Capítulo 12- Split
Capítulo 12
El ballet es cruel...Debería ser ilegal.
Kael Thomas.-
Kael y yo no salimos en todo el fin de semana para poder continuar con nuestra investigación acerca del paradero de mi padre. Tratamos de volver a entrar en la habitación de tía Kate pero fue imposible ya que ella se mantuvo encerrada todo el tiempo. Después que volvió de esa fiesta ha estado muy rara. Con decir que ni siquiera nos regañó por quedarnos hasta tarde viendo películas y comiendo palomitas.
¡Créanme! En su estado normal hubiera hecho un alboroto por vernos comer encima de la cama.
Tampoco quería comer. Nos dijo que algo en la fiesta le cayó mal y no se sentía bien. Kael se preocupó por ella y le insistió llevarla al hospital pero ella se negó.
Al final del fin de semana solo teníamos un nombre y una foto.
Robert Hamilton...
Hasta pensé en como sonaría mi nombre con ese apellido.
Kara Marie Hamilton...
A Kael se le ocurrió buscar en internet, buscamos en todas las redes sociales, pero no aparecía el nombre del sujeto. Era como si no estuviera registrado en ningún lugar.
****
De vuelta al colegio debíamos empezar con los cursos extracurriculares. Yo no era una gran artista pero sé que no me irá tan mal en las clases de arte. Al contrario de mi primo Kael, que se la pasó todo el almuerzo lloriqueando en mi hombro, yo estaba tranquila.
-De solo pensar que tendré que usar mallas me da nauseas.
-Vamos, Kael. No debe ser tan malo.
-¡Hey! Es una buena idea—Lo miré, tenía esa mirada de cuando se le ocurre hacer cosas extrañas—. Iré donde la señorita Grettel y le diré que tengo nauseas. Así no tendré que ir a esas prácticas del estúpido ballet.
-¿Y qué le dirás la siguiente vez? ¿Qué tienes diarrea? Además, si dices que te sientes mal te enviaran a la enfermería y...—Puse voz tenebrosa y mirada lúgubre para decir lo siguiente—Te pondrán una inyección.
-¿Inyección? –Abrió sus ojos al máximo. Su cara parecía la de un ciervo en peligro. Desde niño Kael siempre le ha tenido pavor a las inyecciones.
-¿A quién va a inyectar?—puso su plato de ensalada en la mesa. Isa miró a Kael que mantenía su cara de angustia y luego a mí que me atragantaba con una hamburguesa— ¿Qué le pasa?
Aun con la boca llena de hamburguesa le respondí—Joy emesan juj clajef ne mhjet.
-¿Podrías tragar todo eso primero?
Tragué todo y tomé soda para ayudar a digerir.
-Hoy es su primera clase de ballet—Isa abrió su boca en forma de O comprendiendo todo.
-¡Hola, chicos!
Chanyeol se nos unió en la mesa, en su plato tenía una gran hamburguesa igual a la mía y un jugo de naranjas natural. Su sonrisa delataba su estado de ánimo, parecía estar muy emocionado por algo.
-Ya quiero empezar con las clases de actuación. Tengo preparado algunos monólogos de Hamlet.
-¿Hamlet? ¿El de ser o no ser, ese es mi dilema?—Pregunté.
- Ser o no ser... He ahí el dilema.
¿Qué es mejor para el alma,
sufrir insultos de Fortuna, golpes, dardos,
o levantarse en armas contra el océano del mal,
y oponerse a él y que así cesen? Morir, dormir...
Nada más; y decir así que con un sueño
damos fin a las llagas del corazón
y a todos los males, herencia de la carne,
y decir: ven, consumación, yo te deseo. Morir, dormir,
dormir... ¡Soñar acaso! ¡Qué difícil! Pues en el sueño
de la muerte ¿qué sueños sobrevendrán
cuando despojados de ataduras mortales
encontremos la paz? He ahí la razón
por la que tan longeva llega a ser la desgracia.
¿Pues quién podrá soportar los azotes y las burlas del mundo...
Oh Dios, que alguien lo calle...Acabo de comerme una hamburguesa doble queso, y si continuo escuchando a Chanyeol con su monologo de Hamlet vomitaré todo.
Miré a Isa buscando algo de ayuda pero lejos de querer matarlo igual que yo, parecía disfrutarlo. Miré a Kael y parecía identificarse con cada palabra.
No lo culpo, ahora mismo está atravesando por una situación de desgracia.
Tal parece que alguien en el cielo escuchó mis suplicas y escuchamos el timbre para volver a clases. Todos nos fuimos a nuestros respectivos salones. Ah, por cierto. Tuvimos que arrastrar a Kael porque no quería moverse de su silla.
Narra Kael:
Iba arrastrando mis pies por los pacillos del colegio, mi cara reflejaba el terror que me causaba pensar que iba a perder mi reputación de hombre macho masculino ante todos. Imaginarme usando mallas me provocaba dolor de estómago. Esto era demasiado para mí.
Allí me topé con Adam. Con la respiración algo irregular y dramatizando a profundidad lo que me sucedía tiré de su corbata casi dejándolo sin aire.
-Hermano, tienes que ayudarme ¡Por favor! ¡Sálvame!
-¡Oye! S-suélta-me—tosió—Me es-tas asfix-iando—Noté que su cara se ponía roja y solté su corbata—. Estas demente ¿Qué rayos te pasa?
-Hoy empiezan las clases de...Ballet—Dije la última palabra en un susurro tenebroso.
-¿Y qué quieres que haga? ¿Qué te acompañe?—Ignoré su sarcasmo y pensé que sería una gran idea. Si él me acompaña entonces ya no sería tan malo.
-¿Lo harías?
Una sonrisa iluminó mi rostro y creo que mis ojos brillaban al tener la esperanza de que me dijera que sí.
-No, nunca. Jamás usaría mallas. Además ya estoy en el equipo de fútbol del colegio. No necesito estar en ningún curso extracurricular. Soy deportista.
-¡Eso es! El fútbol. Hermano, por favor has que me acepten en el equipo de fútbol. Haré lo que sea si lo haces.
-Tampoco haré eso, eres un asco en el fútbol.
No pude convencer a Adam. Por más que traté no aceptó ninguna de mis propuestas. Incluso me arrodillé y le imploré...
Pero aceptémoslo, yo tampoco lo haría.
Recuperé mi cordura y enfrenté mi destino. Como dice la frase: Al mal tiempo, buena cara.
Entré al gimnasio y respiré hondo cuando vi todas esas chicas en mallas haciendo estiramientos.
Esperen...
Chicas en mallas...
Una sonrisa apareció en mi rostro. Tal vez esto no sea tan malo después de todo. Hasta podría acostumbrarme a esto.
Una chica hizo un estiramiento llevando sus manos a la punta de sus pies y su trasero quedó de frente hacia mí. No pude evitar morder mi labio inferior.
-Esto es la gloria, Kael—Me dije a mi mismo.
-¡Thomas! Llegas tarde.
Una hermosa pero regañona cara se presentó frente a mi ¿Los ángeles se enojan? –Me pregunté— La miré de los pies a la cabeza. De verdad que era hermosa. Es una lástima que sea una CPRS y no pueda tocarla.
-No sé por qué rayos estas aquí pero desde ahora te digo que esto no es un juego. Si vas a estar aquí debes seguir las reglas y una de ellas es llegar a tiempo ¿Entendiste?
Asentí con la cabeza. Liara podía ser linda pero en ese momento tenía el espíritu de un entrenador de fútbol.
-Bien, ya estás aquí así que cámbiate esa ropa por una como aquella y empieza los estiramientos.
Media hora después...
-¡AAAAAAAAAHHH!
Bien, si en algún momento pensé que esto no era tan malo me retracto.
¿Dije que era la gloria? ¡Esto es el infierno!
Es lo peor que me ha pasado en la vida. Esto es demasiado cruel, es sobrehumano.
¡Por Dios, esto debería ser ilegal!
Estaba en el suelo. Dos chicas me presionaban los hombros y dos más los muslos. Me obligaban a hacer un Spagat o Split...
No importa como lo llames, es un acto atroz y despiadado donde tienes que abrir tus piernas y extenderlas de cada lado hasta que tu entrepierna tope el suelo.
Ya se imaginan mi cara en ese momento. Juro que las lágrimas salían solas...
Pero había otra cosa aun peor que hacer un Split, Spagat o como sea...Yo...Yo...
¡ESTABA USANDO MALLAS!
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Narra Kara:
Me dirigí a mi primera clase de arte. No sabía cómo llegar al salón donde impartían ese curso (Ya saben que no soy buena orientándome). En la hoja de inscripción decía que era el salón 203 y yo estaba en la zona de los 105 y 107.
Odio que este colegio sea tan grande, y todos los pasillos se parezcan. Deberían poner señales como las de transito que diga dónde queda cada cosa.
Miraba los números de cada puerta en un pasillo, iba mirando hacia arriba y sin querer tropecé con alguien.
Miré a la pelirroja tímida que está en casi todas mis clases y sonreí con amabilidad—Lo siento, es que buscaba en salón 203 para tomar las clases de arte.
-S-si q-quieres p-puedes v-venir c-conmigo. T-también tengo esa c-clase—Una gran sonrisa iluminó todo mi rostro y me abalancé sobre ella para abrazarla.
