Caos al Acecho
Era un día que uno esperaba, fuera como cualquier otro. La verdad, era que Himmel se esperaba las cosas de otro modo el día de hoy, pero justo él lo tenía que llamar y decirle que tiene algo que preguntarle.
Se giró, al escuchar el aleteo. Vio que era el Dios de los Hebreos, no es algo que le sorprenda en estos días, ya que las reuniones que tenían entre ellos, eran cada vez más frecuentes.
-Veo que te he hecho espera mi viejo amigo. – Dijo Elohim con el mismo tono calmado de toda la vida, a la vez que estaba como tratando de alivianar el ambiente.
-¿A que me llamas? – Himmel lo miró con los brazos cruzados. – Sabes que tengo que prepararme para lo que se viene y no será algo sencillo.
-Vamos, solo dame unos minutos de tu tiempo. Has estado preparándote estos 50 años, debes de relajarte un poco. – Himmel lo miró con incredulidad. – Es más, solo quería hablar.
-¿Hablar? ¿Ahora? Se nota que en verdad eres un relajado Elohim. Después dices de donde salió Azazel.
-Oye... - El Dios no se vio feliz de que lo traten de esa manera. – Pero a lo que venimos. – Otra vez yéndose por las tangentes.... – Es sobre algo que he pensado que puede pasar en unos miles de años.
-¿Ya planeando a futuro? – Himmel le sonrió con gracia. – Vamos Elohim, falta mucho para eso. Dudo que yo viva para ver ese día.
-Lo sé. Pero lo que hemos hecho hoy, quedará. – No lo puede negar. – De todos modos, quiero tu opinión. No es que vayas a decir que en verdad importa. – Himmel rodó los ojos y asintió. - ¿Cómo crees que las personas afronten las cosas?
-¿Como?
-Sé que es una pregunta fuera de contexto, más para ti que no quieres meterte en esas cosas. Pero... ¿No te has puesto a preguntar que es lo que puede llevar a las personas a hacer ciertas cosas? Digo... La maldad es algo relativo.
-¿Dices que es justificable hacer actos crueles?
-No... Maldad es maldad. Pero tengo la sensación, de que... son las circunstancias y como lo afrontemos, lo que hace que uno se haga de ese modo. Mírate. Tú pudiste acabar siendo malo, pero no terminó así.
-Solo porque una persona dio su vida para que vea mi error. No es mérito del todo mío – El recuerdo de Rose jamás se iba de su cabeza. – Es por ella, que no acabe siendo algo peor.
-Y eso es lo que trato de decir... Pudiste tomar ese mensaje para que las cosas terminen de otro modo, pero no fue así. Lo tomaste de un modo, donde uno no acabaste queriendo destruir todo. Es como pienso, no son solo las circunstancias, sino también, lo que uno llamaría, la voluntad de cada uno.
Himmel no dijo nada, pensó que lo mejor, sería no tener pensar en esas cosas, además, de que sería de este modo en que su amigo se puede quedar mucho tiempo pensando en algo que no pueden tener respuesta, jamás.
-Depende de cada uno... Al fin y al cabo, cada persona es la que elige su propio destino. ¿Acaso ese no es el libre albedrío del que tanto hablas Elohim?
EL Dios sonrió, era verdad. Quizás, ese era el único camino que les quedaba en estos momentos.
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Duele... Duele todo...
No recuerda que pasó... No... esperen, si recuerda algo. Peleas... Si, muchas peleas. Tanto que la sangre que salía de su cuerpo, pudo matar a otro, pero no a él, no al... ¿Quién era...?
-¿¡Que tan lejos estamos!? – Voces... una mujer... La conoce, lo sabe, pero... No logra enfocarse... Es de alguien importante... Lo sabe...
-¡Solo un poco más Rias! ¡Ya casi llegamos a la zona del laboratorio de Grigori!
-¡Eso espero Azazel, le he dado CRP todo el camino!
-¿¡De que te quejas Blake!? ¡Es más, ¿Por qué eres tú la que...?!
-¡XENOVIA!
... Siente que algo así, es más común de lo que estaba oyendo. Si, siente que es así. Pero... ¿Quiénes son esas personas?
¿Quién es él? Es más, ¿Por qué estaba todo tan oscuro? Lo único que veía era un orbe rojo y... que... Se acercó a este para ver que era, pero se alejó a la vez que caminaba. Quizás...
¿Qué quería en verdad esa esfera? ¿Mostrarle algo? Ngh... ¿En serio? No estaba para estas cosas, quiere salir de aquí para así... así... ¿Qué más puede hacer? Alzó la mano izquierda, como tratando de pedir una opinión de... de... ¿Quién?
NO lo sabe, pero siente que es importante. Y sea lo que sea, debe de ir tras ese orbe rojo, que parece esperarlo. ¿Qué le deparara?
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El simple hecho de que hallan corrido hasta aquí, tratando de que Ise siga tratando de respirar, era algo que en verdad, era una proeza para ellos. Más para los que estaban seguros, que el chico estaba al borde de la muerte.
Azazel miraba al Sekiryuutei, quien estaba en una camilla creada con magia, llevada a toda velocidad hacia el centro de Grigori. Blake Belladona se había hecho cargo de mantenerlo respirando, dándole RCP, además de masajes cardiacos, ya que cada cierta cantidad de tiempo, su corazón se detenía.
Parece que el poder que creó, en verdad era demasiado grande para su cuerpo, o no estaba acostumbrado a este. Lo que si era claro, es que Ise, estaba al límite de su vida sin atención médica. Y no es que tengan más opciones, lo que le quedaba era simplemente llevarlo a....
-¡Azazel! – Penemue llego a la escena, la entrada a la zona del laboratorio. - ¿¡Que ha pasado!? ¿¡Ise!?
-¡No hay tiempo! ¡Debemos de llevarlo al área donde está esa máquina!
-¿¡Qué!? ¡Pero si eso lo creaste para...! ¿¡Acaso está sufriendo lo mismo que Rean!?
Todos vieron a la mujer con horror. ¿Lo mismo que Rean? ¿De que estaban hablando?
