"No Te Lo Tomes A Mal"
[ Lee Chan X Choi SeungCheol ]
- Hyung... la verdad, usted me gusta mucho - confesó Chan, sonriendo y mirando a la persona frente a él con seguridad de que sería correspondido.
- Mira, Chan... No te lo tomes a mal, pero no me gustan los críos.
Ouh, SeungCheol le cortó la seguridad.
- Le mostraré que no soy un niño.
Desde aquel día Chan a tratado de hacer diferentes cosas.
Acorralar a SeungCheol.
Avergonzar a SeungCheol.
Coquetearle a SeungCheol.
Nada resultaba y SeungCheol solo se burlaba de él.
El que terminaba avergonzado era él, no SeungCheol. Ya se estaba cansando.
Suspiro desanimado y fue caminando lentamente a la cafetería. Era hora de receso y pensaba seriamente no poder soportar a SeungCheol burlándose de él una vez más.
Caminó por los pasillos pulidos y llenos de personas yendo de un lado para otro.
- ¡Hey, Channie! - llamó JeongHan, un chico que se hacía pasar por su madre. Soltó un bufido, no estaba de humor como para hablar con JeongHan, a la mierda el respeto.
- ¿Qué? - le respondió seco, una vez que el mayor apoyó su mano cómodamente en su hombro.
- ¡Que seco! - jadeó indignado - Y yo que venía a avisarte que SeungCheol está en la cafetería...
Chan se mostró desinteresado, pero en el interior su curiosidad e interés estaban llenando cada espacio de su cuerpo.
- No me interesa - tragó saliva.
- Ah, ¿no? - pregunto JeongHan confundido - Pensé que te gustaba.
- Me gusta - aclaró - Pero no por eso le rogaré.
JeongHan sonrió orgulloso.
- Ese es mi niño.
- Cállate - caminó más rápido, ignorando las quejas de su mayor por la falta de respeto.
Una vez llegaron a la cafetería, Chan miró algo que no le gustó nada.
SeungCheol, su crush, el amor de su vida, futura mujer papá de sus hijos, estaba siendo abrazado por atrás por un poste eclipse. Apretó la mandíbula. ¿Lo estaba haciendo a propósito?
- Cálmate, le harás un agujero a Kim visual MinGyu en la frente - habló JeongHan, haciéndole pequeños masajes en los hombros, Chan estaba muy tenso.
Obligando a calmarse, Chan caminó junto JeongHan hacía la mesa donde estaban sus "amigos".
- Hola, chicos - escuchó a JeongHan saludar, su mirada estaba fijamente posada en el dúo que estaba demasiado pegado para el gusto de Chan.
El resto de la conversación el menor de todos miró fijamente a SeungCheol, notando como éste sonreía burlón. No lo soportaba.
Relamiéndose los labios, su paciencia acabó.
- Cheol hyung, ¿me podrías acompañar al baño, por favor? - le miró a los ojos, con fuego sobresaliendo de los suyos. El resto de personas le miraron, pero a Dino no le importó realmente. Se paró de su asiento y caminó hacía el baño, sabiendo que SeungCheol le seguía.
- Dino-ah, podrías haber ido al baño solo - se quejó SeungCheol, como si nada y Chan con su paciencia ya acabada, lo empujó bruscamente a un salón vacío.
- ¿Que te piensas, eh? - preguntó, agarrándole las manos y acorralandole en la pared, reteniendolo con toda su anatomía pegada a la suya.
- ¿Como qué que me pienso? No pienso nada - le respondió, como si Chan no estuviera pegándose a él tal cual garrapata. Eso sólo hizo que el menor se sienta más frustrado.
Se acercó a sus labios y con un susurró le provocó un escalofrío a SeungCheol.
- Ir como si nada, dejando que MinGyu te abracé y se pegue a éste trasero... que sólo es mío - como recordatorio, paso sus manos y apretó el trasero regordete del mayor, provocándole un gemido ahogado. Sonrió con malicia.
- Eres solo mío, SeungCheol - comenzó a besarle el cuello - Te mostraré lo que un niño puede llegar a hacer, bebé - los ojos de SeungCheol se abrieron y trató de separarse, pero el menor no lo dejó.
Con desespero, Chan besó aquellos labios que tanto deseaba y al ver la negación del mayor, mordió su labio con fuerza sacándole un gemido y metió su lengua bruscamente, explorando la cavidad húmeda.
Luego de unos minutos, finalmente SeungCheol se dejó hacer y Chan le agarró de los cabellos azabaches con fuerza.
- Eres mío, hyung - le quitó la camisa - Yo sólo puedo hacerte gemir - le quitó las zapatillas y medias - Tu eres mío, SeungCheol. No lo olvides - y por último, le quitó los pantalones junto a los boxers, dejándolo completamente desnudo.
Con la excitación en la cima, empezó a marcar al mayor. Chupo y mordió el cuello blanquecino y sensible de SeungCheol, sacándole gemidos ahogados que solo lo impulsaban a más.
En un tiempo rápido, él ya estaba con los pantalones fuera y con tres dedos metidos dentro del pelinegro.
SeungCheol se encontraba dándole la espalda, con la frente presionada contra la pared tratando de no soltar gemidos demasiado fuertes que llamara la atención de los profesores o alumnos que ya estaban en clase.
Chan decidiendo que tenía suficiente del intenso apretón de SeungCheol en sus dedos, los sacó y en su lugar, agarró su miembro, colocando la punta de este en la magullada entrada del mayor.
- ¿Listo? - preguntó - Te enseñaré lo que un niño puede hacer - y sin más, entró de una sola estocada en el interior apretado.
Un grito escapó de los rojos labios del mayor, y rápido se cubrió la boca, sintiendo como el pelicastaño se empezaba a mover bruscamente dentro de él.
Vaya que Chan le enseñó que no era un niño.
Dos meses después, Chan y SeungCheol eran pareja.
Todos se lo esperaban, veían siempre las "discretas" miradas que ambos se mandaban, o cuando un día SeungCheol llegó cojeando a la escuela, cabe admitir que ese dia Chan se burló mucho de su mayor.
SeungCheol, con una sonrisa, empezó a caminar hacía la salida de la escuela donde lo esperaba Chan, pero una mano grande le tomó del brazo.
- Eh, hola... - habló el chico, SeungCheol lo miró entre curioso y confundido - Soy Kai, solo quería decir que usted... me gusta mucho desde hacía algún tiempo - el pelinegro le dio una mirada incómoda.
- Lo siento... no te lo tomes a mal, pero a mi me gusta Lee Chan.
Con una última mirada mientras hacía una leve inclinación por respeto, SeungCheol salió de aquella universidad y caminó hacía Chan, que apenas llegó lo abrazo de la cintura con una sonrisa.
- ¿Quién era ese? - preguntó, sin borrar su sonrisa.
- Tu tranquilo - le susurró y luego le besó los labios en un beso tierno e inocente, nada fuera de lugar.
Le alegraba haberse burlado del menor.
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