-¡Gracias!
Creo que me sobrepasé un poco ya que la chica se puso muy colorada.
Bueno, con la ayuda de la pelirroja llegué al salón de clases de arte. Había muchas personas inscritas en ese curso. Ya todos estaban ubicados en sus asientos y una maestra repartía hojas de papel a cada alumno.
Me senté al lado de un chico moreno que me saludó muy amable. La clase fue divertida y muy interesante. Creo que la maestra está un poco loca pero supongo que es normal, digo, los artistas siempre están chiflados ¿No?
Ya después de clases de arte caminaba por los largos pasillos de la tétrica edificación medieval del colegio, me preguntaba cómo le estaría yendo a Kael en sus prácticas de ballet. Una sonrisa se formó en mis labios al imaginármelo perder su orgullo masculino. Fue entonces cuando mi cerebro maquinó la malévola idea de tomarle una fotografía en mallas.
Andaba perdida por milésima vez y fui a parar a una parte del colegio donde no pasaba nadie. Me iba a devolver pero me llamó la atención una puerta grande que decía "teatro". Me invadió la curiosidad y con un pincho le quité el seguro para poder entrar.
Parecía un teatro abandonado. Estaba algo deteriorado y los asientos de color rojo estaban llenos de polvo. Avancé hasta llegar al escenario, no era tan grande pero de seguro hacían buenas presentaciones ahí. Aparté las grandes cortinas rojas que levantaron una gran polvareda que me hicieron toser.
Fui detrás del escenario, había percheros con algunos disfraces y una que otras cajas que contenían pelucas y otras cosas de teatro.
Me probé algunas pelucas graciosas y seguí registrando el lugar. Tenía comezón en la nariz debido al polvo y la humedad pero era demasiado curiosa como para no seguir husmeando.
Un mueble marrón semi-cubierto por una sábana blanca daba la impresión de haber tenido alguien sentado allí puesto que se distinguían algunas arrugas en él. Aunque también existía la posibilidad de que estuviera demasiado utilizado y esas marcas estuvieran allí hace mucho tiempo.
Me tropecé con una caja y me abajé para ver lo que contenía. Descubrí cosas de ballet; zapatillas, mallas, tutus...y algunos accesorios en forma de cisne, lo que me llevó a deducir que habían presentado allí la obra del lago de los cisnes.
Las mallas estaban rasgadas y las zapatillas eran viejas pero no pude resistirme.
Miré para todos lados para comprobar que nadie me estuviera mirando y sin pensarlo dos veces tomé uno de los trajes y junto a las zapatillas me los probé. Salí al escenario, reproduje en mi celular la melodía del lago de los cisnes y me puse a bailar en puntitas. Hacia los movimientos tan libremente, no podía negarme a mí misma que amaba el ballet.
Estaba perdida en el baile....
Comencé con un arabesque, luego hice algunos bourrée en couru por aquí y por allá...Y sí que disfrute haciendo el grand allegro...
Para terminar con mi presentación hice una reverencia...
Todo estaba estupendo hasta que escuché aplausos provenir del público. Solté un gemido deteniéndome de repente ¿Publico? ¿Tenía público?
Me quedé frisada cuando vi a nada más y nada menos que Adam Blake sentado cómodamente en uno de los asientos frente a mí. Me había visto bailar, justo él.
Estoy perdida...
-Quien lo diría, la chica ruda, Kara Ferguson, baila ballet. Debí suponerlo cuando te vi ponerte de puntitas para tomar aquel libro en el orfanato, o cuando jugábamos fútbol...hiciste un salto que me hizo empezar a sospechar. Ahorame pregunto ¿Qué haré con este video?
En su mano tenia su teléfono móvil. El imbécil grabo mientras bailaba.
-Rayos—Mascullé—¡Bien! me tienes en tus manos ¿Qué quieres a cambio de tu silencio?
Su sonrisa de suficiencia me fastidiaba, era obvio que disfrutaba esto.
-Uhm—llevó una mano a su barbilla—Siempre quise una asistente personal.
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¡Hola, Minion-lectores!
Antes que todo, pobrecito de Kael...
Y hablando de Kara, bueno, ahora Adam la tiene en sus manos. Me pregunto cómo hará para zafarse de esa.
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Bien, para hacer esto un poco más interesante les propongo algo...
¿Qué tal si le hacen una entrevista a los personajes?
Ustedes dejan las preguntas que quisieran hacerles a los personajes de la historia en un comentario, y luego les publico las respuestas...
¿Qué dicen? ¿Se animan?
¡No sean crueles conmigo!
Nota: El próximo capítulo se lo dedicare a quien haga la mejor pregunta :)
¡Hasta luego!
Att. Leny ;)
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