Sake - Sero Hanta
Pedido por: Hime_Neko1031 (Lamento la tardanza y espero que te guste ^^)
Cuando entró a U.A., decidió dejarse el cabello más arriba de los hombros, a pesar de que su madre siempre le prohibió cortárselo. Sin embargo, era el inicio de una nueva etapa de su vida, quería ser diferente, más segura, cerrar ciclos...
Y el cabello corto tenía sus ventajas. Por ejemplo, ahorraba en champú y era fácil maniobrar con él. Además, la mayoría de las chicas en su clase lo llevaba a los hombros, siendo la excepción Momo y Tsuyu; aunque, bueno, tampoco era como si pudiera excluir a Hagakure, que bien podría tenerlo cual Rapunzel y nadie se enteraría.
Sin embargo, eso no era relevante, sino el hecho de que pronto terminarían su primer año, lleno de aventuras e inolvidables amigos. Había aprendido tanto, se había reído tanto y había llegado a apreciar a todos, que se le hacía un poco triste tener que dejar Heights Alliance tan pronto, a pesar de que seguirían tan juntos como siempre.
Con el aroma de finales de invierno y la presión de los próximos exámenes más tener que lidiar con sus respectivas prácticas, el dormitorio estaba tranquilo un sábado por la tarde.
Rikido tarareaba al son de los últimos éxitos que derrochaba los parlantes del radio. Tomó la espátula mientras coreaba, junto a los vocalistas de After the Rain, una de las estrofas de Anti-clockwise, con ímpetu. Luego, continuó agitando la mezcla del pastel animadamente.
Cuando hubo terminado, se dispuso a limpiar todo y guardar lo que había usado. Por lo general, Rikido no cocinaba con licores, pero desde que había probado un delicioso bizcocho humedecido con miel de sake, se había jurado prepararlo. Así que, pasando por alto la botella translúcida con su líquido transparente, se dispuso a secar los platos, aún tarareando las canciones.
La puerta principal se abrió, dejando pasar al grupo de amigos que, a pesar de regresar de jugar un extenuante partido de básquet, seguía bromeando animadamente. Todos lo saludaron con jolgorio, apreciando el tenue olor de lo que estaba horneando.
Sin embargo, nadie pudo vaticinar lo que (T/N) hizo. La chica, con el rostro empapado por el cabello mojado después de ducharse en el gimnasio, estiró la mano y se hizo de la botella.
—¡Muero de sed!
Antes de que Bakugou, que había entrado tras ella, tuviera tiempo de leer la etiqueta, la joven ya se había zampado todo el contenido.
El líquido le escoció la garganta, bajando rápidamente por su esófago hasta hervir en su estómago. Una ola de calor se apoderó de su pecho, luego de que separó la botella de sus labios.
—Ah, ¡qué rayos!
—¡Idiota! —chilló Katsuki, arrebatándole el frasco casi vacío, leyendo lo que ponía con el entrecejo fruncido—. ¡Es sake!
—¿Estás bien, (T/N)-chan? —preguntó Asui, cayendo en cuenta de lo que ocurría.
—Perfectamente. —Alzó los pulgares, tomándose un vaso con agua que Rikido le había ofrecido.
—¡Debes tomar mucha agua para que el alcohol salga! —exclamó Iida, procediendo a pedirle explicaciones a Rikido sobre la presencia de semejante bebida en sus dormitorios.
—Estoy bien, Iiida —porfió la chica, soltándose del agarre estabilizador de Bakugou.
—Pronunciaste una "i" de más, (T/N)-chan, kero —enfatizó Tsuyu.
—Pshh, obvio que nooo. —Agitó la cabeza, dando un paso al frente—. Wow, ¿quién movió el piso? Oh, gracias, Sero.
La chica se hizo involuntariamente para atrás y, de no ser porque Sero continuaba sosteniéndola, se hubiera caído. Rio tontamente, ladeando el rostro para encontrarse con la expresión preocupada —aunque ligeramente divertida— de Sero. La habitación ondeaba y se sentía como si estuviera balanceándose en la ligera marea en un bote sin capitán, aunque realmente no estaba segura porque jamás había estado en un bote.
—Ten cuidado, (T/N)-san —dijo Midoriya, entrando en modo de pánico al notar que nadie sabía, a ciencia cierta, qué hacer.
—Lo tengo, lo tengo toooodo controlado. —Volvió a reír, contagiando al resto de sus compañeros con carcajadas nerviosas.
—Sí, sí —dijo Sero, ayudándola a estabilizarse y guiándola al sofá—. Por lo pronto, siéntate.
(T/N) profirió un sonido extraño, pero se dejó caer, llevándose a Hanta en el proceso. Rodeó su cuello con el brazo y agitó las piernas con diversión.
—Siento como si pudiera flotar.
—¡Está borracha! —exclamó Midoriya, mordiéndose el pulgar por pura ansiedad.
—Es obvio, maldito nerd. —Bakugou puso los ojos en blanco, colocando una jarra con agua y un vaso sobre la mesa baja frente a su compañera—. Te tomas eso lo más pronto posible.
—¿Me estás retando? —Soltó de forma exagerada.
—¡Sí, ahora...!
—¿A mí? ¿Tú y cuántos más, dinamita-kun~?
Bakugou crispó la mandíbula, respiró profundo y apretó las manos, tratando de realizar los ejercicios de autocontrol que Kirishima le había enseñado. Pero no. No estaba funcionando para nada. Agradeció cuando Kirishima, quien había permanecido en silencio viendo la escena, se acercó a él para escoltarlo a su piso.
—¡Muy bien, Bakugou! ¡Estás mejorando! —felicitó, y Midoriya creyó que el tono que había empleado, como si se tratara de un cachorro, había hecho exasperar más a Kacchan.
(T/N) agitaba las piernas, apresando todavía la mitad del cuerpo de Sero que había tenido la mala fortuna de caer bajo ella. Sus ojos repasaron a sus compañeros. Estaban Rikido, Midoriya, Asui, un Pikachu —haciendo la cara del meme de Pikachu, cabe recalcar—, alguien con cabeza de fresas con crema, y...
—¿Por qué hay un racimo de uvas andante? —cuestionó con cierta exasperación.
Mineta soltó un alarido doloroso mientras el resto reía.
—(T/N)-chan es del tipo honesto cuando se emborracha, kero —comentó Asui, añadiendo un poco más de daño a las palabras de su amiga.
—Nunca antes me habían ofendido tanto —empezó a decir Mineta—. Mi cabello es... ¡Es...!
—Un racimo de uvas —atajó la chica con una sonrisa maliciosa.
—Ya lo dijo, y creo que es su última palabra —azuzó Sero.
—Yo me iba a quedar aquí, cuidando de que el pervertido de Sero no te hiciera nada, pero ahora no me responsabilizo. ¡Me largo! —se quejó Mineta.
—Gracias por nada~ —canturreó, agitando de nuevo las piernas como si estuviera columpiándose, aunque lo único que hacía era dificultar el agarre que tenía Hanta sobre ella.
A pesar de que Sero exhibía una sonrisa tenue, debía admitir que estaba nervioso. Para nadie era un misterio que ambos se gustaban, pero simplemente ninguno había dado el siguiente paso para catalogar su relación bajo un término más serio. Después de todo, Sero jamás se le había confesado a una chica y temía hacerlo por no cumplir las expectativas.
Ubicada a un par de metros, Asui evaluó la situación, captando la oportunidad que el instante de embriaguez, junto a su estado, les brindaba a sus compañeros. Repasó con su mirada los rostros de sus amigos, clavando tan intensamente sus oscuras pupilas que logró llamar la atención de todos. Con naturalidad, tiró de la manga de Kaminari para llamar su atención; él se inclinó para escucharla.
En serie, se fueron comunicando el mensaje lo más discretamente posible. Sin embargo, cuando Midoriya quiso pasárselo a Todoroki, este hablo, ocultando un bostezo tras el dorso de su mano.
—Tengo sueño. Buenas noches. (T/N), espero que te sientas mejor mañana.
—¿Sí sabes que lo más probable es que amanezca con una resaca del diablo? —cuestionó Kaminari, esgrimiendo una sonrisa.
—... No lo sabía. —Ladeó el rostro pensativo—. Igual, espero que te sientas mejor.
—Ooohhh, eres muuuy dulshe, Todoroki.
—Yo... ¡Yo voy a ir a adelantar mis tareas! —chilló Midoriya, queriendo aprovechar la oportunidad que su amigo les había creado tan sutilmente sin realmente empeñarse.
—¡Podemos hacerla juntos! —se unió Iida, teniendo sus dudas respecto a dejar a la pareja sola, pero queriendo acabar de una vez por todas con el extraño ambiente romántico que siempre parecía rodearlos sin que se dieran cuenta.
—Yo... Voy a ver un dorama —musitó Rikido—. Bajaré en unos cuarenta y cinco minutos, si huele a quemado, me avisan, por favor.
—Te acompañamos. —Tsuyu atajó a Denki del brazo y lo arrastró por las escaleras, no sin antes guiñarle un ojo a su amiga.
—Uhm... Eso fue muy sospeshoto —murmuró.
Sero se petrificó cuando la chica rodeó sus hombros con los brazos, columpiándose un poco más y riendo por nada en particular. Había que ser realmente idiota para no comprender las intenciones de sus compañeros. Quizás con el estado ebrio de (T/N) ocurriría algo con su brote de honestidad irrefrenable.
Sero permitió que rodeara su cuello y se acurrucara contra él con un quedo suspiro. Él, inconscientemente, también la acercó a su cuerpo. Volvió a exhalar de forma cansada.
—¿No te molesta que estemos así? —musitó, ahorrándose sus carcajadas.
—No, si a ti no te incomoda, yo estoy bien —explicó Hanta, procurando que las mariposas revoloteando en su estómago no se le fueran a la cabeza y terminara diciendo una idiotez.
—Estoy bien. —Sonrió—. Ahhh... La habitación me sigue dando... —murmuró sus siguientes palabras y rio—. El pastel de Rikido hueeele muuy bien.
—¿Sabes? Parece que hablaras cetáceo —comento Sero, sonriendo cuando ella soltó una carcajada.
—Eso es lo que me gusta de ti. —Rio—. Bueno, hay muuuchas cosas más, pero...
Sero parpadeó mientras su oración se volvía a extinguir en un quedo murmullo. ¿Qué podía responderle? Había traspasado la línea ficticia que los separaba, y era abrumado con la certeza de que sus sentimientos eran recíprocos. Sin embargo, estaba embriagada y odiaría aprovecharse de la situación, eso no era de héroes, ni de hombres, y muchos menos algo que él haría. Y, aun así, se halló musitando, con su corazón martilleándole los tímpanos:
—Tú también me gustas.
—Lo seeeeé~
La chica sonrió. Acomodando la cabeza en la curvatura de su hombro y arrebujándose entre sus brazos, dejó caer los párpados, inhalando el fresco aroma de su amigo.
—Tengo sueño.
—Descansa, (T/N).
Sero acarició su cabello, enredando los dedos en sus mechones, y trazó círculos reconfortantes en su espalda, acomodándose de mejor manera para que sus cuerpos cupieran en el sofá. Con el ritmo acompasado de su respiración y la calidez de su cuerpo, Sero fue quedándose somnoliento, parpadeando casa vez más prolongadamente, cuestionándose qué sería de ambos cuando despertaran del mundo onírico.
¡Muchas gracias por leer!
N/A: ¿Me creen si les digo que nunca me he emborrachado? Simplemente me quedo dormida, no paso por la fase eufórica xD
Con Navidad tan cerca, no he tenido tiempo de escribir nada... Así que salió algo corto y extraño; sin embargo, espero poder mañana empezar con el especial de Navidad. Solo adelantaré que será con Fatgum.
Con esto me despido para continuar ayudando a preparar la cena xD ¡Cuídense mucho y tengan una excelente velada!
¡Plus Ultra! >.<
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