Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

___☆_24_☆___

Emma


—¿Qué tu qué? —cuestiono asombrada.

—Fingí ser novia de Ricardo —confiesa Melissa con una sonrisa.

—¿Y qué pasó con Idali?

—Pues ya no creo que pase nada bueno —dice en un tono triste.

—Pero se supone que tú lo quieres.

—Emma, mejor dime ¿qué le dirás a mi primo?

—Ah, este —suspiro, ¿cómo se evaden las preguntas incomodas? —Aún lo estoy pensando.

—¿Aún?, pensé que ya le darías el sí.

—Melissa —reprocho al recibir su golpe —Casi tiro las esferas navideñas y aún no las pago —ella pone los ojos en blanco, aún espera mi respuesta.

—Sólo ustedes improvisan dos días antes del tan famoso veinticinco de diciembre.

—No es nuestra culpa, debimos decorar antes, lo sé, pero estuvimos dos semanas y un día fuera de casa —explico, cosa a la que no le veo sentido porque ella sólo aguanto una semana ahí.

—Ash, ni me lo recuerdes —me mira un poco desafiante —No me evadas el tema y responde mi pregunta.

—Yo pensé que aceptaría como una loca colegiala —confieso con algo de drama —Pero...

—¡No puede ser! —exclama sin despegar la vista de mis ojos, cosa que me hace sentir amenazada porque ella detecta si miento o no, bueno, cuando quiere —¿Sientes algo por Dylan? —las personas a nuestro alrededor nos miran, no los culpo, la voz de mi amiga llama la atención de cualquiera.

—Baja la voz —pido apenada —No es eso —suspiro —Es complicado de explicar.

—Me vale que nos escuchen —responde risueña, definitivamente adoro a esta niña, seguimos con las compras, es chistoso que nuestros caminos se hayan cruzado en el supermercado —Emma, sólo sé sincera con lo que quieres —claro, lo dice cómo si fuera fácil.

—¿Cuánto tiempo duraste con Ricardo?

—Tontita, sabes que fue falso.

—Si, pero para crear una mentira debes tener bien construidos los hechos —ella niega con la cabeza, claro que no pensó en lo que implica decir una mentira.

—Lo siento —se disculpa, volteo y veo a mi amiga impactada y toda roja por el niño de las piñas.

—Hola Emma —saluda Idali.

Veo el panorama, tardo en notar que ambos chocaron y mi buena amiga me ha dejado sola, totalmente sola.

—Luego nos vemos —digo apenada, pago los adornos y busco a mi amiga, sé que no tarde mucho, pero igual ella ya no está.

—Adiós Emma.

Esto tiene que ser una broma.

—Hola Eithan.

—Hola —me dedica una sonrisa —¿Cómo estás?

—Bien —miento, verlo después de... después de nuestro beso me pone ansiosa —¿Y tú?

—Bien ahora que te veo.

¡Dios! su sonrisa que me vuelve loca.

—Ah...

—Oye, ¿te gustaría salir conmigo? —inquiere, parpadeo lo suficiente como para no mostrar mi sorpresa, eso fue muy directo.

—¿Eh?

—Perdón —ríe un poco —Me gustaría que tengamos una cita.

—¿Una cita?

—Si, una cita, tú y yo, ¿qué dices? —mi sorpresa le causa cierta diversión y sé que está procurando contener la risa.

—Si —no sé por qué digo que sí, pero lo digo.

—¿Te parece el sábado?

—¿El sábado? —medito un poco, son semanas donde paso tiempo con mi familia.

—Si no puedes podemos acordar otro día —su mirada me deja toda mensa, es obvio que quiero una cita, necesito saber qué rayos me pasa, pero ah, ¿por qué me es difícil esto?

—Mejor, porque son semanas familiares y...

—Entiendo

—Me tengo que ir —de verdad tengo que, antes de morir avergonzada.

—Nos vemos luego —me acerco a él, nos despedimos con nuestro característico beso en el cachete, luego nos sumergimos en un abrazo.

¿Cómo es que huele tan bien?

Nuestro abrazo dura más de lo normal, una vez que nos soltamos me voy del lugar.