-No hay tiempo para que preguntes esas cosas Penemue. Llama a todos. ¡Ya! ¡Quiero esa cosa lista!
La mujer no dijo mucho, solo asintió y se fue corriendo al área donde estaba esa cosa. Azazel le pidió a los demás que sigan avanzando.
La zona del laboratorio de Grigori era amplia. Tanto como lo era un laboratorio de máxima seguridad en el mundo humano, pero era diferente en algunas cosas. Al menos eso es lo que se puede ver...
-¡Azazel! – El caído se giró para ver que... - ¡Por aquí!
Quien estaba en la zona de un gran ascensor, era una persona que tiene cabello negro y ojos violetas, y tiene un físico musculoso como el de Azazel o Baraqiel, con una barba salvaje. Lleva armadura, un yelmo, un parche en el ojo y una capa, empuñando un escudo en su mano izquierda y un hacha en su derecha, y su yelmo y escudo tienen ambos motivos de un águila o un halcón. Eso era...
-¿Y ese?
-¡Armaros-sama! ¡Que bueno verlo!
-Igualmente Ray. Rápido, pónganlo en esta camilla. – EL caído le sonrió a la chica, quien asintió.
AJ, Yang y Rossweisse cargaron a Ise y lo pusieron en la camilla médica. Armaros de inmediato le puso una mascarilla para que respire, pero...
-Hay que darnos prisa. A este paso su cuerpo va a fallar.
-¿¡Que es lo que tiene!? – Twilight estaba harta de que nadie le diga que es lo que pasa a su novio, ella...
-... Sufre de una degeneración a nivel celular, que está al nivel de la que sufrió Rean.
-¿¡QUÉ!? – Todos gritaron preocupados y era de esperarse en verdad.
-¿¡Cómo es eso posible!? – Fay le hizo la pregunta al caído, quien negó con la cabeza.
Todos los que estaban presentes, el equipo DxD, ninguno estaba entendiendo que pasaba lo que estaban haciendo era asegurarse de que el Sekiryuutei no muera, eso era vital, para ellos en verdad. Pero lo que no estaban entendiendo en verdad, era la clase de importancia que esto tiene para ellos.
Pero lo que si importaba, era que...
-Debe de ser el poder que creó. Vieron eso con sus ojos... - Bud estaba seguro de que... - Ese no es el poder que un mortal pueda portar sin sufrir el precio.
Era verdad, el Verdadero Avatar Trigger, Divinus (Deathly) Dragon Supreme God, DxD SG. Sin duda era una forma que haría a cualquiera temblar del miedo. Pero a su vez, es algo que uno no puede negar, es un poder que los ha salvado. Un poder que superó el del Súper Demonio, Rizevim. Si, un poder que es fácilmente, algo que no es de este mundo.
Pero Ise quedó así, como si estuviera vegetal, además de que sus órganos...
Azazel miró en sus manos lo que ese sujeto le dio. ¿Qué era lo que quería lograr con darle esto? Es más, Elise estaba segura de que ese sujeto...
-¿Segura de que esto no lo matará...?
-... No lo hará. Si en algo lo conozco, es que no haría algo así. – Todos vieron a la mujer con sorpresa. ¿Conoce a ese tipo? – Es más, es como le dijo a Apophis, quiere que él e Ise peleen, lo que lleva a que él siempre cumple su parte del trato. No importa que...
Ok, eso es algo que pueden decir... es curioso. ¿Qué tanto conoce Elise a ese tipo? ¿Qué es lo que tiene planeado en verdad? Pero lo que si desea hacer, es...
Una vez llegaron a la zona donde querían, se dieron cuenta que era un área médica. Se notaba por todo lo que había. Si bien estaban preocupados por lo que sería el caos que debe de estar generando Trixeha, lo que deben de hacer, es centrarse en ayudar a Ise, quien sigue en ese estado.
Penemue llegó a escena con varios caídos, que se notaban, eran del staff médico. AL menos eso es lo que desean creer.
-¡Por acá! ¡La máquina está lista! – Penemue pidió que se den prisa, lo que llevo a que todos corran tras ellos. Para que vean que era lo que Ise tenía.
Llegaron a una sala que contenía una máquina algo rara. Era como una capsula, al menos esa es la impresión que da. Lo que si era claro, era que estaba vacía, porque parece que se puede llenar de algo.
-¡Rápido, pónganlo ahí! ¡Quítenle las ropas y pongan esto en la mezcla! – Azazel le dio a uno de los caídos, lo que era el objeto que Weil le dio.
Todos vieron como los caídos, le quitaban a Ise todas sus ropas, incluso la ropa interior. Algunas chicas se avergonzaron y desviaron la mirada para no verlo en ese estado, pero al final, el Sekiryuutei fue puesto en la capsula. Una máscara de oxígeno y varios cables fueron puestos para ver sus signos vitales. Una vez eso pasó, la máquina empezó a ser llenada con un líquido verdoso. Y una vez se llenó, todos esperaron alguna respuesta.
Se notaba que eran Azazel y los del staff médico los que miraban una pantalla. Es más, se notaba como...
-... Estable. No hay rechazo. – el caído que estaba viendo el monitor, sonrió al decir ello. – Todo está bien.
Azazel, Penemue y Armados soltaron un suspiro. Parece que si habían esperado lo peor, pero no fue así. Y estaban felices por ello. Es más, Azazel sonrió... pero no dejó de ver lo que Weil le dio.
-Él sabía que...
-Disculpen, pero... ¿Él está bien? – Konoka le hizo la pregunta, a lo que él...
-Si, lo está. Al menos hemos detenido la degeneración celular de su cuerpo. – Todos soltaron un suspiro de alivio. – Pero eso es lo que más podemos hacer en estos momentos.
-¿Qué es esta cosa? – Kuroka miró la máquina donde Ise estaba...
Azazel meditó si decirles la verdad o no, pero dado el estado en que estaban, además de muchas otras cosas, decidió que lo mejor sería... eso, decirles la verdad.
-... Es una máquina creada para tratar el estado de Rean. En pocas palabras, era mi proyecto para salvarlo.
Con que eso era... Todos los que sabían de Rean y su estado, pensaron que era... de esperarse, que Azazel, su amigo, haya buscado casi con desesperación, una cura para Rean. Y por lo que ven, estuvo cerca, muy cerca. Pero no lo logró.
-... Lo que sea que me dio ese sujeto, era lo que necesitaba para completar eso que me faltaba.
-¿A que te refieres con lo que te faltaba? – Penemue le hizo la pregunta al caído, quien...
-Simplemente, siempre que pensaba que estaba logrando un avance con la situación de Rean, hallaba una pared que no era capaz de superar, eso era lo que me hacía incapaz de aplicar el tratamiento que ahora mismo están viendo.
Nadie dijo nada ante las palabras del caído, ya que en si, eran ciertas. Todos los que sabían lo mucho que se había esforzado para poder curar a Rean, habían visto las veces en que no había logrado hallar ese algo que faltaba para poder curarlo. O al menos tratarlo, pero ahora, había servido.
Y era porque Weil se había dado la molestia de darle, ese algo que faltaba. Y vaya que era molesto, para Azazel, el pensar que le debe algo a ese tipo. Puede que tenga su modo de hacer las cosas, pero en verdad, era algo muy molesto. Y a la vez, que le daba rabia. No solo por como lo hizo, sino el motivo.
Quieren que Ise esté en la pelea, sienten que de seguro sin él, el ganar no sería del todo placentero y Azazel debe de admitir, que es cierto en cierta manera. Ise era clave en la Alianza y en DxD.
Paso a ver la máquina donde estaba el muchacho, durmiendo como si nada pasara en este mundo, lo que lo llevo a pensar que en verdad, quizás esto sea lo que Ise necesitaba por ahora, descansar. Ya había cargado el peso del mundo muchas veces. Lo mejor para él, era descansar un poco, mientras ellos...
-¿Qué haremos ahora? – Ruby le hizo la pregunta. – Trixeha está despierto. Y de seguro listo para atacar lo que sea.
-Además de que tiene bajo su yugo, un montón de Grimms y Evil Dragon bajo su poder. Esto no será un paseo en el parque. – Rossweisse sabía que... - Azazel, debemos...
-Lo sé. Pero por ahora, hay que centrarnos en poder hacer que todas las cosas se pongan en un modo estable. – Pasó a ver a Penemue. – Quiero que vayas y avises a todas las mitologías, que las cosas han salido de la peor manera posible. La bestia del Apocalipsis ha despertado.
La mujer asintió y salió de ahí, lista a informar de la situación en la que están en estos momentos. Además, de que deben de estar listos para lo que sea.
-... ¿Cuál es el plan ahora? – Vali habló con firmeza, a lo que Azazel...
-Descansen. Todos... - Miró a todos los jóvenes. – No dudo que estos días serán algo que todos pueden considerar, como los más difíciles. LA guerra por la supervivencia del mundo inició y deben de estar listos. Todos.
Rias vio como Azazel se retiró, de seguro para hacer lo que debe de hacer, ella pasó a ver la máquina donde estaba su novio. Lo veía dormir tan tranquilo, ese líquido era lo único que lo mantenía vivo en estos momentos. Se acercó a la capsula y toco el vidrio, para poder pensar que...
-... Esta vez, nos toca ser los primeros en pelear Ise. Descansa, lo necesitas. – La demonio sonrió un poco, ya que intuía que tras este descanso, Ise volverá más fuerte que antes.
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En lo que era un cielo, no tan claro como el del mundo humano, pero tampoco tan oscuro como el del mundo de los demonios, se veía como Trixeha estaba volando, seguido de la horda de Grimms y Dragones. Este no les prestaba atención, es más, la bestia no prestaba atención a nada más. Solo buscaba acostumbrarse a la sensación de estar libre de nuevo... Libre.
No solo eso, estaba seguro... de que solo era cuestión de tiempo antes que pueda llegar al lugar donde siente, es el que debe de estar. Donde la destrucción, será total.
Una de las cabezas pasó a ver lo que era algo que lo seguía muy de cerca...
Era un Grimm enorme, parecido a un cachalote, que empequeñecía exponencialmente a Nevermores y Sphinxes o muchas otras cosas que lo seguían. Su cabeza carecía de ojos y tenía un brillo anaranjado, similar al de un ciclpe, con el cráneo de una ballena visible en el interior. El Grimm parecía tener picos cristalinos púrpuras gigantes y rocas grises en la parte superior e inferior del cuerpo y se demostró que tenía cinco pares de aletas rojas en forma de alas de murciélago, lo que le permitía volar. Los cristales de color púrpura en su cuerpo estaban compuestos de círculos mágicos, lo que le permitía volar.
Trixeha sentía que dentro de esa cosa, estaba algo... o alguien, que es lo que lo despertó. Es más, siente que pueden ser útiles. Puede que sea una bestia que solo vive para la destrucción, pero ni siquiera es tan tonto como para no aprovechar una ayuda de vez en cuando. ¿No?
Dejará que quienes estén ahí, lo sigan ayudando. Solo es cuestión de esperar y ver que es lo que sigue. Solo eso le quedaba por hacer. Si, por ahora, esperara un poco antes de irse por uno de los lugares donde siente hay seres poderosos... ¿A cual debe de ir primero...?
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En el interior del Grimm gigante...
-No puedo creer que este sea el interior. Salem, el lugar es un chiquero...
-No es que puedas decir que pudiste hacer algo mejor, Aži Dahāka. – La mujer miró al dragón en su forma humana, quien no se mostraba tan feliz de ver el interior de este lugar. – Monstra no es un lugar para vacacionar, es la base para seguir a Trixeha. No esperemos que sea como un spa.
Y no era para menos, al menos eso es lo que Aži Dahāka estaba pensando. El interior de Monstra estaba compuesto por paredes carnosas de color rojo oscuro y púas de hueso, goteando ese líquido que Salem usaba para genera más Grimms, a lo que el dragón lo veía como algo asqueroso en verdad. Se podía ver que los pisos de sus pasillos eran una sustancia similar a un cartílago, con marcas rojas brillantes de Grimm que delineaban el camino. En estos, las puertas eran igualmente carnosas, siendo una membrana translúcida en Monstra que se asemejaba a la arquitectura gótica, y grandes venas colgaban por encima.
Monstra, era, a falta de otras palabras, una fortaleza móvil biológica. Una que le ha tomado a Salem su tiempo en crear.
-Ya, déjalo Aži Dahāka. – Apophis se puso al lado de su igual. – No es que podamos pedir algo más.
-Bah. Solo pido algo de comodidad visual al viajar. ¿Es mucho pedir?
-Tampoco es que hayas trabajado en algo. – Ilia miró al dragón con molestia, este hizo un puchero. Eso sonó cruel. – De todos modos, al menos esta cosa vuela...
-¿¡No sabían si volaba!? - Aži Dahāka gritó con horror, hasta Apophis abrió los ojos con horror. Eso no era muy tranquilizante... - ¿¡Alguien pensó que pudo haber un error en los cálculos!?
-... Al final vuela...
-Me largo... - Aži Dahāka se giró para poder irse. - ¡Abran las compuertas, me quiero ir de este ataúd volador!
-¡Tranquilízate idiota! – Apophis detuvo a Aži Dahāka, quien estaba seguro de querer largarse. - ¡Tampoco es para que...! ¡AH, no muerdas!
Salem, Ilia y Cinder vieron con una gota de sudor como los dos Dragones se comportaban como niños. Ilia no pudo evitar soltar una risa, a lo que Cinder hizo lo mismo. Salem negó con la cabeza con una sonrisa. Era extraño...
Si, lo era. Ver como los que eran los que quería acabar con el mundo, actuar como si nada. Como si fueran personas normales. Y eso, a su vez, demostraba que había más en lo que ellos pensaban. SI, era algo que en verdad no se podía ver como común, pero era lo que estaba pasando. Era lo que estaban viendo.
Lo que pasaba en verdad, es que cada uno de ellos tiene sus propios demonios. La verdad, no era que hayan sido malos desde el inicio. No, hasta los Evil Dragons como Apopohis y Aži Dahāka tienen sus motivos para hacer esto, pero a la vez...
-¿En serio están discutiendo de este modo ustedes dos...?
-¡Doc, dígame que esta cosa no se va a caer! - Aži Dahāka gritó en desesperación. - ¡Sería una manera muy patética de morir si eso sucede!
Weil miró al dragón como si fuera un idiota, hasta Aži Dahāka lo sintió... Pero soltó un suspiro.
-Si Aži Dahāka, no caerá. Confía en algo en mí, ¿si? – Esa era una manera de verlo. - Lo que quiero, es que estén listos para lo que sea que se venga.
-¿A dónde crees que vayamos? – Apophis hizo la pregunta, a lo que el hombre dijo....
-Dejemos que Trixeha elija. Ahora mismo, tengo la sensación de que se está acostumbrando a volar en el mundo, de nuevo. Nuestros planes no varían, sin importar que...
El hombre se dio la vuelta, para irse a otro lado. De seguro a...
-No hagan idioteces. – Salem miró a los cuatro. – Hay que estar listos para lo que sea.
Los 4 asintieron, dejando que la mujer se vaya tras el humano. Notando que...
-¿Qué creen que desee hablar con él?
-No lo sé. – Cinder se encogió de hombros. – Solo tengo la certeza, de que sea lo que vayan a hablar, no me interesa.
-Eres un amor de persona... perra.
Apophis y Aži Dahāka vieron a esas dos verse desafiantes, se notaba que no había nada de cariño ahí. Por lo que se dieron media vuelta y se fueron a otro lado, era lo mejor.
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La mujer llegó al lugar donde sabía, estaba Weil. Sobre el cráneo de Monstra, Salem había colocado un trono para ella misma para poder pasar por alto lo que estaba por delante. El puente era extremadamente grande, lo que permitía que la totalidad de su facción permaneciera cómodamente dentro y esperara sus órdenes. Dado que estaba en el cráneo de Grimm, el trono de Salem era de naturaleza similar a un hueso, y se demostró que tenía varias marcas de Grimm. Al tocar el trono, Salem podía ordenarle a Monstra que se despejara del humo en su cabeza para revelar lo que veía.
Y eso hizo, ya que notaba como Weil estaba esperando que el Grimm les mostrara lo que veía. Y una vez lo hizo...
-Es increíble. Años de planeación y aquí estamos... a unos pasos de la meta.
-... Es por esto que te uniste a Riezevim, ¿verdad? – Salem se puso al lado del hombre. – Lo usaste desde el momento uno.
-Fue algo de ambos lados. No soy un santo, pero Rizevim era peor. – Weil sonrió. – No creas que no sentí asco al saber lo que le hizo al Sekiryuutei.
-Tú debes de saber que ese niño, es la reencarnación de ese hombre. Rizevim lo odiaba a morir.
-Y mira como acabó... Je. No creo que puedas decir algo Salem... Veo que odias a Haou también.
-No deje que me consuma. Me enfoque en otras cosas. – la mujer miró lo que Monstra veía. – Es una vista más que... interesante.
-Lo es... - Weil miraba a Trixeha volar. – Dime... ¿Qué te llevó a ser esto? ¿La bruja que creaba Grimms? ¿Qué te hizo unirte a Lucifer?
-¿No lo sabes? Supongo que ya has investigado de ello... - Salem le dio una sonrisa ligera, no la que siempre mostraba, sino una más... real. Casi se podía ver las facciones humanas, de la bella mujer que fue en el pasado.
-Quiero oírlo de tu boca, lo hace más... real. – Salem soltó una risa, a lo que él hizo lo mismo.
-Por donde empezar. Creo que puedo decir que no siempre fui... esto.
-¿De que hablas? – Weil miró a la mujer como si fuera más que obvio, que no sabía de que estaba hablando. – Tengo entendido de que en verdad estabas muy segura de lo que estabas haciendo.
-Je. Esa es la cara que deseo que todos vean. Pero, sabes, a veces me pongo a pensar que quizás pudo ser de otro modo. Si pude haber hecho las cosas de otro modo. Ya sabes, el haber elegido un camino diferente. – Salem solo se puso a ver al anciano, quien no estaba entendiendo nada de lo que estaba diciendo. – Hace años, yo era una mujer como cualquiera. La era de las batallas de las Facciones era algo común. Vaya que se detestaban esos 3 bandos. Pero a la vez, era algo que me ponía a pensar, pasaba por las situaciones y la era. Aun así, era molesto. El ver como esas 3 razas se mataban entre ellos, el ver como las demás razas no hacían nada. Ya que en verdad era algo... más allá de lo molesto... Me enfurecía. Detestaba a esos seres, ya que en verdad, lo único que hacían era ponerse a pelear. Porque la existencia del otro bando, era la razón suficiente para odiarse. Y así pasaron varias cosas... hasta que... - Salem se detuvo unos segundos, de seguro buscando como seguir con su relato. Uno que en verdad estaba trayendo malos recuerdos a la mujer, pero que eran necesarios para que se pueda saber el porque hace todo esto. – Un día, la batalla llegó a afectar una zona poblada por los humanos. Poblada por gente que no sabía de nada de lo que estaba pasando. Para ellos, el ver esas ráfagas que caían del cielo, eran como meteoros y a la vez, eran el castigo de Dios hacia ellos. El castigo de su deidad hacia ellos. Era absurdo, pero a la vez, era algo que pasaba. Era algo que ellos creían... Y mucha gente murió ese día. Muchos perecieron... pero a la vez...
-... Salem... Si no deseas hablar....
-.... Mi familia... mi esposo y mis hijas... - Salem por un segundo, se vio nuevamente como una mujer humana, normal, lejos de la apariencia de la persona que todos consideraban un monstruo, una bruja. Ella... - Solo yo sobreviví... No sé si fue por suerte o una cruel broma del destino, pero no pude hacer nada más que ver los cuerpos destrozados de mi familia entera, alzar el cielo y ver que la batalla entre esos 3 bandos seguía, que reí... reí de amargura, de rabia, de odio. – Salem apretó los dientes al decir ello. – Lo que vino luego, fue sencillo, el de tener que irme de ahí... buscar un medio de... traerlos a la vida. El dolor me había cegado, me había enloquecido, no lo niego Weil. Pero quería ver a mis hijas de nuevo, a mi esposo... estaba dispuesta a todo... lo que sea. Que vague años... busque el poder de otras mitologías, busque el poder de otros sitios. Pero no importaba a donde fuera, siempre era lo mismo... cada deidad o mitología me negaba esa oportunidad de hacerme de nuevo con mi familia. Y... fue así, hasta que lo vi. A él...
-Lucifer... - La mujer asintió...
-No fue un encuentro grato. No... Fue más como si... él supiera lo que yo quería y que yo le daría, lo que quería.
Flashback
Salem estaba viendo en medio del lago, tras haberse sentido rechazada de nuevo por otra mitología, por la oportunidad de que le traigan a su familia de regreso. Pero ya no había nada más que pudiera hacer, ella... ella en verdad estaba...
-Veo que estas harta de seguir buscando...
Ella se giró, para ver a un hombre de cabello plata ir hacia ella. Salem afiló la mirada, esa apariencia... ese poder...
-¿Qué desea el líder de los 4 Reyes Demonios conmigo?
-Tu respuesta.
-¡Dije que no! – Salem se puso de pie, adolorida, pero no estaba para rendirse y dejarse llevar por lo que este sujeto le diga. - ¡No me voy a unir a tu lado!
-¿En serio? Sabes que puedo darte lo que deseas.
-¡Es por su guerra que mi familia murió!
Salem recordaba el día en que este demonio se le acercó con la propuesta de que si se une a él, puede buscar la manera de hacerse con el poder de revivir a su familia. Pero ella no... ella no iba a aceptar, de ninguna manera. No tras todo el dolor que le ha traído.
-¿En serio vas a seguir con esa actitud pedante tras haber fallado en todas tus opciones? – Lucifer por su lado, solo afiló la mirada. - ¿En verdad crees que uno de esos Dioses se dará el trabajo de revivir a unos mortales? Bah, son tan arrogantes, que no se dignan en mirar a sus pies ni una vez. Para ellos, son solo hormigas.
-No hables como si fueras mejor...
-Al menos yo puedo ver la utilidad que tienen ustedes los humanos. – Lucifer se acercó a la mujer... - Es una pena que tan bella mujer se este viendo envuelta en este viaje, que ya lleva años y nada de resultados.
Salem desvió la mirada, para verse al agua... Era, a ojos de todo el mundo, una bella mujer de piel clara, cabello rubio platino pálido y ojos celestes. Llevaba la mayor parte de su cabello en un estilo de moño medio recogido, con un moño pequeño y simple en la parte superior, y el resto de su cabello largo y liso colgando en la parte inferior. La mayor parte de su flequillo estaba recogido, salvo varios mechones grandes que enmarcaban su rostro a su izquierda.
Llevaba un vestido blanco de dos piezas que consistía en una blusa plisada sin espalda blanca sin mangas, superpuesta diagonalmente, con un cuello alto cuadrado azul pálido adornado con un cristal en forma de rombo de color aguamarina en la clavícula, rodeado por dos rombos blancos más pequeños. Su falda larga de cintura alta era blanca con un ligero tinte púrpura, adornada con emblemas de diamantes blancos y líneas onduladas blancas cerca del dobladillo inferior, con volantes alrededor de la cintura y completada con una faja púrpura. Como accesorios, llevaba pendientes circulares grises, un par de brazaletes de color marrón opaco y una fina tira de cuero que sujeta el mismo cristal sobre la faja, y sus largas uñas estaban pintadas de color lila pálido. Si se nota con cuidado, también tiene unos tenues zapatos planos de tacón de color púrpura oscurecidos por la falda.
Pero el tiempo, el viaje, el clima, todo... habían estado quitando poco a poco esa belleza que siempre tuvo consigo. Hasta las ropas estaban desgastadas... y ella... ella se veía cada vez peor.
-Vamos hermosa... solo quiero que me ayudes con un trabajo que tengo para ti.
-... ¿Qué cosa...? – Ella se había negado miles de veces, pero hasta ella tenía un límite, hasta ella estaba segura de que tarde o temprano, las cosas no iban a poder seguir del modo en que estaban avanzando. Se estaba desesperando, la esperanza la estaba perdiendo.
Lucifer sonrió, como sabiendo que luego de esto, no hay nada más para ella... que ya la tenía en sus garras.
-Hay unos seres que deseo controlar, puede que no lo sepas, pero lejos de aquí, hay un reino donde la magia y similar, es algo muy... normal. He escuchado de un humano que se hizo del poder de uno de esos seres y lo ha hecho muy poderoso, a la vez que, que gana poderes más allá del control de nuestro mundo. Que supera las leyes que los Dioses crean.
Salem lo vio con sorpresa. El poder que puede ir más allá de las reglas creadas por esos seres que... Rigen el mundo, pero no se preocupan por él. Que lo ven como suyo, sin ser así. Los que le niegan regresarle lo que ellos mismos le quitaron con sus guerras. Con su avaricia, su orgullo. Ella...
-... ¿Qué quieres que haga?
-Simple. – Lucifer se acercó a ella... se arrodilló y... - Hay unos seres que cree en el pasado... en un intento de crear mi propia raza, cree seres de oscuridad que... no son inteligentes ni poderosos, pero si son numerosos. Ahora mismo, andan por ahí, libres. Así que... Quiero que alguien los tenga en control.
-¿Me quieres dar el control total sobre esas cosas? ¿Qué es lo que puedes ganar de hacer eso? – Salem trataba de ver la trampa o el hueco legal de lo que sea que este tipo le esté diciendo que haga, ya que al final, es un trato con un demonio. Un trato que le puede costar algo caro... muy caro...
-Solo quiero que alguien vigile a esas cosas que yo he creado. Quiero que un día, se puedan usar como armas vivas... Además, tengo el conocimiento de que tus habilidades para esto, es más que... increíble. El del control y del estudio. Por algo, eres una de las brujas más reconocidas...
Salem guardó silencio. Era verdad, todo eso era antes de que...
-... ¿Cómo puedo tener la seguridad de que me darás tu palabra?
-Simple... ¿Has oído de las Maidens? – ella abrió los ojos con sorpresa.
Claro que las había oído, eran esas mujeres que se dicen, ganan poderes elementales en base a una de las 4 estaciones. ¿Qué es lo que trata de decir con esa información?
-Si... lo he hecho. Es más... Toda bruja a oído de ellas, al menos una vez.
-Si me ayudas, puede que te permita investigar de ellas, sin límites. Sin nada. Solo tú... solo tú y el poder para poder lograr acabar con tu sufrimiento eterno. ¿Qué me dices? ¿Tenemos un trato?
Salem miró la mano del hombre... del demonio.
Años vagando por este mundo, en busca de diferentes modos de buscar como revivir a su familia. De como poder hacerse con el poder de traerlos de vuelta. Ella... ella solo quería... Dio todo de si por ese medio, por esa promesa... hasta dio su cuerpo en busca de esa promesa, pero nada...
Este demonio, le estaba dando la oportunidad, al menos eso desea ella creer. De que... de que...
-... Bien... - Salem alzó la mirada y Lucifer sonrió, satisfecho. - ¿Qué debo de hacer?
De la mano extendida del demonio, apareció en un círculo mágico, lo que parecía ser como un corazón de color rojo intenso con unas venas negras. Ella...
-... Para tu meta, debes de tener la biología de un Grimm. Debes de ser inmortal... Así que, mi querida Salem... come esto. Y el trato estará completo.
La mujer miró el objeto... como latía, sentía el poder maligno de esta cosa. Y como... como parecía tentarla. Y vaya que era tentador. Pero a la vez... ella... ella... Cerró los ojos, lo único que estaba en su mente, era su familia. Su esposo... sus 4 bellas hijas. Ellos eran todo lo que ella deseaba. Y ya estaba harta de seguir las reglas de unos Dioses y un mundo... injustos, crueles... Al diablo la moral y lo correcto... nada de eso servía. Nada de eso le daba lo que quería con tanto anhelo.
Salem alzó la mano, tomó el corazón y ante la sonrisa de Lucifer, comió el órgano con asco, con rabia y a la vez, con dolor... ya que una vez terminó de darle el último bocado. Sintió que la garganta se le cerró, que no era capaz de respirar, era como si... le estuvieran haciendo arder desde adentro, como si cada órgano de su cuerpo ardiera.
La mujer no supo cuanto tiempo pasó, pero sentía que se arrancó el vestido porque le calor era demasiado, como se lanzó al agua en un intento vano de querer apagar ese incendio en su cuerpo, pero no pasaba. Era como querer apagar el solo con el mar. No bastaba, jamás lo haría.
Y no fue hasta que pudo al fin sentir algo de calma, que se alzó a la superficie y se aferró a la orilla, como se aferró a lo que era su último salvavidas y...
-Debo de admitir, que ahora tienes la apariencia que esperaba...
La voz del demonio la hizo preguntarse como se veía... se giró para verse en el agua del lago, que seguía moviéndose de modo constante por el movimiento, hasta que al fin, se dejó de mover... se vio...
Su piel era actualmente de una palidez mortal, con escleróticas de color negro azabache en los ojos e iris carmesí resplandecientes que brillaban más cuando estaba agitada. Si bien inicialmente conservó su peinado de medio moño para su cabello blanco pálido ahora decolorado, la transformación lo ha rediseñado en un moño más grande con seis ramas envueltas juntas que también suspenden varios adornos de color obsidiana. Tiene venas de color púrpura oscuro que recubren su rostro y brazos, y ahora tiene una marca negra en forma de diamante en el centro de la frente.
La desnudez de su cuerpo, la hizo ver de hecho, que todo su ser se había convertido en eso... eso que ve en el lago y...
-Y bien... ¿Conforme con el poder que sientes?
Salem no negaba que sentía un poder enorme. Un poder gigante... ella... ella en verdad...sonrió al verse... la sonrisa era clara... había perdido su humanidad. Pero con esto, puede lograr su deseo. Puede lograr... lo que quiere...
No le importa nada más... al diablo la humanidad y el mundo... no le han dado nada. Y ahora ella, lo quiere todo para poder calmar el dolor en su alma.
Fin Flashback
Weil oyó el relato con seriedad... Salem siguió viendo al frente. La mujer se miró las manos. Sus uñas negras, producto del tiempo, eran una marca clara de lo que corre por sus venas, es todo, menos sangre.
-Creo que, desde ese día, en verdad me arrepentí de haber hecho algo así, pero era lo que me quedaba Weil. Había perdido la esperanza. – Salem estaba segura de que sea lo que pase por la cabeza del anciano, era todo menos lástima. – Sé que, en el fondo, esas cosas no son como lo esperaba, pero me dio el tiempo de hacerme con una meta... una idea. Y la he estado tratando de cumplir desde el día que supe, que Lucifer solo me usó, como lo hizo su hijo.
-¿Quieres ver el mundo acabar?
-Quiero morir con él. – No dijo nada a lo que ella dijo, era de esperarse que pensara de ese modo. – Mi esposo, mis hijas... mi cuerpo, mi alma... todo lo he dado para una meta Weil. Pero nada de esto me ha llevado más cerca de mi meta. Nada. Solo me he hecho darme cuenta de lo maldito e injusto que es este mundo, de que al final... No importa que hagas, siempre acabas mal. Nunca... es a tu modo.
El humano no le dijo nada a la mujer, quien solo se quedó viendo las afueras de lo que Monstra veía. Si, era un modo de ver las cosas, pero Salem no estaba equivocada, para nada, estaba en lo correcto en varias cosas, pero a la vez, estaba con la certeza, de que si las cosas hubieran sido de otra manera, ella no sería el monstruo que está viendo ante sus ojos.
-Por algo, es que hemos hecho esto Salem. Todo, ha sido para este momento. Ni más ni menos.
-Lo sé. Por eso, es que acepte esto. Acepté el ir contra ese idiota.
-Lo odiabas. – Salem rio, no lo puede negar. En verdad lo hacía. – Pero todo ha ido a pedir de boca. Es más... dime una cosa... ¿Crees que puedas seguir hasta el final?
-... Si con eso puedo ver el fin de todo. Lo haré con mucho gusto. – Salem sonrió. – Es más, Cinder hará lo mismo. Apariencias y actitudes aparte, ella también sufrió por las injusticias de este mundo. De seguro más que nadie... más de lo que puedes creer.
-Eso es posible. – Weil miró a Trixeha y como la bestia se estaba moviendo tras abrir una puerta dimensional. – Ya debe de haber decidido a donde ir.
-Entonces... ¿Te parece si pasamos a ver cómo están los otros dos? – Salem sabía que era la hora de sacar a esos dos. – Han esperado mucho...
-Si, vamos. Deben de estar ansiosos. Como el resto...
Ambos caminaron a lo que sería un gran pasadizo, uno que en verdad demostraba la biología del Grimm. No solo ello, se veía como cada paso que daba, sonaba como si se pisara un charco de sangre. Salem pasó a ver al anciano que estaba a su lado y...
-No puedo creer que hayas tenido a esos dos tanto tiempo. Siempre pensé que los usarías, una vez estuvieran ya listos. Pero no, has esperado mucho... hasta este preciso momento.
-Necesitaba un plan de respaldo.... Ya sabes, en caso... las cosas se salieran de control. Tú sabes como se pueden poner esos 2. – Los Evil Dragons eran muy leales, si es que ibas con lo que ellos consideraban su camino a su meta. – Dado que las cosas salieron bien, pues no hay mejor manera de usarlos, que ahora. Que estamos por atacar a varias facciones.
-Si. Pero... ¿Qué es lo que has hecho con ellos? Tengo entendido que cada uno era tan fuerte como los antiguos Maou. Dudo que su poder nos ayude dado donde estamos yendo.
-Oh, de eso no te preocupes. He logrado usar algo de la información que obtuve de los Súper Demonios, para poder ir y hacerme de una que otra cosa, que nos puede ayudar. Es más, esos dos ya deben estar al nivel de un Dios, dado el tiempo que los he dejado encerrados en esas capsulas. Y con células Grimms.
Salem no lo iba a negar jamás, pero el hombre en verdad un genio. Aplicó lo que ella le dio de tal manera, que le dio un aumento de poder a esos dos. Además de que los ha hecho prácticamente, invencibles.
Ella miró como la puerta donde estaban esos dos, se abrió. Entró tras el doctor, para ver las capsulas donde estaban... Los dos seres que este mantuvo guardados, todo este tiempo.
-Me alegro de ver que están despiertos. Ya deben de saber que pasa...
Las burbujas de las máquinas, eran la respuesta que recibió. Y Salem sabía que, a menos que él los saque de ahí, no habría más respuestas. Pero se sentían las intenciones... Las claras intenciones de esos dos. Como deseaban salir y...
-¿Ya desean salir? Saben que una vez lo hagan, deben de hacerlo con... mis reglas. Ni más ni menos. Es más, quiero que entiendan que nada de lo que quieran hacer, pesa más sobre mis planes. – Ambos seres guardaron silencio, como aceptando la propuesta del hombre, quien asintió. Eso era lo que deseaba. – Muy bien...
Se acercó a lo que era la máquina de control y tras oprimir un botón, hizo que las capsulas que tenían a los dos seres, expulse el líquido... este era de un color purpura, muy viscoso, así como repugnante, ya que, como Salem lo dijo, ahí yacían células de Grimms. Eso debe de hacer que el color de esta cosa...
Weil alzó la vista y vio como los dos seres, se quitaron las máscaras y también los cables en sus cuerpos, pasando a ver al hombre, sus ojos rojos con el glóbulo ocular negro, demostraba lo mezclado del ADN Grimm en ellos.
-Ngh... Meses tras haber sido derrotado por ese sujeto.
-Él murió hace unas semanas...
-Lástima... quería matarlo yo... - Quien se puso de pie, tenía vestigios de una piel rojiza como la sangre, así como una que otra marca negra. – Pero creo que me puedo conformar con matar a los mocosos que tanto protegió. Más con mi nuevo poder.
-No hagas algo que vaya contra los planes que tenemos, Rahab. Te hemos salvado por una razón, no lo olvides. – Salem le quiso hacer recordar, que él no tiene la faculta ni la capacidad de elegir que hacer en estos momentos.
-Bah. Lo sé... No me lo repitas... No quiero terminar como la última vez. Es más... agradezco que me dieran todo este poder. – El demonio, quien fue el que rigió el Mar Rojo, estaba feliz de estar de vuelta y de poder... - Y si vamos a acabar con este mundo, mejor para mí.
Weil y Salem se vieron las caras, era lo mejor que sacarían de este sádico. Pasaron a ver al otro, quien se puso de pie, se miró el cuerpo.... Lo único normal, era su pecho, y el brazo derecho. Lo demás estaba hecho del mismo material oscuro de los Grimms.... Es más, algunos huesos salían de ciertas zonas.
-¿En serio me dejarán hacer lo que quiera?
-Solo si es que te pones a ayudarnos. Dices que deseas acabar con las mitologías del mundo entero... ¿No? Pues eso es lo que haremos. Ni más ni menos.
El sujeto se miró las manos, se puso pensativo y...
-De acuerdo... Solo me importa cumplir mi meta. Al final, que todo desaparezca, es lo que pensaba hacer. Además, quiero vengarme del mocoso que me dejó en este estado. Y de todo lo que ha estado protegiendo.
-Bueno Kahim, espero que te guste la idea de que, pronto, eso será más que posible. – Salem sonrió al ver como el humano, ya gran parte Grimm, sonrió al pensar en ello. – Con esto, solo necesitamos de nuestros 3 aliados y listo. Podremos seguir con el siguiente paso... Pero... ¿A dónde nos está llevando Trixeha en verdad?
-Simplemente, creo que nos lleva a donde la enemistad dentro de esa Facción, es la más fuerte. Es lo que creo... - Weil sonó confiado en lo que se viene. Muy confiado. – Ustedes dos, vayan y prepárense para lo que se viene. Es hora de destruir una de las Facciones que son la base de este mundo.
-Eso suena a algo que no nos decepcionara. Jejeje.
Salem dio una risa, así como los demás... Era la hora de acabar con esto de una buena vez.
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A las afueras, Trixeha seguía volando... Sentía energía... poder.... Enemistad, discordia... Tanto poder negativo, que le estaba llamando. Ahí debía de ir... Es más, su mente le hizo recordar algo... un recuerdo del mundo del que nació tras su destrucción. Si, la destrucción que se generó... de ahí el recuerdo de como llegar ahí. Sabe como llegar ahí...
Una de las cabezas se alzó y abrió su boca. EL rugido del cual salió la onda de choque, era de silencio puro. Había poder, había temblor, pero no sonido. Aun así, abrió una puerta dimensional, lo que lo iba a llevar a lo que sería... su primera meta.... Su primera carnicería.
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En una parte del mundo humano, se podía ver como el cielo estaba siendo cubierto por nubes negras... No eran normales, eso es algo que ella era capaz de decir con solo mirarlas unos segundos.
-Algo anda mal... - Hope miró el comunicador que ella tenía conectado a Bud. – No hay noticias de lo que ha pasado en su misión.
-Debemos de confiar en que ellos están bien. – La mujer se giró, para ver que Sombra estaba acercándose con una enorme roca, dejándola a un lado. – La entrada ya está abierta.
-... ¿Dejaste que esos 3 entren? – el hombre miró al otro lado. - ¡Sombra!
-¡La loca entró una vez libere la entrada! ¡No pude hacer nada! – Si, era de esperarse que jamás pueda ir contra Hope. – Es más, está con esos dos.
-Cielos... - Hope se llevó las manos a la cara. – Juro que cuando vea a... - en eso, recibió una llamada. – Hmmm. Parece que tenemos una comunicación de la central de DxD... Oh. Azazel dice que sigamos centrados en lo nuestro, que Bud y Kasumi están bien.
-Eso es bueno... Pero, ¿Crees que sea necesario seguir buscando? Digo, ya hemos hallado mucho de ese metal.
-Ellos tienen un plan, con el que necesitan del metal en su forma pura. Hay puntos que solo se cuentan con los dedos de las manos, donde puedes hallar ese metal. – Hope sonaba segura de que la misión que estaban haciendo, era en verdad importante y no solo una perdida de tiempo.
Sombra sentía que era lo mejor que pueden hacer, dado que han estado en esto meses, es solo cuestión de tiempo, antes de que ellos...
-¡Hallamos la zona donde esta nuestro metal! – La voz aguda que salió del comunicador fue tal, que ambos saltaron un poco. - ¡Es otra gran puerta!
-... OK. – Hope tomó aire. – Esta vez, esperen a que lleguemos. No queremos que se repita lo de las 5 veces anteriores. Saben a que me refiero... Ustedes dos, amárrenla de ser necesario.
-A la orden.
-Por supuesto.
-¡TRAIDORES!
La comunicación se cortó. Hope soltó un suspiro y Sombra sonrió...
-No vas a negar que te has pegado a esos 3...
-... No lo haré. Pero debo de ser estricta... más con ella... Cielos... - Hope caminó hacia la entrada. – Pensar que el equipo JNR sería tan enérgico a pesar de todo...
-Son fuertes... han superado algo difícil.
Y ella no lo iba a negar. Hora de ir por ese metal, la misión que tienen, es de vital importancia.
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