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67

Changwook metió las manos en los bolsillos del abrigo. Hacía frío en el exterior, pero no quería volver adentro. No quería ver lo que su matrimonio le estaba haciendo a Taehyung; no quería tener que aceptar que el amor que les unía, no era tan profundo como él querría que fuera.

Changwook dejó escapar un leve suspiro que formó algo de vaho. En los últimos días había notado otra clase de tristeza en Taehyung, una muy diferente a la que le había acompañado en los últimos años.

Aunque el menor se empeñaba en aparentar normalidad, Changwook le había encontrado en dos ocasiones llorando a lágrima viva. El director salió de la vivienda y actuó como si no lo hubiera visto porque temía que de lo contrario, Taehyung habría puesto fin a su matrimonio.

Y era irónico que estuviera alargando algo que ya no tenía sentido. Changwook no podía seguir manteniendo una relación con alguien que no sentía lo mismo por él.

El hombre miró hacia la puerta, pero titubeó un instante. ¿Era demasiado egoísta si le daba el divorcio mañana? ¿Era demasiado egoísta si pasaba una última noche con Taehyung? Changwook sonrió con amargura. Solo deseaba despertar una última vez a su lado y después se apartaría de su camino y del de Jungkook.

Tras unos minutos más observando la luna, entró en el domicilio con sentimientos encontrados. En la cocina vio a Eunha hablando con Sungjae sobre su hijo. El director tomó un vaso de agua y luego decidió darles un poco de privacidad para que pudieran seguir planeando su futuro.

Pensativo regresó al salón, pero Hoseok lo alcanzó antes de que pudiera pisar la sala de música.

—Hyung, quiero que mañana te pases por el hospital. Hay algo que me gustaría comentarte.

—¿Sobre qué?— cuestionó. La expresión del menor le puso en guardia.

—Es sobre...— Hoseok se calló. Yeonjun, Soobin y Beomgyu pasaron a su lado armando un tremendo escándalo —Mejor lo hablamos mañana en privado.

Sus palabras le preocuparon, pero dadas las circunstancias prefirió aceptar la sugerencia e ir mañana al hospital. Hoseok se unió a los demás mientras Changwook se percató de que Wooshik salía de la vivienda. Aunque le pareció un poco extraño que se fuera sin despedirse de nadie, no lo cuestionó y asumió que estaría cansado.

Durante un rato habló con Chanmi en la sala de música, luego se detuvo a observar a Yoongi y Jimin. La pareja estaba charlando animadamente mientras Yoongi se tomaba un breve descanso del piano.

Al girarse vio a Minho conversando con Hoseok y a Eunha tonteando con Sungjae. Momo, Minnie y Chanmi estaban charlando entre risas sobre los viejos tiempos. Changwook se sintió un poco extraño sin la presencia de Taehyung.

¿Y si iba a buscarle? Probablemente estaba hablando con Jungkook, dado que no los había visto en ninguna parte. No debería interrumpir su conversación, pero le echaba de menos.

Changwook se levantó del sofá con la intención de ir a por un poco de agua. Yeonjun, Soobin y Beomgyu estaban cerca de las escaleras, cuchicheando y riéndose como críos traviesos. El director oyó golpes que provenían del piso de arriba y también algunos gemidos.

—Son Jungkook hyung y Wooshik hyung— apuntó Yeonjun descaradamente —Los vi subir hace un rato.

Changwook sabía que eso no era posible porque Wooshik se había ido.

—Lo que estáis haciendo es muy feo— Beomgyu agarró a Yeonjun del brazo y tiró de él —Vamos a tomar algo.

—Como si tú no estuvieras escuchado también— le criticó Soobin, a lo que Beomgyu respondió soltando una patada —Vale, vale, vamos a beber.

Changwook se agarró de la barandilla mientras los jóvenes se metían en la cocina. ¿Acaso había vuelto Wooshik? Esa pregunta quedó descartada en cuanto le prestó atención a los gemidos. El hombre subió por las escaleras con el corazón en un puño. Inquieto se acercó a la puerta del dormitorio del que provenían los sonidos. Cuando se dispuso a abrirla, oyó el nombre de Jungkook con mucha claridad.

