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41

Los días transcurrían entre susurros, habladurías, chismes y ataques.

Algunos decían que se alimentaban de los intestinos de los humanos, otros que solo del corazón, otros más aseguraban haberlos visto morder el cuello de una persona y solo dejarlos sin sangre, se decía que se transformaba en animales durante la noche e iban a devorar niños, algunos, un poco más valientes les arrojaban piedras, basura o lanzaban insultos.

Los chicos cada vez comprendían mejor por qué los dioses no vivían entre humanos

Mientras pasaban por un pasillo un chico lanzó un silbido hacia Adriana

—Te doy mi hígado a cambio de un beso— dijo burlón, todo su grupo de amigos rió, Adriana se detuvo y lo miró, se acercó lentamente a él

—¿Seguro?— preguntó amenazante, él no creyó que pudiera ser capaz de hacerlo por lo que asintió

—De acuerdo, te dejaré pensarlo un poco más— y se alejó

—Mejor di que me tienes miedo, ¿Qué? ¿Te desintegras si me besas?—

—Más te vale no provocarla, cállate— advirtió Damian

—¡Claro! ¡Ustedes son novios! Pues con mayor razón, es más, te daré mi corazón a cambio de un beso—

—Parece que tienes muchas ganas de morir— dijo Adriana y se acercó, lo tomó por el cuello y le plantó un beso.

Todos los miraron aterrados, el chico, asustado no pudo evitar orinarse en los pantalones

Los dioses rieron fuertemente

—Oye, no asustes así a la gente— dijo Kal aún riendo

—Pobre chico— añadió Demetrius.

A la casa de Susana llegó una pareja con su bebé de dos meses, llamaron a la puerta y ella salió a abrir

—Buenas tardes, ¿Usted es la señora que limpia?— preguntó el jóven y Susana asintió

—Si, pasen— se hizo a un lado y entraron, parecían jóvenes, seguramente sería ese su primer hijo. En cuanto entraron todo el cuerpo de Susana se erizó, pudo sentir todos los vellos de su cuerpo levantarse y un miedo se apoderó de ella.

—¿En qué los puedo ayudar?— preguntó tratando de mantener la calma

—Quiero ver si puede limpiar a mi niño, es que todas las noches de 12:30 a 3:00 de la mañana comienza a llorar, todos los días, ya lo llevé con doctores y dicen que está bien, pero ya no quiere ni comer— explicó el hombre y Susana se acercó a verlo, se veía pálido, volvió a sentir ese miedo de antes, pero estaba segura de que no parecía tener nada relacionado a la brujería

—¿Por qué creen que es algo espiritual?— cuestionó

—Es que se escuchan ruidos en la casa— dijo ella

En ese momento entró Ricardo a la casa y un escalofrío lo recorrió.

—¿Qué pasa?— preguntó Susana al verlo

—Venía de visita, pero, ¿Qué tiene el niño?— preguntó, la pareja lo miró extrañada porque parecía saber que el problema era el niño

—Llora mucho— dijo Susana y se levantó para tomar un huevo, lo pasó por el cuerpo del bebé y luego lo rompió para ponerlo en un vaso

—Pues no tiene nada, debe ser médico— dijo al tiempo que sentía de nuevo esa sensación tan extraña

—No, algo le están haciendo, pero son discretos, por eso tú no lo puedes ver, para cualquiera parece estar limpio— dijo Ricardo acercándose al niño

—¿Tú ves algo?— preguntó Susana tirando el huevo

—Hay vestigios de magia negra, parece que la principal acción es durante la noche, podría decir que... Entre las 12:00 y las 3:00 ¿Llora a esa hora?—preguntó y la pareja asintió

—¿Puedes quitárselo?— Preguntó Susana y Ricardo negó.

—No, yo no, pero recuerda que Leo e Ilan son los patronos de las brujas, ellos pueden ayudar, los llamaré— dijo y salió

—¿Patronos?— Preguntó la madre

—Son guías espirituales, uno les dió a las y los brujos el conocimiento y el otro el poder para hacer hechizos y conjuros, ellos crearon la distinción entre magia negra y blanca— explicó Susana

Un rato después regresó Ricardo acompañado de Ilan y Leo

—¡Qué conexiones las tuyas! Esos contactos no los tiene ni obama— bromeó Ilan.

Susana sintió un escalofrío seguido del miedo inundando su cuerpo, Leo puso una mano sobre su hombro y al contacto esa sensación desapareció.

—¿De verdad no ves nada?— preguntó a Susana y se acercó a la pareja.

