Capitulo 20
Sofia Harrinton
Al ver todos los papeles por el escritorio y verlo a él dormido arriba de todos estos junto con su computadora abierta. Se me hizo muy tierno de su parte que me quedaría tan solo admirarlo, pero no tenía tiempo. Me acerque a él y lo removi levemente, hasta que se despertó y de sobresalto al verme.
—Te estaba esperando. —bostezo mientras se iba estirando.
—Perdón por llegar tardé.
—No te preocupes tu puedes llegar a la hora que quieres y aun si yo estaré como tonto por ti.
Me sonroje un poco pero no se noto tanto, trate de ignorarlo aunque me pareció demasiado lindo.
—En otras noticias, hice lo que me pediste. —prosiguió, yo me senté a su lado y empezó a buscar entre sus papeles algo para dármelo, era el papel que le había dado para que apuntara la lista, pero solo había un nombre.
—Esto es una broma, ¿Que fue lo te paso por la cabeza al escribir este nombre?
—¿Es enserió, Sofia? Este tipo es de lo más raro, Steven no es normal, tu eres la única además de todos que lo ves normal, pero analiza bien.
—Te escucho, adelante.
—El es capitán de todo, de lectura, deportes, natación, fútbol, representante, tiene demasiadas ocupaciones, mucha energía muy diferente a la de un humano.
Me empezó a asustar eso último que dijo, quizás ya describió el mundo sobrenaturalista y eso me asustaba.
—Eso no implica que sea raro.
—Investigue bien y él no duerme en su habitación casualmente nunca está, su padre nunca viene a las reuniones del instituto nisiquiera a su primer día, no tiene papeles en Loods, todo está raro, él y su máxima energía.
—¿Que quieres decir con eso? —pregunte con miedo.
—¿No esta claro?
—He no..
—Esta claro que se droga, Sofia, tiene problemas paternales y eso explica su energía; las drogas lo hacen activo, los papeles fue por su padre que se niega a verlo por problemas.
En ese momento todas mis dudas habían desaparecido, por fin podía respirar.
—Además que, encontré esto en su bolsillo. —en ese momento me enseñó un frasco donde se encontraba una bolsa pequeña con un polvo. -Es droga, creo yo.
Frunci el ceño y me podía dar el olor y sentir el polvo que ayuda a curar las heridas más rápido, abrí el frasco y tome en mis manos la bolsita la observe bien y exactamente era un producto sobrenaturalista, quizás estuve defendiendo tanto a él que no me di cuenta.
—¿Como obtuviste eso? —pregunté al observar el polvo, con cada producto que sea de mi especie podía sentir una fuerte conexión con estos de modo que podía identificarlos.
Este polvo era un recurso de un aventurero, son naturalistas independientes que van por su propia cuenta y cuando sufren una lesión de cualquier forma pueden utilizarlo y sanaran.
—Como ya dije, lo saque de su bolsillo es tan inútil que no se dio cuenta.
Guardé la pequeña bolsa y me acerque a ver los documentos que había sacado él.
—Esto esta raro. —murmure al ver que no tenía registro y exactamente sus padres jamás habían sido vistos en la universidad. —Steven Haven.
Murmure mientras copiaba aquel nombre, conecte una memoria a su lap y abrí una base de datos de allá abajo. Coloque su nombre y frunci el ceño al ver los resultados en la pantalla.
—¿Que paso? —pregunto Michael a mi lado extrañado de mi reacción.
Mis nervios se esparcieron por todo mi cuerpo.
—Su nombre no existe.. no hay persona alguna con ese nombre.
—¿Que mierda? Espera, sabía que había algo mal pero, ¿que tuviera un nombre falso?
Guarde todo en la memoria rápidamente y la retire para luego tomar todos los documentos que tenía él por el escritorio y intentar salir rápidamente del lugar pero en eso un agarre me lo impidió.
—¿Tan rápido te vas?
—Lo siento, no puedo quedarme.
—Solo quería decirte que, sea lo que sea que esté sucediendo y estés buscando, puedes contar conmigo.
Sonreí ante aquellas palabras y me acerque a él con una sonrisa en el rostro, acaricie su mejilla y susurre.
—Así que no eres tan rudo como te veías o te ves.
—Jamás he sido rudo, solo evito a las personas, te dije que era diferente si me conocías a fondo.
—Retirando lo divertido.
—Si soy divertido.
—Soñar no cuesta.
Los dos nos miramos sonriendo, podía sentir como si todo a nuestro alrededor rededor desapareciera y quedáramos los dos simplemente en un ambiente tan cómodo, un silencio que podía decir mil cosas, mi corazón se aceleraba y me sentía segura.
Liam Harrinton.
Ya habían pasado varias horas en que habíamos regresado al centro. De alguna forma me sentía mal, tenía dolor al haberme alejado de mi única familia. Me había perdido la niñez de Sofia y la adolescencia de Miranda, no es que no esté orgulloso, solo quisiera regresar el tiempo y ser feliz.
Estaba sentado frente al escritorio de Miranda mientras algo tecleaba ella en su computadora mientras yo estaba perdido en mis pensamientos.
—Deja de pensar tanto y dime lo que sucede.
Mi mirada fue hacía ella que aún seguía sin retirar su mirada de aquella computadora, ella podía leernos fácilmente a las personas.
—Siento que me perdí mucho de sus vidas, es simplemente eso.
—Pues, yo no tengo mucho que contar más que, soy una mujer demasiado rica pero infeliz.
—No creó que así sean las cosas, nunca has intentado algo con alguien?
Ella me miró y soltó una risa.
—Yo he estado con varios hombres, pero no dan el ancho hacia tanta mujer, pero si lo he intentado una vez y fue un asco.
Me rei levemente y sonreí.
—¿Nadie puede domar el frío corazón de Miranda Harrinton?
—Tengo miedo a ser lastimada, hay una persona que es como algo que siempre debo tener cerca, pero me alejo por miedo a salir lastimada.
—Deberías tomar riesgos.
—¿Y tu que me cuentas?
—Me va pésimo, actualmente estoy enganchado con una mujer simplemente que esta loca.
Ella soltó una carcajada y se acomodo sus lentes.
—Ustedes si que salieron defectuosos por su interés en los humanos.
—Si los miras bien, son seres pequeños indefensos pero con una personalidad que te envuelve.
—Ni tan indefensos, no te puedes imaginar todo el mal que hay en su mundo.
—Sofia ha crecido mucho.
—Me siento como su madre cada vez que estoy con ella, es mi pequeño orgullo.
Sonreí ante esas palabras, me sentía cómodo con este ambiente pero sabía que una persona estaba extrañandome, podía sentirlo en su corazón.
Sofia Harrinton
Había pasado 3 días después de haber dado el nombre a investigar iba directo a la sala de entrenamiento donde por fin me podría integrar al grupo.
Aun no sabían que era la hermana de Miranda, decidí tratar de tener un perfil bajó. Pero en eso una alarma empezó a sonar y las luces se tornaron de verde, eso significaba que habían demonios en la ciudad listos para atacar.
En ese momento salió el Luke con el traje negro de combate, se acercó a la maestra de combate y Miranda que ya había salido de su oficina.
—Tenemos una emergencia.
—¡¿Que sucede porque no salen ya a combatir?! —Grito Miranda con enojo.
—Los demás están muy mal, no se pueden ni parar algo sucedió en sus porciones de energía.
—En pocas palabras me acabas de decir que el equipo no está en servicio.
—¿Por qué no mandan al equipo 2? —Hablo la maestra.
—Rox son niños aún no están listos.
—No hay otra solución, Miranda confía en mi. —Luke la tomó del brazo y eso ayudó a calmarla.
—El equipo 2 sale al campo por primera vez, dales las indicaciones.
Me puse nerviosa al escuchar eso último, había entrenado demasiado pero nunca me había enfrentado con un demonio con fuerza mayor. Todos los del equipo empezaron a salir tomando los maletines del equipo superior.
Tome cual sea y nerviosa seguí a los demás.
Cada integrante del equipo superior contaba con un maletin donde tenían sus armas que sabían manejar de acorde a sus habilidades, espero que algo bueno este dentro del mío y no sea el de una sanadora.
Al llegar al lugar la persona que se estaba en cargando de ser líder era Gia, era un gran edificio en construcción al aire libre, todo estaba oscuro, íbamos en fila a paso lento mientras avanzábamos por los pasillos con cuidado en eso se escucho un gran golpe.
—¿Escucharon eso? —susurro Haven.
Un chico con cabello rojo integrante del equipo.
—No logre identificar de donde provino. —hablo Gia.
—Haz bien tu trabajo Gia. —Dijo Connor.
Miré a mis lados y logré ver unas escaleras que daban al piso de arriba notando cierta luz.
—Siganme. —Murmure.
Caminé con cuidado ya que era la primera ahora, saque dos dagas demoníacas de mi bolsillo y justo cuando di el primer escalón un demonio menor salió de algún lugar lista para atacarme tenía cuerpo de humano pero rostro deforme. Rápidamente le di un golpe fuerte y lo estrelle con la pared para clavarle sin dudas las dagas. Su cuerpo se fue hacía el piso y su sangre desparramaba.
Seguí mi paso y al terminar de subir las escaleras note que estaba en él piso último mire a mis lados pero en eso un brazo me jalo hacia atrás y un fuerte rayo de luz paso cerca de mi pero por ese jaloneo pude esquivarlo, fue Haven.
—Ten cuidado. —dijo con una leve sonrisa.
Hice una seña de que todos empezaran a expandirse y sacaran las armas que les tocaron. Abrí el mío y este contenía..
Un bate.
No, esto no me serviría.
Una pistola.
No, claro que no me serviría.
Varias estrellas filosas.
Bueno esto podría ayudarme.
Y una daga.
De quien mierda era este maletin que no contenía nada interesante.
Tome las estrellas y me desplace a la otra columna pero justamente empezaron varios rayos de magia como disparos hacia mi. Logré ver de donde provenían y lancé una estrella hacia ese lugar.
Varios demonios empezaron a salir de los alrededores provocando que nos encerraran en un círculo. Haven empujó a varios y con un bate les voló la cabeza, Connor con sus mismos puños pudo matar a uno, Gia con una espada mato varios, y varios se pusieron a pelear con lo que tenían, saque las dagas que tenía guardadas y empecé a combatir.
Dos demonios estaban a mi alrededor, me acerque a uno y le di una patada mientras que al otro al acercarse a mi pase la daga por el corazón provocando que empezará a desangrarse, al otro le lancé una estrella directa en su pecho. Noté que estaban acorralado a una chica que era sanadora y muy pasiva. Tomé a un demonio por la garganta y lo aventé hacia el piso para así aventarle una estrella, ella se pudo encargar de los demás.
—Gracias, Sofia.
Ella puso su mano en mi hombro y en ese momento todas mis heridas por más mínimas que eran pudieron sanar dándome energía. Le agradecí.
—Ya no hay zombies en el área. —dijo Haven mientras se acercaba y miraba a los demonios en el suelo.
—Son demonios no zombies. —hablo Trina una chica de cabello verde.
Parecía que todos eran fanáticos de los colores y yo ya me había sumado a eso.
Habían demonios ensangrentados y muertos por todo el lugar, caminé mientras todos me seguían, un demonio tirado en el piso seguía vivo por lo que simplemente aplaste su cabeza.
Estos demonios eran menores, no pensaban simplemente eran como zombies por así decirlo. Los demonios mayores contienen magia y forma completamente humana. Había una puerta puerta daba hacia otra sala, y con fuerza puse mi pie sobre esta y termine por tirarla lista para dar el ataque a un demonio pero en eso otro mismo rayo de magia fue hacía mi pero con la daga lo pare.
Todos se dispersaron por el lugar pero yo quede en medio. Lancé magia hacia el suelo y este empezó a arder hacia la otra zona libre de donde estaban mis compañeros, en eso aquel demonio salió de las sombras.
—Un gran hechizo para una pobre residente de Aspita.
—Y no sabes que más cosas puedo hacer. —Dije con una sonrisa dando señal a que todos salieran y empezaran atacar.
Haven hizo un hechizo que lo dejaba helado por unos segundos, Gia lo atacó con armas, y los demás con sus múltiples poderes.
—Sofia, es muy poderoso.
Todos ya estaban debilitados y la sanadora como era de nivel bajo hacia lo que podía por darles energía. Todos éramos nivel bajo.
Lancé una estrella hacia su dirección y rápidamente como distracción me teletransporte hacia atrás de él. El detuvo la estrella con su mano y río.
—¿Es todo lo que puedes hacer?
Lo empujé fuertemente con una patada junto con un hechizo de dolor, Haven apareció atrás de él y lo inmovilizo, permitiéndome saltar hacia el y encantar mi daga y así encajarsela varias veces en el corazón y en su garganta.
—Quiero una foto con mi primer demonio derrotado. —Dijo Haven mientras aún seguía deteniendo la cabeza del demonio y este de rodillas desangrándose.
Saque mi celular y tome una foto, él posaba con una gran sonrisa y un pulgar arriba.
—Esto servirá de evidencia para Miranda, hora de irnos.
Guarde mi celular y caminé directo hacia la salida.
—¿Sabías tú que yo soy la líder?
Me gire y vi a Gia con una mala expresión y sus dos manos en su cintura.
—Yo solo trate de ayudar.
—Mi hermana es co-lider del equipo, eso me da derecho a ser la líder de este.
—Esto no se basa en descendencia, esto se basa en habilidades, no planeo quitarte tu puesto, simplemente el equipo me siguió a mi.
—Eres una perra.
—Claro que lo soy, pero a diferencia de ti yo si muerdo.
Holaaa.
Hace tiempo que no actualizaba, sinceramente no había tenido mucho tiempo y ánimos, espero que les guste es te capitulo. ♡♡♡
Cam G. ♡
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