48
—Ya llegamos—anunció Wesh levantándome con gentileza. Había olvidado el instante en el que me quedé dormida, me encontraba envuelta en una manta delgada y mi almohada era la falda de mi vestido, la había roto en la noche para poder ponerme más cómoda en el camión, al despertar por completo pude ver a mi padre durmiendo a mi lado.
—¿Qué hora es? —pregunté sin rastro de miedo, estaba preparada para lo peor. Wesh pudo ver en mi mirada que no estaba jugando, estaba por comenzar una nueva pelea con Near, así que se llevó una gran sorpresa al ver que no tenía miedo, al menos no a la muerte.
—Es temprano, ya salió el sol, así que estamos seguros por ahora—contestó Wesh entregándome un pedazo de pan con jugo—. Perdona que no sea tan elaborado, pero solo empaqué un par de suministros para Cazadores, te dará fuerza todo el día, son como cuatro días de desayuno, comida y cena— explicó mientras yo devoraba los suplementos. Algo bueno de ese alimento era que no tenía un sabor desagradable, pero tampoco dejaba un sabor que degustar, sabía a pan normal—. ¿Dormiste bien? —preguntó esperando mi respuesta en lo que el jugo me ayudaba a pasar por mi garganta el pan.
—Dormir con mi padre me hizo dormir bien—sonreí viendo como mi padre balbuceaba cosas raras, parecía que hablaba otro idioma, era adorable a su manera.
—Me alegra saberlo— sonrió tranquilo mientras se sentaba a mi lado—Sky y Mila fueron a revisar el perímetro, nos queda un dia para llegar, pero debemos de asegurarnos que nadie nos siga, estamos en el territorio de Near aún, así que debemos de tener cuidado y alistarte, debes de prepararte—se acercó a mi un poco más, era obvio que esperaba algo, eran los últimos momentos que tendríamos en la vida, así que era de esperar que se pusiera algo melosos en el momento menos oportuno.
—Gracias por preocuparte—sonreí recargando mi cabeza en su hombro, no quería darle alas, pero Wesh lo necesitaba—. Gracias por todo Wesh—le sonreí—, me diste un propósito, si esto sale bien..
—Cuando salga todo bien— me corrigió sonriendo mientras acariciaba una de mis mejillas.
—Cuando salga todo bien, podré morir solamente con ganas de ver a Arturo de nuevo, así reencarnaré de nuevo y podré estar con él— sonreí, él también lo hizo, estaba consciente de lo enamorada que estaba de Arturo, de la esperanza que me daba el volver a verlo—. Me diste una razón para volver a tener fe— hice una pausa para mirar la pared del camión—. Aunque en parte me da miedo, cuando William me mató no pude encontrarme con Arturo, no había reencarnado ni nada parecido, ¿qué me afirma que volveré a estar con Arti?
—El destino existe Jade— puso su brazo alrededor de mis hombros y me juntó más a él. En parte era incomodo, pero a la vez era lindo—. Yo soy un 'Gitano', un vampiro Sangre Pura que puede tener contacto con todo tipo de entidades mágicas y místicas, lo que significa que conocer el paradero de un alma es pan comido— se jactó con orgullo—, cuando el alma de una persona muere esta se vuelve parte del mismo universo, o bien, si tiene asuntos paganos que lo atan al mundo, bueno, es decir, asuntos pendientes, llega a un lugar donde su alma reside hasta que sea el momento indicado para volver y salvar esas cuentas pendientes— explicó algo rápido para mi comprensión, pero pude entender un poco—. Yo puedo saber si residen en ese lugar para volver a reencarnar, y entre esas se encontraba tu novio, así que por esa misma razón no pudiste encontrar a Arturo cuando moriste, tu alma pasó a un estado en donde no sabía a qué lugar pertenecer, y al ser revivida por William tu alma no tuvo más opción que regresar, pero te aseguro que él y tu se volverán a encontrar, después de todo, no se les dicen 'almas gemelas' por nada— sonrió alejando su brazo de mis hombros. Me hizo sonreír esa última parte, me hizo feliz, saber que Arturo y yo éramos el uno para el otro, que sin importar las situaciones, sin importar la muerte, él y yo íbamos a estar juntos.
—Wesh—suspiré con felicidad, le di un abrazo rápido y solté una pequeña risita—. No sabes cuanto, cuanto, te quiero.
—No saben lo ruidosos, ruidosos, que son— dijo mi padre mientras se levantaba lentamente, parecía zombi, su cabello negro estaba completamente desordenado, tenía ojeras muy notorias, sus ojos tenían lagañas y se podían escuchar ligeros gruñidos emanando de él—. Dejen dormir mal nacidos— nos dedicó una mirada de 'mueran' y volvió a taparse con la cobija, nos encontrábamos en un lugar muy frío, así que agradecí que Wesh me diera su chamarra.
—Perdona papá— le di un beso en la frente a mi padre, dejándolo dormir un poco más. Él dio un pequeño ronroneo en forma satisfactoria, mi padre adoraba que me comportara como una niña dulce de vez en cuando.
Wesh y yo no salimos del camión, él se preocupaba que alguien nos estuviera vigilando, pero no dejó de mantenerme ocupada, desde repasando hechizos, perfeccionando armas, alistando mi ropa y jugando con cartas. Pasamos gran parte de la mañana tarde entrenando y platicando como sería el plan, muchas muchas cosas, entre esas, mis dudas.
—¿Qué pasará con William? —pregunté algo preocupada por el estado del rubio, a pesar de todo, él seguía siendo mi amigo, me cuidaba y me demostraba que me quería mucho, era normal preocuparme por él.
—Bueno, en este momento deberá de estar despertando junto con todos los del castillo, créeme, a ellos no les gustará, sobre todo a Justin, pero no te preocupes, ese niño estúpido no tiene poder, no en estas tierras—contestó bebiendo un poco de café—. Me gusta el sabor del café, pero la sensación de beber algo me da asco, no suelo comer ni ingerir líquidos, las personas dirían que estaría tan deshidratado como una pasa, pero el ser vampiro ayuda en eso— volvió a tomar un trago de la bebida, cuando acababa hacía una ligera mueca, como si le gustara pero le causara un gran dolor.
—¿Por qué no eres pareja de William? —pregunté confundida, si bien, sabía que Wesh era bisexual, nunca supe con certeza la razón por lo cual nunca tuvo una relación formal con mi amigo. Su rostro lleno de nostalgia me dio una pista, Wesh lo quería mucho, aún a pesar de los años, solía coquetear de vez en cuando con el rubio para hacerlo enojar y sacarlo de sus casillas, era divertido.
—Leonard es una persona muy buena, un leal amigo, un gran líder y un buen Cazador, pero es malo compartiendo, así que decidí darle una pequeña lección, cuando me le confesé a William lo 'rapté'— contestó volviendo a dar otro sorbo a la bebida—. En ese entonces William no sabía mucho de emociones, así que Leonard le enseñaba, obviamente no podía contra eso, así que decidí enseñarle algo a William, algo que pensé que valdría la pena.
—¿Qué cosa? —pregunté preocupada. Había escuchado que Wesh le había hecho algo malo a Will, pero al haberlo escuchado de Leo, una persona que exageraba todo, no lo creí por completo, así que decidí escuchar la versión de Wesh.
—A besar— colocó uno de sus dedos en sus labios, mostrando una sonrisa traviesa. Pude volver a respirar aliviada, no eran nada grave después de todo—. Leonard nunca le había enseñado eso, obviamente, se encontraba comprometido con Naila, así que yo rapté a William, lo llevé al lugar menos indicado... — hizo una pausa, mentalizando un poco como describir las imágenes del pasado—. Lo llevé al castillo Este, donde vivía la madre de Leonard junto con su padre, y ahí pues, ocurrió una masacre, un intento de matar a la madre de Leonard, claro, no lo lograron porque ella huyó, pero mataron a toda la servidumbre y familiares de la familia Este, todos los hermanos y parientes de Evageline, entonces te podrás imaginar lo traumante que fue para Will saber de dónde venía Leonard, así que para olvidarlo, digamos que lo 'forcé' a besarme— hizo comillas con sus manos, se notaba lo incómodo que se sentía al hablar de eso—. En fin, tuvo miedo y al final comenzó a llorar, no quería que lo besara alguien que no fuera Leo, intenté convencerlo, hice cosas que me arrepiento, lo toqué de una forma de la que no estoy orgulloso, verlo llorar me hizo darme cuenta de que nunca tendría una oportunidad con él, antes que las cosas se pusieran peor, le pregunté algo a Will, le pregunté '¿me amas?', a lo cual él respondió que no, entonces me sentí un poco más aliviado, le había enseñado a William a decir 'NO'...— su tono de voz se volvió más frío, incluso su mirada se perdió—. Al final Leonard me dio la paliza de mi vida, ¿sabes lo difícil que es dejar una cicatriz en un vampiro? —preguntó a lo cual yo negué con la cabeza, él soltó una pequeña risita y se levantó la playera, dejando ver su hermoso y perfecto torso, muy bien marcado super antojable que me hacía babear mares, pero mi lado fangirl murió al ver una enorme cicatriz en uno de sus masculinos pectorales, una muy cerca del corazón, una cicatriz grande y notoria, como si las garras de un oso las hubiera hecho.
—¿Él te hizo eso? —pregunté mientras mi mano acariciaba la cicatriz, el tacto era rasposo, el cuerpo de Wesh era casi tan delicioso como el de Jason, no había duda de que el cuerpo de los Cazadores de clase A eran muy ardientes.
—Si, desde entonces rompió parte de mis huesos y nuestro lazo, me quitó mi título como Gitano de los Sangres Puras, quede desterrado del territorio Este y me quedé en medio de un bosque, construí una cabaña y le ayudé a tu padre a localizar a Jason— contestó acomodando su prenda—, no fue hasta unos meses que volví a encontrarme a Will, pero desde hace mucho tenía la sospechaba que Leonard le borraba las memorias, nunca quise creerlo, pero hace unos día escuché que William discutía con Leonard sobre protegerte, Will tocó un tema algo sensible y al parecer Leo no quería que se entrometiera, tu sabes, odia la idea de que Will le ayude a sobrellevar sus problemas, pero nunca creí que le borraría las memorias de una forma tan segura— se quedó pensativo un momento—. Pero bueno, no importa, la relación de William y Leonard es muy fuerte, sabrán cómo solucionar todo.
—Eso espero...
(Narrador Omnisciente)
William se encontraba recostado en una cama que no era suya, se encontraba mareado, no recordaba lo que había pasado, al menos no por unos minutos en lo que su cuerpo que recuperaba de los síntomas del repentino hechizo.
—¿Qué fue lo que sucedió? —preguntó volviendo a incorporarse a la cama, se sentó en esta y se dedicó a que su cabeza no diera tanta vueltas. Conforme pasaron los minutos los recuerdos regresarón a él, todo lo que había discutido con Wesh, todo lo que ocupaba un lugar vacío en sus recuerdos, recuerdos que no sabía que existían, recordó cada parte, cada suceso que Leonard le arrebató. Pudo ver la muerte de Nora, el castillo Este, besos que eran una simple trampa para que sus memorias fueran cegadas. No pudo evitar tener un ataque de pánico, a pesar de no tener la capacidad de respirar, sus pulmones subían y bajaban, en búsqueda de controlar un poco el ataque de corazón que le estaba dando—No puede ser... —habló en un susurró mientras entintaba contener sus lagrimas, habían sido cosas importantes las que no se encontraban en donde debían estar.
—¡Will! —se escuchó la voz de Leonard pronunciar su nombre—¡William! —se escuchó una vez más, viendo como el ojiazul entraba a la habitación, haciendo que el rubio saltara de la cama para ponerse d pie. Tenía miedo, se notaba en su mirada—Will, menos mal que estás bien— suspiró con alivio, el rubio no pudo hacer más que sentirse con miedo, dio dos pasos para atrás y se abrazó a si mismo, como si el único refugio seguro fueran sus propios brazos—. Te estuve buscando por todas partes, todos nos quedamos dormidos, acabamos de despertar y pensé que algo malo te había pasado— habló con rapidez mientras se acercaba poco a poco más a los labios de su novio, se mostraba con una sonrisa—Estaba preocupado— mostró una sonrisa de alivio mientras sujetaba la mejilla de su pareja, se acercó un poco más para poder juntar sus labios con los ajenos, pero solo se ganó una cachetada del rubio. William se había quedado estático, inerte, apenas pudo procesar lo que había pasado, fue un impulso, su cuerpo se había movido solo, pues nunca le había levantado la mano a Leonard.
—A-aléjate— apenas pudo pronunciar, el miedo y el enojo lo consumía, por primera vez estaba desconfiando de Leonard—. No me toques— el dolor de pronuncias esas palabras fue democracia, no pudo evitar comenzar a llorar—No me toques—susurró una ultima vez mientras sacaba de su pantalón una pequeña daga.
—¿Todo está bien Will? —preguntó Leo guardando su distancia,la imagen de su novio llorando con un cuchillo no le daba una buena señal.
—'¿Todo bien?' —repondió las palabras del azabache—¡Nada está bien! —exclamó mientras el llanto se hacía presente, le sorprendía que su pareja fuera hipócrita como para no darse cuenta de lo que sucedía.
—Will—intentó acercarse, pero esperó a que el rubio terminara de sollozar, espero pacientemente la oportunidad para poder acercarse a él y calmarlo. William solamente podía llorar con amargo, se encontraba enojado, decepcionado, pero debía de mostrarse vulnerable, si algo conocía de Leonard, era que siempre buscaba la forma de no verlo llorar.
Como era de esperar, William bajó el cuchillo, dándole permiso a Leonard de abrazarlo, el azabache no tardó en envolver al rubio en sus brazos, se sentía mal, no soportaba ver a su novio tan destrozado, no soportaba saber quien lo había hecho sentir así, no comprendía el por qué le había pedido que se alejara.
Tardó un minuto para que el rubio se tranquilizara, ambos que sedaron en total silencio, pero un momento a otro, el rubio acercó con presicion y rapidez la daga al cuello de Leonard, haciendo que este se paralizara de miedo.
—No te muevas— amenazó William—. Si haces impulsivo créeme que te mato— le dedicó una mirada de honestidad, Leonard no podía contra William, no iba a pelear contra el amor de su vida, así que decidió hacer lo que Will le dijera. Se quedó quieto, solamente le dedicó una mirada de aprobación, él haría lo que William le dijera.—. Bien, buen chico—lo miró amenazante—. Ahora dime Leonard, ¿es verdad que borraste mis memorias? —preguntó cambiando drásticamente su tono de voz, ya no era calmado y cálido, sino frío e indiferente.
—¿Qué? —preguntó sorprendido por lo que había escuchado de la boca de su amante, le sorprendía que esas palabras fueran pronunciadas por Will—¿Quién te dijo eso? —preguntó enojado, preocupado, furioso. Ese era un secreto, uno para proteger a su novio, uno para que no sufriera y no fuera parte de los problemas que lo consumía día y noche.
—¿Es verdad que borraste mis memorias? — volvió a preguntar un poco más seguro de la respuesta, ese mismo sentimiento fue el que lo hizo crujir los dientes y derramar unas lágrimas con amargo.
—¿¡Quien te dijo eso!? —volvió a preguntar, esta vez exclamando sin querer, sintiendo como la daga se encajaba en su cuello. Ese golpe de realidad lo hizo calmar un poco, sus pupilas volvieron a tener brillo, pudo ver por primera vez las lágrimas que bajaban de los ojos color verde de William, no dudó en limpiarlas, recibiendo la daga un poco más profundo en su cuello. Supo que no tenía salida.
—¿Por qué? —preguntó el rubio—¿Por qué lo hiciste? — su voz era calmada, el agarre de su mano a la daga era fuerte, no dudaba en cortarle la garganta a Leonard, no después de saber lo que había hecho.
—Nunca quise que cargaras con mis problemas—contestó sintiendo como su sangre de derramaba desde su cuello hasta su clavícula—. Wesh te mostró una parte de mi pasado y quedaste tan asustado que pensé que era mi responsabilidad, si borraba ese recuerdo entonces tú volverías a la normalidad, la vez que maté a Nora Gravez, supe que querías involucrarte más y si lo hacías, sabía que correrías peligro...
—¡No me mientas! —exclamó encajando una vez más el cuchillo. Leonard solamente podía quedarse firme—. Sabes que hubo una razón más, otra razón por la cual no querías que que supiera sobre la muerte de Nora— lo miró desafiante, después de todo Will ya había recuperado parte de sus memorias, sabía que había otra razón, sólo quería que su pareja fuera honesta con él.
Leonard suspiró.
—Habías dicho que Naila me había traicionado y ayudado a matar a mi madre— confesó—. En esos días, nuestra relación era delicada, ella era mi prometida, obviamente me dolía que desconfiaras de una persona como ella, debía de mantenerse parcial...
—Aún la amabas— tradujo lo que había dicho, derramando otro par de lágrimas, por un segundo, su voz que quebró, su pecho sintió un cosquilleo lleno de temor—. Me borraste las memorias porque aún la amabas y te dolía que alguien como ella te traicionara, así que preferiste un millón de veces borrarme las memoria que aceptar que Naila había matado a tu madre— miró a Leonard con enojo.
—Es verdad— no se sintió orgulloso de decir eso, apenas pudo ver los ojos verdes que tanto le encantaban—. Es verdad que no me gustaba la idea de que Naila me traicionara, era mi prometida después de todo, pero más que nada sabía que tu curiosidad te llevaría a investigar a mi padre, a esos monstruos, te pondrías en peligro, más de lo que ya estas.
—¡Deja de tener miedo! —exclamó retirando el cuchillo del cuello de su pareja, sus brazos se posaron en los hombros del más alto y lo sacudieron con desespero—. ¡No me pasará nada, estoy bien, cargar con tus problemas no me llevará a la muerte! —exclamó mirando a los ojos a su pareja—.¡Eso es lo que hacen las parejas, ayudarse mutuamente, no encerrarlas en una jaula!
