La mansión Peverell estaba llena de luz, color y alegría mientras la familia celebraba el nacimiento del miembro más joven. Los hermanos mayores, de 10 y 20 años, sonreían felices al ver a sus padres tan contentos, mientras charlaban con sus amigos en una actitud relajada. De repente, todo cambió cuando el viejo barbón y sus lacayos atacaron la mansión. A pesar de que la familia luchó contra ellos, al amanecer encontraron a sus padres muertos en el patio, a los hermanos mayores noqueados en diferentes partes de la casa y al menor desaparecido.

Durante un año y medio, el hermano mayor buscó a su hermano menor, mientras que el del medio siguió y vigiló a sus enemigos. Finalmente, logró encontrarlo y compartir la información con su hermano adulto, quien realizó un plan para rescatarlo. Sin embargo, el viejo barbón había matado a la pareja que cuidaba a su hermano y lo había torturado. Los años pasaron y cada hermano tomó un camino diferente, pero el menor sigue siendo torturado por quienes cree que son su única familia.

Un día, por el deseo del menor, los dos hermanos mayores sintieron una corriente de poder que les indicó dónde estaba su hermano. Lo encontraron y se abrazaron, sorprendidos de verse después de tantos años. Sin embargo, un grito les llamó la atención y se dirigieron a la casa donde vieron a un hombre gordo como una morsa golpeando a su pequeño hermano. Enfurecidos, lanzaron maldiciones al hombre y su esposa, vengando a su hermano menor. Después, lo sacaron de ese lugar terrible y le enseñaron todo lo que necesitaba saber.

Años después, el menor estaba listo para ayudar a sus hermanos en su lucha contra el viejo barbón, pero esa noche también recibieron recuerdos de una vida pasada. Recordaron que habían sido hermanos antes y que su separación se debió a la culpa del viejo. El 1 de septiembre, el menor se fue a Hogwarts para asistir al colegio, el del medio también partió para enseñar allí, mientras que el mayor se quedó en casa preparando sus planes.

El pequeño hizo un buen trabajo representando el papel que el viejo quería, pero sus hermanos le habían enseñado todo lo que necesitaba para engañar a todos, hasta que una tarde gracias a una "fabula" para niños, el momento final de esa farsa había llegado

Había una vez tres hermanos que viajaban por un camino sinuoso y solitario, al atardecer.-

De pronto los hermanos llegaron a un río demasiado traicionero para cruzarlo. Pero siendo diestros en el arte de la magia los tres hermanos solo usaron sus varitas para crear un puente. Sin embargo, antes de pasar, una figura encapuchada bloqueó su camino, era la muerte, y se sintió defraudada porque los viajeros normalmente se ahogaban en el río. Pero la muerte era astuta. Fingió felicitar a los tres hermanos por su magia y les dijo que se habían ganado un premio por ser lo bastante listos para evitarla.-

El mayor, pidió una varita más poderosa que cualquiera que existiera, y la muerte se la fabricó de un árbol de Saúco que estaba cerca.-

Antioch, siempre buscaste el poder.

El segundo hermano decidió que quería humillar a la muerte aún más, pidió el poder de traer a seres amados desde la tumba. Así la muerte tomo una piedra del río y se la entregó.-

Cadmus, nunca superaste su muerte.

Finalmente, la muerte giró hacia el tercer hermano, un hombre humilde. Él pidió algo que le permitiera irse de ese lugar evitando que la muerte lo siguiera, la muerte de mala gana, le dio su propio manto de invisibilidad.-

Muerte, sí que te enfadaste ese día.

El primer hermano viajo a un poblado distante y con la varita de Sauco en la mano mató a un mago con quien una vez había peleado. Ebrio con el poder que le había dado la varita, presumió ser invencible. Pero esa noche, otro mago le robó la varita y le cortó el cuello de lado a lado. Y la muerte reclamó al primer hermano.-

Antioch, tu avaricia te condeno.

