Capitulo 5
Narrador omnisciente:
Los días siguieron pasando, la bruja y el vampiro aun no habían querido saber el sexo del bebé aunque Lilith ya sabía que era lo que esperaban, Leila se veía más flaca de lo normal, pero esto desaparecía cuando Lucifer le pasaba un poco de su poder, pero esto no dejaba de preocuparlos.
Lucifer, había tenido una platica con sus hermanos, que fueron a visitar lo a pedido de su padre, él cual se encontraba preocupado por la salud de la pequeña bruja, que gobernaba el infierno.
Al parecer Dios se preocupaba por la salud de una bruja, cosa que era muy extraño, pero a pesar de lo raro, él le comunico a sus hermanos que debían de descubrir que comería el pequeño ser que se creaba dentro de ella, sus hermanos prometieron que traerían una posible solución a lo que ella podría comer para ayudar a su bebé.
Ya que aunque su padre estuviera en contra de Lucifer y Lilith, al haber creado a las brujas, él no quería que ella falleciera después de todo lo que lucho para ser quien era hoy en día, además de que el respetaba a todas aquellas mujeres que querían ser madres.
Ya era la hora de la reunión de Lucifer con sus hermanos, Leila había querido estar ese día en el salón del trono, ya se encontraba cansada de estar todo el día acostada. Con ayuda de Jasper llego a ese lugar y se sentó un rato ahí, pero al ver a Lucifer nervioso, intento que le dijera que pasaba, pero este se negaba.
Esto termino cuando al gran salón entro uno de los demonios que sirven como mayordomo.
-Señor, su hermano Miguel y Gabriel han llegado.
Leila junto con Jasper miraron con impresión a Lucifer y este solo miro a la puerta donde entraron sus hermanos, ambos portando sus vestimentas, celestiales y sus grandes alas color dorado, ambos imponían con su sola presencia al igual que Lucifer, ambos con un porte firme como dos soldados.
Ambos quedaron de pie en el centro de la sala, sus ojos escanearon a la pareja que se encontraba junto a Lucifer, cuando vieron a Leila, su mirada se mantuvo por más tiempo en su vientre el cual ya era notorio, su mirada cayo en Jasper cuando este, al ver la mirada de los dos en su esposa, la cubrió con su cuerpo de manera protectora.
Lucifer junto con sus hermanos se mantenían sorprendidos al notar el control que tenía el vampiro con el control de beber sangre, ya que siempre la sangre Celestial era la que más llamaba a este tipo de criaturas y él ni siquiera tenia indicios de querer beberla, ambos celestiales notaron el dorado en las pupilas del vampiro y pronunciaron.
-Vegetariano.
-¿Mande?-hablo Leila.
-Disculpen nos, pero nos sorprende que el vampiro este tan tranquilo. Hasta el día de hoy no habíamos conocido a ningún vampiro que no quisiera tomar nuestra sangre. Pero al ver sus ojos comprendemos que es por ser un vampiro vegetariano, el primero que conocemos de hecho.
-Toda mi familia somos vegetarianos, pero e de admitir que soy él novato de ellos, pero no comprendo. Nunca me llamo la atención consumir la sangre de Lucifer, ¿por qué debería querer tomar su sangre?
-Nuestro pequeño hermano, su sangre no es apetecible para ti, porque se junta con el olor del azufre de aquí abajo. Pero nuestra sangre no tiene ese aroma es mucho más limpia y atrayente.
Leila los miraba sin creerlo, aun no sabía como actuar enfrente de ellos, una cosa era estar y hablar con Lucifer al cual conocía desde su infancia, pero otra mucho más grande era estar en una misma habitación que sus hermanos.
-Bueno nosotros hemos venido con una idea de padre-hablo uno de los dos arcángeles.
-¿Su padre?-pregunto Leila sin creerlo-. Él esta de acuerdo con mi embarazo.
Leila se encontraba atónita, nunca pensó que el falso dios creyera que su embarazo fuera una buena idea.
-Nuestro padre, por alguna razón te tiene un gran respeto. También el cree que ese niño que llevas en tu vientre es una gran creación de la vida. Solo tiene una condición para poder darles la solución.
-¿Qué es lo que quiere el gran señor?-hablo con molestia Lucifer.
-Quiere que el niño que llevas en el vientre sea bautizado en su iglesia, podrán bautizarlo en la iglesia profana al cumplir los 16, pero mientras tanto quiere que el niño sea parte de su iglesia.
Leila miro atónita a Lucifer, él cual miraba a sus hermanos sin poder creer lo que pedían a cambio de la información que sabían, Jasper no le molestaba la idea, ya que él mismo fue bautizado en aquella iglesia.
-Si no acepto el trato, no me dirán ¿cierto?-estos solo asintieron, ella miro a Lucifer y Lilith, rendida suspiro-. Acepto, no puedo negar que me molesta un poco la idea, pero al final su señor a bendecido mi boda con Jasper.
Ante esta información Lucifer los miro atónitos, fijo su vista en la muñeca de la bruja que quería como una hija y de su esposo.
-Lo único que debes de hacer es tomar un poco de sangre, si es posible sangre humana-hablo uno de los dos-. A nosotros no nos parece lo más adecuado, pero al ser mitad vampiro y estar sediento lo único que quiere es un poco de sangre y al tú no proporcionársela, él la toma directa de ti, por eso es que te vez más débil cada día y si no lo alimentas es terminara matándote desde el interior. Haz resistido tanto por ser una bruja y que sanes más rápido que un mortal, sino ya estarías en los huesos.
Leila lo miraba con una pisca de temor en el rostro, mientras que Jasper miraba entre los arcángeles y su esposa con preocupación.
-Entonces solo debemos de alimentarlo, con sangre humana. Sera sencillo, gracias por venir... ahora ¡largo!
Ambos arcángeles desaparecieron dejando atrás una estela de luz, que se fue difuminando de apoco.
Las semanas siguieron pasando, la boda de Edward con Isabella ya había pasado, los llamados de la familia Cullen y de la madre de Leila, seguían, todos intentaban comunicarse con la pareja, pero ellos no atendían.
Según Lilith el bebé nacería en las próximas dos semanas, por lo que Leila junto con Jasper decidieron que ya no podían ocultarlo por mas tiempo, querían que su familia se enteraran, antes de que naciera.
-Hoy iremos por sus familiares, pero al primero que intente dañarte será regresado a Forks y no podrá venir.
Sin más ambos adultos desaparecieron, Leila estaba nerviosa, no sabía como reaccionarían pero tenía miedo, esto logro sentirlo Jasper que desde que ella cumplió un mes de embarazo, él comenzó a sentir las emociones de Leila con mayor facilidad que antes.
-Todo estará bien, amor.
-Enserio lo crees.
-Puede que en un principio se sorprendan y se preocupen por tú salud, pero cuando vean que desde tomas la sangre, has adquirido tu color natural de piel, además de que tu cabello tiene el mismo brillo de antes.
-Solo espero que no se molesten, ni que se sientan traicionados por no haberles dicho antes.
-Ya veras que todo saldrá bien.
Jasper le dio un pequeño beso en el cual se demostraba todo el amor que este le tenia y le transmitía seguridad.
Ambos se encontraban sentados en la mesa del comedor, Leila se encontraba comiendo un plato de frutos rojos acompañado de un vaso con un poco de sangre que se revolvía con el sabor del vino tinto que tomaba, mientras que Jasper tomaba de una copa sangre animal. Estaban con sus manos entrelazadas y Jasper le hacia mimos a su esposa, cuando escucharon voces que venían de la sala del trono.
-¿Por qué nos encontramos aquí? /¿Dónde están Jasper y Leila? /¿Dónde se encuentra mi hija? / ¿Ellos están bien? No los eh podido ver desde hace como un mes, pero creí que era normal por Leila, que luego se oculta de mis visiones.
-Ambos se encuentran bien, de hecho tiene una noticia que dar-les dijo Lilith-. Solo espero que los apoyen.
-¿Donde se encuentran?-esa fue Rosalie.
-Por la hora, deben de estar en el comedor desayunando.
Todos lo miraron sorprendidos.
-Querrá decir que Leila esta desayunando y Jasper la acompaña ¿no?
-No, ambos deben de estar desayunando-hablo Lilith-. Si me acompañan, los podrán ver.
En eso, Leila se puso nerviosa por el simple echo de que escucho a todos acercarse a donde se encontraban.
-¿Preparada?
-Eso creo-dijo mientras seguía comiendo su fruta y las puertas del comedor eran abiertas.
Por ellas entraron todos los Cullen con excepción de Edward, siendo acompañados por Elizabeth. Todos miraron a la pareja que se encontraba sentada en la gran mesa, Emmet junto con Damon miraban divertidos a Jasper él cual se encontraba con una copa de sangre de animal frente a él.
-Ya te han domado, Jasper-menciono con burla Emmet.
-Creo que es mejor que tomen asiento-todos miraron con duda a Leila, pero hicieron caso-. ¿Quieren algo, de tomar o comer?-lo último lo dijo a su madre.
-A mi me gustaría algo de desayunar, no me han dado tiempo de comer algo antes de venir.
-Nosotros nos encontramos bien, gracias-hablo Esme, pero la verdad era que Rosalie y Alice querían probar la sangre como la tomaba su hermano.
-La verdad es que yo quisiera probar que se siente tomar sangre desde una copa-hablo Alice.
-Yo también-menciono Rosalie.
-Bien, traerme dos copas de sangre animal más y un desayuno para mi madre-dijo Leila al sirviente que se encontraba junto a la mesa, este hizo una reverencia y se fue.
Ya cuando ambas vampiras tenían su copa y Elizabeth su desayuno, todos miraron a la pareja sin comprender el porque los llamaron con urgencia al infierno, después de estar desaparecidos por más de un mes.
-Ahora que ya todos nos encontramos aquí-Leila miro a todos los presentes-. Jasper y yo debemos de comunicarles una noticia-tomo la mano de su pareja con más fuerza y este se levanto para ayudarla.
Justamente cuando se levanto, todos en la sala notaron su vientre ya formado de embarazada, Jasper la sostuvo de la cintura con una mano mientras que con la otra sostenía su mano izquierda, Elizabeth que estaba masticando un bocado casi se ahoga, mientras que todos los Cullen la miraban bastante sorprendidos, ya que no sabían que podía quedar embarazada de Jasper.
-¡Tendremos un hijo!-menciono feliz Leila, mientras que todos seguían sorprendidos.
Jasper se encontraba muy emocionado, esperando a que su familia saliera del shock inicial, mientras que Leila se ponía cada vez más nerviosa.
-Valla, tardaron demasiado-hablo la madre de Leila.
-Esto es imposible-dijo Carlisle-. Los vampiros no podemos tener hijos-hablo seguro.
-De echo, si es posible. Las brujas solo podemos ser compañeros de solo aquellos con los que podamos seguir con nuestro linaje, mientras que los vampiros tenemos entendido que son las mujeres las que no pueden tener hijos, solo que no tenemos esto tan comprobado.
-¿Cuanto llevas embarazada?-quiso saber Rosalie, se le notaba emocionada y feliz.
-Seis semanas, creemos que en las siguientes dos semanas, pueda nacer-hablo alegre Leila.
-¿Tú, te encuentras bien?-pregunto temerosa Alice.
-Si, ¿por qué?
-No he podido ver tú futuro desde que se fueron de la boda, tampoco el de Jasper.
-Eso es porque yo no quería que supieras todo lo que hemos estado asiendo-soltó una pequeña risa.
-Entonces estas embarazada y no nos han dicho nada-hablo Damon.