Changwook vaciló. Era la voz de Taehyung, de eso no había duda, pero ¿y si estaba delirando? La medicación era fuerte y quizá solo era un efecto secundario. El director decidió abrir la puerta y enfrentarse a lo que quisiera que hubiera al otro lado. Lo que halló entre aquellas cuatro paredes le dejó atónito. Su primer instinto fue darse la vuelta y huir, pero no fue capaz de desviar la vista de su marido.

En cuanto la mirada de Taehyung se cruzó con la suya, Changwook reaccionó como si ese pequeño contacto hubiera sido el detonante para volver a la realidad. Las palabras que salieron de la boca de su esposo no fueron coherentes o quizá no fue capaz de entenderlas. ¿Se había disculpado? ¿Había dicho el clásico esto no es lo que parece? En realidad no lo sabía. Su mente se había ausentado.

Changwook descendió por las escaleras lo más rápido que pudo. A tres escalones de llegar al piso de abajo perdió el equilibrio y cayó al suelo. Hoseok lo vio desde el pasillo y acudió inmediatamente a su lado.

—¿Estás bien? ¿Te has hecho daño?— preguntó mientras le ayudaba a ponerse en pie —¿Te has mareado?

Changwook no fue capaz de responder, estaba demasiado conmocionado.

—¿Quieres que te lleve al hospital?

—Quiero salir de aquí...

La voz de Changwook sonó débil, detalle que preocupó mucho a Hoseok. El joven tomó los abrigos del armario y le ayudó a ponerse las botas.

—¡Por favor, no te vayas!

Hoseok alzó la mirada hacia el piso de arriba. Taehyung parecía muy alterado y por el estado en el que se encontraba Changwook, imaginó que había sucedido algo grave entre ellos. Cuando Jungkook apareció a medio vestir detrás de Taehyung, comprendió de qué se trataba.

Changwook no prestó atención a las palabras de su marido y tampoco se giró hacia él; solo apretó el brazo de Hoseok en agradecimiento por su ayuda y salió de la vivienda sin mirar atrás. Taehyung bajó por las escaleras a toda prisa, pero Hoseok lo detuvo antes de que pudiera cruzar la puerta.

—Déjalo.

—¡No lo entiendes, hyung!— soltó muy angustiado —¡Necesito hablar con él!

—¡Lo que necesitas es dejarlo en paz!— le cortó con cierta brusquedad —¡Tu marido está enfermo! ¡¿Es que quieres matarlo?! ¿Qué demonios te pasa, Taehyung?

Yoongi y Jimin acudieron a la entrada al oír los gritos. Chanmi, Momo y Minnie también quisieron acercarse, pero Minho las convenció para que se quedaran en la sala de música. Sungjae y Eunha por otra parte habían salido al jardín a mirar las estrellas y Yeonjun, Soobin y Beomgyu seguían en la cocina con la fiesta.

—¿Qué pasa?

Hoseok abandonó la casa sin contestar a la pregunta de Yoongi. Ese detalle desconcertó especialmente a Jimin.

—¿Qué ocurre, TaeTae? ¿Os habéis peleado?

Taehyung no respondió; solo subió por las escaleras sin apartar la mirada del suelo. Jungkook quiso acercarse a él, pero no halló valor. No sabía qué decirle y temía empeorar la situación.

Yoongi y Jimin se percataron de la presencia del maknae y también de su aspecto.

—Yoon... Dime que no han hecho lo que estoy pensando que han hecho...

—¿No sabíais que estaban follando?— Minho se acercó por la espalda —Supongo que se debe a que estabais en la sala de música. Esa parte queda más resguardada.

—Joder— Yoongi se tocó la nuca estresado —Qué desastre...

—La verdad es que no me sorprende que el jefe tenga un amante— añadió sin expresión alguna —Lo que me sorprende es que sea tan malo ocultándolo.

—Que vuelvan todos a sus casas— pidió Jimin en voz baja —Y aseguraos de que lo que ha pasado no salga de aquí.

Yoongi comprendía la preocupación de su novio. ¿Cómo vería la gente del pueblo a Taehyung si se enteraban de que había engañado a su marido enfermo? Los más conservadores probablemente no querrían que siguiera dando clases en la escuela y Jungkook tampoco se libraría de sus prejuicios. Al fin y al cabo era consciente de que se estaba metiendo con un hombre casado. Y ni qué decir de los que aprovecharían la ocasión para promover el cuento de que todos los homosexuales y bisexuales son infieles y promiscuos.