Melissa

—Lo siento —digo apenada, al levantar la mirada veo que es Idali, ¿a quién engaño?, me sigue gustando y mucho, pero mi maldito orgullo me impide intentar algo, escucho que saluda a Emma y me voy del lugar, recordar lo ocurrido ese día me llena de coraje, ¿cómo es que pude ser tan tonta?


Flashback

Sé que fue tonto inventar esa mentira sobre mi relación con Marcus, pero ahora estoy decidida a arreglar las cosas con Idali y si es necesario luchar por él.

Mi corazón late rápido, me armó de valor y llamo a la puerta, la sonrisa se me borra al ver quien abre, es una chica y no cualquier chica, es Karen, la chica que menos tolero, con todo el dolor de mi corazón y con mi orgullo bien puesto, me voy sin decir algo.

Me duele mucho, quizás es mi culpa, yo alejo a las personas que de verdad me aman, no soy muy fan de profesar mi amor por alguien, se hartan de mi pero no me atrevo a contarle a mis amigas, esto me pasa por querer luchar por alguien a quien no le importo.

Sé que no me pueden juzgar, cuando has dado todo de ti y recibido muchas puñaladas por la espalda, llega un punto en el que te das cuenta de lo mucho que te han fallado las personas, es un sentimiento desgarrador, descubrir lo poco que puedes importar y lo peor es que tu esencia va desapareciendo o escondiéndose con el tiempo.

Juro que me desastrosa eso, pero por más que he intentado abrir mi corazón no puedo, he intentado cambiar, pero parece que voy de mal en peor.

Me siento una mierda, un patético desastre.

Fin de Flashback


*


No hay nada mejor que las fiestas navideñas, la fiesta familiar se turna cada año, en este vendrá la familia y los Ferrer.

La casa tuvo una significante transformación, nos gusta mucho está época en particular, la tradición familiar es ir a misa y después reunirnos para celebrar en familia el nacimiento del niño Dios. El árbol de Navidad es la mejor parte de la casa, el resto es igual de hermoso, pero a mí me gusta por la forma tan cálida que posee, cada color le da vida y lo hace ver mágico, es perfecto, algo enorme y verde decorado con un listón rojo, luces de destinos colores, gorritos hechos de estambre, bastones, esferas y un gran pie de árbol donde se almacenan los regalos. Contemplo el nacimiento que se encuentra al lado del árbol, su significado lo vuelve un enorme...

—Emma —me llama mi mamá.

—Mande.

—Necesito que me ayudes —la miro divertida, ella está muy nerviosa y emocionada.

—Claro —me da algunas cosas para ponerlas en dos mesas, mi papá tuvo que poner una extra por la cantidad de invitados, acomodo todo con cuidado y con bastante sutileza.

El mantel blanco queda perfecto, el camino de mesa rojo le da un gran toque, platos, vasos, copas, cubiertos y servilletas son lo que poco a poco le da vida al lugar, contemplo orgullosa el resultado final.

Me pone feliz que al fin veré a Sofi, a pesar de que tiene la misma edad que Nina, ella siempre logra hacerme sentir parte de ellos. Después de lo que ocurrió con Dylan no hemos vuelto a hablar. El timbre llama mi atención, la emoción inunda todo mi ser, corro en dirección a la puerta.

—Pero mira nada más cuanto has crecido —rio ante el comentario de Sofi, no tiene mucho que nos vimos, pero a ella le fascina decirme las cosas agregándoles cierto drama.

—No te has quedado atrás —respondo dedicándole una sonrisa.

—Sofi —chilla Nina y corre a nuestro encuentro.

—Aww, me extrañan de verdad.

—Tontita, nos tenías abandonadas —recrimina Nina con falsa tristeza.

—Ya estoy aquí mis amores —las tres reímos, llegan los demás y poco a poco el árbol comienza a llenarse de regalos.

—¡Por Dios Emma! —exclama Sofi con desaprobación —¿Por qué no te has arreglado aun?

—Estuve ocupada —confieso, ella tira de mi brazo y me obliga a subir a mi habitación, Nina nos hace compañía, aunque está muy concentrada en su celular.

—¿Escogerás algo para mí? —inquiero, tengo una rara sensación.

Ella tiene un excelente gusto con la ropa, su personalidad es muy extraordinaria y bastante agradable, ella es demasiado guapa, luce una falda de lentejuelas dorada que hace juego con un suéter negro cerrado que se le pega al cuerpo, incluidas unas medias y zapatillas de color negro.

Su cabello ahora está ondulado y tiene un maquillaje sencillo que armoniza todo su outfit, las luces que se hizo ya no son doradas, ahora son de color azul; realmente el rostro no necesita de mucho, sus cejas parecen estar pintadas, pero así son naturalmente, las pestañas las rizo y agrego algo de rímel y sus labios al ser delgados logran destacar con un labial rojo al igual que sus uñas.

—Por supuesto —se acerca al closet —Con el buen ojo de Nina todo quedará perfecto.

—Ay Sofi —ríe Nina —No te imaginas porque nuestra pequeña está así —pongo los ojos en blanco, no quiero hablarlo ahora.

—No me imagino —niega con obviedad —Ya cuéntame.

—Su novio vendrá a la cena —esas palabras bastan para que mi hermosa prima se obligue a encontrar algo "perfecto".

—¡Oh por Dios! —chilla emocionada —¿Lo conoceré? —Nina asiente, yo cubro mi rostro, ni siquiera sabe todo lo que ha ocurrido en todo lo que va desde que me "obligó" a ir a esa fiesta.

—NO ES MI NOVIO

—Esta es la parte hermosa de molestarte —expresa Nina soltando una buena carcajada.

—Sabes que mi cerebro ha considerado la idea de volver con Eithan —esas palabras me dejan en seco y no sólo a mí, sino también a ellas.

Claro, he estado huyendo de eso, de pensar lo qué haré y justo hoy hablo y me otorgo toda su atención.

—¿De qué hablas? —suspiro de sólo recordarlo, muerdo mis labios, ¡Ay!, ¿Para qué hable?

Les cuento todo, ellas me miran sorprendidas y atónitas, apuesto que no lo veían venir, ni yo lo planee.

—Wow —consigue decir Sofi — ¿Qué harás?

—No lo sé, solo cambiemos de tema —pido con cansancio en mi voz.

—Nina, ¿vendrá Thomas? —inquiere Sofi.

—No, cenará con su familia —responde con tranquilidad.

—Hace mucho que no lo veo —digo mirando a la nada.

—Ahora está más ocupado, recuerda que él trabaja y estudia.

—Adam está igual, estudia y su pasión principal, ser DJ en fiestas —ella asiente.

—Estamos viejos —se lamenta Sofi.

—Yo no, recuerda que tengo 16 años —digo orgullosa.

—Ash —pone los ojos en blanco — Pequeña malcriada, respeta a tus mayores —demanda en un tono de burla, es como si estuviese hablándome una señora grande.

—Las amo —ellas me dedican una sonrisa.

—Ahora arréglate.

—Encárgate de que no muera de frío —pido, la noche es joven, pero es invierno y hace frío.

—Usa estás botas —me extiende unas botas altas negras, una falda color vino acompañada de un suéter negro.

—Uh, ponte tu dije de corazón —sugiere mi hermana.

—Creo que lo guarde por aquí —como niña obediente busco mi dije, la foto que esta en su interior me encanta, algo me dice que lo deje en la caja de cosas que no "volveré a usar", cosa que es falsa porque de alguna forma termino utilizándolo. En mi búsqueda encuentro una pequeña cajita, en el interior hay un anillo de Cenicienta, al lado hay una carta, la abro, es un dibujo que dice "TE AMO".


Flashback

—¿Te irás?

—Mami dice que debemos hacerlo.

—No me dejes —pido aferrándome a él.

—No puedo pequeña —se separa un poco de mí y toma mi rostro.

—No quiero que te vayas —lágrimas caen, siento un enorme vacío, es un vacío muy similar al que sentí cuando perdí mi muñeca favorita.

—Hagamos algo —asiento, limpia mi rostro con delicadeza.

—Lo que sea —afirmo.

—Casémonos —lo miro sorprendida y al mismo tiempo confundida.

—¿Cómo?

—Mañana traeré algo especial y será nuestra promesa —me explica.

—¿Promesa?

—Si —toma mi mano y sonríe —Así recordarás que volveré —suspira —¿Aceptas?

—Sii, quiero casarme contigo —lo abrazo, el ríe, ambos nos recostamos en el pasto.

—Te quiero mucho —suelta.

—Yo más —río —Entremos —sugiero —subimos a mi habitación, Nina está en el cuarto de Adam y nuestros padres en la sala conversando.

—¿Qué desea hacer mi princesa?

—Nuestros votos —respondo extendiéndole unas hojas, crayones y colores —Todos los que se casan lo hacen.

—Sólo en las películas —me corrige —Además, aún no sabes escribir.

—Claro que si —me defiendo.

—No te enojes pequeña —aprieta mis cachetes.

—¿Me muestras tus votos? —inquiero emocionada.

—No, son para mañana —lo miro con enfado, no me gusta esperar.

—¿Me quieres?

—Mucho, siempre serás tú —no comprendo sus palabras, detesto que haga eso, que hable como un adulto.

—¿Me recordarás?

—Siempre —me extiende una pequeña flor —¿Tú me recordarás?

—Si —me lanzo sobre él, ambos nos recostamos en la cama —Léeme un cuento —pido y le doy el cuento pequeño libro con el dibujo de Cenicienta, su voz es cortada, hace poco comenzó a leer con más fluidez y me ha enseñado, incluso se escribir su nombre.

—¿Por qué la madrasta de Cenicienta era mala?

—Porque solo sentía amor por ella misma.

—¿Volverás como el príncipe?

—Si, así como él busco a Cenicienta, yo te buscaré hasta convertirte en mi princesa —me acerco más a él.

—De verdad no quiero que te vayas —me quedó envuelta en mis sueños, estoy a su lado, pero tengo miedo de que se vaya.

Fin de Flashback


—¿Emma? —la voz de mi hermana me interrumpe, estoy segura de que no fue un sueño, eso pasó, pero ¿quién era él?

—Lo siento —ella debe tener la respuesta —¿Recuerdas quién me dio esto? —ella me mira sorprendida, aunque al mismo tiempo hace una mueca.

—Lo siento hermosa, no lo recuerdo —dejo la cajita en mi tocador y termino de arreglarme, pinto mis labios, cepillo mi cabello y me pongo mis lentes.

—Chicas ya bajen —nos llama Adam.

—¡Ay guapa! —bromea Sofi al ver a Adam, mi hermano le manda un beso y reímos.

Bajamos, los Ferrer ya han llegado, verlo me hace sentir incómoda y algo tensa, es extraño, me siento emocionada y al mismo tiempo invadida por un conjunto de emociones. Me dolió su reacción, me sentí muy bien al desahogarme, un gran nudo se apodera de mi garganta, quiero alejarme, pero no puedo.

—Hola a todos —nos saluda la señora Jackie muy feliz y emocionada, la familia saluda a todos los que nos encontramos reunidos, no quiero que llegue a mi encuentro, pero no puedo ser grosera.

—Hola —nos saludamos al mismo tiempo.

—¿Tú eres Dylan? —cuestiona Sofi, aunque quiere que se lo aclaremos.

—Si, mucho gusto —me dedica una mirada triste —¿Y tú eres?

—Sofia, la prima de Emma y casi gemela de Nina —él mira con desconcierto, pero le dedica una sonrisa.

—Mucho gusto —se aleja de nosotras.

—¡Emma!, el chico es muy lindo —chilla en un susurro, de verdad espero que nadie la haya escuchado.

—Sofia.

—¿Celosa primita? —inquiere divertida —Sabes que yo amo a mi novio.

—Si, pero no quiero que escuchen.

Todos cenamos, los adultos hablan de muchas cosas como política, religión, noticias actuales y más; la conversación también viene acompañada de lo grandes que estamos y como pasa el tiempo. En el caso de los que somos más jóvenes, Sofi se ha apoderado de Dylan, hablan de muchas cosas como lo que les gusta hacer y así.

Me gustaría ver a las chicas y decirles lo mucho que las extraño y desearles una feliz navidad, este año ha traído consigo muchas cosas, la mayoría nos las esperamos, hubo perdidas y al mismo tiempo nuevos retos a los que enfrentarnos. Sin duda todas aún tenemos mucho por recorrer, pero de eso se trata la vida, estamos en un camino muy hermoso con miles de adversidades, pero eso nos ayuda a forjarnos, después de todo somos los protagonistas de nuestra vida.

—Emma, vuelve a nosotros...

—¿Eh?

—Te preguntábamos si querías venir a la sala —me miran divertidos.

—Adelántense, los alcanzo en un rato —ellos aceptan, aunque tengo un acompañante, estamos frente a frente, es duro, quiero hablarle, pero no sé cómo.

—¿Vienes? —inquiero al levantarme y ver que él también ha terminado de comer.

—Claro.

—Nina, pon algo de música, esto está aburrido —dice Sofi con fastidio.

—Jaja, yo no soy la DJ de la familia, pero si gustas —saca su teléfono y lo vincula a la bocina el fondo de la canción es un tanto tétrico, Sofia mira mal a Nina y ella nos sonríe con inocencia.

—Niños, pongan algo más alegre —piden los adultos.

—Les juro que es de navidad —explica Nina conteniendo la risa.

—¿Es en serio?

—Si, ¿no se hartan del típico "All I Want for Chritsmas Iis You" o incluso de lo mismo de cada año? —inquiere dedicándonos una sonrisa.

—Debo admitir que es buena —digo al agarrarle cariño a la canción.

—Lo sé.

—Ay, mejor pon unas cumbias —Sofi decide que es mejor tomar el control de la lista de música, mi hermosa prima toma como pareja de baile a Nina y se adueñan de la pista que han creado.

—¿Podemos hablar? —asiento, después de todo es Navidad y él merece un poco de mi tiempo, ambos nos dirigimos a mi habitación para tener un poco de privacidad y al mismo tiempo alejarnos de las distracciones.

—¿Qué pasa?

—Yo... lamento lo de ese día —baja la mirada.

—¿Cuánto más?

—¿Cuánto?

—Si Dylan, ¿cuántas veces más seguirás pidiendo perdón?

—Emma, yo...

—Mentiría si digo "No Dylan, te entiendo" —suspiro con pesar —Estoy harta sí, este juego es tan estúpido, ya no quiero pensar que soy la que hace las cosas mal — lo miro con dureza —Solo pido una cosa, quiero que dejes de confundirme y tratarme como si fuera de tu propiedad...

—No lo recuerdas, ¿cierto? —se acerca a algo que llama la atención, lo extraño es que observa la pequeña cajita que dejé en el tocador.

—¿Recordar qué?

—Olvídalo —trata de acercarse y toma mi mano —De verdad lo siento, fui tonto e impulsivo, diría más, pero ya no confundirte.

—Dylan, eres lindo, pero ahora solo quiero disfrutar de este día y alejar las dudad que embargan mi mente, quiero tener una linda Navidad —le dedico una sonrisa sincera.

—¿Me permites acercarme?

—Lo permito porque somos amigos.

—Eso es mejor que nada —sonríe.

—Te ves muy guapo —digo estirando su mano y apreciando su outfit, lleva consigo un pantalón color leonado, una camisa azul que se ajusta a su cuerpo, aunque cuando llegó se quitó el abrigo; el calor de la chimenea hace que la casa se sienta cálida y acogedora.

—¿No te has visto en un espejo?

—Cállate —ambos reímos, él observa mi cuarto, aunque se detiene ante la pequeña cajita con el anillo.

—Sabes que es verdad ¿no? —cuestiona.

—Amm, ¿qué?

—Que eres hermosa —voltea y me dedica una sonrisa —Por cierto, ¿qué es esto?

—¿Esto? —suspiro —No lo sé, hoy lo vi, parece que alguien me lo dio, pero no recuerdo quien.

—Debió ser alguien que de verdad te quería —lo curioso es que su voz suena apagada, deja la cajita en su lugar y se sienta a mi lado.

—Oye Dylan.

—¿Sí?

—¿Recuerdas si llegamos a hablar de pequeños?

—¿Por qué lo preguntas? —suspiro y me recuesto mirando hacia el techo.

—Porque parece como si todos supieran algo que nosotros no, además, ¿no te parece extraño que no existan recuerdos de antes de que se fueran?

—Hmm, no estoy seguro —él imita mi acción y también se recuesta mirando el techo —¿Esas son estrellas?

—Si, desde que tengo memoria me ha aterrado la obscuridad, esto me ayuda —sonrío de lado.

—¿Cómo conseguiste dormir cuando fuimos a la casa en el bosque? —inquiere.

—La luz de la luna, aunque igual ayudó el día que estabas ahí —ahora lo miro y suelto una carcajada.

—¿En qué piensas?

—En que deberíamos bajar y convivir con todos.

—Eso pensé, aunque si te soy honesto, estoy cómodo aquí —me estiro un poco y ahora cambio de lugar para poder observarlo —Emma.

—¿Si Dylan?

—Quiero conocerte más, cuéntame más de ti —ahora él se une y me observa, frunzo un poco el ceño.

—Eso no sería justo.

—¿Por qué?

—Porque para eso tendrías también que contarme de ti —le dedico una sonrisa.

—Acepto eso.

—¿Sabes?, cuando era niña recuerdo que mi parte favorita al día siguiente era bajar con la ilusión de encontrar juguetes o dulces, siempre fue hermoso, me mandaban a dormir temprano y sé que seguían con la fiesta —río ante los recuerdos de mi niñez —Nunca faltaba una bota llena de dulces con mazapán, los aciduladitos, tamarindos, una paleta payaso —ahora mi boca está llena de saliva, se me antojo.

—En mi caso era una cena familiar en casa de mi abuela, ella siempre me preparaba un pastel de chocolate porque me reusaba a comer pavo o bacalao —ríe —Ella era una mujer maravillosa —sonríe con nostalgia.

—Supe que falleció hace poco, de verdad lo siento —tomo su mano en busca de darle consuelo, aunque son esas heridas que no logran sanar y con las que debes vivir.

—Ella siempre me hacía feliz, antes de irnos me compro algo para dárselo a alguien muy especial —suspira —Sólo ella conocía lo que me mantuvo fuerte cuando tuve que irme.

—¿Hablas de la chica que menciono Idali?

—Así es.

—¿Por qué no la buscas?

—Porque puede que no me recuerde, pero tranquila, no vayas a pensar que soy falso con lo que siento por ti —me quedo muda, es posible que él también tenga el recuerdo de un gran amor, puede que haya sido en su niñez, pero esos amores son los más puros y sinceros —¿Y qué más te gusta? —inquiere —Por lo que vi eres fanática de las novelas románticas y de las princesas.

—Cierto, son libros que puede que exageren un poco cuando se habla de amor, pero no dejo de conmoverme con una buena historia llena de obstáculos, decisiones y la mejor parte, momentos en los que se muestra cuánto te importa alguien —acerco mi cabeza un poco más a él — Y sobre las princesas, me han fascinado desde siempre, aunque sé que me favoritas son Cenicienta y la Bella y la Bestia.

—¿Por qué?

—Porque, aunque el príncipe solo la haya visto una vez persistió en buscarla sin importar qué, pudo ser engañado, pero lo que ella le dejo es algo que ninguna otra doncella podría dejarle —él se pone de pie y me mira detenidamente.

—¿Y Bella?

—Ay Bella, en ella hay algo que de verdad es admirable, como dicen, nada es lo que parece, y cuando lo prejuicios y etiquetas se quedan atrás puedes encontrar lo más hermoso en una persona aún con la supuesta fealdad que posee, todos somos bellos y una magnifica obra de arte.

—Mi favorito también es Cenicienta —suelta de golpe, se levanta y saca el cuento que deje de abrir cuando lo cambie por las novelas.

—¿Lo leíste?

—Si, ¿quieres leer algo que tenemos en común? —inquiere, me recargo en la cabecera al igual que él, mi cabeza queda recargada en su hombro, él posa su cabeza con delicadeza sobre la mía y comienza a leer.

Tengo la sensación de estar viviendo un déjà vu, decido poner atención, pero simplemente un recuerdo me llega de golpe...


Flashback

—¿Me recordarás?

—Siempre —me extiende una pequeña flor

—¿Tú me recordarás?

—Si —me lanzo sobre él, ambos nos recostamos en la cama

—Léeme un cuento —pido y le doy el cuento pequeño libro con el dibujo de Cenicienta, su voz es cortada, hace poco comenzó a leer con más fluidez y me ha enseñado, incluso se escribir su nombre.

—¿Por qué la madrasta de Cenicienta era mala?

—Porque solo sentía amor por ella misma.

—¿Volverás como el príncipe?

—Si, así como él busco a Cenicienta, yo te buscaré hasta convertirte en mi princesa — me acerco más a él.

—De verdad no quiero que te vayas —me quedó envuelta en mis sueños, estoy a su lado, pero tengo miedo de que se vaya.

Fin del Flashback


—Fin —quedó un poco sacada de onda, ¿será qué?, no, imposible, él lo diría o nuestros padres en todo caso, pero...

—Oye...

—Creo que debemos bajar —dice, yo asiento y como pretexto llevamos algunos juegos de mesa para despistar un poco y que no nos regañen.

Al bajar los adultos decidieron mudarse al jardín, la chimenea se convirtió en una fogata, risas y música son los más grandes protagonistas. En cambio, Adam y Javier (hermano de Sofi) parecen jugar videojuegos en su celular, mientras que mi prima y hermana están en una charla muy interesante, sobre Thomas y Sergio.

—Parece que nadie notaría que no estábamos —me susurra Dylan.

—Eso veo ahora...

—No se preocupen, ya lo habíamos notado —dice Nina divertida.

—Siéntense —indica Sofi —Necesito estar al día, ¿cómo se conocieron?

—Que te cuente ella —responde Dylan.

—Gracias —digo con sarcasmo —Aunque para habernos conocido fue muy horrible.

—¿Cómo?, yo creí que... —Nina lo piensa, pero decide callar.

—Fue cuando supe la verdad —explico.

—Oh, ese día me trataste fatal —lamenta.

—Si, ese día te me hiciste alguien muy entrometido —suspiro —Me desquite contigo.

—Era de esperarse, aunque después fuiste más linda...

—Claro, en el parque, esas palabras me ayudaron bastante —sonrío al recordarlo.

—¿Lo recuerdas? —me mira con sorpresa, yo asiento.

—Fue muy reconfortante...

—¿Y cómo se enamoraron?

—Pues enamorados, lo que se dice enamorados, sólo Dylan —suelta Nina con una risa sonora.

—Ash, por como se miran parece lo contrario —pone lo ojos en blanco, definitivamente este momento es tan especial, ahora comprendo porque logre encariñarme rápido con Melissa.

—Pues ya ves que no —mi prima nos mira de forma extraña, me da miedo, pero bueno.

—Hijos, en la cocina hay bolsas con colación —nos indica mi tía que lleva consigo una botella de refresco, aunque por lo que vi también hay contenido alcohólico.

—¿Vamos? —inquiere Dylan.

—Por favor, Nina y yo les traemos —ellas se levantan y se marchan cuchicheando no sé qué.

—Tu prima me agrada.

—Si, ella es demasiado linda —mi hermano y Javi deciden que es mejor marcharse también, van directo a la cocina.

—¿Siempre son así? —inquiere confundido.

—No, piensan que hay algo y se ponen muy raros, además, que sea la menor no ayuda en nada.

—¿Nunca te has sentido algo sola?

—Para nada, a pesar de que están en su mundo logran hacerme sentir incluida, es extraño porque al ser cinco ellos como "parejita" la pasan todo el tiempo juntos.

—¿Siempre ha sido así?

—Supongo que sí, la verdad no recuerdo si hubo algún momento en el que compartía miles de momentos con alguien más.

—Niños hermosos —nos llama mi prima —Tomen su colación —nos dan una bolsa repleta de dulces, cada año hay mucha variedad, aunque en está hay más contenido.

—¿Te puedo dar las almendras? —cuestiona apenado.

—¿No te gustan?

—Jaja, no.

—Acepto porque me fascinan —observo la bolsa —¿Te gustan estás?

—Demasiado.

—Bueno, te las regalo —digo y le doy las mini gelatinas.

—Ay, justo como antes —chilla Nina con emoción, yo la veo con extrañeza.

—Saben, vayamos a bailar —propone Sofi.

—Nosotros no —dice Adam y Javi al unísono.

—Señorita, ¿quisiera ser mi pareja de baile? —inquiere Sofi a mi hermana.

—Sería todo un placer —le extiende la mano —Vengan ustedes dos también.

Miro a Dylan, al igual que él a mí, accedemos; cumbia, regional, salsa y más son lo que les encanta bailar.

—¿Eres bueno bailando esto? —inquiero no muy convencida del ritmo que posee mi cuerpo para el baile.

—Si, aprendí mucho con mi abue —me dedica una sonrisa.

Toma mi mano y me va dirigiendo, por suerte la cumbia es algo que me llegó a enseñar mi hermosa prima, él parece hacer magia al guiarme, paso a paso nuestras miradas no se separan, hace mucho escuche que cuando se trata de bailar, la mejor forma es que la pareja se mire a los ojos.

—Eres buena en esto.

—Gracias, pero sé que no es así.

—Sólo déjate llevar, libérate con ritmo —sonrío y me dejo llevar, un nuevo ritmo me hace ver que está canción no le pertenece a Dylan, tan pronto como comienza, Sofi se acerca a nosotros.

—Lo siento, te la debo robar —dice con emoción, ahora el rock and roll se hace presente con "La plaga"; sin duda esa canción la bailamos muy bien, cada movimiento está coordinado —Primita, este chico es maravilloso.

—Sofi, de verdad que no lo arruines —pido con poca voz.

—¿Sabes?, puedes perderlo y créeme, él de verdad te ama —afirma con mucha seguridad.

—Dame una razón.

—Sólo lo sé —no me enfado, sólo medito sus palabras, el recuerdo de está noche y cada acción hace que sin duda mi mente se ponga a pensar mucho.

Seguimos bailando, no sé cuanto tiempo pasa, pero llego al punto en el que las botas han matado mis pies, así que decido entrar, Dylan me hace compañía, subo a mi cuarto y me pongo mis preciadas pantuflas.

—Menuda combinación —dice burlón.

—Ya sé, pero te juro que ya no puedo más —digo al sentir mi cuerpo cansando.

—Me imagino, ¿quieres ponerte tú pijama?

—Creo que sí, además ya son las dos de la mañana —entro al baño y me cambio de ropa, mi cuerpo reclama dormir un rato, Dylan y yo bajamos y nos tumbamos en el sillón —Moría por tenerte aquí —le digo a mi chocolate con menta.

—¿Así le hablas a los dulces que te comerás?

—No me juzgues, soy medio rara —ambos soltamos una carcajada.

—Bueno, señor pulparindo, lamento mucho que haya llegado su momento de ser consumido por su humilde servido —dice concentrado en su dulce.

—Y ahora te burlas.

—No me burlo, sólo que me sentí mal por no tomarme la molestia de agradecer —niego con la cabeza y nos disponemos a comer nuestro dulce, él no deja de mirarme y yo me siento algo sonrojada —Emma, tienes chocolate en el labio.

—¿Eh? —trato de limpiar, aunque parezco fracasar cuando él pasa su dedo y lo limpia.

—Mejor —la sensación que me deja es tan extraña que me quedo bloqueada, por algún motivo quise que se acercara más.

Amiga, ya hablas de sueño.

—Veamos una película —sugiere, yo asiento, decido bajar por una cobija, ya que la temperatura ha bajado, a mitad de película los ojos me pesan un poco, decido que es mejor recargarme en él y disfrutar del momento en que mi cuerpo se relaja.




➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥



🤗💖 A cada uno de ustedes que leen esto:

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro