•"Un caballero cruzaba la llanura cargado con el peso de su gran armadura y su escudo de metal en plata cromada.
En su cuerpo aún permanecían como tributo viejas heridas y cicatrices,
huellas pasadas de crueles batallas...

Pero él;
Nunca un ejército pudo comandar y su enorme caballo de batalla muy enfadado a él lo culpaba.
El gran caballero
se encomendaba a su Dios y a la gran aventura que se le había encomendado...

Se dirigía a paso embravecido y valiente hacía una muerte segura;
Y él dudaba de su intencion
o lo hacía para labrarse un nombre entre la inmortalidad de los vivos
o tal vez... por el amor que en secreto profesaba por la Reina de las Hadas,
quien le encomendó a el
esta misión."

AGO/2008.