Ren no entendía bien como habían llegado a este punto.

Solos. Estaban completamente solos.

En el tiempo que el chico llevaba ahí, por lo menos unos tres días, había tenido fiebre, Ren había tenido de desinfectar su herida y cambiar vendas, además de ayudarlo a llegar al cuarto de baño para que tomara una ducha. Tobirama podía ser algo quisquilloso respecto a su aseo personal.

Y bueno, justo ahora se encontraban comiendo en silencio.

—Así que...—intento romper el silencio la chica.— ¿Te sientes mejor?

—Claro, gracias por eso.—respondió con simpleza el muchacho.

—De acuerdo.—y siguió comiendo en silencio.

Las cosas se habían tornado algo incomodas para ambos en cierto punto. Desde antes de que Tobirama fuera al campo de batalla y la noche tan sentimental que compartieron algo había cambiado; Tobirama estaba asustado de ello, jamás había sentido algo similar. Mientras que Ren podía asegurar que estaba empezando a sentir amor por el chico, pero le asustaba arruinar la buena relación que llevaban hasta entonces.

—Ren...–el chico le hablo inseguro.

—¿Qué pasa?

—Quiero hablarte sobre algo, algo que pasó en el campo de batalla.

La chica asintió y se acercó a él.

—Cuando estaba ahí pensé en ti.—soltó sin anestesia alguna, interiormente la chica estaba luchando por no sonrojarse ante aquello.— Pensé en ti y pensé en mi madre, no quiero que compartan el mismo destino.

La chica lo miro con curiosidad, tanto Tobirama como Hashirama y mucho menos Butsuma-sama hablaban de la madre de aquellos chicos. Por lo cual escuchar su mención por parte de Tobirama fue algo realmente sorprendente.

—Mi madre murió defendiéndonos, defendiéndome y yo no pude hacer nada. Era solo un niño cuando aquello paso, no pude defenderla o salvarla de aquel ataque.—el peliblanco volteo la mirada, no era un secreto entre la familia Senju que Leiko, su madre, y Tobirama se adoraban.

La relación madre-hijo que ellos tenían era sorprendente, en realidad lo era con todos sus hijos, pero Tobirama siempre fue el más apegado a ella, era su niño especial debido a las complicaciones que tuvo en el parto de este, Leiko Senju era una mujer indudablemente hermosa y a su vez fuerte. Tobirama admiraba la fortaleza de aquella mujer y gracias a ella se propuso no casarse con alguien débil.

—Tu madre...—dijo con delicadeza—. ¿Cómo era?

Aquella pregunta lo tomó por sorpresa.

—Veamos...—suspiro— ella era una mujer fuerte y muy dulce, siempre cuidaba de nosotros y nos enseñó demasiados jutsu, en realidad Hashirama heredó su gran habilidad médica de ella, aunque el la supero por mucho.

—Suena a una excelente persona.

—Lo era, se llamaba Leiko.—sonrió de lado—. Físicamente era parecida a mí, teníamos los mismos ojos y la misma piel, su cabello era blanco a excepción de unos mechones castaños, parecidos a los de mi hermano Itama.

Cuando el joven guardo silencios Ren prefirió no preguntar más, ella sabía que aunque Tobirama se mostrará firme y serio le era doloroso recordar a los que perdió.

—Me hubiera gustado conocer a mi madre.—le contó.

—¿No conoces a tu madre?–pregunto extrañado, aquello lo había tomado por sorpresa, Ren casi nunca hablaba sobre ella misma.

—No—respondió con una sonrisa—. Yo nací en invierno, mi madre tuvo problemas para que yo naciera, todos decían que era un bebé muy débil y probablemente moriría. Mi madre no creía aquello, la débil en realidad era ella, su cuerpo no lo soporto.

El chico la miraba atento a cada palabra que salía de su boca.

—Mi padre siempre dijo que ella me regaló su vida, éramos ella o yo, su amor por mí fue tan grande que sacrificó su propia vida para dármela a mi.—ella sonrió nostálgica—. En realidad la admiro demasiado, ¿cuánto debes amar a alguien para sacrificarte por ellos?

Tobirama la miro y sonrío, las madres de ambos habían dado todo de sí para protegerlos, incluso su vida. La última pregunta de la chica siguió rondando su mente, ¿cuánto debías amar a alguien para dar tu vida por él o ella?

—Supongo que algún día lo sabremos.

—Yo también creo eso.

(...)

Era de noche y ninguno podía dormir aún, algo los estaba molestando de sobremanera.

Tobirama se preguntaba de dónde venía aquello, ¿estaría empeorando su herida? Su corazón latía rápido y sentía calidez en su estómago cuando estaba cerca de la chica y la veía sonreír.

Ren, al otro lado de la habitación, se preguntaba si en realidad sentía algo fuerte por el chico, su corazón latía fuerte y se sentía en paz con el.

—¿Estás despierta?—murmuró el joven.

—Así que tampoco puedes dormir.–contesto y el bufo.

—Ciertamente no lo consigo aunque quiera.

El silencio inundó la habitación hasta que algo siendo arrastrado y después el cuerpo de la chica, sobre su propio futon, ya hacía a su lado.

—¿Quieres hablar sobre ello?—le sonrió tímida.

—No lo creo, podríamos hablar de algo más interesante que eso.–respondió.

En realidad el chico no quería asustarla diciéndole lo que pasaba por su mente en aquel momento, ¿qué pasaría si se sentía incómoda y arruinaba lo poco que construyeron de amistad?

—De acuerdo, ¿de qué quieres hablar entonces?—pregunto ella poniéndose de lado para verlo mejor.

—¿Recuerdas que había dicho que nos conociéramos?—pregunto y ella hizo un ruido de afirmación—. Creo que eso estaría bien.

—¿Y qué quieres saber?—pregunto y el suspiro, no había pensado eso antes.

En definitiva aquella sería una muy larga noche.

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¿Qué se imaginan que pasara acá?🌚

¡Ya se nos acabó Naruto!💔☹️
Sinceramente para mí acabo desde el 478, pero aún así, duele saber que se fue.

Igual le daré una oportunidad a Boruto, ahora solo queda esperar abril.