—Préstame a tu hijo— pidió y la mujer se lo entregó

—No, incluso lo limpié y no encontré nada— respondió Susana

—¿Y si yo lo encuentro qué te hago?— preguntó Leo con una sonrisa y extendió su palma

—Veamos si es cierto— Susana extendió un huevo hacia él. Leo lo tomó y lo acercó a la frente del niño, al hacerlo, el cascarón se partió creando una grieta justo a la mitad. Leo sonrió y miró a Susana

—Pura suerte— bromeó ella.

Leo extendió el huevo hacia Ilan y éste lo tomó para después vaciar su contenido en un vaso.

Los tres se acercaron a verlo, completamente extrañados

—¿Esa es Melinoe?— preguntó Ricardo

—La están llamando— respondió Leo

—Qué desgraciados, ¿Cómo le hacen eso a un niño?— Ilan estaba visiblemente molesto, los demás no entendían absolutamente nada

—Bien, lo explico— Ilan se giró hacia los padres y les mostró el huevo, en la llema se marcaba una silueta oscura.

—Esta es Melinoe, es la encargada de matar a las personas que no mueren de manera natural, un tipo de brujería consiste en llamarla y guiarla hacia una persona en particular, hay maneras más sencillas de matar a alguien, parece que se están tomando muchas molestias o no saben lo que hacen, lo segundo es más probable, la persona a la que consiguieron para hacerlo no es muy buena en su trabajo o el niño habría muerto hace semanas— dijo y puso el vaso sobre la mesa, después puso su mano encima y la silueta desapareció.

—¿Pero quién lo está haciendo?— preguntó el papá

—Es una mujer de su familia, parece que ya lo habían llevado a dar una limpia con alguien, por eso no puedo ver exactamente quién, eso es todo lo que sé— respondió Ilan

—¿Y que podemos hacer?—

—Por ahora le voy a retirar todo lo que ya tiene y lo voy a proteger— dijo Leo poniendo su mano sobre el pecho del niño

—Honestamente yo propongo ponerle el espejo de una vez— dijo Ilan y Leo lo miró

—Muy bien, miren, hay dos opciones para detener esto; la primera es regresar al remitente todo lo que está haciendo, le recibirá tres veces más fuerte, ahí deben ser fuertes porque van a ver a esta mujer de su familia tirada en una cama sufriendo y una vez hecho ya no se puede retirar; la segunda simplemente es matar a la persona, si eligen esta opción será mucho más rápido y menos doloroso, debe ser alguno porque si la dejan vivir va a seguir intentando hasta que por fin lo consiga, es ella o su hijo— explicó Leo entregándolo a su mamá

—¿Y los ruidos de la casa son por lo mismo?— preguntó el hombre

—¿Ruidos?— Cuestionó Ilan

—Si, se escuchan rasguños y pasos en el techo de la casa, más pasos en el patio, las cosas se caen de la nada o se mueven...— comenzó a explicar la mujer pero Ilan la detuvo y le pidió que se levantara y dejara al niño.

—Sussy, un limón—pidió y ella se lo entregó

Ilan lo puso entre las manos de la mujer unos segundos y después lo agitó frente a su cara

—Claro, eso es otra cosa, una mujer quiere matar al niño y otra te quiere matar a ti, pero parece que tampoco sabe muy bien como hacerlo, está enviando espiritus a tu casa, por lo que veo, ya estuviste cerca una vez, ¿Hace cuánto sucedió el ataque?— preguntó

—Hace cuatro meses, estaba dormida boca arriba, de repente desperté y vi una silueta oscura frente a la cama, al observar con más atención ví una mujer que caminó y se lanzó sobre mi, al principio moví a mi esposo pero no despertó así que lo tuve que pellizcar y cuando despertó esa cosa solo desapareció— explicó la mujer

—Tambien será necesario hacer algo por su casa, las cosas estarán cada vez peor— dijo Ilan

—¿Y quién es?—

—Esa es una mujer llamada Mónica, es todo lo que sé— respondió Ilan

—¿Entonces el niño ya está bien?—

—Si, solo resta que decidan lo que harán—

—¿Y pueden ayudar con lo de nuestra casa?—

—Si, pero deberán dejar la casa completamente sola durante tres días, al cuarto iremos a solucionar el problema— dijo Leo

—¿Y cuánto nos van a cobrar?—

—Nada, nosotros no cobramos—

Al cuarto día se reunieron frente a la casa

—¿Nadie entró en los últimos tres días?— preguntó Ricardo

—No, nadie entró para nada—

—Bien, fuma esto— entregó un cigarro al hombre, a Susana, a Leo e Ilan, después él intentó abrir la puerta pero pareció como si alguien desde dentro la empujara, la pareja y Susana sintieron un escalofrío recorrerlos, el bebé comenzó a llorar.

—Calmen al niño y después entramos, no hay prisa— dijo Leo. Unos minutos después abrió la puerta y entraron.

Todos miraron alrededor

—Esto se siente feo— dijo Ricardo abrazando a Susana

Ilan y Leo se separaron.

—Los pasos se escuchan de allá hacia allá y los rasguños aquí y aquí— dijo Ilan y la pareja asintió

—¿Dónde te atacaron?— preguntó Leo y la mujer señaló un cuarto pequeño.

—Y el bebé no soporta entrar ahí— agregó

—Claro que no, él puede verlo— dijo

—Primero hay que deshacernos de la cosa de allá— dijo señalando el techo

—¿Qué hay allá?— preguntó Susana y sintió el brazo de Ricardo reafirmar su agarre

—No quieres saber—

—Si, si quiero—

—¡Concedido!— dijo Leo y chasqueó sus dedos, al instante Susana pudo ver la sombra que la observaba desde arriba y el miedo se apoderó de ella, de repente desapareció.

—¿Qué pasó? ¿Ya no está?— preguntó mirando a Leo

—Sigue ahí, solo que ya no puedes verlo— respondió Ilan

—Estas cosas no son para todos, es mejor que no lo veas— añadió Leo

—No puedo creer que ellos vivieron con esa cosa— dijo atónita

—Porque no la veían. Y no solo con esa, hay muchos otros— explicó Ilan

—¿Tú lo ves todo?— preguntó Susana volteando hacia Ricardo y él asintió mirando fijamente hacia un punto en la pared externa del cuarto en el que dijo haber sido atacada la mujer

—¿Qué hay ahí?—

—Algo entró— fue toda su respuesta

—Bien, manos a la obra, comenzaremos por lo más sencillo— dijo Ilan y se acercó a una banca que estaba cerca, extendió su mano y un resplandor la envolvió durante unos segundos.

—Esto era lo de los arañazos en la pared—

—Y aquí está lo que movía y tiraba las cosas— dijo Leo mirando un espejo, sus ojos brillaron y el espejo lo reflejó, después pareció empañarse y volvió a la normalidad

—Ahora, los pasos en el techo— Ilan subió las escaleras mientras Leo se acercaba al único cuarto que faltaba

—Abraza fuerte a tu bebé— dijo y la mujer lo apretó. Ricardo puso a Susana detrás de él tomando su mano y alejo de la puerta a todos.

Leo tomó la perilla y abrió la puerta, inmediatamente cayó al piso de espaldas.

Al abrir vio una sombra abalanzarse sobre él, con grandes uñas y la cara se veía como si estuviera en descomposición, en lugar de ojos había dos luces rojas brillantes y con el cabello largo. Puso las manos sobre el pecho de Leo y cayó sobre él.

Todos vieron a Leo caer al piso, desde su punto de vista no había nada más, él respiró profundo y sopló, de su boca salió humo y la criatura se alejó rápidamente, Leo se levantó y sacudió su ropa.

Caminó hasta entrar a la habitación y encendió la luz, los demás lo siguieron, inmediatamente el bebé comenzó a llorar y a ver un punto fijo.

Leo estiró su mano abierta hacia el lugar que miraba y la cerró en puño, al instante el niño dejó de llorar.

Ilan entró sacudiendo su ropa.

—¿Esto fue lo primero?— preguntó mirando hacia la cama

—Si— Leo caminó y extendió su mano, parecía apretar algo, después bajó la mano y volteó hacia ellos

—Listo, casa limpia, bebé limpio, vida feliz— dijo con una sonrisa

—Ahora entiendo por qué crearon a las brujas, esto es demasiado como para que lo resuelvan ustedes dos solos, considerando que los demás no podemos hacer nada—

Más tarde, mientras todos estaban en clases, apareció un fuego enorme en el patio, pero nadie lo notó, hasta que un chico entró a su salón corriendo asustado y dijo "Se quema la escuela"

En ese salón se encontraba Athan que inmediatamente llamó a los demás y todos se acercaron al fuego, los estudiantes los veían desde lejos

—Seguramente ellos lo provocaron, quieren matarnos— decía un profesor, Adriana lo escuchó y se desesperó

—¡Ustedes nos conocen desde hace tiempo, ¿Por qué de repente creen que somos capaces de algo así de cruel?!— iba a decir más pero cayó en cuenta de que Leo se habría sentido así al ver que ella dudó de él.

Se dió la vuelta y fue a reunirse con los demás.

—Esto no es fuego— dijo Azariel analizando

Dru metió la mano en él y cuando la sacó estaba intacta

—No quema—

Varias visiones atacaron a Athan y entonces lo comprendió

—Micaela hizo todo esto, ella afectó mis visiones, todo esto es obra de Teef Kedi y Hera—

—¡¿Hera?!— ese nombre no figuraba entre sus sospechosos, pero no dudaron de que fuera cierto, la ira se apoderó de Alex y vio a Micaela junto con el grupo de estudiantes, clavó su mirada en ella causándole dolor, ella cayó al piso retorciéndose y gritando, Alex se acercó despacio, al llegar la tomó por el cuello y la levantó

—Maldita, te tratamos como a una de nosotros ¿Y así nos pagas?— hizo aparecer una espada en su mano, dispuesto a clavarla en ella, pero Adriana lo detuvo

—Ahora ella ya no importa—

Los guías llegaron al lugar

La llama comenzó a extinguirse y del centro salieron Kedi, Teef y Hera.

—Ahora si, su momento llegó niños, ¿Disfrutaron su tiempo como dioses? Porque ya se acabó— dijo Hera

—Escucha Zaldi, ya aprendiste lo suficiente para ser guía, debes mantenerte al margen de esto— pidió Leo y Zaldi no comprendió, pero, por alguna razón, ni siquiera tuvo ganas de quejarse.

—Muy bien, mis chicos, es hora— dijo y los doce guías Totems dieron un paso al frente

—Nosotros nos encargaremos de esto, ustedes comiencen a pensar en el castigo que les darán— dijo Leo.

—Ay, llegaron antes de lo que esperaba, esto será divertido— murmuró Sara

—¿Seguros de que van a pelear?— cuestionó Cálix preocupado

—Tranquilo, ésta vez no moriremos— respondió Manuel

—¿Piensan pelear los doce al mismo tiempo? Eso es trampa— se quejó Kedi

—Trampa fue matarnos por la espalda uno a uno— contestó molesto Rafa

Todos los estudiantes murmuraban toda clase de cosas. —¿Ni siquiera van a pelear? Son unos cobardes— dijo uno, de repente, entre ellos pasó caminando un gato que, de un momento a otro, se convirtió en un chico, era alto, de pelo negro, piel blanca, ojos verdosos, delgado, incluso podía parecer un poco frágil.

—No deberían hablar así de ellos, después de todo, ustedes también se quedarán aquí parados sin hacer nada, tampoco pelearán, ¿O si?— preguntó y todos lo miraron aterrados.

—Vamos, peleen, sean valientes— animó

Todos los hombres se lanzaron sobre él. Kaz se movía con gracia y soltura, con calma cambiaba de lugar esquivándolos a todos, en ocasiones incluso tenía tiempo de burlarse de ellos, hasta que finalmente se aburrió y lanzó un golpe que dejó a uno inconsciente

—No me refería a mi, sino a ellos— dijo señalando a Kedi, Teef y Hera

Nadie se movió

—Para eso me gustaban, ustedes no tienen cara para llamarlos cobardes— y se alejó lentamente.

Leo amplificó las habilidades de todos los guías y se lanzaron a la batalla.
Sara oscureció algunos puntos estratégicos y lanzó unos ataques eléctricos mientras algunos los golpeaban físicamente, se dividieron en base a sus habilidades para pelear en equipo, Teef, Kedi y Hera se encontraron en problemas pasados apenas unos minutos.

Finalmente cayeron, los guías los sometieron y lanzaron al piso de rodillas frente a los dioses

—Hora del castigo— indicó Leo mientras Manuel acercaba a Teef y Kedi

—Los condeno, a no morir por toda la eternidad, y a no volver a vivir jamás, serán prisioneros del mar, las olas centinelas y la luna su guardian, estarán inmóviles, hasta petrificarse y que sus cuerpos sean corroídos por la sal, serán estatuas de piedra que adornarán el mar, para recordarle al mundo que no se debe desafiar a los dioses— dijo Azariel y ambos desaparecieron

—En cuanto a Hera...— Sara la acercó,

—Por el daño que has hecho, y por los males que has causado, yo te condeno, Hera, a que los daños que hiciste, te sean devueltos, que los vivas en carne propia, multiplicados por siete, y que mi condena perdure hasta que sea yo mismo quien la retire, yo te condeno por medio de la línea recta, y la línea torcida, por la simple y por la quebrada, por la llama, por el viento, por la masa, por la lluvia y por el barro, por lo que vuela, por lo que repta, por la serpiente, por el ojo, por la mano, por el pie, por la corona, por el lobo, por la espada y por el látigo, yo te condeno y te devuelvo multiplicados tus malos sentimientos, tu mal corazón, y todo el daño que has hecho, vivirás como humana recibiendo siempre humillaciones y bajezas— dijo Egan y levantó un rayo que lanzó y Hera desapareció.

Los doce guías se colocaron en fila frente a ellos y se hincaron de la misma manera en que lo habían hecho cuando les habían jurado lealtad

—Los guías Totems...— comenzó a hablar Leo —Declinamos a nuestros puestos— dijo

—No pueden hacer esto— intervino Kal

—Queremos vivir como humanos, pero no se preocupen, si nos necesitan pueden buscarme, todos perderán la memoria excepto yo, y en cada reencarnación recuperaré mis recuerdos a los 15 años, por favor, les pido que nos concedan la liberación— suplicó.

Egan asintió y los liberó con una condición

—Serán libres en cuanto el último de nosotros este sentado en su trono, entonces, continuarán con las vidas que han forjado en la tierra—

Todos fueron a despedirse de sus padres, se irían cada uno a su reino por un tiempo indefinido.

Elian y Azariel llegaron a la casa de Elian.

—Mamá, Azariel y yo somos novios— dijo Elian nervioso, su madre los miró sorprendida

—No puede ser, ¿Por qué no me habías dicho?—

—Estaba asustado, tú me hablabas de mujeres y me dió miedo que no te gustara esto—

—Ay niño, eres un Dios, y ya sabes lo que dicen, dios es perfecto, y aunque no, tú puedes hacer lo que se te venga en gana, y no me importa si te gustan las mujeres, los hombres o los unicornios, mientras seas feliz yo lo aceptaré, en cuanto a ti— miró seria a Azariel

—Muy dios del mar y todo, pero si lo lastimas yo misma iré hasta el fondo del océano a jalarte las orejas—

—No será necesario, pero puede venir a visitarme cuando quiera—

—Pues no tengo nada qué decir, ¿Permiso? Ya son adultos, no lo necesitan, solo te advierto que no quiero que le hagas daño, y si lo que dicen es cierto y eres un Dios, pues no me voy a negar—dijo el padre de Zack

—Sobre eso...— comenzó Egan

—Mi padre es Zeus y como todo mundo sabe, su esposa Hera es conocida como la diosa del matrimonio y la familia, ahora el dios soy yo y Hera ya no está, así que quisiera pedirle oficialmente a su hijo para convertirlo en una deidad— explicó

El señor comenzó a ahogarse con su propia saliva, Zack también estaba sorprendido, cuando logró tranquilizarse habló

—Por mi adelante, pero la decisión no es mia—

Egan miró a Zack y él dudó un momento

—¿Y es muy difícil eso de ser Dios?—

—¿Conoces la mitologia sobre el matrimonio de Zeus y Hera?—

—Claro—

—Pues tú vas a hacer lo mismo que ella—

—No hay nada que haya hecho—

—Claro que si—

—Ya, ve al punto ¿Qué tendré que hacer?—

—Castigar a mis amantes—

Zack se molestó y golpeó el brazo de Egan

—Pero no planeo tener amantes así que podrás pasar el día tranquilo acostado entre nubes—

—Eso si me gusta—

Ricardo fue con Susana para que cuando perdiera sus poderes pudiera seguir con su vida a su lado y ella lo recibió con una sonrisa y un beso

—¿A qué se debe tanta emoción?— preguntó él

—Estoy embarazada—

Ricardo no lo podía creer

—Los guías no pueden tener descendencia—

—Tal vez las cosas cambiaron—

—Seguramente— Ricardo la abrazó con fuerza, emocionado por la noticia

—¿Ves qué lindo es que no duden el uno del otro?— dijo Leo saliendo de la cocina

—Si, si, ya supéralo— respondió Adriana

—No creo que lo haga— comentó Kal saliendo al último

—Yo ayudé un poco en ese embarazo, ya saben, ser dios de la fertilidad tiene sus ventajas— guiñó un ojo y sonrió, después los tres desparecieron.

Los dioses fueron cada uno al lugar que le correspondía, se sentaron en sus tronos y suspiraron

—Bien, aquí vamos—

Una nueva era comenzaba para la humanidad, el cambio de régimen por fin se hacía presente

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