Mientras, el segundo hermano fue a su hogar donde tomó la piedra y la giró tres veces en su mano. Para su deleite, la mujer con la que había querido casarse antes de su repentina muerte, apareció frente a él, pero pronto se volvió triste y fría, pues ya no pertenecía al mundo de los mortales. Llevado a la locura por su tristeza, el segundo hermano se quitó la vida para estar con ella, y la muerte se llevó al segundo hermano.-

Cadmus, tu amor por ella te condeno.

Al tercer hermano la muerte lo buscó por muchos años, pero nunca pudo encontrarlo, solo cuando llegó a una edad muy avanzada, el hermano más joven se quitó el manto de invisibilidad y se lo dio a su hijo. Recibió a la muerte como a una vieja amiga y fue con ella con gusto, dejando esta vida como iguales.-

Oh, Muerte fue un placer el volver a verte, pero no sabía lo que nos harías.

Y ahí lo tienen, esas son las reliquias de la muerte. -Dice el señor Lovegood.

Lo siento señor, pero sigo sin entenderle. -Digo mirándolo.

Ah, sí haber. -Dice el señor Lovegood girándose a buscar algo. - ¿Dónde deje la pluma? -Buscando entre unos papeles. -Creo que puedo dibujar en esto. -Tomando un pedazo de pergamino y dibujando una línea. -La varita de saúco, la varita más poderosa jamás creada. -Dibuja un círculo. -La piedra de la resurrección. -Dibuja un triángulo.

La capa de invisibilidad. -Digo sonriendo de lado. -Juntos son las reliquias de la muerte. -Agrego mirando las caras sorprendidas.

Pensé que no sabías sobre las reliquias... -Dice Ron confundido.

¿Cuándo dije eso Ron? -Digo y lo miro soltando una pequeña risa. -Cierto, no se supone que yo supiera nada que ustedes no quisiera. -Lo miro con enojo.

¿C...como lo sabes? -Pregunta alarmada Hermione.

Eso señorita Granger se debe a que como buenos hermanos mayores le hemos contado toda la verdad a nuestro pequeño hermanito, y le hemos enseñado todo lo que necesitaba. -Dice una voz a sus espaldas.

A diferencia de ustedes dos que no dudarían en traicionar a su familia, nosotros nos cuidamos entre nosotros. -Dice una segunda voz.

Miro a mis hermanos mayores sonriendo antes de correr a abrazarlos riendo feliz de verlos después de meses.

Harry aléjate de ellos ¿No vez que solo te quieren engañar? -Dice Hermione "preocupada."

¿Por qué lo haría? son mis hermanos después de todo y me han estado protegiendo de ustedes durante los últimos años. -Digo sonriendo socarronamente.

El mayor de mis hermanos nos toma por los hombros y nos aparece en la mansión Peverell, dejando atrás a unos confundidos Ron y Hermione y a un divertido Xenophilius.

Una vez en su hogar miro a sus hermanos con gran felicidad.

¿Vieron sus caras? Tom, Sev fueron hermosas, el terror y la confusión ¡Se combinaron de forma maravillosa! -Dijo con júbilo el menor mientras los mayores lo miraba con alegría.

Después de eso, se desató el pandemónium en la Gran Bretaña mágica, ya que nadie podía escapar de las reencarnaciones de los hermanos Peverell. El poderoso Thomas Antioch Peverell tenía en su poder la varita de sauco y una gran habilidad para lanzar el maleficio Cruciatus. El amoroso Severus Cadmus Peverell lideraba un ejército de muertos gracias a la piedra de la resurrección y su gran habilidad con el maleficio Imperius. Por último, pero no menos importante, estaba el escurridizo Hadrian Ignotus Peverell, que poseía la capa de invisibilidad y podía atacar desde cualquier lugar. Además, tenía una gran habilidad con el Avada Kedavra, considerado el mejor hechizo en su arsenal.