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40

Jungkook contempló el mar desde cubierta. La isla había desaparecido en el horizonte y todo lo que quedaba era un inmenso océano que no parecía tener fin. Yoongi se le acercó en silencio, consciente de que sus pensamientos estarían enfocados en una única persona.

—Antes me dio la sensación de ver a alguien más en la playa— murmuró el maknae —Aunque no estoy seguro.

—¿Con Jimin?

—Sí— afirmó cabizbajo —Sé que no era Tae, pero en cierta forma me hubiera gustado que fuera él.

—¿Cómo sabes que no era Tae?

—Porque lo encerré en nuestro dormitorio para que no pudiera seguirme— la expresión que vio en Yoongi le inquietó un poco —¿Por qué pones esa cara?

—Conociendo a mi hermano como le conozco, ahora mismo estará la hostia de cabreado— comentó mirando hacia el mar —No me gustaría estar en tu pellejo, la verdad. 

—Luego arreglaré las cosas con él, ahora lo importante es encontrar al equipo de expedición.

—Esa es nuestra prioridad y sin embargo tienes cara de cachorro abandonado— Yoongi pasó el brazo por los hombros del menor —¿Te arrepientes de lo que has hecho?

—Me arrepiento de cómo lo he hecho— se mordió el labio inferior —Tengo miedo de que no me perdone.

—Tienes toda la vida para calmar su mal genio— soltó en un tono ligero, tratando de mitigar su ansiedad —No te agobies, Jungkook. Mi hermano sabe lo mucho que le quieres. Puede que te castigue durante unos días pero terminará entendiendo tus motivos.

—Gracias, hyung— le apretó el brazo —Esta noche lo solucionaré.

—Sé que lo harás— Yoongi le despeinó el cabello —Venga, vamos a echarle una mano a Minho hyung— se dio la vuelta y caminó hacia proa —Hay mucho que hacer.

Jungkook aguardó un instante. Aunque no quería hacerle daño a su novio, en el fondo sabía que se lo había hecho. El maknae era consciente de sus acciones; mentirle a la cara, encerrarle en su dormitorio y no dejarle despedirse de su hermano, Taehyung lo consideraría una traición en toda regla.

Su corazón dolía, pero también sentía alivio al saber que se encontraba a salvo. Recordar el miedo en su rostro cuando el búnker estuvo a punto de derrumbarse sobre ellos, verle caer desde la azotea de Busan para luego ser testigo de cómo su cuerpo estuvo a punto de ser devorado por el veneno; todos esos momentos en los que Taehyung casi pierde la vida lo acechaban como fantasmas en la oscuridad.

Jungkook no soportaba la idea de perderle. No dudaba de su capacidad para matar infectados y salir de situaciones difíciles, lo había visto en múltiples ocasiones y conocía su potencial. De hecho le admiraba por cómo había crecido desde el día en el que irrumpió en el vehículo de Seokjin y lo miró con indiferencia.

Jungkook no cuestionaba la fortaleza de su novio, se cuestionaba a sí mismo. Tenía tanto miedo de perderle, que en lugar de aceptar la decisión de Taehyung, ser sincero sobre sus temores o plantearle una alternativa, había traicionado su confianza de la peor forma posible.

«He impuesto mi voluntad sobre la suya... Justo lo que no se debe hacer»

El menor contempló el mar con sentimientos encontrados. No le importaba el precio a pagar, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para ganarse el perdón de Taehyung.

—¿Profesor Min? ¿Profesor Min? 

—¿Eh?— Taehyung estaba tan ensimismado que no notó la presencia de Changwook hasta que le tocó el hombro —¿Qué?

—¿Te encuentras bien?— el director le miró detenidamente —Pareces distraído.

—Estoy bien— carraspeó y desvió la mirada hacia los niños que estaban jugando en el recreo —¿Necesitas algo?

—¿Sabes dónde está tu hermano? No ha venido a trabajar y tampoco ha avisado de que iba a faltar— la expresión que puso el menor le preocupó de inmediato —¿Qué ocurre? ¿Yoongi está bien?

—¿Podemos hablar en privado?

Changwook le pidió a Kim Goeun que se ocupara de los niños mientras Taehyung lo esperaba en su despacho. El director encontró al castaño al lado de la ventana, con la misma mirada perdida de hace un rato.

—¿Qué sucede con Yoongi?

—Supongo que ya sabrás que el equipo de expedición no ha regresado— Taehyung se apoyó contra el cristal —Mi hermano ha salido con un grupo a buscarlos.

—¿Está el concejo al tanto de esto?

—No. Esos cabrones no querían mover ni un solo dedo.

—Hacer algo sin la aprobación del concejo puede traer consecuencias— Changwook se sentó en su silla —Por ahora es mejor que lo mantengamos en secreto. Cancelaré las clases de música y le diré a los alumnos que tu hermano está enfermo. Si alguien te pregunta por él, dile que tiene vértigo y que se encuentra descansando.

—Entendido.

—¿Quién lo acompaña?

—Choi Minho— Taehyung se sentó enfrente de él —Y Jungkook.

El hombre se sorprendió un poco al oír el nombre de su novio.

—¿Habéis dado una explicación en sus trabajos?

—Jimin se ocupa de eso.

Changwook notó que estaba algo diferente y no era solo por la tensión que suponía tener a dos de sus seres queridos en una misión como esa. Parecía que detrás de su rostro malhumorado se ocultaba algo más.

—Si no te encuentras bien, puedo encargarme de tus clases.

—Estoy bien.

—No tienes que sentirte obligado a estar aquí si prefieres...

—¡Que estoy bien, joder!— se levantó abruptamente del asiento —¿Qué quieres que haga? ¡Ellos han decidido irse, pues ya está! ¡No voy a quedarme esperando como un alma en pena!

Changwook guardó silencio tras su inesperado arranque de ira. Nunca le había visto tan enfadado, lo que sorprendió mucho al director.

Taehyung comprendió que se había excedido al ver la expresión en su rostro.

—Lo siento— se volvió a sentar —Tú solo estás tratando de ayudarnos y yo pago mi frustración contigo... Perdóname, hyung.

—No es propio de ti reaccionar así. ¿Por qué estás tan furioso?

—Iba a ir a la península con mi hermano— respondió sin mirarle a los ojos —Jungkook no quería que fuera pero al final aceptó mi decisión— Taehyung apretó el puño —O eso pensé... Realmente le creí... Pero solo fue una actuación. Me dijo lo que quería oír y luego me encerró en el dormitorio y se largó con Yoongi hyung a primera hora de la mañana.

—Ahora entiendo tu cabreo— Changwook entrelazó las manos —Te sientes traicionado, ¿no?

—Sí— Taehyung se tomó unos segundos para ordenar sus pensamientos —No quería que me protegiera, quería que me apoyara. Jimin aceptó la decisión de su novio pero Jungkook no fue capaz de respetar la mía y siento que... Siento que me subestima, que no me cree a la altura de las circunstancias.

—No conozco a Jungkook, así que no puedo saber sus motivos— respondió de forma sosegada —Pero no creo que te subestime. Habéis pasado meses en la península, sobreviviendo a muchos peligros. Tu grupo está formado por gente extraordinaria y tú no eres la excepción, Taehyung. Creo que Jungkook te quiere tanto, que se ha embarcado en esta misión porque tu seguridad le importa más que la suya.

—¿Quieres decir que Jimin no quiere a mi hermano porque le ha dejado ir?

—No. Solo pienso que quizá Jungkook carece de la fortaleza que tiene Jimin— Changwook trató de expresarse con el mayor respeto posible —Quizá no se vio capaz de soportar la tensión que conlleva quedarse atrás.

—Eso no justifica lo que ha hecho. Todos tenemos miedos.

—No lo justifica, llevas razón. Sin embargo, no creo que tu novio lo haya hecho con mala intención. Quería protegerte a toda costa y sí, el fin no justifica los medios y debió haber actuado con más cabeza, pero Taehyung, sus acciones no están ligadas a un acto vil, solo intenta proteger a la persona que ama.

—Eso no cambia cómo me siento...

—Es comprensible que estés enfadado y no voy a minimizar tus sentimientos. Solo te aconsejo que hables con Jungkook e intentes ponerte en sus zapatos. Trata de entender sus sentimientos y hazle entender los tuyos.

—¿Por qué me ayudas?— el menor se sintió culpable —¿No te incomoda esto?

—Mereces ser feliz. Es así de simple— sonrió genuinamente —Si Jungkook es la persona que te hace feliz, no voy a ponerme en su contra solo por estar enamorado de ti.

—Gracias, hyung— susurró con voz entrecortada —Yo... Gracias...

Changwook notó que estaba al borde de las lágrimas. El amor era complejo, a veces complicado y otras doloroso, pero también debía ser generoso. Ayudar a Taehyung, darle consuelo y fuerzas para seguir adelante sin esperar nada a cambio, esa era su forma de amar.

—Me ocuparé de tus clases— se levantó de la silla —Vuelve con Jimin, seguro que agradecerá tu compañía en un momento como este— Taehyung asintió entre sollozos —Venga, vete ya— le revolvió el pelo —Mañana quiero verte a primera hora con una enorme sonrisa.

—Gracias— el castaño le dio un abrazo muy fuerte —Gracias por ser mi amigo.

Changwook lo sostuvo con el corazón en un puño. Era difícil ser su amigo cuando todavía había sentimientos de por medio, pero era incluso peor no serlo y verlo sufrir de esa manera. 

El director deseó desde el fondo de su corazón que los problemas entre Taehyung y Jungkook, se solucionasen cuanto antes.

Seokjin había incluido una nueva habitación en la vivienda, que se asemejaba bastante a la sala de un cine pequeño. No tenía ventanas ni mucho mobiliario, solo un sofá cuadrado de grandes dimensiones acompañado de una mesa de centro, seis pantallas de televisión que colgaban en una misma pared y su correspondiente iluminación de techo.

La situación de sus amigos le había obligado a tomar esa medida para seguir lo que sucedía en Inyeon y en la península simultáneamente.

Seokjin estaba sentado en el sofá, observando las pantallas detenidamente. En las de abajo del todo se veía a Jimin en una reunión del concejo, mientras que la pantalla de la derecha mostraba a Taehyung hablando con Changwook. Hoseok se situaba en una de las de arriba; el pelirrojo se hallaba a punto de comenzar un examen. Eunha en cambio conversaba con Sojung sobre una paciente en la sección de maternidad. Y en el centro estaban Yoongi y Jungkook debatiendo con Minho algunos detalles de la misión.

—Odio no poder hacer nada— Namjoon entró en la habitación irritado y se dejó caer en la parte izquierda del sofá —Si pudiéramos comunicarnos con ellos, todo sería mucho más fácil.

—Lo sería pero también traería consecuencias— respondió Seokjin extremadamente serio —Desde que ayudamos a Seunhgo nos han silenciado y sinceramente, quizá sea lo mejor.

—¿Cómo puedes decir eso?

—Porque no me fío de nosotros— contestó mirándole a los ojos —¿Y si la situación se pone crítica y hacemos algo que salve a Yoongi pero condene a Jungkook? ¿Y si intervenimos y salvamos a Jungkook pero el que muere es Taehyung? Sé que estás furioso, dolido y harto porque no puedes comunicarte con Hoseok, pero tener este poder en una situación como esta es aterrador.

—Pero ser simples espectadores es tremendamente frustrante— Namjoon se mordió el labio con rabia —Quiero ayudarles, joder. Esto es injusto, hyung.

—Te entiendo— aseguró clavando la vista sobre Yoongi —Pero ahora solo podemos observar. Observar y actuar si uno de ellos llega a perder la vida en la península... Y lo tenemos que recibir en El Umbral.

Minho ancló el velero a una distancia segura de la costa. El cielo se había cerrado con el paso de las horas, creando una niebla que aunque no era muy densa, apenas dejaba ver la playa con claridad.

El grupo estudió la situación minuciosamente y determinó acercarse en un bote inflable. A pesar de ser Minho el único que conocía la localización del almacén, decidieron dejarlo a cargo del barco, sobre todo porque el lugar estaba a poca distancia y bastante bien señalado.  

El trayecto hacia tierra apenas duró unos minutos. El bote inflable carecía de motor y eso resultó ser de ventaja, dado que el silencio les hacía pasar desapercibidos. 

La pareja pisó la playa con sentimientos encontrados. Volver a la península les hizo sentir una cierta nostalgia, pese a que ninguno de los dos conocía esa parte del país.

Yoongi le tocó el brazo suavemente para indicarle hacia dónde debían caminar. La niebla obstaculizaba la visión, por lo que era preferible mantenerse juntos.

Los jóvenes no tardaron en escuchar un gruñido familiar. Hacía meses que no lo oían y sin embargo lo reconocieron de inmediato. 

La silueta del infectado fue tomando forma conforme se iba acercando. Se trataba de un varón adulto, vestido con un mono de trabajo tan sucio, que no se podía diferenciar el color. El escaso pelo que le quedaba le caía a trozos por los hombros.

Jungkook alzó la katana y aguardó pacientemente a que se aproximara. Su rostro lucía viejo y tenía las mejillas muy hundidas. También le faltaba media nariz y el ojo izquierdo. El maknae lo decapitó con un corte limpio ante la atenta mirada de Yoongi.

—Bien hecho— el mayor se quedó observando la cabeza del ser durante unos segundos. Su aspecto descompuesto y el olor a podredumbre no habían cambiado en lo más mínimo.

La pareja continuó por un pequeño sendero hasta dar con un letrero. En el poste se veía el nombre del pueblo del que les había hablado Minho. Según el navegante, el almacén estaba a las afueras, por lo que solo debían continuar por el bosque hasta toparse con un edificio.

Jungkook siguió a Yoongi muy de cerca. La niebla comenzaba a disiparse en aquella zona, lo que ayudó a detectar a dos infectados a muy corta distancia de ellos.

Yoongi se ocupó de una muchacha que vestía un hanbok de flores. El vestido provocaba una lentitud aún mayor en la infectada, que a pesar de su insaciable hambre, no podía apresurarse hacia su presa con la misma velocidad que su compañero.

Jungkook le cruzó la cara con el sable japonés y a continuación limpió la hoja en la ropa del chico, mientras su amigo seguía esperando a que la joven se dignase en atacarle. Yoongi perdió la paciencia y acudió a su encuentro. El menor observó cómo le partía el rostro de un tajo vertical con gran habilidad.

—Sigues en forma, hyung.

—Es como aprender a montar en bicicleta. Nunca se olvida.

A pesar de la tensión, que no era poca, ninguno de los dos se dejó dominar por el miedo. Yoongi continuó cuidando de la espalda de Jungkook y el menor hizo lo mismo por Yoongi. Cada vez que aparecía un muerto viviente se coordinaban de una manera excelente con el fin de deshacerse del individuo de la forma más segura posible.

La pareja no se topó con muchos seres, lo que resultó una verdadera suerte; lo que no fue nada fortuito sin embargo fue con lo que se encontraron al salir del bosque.

El edificio que buscaban estaba completamente calcinado.

—¿Qué demonios...?— susurró el maknae —¿Ese es el almacén?

—Me temo que sí— Yoongi se acercó unos pasos observando cada detalle de la escena —El edificio parece haber ardido recientemente. Los árboles de los alrededores están en perfectas condiciones. Da la sensación de que el incendio fue controlado.

—Así que esto es cosa de humanos— Jungkook echó un vistazo por la zona pero no vio a nadie cerca del edificio, ni acechando entre los árboles —¿Qué crees que habrá pasado aquí?

—No lo sé pero no tiene buena pinta— el mayor tenía un mal presentimiento —Vamos a dar una vuelta alrededor del edificio y si no encontramos nada, volvamos a casa— sugirió muy inquieto —Siento que aquí hay gato encerrado.

Las palabras de Yoongi le pusieron los pelos de punta. Jungkook también tenía una sensación extraña, parecida a la que sintió con la gente de Park Bogum.

La pareja comenzó a buscar por el área. Yoongi se encontró con varios cadáveres de infectados, lo que le indicó que el equipo de expedición podría haber pasado por allí. Aunque no era una pista concluyente, dado que también podría tratarse de cualquier otro superviviente.

Jungkook se adelantó hacia el aparcamiento, donde contó más de veinte vehículos estacionados. A algunos les habían alcanzado las llamas, otros en cambio seguían en perfecto estado.

—No te alejes.

—De acuerdo, hyung.

El mayor continuó caminando entre varios vehículos, observando el interior de los coches. Jungkook, que iba a su derecha, se fijó en los árboles; el viento movía las hojas creando un ruido que hubiera disfrutado en Inyeon, pero que allí sonaba bastante inquietante.

Yoongi se detuvo bruscamente al girar la esquina del edificio. El menor se quedó de piedra en cuanto visualizó el mismo escenario que su amigo.

En mitad de la explanada había cinco cabezas colocadas en fila horizontal, con dos metros de distancia entre ellas. Los cuerpos de los cráneos no estaban a la vista, lo que confundió especialmente a Jungkook. 

Yoongi se fue acercando lentamente, temiendo que pudieran pertenecer al grupo que buscaban. El maknae aguardó a cierta distancia para vigilar el perímetro, aunque le fue casi imposible apartar la vista de aquella escena macabra.

Yoongi tomó todo el valor que pudo antes de girar alrededor de los cráneos. El chico cayó al suelo, impactado al reconocer el rostro de Song Joongki entre ellos.

Jungkook corrió inmediatamente hacia él y lo abrazó con ímpetu, evitando que pudiera soltar un grito. Yoongi apretó el rostro contra el hombro del menor, desolado por la imagen de su amigo decapitado y abandonado en mitad de la nada. El joven sintió un fuerte dolor en el pecho y unas tremendas ganas de gritar que solo controló gracias al apoyo del maknae.

Jungkook lo abrazó estrechamente, con la mirada fija sobre los cadáveres. Los cuatro hombres que acompañaban a Joongki eran personas con las que había hablado alguna vez en Inyeon; se llamaban Gae Youngchul, Suk Jongyul, Ri Beomsoo y Kim Sangcheol, y trabajaban en la ganadería y agricultura de la isla.

—Yeonjun no está entre ellos— advirtió el maknae —Sé que estás dolido pero debemos encontrarle.

Yoongi se mordió con tanta saña que se hizo una pequeña herida en el labio inferior. Jungkook lo sostuvo hasta que el mayor se levantó por voluntad propia.

—Tenemos que encontrar a Yeonjun— Yoongi trató de no dejarse llevar por sus emociones, a pesar de que le hervía la sangre —Es posible que haya escapado de quién quiera que haya hecho esto.

—Aunque también cabe la posibilidad de que esas personas se lo hayan llevado— Jungkook clavó el filo de la katana en cada uno de los cráneos para evitar que pudieran convertirse en infectados —Tenemos que darnos prisa.

Yoongi no pudo volver a mirar la expresión de Joongki; no sabía qué le había sucedido pero tenía el miedo escrito en el rostro.

De repente sonó un crujido a sus espaldas.

Yoongi y Jungkook se giraron y visualizaron a alguien corriendo apresuradamente hacia el aparcamiento.

—¡Eh!— vociferó el maknae y salió detrás de él —¡Espera!

Yoongi tampoco se quedó atrás. Al girar la esquina del edificio vieron cómo se cerraba el maletero de un Hyundai azul marino.

—Se ha escondido allí— señaló el menor exaltado —Yo lo abro y tú le amenazas con la katana, ¿de acuerdo?

Yoongi le siguió con el corazón en un puño. Los jóvenes intercambiaron una breve mirada de complicidad antes de que Jungkook levantara el maletero bruscamente y desvelara el interior del vehículo.

Un chico estaba acurrucado en posición fetal, tapándose la cara con los brazos.

—¿Yeonjun?— Yoongi bajó el arma asombrado —¿Yeonjun, estás bien?

—¿Y-Yoongi hyung?— el muchacho apartó los brazos entre lágrimas —¿J-Jungkook hyung?

—¿Qué ha pasado?— Jungkook se sintió aliviado de verle —¿Quién os ha atacado?

—N-No lo sé— Yeonjun se dejó ayudar por Yoongi y salió del maletero —Cuando llegamos, un grupo de hombres nos atacó de la nada...

—¿Por qué?— preguntó Yoongi —¿Buscaban algo?

—Dijeron que... Dijeron que nos habíamos llevado a sus hijas y hermanas... Que traficábamos con personas... Joongki hyung trató de explicarles que nos estaban confundiendo, que nosotros solo veníamos a por víveres y medicamentos, pero no le hicieron caso... Los decapitaron a todos, hyung— se apretó contra el cuerpo de Yoongi —No tuvieron compasión... N-No tuvieron humanidad...

—¿Cómo te has salvado?— el mayor notó que estaba temblando como un flan —Tranquilo, ya estamos aquí.

—Yo... Yo tenía que mear... Me aparté un momento de ellos y oí voces... Al asomarme vi cómo los tenían arrodillados sobre el asfalto— Yeonjun trató de contener las lágrimas en vano —Vi cómo los ejecutaban... No pude hacer nada, lo juro... Tenéis que creerme, por favor...

Jungkook le apretó el hombro tratando de darle seguridad. Yeonjun entendió el gesto y halló fuerzas a través de él para seguir hablando.

—M-Me escondí en el maletero y pasé aquí toda la noche... He salido ahora pensando que se habían ido, pero os he visto a vosotros y me he asustado... Lo siento, no os he reconocido...

—Lo importante es que estás bien— Yoongi echó un vistazo por la zona —Minho hyung nos está esperando.

—Volvamos cuanto antes— concluyó Jungkook —Este sitio no es seguro.

El grupo regresó por el mismo sendero ejecutando a cada infectado que se cruzaba por su camino. Yeonjun se sintió mucho más arropado con la presencia de ambos. Seguía aterrado por todo lo que había sucedido en las últimas veinticuatro horas, pero tenerlos a su lado le dio mucha seguridad.

La niebla comenzó a volverse más densa conforme se iban acercando a la playa, lo que obligó al grupo a mantenerse muy unido y dar pequeños pasos hacia la costa.

Yeonjun alertó a sus amigos cada vez que veía una silueta moviéndose en su dirección. El menor no estaba armado y Yoongi lo veía tan nervioso que no quería arriesgarse a entregarle un arma y acabar acuchillado.

Aquella formación funcionó tan bien que lograron llegar a la playa sin ningún inconveniente.

—¿Dónde habéis dejado el barco?— le preguntó Jungkook a Yeonjun —No estaba cuando llegamos.

—Lo dejamos aquí... Puede que se lo hayan llevado...

—Volvamos al bote y salgamos de aquí cagando hostias— pidió Yoongi, que seguía teniendo una sensación muy extraña desde que había pisado la península —No os alejéis.

El grupo comenzó a avanzar entre la niebla, como habían hecho hasta ahora. De repente, una silueta se puso en el camino de Jungkook. El joven alzó la katana justo cuando otra silueta apareció delante de él, seguida de otra y otra y otra.

Yoongi empujó a Yeonjun hacia atrás y observó atónito cómo iban apareciendo más siluetas entre la niebla. Ninguna de ellas se tambaleaba, ni hacía ningún sonido, ni tampoco desprendía ningún olor desagradable.

El menor se agarró de la cintura de Yoongi, aterrado por la cantidad de siluetas que tenían enfrente.

—Son ellos— susurró Yeonjun muerto de miedo —Son ellos... Y van a matarnos...

Jungkook se arrepiente de cómo ha hecho las cosas con Taehyung. Aunque no duda de la capacidad de su novio, el mensaje que le ha llegado es justo el contrario. ¿Podrán arreglar este conflicto? 🤔

¿Qué os ha parecido la actitud de Changwook? ¿Le ha dado el consejo adecuado a Taehyung

Ayudar a Seunhgo ha tenido consecuencias. Seokjin y Namjoon no pueden comunicarse con los demás. ¿Creéis que esto es bueno o malo? 👀

Yoongi y Jungkook se han encontrado con una desagradable sorpresa y ahora la situación se vuelve a complicar. ¿Quién es esa gente? ¿Podrán razonar con ellos? No parecen muy pacíficos... ¿Lograrán salir de esta? En el próximo capítulo más. Cuidaros mucho. ❤

¿Estáis disfrutando del comeback, ARMY? Sigamos apoyando a Bangtan, estamos haciendo un trabajo increíble. Continuemos dándoles mucho amor, ¿de acuerdo? Ellos se lo merecen. 🥺 ¡Fighting! 💜

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