RAZÓN TRES.
•|.Cariñoso.|•
''''
Comía a lado del río, aún sintiendo vergüenza por lo ocurrido hace un par de días.
Kaburamaru estaba un poco distante conmigo, no lo obedecí cuando me dijo que me detenga y gracias eso estoy pasando por estos enojos y vergüenzas.
Ahora es aún peor porque no puedo dejar de pensar en la cara de rata mirándome penetrante. Estaba tan cerca, sus manos sujetaban mis muñecas con fuerza y me tenían firme, no parecía darle mucho problema a la hora de controlarme, era tan tonto. Mi cara comenzó a calentarse, me mire en el reflejo del agua y tenía las mejillas rojas. Me sentía patético, por eso me sonroje, no por otra cosa.
Sentía mucha vergüenza, ahora estoy tan avergonzado de verlo otra vez. Mientras comía, agradecía usar estás vendas en el rostro, impide que la gente vea mis expresiones, mis cicatrices y el maldito color rojo que tuve estos días y que tendré el día de hoy.
No he querido hablar con nadie, ni siquiera con Kanroji, no podía concentrarme en alguna cosa. Mi orgullo estaba herido, apreté mi mandíbula y mis labios formaron una mueca. Un corrientazo me devolvio mi serenidad de inmediato, algunas veces cuando contorsiono demasiado mi rostro esas estúpidas cicatrices duelen.
Cuando termine de comer tape mi rostro, respire hondo y fui al mismo sitio de reuniones. No estaba dispuesto a verle la cara a nadie, si no fuese por el patrón ya los hubiese dejado a todos plantados sin explicación.
Decidí darme mi tiempo, nunca comienza a la hora que debería de todas formas. Cada paso era más lento que el anterior, no quería ver al cara de rata.
Sé que si lo veo el poco orgullo que tengo desaparecerá por completo, probablemente haré una estupidez. No puedo controlarme cuando me siento inferior, son pocas las personas con las que tengo respeto y estoy orgulloso de considerarme inferior a ellos, pero ninguna de ellas es Tomioka.
Hasta su nombre es igual de horrible que él.
Cuando llegue al sitio quedé helado, todas las miradas sobre mí. Todos habían llegado antes que yo. Me estaban observando como si acabará de matar a alguien, volví a sentir esa sensación desagradable en mi pecho.
Ellos habían hecho algo bien, y yo no, no pude hacer algo tan simple como llegar temprano. No importa si siempre llego antes que todos, este momento será difícil de borrar de mi mente.
—Bienvenido, Obanai.— La voz del patrón inevitablemente me tranquilizó.
—Perdón la tardanza.
Y sin decir tanto, después de arrodillarnos ante el patrón comenzó la reunión. Cómo siempre, fue más de lo mismo, está vez dieron más incapié en el hecho de que el frenton había visto a Muzan. Siendo sincero me sorprendió, y me dejó un mal presentimiento. Que Muzan se haya dejado ver es un mal augurio.
Lo único que cambiaba y hacia diferente a las demás reuniones, era la mirada atenta de Sanemi hacia mí. Era obvio el por qué, lo había ignorado descaradamente estos días y esperaba una explicación, lo ignore y solo decidí prestarle más atención al patrón está vez.
En medio de su charla, escuché la risa de Kocho. De reojo la mire, ella siempre anda a lado de Tomioka molestandolo, y está vez no fue la excepción.
—Por eso todos te odian, Tomioka.— Se burlaba de la situación del cara de rata, al menos hay alguien a parte de mí que sabe que ese tipejo no tiene el cariño de nadie.
A partir de ahí no pude evitar ver al cara de rata, aún cuando la pilar del insecto lo molestaba y se burlaba de su patética situación, él nunca mostró molestia. Se veía cercano a ella de alguna forma, un poco cariñoso, era extraño como con ella sus ojos cambiaban a otros más alegres, con algún vacío pero con ese sentimiento de alegría.
Parpadeo un poco, vuelvo a poner mi atención hacia el patrón, no puedo creer que haya perdido el tiempo con ese imbécil otra vez. ¿Cómo pude darme cuenta de eso? Mi mirada se poso otra vez en él, es muy difícil notar alguna otra expresión en su rostro. Se veía igual que siempre, no estaba sonriendo, y sus ojos estaban apagados, ¿por qué sabía que disfrutaba de las burlas de Kocho?
Se tenso mi cuerpo, Tomioka me miró.
Ya no estaba alegre, me miraba confundido, casi molesto.
Es como si solo fuésemos él y yo en el mundo, no parece haber nadie más. No le preste atención a más nadie, solo a él y a sus vacíos ojos. Mi cara comenzó a calentarse, mi corazón a acelerarse e incluso mis piernas temblaron un poco. Tomioka era muy diferente conmigo a cómo es con los demás. Es algo hiriente.
Pero, ¿por qué tendría que ser así? Yo lo odio, es un idiota cara de rata, no me puede afectar que solo se muestre afectivo y cariñoso con ajenos. Lo único que debe provocarme es repulsión, solo eso. No sentimientos raros de herida. Arrugó mi rostro nuevamente, le envío una expresión de desprecio sin ningún efecto y vuelvo a mirar al patrón.
Él ya no habla, solo me 'mira' con esa sonrisa de siempre.
—Obanai, ¿tienes algún problema con Giyū?
Todo se volvió pesado, me apenó por mi comportamiento. Vuelvo a sentir esa sensación de ser observado por todos. Solo pude tragar fuerte y mirar al patrón con una expresión de disculpa.
—No hay ningún problema, perdóneme.
Escuché unas risas y murmullos pero seguí sereno, no voy a permitir que me sigan viendo en esta faceta sin control.
—Siga con la reunión, patrón.— Su cara fue un poco desubicada, soltó una risa.
A mí lado, Uzui dió una risa escandalosa. No sabía por qué y lo observé desde abajo, mis ganas de irme del sitio aumentaron.
—Iguro, uh... La reunión acabo.— Kanroji dijo a mi otro lado.
Esa sensación de estar fuera de lugar volvió a mí y mi rostro ardió, mis músculos se tensaron por seguir dando el mismo papel humillante. Baje mi cabeza en señal de disculpa hacía el patrón, él parecía entenderme aún cuando no puede verme. La única expresión en su rostro eran sus preocupaciones hacia mí.
Luego, la reunión finalizó completamente. No espere un segundo más y solo me fui de ese lugar, lejos donde nadie pueda ver mi vergüenza ni miseria. En mi finca me sentí mucho más seguro, casi nadie viene, eso le daba esa sensación de seguridad y privacia. A lado de un pequeño charco que estaba ahí me senté a meditar.
Estos últimos días no era yo, no puedo dejar que mis sentimientos se hagan cada vez más fuertes hacia el cara de rata. Mi desprecio no debe excederse, gracias a eso el ambiente en la organización ha estado empeorando, al menos por mi lado. Mi orgullo esta malogrado y lo mejor sería dejarlo ir, al final el único que me ha visto actuando como un imbécil es el imbécil de Tomioka.
Su opinión no me importa en lo más mínimo, no debería importarme.
Kaburamaru se enrollo un poco más, la mire y estaba observando a Shinazugawa llegando. Voltee los ojos, seguro viene a hacerme un escándalo por hace rato.
—¿Qué quieres?
Su rostro se distorsiono un poco, volvió a arrugar el entrecejo y me miró con aún más enfado.
—¿Qué fue eso?
—No sé a qué te refieres.
No iba a decirle nada, se iba a burlar por sentirme de esa manera gracias al cara de rata. Cruce los brazos e ignore su presencia descaradamente, casi pude escuchar sus insultos internos hacía mí.
—¿Cómo qué no sabes? ¿por qué estás actuando así?— Interrogó, sentandose a mi lado.— No has hablado con otra persona, las únicas veces que te veo tienes una maldita cara de idiota mientras ves al otro estúpido.
Agarre fuerte una bocanada de aire, si ese idiota se dió cuenta de mi insistencia de querer mirar a Tomioka quiere decir que todos lo hicieron. Me quedé en silencio, mi rostro no se inmutó ni un momento pero mi mano se apretaba con fuerza a mi otra muñeca.
—¿Qué te pasa? ¿Por qué ya no nos hablas ni a la estúpida, ni a mí?— Se refería a Kanroji, mi enojo aumento debido a que se haya referido a ella así.
—No le digas así.— Fue lo único que pude decir. Está vez si lo mire directamente.
—La dejaré de nombrar así si me dices qué te pasa.— No lo haría lo conozco, no le hice caso.— ¡No me ignores!
Lo seguí ignorando, no estaba de humor de soportar sus berrinches. En parte lo entendía, desde un principio nos hicimos amigos porque teníamos la coincidencia de odiar al cara de rata, ahora que me veo afectado por este lo deja con muchas dudas.
—No entiendo cuál es el problema.— Declare, haciéndome el de no entender mi patético comportamiento.
—¿No ves el problema? ¿qué te hizo el estúpido de Tomioka?— Sus casillas se acabaron.— Iguro, ¡por favor! Actúas como una maldita niña enamorada.
Enamorado...
No, definitivamente no era mi caso.
—Claro que no, ni bromeando digas esas cosas.
—Pues parece, solo lo miras y no prestas atención, ¡ni siquiera al patrón!— En ese punto le doy la razón, por más que me cueste.
—No lo veo por lo que piensas.— Le di una caricia a Kaburamaru, a veces creo que es capaz de entender a la perfección a su alrededor. Es él único que me sé que me puede entender.
—¿Entonces por qué lo ves tanto?
No sé, no me preguntes cosas como esas. Ni yo mismo soy capaz de darme una respuesta sin sonar obsesivo. Encogi mis hombros, no le di más peso a sus palabras.
—¿Solo para eso vienes?— Pregunté, mirándolo y él parece estar un poco ofendido.
—No, el patrón te mando a llamar. En la anochecer te necesita en su finca.
No le dirigí otra vez la mirada y Shinazugawa decidió irse, dandome la privacidad que tanto necesito. Me anoté mentalmente la reunión privada con el patrón, está vez me encargaría de llegar temprano, hacerlo una vez era inaceptable pero dos veces el mismo día era una clara deshonra.
Decidí tomar una siesta, le pedí a Kaburamaru que me despertara a la hora que el veía ser la aproximada a la reunión.
.''''.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro