Gecko: ¿Quién haría algo así?

Ululette: No lo sé. Parece que hay un asesino en la ciudad.

Catboy: Alto, ¿recuerdan que Patricio tenía sangre en sus manos?

Ululette y Gecko se asustaron al escuchar eso.

Gecko: Entonces... Eso significa...

En ese momento, escucharon pasos robóticos detrás de ellos. Los héroes se voltearon. Era Calamardo.

Calamardo: ¡Es hora del jazz!

Ululette: ¿A qué se refiere?

Catboy: Quédense aquí.

Catboy caminó hacia Calamardo, mientras éste caminaba hacia los héroes.

Catboy: ¡Alto!

Calamardo no hizo caso y siguió caminando hacia él.

Catboy: ¡Dije, alto!

Calamardo nuevamente no hizo caso, mientras éste estaba parado frente al minino. Acto seguido, Calamardo comenzó a estrangularlo.

Ululette y Gecko: ¡CATBOY!

Catboy daba gritos ahogados, mientras Calamardo seguía estrangulandolo. Catboy empezó golpearlo, pero parecía que Calamardo no sentía los golpes.

Catboy le dio un fuerte golpe a Calamardo en el ojo, haciendo que éste lo soltara mientras se cubría su ojo con sus manos.

Ululette: Catboy, ¿estás bien?

Catboy: *Recuperando el aire* Eso creo.

Calamardo volteó a mirarlos y quitó las manos de su ojo. Los héroes se asustaron al ver su ojo. Calamardo tenía un ojo robótico.

Ululette: Por todas mis plumas.

Catboy: ¡HUYAMOS DE AQUÍ!

Los tres héroes salieron corriendo de ahí, tratando de escapar de Calamardo.

Pero escucharon pasos robóticos nuevamente. Los tres se voltearon y vieron a Patricio caminando hacia ellos mientras cantaba.

(Esta es la canción que cantaba)

Gecko: ¡CORRAN, NO SE DETENGAN!

Los tres héroes subieron al gato-móvil y escaparon rápidamente de ahí.

Continuará...