Mientras Jimin subía al dormitorio de Junggi, Hoseok buscó a Changwook en el exterior. El director estaba apoyado sobre un árbol y tenía un aspecto tan pálido, que parecía a punto de vomitar.

—Hyung, deja que te ayude.

—No quiero ir al hospital, solo quiero irme a casa...

—De acuerdo— le tocó la espalda con mucha delicadeza —Te acompañaré hasta tu casa.

Changwook aceptó y ambos emprendieron el camino de vuelta. Aunque Hoseok quería hablar con él se mantuvo en silencio, especialmente cuando Changwook rompió a llorar. No parecía que quisiera ser consolado, por lo que decidió darle espacio para que pudiera soltar todo el dolor que llevaba dentro.

Hoseok lo acompañó hasta su domicilio sin apartarse de su lado. Changwook no pudo tranquilizarse ni siquiera cuando entró por la puerta. Lo primero que hizo tras quitarse el calzado fue dar varias vueltas por el salón, como si estuviese tratando de controlar sus emociones.

Hoseok le vio sacar un papel del interior de un libro y mirarlo disgustado. Poco después lo tiró con cierto resentimiento. El menor vaciló un instante, pero tras meditarlo brevemente lo recogió del suelo.

—Esto es...— su mirada se agrandó al ver que se trataba de una solicitud de divorcio —¿Por qué tienes esto?

—Cuando regresó Jungkook... Al día siguiente me pasé por el ayuntamiento. Estaba tan asustado de morir solo que no se lo enseñé, aunque sabía que estaba retrasando lo inevitable— Changwook se apoyó sobre un mueble —Es culpa mía por no haber tenido el valor de ponerle fin a esto...

—Hyung...

—Gracias por acompañarme— le cortó inmediatamente —Ahora quiero que te vayas.

—No puedo dejarte solo.

—¿Por qué?— Changwook le miró devastado —¿Crees que voy a morir?

—Creo que te vas a suicidar— la reacción del director le confirmó ese presentimiento —He estado en tus zapatos y conozco esa mirada.

—¿Y qué más te da si muero hoy o mañana?

—Lo que te quería decir en la fiesta, es que quiero operarte.

—¿Operarme?— Changwook frunció el ceño confundido —¿Para qué? ¿No dijiste que era imposible?

—No soy oncólogo, pero he estado estudiando tu caso minuciosamente y creo que hay una posibilidad de quitar el tumor, aunque es muy arriesgada.

—¿Qué probabilidades tengo de sobrevivir?

—Un 10%, quizá...

—Un 10%— repitió en un tono muy seco —Gracias por tu esfuerzo, pero ya no hay nada que me retenga aquí.

Hoseok apretó el puño. Enfrentarse a alguien que decía lo que él había pensado unos años atrás era muy impactante. ¿Así se habían sentido Jimin y Taehyung con él? ¿Esa era la sensación que se tenía estando al otro lado?

—¿Quién enseñará a los niños si perdemos a un profesor de tu talla? ¿Quién les aportará el conocimiento que posees?— preguntó sin dejarse llevar por sus emociones —Eres un hombre generoso, responsable e íntegro, tienes buena mano con la gente y sabes resolver conflictos con mucha calma. Eres esencial para nuestra comunidad. ¿De verdad crees que no hay nada que te retenga aquí?

Changwook no comprendía su insistencia. Las probabilidades que tenía de sobrevivir eran escasas y aun así parecía decidido a salvarle como fuera.

—Sabes que te estás engañando a ti mismo, ¿verdad? Voy a morir. Asúmelo de una vez, doctor.

—No si puedo evitarlo— aseguró tajante —Solo dame una oportunidad.

Changwook no respondió y Hoseok notó que no estaba convencido.

—Quieres morir, ¿no? ¿Entonces qué más te da esperar un día más? Si fracaso tendrás lo que deseas.

Changwook no tenía esperanza. Si Hoseok le hubiera dado esa noticia dos semanas antes, su reacción habría sido completamente distinta, pero en ese instante le consumía el dolor y no era capaz de imaginar un futuro.

—Quiero que la operación sea mañana.

—La haremos por la tarde— respondió inmediatamente, no quería que se echara atrás —Gracias por darme una oportunidad.

—Tú tendrás un cuerpo con el que practicar y yo podré morir en paz. Los dos salimos ganando.

