Capítulo 43: Apocalíptico
La escena comienza con un escenario devastado. Escombros y ruinas eran todo lo que quedaba del otrora extravagante castillo de la Reina de Corazones. Entre los restos, una figura pequeña y frágil, la Reina misma, conocida como Alice, luchaba por levantarse.
Su vestido, que alguna vez había sido vibrante y adornado, estaba rasgado y cubierto de polvo. Se sentó sobre una pila de escombros, mirando a su alrededor, tratando de entender cómo había llegado a ese punto. El cielo, que antes era una explosión de colores vivos, ahora parecía opaco, con tonalidades de gris y negro que irradiaban una sensación de muerte y desolación.
Mientras Alice miraba fijamente, murmuró para sí misma: "¿Qué... qué fue lo que pasó?"
Gudako y su equipo se encontraban frente al castillo, un lugar que parecía salido directamente de un cuento de hadas. El edificio era excéntrico, lleno de torres desiguales y colores extravagantes. El equipo había logrado algo inesperado: una audiencia directa con la Reina de Corazones.
Mashu: "Maestro, esto podría ser peligroso. Saphirette mencionó que podría ser una trampa. ¿Estamos seguros de esto?"
Gudako: (ajustando su traje anti-radiación) "Por supuesto que es una trampa. Pero, ¿cuándo hemos dejado que eso nos detenga?"
La estrategia era simple: actuar como diplomáticos curiosos, ganarse la confianza de la Reina, y aprovechar cualquier oportunidad para recolectar información sobre Wonderland y sus vínculos con la Reina Mamono.
El grupo fue conducido al interior del castillo por las mamonos de aspecto similar a los soldados carta. Estas criaturas eran en su mayoría humanas en apariencia, aunque algunas tenían extremidades que parecían hechas de papel endurecido, como si fueran una extraña mezcla entre humano y carta viviente.
Saphirette: (en voz baja mientras caminaban) "Es fascinante cómo el maná mamono aquí altera todo. Estos soldados... no son cartas reales, pero tampoco humanos normales."- dijo esta ya que nunca habia visto wonderland en persona.
El grupo llegó finalmente al salón principal del castillo. Era un lugar desbordante de extravagancia, con un enorme té humeante en una mesa y muebles con formas extrañas, como si el lugar estuviera diseñado por alguien con una imaginación desenfrenada.
En el centro de todo, la Reina de Corazones, Alice, estaba sentada en un trono decorado con corazones y espinas. Parecía exactamente como Saphirette había descrito: una niña en apariencia y actitud, con un aura caprichosa y peligrosa.
Alice: (con una sonrisa dulce) "Bienvenidos a mi castillo, forasteros. ¿Qué los trae a mi maravilloso reino? ¿Quieren jugar a las cartas? ¿O tal vez una partida de ajedrez?"
Gudako: (manteniendo la compostura) "Venimos en son de paz, Reina de Corazones. Solo estamos explorando y hemos escuchado maravillas sobre Wonderland. Nos encantaría aprender más sobre tu majestuoso reino."
Alice: (ladeando la cabeza con una sonrisa torcida) "¿De verdad? ¿O es que están aquí para robarme algo, como otros intrusos antes? He escuchado muchas mentiras disfrazadas de cumplidos."
La atmósfera se tensó de inmediato. Mashu apretó su escudo, lista para cualquier eventualidad, mientras Abyss, en forma espiritual, permanecía alerta.
El Punto de Ruptura
La conversación continuó en una fina línea entre la cortesía y la hostilidad. Alice, aunque actuaba juguetona, tenía una mirada que delataba su desconfianza.
Todo cambió cuando Abyss, incapaz de soportar más la conversación cargada de infantilismo y amenazas veladas, decidió intervenir, rompiendo el silencio de su forma espiritual.
Abyss: (apareciendo detrás de Gudako) "Tu farsa de realeza no engaña a nadie, niña. Este lugar, tu poder... todo es un reflejo distorsionado de lo que no puedes alcanzar."
Alice se levantó de su trono, claramente ofendida. "¿Qué dijiste? ¡Soy la Reina de Corazones! ¡Todo aquí me pertenece! ¡Incluidos ustedes!"
En un arrebato, Alice agitó sus manos y un estallido de energía mamono llenó el salón, deformando el espacio y sumiendo el área en un caos de formas y colores. Los muebles cobraron vida, los soldados carta se transformaron en guerreros grotescos, y el cielo visible a través de las ventanas comenzó a oscurecerse.
Gudako: "¡Lo sabía! ¡Mashu, protégenos!"
Mashu: "¡Entendido, Senpai!"
Lo que comenzó como una audiencia diplomática rápidamente se convirtió en una lucha por la supervivencia. Mashu y los demás desataron sus habilidades para contener el ataque de Alice y sus soldados transformados. Gudako usó comandos rápidos para invocar a otros Servants temporalmente, buscando ganar ventaja.
Mientras tanto, Abyss, ahora completamente manifestada, desató una ráfaga de energía abismal que comenzó a distorsionar aún más el ambiente. La confrontación alcanzó un nivel apocalíptico cuando Abyss invocó criaturas abismales para neutralizar a los soldados carta y dirigió su atención directamente a Alice.
Alice: (gritando con furia) "¡Este es mi reino! ¡Ustedes no tienen derecho a estar aquí!"
Gudako: (sonriendo con ironía) "Y tú nos diste la invitación, ¿recuerdas? Ahora... es hora de terminar esto."
Cuando Gudako usó un sello de comando para potenciar a Abyss, el poder desatado fue tal que todo el castillo comenzó a desmoronarse. La oscuridad se apoderó de Wonderland, cubriendo el paisaje en un manto de caos y dejando a Alice derrotada, enterrada entre los escombros.
Ahora, mientras la Reina de Corazones se recuperaba lentamente, el mundo que había conocido parecía desmoronarse a su alrededor, sin entender aún cómo estos intrusos habían logrado tal destrucción.
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La Reina de Corazones, Alice, tambaleándose entre los restos de su castillo, tomó la firme decisión de reagrupar lo poco que quedaba de sus tropas. A pesar de su apariencia infantil y caprichosa, ahora mostraba una expresión de preocupación y determinación.
Caminando entre los escombros, encontró a un par de sus soldados carta, que apenas lograban mantenerse en pie. Estas criaturas, con su aspecto humanoide y armaduras con detalles de naipes, parecían desorientadas, sin recordar claramente qué había sucedido durante la batalla.
Alice: (mirando a sus soldados) "Reúnanse, soldados. Debemos salir de aquí. ¡Wonderland ya no es seguro!"
Uno de los soldados, con su rostro cubierto de marcas de energía mamono residual, intentó hablar:
Soldado Carta: "Reina... ¿qué nos pasó? Todo era normal y luego... oscuridad. Monstruos..."
Alice apretó los puños, interrumpiendo al soldado con una voz más firme de lo usual:
Alice: "¡No importa ahora! Todo lo que necesitamos es salir de este desastre y encontrar a Madre. Ella nos protegerá y traerá la justicia que este reino necesita."
Con cada paso, Alice luchaba por mantener su compostura. El entorno seguía siendo inquietante: el cielo opaco y oscuro, el aire cargado con una energía densa que no parecía su habitual maná mamono. Los pocos jardines que quedaban en Wonderland estaban marchitos, y las estructuras icónicas del reino eran ahora sombras de lo que una vez fueron.
Mientras tanto, Gudako estaba cómodamente sentada dentro de una cúpula protectora, completamente aislada del ambiente hostil de Wonderland. Con un bol de palomitas en las manos, observaba los movimientos de Alice a través de una proyección creada por Abyss.
Gudako: (comiendo palomitas) "Mira eso, Mashu. La pequeña reina está tratando de recoger las piezas. Me pregunto cuánto tiempo le tomará darse cuenta de que no tiene salida."
Mashu, aunque algo incómoda con la situación, no pudo evitar responder con un tono ligeramente preocupado:
Mashu: "Senpai, ¿no estamos exagerando un poco? Su castillo está destruido, y su reino está colapsando. ¿Realmente necesitamos vigilarla así?"
Gudako: (con una sonrisa juguetona) "Claro que sí. Esto no es solo una batalla, Mashu. Es una estrategia. Si Alice logra salir de Wonderland, podría informar a la Reina Mamono, y eso complicaría nuestras operaciones aquí. Mejor asegurarnos de que esté demasiado ocupada sobreviviendo como para pensar en otra cosa."
Abyss: (su figura proyectada en la cúpula, observando a Alice en silencio) "Su desesperación es interesante. Pero no subestimen la voluntad de una mamono, especialmente una conectada directamente a la Reina Mamono."
De vuelta con Alice
Alice avanzaba con sus soldados, intentando encontrar una salida. Sin embargo, no sabía que Abyss la estaba vigilando de cerca, sus proyecciones abismales observando desde las sombras. Cada movimiento que hacía, cada palabra que decía, era escuchada y analizada por Gudako y su equipo.
Alice: (hablando consigo misma) "Madre... madre sabrá qué hacer. No puedo permitir que esto termine aquí. ¡No después de todo lo que he construido!"
Sin embargo, justo cuando parecía que estaba por encontrar un punto de escape en los límites de Wonderland, algo cambió. Una figura sombría, casi imperceptible, apareció a lo lejos. Su mera presencia hizo que el maná mamono en el aire se agitara.
Soldado Carta: (asustado) "¡Reina! Algo... algo nos está observando."
Alice levantó la mirada y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. A pesar de su poder, había algo en esa figura que parecía más aterrador que todo lo que había enfrentado antes.
Alice: (susurrando) "¿Qué demonios... es eso?"
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Gudako: (deteniendo su mano con las palomitas) "Oh, esto se pone interesante. ¿Qué crees que hará, Abyss?"
Abyss: (con una leve sonrisa en su proyección) "Nada... por ahora. Pero no puedo garantizar que la Reina no termine perdiendo algo más que su trono."
Mashu miró a Gudako con preocupación. Aunque confiaba en su maestra, no podía evitar sentir que estaban jugando con fuego.
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Había pasado un tiempo indefinido desde la catástrofe que había devastado Wonderland. La Reina de Corazones, Alice, junto con las pocas tropas de soldados carta que había logrado reunir, avanzaba con determinación, pero también con una pesada carga emocional. Entre los sobrevivientes había algunos habitantes de Wonderland: mamonos que habían escapado del desastre inicial con heridas y miedo reflejados en sus rostros.
El grupo se movía con cautela, buscando la salida más cercana, un paso oculto en el oeste del reino. Sin embargo, la travesía no fue sencilla. A medida que avanzaban, la energía del lugar parecía consumir sus fuerzas. El aire estaba enrarecido, y la tierra misma parecía resistirse a sus pasos.
Alice: (con voz firme, pero cansada) "Escúchenme todos... si llegamos a la salida, estaremos a salvo. Madre sabrá qué hacer. No podemos rendirnos ahora."
Uno de los soldados carta, cojeando y con parte de su armadura dañada, habló con tono desesperado:
Soldado Carta: "Pero, mi reina... ¿y si los responsables de esto están esperándonos ahí? ¿Qué haremos entonces?"
Alice se detuvo por un momento. La pregunta era válida, y aunque no lo admitiera en voz alta, ella misma tenía miedo de lo que podría encontrar al llegar. Aun así, ocultó su incertidumbre con una sonrisa que intentaba parecer confiada.
Alice: "Entonces lucharemos, como siempre lo hemos hecho. ¡No olviden que somos de Wonderland, y este reino nunca ha conocido la derrota!"
Sus palabras levantaron un poco los ánimos, aunque todos sabían que la situación era desesperada. Durante el trayecto, tuvieron que dejar atrás a varios compañeros que no podían seguir avanzando, lo que rompía cada vez más el espíritu de los sobrevivientes.
En el punto de escape oculto al oeste, Gudako y su grupo habían establecido una especie de campamento improvisado. La cúpula anti-mana mamono seguía en pie, permitiéndoles permanecer en el ambiente hostil sin problemas.
Abyss estaba al frente, proyectando una atmósfera inquietante mientras inspeccionaba el portal dimensional que servía como salida de Wonderland. Mashu observaba a su maestra, claramente preocupada por la intención de Gudako.
Mashu: (mirando a Gudako) "Senpai, ¿realmente vamos a esperar aquí solo para enfrentarlos? ¿No sería mejor dejarlos ir y evitar más conflictos?"
Gudako: (con una sonrisa juguetona mientras revisaba algunos comandos en su equipo) "¿Y perder la oportunidad de ver cómo reaccionan al darse cuenta de que no hay salida? Eso sería aburrido, Mashu. Esto es parte de la estrategia. Queremos que sepan que no pueden escapar de nosotros."
Malef (Alter): (cruzada de brazos, observando desde una roca cercana) "No niego que esto es un poco excesivo... pero, honestamente, quiero ver cuánto más puede soportar esa reina. Es... entretenido, por decir algo."
Abyss: (sin apartar la mirada del portal) "Lo más interesante no será su llegada, sino cómo decidan reaccionar cuando descubran que sus esperanzas fueron en vano."
Finalmente, tras un largo y agotador recorrido, Alice y los suyos llegaron a la salida oculta. La estructura parecía intacta, un portal brillante que prometía la salvación. Pero en cuanto se acercaron, notaron las figuras de Gudako y su grupo esperándolos tranquilamente.
Alice, con los ojos llenos de ira y cansancio, dio un paso al frente, sosteniendo con fuerza el cetro que había logrado salvar de los escombros de su castillo.
Alice: (con voz desafiante) "¡Así que fueron ustedes! ¿Quiénes son y por qué han arruinado mi reino?"
Gudako se levantó lentamente, sacudiendo el polvo de su ropa y sonriendo de manera despreocupada.
Gudako: "Arruinar tu reino, dices... bueno, eso depende del punto de vista. Solo estamos aquí para asegurarnos de que las cosas sigan nuestro curso."
Alice: (mirando a Gudako con furia) "¡Mi madre no dejará que esto quede impune! ¡Ustedes no saben contra quién se están enfrentando!"
Abyss: (dando un paso adelante, con su voz resonante y aterradora) "Tu madre no está aquí, pequeña reina. Ahora, ¿por qué no te rindes? Sería... menos doloroso para todos."
Las pocas tropas y habitantes que acompañaban a Alice retrocedieron instintivamente ante la presencia de Abyss. Alice, por otro lado, apretó los dientes, mostrando una valentía que contrastaba con su aspecto infantil.
Alice: (levantando su cetro) "¡Si creen que me rendiré sin luchar, están muy equivocados!"
El aire se llenó de tensión mientras ambas partes se preparaban para un enfrentamiento que decidiría el destino de los sobrevivientes de Wonderland.
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Gudako observaba a la Reina de Corazones desde la cúpula anti-mana mamono. La valentía de la pequeña Alice le parecía una mezcla de lo adorable y lo patético. Era admirable ver cómo mantenía su determinación, pero al mismo tiempo, Gudako sabía que no tenía ninguna posibilidad.
Con una sonrisa ligeramente divertida, Gudako dio una orden clara:
Gudako: "Emiya, encárgate de esto. Pero sé eficiente... y no demasiado cruel."
Archer Emiya asintió con serenidad.
Emiya: "Entendido, Maestra. Será rápido."
Emiya avanzó hacia Alice y su grupo, la mirada fría y calculadora. Alice levantó su cetro, dispuesta a enfrentarlo, mientras sus soldados carta formaban una precaria defensa a su alrededor.
Alice: "¡No daré un paso atrás! ¡Wonderland puede renacer, pero no mientras criaturas como ustedes sigan existiendo!"
Sin responder, Emiya disparó una flecha con precisión quirúrgica, desarmando a uno de los soldados carta. Sin detenerse, lanzó una ráfaga de flechas normales, eliminando a varias mamonos con una precisión impecable. Sus movimientos eran ágiles y medidos, dejando claro que no estaba ni remotamente esforzándose.
Las tropas intentaron un contraataque desesperado, pero Emiya desenfundó sus espadas gemelas, Kanshou y Bakuya. Con movimientos rápidos y elegantes, cortó a través de los soldados carta como si fueran meras figuras de papel.
Alice miraba con horror cómo sus aliados caían uno tras otro. Decidió tomar la iniciativa y atacó a Emiya directamente con su cetro, lanzando un hechizo que destelló con colores brillantes. Sin embargo, Emiya lo bloqueó con facilidad, desviando el ataque con una de sus espadas.
Emiya: (con voz calma) "Tu determinación es admirable, pero inútil."
Alice retrocedió, jadeando. La desesperación comenzaba a reflejarse en su rostro.
Emiya decidió que era momento de terminar con el enfrentamiento. Retrocedió unos pasos y se preparó para su técnica final. En sus manos apareció el arco, y con un movimiento preciso, invocó a Caladbolg II, su "flecha distorsionada".
Con un salto que lo llevó varios metros sobre el suelo, apuntó hacia el centro del grupo enemigo.
Emiya: "Es suficiente. Fin del juego."
Disparó. El proyectil atravesó el aire, provocando una explosión masiva que sacudió el terreno. El destello fue cegador, y la onda expansiva arrasó todo a su paso, dejando tras de sí un cráter humeante.
Cuando el humo se disipó, el campo de batalla estaba en completo silencio. Las mamonos que acompañaban a Alice yacían sin vida. Cerca del centro del cráter, solo quedaban restos: un cetro roto y el vestido andrajoso de la Reina de Corazones. No había señales de Alice.
Gudako, viendo todo desde la proyección, soltó un largo suspiro mientras terminaba su bolsa de palomitas.
Gudako: "Vaya, esa fue una explosión más grande de lo que esperaba. Emiya no se anda con rodeos, ¿verdad?"
Mashu, a su lado, parecía menos impresionada y más preocupada.
Mashu: "Senpai... ¿no era esto un poco excesivo? Tal vez... ¿podríamos haberla capturado?"
Gudako se encogió de hombros, como si no le importara.
Gudako: "Si sobrevivió, vendrá hacia nosotros eventualmente. Si no... bueno, un problema menos... de paso podriamos cortarle la cabeza. Sigamos adelante, Mashu. Tenemos un mundo que rehacer."
Con esas palabras, Gudako y su grupo se prepararon para avanzar, dejando el desolado Wonderland atrás como un recuerdo de lo que significaba enfrentarse a su poder.
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Omake: Salida y Observación
Gudako y compañía atravesaron la salida oculta que los llevó finalmente fuera de lo que una vez fue Wonderland. La atmósfera cambió de inmediato, dejando atrás los rastros de un mundo distorsionado y abrumado por mana mamono. Ahora estaban en un lugar neutral, un claro tranquilo rodeado de bosques, donde el aire se sentía más liviano y el ambiente mucho menos opresivo.
Mashu: "Por fin... fuera. No pensé que diría esto, pero realmente necesitaba respirar aire limpio otra vez."
Gudako: (quitándose el casco de su traje anti-mana) "Sí, sí, lo entiendo. Pero no te relajes demasiado, Mashu. Apenas hemos terminado un capítulo de este lío, y hay mucho por hacer."
Mientras tanto, Saphirette miraba hacia atrás, hacia la entrada que ahora quedaba atrás.
Saphirette: "Es irónico, ¿no? Lo que una vez fue un reino lleno de maravillas ahora es un recuerdo oscuro. Aunque, considerando todo, creo que fue mejor así."
Gudako: "Mejor o no, fue necesario. Ahora... ¿a dónde vamos? ¿Alguna idea, Saphirette?"
Saphirette suspiró y asintió.
Saphirette: "Hay muchos lugares que podemos atacar, pero dependerá de cómo quieras manejar la estrategia. Mi sugerencia sería tomar un lugar con menor influencia mamono para reagruparnos y preparar el próximo paso."
Gudako: "Perfecto. Vámonos, entonces."
En un oscuro y amplio salón, rodeado de portales que mostraban distintas escenas del multiverso, un anciano de cabello blanco y ojos llenos de malicia observaba con evidente diversión. Este era Kischur Zelretch Schweinorg, el famoso "Hechicero de la Joya".
Con una copa de vino en la mano, sonreía mientras miraba la proyección de Gudako saliendo de Wonderland junto a su grupo.
Zelretch: "Vaya, vaya... nuestra pequeña maestra está mostrando una eficiencia notable. Rara vez alguien logra desatar tal caos de manera tan ordenada. Destruir un reino entero y mantener el control absoluto... fascinante."
Dio un sorbo a su vino antes de reír suavemente.
Zelretch: "Pero, ¿cuánto tiempo más podrá mantener ese control? Los engranajes del destino siempre tienden a desmoronarse cuando menos lo esperamos. Aunque debo admitir, es entretenido verla jugar este extraño ajedrez."
Se reclinó en su silla, observando cómo Gudako y su equipo desaparecían en el horizonte.
Zelretch: "Supongo que debería seguir vigilando. Después de todo, esto se está volviendo más interesante de lo que esperaba."
Y así, el Hechicero de la Joya continuó observando, como un espectador en el mejor asiento de un espectáculo grandioso.
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fin de capitulo y omake.
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