—Tu no lo haz visto! —exclamó tomando las manos del rubio, dejando a este estático—Tu no lo haz visto—repitió recuperando el aire, hablando más calmado.
—¿A qué te refieres? —preguntó asustado.
—No lo recuerdas— desvió la mirada—, yo te hice olvidar porque así no conocerías lo que te depara el destino. Cuando capturaste a Sky ella tenía un mensaje de mi hermano, tu sabes, el que le dijimos a Jason, por eso te mostrabas sorprendido y no recuerdas nada sobre Near, lo mantuve en secreto por un pequeño lapso de tiempo, pero hubo más, antes de decirle a Jason tuve sueños, sueños donde morías donde un sujeto de cabellera negra, ojos azules, fría sonrisa y rostro de Nora te mataba, te mataba frente a mi ojos.
—Pudiste ver qué Near me mataba— completó—, las noches donde despiertas asustado, ¿alguna vez me contaste esos sueños?, ¿alguna vez tocamos ese tema?
—Sí—contestó sin ninguna expresión—. Si lo platicamos, pero al instante lo borré de tu memorias, no quería que supieras la causa de ese sueño.
—¿Qué fue lo que viste con exactitud? —preguntó intentando hacerse el valiente, pero en realidad el miedo lo consumía. Leonard podía predecir el futuro con exactitud, en varias ocasiones eso había ayudado en misiones de cazadores, pero si los sueños habían sido lo que parecía ser, entonces su muerte si iba a suceder.
—El destino a veces es como una balanza, donde pierdes o ganas, en este caso, si tu perdías Jade vivía, pero si Jade perdía tu vivías junto con Violetta, en el destino en donde tu mueres yo también pierdo, yo te pierdo—explicó con desespero.
—Por eso no hiciste nada cuando sentenciaron a Jade, sabías que si ella se quedaba aquí yo igual lo haría, pues al no tomar ninguna opción la balanza no se movería, pero preferiste un millón de veces sacrificar a una nación y a Jade que a mí—habló el rubio amenazando el volver a encajar la daga en el cuello del azabache.
—William— lo nombró con el ceño fruncido—¿Por qué razón te pondría en peligro?, prefiero perder todo que perderte a ti, porque te amo, porque era la única familia que me queda, porque le diste chispa a mi vida, porque eres el único que le da sentido a mi vida, contéstame, ¿por qué perdería a alguien como tu?
—Por qué no me dijiste nada, porque eres un hipócrita, porque borraste de memorias más de tres veces, porque me ocultas cosas que nos ponen en peligro, porque mientes, porque eres frío, porque eres egoísta, porque... — habló rápidamente, siendo impulsivo, dejó salir toda la frustración que se encontraba en su garganta, las lágrimas ya no fueron necesarias, el rubio estaba molesto, enojado, lleno de cólera—. Porque ya no sé qué parte de ti es la que amo.
—Will... —se asustó por que último que había dicho, no pudo hacer más que nombrarlo con suplica—. Honey...— lo llamó con cariño, acercándose fallidamente al rubio, recibiendo solamente un corte en la mano por la daga.
—¡Deja de llamarme así! —exclamó el rubio guardando distancia—.Leonard por un tiempo pensé que necesitabas tu propio espacio, pero ahora me doy cuenta que lo nuestro no es más que un ejemplo de lo que es la toxicidad— habló con un tono brusco y frío, tanto que hizo temblar al azabache—. No estábamos en el mismo canal, no ahora, ya no recuerdo cuándo fue la última vez que me tocaste con amor, la última vez que me besas por tu cuenta y no por obligación— hizo una pausa par que Leonard terminará de procesar todo, el rubio también necesitó esa pausa para tomar valor—. Solamente no quieres sufrir, pero al hacerlo, condenas a una raza, a tus amigos, al linaje de los Sangres Puras, a todo lo que sí importa.
—Will no lo digas— cayó de rodillas frente al rubio, lagrimas cayeron cuanto con él, era segunda vez que lloraba frente a William—. Por favor no digas eso, me vas a hacer sufrir—se abrazó de las piernas del rubio, como si buscara piedad—. Todo lo que hago, lo hago porque te amo, porque todo está mal en mi y no quiero perderte, no quiero volver a estar solo, prefiero perder todo que a perderte a ti— sollozó con amargo, eran de las pocas veces en las que Leonard lloraba. Nunca lo hacía, solo cuando el dolor era demasiado. Había llorado con la pérdida de su madre y lo estaba volviendo a hacer ahora que sentía que perdía a su pareja.
—Yo sufro Leonard, sufro por tu egoísmo— habló apenas pudiendo ver a Leo, apenas pudo sentir lástima por él—Será mejor separarnos por un tiempo, necesito respirar, te amo, pero es ese mismo amor el que me lastima— se inclinó un poco para tomar el mentón del azabache, encontrándose con unos zafiros llenos de lágrimas—, no llores amor, sabes que ya no es lo mismo—sonrió con tristeza—. Te amo, en serio te amo, pero necesitas dejarme ir, saber que estoy bien aún si no es bajo tus alas, por eso, hasta que sienta haber olvidado todo nuestros problemas, sin la necesidad de borrar mis memorias, entonces podremos estar de nuevo juntos— se inclinó para darle un beso, uno de despedida—. Después de todo, aún te pertenezco— sonrió mostrando su marca, símbolo de que eran el uno para el otro, que sin importar los problemas, ellos se seguirán amando.
—No me dejes Willi— volvió a suplicar poniéndose de pie, haciendo notoria la diferencia de estatura—. Sin soy capaz de morir— derramó unas lágrimas más—. Si me amas, entonces quédate aquí, donde no pueda perderte.
—Ya lo dije Leo, volveré cuando ya no recuerde lo que hiciste, aunque el daño siga ahí, yo volveré cuando deje de doler—acarició la cabellera ajena con cariño—. No importa que es lo que pase, yo te amo— Leonard iba a tomarlo, iba a volver a borrar sus memorias, pero el rubio fue más rápido. William necesitó de dos pasos para topar con la cama de Jade, en la cual se encontraba una bolsita con el polvo que Wesh le había lanzado, fue en un segundo que la tomó y la lanzó contra Leonard, el cual al instante se durmió en los brazos del rubio—. Perdón, pero necesito hacer esto, de lo contrario, nunca podremos volver a estar juntos— lo abrazó con amor unos minutos, era una despedida, una muy dura, pero necesaria. No iba a perdonar a Leonard por lo que le había hecho, pero tampoco iba a dejar de amarlo, por otro lado, necesitaba hacer su jugada, una en donde nadie perdiera.
Recostó con cuidado a Leonard en la cama, se dedicó a darle un último beso en los labios, realmente lo amaba, se quedó contemplando su belleza un rato más, tomó una hoja que se encontraba en el escritorio destruido de Jade, tuvo suerte de encontrar un bolígrafo, y escribió una carta, una que calmaría a Leonard al despertar.
Después de eso, corrió al sótano, se sorprendió al ver que todos los Sangres Puras dormían, pudo moverse con libertad, sin preocuparse de ser descubierto. Una vez llegó al almacén de las armas, se equipo con lo necesario, se puso su armadura, cargó un par de espadas, entre esas la de Violetta, llevó un arco con flechas, dos pistolas mágicas con balas infinitas, guardó un par de hilos dorados, pociones,suministros, medicina y algunas cosas que pensó que serían necesarias.
Una vez listo, el rubio volvió a pasar por la habitación donde dejó a su pareja dormida. Parecía el cuento de la princesa que dormía en la espera de un beso, pero a diferencia de ese hermoso cuento de hadas, al recibir el beso Leonard no despertó, solamente pudo ser mojado por las lágrimas ajenas, William odiaba como cualquier otro ser la despedida, pero esa era necesaria, era una promesa de que volverían a estar juntos, una promesa de que volvería a salvo, de que demostraría lo fuerte que es, un beso que era semejante a decir: 'acabaré con tus pesadillas'.
William se marchó sin mirar atrás, necesitaría hacer una incómoda visita si quería llegar con rapidez a donde se encontraba Jade.
—¡Jason! —exclamó el rubio entrando sin ningún permiso a la casa del castaño, se asombró de la enorme oscuridad que se encontraba en la casa, tuvo que ser precavido al encontrar el contacto de la luz. El inmenso olor a sangre le daba mala espina, al encender la luz, se quedó estático al ver las enormes manchas de sangre que adornaban las paredes y el piso, se trataba de un escenario terrorífico, digno de un Fenómeno Clase F—¡Jason! —volvió a exclamar caminando con prisa a través de los pasillos, entrando a la cocina, donde se veían un par de cuchillos ensangrentados, partes de pieles podridas, parecían de meses, el rubio comenzó a exclamar más y más el nombre de Jason, preocupado, si bien, Jason había mostrado un progreso al resistirse ante la evolución por años, aún no encontraban la cura para que dejara de convertirse en un Fenómeno por completo. La sangre del vampiro que mordió a Jason se encontraba en las manos de Near, gracias a esa misma sangre había logrado obtener toda la información necesaria para crear a sus propios Fenómenos y hacerlos evolucionar a su placer y beneficio, algo que William aún no lograba comprender por completo.
Recorrió toda la casa, quedando sorprendido al encender la luz, ver cómo se iluminaban en todas las habitaciones la misma escena, todas las paredes iguales, cada lugar al que entraba, desde la oscuridad se podía ver como las paredes se encontraban destrozadas, bañadas en sangre, partes de animales y los muebles rotos, como si una bestia estuviera residiendo ahí mismo.
Por ultimo, solo le quedó la antigua habitación de Jade, que a diferencia de las demás habitaciones, esa se encontraba con la luz encendida. Fue esa misma luz la que alertó a William de que ahí se encontraría el castaño. Justo cuando iba a abrir la puerta escuchó un pequeño quejido, semejante a un gemido provenir de la habitación.
William no dudó en abrir con fuerza la puerta, derribando de un solo golpe, encontrándose con la imagen de Jason sosteniendo a una humana en sus brazos, con su cuello mancillado y lo labios de Jason bañados en sangre. Jason mostró sus ojos color rubíes, esquivando a la perfección el primer ataque del rubio, la bala apenas y lo tocó, Jason solo se había movido unos centímetros, haciendo crujir el cuello de la joven, sacándole un quejido de dolor y agonía
—¡Suéltala Jason!—exclamó el rubio disparando con cuidado de que las balas no lastimaran con gravedad a Jason, después de todo, el mismo castaño le serviría como transporte para llegar con Jade.
Jason sacó de su pantalón su pistola, disparando con agilidad, sin hacerle ningún daño al rubio, este pudo atrapar con dificultad las balas, al ser tan poderosas, retrocedió sin darse cuenta. El instante crujido del cuello de la joven alertó a William, Jason estaba matando a la chica, no se estaba alimentando, se estaba concentrando en devorar a la chica. La mandíbula de Jason sujetaba con tanta fuerza el cuello de la chica que apenas podía respirar, se escuchaba su respiración alterada, llena de miedo y dolor.
—Ayu-da— sumito con dolor la chica. Se retorcía de dolor, manchándose de su propia sangre, mientra Jason disparaba y devoraba su piel al mismo tiempo. William se movió por impulso, esquivando fácilmente las balas, incluso capturando una con su propia mano, el espacio de la habitación era reducido, el intento de acercarse a la joven significaría recibir una bala mortal.
—¡Jason suéltala! — exclamó sacando un par de katanas, Jason mordió con más fuerza el cuello de la chica, llenando la habitación de un horrible grito de dolor, hizo estremecer la piel de William, indicando de que Jason si mataría a la joven. En un intento de acercarse con rapidez, dio un salto de el aire, a lo cual Jason se movió a la derecha sin dejar de disparar, a lo cual, las balas se veían reflejadas por las katanas del rubio, chocando en el suelo en lugar de su cuerpo. Cuando William regresó al suelo quedó frente a Jason, facilitando clavar su katana en su pierna. Jason gruño ante el dolor, encajando con más fuerza sus colmillos en la piel de la joven, causando una hemorragia a la cual William le tomó atención un segundo, el cual, Jason aprovechó para disparar en su estómago, haciendo tambalear al rubio por el impacto. William se aguantó el dolor y cortó con su otra catana la mano de Jason, dejando derramar la sangre del azabache, dejándolo desarmado, inmóvil por la catana que se encontraba en su pierna, solamente con el cuerpo de la chica colgando en su boca. Si, el intento de salvarla fue en vano, pues Jason había roto una arteria vital de su cuello, quitándole la vida en menos de un segundo—. Maldi-to monstruo— pudo pronunciar con dificultad. El dolor era tanto que tuvo que recostarse en el piso.
—Yo no... — susurró Jason mientras terminaba de devorar el cuerpo que yacía sin vida. La escena era tétrica, Jason se comí el cuerpo de la chica, arrancando su piel con hambre, bebiendo de la sangre que se derramaba por la falta de tejillos, el rostro de Jason se manchaba de sangre, sus ojos rojos estaban brillando de placer, sentir el líquido rojo bajar por u garganta era un alivio para él, no se comparaba a la sangre de animal, al contrario, la sangre humana era completamente deliciosa, en general dulce como una uva, amargo como un buen vino y adictivo como cualquier droga. Jason la necesitaba para vivir—. Yo no quería matarla— habló finalmente, sintiendo como su vista regresaba a la normalidad, sus ojos volvían a ser negros y su hambre disminuía conforme comía la carne de la mujer.
—¡Debiste decirme que estabas evolucionando! —exclamó el rubio mientras llevaba su mano a la herida, del cual, salió un brillo dorado curando rápidamente su herida. Si bien, la armas de los cazadores dejaban un verdadero daño a los vampiros, la habilidad de William era milagrosa, su curación era casi perfecta, cuidando al instante cualquier herida.
—¿¡Qué ibas a hacer al respecto!? —exclamó dejando de lado su labor alimenticia—. Mírame William, esto ya no tiene salvación— habló con el típico tono que lo caracterizaba, lleno de odio y dolor, tan frío e indiferente como siempre—. La medicina que me diste no funcionó, necesito la sangre del maldito que me mordió de lo contra.. AGHT— exclamó soltando un quejido de dolor, se había sentido un enorme dolor en su cabeza, su cuerpo se comenzaba a transformar de nuevo, sus garras comenzaron a salir,sus colmillos se hicieron más grandes y sus ojos poco a poco volvían a su color rojo.
—Maldita sea— musitó el rubio poniéndose de pie con dificultad. Jason llevó sus manos a su cabeza, maltratando esta, moviendo sus manos en círculo, como si intentara sacar de su cuerpo el dolor—. Jason escúchame— habló con dolor, el arma con el que había disparado Jason había sido una especial, de las que habían sido bañadas con sangre de Fenómenos y Sangres Puras, era más poderosas que las otras generaciones de armas, por eso mismo, el daño si había causado un gran dolor, tuvo suerte al no morir, pues para eso habían sido diseñadas, para matar a cualquier vampiro sin piedad alguna—. Escucha bien, no pierdas la razón, necesito de tu ayuda, Jade está en un terrible problema, si no actuamos ahora va a morir, Near mandará Fenómenos a las tierras y destronarán a las familias de los hemisferios, todos moriremos, Leonard morirá y tú serás una arma más, Near te usará como otro más peón en su tablero de catástrofe, necesito que me lleves a donde se encuentra Jade, ahí es donde se encuentra la sangre del vampiro que te mordió.
—¿¡Cómo estás tan seguro!? —exclamó mirándolo fijamente a los ojos, los ojos verdes de William reflejaban los de color rojo de Jason, se notaba la desesperación de Jason, a pesar de ser la última evolución e mantenía cuerdo. Había resistido más que cualquier otro ser humano convertido en vampiro.
Jason sacó de su pantalón su pistola, disparando con agilidad, sin hacerle ningún daño al rubio, este pudo atrapar con dificultad las balas, al ser tan poderosas, retrocedío sin darse cuenta. El insistente crujido del cuello de la joven alertó a William, Jason estaba matando a la chica, no se estaba alimentando, se estaba concentrando en devorar a la chica. La mandíbula de Jason sujetaba con tanta fuerza el cuello de la chica que apenas podía respirar, se escuchaba su respiración alterada, llena de miedo y dolor.
—Ayu-da— sumitó con dolor la chica. Se retorcía de dolor, manchando se de su propia sangre, mientra Jason disparaba y devoraba su piel al mimo tiempo. William se movió por impulso, esquivando fácilmente las balas, incluso capturando unas con su propia mano, el espacio de la habitación era reducido, el intento de acercarse a la joven significaría recibir una bala mortal.
—¡Jason suéltala! — exclamó sacando un par de katanas, Jason mordió con más fuerza el cuello de la chica, llenando la habitación de un horrible grito de dolor, hizo estremecer la piel de William, indicándole de que Jason si mataría a la joven. En un intento de acercarse con rapidez, dio un salto de el aire, a lo cual Jason se movió a la derecha sin dejar de disparar, a lo cual, las balas se veían reflejadas por las katanas del rubio, chocando en el cuelo en lugar de su cuerpo. Cuando William regresó al suelo quedó frente a Jason, facilitándole clavar su katana en su pierna. Jason gruño ante el dolor, encajando con más fuerza sus colmillos en la piel de la joven, causando una hemorragia a la cual William le tomó atención un segundo, el cual, Jason aprovechó para disparar en su estomago, haciendo tambalear al rubio por el impacto. William se aguantó el dolor y cortó con su otra katana la mano de Jason, dejando derramar la sangre del azabache, dejándolo desarmado, inmovilizo por la katana que se encontraba en su pierna, solamente con el cuerpo de la chica colgando en su boca. Si, el intento de salvarla fue en vano, pues Jason había roto una arteria vital de su cuello, quitandole la vida en menos de un segundo—. Maldi-to monstruo— pudo pronunciar con dificultad. El dolor era tanto que tuvo que recostarse en el piso.
