1 de octubre de 2021.

Faltaban 22 días para la obra del día de los reinos. Y con la tensión de la semana, las cosas parecían irse en picada.

—¿Cómo lo estás llevando?

—Fatal, ¿sabes lo horrible que es que te etiqueten tan feo, cuando ya había terminado mi relación con Neal? Todo porque me gustó un chico, si yo no hubiera hecho todo lo que hice, a lo mejor no nos estaría yendo tan mal —se escuchó el pesado suspiro del otro lado de la línea— ¿y tú?

—Pues bueno, Doire y yo ya no podemos tener un minuto a solas, ni siquiera en privado, porque nos siguen para ver que hacemos, que odioso es eso... Creo que no debí provocar de esa manera a Amber... Aunque, quisiera saber como consiguió todo eso— Brooke suspiró— Hay otra cosa que me preocupa en realidad

—¿Qué pasa?

—He notado a Doire muy preocupado, me dice que no pasa nada, pero no me convence, y todo el tiempo me dice cosas como "Jamás olvides lo mucho que te amo" o "No importa que tan lejos estemos, siempre tendré mi corazón perdido por ti", se que eso pueda ser normal, pero el tono en que lo dice... A veces me suena como a una despedida

—¿Entonces tu crees qué...?

—No lo se, tal vez solo estoy demasiado estresada con esto, y luego, su tonta y estúpida obra de Amber, no creo presentarme al ensayo de hoy, ¿tú?

—Tampoco, podría hacer una lista de razones —Danny susurró— ¿Crees que podamos hablar con Elle y Fran?

—Tal vez... yo creo que si lo haré pero más tarde, Doire no me ha llamado en todo el día, y me preocupa que algo le haya pasado.

"Y cuando no pueda recordar tu cara, aún sentiré amor por ti, te amo de la luna hasta Saturno, nuestro amor perdurará por mucho tiempo" Al ver palabras como esta en una carta, uno puede pensar múltiples cosas

—Déjame adivinar, Doire, ¿otra vez no pudiste dormir?

—Ya te lo dije, cada que lo hago, sueño con cosas tan horribles, cada noche sueño que le hacen algo a Brooke, por mi culpa

—¿Sherwood? No, no es tu culpa, pero oye... ¿sabemos que eso no va a pasar, o si?

Doire permaneció en silencio

—¿Es una visión, no es así? —Doire asintió— Ya... mira, ella es fuerte, valiente, poderosa, no creo que sea tan fácil que algo le hagan

—Pero sabemos que va a pasar, se que de seguro ya llegó a Sherwood todo, y... solo es cuestión de tiempo —Doire miró toda su habitación, como si quisiera recodarla perfectamente al salir de ahí

—Todo estará bien... ¿le has mencionado algo a Brooke? —Doire negó— Ella merece saberlo

—Ya la conoces, se que volverá a hacer hasta lo imposible, y... hay veces en las que una batalla esta perdida desde antes de que empiece, Brooke no conoce esa frase en su vocabulario, y no quiero que la aprenda de una mala manera

—¿Y por eso escribes?

—Si... Solo quiero estar prevenido para cualquier caos que este por venir —Doire se asomó por su ventana, viendo al bosque, su hogar que parecía traerle amargos recuerdos ahora, con una sensación de que estaba encadenado por siempre, a la sombra de su apellido. Doire estaba reflexionando sobre el último mes, y el como su vida había cambiado, de repente, volvía a ser ese pequeño Doire de 13/14 años, que un día perdió a la pelirroja de alma libre, que tenía que volver a librar sus grandes batallas, unos cuantos años, lo llevarían al mismo punto, con la misma pelirroja, y otra vez, su destino volvía ser incierto.

—Doire... Se que te estresa lo que pase, ¿pero no crees que debes de vivir en el presente? Disfruta lo que tienes, o te lamentarás después... Es viernes, y toda la semana lo que han hecho Brooke y tu es evitar a la gente entrometida —Max palmeó su espalda— Vayan a la cafetería, hablen un rato, no se...

—Tienes razón —Doire suspiró— Voy a ir a buscarla

—Ese es el Doire que conozco —La platica fue interrumpida por un toque en la puerta, que podrían reconocer al instante— Julieta vino a buscar a Romeo

—Deséame suerte

—No la necesitas —Max negó mientras Doire soltaba unas risa fingidas

—No diría lo mismo —El chico abrió la puerta, encontrando, efectivamente, a aquella chica de cabello rojizo, ojos brillantes, y sonrisa de ángel, aquella muñequita de porcelana que jamás se rompía.— Brookie, preciosa —se acercó para darle un pequeño beso, el cual la chica correspondió con una sonrisa

—Hola guapo, ¿Qué tal estás hoy?

—Bien, ya que una linda princesa vino a visitarme en mi humilde morada, ¿y usted, damisela? —Brooke soltó unas risitas

—Cuanta formalidad, apuesto caballero, estoy de maravilla, he venido a visitar a mi amado, un galante joven —Ambos soltaron unas risas, Max se acercó a la puerta para cerrarla

—Adiós chicos, pásenla bien —Max les sonrió a ambos y cerro la puerta, dejando a ambos chicos en el pasillo, como si no les importará que la gente los viera

—Han sido días complicados, ¿vas a ir al ensayo de hoy?

—Nah, no quiero ver a Amber burlándose de cada manera que pueda... y Danny y yo no iremos esta vez, nos quedaremos a hacer unos deberes multiversales

—Ya entiendo, bueno, ¿podemos quedarnos un rato juntos, no? —Brooke asintió— Perfecto, ¿quieres ir a la cafetería? Hoy me siento con ganas de causarle envidia a la escuela entera

—Eso me gusta —Brooke soltó algunas risas, aceptando la petición del chico de ojos claros

Pasaría al menos una hora, para que aquella pequeña cita se diera por terminada, pues no querían que Brooke fuera perseguida en la cafetería

—Bien, ¿entonces estarás aquí todo el rato? —Doire abrazaba a Brooke de la cintura mientras estaban frente a la puerta de Brooke

—Sip, posiblemente todo el rato del ensayo

—Perfecto... —Danny abrió la puerta viendo a ambos chicos

—¡Ay! ¡Lo siento! —Danny soltó una risa— ¡No quería interrumpirlos!

Ambos chicos se separaron riendo

—Hola Danny, no te preocupes —Doire le sonrió al mismo tiempo que Brooke— Bien, yo creo que yo ya me voy, que ustedes de seguro tienen mucho por hacer —Doire besó la cabeza de Brooke— Me retiró

—Adiós, corazón, te hablo al rato —Brooke sonrió, mientras ambos se separaban. Danny se alegraba de que su hermana hubiera podido lidiar con que fueran expuestos, a diferencia de ella y Neal. Y como solo invocara, el chico caminaba cerca de su puerta, Brooke entró dándose cuenta de lo que pasaba con su hermana. Ambos chicos mantuvieron la mirada, como si quisieran correr hacia el otro, pero no podían. Danny negando, cerró la puerta de su habitación, para seguir con lo suyo.

—¿Cómo lidian con la fama? Bueno, que todo el mundo persiga tu vida es abrumador— Danny preguntaba sentada frente al espejo, mientras Brooke se recargaba en el respaldo de la silla

—La fama me ama, cielo —Elle presumió

—Tu no lidiaste con la fama por 5 o 6 años por una tragedia Elle... A medias, es horrible, nunca tienes privacidad... —Fran rodó los ojos— Lo único que puedes hacer, es amablemente ignorarlo, nunca ganarás nada si les expones tus molestias de una forma nada sutil... Y cuando piensan que tienes la edad suficiente para hacer tu familia, es peor, cuando Hunt y yo cumplimos los 18 nos perseguían para saber cuando nos casaríamos... Aún no estábamos listos para ello...

—Que difícil suena... —Brooke hizo una mueca

—Pero no se desanimen, ni todo el mal del mundo puede arreglar algo bello, cuando existe... simplemente déjenlo ir

—Y encárguense de hacer pagar a los caras de piojo que les han hecho esto —Elle apuntó a ambas chicas

—Estoy en ello —Brooke contesto con seguridad, llamando la atención de Fran y Danny

—Y Danny, solo tu sabes la verdad de las cosas, aférrate a eso, no te desgastes haciendo que la gente lo entienda... no dejes que te derrumben —Fran sonrió

Parecía un consejo simple, pero "No dejes que te derrumben" Podría ser una frase a la que las chicas tendrían que agarrarle mucha fe, Pero un parpadeó puede cambiar todo. Un par de horas después, el celular de Brooke sonaba con muchas notificaciones, pero se había vuelto tan rutinario, que decidió ignorarlas mientras caminaba a su cuarto. Al abrir su puerta, no sabía que las cosas podrían estarse cayendo de la cuerda floja. Una carta en forma de avión de papel, era lo primero que se veía entrando a la habitación, alguien la había pasado por debajo de la puerta de Brooke, ella sonrió, sabiendo que era de Doire, la alzó del piso mientras cerraba la puerta, se recargó en esta para leer el contenido de aquel avión.

Querida Brooke:

Hay un secreto que he estado guardando por mucho tiempo, y ha llegado el momento de decirlo... Estos días, he soñado con que nos separaran, porque el mal no solo esta aquí adentro, son cosas con las que se tiene que lidiar cuando eres el primogénito de Nottingham.

Si llega el día en la que esta carta llega a ti, sabrás que ese día ha llegado, seguramente, yo estaré de camino a Sherwood, donde las cosas no podrán pintar bien. Los rumores llegaron a Sherwood, y sabíamos lo prohibido que era que los descendientes de dos enemigos, terminarán envolviéndose en una relación que sería descubierta. Pero yo no quiero retenerte, no quiero que me esperes, aún cuando yo no pueda regresar. Es por eso, que te doy tu libertad Brooke, sigue tu vida y enamórate de otras personas, yo solo seré un recuerdo de tu aventura; se que no es el modo más correcto de terminar una relación, pero no tendría el tiempo de despedirme.

Gracias por el mejor mes de toda mi vida, gracias por salvarme cuando tenía 14 y ahora que tengo 17, te amaré por siempre, Y cuando no pueda recordar tu cara, aún sentiré amor por ti, te amo de la luna hasta Saturno, nuestro amor perdurará por mucho tiempo.

Cuida a Mitch por mi, el es un chico fabuloso que se merece lo mejor en esta vida. Ayuda a que Max deje de enamorarse por chicas que no le harán caso. Y por favor, se feliz.

Te amo, Brooke Mills, gracias por hacer mi vida de color.

Atentamente. D, el chico extraño de Sherwood, el temible vigilante del pasillo, el chico de los aviones de papel, Doire Nottingham.

Brooke estaba en shock, no podía creer lo que estaba leyendo. sacó su celular de la bolsa, y cada notificación, era avisándole de lo que estaba pasando, oficiales de Sherwood se estaban llevando a Doire por orden de su padre. Sabía que tenía que hacer, correr para intentar salvar a su novio.

Llegó un punto mientras bajaba las escaleras, que su desesperación le ganó y se teletransportó a la entrada de la escuela, donde todos estaban observando lo que pasaba, siendo amenazados por los guardias.

—¡ALTO! —Brooke gritó de una manera tan fuerte y desgarradora, que hizo que todo se detuviera. Ella estaba parada justo detrás del ejercito, con una postura segura

—Oh no... —Doire se volteó a ver junto con los guardias que lo retenían. Fue entonces, cuando Brooke pudo ver la cara del causante de todo: Keith Nottingham, padre de Doire y Sheriff de Nottingham

—Así que los rumores no se equivocaron, Brooke Mills es una chica necia que no acepta un no como respuesta, rebelde, liberal, no conoce las reglas, y crea las propias —Keith se acercaba más a a la chica, con cada paso— Una niña más del montón que cree que puede cambiar el mundo, igual que tu padre

—No lo creo, cambiaré el mundo, haré posible que personas como tú, no influyan más en el curso de la historia... —Brooke contestaba con furia— Deja ir a Doire, y nadie saldrá herido —Brooke hacía aparecer un arco, apuntándoles— No juego sucio, seremos equitativos en esta batalla —El sheriff empezó a reír

—¡Brooke no!

—No te dejaré ir Doire... —Brooke alzó la voz y luego hablo para si misma— No sin haber peleado...

A lo lejos del pasillo, Doire pudo ver a su hermano Mitchell, tan asustado como el, pero tan dispuesto a meterse en la batalla como Brooke, cuando ambos cruzaron su mirada, en medio del caos, Doire suplicaba que detuviera a Brooke, que la salvará. En cuanto Mitch lo entendió, se acercó escondiéndose entre la gente

El primer golpe fue dado, Brooke lanzó una flecha que dio a uno de los oficiales

—No lo repetiré de nuevo, Nottingham —Brooke alzó su arco colocando una nueva flecha

—Veo que puedes ser una oponente mejor de lo que fue tu padre —El Sheriff coloco su mano detrás de su espalda, haciendo una seña a los oficiales. Doire miró a su alrededor, viendo a dos oficiales acercándose, con un arco en mano cada uno. Era una pelea que Brooke no iba a ganar, y tenía que salvarla, antes de que su visión se cumpliera. El sheriff hablaba intentando distraer a la pelirroja, al mismo tiempo, Doire se zafaba del agarre de los guardias, atacando a estos en el camino, la primera flecha fue lanzada, era una carrera contra el tiempo.

De repente, todo se detuvo. Se escucho el ataque de una flecha, que hizo a todos voltear, Doire se había alcanzado a atravesar justo antes de que la flecha lastimará a Brooke

—¡Doire! —Brooke iba a correr hacia el, cuando Mitch la abrazo de la cintura sujetando sus brazos— ¡Mitch!

—Brooke... No sigas, o esto se pondrá peor —Mitch le susurró mientras veía a su padre— ¡Lárgate ya!

—¿El va a estar bien? —Brooke veía a Doire tirada en el piso, quejándose de dolor

—Lo estará, pero debes hacerme caso, ¿si? —Mitch intentaba calmar a la chica mientras ella empezaba a romperse en llanto. Unos minutos después, los guardias y Nottingham seguirían, llevándose a un Doire levemente herido de la escuela.

Para salir de Storybrooke Academy, debías morir o tu padre debía ser un malvado ser. Y curiosamente, las dos victimas fueron parejas de las mellizas Mills, la pregunta sobre si alguna maldición relacionadas a su sangre estaban involucradas en sus desgracias, era el tema de conversación del mundo. ¿Podrían temerle a sus dos guerreras? Posiblemente si.

Momentos antes, Danny también sería puesta en la cuerda floja, ¿pero dónde comienza todo? Justo antes del ensayo que Danny y Brooke se saltaron. Con Gardine Fairy tomando una de las decisiones más difíciles de su vida.

A veces puedes amar mucho a alguien, puedes ser su sol, pero puede que por dentro, el busca a el sol, para llenar el vacío que otra estrella le dejo. Y ella estaba muy ocupada ayudándole a brillar a su mundo, sabía que el lo valoraría, pero siempre esperaría a la noche, para pensar en aquella estrella. 

Y aquella tarde, el sol se asomaría una última vez, para darle una noche eterna a aquel mundo llamado: Aiden Agrabah.

El chico de rulos caminaba a la habitación de aquella hada, con la intención de que ambos fueran juntos al ensayo de la obra para la fiesta del pueblo. Como si no fuera suficiente que fueran los protagonistas de la Bella y la Bestia. Dine generaba en Aiden, una felicidad increíble, una persona con su mismo humor, no había persona que la entendiera mejor que Gardine, al menos cuando se trataba de su exterior, no significa que Dine no lo entendiera por dentro. Pero había cargas, que Aiden tenía que resolver por su cuenta. ¿Cómo explicarle a Dine que tal vez la raíz de sus problemas surgía desde que Danny tuvo que ir a la tierra sin magia? Nadie se iba, ¿Pero quién se quedaba?

¿Pero quien le explicaba a Aiden que todos se habían ido de la vida de Dine? Era la primera vez que ella se aferraba tanto a alguien, mutuamente, y también la primera que Dime dejaba entrar. Aiden jamás sabría que antes de su primer encuentro, Dine jamás supo que era que alguien fuera de su familia, se preocupara por ella. Ahora ella le tenía que pagar esa deuda, haciendo lo mejor para él. Con la esperanza de que algún día, aquello le fuera recompensado.

Tal vez en otro universo, los dos podrían tener una vida juntos, donde si se sea el destino de ambos, estar en una unión amorosa. Dine tenía claro, que este universo no lo sería, y estaba bien. Ambos solo fueron una etapa de aprendizaje con el otro. Pero todo debía terminar. Dine sabía que el corazón de Aid, siempre permanecería a Ingrid Arendelle, aquella princesa de personalidad tan dulce, tan diferente a ella, el opuesto de Aid, y posiblemente, un mejor complemento.

Cuando Dine abrió la puerta, se podía sentir que las cosas cambiarían para ambos.

—¿Puedo confesarte algo, rulos? —Dine hablaba tan bajito, que Aid no podía evitar dejar entrar a sus pensamientos más intensivos.

—Claro hermosa —el entro al cuarto, en cuanto se lo permitió aquella hada.

Al cerrar la puerta, Dine haría hasta lo imposible, para no derribarse. Ella soltó su pensamiento, sobre Aid e Ingrid, lo cual generaría un pequeño debate. Dine hablo desde lo profundo de su corazón

—Dine por dios, no me iré de tu lado, ¡Yo te amo!

—pero no como la amarás a ella

Hubo un silencio

—Dine... entiende, yo te amo, eres lo más real de mi vida en este momento

—Aid, eso no cambia tu interior... —La rubia lo tomó de las mejillas— Se que me amas, pero se que en lo más profundo de tu corazón, siempre será Ingrid... Y ahora que todo ha salido a la luz, yo no quisiera estar interviniendo en lo que dicta tu corazón, Aid, la vida es tan corta, sobre todo con el hechizo pisando nuestros talones, advirtiendo estar cada vez más cerca... No quiero que en 28 años o más, cuando el hechizo acabe, que tu te arrepientas de lo que no hiciste ahora, de lo que Aiden Agrabah no hizo a su adolescencia, de la chica que dejó ir, en otro universo, tal vez tu y yo si estamos destinados —Dine separo por un momento su mano para limpiar sus propias lágrimas, que al paso de los minutos, se convertían en una cascada— De seguro tendríamos dos hijos maravillosos... Darany, porque es un nombre que significa princesa... y tu eres un príncipe —ambos soltaron unas risas nostálgicas— Amira Darany, por tu hermana

—El niño podría llamarse Daniel...

—Nicholas —Dine sonrió— por esas dos personas que se volvieron nuestros grandes amigos

—Exacto... —Aid sonrió— ¿Por qué no hacerlo ahora? Vayamos lejos de aquí, tu y yo, a la tierra sin magia, y hagamos eso realidad... Y tengamos esos dos hijos... Hagamos todos nuestros sueños realidad...

—¿Pero qué voy a ganar? No quiero que después te arrepientas, ¿sigues amando a Grid? 

—Si...

—Su historia esta inconclusa... el destino sabe que va a pasar, pero creo plenamente, que su final no ha llegado... Al contrario, nuestro final esta aquí, algún día, me lo agradecerás...

—No, no, Diny, no me hagas esto —El chico también la tomaba de las mejillas, suplicando que aquello no terminara

—Pero tengo que hacerlo... Ahora, ve por ella campeón, te amo —La chica besó su mejilla, y fue cuando Aiden entendió todo. Asintió, y antes de irse, dijo la última frase de aquel amor— Andale, que ya es tarde para el ensayo, yo no iré hoy

—Gracias por todo Diny, siempre te amaré de una manera única —El chico la abrazo y salió corriendo de aquella habitación, camino al teatro. 

Por dentro, Gardine Fairy siempre desearía, que aquella tarde, Aiden se hubiera quedado. Pero no era así, y ella lo aceptaba, algún día, ambos se reirían de esto, pero ahora, solo era una nueva cicatriz que dejaba más de una lección. 

Y lo que parecía ser un hermoso momento, donde el protagonista de la pelicula, persigue a la protagonista antes de que la pierda para siempre. Sin embargo, todo valía en la guerra y en el amor, para su desgracia, esto era una guerra sin ninguna arma excepto el poder de la manipulación

—Gracias por ayudarme a ensayar Ginny, no pensaba que nadie se fuera a presentar, ni Dan, ni Neal, o Brooke... —hizo una pausa— Miento, Brooke tiene una justificación para su situación. 

—Así es, pero esta bien, total, por primera vez una orden de mi hermano no me disgusta... —Ginny sonrió— Y me parece fantástico que no tengas problema en ensayar con una chica

—No tendría porqué, en realidad, me siento halagada, las chicas son un monumento de la belleza, son criaturas preciosas, que vienen a enseñar a los mortales sobre la divinidad y el cielo —Grid sonrió

—Wow, que poético suena eso —Ginny soltó una risa— Posiblemente diría lo mismo, sobre todo cuando pienso en ti, ¿sabes? Eres el ejemplo de tu frase... —Grid empezó a reír— Lo digo en serio, he conocido a muchas chicas, pero tu, sin duda, traes algo especial, más que todas las chicas que me he besado 

—¿Te has besado con chicas?

—Claro cariño, yo no desaprovecho mis gustos... —La castaña miró a la contraria— ¿Tu?

—No... ¡mataría por hacerlo! 

—Bueno... siempre hay una primera vez para todo —Ginny susurraba un poco coqueta

—Si... —Ingrid y ella empezaban a acercarse más y más.

—¿Entonces están en camerinos? ¡Gracias Drew! Y perdón por llegar tarde —Aiden corría apresuradamente por el escenario, buscando a Ingrid, sin pensar que Andrew sabía perfectamente lo que estaba haciendo, sabiendo que su hermana, siempre deseo lo que el siempre obtuvo: El amor de Ingrid Arendelle.

Fue entonces, cuando un Aiden apresurado, llenó de esperanza de llegar con aquel fruto prohibido, y hacerlo suyo. Sería la peor de las suertes, cuando encontrará a Ingrid y a Guinevere uniéndose en un largo beso. 

—Arendelle...

Ambas chicas se separaron

—¡Aid!

—Esto fue a lo que me refería, siempre me tendrías a tus pies, y cuando yo decidiera hacerte caso, tu volverías a cambiarme...

—¿De qué hablas Agrabah? —Ginny se pronunció

—¡Gardine y yo terminamos para que yo pudiera salir contigo, ella fue la que terminó conmigo, porqué sabía nuestra historia, y aún sabiéndola terminada, dijo que no debía perderte, pero no, serás tu la que me perderá!

Aiden salió corriendo de esa sala, llevando a caída del cuarteto, pues Aiden, sin querer saber nada de Ingrid, y Danny y Neal evitándose para no reavivar los rumores entre la gente, habría un contacto nulo entre todos, siendo Danny e Ingrid las únicas que mantendrían un contacto mayor, al menos por una pantalla

Y la caída del bien, también llegaba con ello. Brooke se rendía, dejando que Andrew y Amber hicieran a su disposición, lo que desearán. Andrew y Amber se encargaron de llenar cada publicación de Storybrooke Teller la frase de "¿Las gemelas Mills destruyen todo lo que tocan?" En unos días, el daño seria permanente. 

Ante la ausencia de Doire, le entregarían el mando de vigilante a Andrew, justificando que debía estar alguien que haya estado siguiendo perfectamente las reglas de la escuela. Inmediatamente, los cambios llegarían: Habría toque de queda, vigilaba cada pasillo y cada cuarto, las interacciones entre gente de grupos diferentes dejo de permitirse, si los descubrían, obligaban a Rosemary a castigarlos, en dos días, Brooke ya había recibido demasiados de estos castigos, o torturas, hablando con su equipo anti maldiciones. 

Danny, no podía acercarse a Ingrid ni a Guinevere, porque la reina malvada, no podía sentarse con dos almas tan puras como la hija de Anna y la hija de Lancelot. Aiden y Danny simplemente no hablaban, a pesar de encontrarse, ¿porqué deberían hacerlo? Llevaban semanas sin ser lo que el otro necesitaba: Mejores amigos, ambos pensaban que acercarse al otro iba a hacer evidente la falta de un nuevo confidente.

No parecía un gran problema, hasta que se les prohibió a los hermanos mayores de las gemelas, acercarse a estas, los héroes no podían mezclarse con las peores de sus brujas, ni siquiera por la sangre. 

Fue entonces, cuando las reinas de la revolución, fueron apuñaladas por la espalda, obligadas a aislarse de la mayoría de la gente que les importaba. Al menos Brooke, obtuvo la compañía de Max y Mitch; pero Danny no quería una compañía diferente a la de su cuarteto, pero ahora, un pequeño movimiento, la llevo a no tener nada. 

"Y nadie lo podía entender, pero para mi, Doire Nottingham lo era todo, para la mayoría era simplemente mi pareja, un chico más de toda la escuela, pero para mi, era la definición de encontrar paz, porque eso hacía siempre, con esa sonrisa coqueta y esos ojos de estrella, darte paz; que curiosamente, era todo lo que una chica como yo, podía llegar a necesitar, un pequeño descanso de las banalidades de la vida material, un pequeño lugar donde pudiera ser yo, un salvavidas, un profundo río en el que no tuviera miedo al sumergirme, eso era Doire, pero nadie podría entenderlo, jamás. Nadie era lo suficientemente audaz para conocer la magia y el arte detrás de Nottingham, era más que la sombra de su padre, era una de las almas más puras en todo el mundo, pero ahora, si nadie entendió que era estar con Doire, nadie podría entender que era una vida sin el, pero aún cuando no pueda recordar su cara, yo lo seguiré amando"

Eran las palabras que Brooke escribía en su diario, mientras lloraba desconsoladamente, consolada por Mitch, quién encontraría en Brooke, como una luz en la oscuridad.