Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1/1


—¿Quieres follar?

Steve no se inmutó, solo miró a Tony Stark, quien estaba recargado en la pared a pocos metros de donde se ejercitaba. Suspiró y dejó la pesa en el soporte arriba de su cabeza, después se sentó y tomó una toalla para limpiarse el sudor.

—¿En serio, Tony?

El moreno se encogió de hombros en su caro y elegante traje azul marino de tres piezas, el saco faltaba y las mangas de su camisa blanca estaban dobladas, probablemente acababa de terminar su día de trabajo, aunque apenas era medio día, el chaleco ajustado acentuaba la masculina y delgada figura de Tony de una forma sumamente distrayente. Tony dejó su posición para ir hasta un pequeño refrigerador en la esquina y tomar una botella con agua, regresó sobre sus pasos y se la tendió.

—No suenes tan crítico, no te estoy pidiendo me ayudes a enterrar un cuerpo o algo así.

Bebió más de la mitad del agua en la botella antes de contestar.

—Para mi el hecho de que me pidas sexo es tan grave como eso.

—¿En serio? Más de una vez te he pillado mirándome el trasero.

—... Jamás he hecho algo como eso.

—Mentiroso —acusó con burla, picardía en sus ojos.

Steve estudió el rostro del moreno. Tratando de no lastimar o incomodarlo, relajo su expresión.

—Tony, somos compañeros de equipo y te considero un amigo, no estoy interesado en algo más y si de alguna manera te hice creer otra cosa, yo lo lamento…

Vio a Tony poner los ojos en blanco para después resoplar.

—Por supuesto que ibas a creer tenía un amor no correspondido por ti. Dios, recuérdame, ¿quién es el ególatra aquí?

Se puso de pie lanzando la toalla a la bolsa de entrenamiento en el suelo de donde la había tomado.

—Discúlpame por malinterpretar esto —masculló—, llegaste aquí a comerme con los ojos durante todo mi entrenamiento y después me pides sexo, ¿qué se supone debo pensar?

—En primer lugar; no te pedí, te hice una proposición. En segundo; tu has hecho lo mismo conmigo, maldito hipócrita. Y en tercera; solo debes pensar eso, que quiero tener sexo contigo. No veo la dificultad en comprenderlo.

—¿Por qué quieres tener sexo conmigo, Tony?

—¿De verdad tengo que explicártelo? —Su mirada recorrió a Steve de pies a cabeza.

Esta vez fue él quien puso los ojos en blanco.

—Tony, eres atractivo… mucho. Pero nunca he estado con un hombre y no tengo mucho interés en cambiar eso. —Se agachó para dejar la botella y tomar su mochila— Y aún más importante, me importas, no quiero que nuestra amistad se arruine por algo como esto.

Steve ya había pasado por algo similar con Wanda y Natasha, no quería sentir esa incomodidad con Tony.

—Te estoy proponiendo sexo casual, Rogers, no matrimonio —dijo, cruzándose de brazos—, pero tienes razón, eres mi amigo, si te enamoraras de mi después de la magnífica noche que te daré, sería algo malo, arruinaría la dinámica en el equipo.

Steve no pudo evitar sonreír con la bolsa ya colgada del hombro.

—Y nos costó mucho trabajar como equipo.

—Bueno, es una verdadera lastima —murmuró Tony, dando un paso más cerca y entrando en su espacio personal. Debió saber Tony no se rendiría tan fácil— porque realmente quería sentirte dentro de mi, comprobar si en realidad el Capitán América es tan perfecto en todo lo que hace…

Respiró hondo y dejó que Tony llevará sus manos a su cuello y jugará con el cabello en su nuca. Acercó su rostro al de Tony, mirando la alegría casi perversa en los ojos azules, la promesa sensual en su cuerpo cuando se apoyó en él.

Repentinamente sintió su garganta seca.

—Tony… —advirtió.