-Nosotros no hemos dejado que se comunicaran con ustedes-habla Lucifer-. Leila necesitaba paz, no queríamos que le pasara algo, su embarazo a sido un poco delicado desde que nos enteramos ya que desde que Leila y Jasper han llegado con nosotros. El bebé creció más rápido que cualquier embarazo que hayamos visto de alguna bruja, pero ella se encuentra bien.
-Están aquí, porque los dos querían que supieran antes de que naciera-hablo Lilith-. Yo quiero que nos digan los nombres que han decidido para el bebé, pero no me han querido decir ya que esperaban que ustedes estuvieran presentes.
-¿Ya tienen nombres?
-Si, no hemos querido saber que será, pero decidimos pensar en nombres.
-Yo escogí el de niña y Leila el de niño-todos asintieron-. Si es niña pensé en Esbeth Luz Hale, pero como viviremos en el infierno seria Esbeth Luz Morningstar...
-En el caso que sea niño seria Lucas Hale o Lucas Morningstar, pero también pensé en Bélier Morningstar.
-Me gustan, son buenos nombres, pero... ¿por qué Bélier?
-Bélier significa Aries y una vez cuando platicaba a mi padre, cuando era más pequeña y él estaba vivo, me dijo que si tuviera otro hijo le pondría Aries si fuera niño y si fuera niña Ariel.
La madre de Leila la miro con mucho cariño, ella sabia que Amadeus hubiera querido un niño, pero como no lo pudieron tener él era feliz con su pequeña princesa y que esta diga que le gustaría ponerle Bélier por su significado, era algo que ella apreciaba demasiado, se sentía un poco traicionada por no poder estar en su embarazo como correspondía, pero estaba feliz de enterarse antes de que el bebé naciera.
-Que vayan a tener un bebé significa que no irán a Forks en un tiempo.
-La verdad es que iríamos hasta navidad, tenemos primero ver que nazca sin ningún inconveniente, después ver como crecerá.
-¿Como crecerá?-quiso saber Esme.
-Si, como se esta desarrollando de una manera rápida en mi vientre, creemos que su crecimiento sea igual de acelerado cuando nazca o tal vez sea normal.
Se encontraban todos platicando acerca del embarazo de Leila, cuando ella hizo una mueca de dolor y soltó un quejido, este fue el avisó para Jasper saber que debía de volver a utilizar su don. Tomo la mano de su pareja y con suaves toques comenzó a mandar olas de calma, para el bebé y ella.
-¿Te duelen mucho sus patadas?
-Si, parece un futbolista-menciono con gracia-. Pero gracias a Jasper, es soportable y gracias a mi curación y algunos hechizos de sanación no me a roto nada de gravedad.
-¿Gravedad?-pregunto su madre, con la preocupación reflejada en su rostro.
-Si, cuando comenzó a moverse y golpear, le rompió a Leila un par de costillas, pero estas sanaron rápidamente gracias a Lilith.
El tiempo paso, entre preguntas y platicas sobre como habían estado desde la boda, los Cullen les platicaron como fue la boda de Edward con Isabella, el problema que hubo con Jacob Black, que se escapo al enterarse que ella se casaría con Edward como regreso y casi se transforma fuera de la fiesta cuando supo que la luna de miel la pasaría como humana.
Que Isabella pasara su luna de miel como humana, solo hacia pensar a Leila que esto terminaría mal o traería más problemas, pero al final ella sabía que si traía más problemas de los que ya a causado seria para ella misma mas difícil el irlos ayudar.
Al final se despidieron de los Cullen y de Elizabeth, los cuales debían de regresar a Forks, se despidieron con la promesa de que les avisaran cuando el bebé naciera y que avisaran que había sido, también prometieron irlos a ver en navidad.
Nuevamente, Leila y Jasper se encontraban en sus aposentos, ese día el bebé se había estado moviendo demasiado, pero gracias a Jasper, Leila había podido soportar los dolores.
-¿Qué te preocupa tanto amor?
-Es algo muy tonto... creo que el que Isabella halla ido como humana a su luna de miel, traerá muchos problemas.
-No debes de temer, nosotros estaremos lejos por un tiempo de los problemas-beso la coronilla de su esposa-. Solo quiero que te preocupes por nuestro pequeño demonio.
-Hoy a estado demasiado inquieto.
-Crees que falte mucho para que nazca.
-No creo, siento que muy pronto lo tendremos entre nuestros brazos, que podremos estar así los tres siendo felices. Lo que me preocupa es que crezca sin ningún otro niño.
-Eso lo podríamos arreglar de una manera fácil.
Cada día que pasaba era algo único para la pareja, aun él bebé se encontraba cada vez más inquieto. Ya había pasado una semana más, los futuros padres se encontraban caminando por uno de los pasillos que los llevarían a la futura habitación de su pequeño o pequeña, según Lilith esta habitación ya se encontraba lista pare el nuevo bebé.
La habitación se encontraba justo al frente de su alcoba, después del almuerzo fue cuando les avisaron que podían ir a checarla, ambos se encontraban fuera de la puerta, querían entrar pero se encontraban nerviosos.
Leila, reconoció la habitación con la que ella ocupaba para jugar de pequeña, ahí dentro cuando ella era más joven se encontraban decenas de peluches y diferentes juguetes. Jasper tomo una de sus manos, dándole un suave apretón, ella tomo el pomo de la puerta y lo giro, dentro la habitación era de un color rojo con negro como todas, pero esta tenia pequeños detalles para niños, como dibujos de animalitos.
Como ninguno sabia si su hijo seria niño o niña, ellos querían encontrar algún detalle que delatara a Lilith, con el sexo del bebé, pero ella fue muy cuidadosa en que no lo hubiera, ya que ellos no querían saber que era.
Leila noto que todos los juguetes que ella en algún momento ocupo se encontraban en una esquina dentro de un pequeño corralito, a este se le agregaba una pequeña piscina de pelotas con una resbaladilla.
-Es perfecta-hablo la bruja.
-Es muy bonita, no creí poder ver algo tan tierno en el infierno debo de admitirlo-hablo Jasper sorprendido, cuando le dijeron de una habitación para el bebé no creyó que la harían así.
Claro tenia los detalles del infierno, como los colores y que la mayoría de las figuras pintadas, eran algunos representativos al lugar.
-Recuerdo que esta habitación era de mis favoritas, aquí tenía todos mis juguetes, cuando no quería estar en las lecciones de magia con Lilith, venia aquí y me ponía a jugar hasta caer rendida.
-No te imagino huyendo de una lección de magia-menciono el vampiro sorprendido, ella soltó una pequeña risa.
-Aunque no lo creas amor, había días en los cuales no quería saber de la magia, este era mi lugar seguro, estoy segura que varios de los peluches y juguetes que se encuentran dentro del corralito eran míos.
Ambos caminaban por la habitación admirándola, Jasper miraba cada detalle de ella, mientras que Leila pasaba sus manos por las paredes, por algunos estantes, para finalizar en la cuna, la cual es de color dorado con negro. Pero un detalle que les sorprendió y no paso por alto por ninguno de los dos, fue que la cuna tenia en el cabezal una paloma blanca rodeada de un aura de luz blanca, esto les indico que el trato que se hizo con Miguel y Gabriel seria realizado.
Cuando salieron de la habitación ambos iban con una sonrisa en su rostro, pero esta en el rostro de Leila desapareció mientras que se llevaba una mano a su vientre y soltaba un pequeño grito desgarrador, Jasper al sentir el dolor de su compañera, la tomo en brazos y corrió a la sal del trono donde se encontraban Lilith, Lucifer y los tres reyes infernales.
Al verlos llegar, Lilith le indico a Jasper que la llevara a su habitación, que ella se ocuparía, también a pedido de Leila, Jasper no abandono la habitación, él se quedaría en el momento que recibieran al bebé.
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-ortiz6acosta
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