—Yo no... — susurró Jason mientras terminaba de devorar el cuerpo que yacía sin vida. La escena era tétrica, Jason se comí el cuerpo de la chica, arrancando su piel con hambre, bebiendo de la sangre que se derramaba por la falta de tejillos, el rostro de Jason se manchaba de sangre, sus ojos rojos estaban brillando de placer, sentir el liquido rojo bajar por u garganta era un alivio para él, no se comparaba a la sangre de animal, al contrario, la sangre humana era completamente deliciosa, en general dulce como una uva, amargo como un buen vino y adictivo como cualquier droga. Jason la necesitaba para vivir—. Yo no quería matarla— habló finalmente, sintiendo como su vista regresaba a la normalidad, sus ojos volvían a ser negros y su hambre disminuía conforme comía la carne de la mujer.
—¡Debiste decirme que estabas evolucionando! —exclamó el rubio mientras llevaba su mano a la herida, del cual, salió un brillo dorado curando rápidamente su herida. Si bien, la armas de los cazadores dejaban un verdadero daño a los vampiros, la habilidad de William era milagrosa, su curación era casi perfecta, curando al instante cualquier herida.
—¿¡Qué ibas a hacer al respecto!? —exclamó dejando de lado su labor alimenticia—. Mírame William, esto ya no tiene salvación— habló con el típico tono que lo caracterizaba, lleno de odio y dolor, tan frió e indiferente como siempre—. La medicina que me diste no funcionó, necesito la sangre del maldito que me mordió de lo contra.. AGHT— exclamó soltando un quejido de dolor, se había sentido un enorme dolor en su cabeza, su cuerpo se comenzaba a transformar de nuevo, sus garras comenzaron a salir,sus colmillos se hicieron más grandes y sus ojos poco a poco volvían a su color rojo.
—Maldia sea— musitó el rubio poniéndose de pie con dificultad. Jason llevó sus manos a su cabeza, maltratando esta, moviendo sus manos en circulo, como si intentara sacar de su cuerpo el dolor—. Jason escúchame— habló con dolor, el arma con el que había disparado Jason había sido una especial, de las que habían sido bañadas con sangre de Fenómenos y Sangres Puras, era más poderosas que las otras generaciones de armas, por eso mismo, el daño si había causado un gran dolor, tuvo suerte al no morir, pues para eso habían sido diseñadas, para matar a cualquier vampiro sin piedad alguna—. Escucha bien, no pierdas la razón, necesito de tu ayuda, Jade está en un terrible problema, si no actuamos ahora va a morir, Near mandará Fenómenos a las tierras y destronarán a las familias de los hemisferios, todos moriremos, Leonard morirá y tu serás una arma más, necesito que me lleves a donde se encuentra Jade, ahí es donde se encuentra la sangre del vampiro que te mordió.
—¿¡Cómo estás tan seguro!? —exclamó mirándolo fijamente a los ojos, los ojos verdes de William reflejaban los de color rojo de Jason, se notaba la desesperación de Jason, a pesar de ser la última evolución e mantenía cuerdo. Había resistido más que cualquier otro ser humano convertido en vampiro.
—Porque Near la usa como manual— contestó sacando se su bolsillo una botella de sangre, tomó una jeringa y se dedicó a introducir la sangre en el objeto médico, una vez llenos los mililitros, introdujo un polvo morado, se trataba del polvo con el que hacía la pastillas para retrasar la evolución, supuso que la sangre de Leonard con el medicamento serviría de algo—. La sangre es valiosa entre los Sangres Puras, no se trata de solo una bebida de alto rango para brindar en eventos importantes, esta lleva un amplio registro de sucesos importantes, conocimientos, habilidades, poderes, secretos, estudios y otras cosas importante , pero el que te mordió fue mi creador, amigo de Vicent, por eso mismo, sabía más que nadie como crear vampiros, estaba convencido que el odio de Vicent lo llevaría a crear una especie nueva, más poderosa que los Sangres Puras, por eso usó su conocimiento para crear Plastics Buttlers con el propósito de crear su nueva especie, pero como sabes Armando lo mató — se acercó con cuidado a Jason, recibiendo sus garras en el pecho, el dolor no fue la gran cosa, pero la herida había sido profunda, haciendo que el rubio tuviera un reflejo de sorpresa. Jason gruñó y se contrajo, los síntomas de la evolución estaban comenzando—. Jason mírame— exigió el rubio—¿Qué acabo de decir?
—Arma-do mató a ese mal-di-to— hablo entrecortado.
—Correcto— asintió el rubio aprovechando la completa concentración de Jason en él, dándole la oportunidad para clavar la jeringa en su pierna. Jason gruñó ante el dolo, William recibió otra cortada, de la cual Jason bebió de sus garras, pues el corte había sido más profundo, pero a diferencia del arma el daño era menor la herida se regeneraba por sí sola y el dolor no lo era tanto—. Te estoy inyectando directamente la solución, si tus eritrocitos siguen siendo semejantes a los humanos sabrán llevar el antídoto por todo cuerpo, te dará unas horas, incluso un par de semanas, pero debes de tomar rápidamente la sangre de ese hijo de puta, por eso mismo, me llevarás con Jade, es probable que ya se encuentre en camino a la residencia de Near, usaremos tu habilidad de teletransportación para infiltrarnos, una vez adentro no importa lo feo que se pondrá, logramos de alguna forma matar a Near y darte la sangre.
—¿Ja-de? —preguntó recostandose contra la pared, se mostraba un poco más calmado, el efecto era rápido—. ¿Violetta está bien?
—Concéntrate Jason—suspiró con cansancio, no quería tener la misma discusión de siempre—. Jade es la que está en peligro, Violetta está bien, pero si Jade muere entonces Violetta hará posesión de su cuerpo, adiós a Jade y bienvenida Violetta junto con un mundo de caos y sangre.
—¿Qué necesitas de mi? —preguntó sobando su cabeza, sus ojos volvieron a la normalidad, sus uñas volvieron a su forma original y sus colmillos ya no estaban.
—Llévame a donde esta ella— habló el rubio mirándolo confiado a los ojos. Estaban a punto de hacer un gran sacrificio por sus personas especiales.
(Narra Jade)
—¡Más rápido— exclamó Wesh con los brazos cruzados. Nos encontrábamos en el bosque, el cielo se tornaba carmesí, tenía en mi mano unas dagas, el viento era frío, estábamos en los límites del territorio Norte y el territorio de Near. Debía de lanzar las dagas a un árbol que se encontraba a 14 metros, y a eso agregarle que Wesh se atravesaba en el camino, a veces detenía unas, a veces lograba sacarle algo de sangre, pero no me permitía llegar al árbol.
—¡Eso intento! — exclamé dando una patada al suelo. A pesar de mi edad aún seguía haciendo berrinches. Culpa de mi padre por malcriarme.
—Al estar con Near, el 'lo intento' no será suficiente para matarlo, debes de estar segura de lo que haces, dejar tus sentimientos de lado y solamente matar al que tienes de frente— se acercó a mi, me dedicó una mirada que se asemejaba a mi maestro de geometría analítica, pero también de amor, Wesh no solo me estaba entrenando para matar a Near, también para protegerme, después de todo, sus sentimientos por mí seguían vigentes—.¿Qué te hace dudar Jade Persson? —preguntó encorvando su espalda para quedar a mi altura.
—Matar a alguien que no conozco— contesté viéndolo a los ojos, como cualquier Cazador debe hacer frente a su superior—. Tengo miedo a que Near sea algo peor de lo que me has descrito, de lo que me contaron, o de lo que imagino— agregué a mi respuesta. A Wesh le tomó un segundo para volver a estar firme, haciendo notoria la diferencia de estatura, mirándome desde lo alto con una estúpida y sensual sonrisa—. No te rías.
—No me río Jade, es solo que nunca conocí a una Cazadora con tanta piedad— alborotó mi cabellera a su antojo, mientras reía y me hacía enojar—. Sin duda has sido mi mejor alumna, la mayoría de los vampiros o humanos que entreno están llenos de odio y rencor, buscan saciar de alguna forma su sed de sangre, pero tú, dejando de lado que querías matar a Jason en un principio, fuiste piadosa y olvidaste todo ese odio y rencor que le tenías a Jason, por eso siempre me llamaste la atención, por ser mortal y hermosa, bondadosa y audaz, torpe y eficaz.
—Gracias— sonreí con un leve sonrojo, dándole un abrazo, el cual, Wesh aceptó ilusionado. Era cálido, diferente a los de Jason, este tipo de abrazos igualaba al de Arturo, era cálido como un hogar. Claro, si algo nunca olvidaría de Wesh era que nunca bajaba la guardia, a menos no a propósito, pero al recibir el abrazo lo tuve a mi merced.
No me tomó mucho tiempo para sacar de mi pantalón seis dagas y lanzarlas en dirección al árbol. Wesh se sorprendió de las cuchillas. Intentó soltarse, con su habilidad para volar y levitar sería fácil detener las dagas, de una u otra forma logró zafarse del abrazo, era normal considerando la fuerza física, pero al estar en el aire no me tomó mucho para hacer uso de uno de los hilos dorados y sujetarlo su sus tobillos.
—¡Cancelación! —exclamé haciendo que el peliplata cayera al suelo. Todo en menos de siete segundos.
—¡Eres una...! — intentó levantarse, pero el sonido del árbol cayendo por culpa de las dagas lo detuvo—. Una buena Cazadora— me dedicó una sonrisa, orgulloso por mi logro—. Ya no necesitarás mi protección.
—Gracias— me sentí más ligera, al fin estaba listo. No pude contenerme, salté encima de Wesh, liberando la cancelación. Wesh pudo moverse y me atrapó en sus brazos, dándome besos en las mejillas, haciéndome sonrojar—. En serio, gracias... —le susurré al oído mientras sus brazos me envolvían con fuerza, como si no estuviera listo para soltarme.
—Mañana— sonrió Near viendo desde lo alto de su castillo a las hectáreas de Fenómenos que rugían, gruñían y se manifestaban como verdaderas pesadillas—. Si mañana no viene todo esto se verá en todo el mundo— me mostró orgulloso, nunca pensó que el poder de crear Plastics Buttlers pudiera ser usado para formar un arma tan poderosa—¿No es hermoso? —preguntó a su acompañante, la cual se mantenía inerte desde atrás.
—Si— solamente pudo pronunciar eso. Habían pasado décadas desde la última vez que mostraba una verdadera reacción.
—Vamos Naila, debes de estar feliz— se acercó el azabache a ella, tomándola de las manos para besarlas—. Era lo que querías, desearle el mal a la persona que te rompió el corazón, por eso mismo estamos haciendo esto, para ser felices, para que sufran lo que sufrimos nosotros, para crear un mundo en donde nos miren desde abajo, porque estaremos encima de todo ser vivo.
—¿Ella será mi sustituto? —preguntó la castaña mirando por fin los ojos de Near—, no quiero que sea más hermosa que yo, si logra sacarme de tu vida yo...
—Hermosa princesa— la calló el ojiazul con un beso—. Jade Persson es solo un juguete, así como Mila, solamente me divertiré con ella y la usaré como me plazca, le quitaré lo que necesite para revivir a mis padres y terminar el proyecto, pero tú— la miró de cuerpo completo—. Tu siempre serás mi trofeo— sonrió recordando el rostro de su hermano al darse cuenta que fue él quien le había arrebatado a su pareja—. A no ser que...
—¿Qué? —preguntó entrando en pánico. Si alguien llegaba a sustituirla, así como Leonard lo hizo alguna vez, caería en la locura.
—A no ser que mi hermano me haya dejado otro trofeo...
8189 palabras :3
¿Me extrañaron?
Esta cosa esta llegando a su final!!
Originalmente planeaba acabar esta historia en el capitulo 50, pero creo que se va a alargar a unos 5 o 10 capitulos más.
Espero y les haya gustado, y para los que ya odian a Leonard, no lo odien xdxd él como un niño, no sabe lo que es el desapego.
Naila no estaba muerta jajajaja estaba muuuuy ocupada 7u7
Esperen el próximo capitulo, subiré el one-shot de 'Volver' una historia yaoi 7u7 y haré un apartado de los especiales de Reencarnada :3
Gracias por el amor, les dejo y un zhukulentho Wesh.
Gracias a mi amigo Sergio por soportar mis lagrimas al suplicarle que me lo dibujara 7w7
GRACIAS POR LEER.
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