Hoseok no iba a permitir que eso sucediera, aunque todo estuviera en su contra, iba a salvarlo. Confiaba plenamente en sus capacidades y también en las personas que trabajaban con él.

—Puedes irte a casa— Changwook se metió en su dormitorio y el menor le siguió —No voy a suicidarme. No tienes que seguir vigilándome.

—Me quedo contigo— insistió Hoseok, a pesar de que sabía que no querría —No creo que debas estar solo.

—¿Eres así de pesado con todos tus pacientes?

—No, solo con los que me caen mal.

Changwook esbozó una leve sonrisa y Hoseok lo notó. Le daba mucha tristeza por todo lo que estaba pasando, pero no quería que creyera que sentía lástima por él porque no era así. En realidad se sentía identificado. No en la parte de la infidelidad, pero sí en querer quitarse la vida.

Hoseok recordaba el profundo vacío que había dejado la muerte de Namjoon en él. La medicina le había ayudado a salir adelante y estaba convencido de que la enseñanza haría lo mismo por Changwook. Eso si lograba curarlo, claro. Su vida dependía de él. Literalmente.

Changwook comenzó a quitarse la ropa y el menor desvió la vista para darle privacidad. No quería incomodarlo, pero tampoco se atrevía a dejarlo solo. Bien sabía que la desesperación no respetaba acuerdos y que podría cometer una imprudencia si lo dejaba solo.

El hombre se puso un pijama oscuro y se metió en la cama. Hoseok decidió tomar asiento en el sillón marrón que vio en un rincón de la habitación. El silencio entre ellos duró unos cinco minutos aproximadamente.

—¿Vas a dormir en el sillón?

—No es ningún problema, he dormido en sitios peores.

—Puedes acostarte a mi lado.

—No es necesario.

—Supongo que es mejor que duermas en el sillón, así estarás cansado y cometerás algún error durante la operación.

Hoseok se levantó de sopetón. ¿Cómo podía tener esa clase de pensamientos? No iba a dejarlo morir y menos por no haber descansado apropiadamente.

—En el segundo cajón de la cómoda hay pijamas.

Hoseok tomó uno a regañadientes. Todavía le dolía lo que había dicho.

Changwook clavó la mirada sobre el techo mientras se cambiaba. Las imágenes de Taehyung y Jungkook en la cama volvieron a invadir su mente. Poco a poco fue recordando cada palabra que dijo su marido, algo que en el momento del suceso no asimiló.

Hoseok se tumbó a su lado con sentimientos encontrados. No había compartido cama con ninguna persona que no fuera de su familia y era extraño estar ocupando el espacio que le pertenecía o le había pertenecido a Taehyung.

—Me siento estúpido... ¿Alguna vez me ha querido o solo he sido el sustituto de otro?

—Creo que Taehyung te quiere... Es solo que...

—No me ama— respondió desolado —Y le daba lástima cortar con un moribundo...

Hoseok no contestó, no quería hacerle daño. Aunque sabía que Taehyung sentía mucho afecto por él, también estaba de acuerdo con la última parte. Su amigo no había tenido el valor de ser sincero y se había dejado llevar por sus sentimientos por Jungkook sin pensar en las consecuencias.

—Lo siento, hyung...

Changwook enterró la cabeza bajo las mantas. Hoseok respetó su espacio y se quedó a su lado en silencio, hasta que el llanto se hizo tan insoportable que decidió darle un abrazo. El director no lo rechazó y Hoseok sintió alivio; no podía hacer mucho por él, pero sí podía ser el amigo que necesitaba en ese momento.

Yoongi y Jimin habían tratado de hablar con Taehyung, pero el menor se había encerrado en el cuarto de baño desde que Changwook abandonó la casa. Estaba tan avergonzado por lo que había sucedido que no se atrevía a mirarles a la cara.

El joven había vomitado varias veces durante los sesenta minutos que llevaba confinado; quizá por los nervios, el disgusto o porque no estaba acostumbrado a beber alcohol.

Taehyung no quería salir de allí, le asustaba recibir todo el odio que sabía que merecía. Había notado decepción en la mirada de Hoseok y sabía que con Yoongi y Jimin sería igual. A esas alturas todos se habrían enterado y estarían disgustados con él.

La puerta se abrió de repente y Jimin entró en el cuarto.

—¿Cómo...?