—¿Sabes por qué pensé en esto? ¿Mmm? —susurró en un tono bajo y seductor, haciendo que un calor abrasador se extendiera por todo su cuerpo—. Porqué soñé que me tomabas en el piso del hangar después de una misión, una de nuestras discusiones nos llevaba a otra cosa —continuó. Lo vio lamer su labio inferior, fue incapaz de no seguir el movimiento de su lengua— y tu terminabas dentro de mi, enseñándome una buena lección, dejando claro porque no debo desobedecerte…

Dejó caer la mochila y después colocó sus manos en las caderas de Tony, lo acercó de un jalón mientras sentía como su miembro se endurecía.

—Y esta mañana al despertar, estaba tan duro que unas cuantas sacudidas con mi mano bastaron para hacerme gritar tu nombre. —Extendió sus brazos, apoyándolos casualmente en los hombros de Steve—. ¿Entonces, qué dices? ¿Comprobamos si así puedes callarme? —retó con una lenta sonrisa.

—Eres un… —No pudo evitar buscar la boca de Tony.

—Ah, ah —dijo con un tarareo en negación, riendo se echo hacía atrás, Steve no retiró su agarre, ni Tony apartó los brazos de sus hombros—, quiero tener tiempo suficiente para disfrutar esto, solo será una vez, así que guarda esto para esta noche. —Tony llevó los dedos de su mano derecha al abdomen de Steve y comenzó un descenso lento hasta la erección en sus pantalones deportivos.

Después de eso, Tony llevó sus manos a las de Steve para alejarlas de su cuerpo, con una sonrisa astuta y engreída se dio media vuelta para marcharse. Un pequeñísimo contoneo en su paso que transmitía sensualidad y arrogancia.

Tardó en reaccionar tras la partida de Tony. Él maldijo y entonces respiró esperando la excitación disminuyera, no podía negar la reacción de su propio cuerpo lo intrigada, si Tony lo había propuesto como nada más que algo casual, quizás debería considerar aceptar. No era idiota, tenía ojos y realmente creía Tony era muy atractivo, sería hipócrita negar no se había imaginado alguna vez hacer algo más con él.

Cuando estaba dispuesto a ir a buscar al moreno, la alarma sonó alertando a todos los Vengadores.

                          ____________________

Steve se echó la capucha del traje hacia atrás, luego paso una mano a través de su sudado cabello, tras eso tocó la puerta frente a él tres veces seguidas y esperó.

No paso mucho tiempo para que la puerta se abriera y Tony apareciera. Usando una bata de satín roja que mostraba su pecho e inicio de su abdomen, el reactor brillaba en el centro de su pecho haciéndolo lucir aún más majestuoso en medio de la escasa luz de su habitación.

Tony sonrió con suficiencia al verlo, recargo su hombro en el marco de la puerta mientras se cruzaba de brazos.

—Te tomo bastante tiempo.

—A diferencia de ti, yo no escapó en cuanto la pelea termina.

—A diferencia de ti, yo no soy el líder, mis responsabilidades son burlarme, ganar, pelear e irme, en ese orden.

Debería recordarle era su colíder y compartían responsabilidades semejantes, pero no había ido a su habitación para tener una discusión. Apoyó su brazo derecho en la pared juntó la puerta y se inclinó sobre Tony.

—Me dejaste en un estado que me hizo todo muy incomodo.

La diversión brillo en los ojos azules.

—Ya decía yo que te movías extraño al inicio de la pelea.

Ignoró la burla.

—Entonces…

—¿Entonces?

—Quiero pasar —declaró con seriedad, ni una pizca de vacilación o vergüenza en su voz.

—Ah, pero —dijo riendo— no estabas interesado.

—Tony —reprendió, con falso enojo. Era un hombre que sabía admitir sus errores—, creo quedo claro acepte, ¿puedo pasar o no?

—Puedes, también puedes darte una ducha… Aunque la idea de arrancarte el uniforme me atrae, me atrae más la idea de verte limpio, mojado y desnudo sobre mi cama.

—Creí que apreciarías esto, ya sabes… por tu fantasía.

Tony se rió con calma.

—Parece que esa fantasía te entusiasma más a ti que a mi ahora. ¿Qué? ¿Te decepcionaste al no verme en el hangar?

No iba a admitir nada, había tenido que preguntarle a Jarvis la ubicación de Tony, había bajado del jet para prácticamente ir directamente en busca del moreno.

—Creí que estarías un poco más emocionado.

Tony enderezó su posición, aún con los brazos cruzados, le lanzó una mirada apreciativa antes de decir.

—Oh créeme, estoy emocionado. —Se acercó, sin despegar su mirada de la de Steve.

El moreno estudió su rostro, asegurándose realmente quería eso antes de acercarse y besarlo.

Era un beso de prueba de su parte, Tony lo dejó, mostrándose casi dócil. Eso hizo algo en él, el tener a Tony Stark tan dispuesto. Bien era sabido el moreno no hacia nada que no quisiera, Tony era altivo y no pedía las cosas dos veces, cuando quería algo lo tomaba a la menor oportunidad, por eso había esperado su encuentro fuera más un juego sugerente por superar, no había esperado ninguna clase de concesión.

Probó sus labios sintiendo la barba rozar su barbilla, eso no hizo nada para detener su creciente excitación. Se acercó aún más al otro, alejando su brazo de la pared para llevar su mano a la nuca de Tony y atraerlo profundizando el beso, su brazo izquierdo fue hasta su cintura para rodearlo y apretarlo contra si, las manos de Tony se apoyaron en su pecho.

Estaba saqueando la boca de Tony sin pena, demasiado perdido en el beso como para recordar era la primera vez besaba a un hombre. La boca de Tony tenía un sabor dulce, un rastro de whisky en su lengua y aliento, provocó que se perdiera todavía más.

Minutos después se alejó sin realmente querer hacerlo, Tony suspiró y abrió sus ojos, la suave expresión de sorpresa en su rostro era divertida.

Tony limpió sus humedecidos labios con su pulgar.

—Siempre son los más serios… —murmuró, estudiando a Steve como si sus expectativas hubieran sido gratamente superadas.

Steve se permitió sonreír divertido y se inclinó para besarlo otra vez, segundos después con una risa burlona y complacida Tony cortó el beso.

—Dios, mira quien es el entusiasmado.

Acarició su pómulo con sus nudillos, admirándolo.

—Déjame entrar, Stark.

Tony se apartó de la puerta.

—Entra a la ducha, Rogers. Tienes cinco minutos.

—Tres serán suficientes. —Cerró la puerta a su espalda.

Steve salió del baño usando únicamente una toalla, la sostenía con su puño izquierdo contra su cadera, con la mano derecha se apartó el húmedo cabello de la frente.

Encontró a Tony de pie junto a las puertas de vidrio corredizas que daban hacia el balcón de su habitación, sosteniendo un vaso con alcohol, parecía desinteresado en lo que podía ver afuera, pero al sentir su mirada giró la cabeza y recorrió a Steve lentamente, sus ojos llenos de calor, completamente interesados.

La forma en que Tony lo miraba hablaba de deseo y apreciación, le gustaba que físicamente Tony se sintiera atraído hacia él, su cuerpo no era para ser apreciado, era para luchar y defender a su país, sin embargo, a veces le gustaba esa sensación.

Tony avanzó lentamente, pasando a dejar su vaso en el buro, cuando llegó frente a él, llevó sus manos hacia la toalla.

—¿Puedo?

Asintió y segundos después sintió la tela rozar sus muslos mientras caía al piso. Tony dio un paso hacia atrás, su mirada puesta bajo su cintura, alzó una ceja y luego volvió sus ojos al rostro de Steve.

—Debo decir que mi imaginación no te hizo justicia. El suero hizo maravillas, ¿eh?

Tony no sería Tony sino buscará la forma de burlarse de él.

—En todos los lugares excepto ahí.

Tony sonrió divertido.

—Por supuesto que si, cariño.

Lo miró sintiéndose divertidamente irritado, pero antes de que pudiera decir algo más, el moreno se acercó, pasando su mano izquierda tras su cuello en un agarre suave, con los dedos de su mano derecha acarició su barbilla para después hacerlo mirar hacia abajo.

Se miraron fijamente sin decir nada, olvidó su irritación al perderse en la seductora mirada azul, Tony pareció impacientarse un poco e inició un beso con una sonrisilla exasperada. Steve permitió esta vez que él llevará el beso, sin perder más el tiempo llevó sus manos a la cintura de Tony para jalarlo hacia él.

En medio del beso alzó sus manos, moviéndolas sobre sus costados y espalda, bajó la bata. Realmente no sentía ni un poco de repulsión, al contrario, la excitación que había mantenido bajo raya se levantó con fuerza, haciendo arder todo su cuerpo. Terminó de abrir la bata y la retiró dejándolo desnudo, subió sus manos por sus brazos y hombros hasta tocarle el cuello mientras la intensidad del beso aumentaba.

Tony también lo tocó y luego enredó los brazos alrededor de su cuello. Él retiró las manos de su cuello para volver a acariciar lentamente su espalda hasta llegar a su trasero, aplicó un agarre firme y entonces apretó, obteniendo una risa de suficiencia.

—Lo sabía.

Rió sin importarle descubrirse y así darle la razón. Claro que había mirado a Tony alguna que otra vez, Tony estaba en gran forma, su masa muscular no se compraba a la suya pero aún así estaba perfectamente tonificado, todo curvas y elegancia. Tony era innegablemente alguien sensual, y él tenía ojos además de un gusto por la belleza en todas sus formas.

Volvió sus manos a la cintura de Tony y sin un verdadero esfuerzo lo alzó, el pelinegro lo rodeó con sus piernas.

—Esto es ciertamente sexy —confesó contra los labios de Steve.

Le ofreció una sonrisa mientras lo llevaba a la cama.

Depositó a Tony sobre el colchón y admiró la vista, realmente podía entender de donde venía su ego, el hombre sabía era precioso y estaba acostumbrado a usarlo a su favor.

La excitación parecía pesar en su interior, un peso caliente y casi electrificante que enviaba un cosquilleo a todas sus extremidades. No quería hacer más que tocarlo y besarlo por todos lados. Quería… bueno, sabía lo que quería, pero no podía hacerlo directamente.

Tony entendió, o eso creyó, con una actitud más suave dijo:

—Abre el cajón de la cómoda y saca lo que preparé.

Steve dejó caer sobre la cama una botella pequeña de lubricante, luego tomó la hoja doblada para leer.

Le lanzó una mirada interrogante a Tony.

—Ese es mi estudio. Estoy completamente limpio. Sé que tú también lo estas y que probablemente no puedes contraer nada, pero… la seguridad y confianza ante todo.

Asintió regresando el papel al cajón.

—¿Sin condón entonces? —Internamente se sorprendió al descubrirse más que solo excitado por esa posibilidad, la idea de llenar a Tony calentaba su interior de una manera que amenazaba con ahuyentar la razón. Lo obsceno y sucio que sería eso, la imagen Tony escurriendo su venida, como si pudiera ser marcado por Steve.

—Vamos, solo será esta noche, quiero sentirte.

Tomó una respiración profunda, sintiendo su polla tensa y ya lista, su saco se sentía pesado, controlando las ganas de tocarse le dio otra larga mirada al bello hombre sobre la cama.

—Estoy muy de acuerdo con eso —dijo con voz ronca.

Volvió su atención al cajón, sacando un objeto largo y corto en forma de pene.

—Aunque no es mi primera vez, necesito algo de paciente preparación. —Tony se sentó y se apoyó sobre sus codos—. Tranquilo, ya lo hice.

Apretó el consolador, sin intención de dejarlo.

—Quiero comprobarlo.

El moreno lo miró conocedor, sus ojos llenos de suavidad alegre.

—Oh… bueno.

—Sobre tu espalda o rodillas, lo dejo a tu elección.

Tony rió y luego se movió al centro de la cama, se dejó caer en medio de algunas almohadas y plantando sus pies separó sus piernas. La acción fue toda una erótica invitación que provocó el aliento se le estancara en la garganta.

Subió a la cama y al llegar hasta él dejó el consolador aún lado para después tomar la botella de lubricante y abrirla. Con sus dedos húmedos tocó la cabeza de la polla de Tony, antes de bajar en una acaricia lenta y firme qué lo hizo gemir, lo acarició unas cuantas veces más antes de tocar su saco, continuó bajando sus dedos hasta tocar la entrada de su trasero.

Movió su mano para introducir dos de sus dedos y comprobó si se había preparado recientemente, Tony soltó un gemido bajo mientras se estremecía.

—Dedos grandes —susurró divertido.

Steve metió y saco sus dedos con fascinación, concentrado en lo que hacía e imaginandoen lo perfecto que se vería su polla saliendo y entrando de Tony. Apostaba que sería apretado y aún más caliente de lo que sus dedos sentían. La entrada de Tony tembló cuando añadió un tercer dedo, comiendo sus dedos como si deseara más.

Suspiró y pensó en como se sentiría su lengua en ese lugar y como reaccionaría Tony.

Elevó la mirada encontrando que el moreno se acariciaba lentamente así mismo, tenía los párpados a medio cerrar, las largas pestañas temblando, sus ojos azules estaban cargados de lujuria. Tony levantó un poco su cadera recibiendo sus dedos como si lo instara a darle más, pedía desvergonzadamente más.

Sacó sus dedos obteniendo un pequeño gruñido frustrado.

—Date la vuelta.

—Respetas tanto mi elección —bromeó, sin aliento. Sin agregar nada más obedeció. Vio y acarició su espalda de arriba hacia abajo antes de volver a separar sus mejillas e inclinarse.

Usó ambas manos para separar las mejillas de su culo y mirar, acercó su rostro y sin decir nada lamió sobre su entrada, obteniendo un jadeo alto junto a una sacudida que lo hizo apretar las nalgas de Tony para que se mantuviera quieto.

—Mierda, Steve eso… no tienes que hacer eso, solo…

Ignorándolo volvió a pasar su lengua y después la introdujo. Tony gimió y alzó aún más su trasero.

Sacó y metió su lengua sin una mínima sensación de asco, demasiado concentrado en la respuesta de Tony, en sus gemidos, en como su cuerpo había comenzado a temblar en algún momento mientras hacia algo muy parecido a lloriquear.

Cuando por fin alejó su rostro del trasero de Tony, notó que solo su trasero se mantenía en el aire, apoyándose temblorosamente sobre sus antebrazos, parecía no tener fuerza en la parte superior de su cuerpo, se veía tan necesitado, él se sentía exactamente igual de necesitado.

Tomó su polla para alinearla en la entrada de Tony y entonces se hundió en él y fue tan perfecto que los hizo gemir ambos. Sostuvo con un agarre firme su cintura y se quedo quieto unos segundos. Tony se alejó y después regresó sobre su polla, Steve no pudo esperar más tras ese obvia petición, comenzó a joderlo a un ritmo constante y marcado.

Tony jadeo y gimió, como si fuera lo único que pudiera hacer.

—Solo… solo ve más rápido… maldita sea, más duro —dijo Tony, su voz una orden anhelante.

Apretando su mandíbula salió de él, obtuvo un lamento inconforme, hizo que girará quedando sobre su espalda, mirando su rostro sonrojado y ojos nublados, separó y alzó sus piernas, posicionándose entre ellas volvió a tomarlo de la cintura antes de levantarla y atraerlo hacia así para meterse en su interior con una estocada.

Gimieron y gruñeron debido al placer, bajando su cadera se inclinó sobre él y comenzó a follarlo como algo en su interior se lo pedía, como el deseo que hacía arder su cuerpo se lo exigía, todo con un ritmo mucho más rápido y duro, alzó su pierna derecha con la mano tras su rodilla y contempló su expresión necesitada junto su boca abierta y mirada pesada.

Dios, era tan hermoso. Tan obsceno e increíble.

Y pensar que Tony lo había buscado con tanta seguridad y arrogancia pero ahora lo había reducido a eso. Solo súplicas y gemidos, un cuerpo húmedo y enrojecido por el sudor, que lo recibía con absoluto deleite, retorciéndose y suplicando debajo suyo, como si no hubiera un mejor lugar para estar, como si perteneciera a él, a estar ahí, para su placer.

Steve se sentía totalmente superado, incapaz de pensar en algo más aparte de lo que sucedía, su mente y cuerpo concentrados solo en el placer que sentía y la forma en que se follaba a Tony. Nunca se había sentido así, el sexo nunca había sido tan libre, ni siquiera había sabido estaba restringido antes, nunca imaginó alguien podría tomar tanto de él y disfrutarlo así.

Era totalmente diferente a estar con una mujer, le daba más de lo que podría darle una mujer y Tony lo aceptaba, no solo eso, exigía más. Más de él, todo, se lo dio, satisfaciendo algo que no sabía quería ser satisfecho dentro de él hasta ahora.

Era como si hubiera descubierto su verdadero y voraz apetito.

Tony jalo y se aferró a las sábanas, echó la cabeza hacia atrás llegando con un grito silencioso, su polla se sacudió y su semen cayó sobre su estomago y pecho. Tomó su otra pierna, abriéndolo, follándolo descoordinado hasta que también se corrió, tan duro que por unos segundos no logró recordar ni siquiera su propio nombre. Al mismo tiempo estar llenando a Tony arrancó de su garganta un gemido ronco.

Recuperando su mente, Steve tomó hondas y largas respiraciones, su pecho subiendo y bajando con fuerza como el de Tony. No salió de él de inmediato, bajó sus piernas y sosteniéndose sobre su brazo izquierdo encontró por fin la agotada y satisfecha mirada azul.

Jalando la sabana procedió a limpiarlo. Tony suspiró y le sonrió complacido, claramente un poco ido todavía, Steve acarició su mejilla y pómulo con su pulgar antes de bajar para darle un beso de agradecimiento, Tony correspondió alzando los brazos para rodear su cuello y colgarse.

—Eso… eso fue fantástico —comentó Tony, recuperando aún el aliento.

—Si —susurró ronco contra sus labios. No había sabido que esperar, pero ciertamente no había pensado sería algo tan bueno o que lo haría descubrir otra faceta de él.

Segundos después el moreno llevó su mano derecha a su rostro, acariciándolo también.

—¿Vas a quedarte dentro de mi toda la noche o algo así? —dijo con una pequeña y perezosa sonrisa.

La idea le agradó más de lo que debería, pero a estas alturas no lo sorprendía, salió de su interior con cuidado, Tony lo jaló a otro beso y en minutos ya estaba duro otra vez, frotándose contra su cadera.

—Oh Dios —gimió divertido—, ¿de verdad? Me alegra saber mis teorías sobre el suero están siendo confirmadas.

Los movió para ahora ser él quien estuviera sobre su espalda. Tony se sentó sobre sus muslos mientras apoyaba las manos en su pecho, movió sus propias manos a las piernas de Tony.

Los ojos azul turquesa tenían diversión y excitación haciéndolos brillar.

—Dijimos que una vez…

—No. Dijiste una noche, Tony. Y la noche apenas está comenzando.

Él acarició sus muslos llevando sus manos hacia arriba y más arriba para entonces moverlas hacia atrás, y acunar sus nalgas.

Tony sonrió burlón, también un poco presumido.

—¿Te gusto demasiado no es cierto?

No tenía sentido negarlo, sería tonto hacerlo dado que Tony había sido el receptor de cuanto le había gustado.

—Me gusto demasiado, si.

Tony acarició su pecho, fingiendo era un toque distraído.

—¿Por qué lo disfrute duro?

Steve sintió su garganta seca, lo miró directamente a los ojos.

—Porque eres tú…

—Mmm —tatareo, enredando sus dedos en el vello de su pecho—, bueno.

Llevó una de sus manos a la polla de Tony, acariciándola con lentitud, después de correrse el moreno se movió hacia abajo, hasta posicionarse en medio de sus piernas, ahí tomó su polla, haciéndolo echar la cabeza hacia atrás y gemir.

************************************

Linduras, no he podido sacarme de la cabeza al Tony 616 de ojos azules.

Oh, y esto es hard sin trama. Sin sentimientos, sin amores no correspondidos, sin planes ocultos, solo smutt. Ultimamente me cuesta escribir hard, entonces quería retarme a mi misma. ¿Podría esto tener segunda parte? Pues no tiene trama y no soy de las que le hacen continuación a los oneshot, porque pues...

Y el termino moreno aplica también para quien tiene cabello negro según google, pero ese Tony creo si tiene un tonito medio acaramelado. Depende del artista y hablando de artistas de comics, vean nada más estas bellezas. Mi inspiración, aunque ni siquiera estén en el mismo cómic, no sé tampoco los nombres de cada cómic.

Gracias por leer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro