ya voy!
Peter agarró sus papeles de la mesa y revisó los análisis del simbionte.
Todo parecía estar en orden.
El castaño bajó volvió hacia dónde estaban los demás y dejó sus papeles en la mesas.
Todos se movían, de un lado a otro, ordenando las cosas.
Hasta que, de pronto, las puertas del laboratorio se abrieron.
Los cuatro se quedaron quietos, observando de quién se trataba...
Pero solo era la esposa de Curt.
— ¡Mamá! — dijo Billy.
— ¿Qué les pasa? — preguntó la Dra. Connors.
— Fundación Vida vendrá hoy — respondió su esposo.
— Sí... como cada mes — dijo — ¿Por qué tan agitados?
— ¡Vendrá Carlton Drake! — dijo Anna, mientras comenzaba a barrer el piso.
Matha Connors abrió los ojos de la sorpresa y fue rápidamente a ayudarlos.
Carlton Drake. CEO de Fundación Vida.
Una persona muy importante de esa fundación.
Gracias a él, la Fundación Vida creció demasiado ese último año. Nadie sabía de dónde venía, pero realmente fue como un ángel para esta organización.
Sin él, el V-252 nunca hubiera llegado al laboratorio de Connors. Le estaban agradecidos por la oportunidad.
Y también aterrados, ya que también era conocido por no tener la mejor personalidad y es extremadamente exigente.
Peter caminó hasta la puerta y miró por todos lados, retrocediendo rápidamente.
— ¡Ya llegó! — dijo el castaño.
Todos se quedaron parados y sonrientes.
Una sonrisa nerviosa, la verdad.
Pero miraron la puerta por unos segundos, hasta que varios miembros de la Fundación Vida comenzaron a entrar.
Y, rodeado por sus guardias, llegó Carlton Drake.
Quien sonrió y se acercó hasta Connors.
— Es un placer volver a vernos, Dr. Connors — dijo Drake, saludándolo con la mano.
— También es un gusto verlo, señor — dijo Curt.
Carlton miró a todos lados, observando el laboratorio.
— Veo que este lugar no ha cambiado nada — dijo — Tan reluciente como siempre.
— Siempre intentamos mantener nuestro lugar de trabajo en orden — dijo Peter.
Parecería una mentira, pero realmente lo intentaban.
Drake se acercó y comenzó a leer los análisis y las teorías que habían en los papeles. Mientras tanto, los demás miembros de Fundación Vida se acercaron a la sustancia y comenzaron a revisarla.
El CEO terminó de leer algunas fichas y solo suspiró, para después sonreir.
— Han hecho un gran trabajo analizando el V-252 — dijo Carlton — Y algunas de las teorías que propones, Connors, me parecen sumamente interesantes.
— G-Gracias, señor Drake — dijo Curt.
— Pero, me temo que debemos de llevarnos la sustancia.
— ¿Qué? — preguntó la esposa de Curt.
— Lamento que esto sea tan repentino, pero con los hechos ocurridos en mayo... — dijo — La sustancia es muy peligrosa para dejarla aquí, así que la llevaremos a la Fundación Vida.
— Espere, pero... ¿eso qué significa para nosotros? — continuó la Dra. Connors.
— Martha... — dijo Curt.
— No tienen nada de que preocuparse — dijo Carlton — Usaremos la información que Connors obtuvo para continuar con el análisis. Les pagaremos por eso.
Entonces, varios miembros se acercaron a la sustancia y comenzaron a ponerla dentro de un compartimiento.
Peter no sabía si era la mejor idea llevar al simbionte que su otra parte...
No tenía idea si estaba bien resguardada, pero si algo salía mal... el V-252 estaría completo y quien sabe que podría pasar.
Pero, no había nada que podía hacer.
De pronto, uno de los trabajadores chocó con él.
— Disculpe — dijo Peter, viéndolo.
Este solo le sonrió, mientras lo miraba fíjamente.
— No te preocupes, joven... — dijo, mientras se acomodaba su gorra — Fue mi error...
El castaño lo miró fijamente y un escalofrío recorrió su cuerpo.
No sabía el por qué, pero ese tipo le erizó la piel en un segundo.
— ¿Estás bien? — preguntó Anna — Te pusiste pálido.
— ¿A-Ah? Sí, disculpa — dijo Peter — No dormí bien anoche.
Ese tipo era raro...
Pero no tenía importancia.
Después... tenía que ir e investigar lo que pasó en la Fundación Vida.
***
— ¿Cuándo dijiste qué nos reuniríamos? — preguntó Peter, mientras se ponía su traje.
Se había hecho de noche. El castaño había llegado a su penthouse hace unas horas.
Había comido y descansado, pero era el momento perfecto para salir y asegurarse de que Fundación Vida esté haciendo un buen trabajo conteniendo a la criatura.
— Nos reuniremos el viernes — respondió Felicia, mientras sacaba algo del refrigerador.
Un bote de helado.
— ¿Vas a comer helado? — preguntó el castaño.
— Me gusta... el helado...
— Te vas a enfermar
— Claro que no — dijo la peliblanca — Nunca me enfermo.
— Sí, claro... — dijo Peter, poniéndose la máscara — La última vez que te enfermaste, estuviste todo el día en el baño.
— Nunca vas a olvidarlo, ¿verdad? — preguntó Felicia, mientras se sentaba en el sofá — Fue hace como cinco meses.
— Yo tuve que limpiar ese baño — le respondió — Y no fue bonito.
— Tú solo confía — dijo, sonriéndole, mientras abría el bote — No pasará nada.
— Bien, pero revisa que no esté vencido... — dijo el castaño, caminando hasta la terraza — Debo irme.
— Adiós, cielo — dijo la peliblanca — Suerte en el trabajo.
— Ya parecemos una pareja de esposos.
— ¿No es lo que somos?
— Buen punto.
El Hombre Araña saltó y se fue balanceándose.
Felicia sonrió, viendo como se iba disparando sus telarañas.
Entonces, ella miró por debajo del bote, asegurándose de que no estuviera vencido.
Y por suerte, no lo estaba.
El castaño se balanceó por las calles de Nueva York.
En su mente, no paraba de pensar en esa persona. Aquella que vio en el laboratorio.
Algo extraño había en él.
No sabía cómo, pero lo sentía...
Era ese sentimiento humano cuando sabes que estás en peligro...
Pero, no sabía por qué. La Fundación Vida era un lugar seguro para los simbiontes.
Realmente, no tenía por qué temer...
Aunque lo estaba haciendo. Tenía un mal presentimiento.
Y siempre que tenía un mal presentimiento, algo sumamente malo pasaba.
***
En la Fundación Vida, el equipo de Carlton Drake se encontraba realizando las investigaciones a la sustancia recién extraída.
Peter podía ver todo desde el techo de vidrio que había.
¿Por qué los laboratorios tenían la mala idea de tener un techo de vidrio? Es muy poco práctico.
Pero muy eficiente a la hora de espiar.
Todo parecía ir en orden.
El simbionte fue puesto en un compartimiento, parecido al que tenían en el laboratorio, y comenzó a ser examinado.
A un costado de este, podía ver la otra mitad del V-252.
Esta se encontraba rodeada de electricidad. Podía ver, perfectamente, cómo la masa intentaba escapar, pero la electricidad la hacía retroceder.
Sin un huésped, el simbionte no era tan poderoso.
Toda esta situación era decepcionantemente buena.
El castaño suspiró.
Realmente, no entendía por qué se había preocupado.
Tal vez solo fue porque ese hombre le dio mala espina. Se estaba volviendo paranoico.
No todos los tipos que se encontraba tenían que ser supercriminales... a veces, algunos solo tenían mala cara.
Pero, el escalofrío que le dio... no se iba.
De todas formas, ya no tenía sentido seguir allí.
Peter se levantó... y se fue de allí.
Se fue de allí, siendo engañado.
Una vez más, por la tecnología de Mysterio.
Aquellas personas, científicos... no eran reales. Era una ilusión.
Una tecnología robada.
Realmente, no había nadie allí.
Todos los científicos se habían ido a casa hace algunas horas, dejando a la sustancia en su sitio.
Pero, la sustancia...
Las dos sustancias...
No estaban allí.
***
"Carnage Rules"
Era lo que decía en una de las paredes de aquel callejón.
Estaba pintado con sangre. Sangre de las cinco personas muertas en ese lugar.
Los dos oficiales veían aterrados tal escena. No podían creerlo.
— Creo que esto lo confirma — dijo Yuri, viendo los cuerpos — Kasady ha vuelto a las andadas.
— Pero, esto no tiene sentido... — dijo el otro oficial — ¿Por qué ahora? Estuvo casi un año sin dar señales de vida.
— Con él, no vale la pena pensar en esas cosas — dijo la capitana — Esto no es nada bueno...
— Escuché historias sobre ese tal Kasady — dijo — ¿Realmente era tan listo?
— Los papeles lo confirman — le respondió — Su IQ era de 194...
— Tanta inteligencia y lo usa para estas cosas.
Watanabe caminó por la zona, observando cada uno de los cuerpos. Era sorprendente el nivel de crudeza que ese tipo podía llegar.
Hasta que, de pronto, paró en seco.
En el suelo, formado por los intestinos de sus víctimas, había formado algo.
Una silueta de una araña.
— Santo cielo... — dijo Yuri.
— ¿Capitana...?
— Tengo que hacer una llamada...
— Claro...
Yuri caminó hasta la patrulla y sacó su celular.
Tenía que avisarle al Hombre Araña de este asunto.
Él había sido el único que lo había logrado atrapar. Seguramente, podría...
— Tienes un lindo celular — dijo Cletus.
Watanabe volteó rápidamente la vista y retrocedió varios pasos.
Cletus Kasady había aparecido de la nada a su costado.
— ¡Maldita sea! — gritó Yuri, sacando su arma.
Pero antes de que pudiera empuñarla, disparo cruzó al costado de su cabeza.
El oficial que la acompañaba cayó al suelo, muerto.
Esto la sorprendió a ella.
Kasady lo mató, sin previo aviso.
Yuri volteó y lo miró fijamente.
Este sonreía y casi parecía que iba a empezar a reírse.
— ¿Te asusté? — preguntó Kasady, emocionado — ¡Dime que te asusté!
Comenzó a saltar de puntitas. Parecía un niño emocionado.
Eso solo aterró más a Yuri.
Aún así, no iba a quedarse quieta.
Sacó su arma y le apuntó al criminal.
— ¡No te muevas! — dijo Watanabe.
— Oh... así me gusta — dijo Cletus — ¡Una mujer empoderada y lista para defenderse!
Yuri puso su mano en el gatillo.
Kasady simplemente sonreía, mientras pasaba su pistola de una mano a otra.
— Sabes, señorita Watanabe — dijo — Te he estado observando durante un buen tiempo.
— ¿Qué...?
— Bueno, ok, no solo a ti — continuó — A todos los que rodean al Hombre Araña.
Entonces, sin previo aviso, agarró firmemente su arma y le disparó en la pierna.
Yuri soltó un grito, mientras caía de rodillas.
— No soporto a la gente que decide meterse conmigo — expresó, mientras comenzaba a acercarse — Desde niño, aprendí a defenderme por mi cuenta.
La capitana levantó su mano, intentando dispararle, pero Cletus fue más rápido.
Y le disparó en la mano, volándole varios dedos y provocando que la suelte.
— Había bravucones... que realmente me fastidiaban... — dijo Cletus, sonriendo.
Su sonrisa no concordaba con el tono de su voz.
— Por eso, decidí matarlos... a cada uno de ellos — dijo, posicionando la pistola en la cabeza de Yuri — Así... ¡Bam! ¡Bam! ¡Bam!
Cletus movió la pistola, fingiendo que disparaba, mientras reía.
— Bueno, no así. Siempre quise que mis víctimas pensaran que sus muertes eran especiales — dijo, poniéndose de espaldas y comenzando a caminar de un lado a otro — Ya sabes, lo suficiente como para que un tipo de internet hable del tema y haga pensar a todos que la víctima era un valiente...
— ¡Malnacido...! — soltó Yuri, intentando levantarse.
— Pero entonces, llegó un día... donde un simple niño de secundaria me atrapó — dijo — Siempre pensé que cuando me atraparían, sería cuando haga la mayor masacre de mi vida... pero no, fue después de un misero robo...
El genocida paró en seco, mirando el suelo.
Luego, levantó la mano y le disparó en la otra pierna, haciendo que Watanabe volviera a caer al suelo.
— ¿Qué si lo odié? ¡Claro que lo odié! ¡Estaba furioso! Pero... luego de un tiempo... ese niño me cayó bien... — Cletus soltó una risa, mientras se sentaba enfrente de Yuri — Me recordó a mi, ¿sabes? Lo veía y solo pensaba en que ese chico era como mi hermanito menor.
Yuri intentó golpearlo, pero Kasady le pegó, con la pistola, en la cabeza.
— Supongo que ya sabes que ocurrió con cada familia que intentó adoptarme — dijo Kasady, levantándose del suelo — Así que...
Entonces, le disparó en el pecho.
Yuri soltó un quejido y simplemente cayó...
Comenzando a desangrarse.
— Como buen hermano mayor, debo ir a saludar... — dijo Kasady, viendo el cuerpo de Watanabe — ¡Pero no así, claro! ¡Hablamos de un superhéroe! ¡Necesito un supertraje!
Cletus volteó y se miró a través del reflejo de la ventana de la patrulla.
— Estoy en un negocio ahora... un negocio que me dará ese supertraje — dijo Cletus — ¡Será tan genial! ¡Super, super genial! ¡No puedo esperar para ver su cara de desesperación cuando...!
El criminal paró su diálogo.
Yuri parecía ya no moverse.
— Oye... ¿estás dormida? — Kasady le dio tres tiros más en el cuerpo, intentando despertarla — Cielo, que maleducada... morirte cuando alguien te habla...
Entonces, el celular de Cletus comenzó a sonar.
— Vaya, en que momento... debo irme — dijo, mientras guardaba su arma — Gracias por tu tiempo. ¡Eres muy buena escuchando! Dile a tu madre que debería sentirse orgullosa, porque... ya sabes, la maté antes de venir aquí... oh sí, tu mamá está muerta.
Cletus volteó y comenzó a taradear una canción.
Mientras dejaba la zona del crimen.
— ¡Nos vemos! — dijo Kasady.
Y simplemente se fue.
***
— ¡Fel, ya volví! — dijo Peter, entrando al penthouse.
Pasaron varias horas y el castaño finalmente terminó su patrullaje.
Miró a todos lados, buscando a su novia, pero no la encontró en ninguna parte.
Este agachó la cabeza y suspiró.
Ya sabía dónde estaba.
— Te dije que te enfermarías — dijo Peter, en la puerta del baño.
— Cállate... — respondió Felicia, dentro del baño.
El castaño soltó una pequeña risa y se sentó en el suelo.
— ¿Revisaste si el helado estaba vencido? — preguntó el castaño — No recuerdo cuando fue que lo compré.
— Sí lo hice... — dijo Felicia — No lo estaba...
— ¿Estás segura...?
— Sí...
— Yo creo que no...
— Sí revisé, Parker...
— Que fría... — dijo el castaño — ¿Quieres que te sirve algo? ¿Té?
— Por favor...
— Bien, eso haré...
Peter se levantó del suelo y comenzó a caminar hasta la cocina.
Al llegar, comenzó a sacar la taza y a servir el agua de la tetera.
Así fue que logró ver el bote en la basura.
— ¿Lo revisaste? sí, como no... — dijo Peter, sacando el bote y comenzando a verlo — Ah, espera... sí, tiene razón... no está vencido.
De pronto, su celular sonó.
Era una notificación importante del Daily Bugle.
El castaño la abrió... y se sorprendió de la noticia.
"Capitana Watanabe encontrada muerta en escena del crimen"
***
La familia, no solo está hecha de los que comparten la misma sangre.
Una familia también pueden ser tus amigos.
Y cada familia, es un pequeño mundo.
Un mundo que va creciendo conforme vas conociendo más y más personas.
Los vas añadiendo a este mundo y lo haces más grande.
Pero, no siempre ocurre con todos...
Las personas no siempre buscan agradar ese mundo.
Buscan quedarse con el que ya tienen y protegerlo con todas sus fuerzas. Y eso, no es una mala acción.
Es algo bueno, porque significa lo mucho que te importa esa persona...
Un mundo, también puede ser de dos personas...
Y ese mundo, también puede llegar a quebrarse.
Mantenerse unido, pero quebrarse... más y más...
Aún cuando hagas lo imposible para esa persona... seguirá quebrándose, porque haces lo que tú crees que es mejor...
Más, no haces lo que piensas que es mejor...
Es un pensamiento algo retorcido, ¿no crees?
Siempre ha sido así... así fue como me enseñaron en ese lugar...
Eran religiosos, era obvio que tratarían de enseñarme esas cosas.
Pero, a mi realmente nunca me importo. Me dio igual.
Todo lo que me enseñaban me daba igual. No tenía importancia alguna para mí...
No... nunca la tuvo...
Así que, te preguntarás... ¿cómo alguien que nunca prestaba atención... resultó ser tan listo?
La experiencia...
Pero tú sabes mucho de eso, ¿verdad?
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Buenas a todos chicos!!!
Con esto, finalmente comenzamos con el arco de Carnage jeje.
Espero les haya gustado mucho el cap y si, mate a Yuri ajajaj.
Ese Kasady es un loquillo.
Nos vemos en el próxima capítulo!!!
Publicado el 27/05/21
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