—Con dos ex adictos en casa es mejor tener una llave universal— comentó con una sonrisa sobre su rostro —Ya se han ido todos. ¿Por qué no bajas a tomar una taza de té?

—No puedo salir de aquí...

—¿Por qué? ¡¿Porque la has cagado a lo grande?!— soltó con cierto descaro —¿Acaso te crees especial, Min Taehyung? ¿Quién de nosotros no la ha cagado alguna vez?

—No es lo mismo...

—Venga, baja a tomar un té— insistió amigable —Si no bajas vendrá tu hermano y te soltará una charla. ¿Quieres eso?

—Solo quiero estar solo— contestó lloroso; aunque lo intentaba no era capaz de retener las lágrimas —¿Por qué no lo entiendes?

—Entiendo que ahora mismo te odias a ti mismo, pero tú deberías entender que nosotros jamás te vamos a odiar. Somos tu familia, TaeTae. No importa las veces que metas la pata, nuestro cariño nunca te va a faltar.

—Pues debería... Lo que he hecho es imperdonable...

Jimin se sentó en cuclillas enfrente de él. Taehyung no alzó la mirada, no podía. Se sentía tan avergonzado de sus actos que era incapaz de mirarle a los ojos.

—¿Y qué piensas hacer?— preguntó con mucha templanza —¿Vivir el resto de tu vida junto al váter?

—Duele mucho, MinMin...

—Ven aquí— el mayor lo estrechó entre sus brazos —Cuando te equivocas puedes hacer tres cosas. Afrontarlo, ignorarlo u olvidarlo. Sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad?

—Sé lo que tengo que hacer— Taehyung se agarró de su espalda y cerró los ojos —Pero no creo que me vaya a perdonar...

—Puede que no te perdone, pero si no lo intentas pensará que no te importa y él te importa, ¿verdad?— Jimin notó que asintió con la cabeza —Asume tu responsabilidad y sé sincero. Changwook hyung es la persona más razonable que conozco. No te negará una conversación.

—Si muere en estas circunstancias...

—No digas eso— Jimin le acarició la espalda tratando de rebajar su ansiedad —Todo irá bien.

—No merezco tu apoyo— Taehyung alzó la cabeza y le miró a los ojos. Aunque temía encontrarse decepción en su mirada solo halló comprensión —Tu ex te fue infiel, ¿verdad? Seguro que en el fondo detestas lo que he hecho...

Jimin se sentó a su lado y apoyó la espalda contra la pared.

—Yo no sabía que mi ex me era infiel. Me lo dijo cuando me enteré de la clase de persona que era y lo hizo para destrozar mi autoestima— Jimin ladeó la cabeza hacia su lado —De aquello ya hace mucho y no tiene sentido comparar mi experiencia con la tuya. Además, Taemin nunca se habría encerrado en el baño a llorar. Él no se arrepentía de sus actos.

—Me arrepiento de cómo he hecho las cosas, pero no me arrepiento de haberme acostado con tu hermano— confesó con voz temblorosa —Siento decepcionarte... Pero si lo hiciera, sería como renegar de lo que siento por Kook y no quiero.

—No me decepcionas, TaeTae— Jimin le apretó la mano —Al contrario, aprecio tu sinceridad.

—Gracias por no odiarme— Taehyung se limpió las lágrimas —Entendería si no me apoyaras en esto...

—Tú nunca has dudado en darme tu apoyo, ni siquiera cuando me emborrachaba y era un puto incordio.

—No lo eras...

—Lo era, claro que lo era— Jimin frunció el ceño pensando en aquella época —Cada vez que me viene a la mente lo que le dije a Hoseok hyung... Te juro que quiero desaparecer de la faz de la tierra.

—Hobi hyung no te lo tiene en cuenta.

—Lo sé, pero me arrepiento— resopló y luego le sonrió —Sé que tú también te arrepientes de lo que ha pasado, pero si no sales de aquí, me quedaré a dormir contigo y tu conciencia tendrá que cargar con mi dolor de espalda.

Taehyung sonrió entre lágrimas. ¿Por qué sabía siempre qué decir para hacerle sentir mejor? ¿Por qué era siempre tan bueno con él incluso cuando no lo merecía?

—¿Junggi sigue durmiendo?

—Como una piedra.

—Siento haberme comportado así con el niño en casa— Taehyung bajó la vista avergonzado —Sé que suena a tópico, pero te juro que no pensé en nada. Realmente me olvidé de todo...

