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CAPÍTULO CUATRO
[ANCLA]
Stiles guardó su móvil, no había rastro de Celia por ninguna parte, ni un mensaje, ni una llamada. Comenzaba a desesperarse y por más que le prometió que no usaría hasta el último recurso de la policía para buscarla se arrepentía tanto de esa promesa.
Se colgó al hombro el maletín de agente que Celia le regaló en navidad cada que lo llevaba consigo la sentía más cerca suyo, viajó hasta Río de Janeiro junto al agente Luke Hobbs con quien recientemente consiguió una pasantía para estar en su equipo y una recomendación de su padre.
— Atención, los hombres que buscamos son profesionales les gusta la velocidad y lo harán lo más complicado que puedan así que estén preparados los encontraremos, los arrestaremos y los traeremos de vuelta y lo más importante, que jamás. Jamás. Se suban a un auto. Han pasado diez horas del crimen, ha cazarlos.
Varios de los Agentes subieron de nuevo al avión para bajar el resto de cosas, Stiles siguió a su superior.
— Agente Hobbs — lo llamó un hombre quien resultó ser el Jefe de Policía en Rio. — Joao Alemeida.
— Luke. — se presentó el mayor. — El chicos es Stiles,
Stiles levantó su mano como saludó.
— Lamentó la muerte de sus hombres. ¿Todo esto es necesario para aprehender a dos hombres?
— Le dire algo sobre ellos. Uno es un ex policía federal pasó cinco años de encubierto sabe todo lo que haremos y el otro es un criminal profesional, escapó de prisión dos veces ha pasado toda su vida huyendo de personas como usted.
— Si entiendo, algo en que podamos hacer para ayudarles.
— Dos cosas, necesito un traductor...
— Tenemos muchos en el departamento.
— Elena Neves. — habló Hobbs con determinación.
— ¿Una oficial de tránsito?
— Como oyó.
— ¿Pero por qué? Tenemos más gente con experiencia.
— Su sonrisa es hermosa.
— ¿Qué otra cosa necesitan?
— Que no se metan en mi camino.
Stiles y Luke subieron a una camioneta. El chico de pecas buscó nuevamente en su teléfono alguna señal de Celia.
Nada.
Cerró la puerta con molestia, no le gustaba ni saber nada de su amiga, si en doce horas no tenía noticias de ella, usaría los recursos de la Agencia para buscarla hasta por debajo de las mismas piedras.
Celia ayudaba a Brian a desarmar el auto. Se habían estado conociendo de alguna manera, para ella era gracioso escuchar como es que un ex policía terminó siendo uno de los más buscados en el país.
— Te volviste una especie de Robin Hood — murmuró Celia.
— Lo dice la chica que usa arco y flechas.
Ella no pudo evitar reírse al escucharlo, hablaron vagamente de sus vidas al comenzar a desarmar el auto, pero terminaron en una conversación de como conocieron a la Familia Toretto. Celia sabía que Brian se infiltró en el equipo para detener a Dominic, salió con Mia durante un tiempo, pero ella no le perdonó del todo como para volverlo a intentar, aún así eran buenos amigos.
Celia, Brian y Mía escucharon un ruido del exterior, siendo ella quien tomara una pequeña navaja de sus botas.
— No puede ser. — la voz de Vince llegó a sus oídos antes de lanzar la navaja.
— ¿Ahora no es una flecha? — preguntó Brian con burla.
— Está del otro lado — señaló la mesa al lado de Dom.
— ¡Que desastre!
Vince apareció en el campo de visión de Celia, ella arrugó su frente al verlo, había algo que no le cuadraba del todo en la situación, si aprendió algo en todo su tiempo junto a la mandada fue en desconfiar hasta de la persona más inesperada.
— ¿Dónde estabas? — preguntó Brian molesto.
El tono de voz en Brian cambió tan pronto vio a Vince, Argent lo noto.
Vince se rio al escucharlo hablarle de esa forma, en otra situación tal vez se hubiera reído, pero en esa solo hizo más que enojarla. Se levantó colocándose detrás de Brian poniendo una mano en su hombro, por instinto O'Conner le acarició la mano logrando clamar su ánimo un poco.
— Más vale que cuides tu tono.
— Más vale que respondas la pregunta.
— ¡Basta! Los dos — los detuvo Mia. — Habló en serio.
— ¿Donde mierda estabas, Vince? — preguntó Celia cruzándose de brazos.
Dom la miró, Mía no se acercó a ella para detener el mal humor en Argent, pero Brian si lo hizo, la tomó del brazo para alejarla un poco.
— ¿Dónde estabas, Vince?
— Mucha gente en las favelas los está buscando — Vince miró a Brian y los hermanos Toretto. — Muy pocos buscan a la chica encapuchada de flechas, no podía salir de ahí sin traerlos aquí. Tuve que esperar.
— No salgas con eso. ¡Este era tu trabajo! ¡Era tu gente!
Brian se lanzó a Vince para golpearlo, Dom detuvo a Vince mientras que a Celia y Mia detenían a Brian, la Argent tomó del brazo a Brian acercándose hasta el para obligarlo a mirarla.
— ¡Ya basta, O'Conner! Si dice que no lo hizo, no lo hizo. Ve a calmarte.
— Brian contrólate — pidió Celia. — Brian sino te controlas voy a lanzarte una flecha en el brazo otra vez.
Brian miró a Celia, logrando que disminuyera un poco su molestia, al estar tan cerca uno del otro, él la abrazó ante la mirada de los tres presentes, Celia no lo alejó al contrario también pasó sus brazos por el torso de él. Ella lo tomó del brazo alejándolo de Vince y Dom para salir al exterior un poco. Los dos se marcharon sin darse cuenta que en algún momento fue Brian quien la tomaba de la mano.
— Habla — ordenó Celia soltándolo.
De alguna manera, cuando lo soltó sintió un vacío en ella que decidió ignorar, al contrario de Brian quien sí miró su mano y la de ella, también lo había sentido.
— Puso en riesgo a Mia... a ti... a todos, pudieron haber muerto.
Celia suspiro. — He estado en peores situaciones de riesgo, créeme, esto, un tren es solo un juego de niños.
Pensó en el Kanima o la manada de Alfas de Deucalion incluso en Jennifer, pero nada se comparaba al Nogitsune.
Brian suspiró. — Celia, tal vez tu conociste un Vince, pero el que yo conocí...
— El Vince que ambos conocimos es diferente al que es hoy, la Celia que fui hace diez años no es la misma que está hoy frente a ti y tampoco eres el mismo que hace diez años, Brian — hablo con calma mirando la luna. Luna llena. — Solo digo que las personas cambian y no sabemos quienes son realmente hasta los malos momentos cuando demuestran su verdadero rostro.
Brian suspiro dándole la razón. Se llevó las manos a la cabeza mientras veía como Celia disfrutaba de la luna llena, algo curioso que descubrió de ella fue que a muchos les asustaba la Luna Llena, pero a Celia Argent no le asustaba, al contrario, le encantaba y de alguna forma la mantenía más viva que antes.
Brian se acercó a ella dejando un beso en su frente, Celia recargó su cabeza en el hombro de su compañero bajo la luz de la luna. El brazo de O'Conner la atrajo hacia el, solo un poco más cerca.
— ¿Algún día hablaras de tu pasado?
— Algún día.
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