—El alcohol suele tener ese efecto— Jimin le apretó el brazo —Ven a tomar un té. Le sentará bien a tu estómago.

—¿De verdad se han ido todos?

—Sí, solo estamos Yoongi, Jungkook y yo.

—De acuerdo... Bajo en un rato...

El mayor sonrió y salió del cuarto de baño, pero su sonrisa se desvaneció en el pasillo. Había visto algo en la mirada de su mejor amigo que no podía quitarse de la mente. Preocupado bajó por las escaleras y entró en la cocina.

—Ahora viene.

Yoongi y Jungkook sintieron un gran alivio; Jimin sabía que ambos querían ir a hablar con él, pero el maknae no sabía si Taehyung querría verle y Yoongi creía que en ese momento necesitaba un amigo, no un hermano.

Jimin tomó asiento enfrente de su novio. Jungkook estaba sentado a la izquierda de Yoongi con una expresión cargada de preocupación. ¿Qué se debía decir en una situación como esa? ¿Admitir la culpa? ¿Pedir perdón? ¿Pero era eso suficiente? ¿Debía alejarse de Taehyung o mantenerse a su lado? Jungkook cerró los ojos cansado. Tanto alcohol le había provocado un fuerte dolor de cabeza.

—¿Cómo está mi hermano?

—Destrozado— respondió tocando el asa de la taza —Hay algo que necesito contaros...

Yoongi y Jungkook se alarmaron por la expresión que puso.

—Cuando TaeTae os dio por muertos comenzó a tomar tranquilizantes y desarrolló una dependencia muy fuerte. Hoseok hyung y yo no sabíamos nada de su adicción hasta que una noche lo encontramos inconsciente en el salón.

Yoongi no podía creer lo que estaba oyendo ni tampoco Jungkook, al que se le saltaron las lágrimas de la impresión.

—Mi hermano trató de...

—No, en ningún momento trató de suicidarse— Jimin le cogió la mano por encima de la mesa —Quería calmar su ansiedad y se le fue de las manos. TaeTae ha puesto todo su empeño en recuperarse y no ha vuelto a tomar ni un solo tranquilizante.

Jungkook se giró conmocionado hacia Yoongi y le dio un abrazo. En ese momento fueron realmente conscientes de lo poco que sabían de las vidas de Jimin y Taehyung.

—Todos los medicamentos que tenemos en casa están guardados bajo llave— continuó Jimin —Sé que es una persona muy fuerte, pero también sé que está sometido a mucho estrés...

Jungkook comprendía a dónde quería llegar su hermano. Si Changwook moría antes de solucionar las cosas con Taehyung, eso le podría empujar a una recaída.

—¿Qué podemos hacer, hyung?

Taehyung apareció a los diez minutos en la cocina. Jimin le señaló el asiento vacío que había a su lado y el joven se acercó lentamente hacia la mesa.

—Lo siento mucho— murmuró con voz temblorosa y luego lo volvió a repetir con más firmeza —No quería avergonzaros así— Taehyung se inclinó todo lo que pudo —Lo siento mucho.

—A mí no me avergüenza que cometas errores, Tae— expresó su hermano con mucha serenidad —No espero de ti que seas perfecto. Lo que espero de ti es que afrontes tus errores y los soluciones como has hecho siempre.

—Aun así... Lo siento mucho...

—Eso debes decírselo a Changwook hyung. Yo no tengo nada que perdonarte.

Taehyung se alzó sorprendido por la actitud de Yoongi. Creía que estaría avergonzado, pero estaba siendo igual de comprensivo que Jimin. Al desviar la vista hacia Jungkook notó que no le estaba mirando. Parecía tenso e incómodo, lo que le causó aún más ansiedad.

—Siéntate y tómate la infusión— le pidió Jimin —Te sentará bien.

Taehyung hizo lo que dijo. Había vomitado tantas veces que el té de hierbas suavizó un poco el malestar que tenía en el estómago. Jimin comenzó a hablar con Yoongi de nimiedades, tratando de rebajar la angustia de los menores, pero el llanto de Junggi interrumpió inmediatamente la conversación.

—Tendrá una pesadilla— Jimin se levantó de su asiento a la par que Yoongi —¿Quieres venir conmigo?

—Me encantaría.

Jungkook sintió cierta incomodidad cuando salieron de la cocina. A veces le perdía la lengua y no quería herir los sentimientos de Taehyung. Después de reflexionar sobre la situación, decidió empezar la conversación con una disculpa.

—Lo siento— los dos se miraron sorprendidos porque habían dicho lo mismo al mismo tiempo. Eso provocó que la tensión se rompiera de golpe.

—No quería ponerte en esta situación, Tae.

—No— Taehyung negó con la cabeza —La culpa es mía. Debí hablar con él, pero no supe hacerlo. Y en lugar de afrontar las cosas con responsabilidad, me emborraché y me celé de Wooshik— se mordió el labio avergonzado —Es la primera vez que pierdo el control de esta manera. Y ahora no sé qué decir...

—No tienes que decir nada, no a mí. Sé lo que sientes, pero también sé que no podemos estar juntos. No ahora. No así— Jungkook dudó un momento, pero al final le tomó de la mano —Quiero que sepas que puedes contar conmigo, que estoy a tu lado y que no voy a presionarte. Si necesitas que me vaya, me iré. Si necesitas que me quede, me quedaré.

—No quiero que te vayas. No me arrepiento de amarte, Kook. Me arrepiento de cómo he hecho las cosas. Le he sido infiel a un buen hombre que está muy enfermo— Taehyung fue incapaz de controlar sus emociones y rompió a llorar —No quería arrastrarte a esto... No quería haceros daño a ninguno de los dos, pero lo he hecho... Os he hecho daño y nunca podré perdonármelo...

Jungkook se levantó del asiento con la intención de tomarlo entre sus brazos, pero Taehyung se adelantó y buscó refugio entre su pecho. El maknae lo sujetó con afecto mientras se desahogaba. Le partía el corazón verlo tan desolado.

—No quiero que te eches toda la culpa. Yo también soy responsable de lo que ha pasado— le dijo al oído —Te provoqué sin pensar en las consecuencias. Sabía que estabas casado y no me importó. Me sentía tan despechado... Estaba enfadado y celoso... Lo siento de verdad, Tae... Lo siento mucho...

Taehyung cerró los ojos. No culpaba a Jungkook en lo más mínimo, ni siquiera culpaba al alcohol. Se culpaba a sí mismo por no haber solucionado las cosas antes.

—Ha sido un error, pero el error lo hemos cometido los dos.

—Tú nunca serás un error, Kook— Taehyung se separó de él y le tocó el rostro —Tú siempre serás la mejor decisión que he tomado en mi vida. 

El maknae se quedó en blanco. Aunque la mirada de Taehyung cargaba una gran tristeza, también halló mucho amor en él.

—Después de hablar contigo no pude dejar de cuestionarme si había hecho lo correcto... Tuve la mala idea de ahogar mis sentimientos en alcohol y cuando te vi besando a Wooshik, todo lo que sentía se amplificó. Ya no podía pensar en otra cosa que no fueras tú. Te había perdido, no... Te había echado de mi vida, pero en ese momento comprendí que no quería eso. ¿Entonces por qué lo había hecho? ¿Por qué no había hecho lo que yo quería? No puedo explicar lo que sentí en ese momento, solo sé que me devoró.

Jungkook guardó silencio; Taehyung se estaba sincerando con él y quería escuchar todo lo que tenía que decirle.

—No debí entrar... No tenía ningún derecho a interrumpir tu encuentro con Wooshik y lo siento— se disculpó de corazón —En realidad no entré con la intención de armarte una escena... Realmente no sé en qué estaba pensando cuando abrí la puerta, pero... Ese cuarto ha sido mi lugar seguro en los últimos años. Es donde guardo los recuerdos de nuestra vida juntos, donde me siento más cerca de ti, donde he llorado por ti y hallado consuelo. Por eso he perdido la cabeza cuando te he visto allí con Wooshik, porque ni siquiera he dejado entrar allí a Changwook...

Jungkook se disgustó consigo mismo. Él también había elegido quedarse en ese dormitorio por los recuerdos de su vida con Taehyung, y sin embargo, no había reparado en ese detalle cuando subió allí con Wooshik. Ahora comprendía mejor las palabras de Taehyung.

—No te digo esto para justificar mi conducta y no quiero que me pidas perdón, sé que lo he hecho todo mal— añadió inmediatamente —Solo quiero que sepas que siento haberme comportado mal contigo. No quería hacerte daño...

—Lo sé, Tae— Jungkook le tocó la mejilla —Sé que no querías hacerme daño.

—Lo voy a arreglar— Taehyung le apretó la mano suavemente —No te preocupes por nada. Te prometo que lo voy a arreglar.

Jungkook lo vio salir con el corazón en un puño. Aunque quería ir detrás de él no lo hizo. Necesitaba estar a solas para asimilar lo que le había dicho y también para ordenar sus sentimientos.

Taehyung subió por las escaleras limpiándose las lágrimas. Por la mañana iría a casa de Changwook a hablar con él. Si no le perdonaba haría lo que fuera necesario para ganarse su perdón.

El joven escuchó voces y se asomó al cuarto de Junggi. El niño estaba sobre el regazo de su padre, sujetándose de la camisa de Jimin, pero mirando a Yoongi atentamente. Su hermano se encontraba sentado en cuclillas, junto a Neysa, explicándole en sencillas palabras por qué no necesitaba tener miedo del hombre que había visto en su sueño.

Aquella escena le sacó una sonrisa. La expresión de Jimin mostraba una felicidad que no había visto en él en los últimos años. Verle contento le hizo sentir bien porque la felicidad de ellos, también era la suya.

Taehyung cerró la puerta sin hacer ruido y caminó hacia su antiguo cuarto. Cuando encendió la luz se quedó mirando la cama deshecha. ¿Por qué había tenido que surgir todo así? ¿Por qué no había sido capaz de afrontar las cosas de otra manera?

Taehyung sonrió tratando de evitar las lágrimas. La respuesta era más que evidente; Jungkook se lo había dicho en esa misma habitación. Estaba tan enfocado en hacer lo que era mejor para ellos, que en ningún momento había pensado en qué quería él. Se había tragado sus sentimientos por complacer a los demás, ¿y para qué? Para terminar emborrachándose y estallando de la peor forma posible, convirtiéndose en la clase de persona que más detestaba.

Si era sincero consigo mismo, el detonante había sido Wooshik, pero en realidad podría haber sido cualquier otra cosa porque ya estaba al límite. Y él mismo se había colocado en esa situación por no haberse puesto en primer lugar. 

«A veces tenemos buenas intenciones, pero tomamos malas decisiones»

Taehyung bajó por las escaleras reflexionando sobre lo ocurrido. Lamentarse no tenía sentido, pero debía analizar cada detalle para comprender lo que había hecho mal.

El joven se tumbó en el sofá del salón junto a Mellie. No podía dormir en la habitación donde habían hecho el amor y no quería quedarse en la de Hoseok. Cada vez que recordaba la mirada de su amigo sentía ganas de llorar.

La perrita aprovechó para acomodarse encima del pecho de su papá. La mirada inocente de la shiba inu le llevó a romper en llanto. Jungkook vio como se abrazaba a ella desde la puerta, pero se mantuvo fuera de su alcance.

Mellie se quedó a su lado hasta que Taehyung se durmió del cansancio. En ese momento fue cuando Jungkook decidió taparlo con una manta. El mayor tenía los ojos hinchados de tanto llorar y su expresión afligida le hizo contener el aliento.

—Lo siento mucho— Jungkook se inclinó y le dio un beso en la frente —Yo tampoco lo considero un error.

Mellie lo miró como si no comprendiera por qué Jungkook se había sentado encima de la mesita y no se tumbaba con ellos en el sofá.

El maknae deseaba pasar la noche con él, cuidarlo y consolarlo, pero sabía que eso solo aumentaría la culpa que sentía Taehyung en su corazón. Y lo que quería Jungkook más que nada en el mundo, era proteger ese corazón profundamente herido. 

Aunque todo está en su contra, Hoseok no pierde la esperanza. ¿Creéis que será capaz de salvar a Changwook? 🤔

La situación entre Taehyung, Jungkook y Changwook es bastante complicada. ¿Cómo irá la conversación entre ellos? Taehyung sabe lo que ha hecho mal y está dispuesto a asumir su responsabilidad, pero ¿será suficiente?  

¿Cómo habéis estado? Yo estoy emocionada porque ya falta poco para Butter. De hecho, la próxima vez que actualice ya habrá salido. 🥺 Dadle mucho apoyo, ARMY, los chicos se merecen todo el amor del mundo. 💜💛

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